miércoles, febrero 13, 2019

Las claves para ganar premios de teatro

 Pablo García Gámez, dramaturgo exitoso.

Gracias al Premio Nacional de Dramaturgia Apacuana 2017 por su texto Oscuro, de noche y al impactante montaje que le hizo Carlos Arroyo con la Compañía Nacional de Teatro, durante la temporada 2018, el caraqueño Pablo García Gámez es noticia permanente en Nueva York (donde reside desde hace más de 25 años), ya que destaca y lo galardonan además, y aquí en Venezuela. Esto que es muy bueno ha despertado ciertos resquemores o “verdes envidias”.
Y aquí tenemos las respuestas de García Gámez a eso y otras cosas más
¿Cuál es la clave para ganar tantos premios, es que no hay otros concursantes?
Claro que hay colegas muy buenos. No sé si será parte de la clave, pero escribo sobre temas que me apasionan: el desarraigo, el paso del tiempo; sobre la periferia y sus personajes. Durante el día me lleno de imágenes, vivencias, conversaciones sueltas, recuerdos, cuestionamientos que exploro con la palabra y el tiempo. Un factor de mi escritura es que la vida ha transcurrido desde el margen y que tengo arraigado un sentido de pertenencia a diversas minorías en diversos espacios. Se dio el hecho afortunado de caer en conciencia de ello y poder revisar ese proceso. De ahí el re/sentimiento, doble sentir de esas experiencias. A mis estudiantes les digo que traten de ver la situación desde la periferia, que escriban sobre lo que quieren ver en escena, que sus obras pregunten, interpelen al espectador. Que sean fieles a su trabajo, que no hay que estrenar mañana.
¿Cómo hace? ¿Tiene a otros, llamados “negros”, que escriben por usted?
¿Cómo hago? ¿Qué hago? Escribir. Es la única manera. Dedico aunque sea una hora al día porque quiero escribir, porque necesito escribir, porque tienen que salir esas voces, porque me gustaría verlas en escena. Hace un par de años estoy desarrollando la tesis doctoral sobre teatro y comunidades hispanas en Nueva York y no he dejado de escribir teatro. Edgar, ¡llevo 32 años escribiendo! El montón de obras sale porque estuvieron guardadas todos estos años. Guardadas no, intenté difundirlas en diversos momentos, pero el canon de la dramaturgia es un filtro; de hecho, el canon es de naturaleza cogollística. A Venezuela las mandé a grupos, productores; tuve una única respuesta sobre una obra: “es interesante”. Aquí mandé a concursos y así fueron saliendo a la luz. Agradezco a la Compañía Nacional de Teatro por Oscuro, de noche y a la Escuela Juana Sujo por presentar ¿…Y qué es Nueva York? (Cariaquito Morao). Fue un modo de aceptación de mi identidad. Por cierto, pienso que sería productivo abrir de nuevo los concursos de dramaturgia a venezolanos que no residen en el país: si una de las metas es moldear una identidad nacional, muchos fuera de las fronteras podemos y tenemos que aportar como aportamos haciendo lecturas o producciones de colegas que viven allá, cuyas obras ameritan ser leídas en otros contextos. Volviendo a las piezas, escribí Cariaquito Morao hace 27 años. De repente, se da la coyuntura y gana el ACE de dramaturgia y de actuación en monólogo. Con la pieza que ganó el LATA, Eclipse Total en G.T.s, es diferente: en 2018 fui invitado por Harlem 9 y Pregones para participar en 48Hours in The Bronx, actividad en la que durante dos días trabajas en equipo para hacer un montaje incluyendo el texto. Me tocó trabajar un bar gay en los ’80 y escribí un texto para recordar a los que se nos fueron por el SIDA y celebrar a los que están; el premio LATA fue el sábado 9 de febrero y no pude ir por la tesis… y porque estoy con el borrador de algo que creo será una obra.
¿Cuántos premios hasta ahora y en cuántos concursos más piensa participar?
Unos 14 o 15 premios. Participaré en los que salgan. No tengo el apoyo de una infraestructura, hace rato que no soy joven. Tengo un montón de obras que no han visto luz y que, modestia aparte, me parecen buenas.
¿Qué hará en esta primavera?
Lo prioritario: defender la tesis para volver a la vida de civil. Por ahí, en abril participaré en una conferencia de posgrado en Chicago hablando sobre un performance que relaciona a la mujer con la condición de seropositivo.
¿Se puede hacer millonario con tantos galardones o sigue en las mismas actividades docentes?
Moriré docente porque si espero por los millones…  La función del premio es el reconocimiento de una comunidad a un trabajo que a su criterio, destaca por determinados factores.  Y eso se agradece.

No hay comentarios.: