miércoles, noviembre 28, 2018

Teatro tenaz de la mujer


Maigualida Gamero no ha llegado todavía a los 50 años pero ya es una importante artista activista del teatro venezolano. A ella le preguntamos:
¿Por qué hay pocas mujeres en el teatro venezolano entregadas a la promoción y dirección, entre otras actividades? 
Esta pregunta me parece muy interesante, me recuerda que durante el 2015 viajé a Mérida, Yucatán, México a representar a Venezuela en el I Encuentro de la Mujer en la Escena Latinoamericana, fui la única invitada por Venezuela, y mi ponencia la sacaron en un libro junto a las demás. Allí yo rescato la labor de, por ejemplo, Jorgita Rodríguez, Karla Fermín, Karin Valecillos, entre otras mujeres que damos el 100% con pasión por el arte; pero también digo que lo que se conoce afuera es la obra de los hombres actores, directores, gestores… Pero es el momento de la mujer nuevamente.
¿Qué pasa con la mujer en el teatro venezolano?
En el teatro caraqueño el papel de la mujer se ha visto repotenciado en el área de la producción teatral, así como nuevas directoras y escritoras. Sin embargo, creo que uno de los problemas ha sido el de no poder publicar textos en físico. La difusión se ha hecho mucho más a autores masculinos, según mi punto de vista. Desde la Producción y la Gestión teatral comercial encontramos a Jorgita Rodríguez. En el área pública o del Estado a Ingrid Ross. A Sofía Mirabal, en el área independiente y a Karla Fermín. El teatro desde la mujer caraqueña es un teatro tenaz, guerrero, luchador. Un teatro que lucha por obtener su espacio. Es un trabajo de hormiguita donde hay que ganarse el respeto a punta de perseverancia, es así como particularmente veo y trabajo por este sueño de hacer ciudades más creativas.  Hacer ciudadanos y no solo habitantes de un espacio. Sueño con ciudadanos que vivan y construyan ciudadanía.
¿Hay misoginia en el teatro venezolano?
Yo creo que no. Simplemente pienso que las mismas mujeres debemos darnos la visibilidad que pedimos. Hay muchas mujeres productoras, escritoras diseñadoras y directoras, buenas, creativas, solo que no le hemos dado la difusión necesaria, pero eso es un asunto de cada quien, el de hacerse visible.  Yo no he sentido misoginia cuando he ido a solicitar apoyo para mis eventos, han sido más las veces de actitud abierta, apoyo, que los reveses, aunque sí me han cerrado puertas, pero donde una puerta se cierra... hay otras que se abren.  Y mi agrupación Festea es un ejemplo de ello. Son 15 años dando ese encuentro, el cual que me ha permitido traer grupos foráneos tanto del exterior como del interior. 
¿En cuál de ellas se siente mejor?
Me encanta la planificación de eventos culturales, la creación de escenarios de encuentro, Festea es un ejemplo de ello. Lo que nosotros en Pathmon Producciones llamamos la Gerencia Teatral creativa. La Producción me gusta mucho. La Dirección escénica me tienta siempre y la ejerzo con pasión, la Actuación me permite ejercitarme como decía Artaud "como una atleta de los sentimientos", para conmover. 
¿Qué ha pasado con usted durante este año?
El 2018 me trajo el viajar a Estados Unidos por primera vez. Visitar Miami fue un logro al participar en el Festival del Monólogo Latinoamericano "A una sola voz", organizado por Havanafama Teatro.  Representar a Venezuela con un texto del venezolano Jan Thomas Mora del cual he dirigido algunas de sus obras y actuado en ellas. La obra que llevé fue La Taconera, dirigida por Carlos Del Castillo. Ha sido un reto porque es mi tercer monólogo; también llevé La madre Pasota, de Darío Fo, el cual llevo 14 años haciéndolo.  Lo más significativo fue la autogestión para el viaje, lo hago porque me gusta, me apasiona, pero qué bonito sería que nuestro ente oficial cultural nos diera apoyo a todos los artistas que vayamos a representar al país ese sería un verdadero cambio. A nivel nacional el haber realizado la edición número 15 del Festea fue un esfuerzo titánico en un año sumamente difícil; prácticamente sin dinero; solo con el apoyo de unos cuantos... pero salimos adelante, los participantes siguen apoyando nuestro evento y eso simplemente se agradece. También presentamos nuestro montaje de Federico y Dióscoro, en el Festival de Teatro de Caracas, un texto del español Rubén Buren. Ha sido un año de menos producciones, más de realizar Talleres. Además el 2018 me trajo a nivel escénico y académico ingresar a la Escuela César Rengifo como Docente de Actuación 3, Historia comparada de las artes y Escritura creativa, una nueva etapa en la Escuela en la que me formé como actriz. 
¿Profundizará lo que hay para el año entrante?
Proyecto Festea Escuela continuará con el Festival Teatral de Autor que, como iniciativa de mi agrupación Pathmon Producciones, le dedicamos la pasión por crear sueños para representarlos. Somos una iniciativa particular que recibe apoyos mixtos. Somos un evento de conciliación, de verdadero desarrollo y apoyo a los jóvenes creadores. Por ello el enfoque cambiará...este año ha servido para reflexionar sobre muchas cosas. También pensamos llevar a escena un nuevo texto del español Buren y la planificación de alguna gira internacional. Se vive y se sueña o se sueña y se vive.


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