lunes, abril 29, 2019

La película venezolana "Bárbara " ganó importante galardón en Rumania

Petrizzelli ganando premios en Europa

El cineasta venezolano John Petrizzelli se reporta desde Europa para comunicar que su película Bárbara se ganó el Premio del Festival Seeile Gay Nights de Rumania, evento dedicado a la temática LGBT y es uno de los pocos en esa nación qué se dedica a esa temática. “Es un festival de la comunidad gay de Cluj, la capital de  Transilvania, ciudad universitaria muy importante para la cultura rumana. Competimos contra muchas películas de Corea, Estados Unidos, España, Italia y otros países Y ganamos el galardón como Mejor Película Largometraje, que es muy importante por el rango de películas en la competencia".
Subraya Petrizzelli que aunque Bárbara ya tuvo su circuito comercial en Venezuela y aparte de la Cinemateca o alguna otra institución que la proyecten “no hay planes para presentarla de todos modos esperamos ver si podemos en vista de ese premio y ya que me preguntas sobre otros galardones logrados, te recuerdo que también logramos el mejor película en el Festival de New Delhi,  en India pues hace que quizá se pueda reproyectar. Ahora vamos al Festival de Baja California, México y vamos al Festival de Berna. Hemos participado en más de 15 festivales con la película incluyendo Chicago Latino, Santo Domingo, Bogotá y el Festival de Quito, aparte del Festival lLESDGAI de Madrid, el más importante de España para la temática LGBTI.      
 Reitera que como el país atraviesa un momento difícil y que sin recursos no se puede hacer cine por lo tanto hay que esperar a que la situación mejore o iniciar proyectos independientes de poco presupuesto. “Yo por mi lado estoy tratando de producir en Europa, particularmente entre España e Italia, y ahora tengo un corto en preproducción que se llama El pozo Y espero pronto culminar la escritura de una serie de televisión para España”.




Se marchó Atanasio Alegre

Atanasio Alegre con uno de sus últimos libros.
Atanasio Alegre se ha marchado. Hacia el año 2008 lo entrevistamos y nos confesó que era ya un filósofo de 28 años cuando llegó a Caracas en 1958. Vino de León, España, y egresó de la Universidad Católica Andrés Bello hacia 1963, Summa Cum laude como psicólogo social. Con su única esposa procrearon tres hembras y un varón. Ingresó a la docencia en la UCV y en 1991 lo jubilan, pero en 1994 lo llaman para ocupar la dirección de Cultura, donde permaneció hasta finales de 1996.
 Nos reconoció que la vida como profesor si se quiere estar al día es enriquecedora y estimulante, sobre todo si se desarrolla una labor como conferenciante, asistente a congresos como ponente y además se entrega a la publicación dentro del campo de su especialidad. Esa fue su experiencia. Creía que sus cuatro libros de ensayos lo llevaron primero a la novela: El mercado de los gansos, sobre la vida de Telemann en Hamburgo, y luego a la trilogía sobre el acontecer venezolano. Alguien dijo que sus narraciones participaban de ambos géneros: eran novelas ensayísticas. Pero tanto el ensayo, como la novela requieren de investigación y de metodología, para lo que sirvió su pasantía por Alemania.
 Creía que “a estas alturas y vecinos como están mis días finales, yo también podría suscribir aquellas palabras que Lutero escribió a su amigo Spalatino: Tu sabes que si los bienes del hombre en el mundo deberían ser destruidos, son los que pertenecen a los príncipes. Ser príncipe y ser ladrón es lo mismo y el príncipe es mayor ladrón, en la medida que es un gran príncipe”
.Nos dijo que Johannes Reuchlin, el maestro de hebreo de Martín Lutero, el gran revolucionario del Renacimiento, tal como lo plasmó en su novela histórica El crepúsculo del hebraísta, literatura que va más allá de una saga de ficción donde la fe, la corrupción, la intolerancia y la ambigüedad del ser humano se disputan el reino de la tierra.
“Se trata de un culto y severo discurso crítico del autor que recrea vidas que él no ha podido vivir. Es espejo para el camino o peculiar metáfora para los entendidos. Y en estos tiempos y en esta sociedad y en este aquí y ahora, eso es muy necesario, porque eso ocurría y se decía hace casi 500 años y ahora se puede escribir lo mismo porque tal sociedad aún existe y tiene diferentes ropajes, reitera el escritor, quien con esas 304 páginas, publicadas por Alfa Ediciones, completó su primera docena de libros, los cuales van desde ensayos hasta cuentos, pasando por narraciones largas. ¡Intelectual a tiempo completo!
Escribió sobre Reuchlin porque con su novela histórica plantea una reflexión sobre lo que hubiera podido suceder si este no aparece. “Novelizar a este personaje es aludir al descubrimiento de la imprenta, porque sin ella no se hubiese dado la Reforma Protestante, ya que le permitió a Lutero, el mismo que predicaba que había que divinizar al hombre y humanizar a Dios, publicar 600 mil copias de sus escritos y escindir para siempre a la Iglesia Católica Romana. Y para eso aprendió el hebreo, lo cual permitió leer los manuscritos antiguos y así la Biblia fue mejor comprendida y popularizada gracias al gran invento de Gutenberg, que aparece hacia 1450”.
Con su novela da una visión sobre el poder y la corrupción, algo que está muy de moda en estos tiempos, pero no es una pieza biográfica. Pululan las intrigas, las persecuciones de la Inquisición y otros crímenes. Es uno de los incubadores del Renacimiento, etapa del pensamiento europeo que desemboca en la Ilustración y está en las revoluciones que terminan por cambiar el mundo. Pero ahora se va hacia otro Renacimiento y de ahí el valor metafórico de este texto.
-¿Cómo es ese Renacimiento?
-No soy profeta. Solamente recuerdo que H.G. Wells habla de “the shape of things to come”, es decir, de la singularidad de las cosas por venir. Lo que terminó con la Edad Media fue la irrupción de la cultura oriental que trajeron a Occidente quienes huían de Bizancio en manos de los turcos. Fue la cultura pitagórica y el interés por los idiomas antiguos, sobre todo el griego y el dominio del latín. Sobre lo que influye esa nueva cultura, ese Renacimiento, es sobre el concepto de autoridad. La autoridad no viene de Dios, sino del hombre mismo. Y de aquí van a nacer los movimientos revolucionarios. Hoy la influencia viene del grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y de Asia en general. Esta influencia significa una nueva gestión del mundo a través de la globalización. Entonces la pregunta sería: ¿la comunidad atlántica y los países industrializados tienen la fuerza económica, laboral y cultural para hace frente a esta nueva irrupción? Occidente pierde influencia, sus sistemas de valores y la axiología están cambiando y van a tener que adaptarse. No se trata de un choque de civilizaciones, sino más bien de un choque dentro de las civilizaciones. Y estos son ingredientes para un nuevo Renacimiento, si se quiere mirar al futuro o la singularidad de lo porvenir de que habla Wells. Y este ya comenzó.
Era un intelectual de obra propia y a quien su familia debe preservar y difundir su obra.



jueves, abril 25, 2019

Un año sin Levy Rossell

Levy Rossell  se merece un libro por su odisea teatral venezolana

Hoy, al cumplirse el primer año de su mutis, Levy Rossell fue recordado con varias misas a las cuales asistieron amigos y familiares. El, en los años 60 del siglo XX, era “la gran esperanza blanca” del teatro venezolano. Había llegado de Nueva York y tras exhibir su inolvidable espectáculo músico teatral Vimazoluleka, en el Aula Magna y el Ateneo de Caracas, se le abrieron todos los caminos para convertirse en el gran director o en el gran pontífice de la escena criolla. Pero no fue así. Fue intensa su lucha existencial y tenía casi siempre el viento en contra, pero dejó huella.
Aquel joven no era fácil de manipular o de comprar, tenía ideas propias y además era cultor de lo criollo, tampoco era de roscas ni cofradías. Tenía, conceptos personales que no negoció, algo raro en esta compra y venta en que se ha convertido no sólo la cultura venezolana. Más de 20 piezas escritas y montadas, ocho mil actores y actrices a quienes capacitó y centenares de representaciones teatrales desde 1961, dentro y fuera de Venezuela, son parte de la cédula artística que ahora, en esta incierta centuria XXI, ostentaba con orgullo el teatrero Levy Rossell Daal, nacido en Coro el 23 de abril de 1945 y fallecido en esta Caracas, aquel 25 de abril de 2018.
Debutó con su Vimazoluleka - híbrido de teatro y música, escrito a los 16 años- en el viejo Ateneo, a mediados de 1966. Y desde entonces no dejó de trabajar profesionalmente con lo que aprendió de maestros como César Rengifo, Nicolás Curiel, Alberto Castillo Arráez, Eduardo Fernández Salomón y Joe Chaiquin.
Explicó que con  su Vimazoluleka intentaba ser una caja de trucos donde hay oculta una idea total y universalista. Llena de innumerables pequeños momentos que transcurren vertiginosamente y son los que le dan su propia personalidad. Debe ser entendida como marco de referencias que permite una rica interpretación. Los personajes líderes de la acción son máscaras grotescas que esconden el dolor de ser ellos en una existencia alienada y solitaria, tratando de interceptar a los otros en su incomunicación. Son uno y mil al mismo tiempo, sumergidos en un aburrimiento agobiante que los obliga a hacer contacto y divertirse, burlándose de quienes viven tal situación, con mentiras fabulosas para crear una gran caricatura que escapa de la realidad para evitar así la confrontación
Levy no se quejaba, pero cuando podía exclamaba: “He pasado unos años difíciles, porque se hacen festivales y nunca me invitan, hay proyectos enormes y con buenos prepuestos y nunca me llaman. Lo que he podido hacer ha sido con el apoyo de la gente que siempre ha creído en mí y en mis iniciativas. Pero no ha sido fácil, desde que fui presidente de Fundarte hasta estos momentos. Arte de Venezuela, mi institución cultural, todavía existe, pero no tiene subsidio ni ningún tipo de apoyo oficial, aunque eso viene desde hace mucho tiempo. Yo ni siquiera he podido recibir la pensión del IVSS”.
A raíz de esa entrevista, y por supuesto yo no revelo quien se le hizo, alguien lo llamó y fue incluido en la lista de pensionados del IVSS para saldar esa deuda con un creador que no se hizo rico ni robó. ¡Bonito detalle!
Él admitía que su camino artístico había sido largo y con trampas que incluso lo arrinconaron y hasta lo maltrataron. Aguantó con dignidad y no le debe nada a nadie y está en paz con su conciencia. Él todavía era una gran carta para el desarrollo del teatro criollo, si le daban los apoyos necesarios, porque ganas de trabajar si tenía, pero sin trigo o sin maíz no se pueden hacer ni panes ni arepas.
Al parecer, las semillas que como autor, actor, director y docente ha sembrado en todos los confines de Venezuela durante las últimas cuatro décadas comenzaron a dar frutos o al menos reconocimientos que aunque no llenan el estómago si alimentan, y bastante, al espíritu. Y por eso que, en la sala de conciertos de Unearte, la agrupación Sentimiento Escénico remontó su pieza Caracas...¡Urgente!, un espectáculo que no superó los 75 minutos, sobre un grupo de jóvenes, entre quienes no ha habido más relación que una presentación y un hola, se encuentran en el vacío de una matriz, donde al despertar comenzaran a desenvolverse con mucha ingenuidad, una exteriorización de sentimientos y motivaciones profundas hacia una realidad implacable y coincidente con cualquier tiempo y lugar.
Caracas... ¡Urgente! fue estrenada en 1972 con jóvenes como Guillermo y Marielena Dávila, Arístides Aguiar, Perla Vonasek, Carlos Mata y hasta el mismo Levy. Era un obra premonitoria sobre los cambios que sufriría la sociedad venezolana, los cuales ahora son correctamente subrayados por los interpretes Eliécer Mantilla, Andreina Suárez, Saymond Jonat, Alfonzo Lamus, Julio César Marcado, Yesenia Quintero, Rusbeth Ordóñez y Yilmar Barrera, contando además con la égida musical de Jomar Daboin Ruiz y Carlos Cacique, bajo la dirección general de Idelson Sojo. ¡Un homenaje al maestro con mucho cariño!
Levy   inventó el fonema "Vimazoluleka”, utilizando las dos primeras palabras de los nombres de sus íntimos compañeros de estudio del Liceo Aplicación. Quería exaltar esa amistad y bautizar su ópera prima, compuesta de dos actos o 16 escenas, nueve canciones y tres situaciones de puesta en escena. Esos amigos desaparecieron cuando hizo 39 funciones en el Ateneo de Caracas (1966), pasó al auditorio de Ingeniería y finalmente alcanzó seis semanas en la Aula Magna de la UCV. ¿Por qué? Nunca recibió respuesta. Viajó a Nueva York y allá también la escenificó durante cinco meses. En 1968 regresó para escribir y montar y además educar con las artes escénicas a miles de compatriotas, tarea que lo hizo feliz, imbatible e indomable.
No hay que olvidar que a pesar de muchos contratiempos pudo regentar una sala en el sótano 1 de Parque Central, construida bajo sus indicaciones por el Centro Simón Bolívar; pero durante el gobierno del presidente Jaime Lusinchi la entregó porque no pudo cancelar el condominio. ¡Regresaría de otra manera!
Se refugió en La Guaira para trabajar con las comunidades más pobres, pero el deslave de 1999 lo sacó y lo aventó hacia Caracas y otras poblaciones para ganarse al diario yantar. Siete años después, otra generación de actores y productores, en un acto paradójico que sólo se da en el mundo de las artes, lo homenajeó y colocó su nombre a ese mismo espacio donde trabajó intensamente en épocas pretéritas. Aceptó hacer un intenso taller de lectura dramatizada con sus 17 obras. Fue su segundo debut, porque todos, hasta sus eternos rivales, le volvieron a mirar y desde entonces es novedad hasta para los medios de comunicación. ¡La vida te da sorpresas!
Nunca se propuso ser "un niño mimado de Caracas", como lo llamó Rubén Monasterios, ni tampoco un niño genio, ya que a los 21 años entró en guerra frontal contra esa gente que suponía que su ascenso era programado. Sí hubo un momento en que se puso a revisar para qué servía todo lo que había hecho en los años 60 y 70, porque en los 80 fue empleado público y lo hizo como para detener su carrera, que arrancó a los 13 años como alfabetizador. Jamás persiguió el éxito y su única cuenta o deuda es con Dios. ¡Alabado sea!
Larga y compleja ha sido la historia de la producción, su complejo rodaje y la accidentada posproducción de la película Vimazoluleka, la ópera prima cinematográfica de Levy Rossell Daal, cuyo estreno se planificaba en varias salas venezolanas. Y, por si fuera poco, iniciaba otro proyecto fílmico donde también participará su hermana Belkys Rossell Daal, la diseñadora. Su vida no fue estéril. Deja obras y una historia de luchas, su odisea.
Yo lo conocí en Cali cuando presentó el espectáculo Amoroso en el teatro Municipal de la capital vallecaucana, a mediados de 1968. Y ni él ni yo sospechábamos lo que nos pasaría después.


miércoles, abril 24, 2019

La devoradora nonna que vino de Guanare

Un espectaculo que dice muchas cosas.

Ha terminado la octava entrega del Festival Internacional de Teatro de Caracas con sus 91 funciones realizadas sin vacilaciones por 12 agrupaciones foráneas y una treintena de elencos criollos, además de una programación especial con una cuarentena de espectáculos para niños.
Fue imposible ver todo lo que ahí se programó, por lo cual hicimos una selección muy peculiar y por eso hoy nos centramos en el montaje de la comedia grotesca argentina La nonna, una pulcra producción de la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa, institución que lleva casi 30 años de labores útiles para el desarrollo de las artes escénicas en su región y en toda Venezuela.
 Sobre La nonna de Roberto Cossa, versionada, dirigida y protagonizada por Aníbal Grunn, hay que puntualizar que ya hizo una temporada de seis semanas en el Complejo Teatral de Occidente Herman Lejter, en Guanare. Y es posible que durante el venidero mes de julio tenga una temporada especial en el teatro Alberto de Paz y Mateos, donde además se mostró dentro de la programación del 8FITC.
La nonna es una tragicomedia del argentino Roberto Cossa, que se publicó en 1979 aunque se estrenó el 12 de agosto de 1977 en el teatro La Salle de Buenos Aires. Se trata de una de las obras más trascendentales del teatro argentino del siglo XX, la cual fue estrenada durante un período caracterizado por la inestabilidad política y social en ese país. Al contrario de la suerte que han sufrido otras obras escritas bajo algún tipo de censura, La nonna supo salvar esa barrera gracias a su estilo simbólico y reflexivo, en el que subyace su carga crítica, y además consiguió una gran acogida en las representaciones que se realizaron de ella. Es, pues, una pieza teatral de gran transcendencia. En Argentina y otros países de Latinoamérica sigue representándose. Se ha traducido al inglés, el alemán y el francés
 Grunn apunta que Roberto Cossa (Buenos Aires, 30 de noviembre de 1934), líder de una generación de dramaturgos realistas, tiene en su haber piezas como Nuestro fin de semanaEl viejo criadoTute cabrero, Ya nadie recuerda a Frederick Chopin y Yepeto, además de La nonna. Es de los que predica “que hay que hacer un espectáculo que haga reflexionar pero nunca aburrir, porque un espectáculo bello, que trate el tema del amor, puede hacer reflexionar tanto como un teatro político".
La nonna es el mejor ejemplo del teatro que entretiene y al mismo tiempo enseña lo que no conviene hacer, lo que es nefasto para el colectivo y mucho más cuando la situación socioeconómica ha llegado al límite. La nonna, que  es un modelo del grotesco argentino, fue un arma contra la dictadura militar  de los años 70, por su discurso disfrazado con un juego escénico centrado en los siete miembros de una familia bonaerense, de procedencia italiana, quienes luchan desesperadamente para la sobrevivencia en medio de un contexto deprimido y con severa represión de las autoridades. Era una parábola obvia, donde la nonna (la abuela) era el Estado devorador que pretendía digerirse a todo un país, cosa que finalmente no ocurrió porque los malos también pierden, como diría mi tatarabuela.
Es patético ver a esos siete inmigrantes que luchan lo indecible para la supervivencia cotidiana en medio de una sociedad hostil, pero no todos los hacen con dignidad, ni cuentan con suerte, mientras que unos se prostituyen y los otros practican el individualismo exacerbado, mientras que a la más vieja de ellos, la nonna sólo le interesa comer y comer, mientras se van muriendo cada uno de sus parientes, sin importarle el resto de la familia. Una muestra de que el capitalismo no es nada humanista y que eso consigue la destrucción del género humano. Y eso ocurre en cualquier sistema político que use el poder del Estado para abusar de los ciudadanos y tenerlos únicamente para su beneficio personal.
  Grunn para darle mayor verismo a su espectáculo equiparó a los personajes con cada uno de los siete pecados capitales y así obtuvo una redonda y alucinante puesta en escena, gracias a que los comediantes tenían esa conducta o formato para componer su rol. La nonna es Aníbal Grunn en una conmovedora gula, acompañado por Mercy Mendoza, Evis Cuellar, Emilger Arroyo, Wilfredo Peraza, Giuseppi Fischetti y Carlos Moreno en sus roles pertenecientes a la ira, la pereza, la envidia, la soberbia, la lujuria y la avaricia.
La nonna también fue llevada al cine en 1979 por el director argentino Héctor Olivera. El guión fue escrito por Roberto Cossa y el papel protagónico fue interpretado por Pepe Soriano. Dicha cinta ganó el premio Chacabuco en 2003, en Mar del Plata.
La obra, que se desarrolla en la década de los 70 en Argentina, teniendo como protagonista a una familia de clase trabajadora y pobre, no es más que una muestra y ejemplo de la realidad de aquel momento con personajes arquetípicos que representan a toda una sociedad que lucha por salir adelante. El problema de esa familia es la nonna, la abuela, cuyo apetito insaciable obliga a todos los miembros a tener que trabajar más y más, y buscar medidas desesperadas y al límite de la razón para sobrevivir: desde el desmesurado trabajo del padre y cabeza de familia, hasta las más disparatadas ideas del hermano de este. Estas desesperadas soluciones, junto con el personaje de la abuela, crean un ambiente tragicómico, grotesco y casi surrealista y absurdo, que queda expresado en los personajes y estilo de la obra. Son estas acciones, también, una búsqueda de intentar superarse que se contraponen y quedan frustradas por la nona, con una salud de hierro y un hambre insaciable, que va matando a cada uno de los miembros de su familia. Para el final de la historia, la nonna acaba con toda la familia de una forma u otra.
La nonna, por supuesto, tiene varias lecturas posibles, pero lo que no le puede negar es su crítica a la familia tradicional burguesa y en especial a las inhumanas relaciones sociales del sistema capitalista, donde los seres humanos son solo máquinas de producción y no tienen otras posibilidades de cambio o mejora, especialmente si se llega la temida, pero siempre esperada, edad del retiro. Entre las actuaciones logradas, a un ritmo escénico vertiginoso, destaca Aníbal Grunn con la centenaria nonna, acompañada de un diestro elenco, cuyos personajes comen y beben puro aire, aunque logran convencer por el verismo de sus desesperadas interpretaciones.
 Esperamos, pues, que las próximas funciones de La nonna sean en el teatro Alberto de Paz y Mateos, sede de la Compañía Nacional de Teatro, desde el jueves al domingo, a las 4 de la tarde, durante las primeras semanas del venidero julio.

Volvió el Popol Vuh al teatro Municipal de Caracas

El nuevo espectáculo de la CNT

Después de tres funciones en el Octavo Festival Internacional de Teatro de Caracas, la Compañía Nacional de Teatro continuará con su espectáculo Popol Vuh de José Luís León, en temporada regular en el teatro Municipal de Caracas, del sábado 27 de abril al domingo 19 de mayo. Las funciones serán  a las 3:00 pm y a las 11:00 am, respectivamente. 
Este Popol Vuh es una producción del Ministerio del Poder Popular para la Cultura el cual, a través de la Compañía Nacional de Teatro, unió esfuerzos con el Ministerio de Poder Popular para los Pueblos Indígenas, la Alcaldía de Caracas, Fundarte y la Compañía Nacional de Música. El montaje lleva a escena las ancestrales enseñanzas de la civilización maya y los pueblos originarios de toda la región latinoamericana.
El público que asista presenciará una propuesta multidisciplinaria en donde la música, la danza, el teatro, la manipulación de títeres y la utilización de tecnologías multimedia serán las herramientas utilizadas para escenificar esta fantástica aventura.
Esta obra teatral Popol Vuh cuenta con las actuaciones del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro, que comanda el director Carlos Arroyo, los audiovisuales diseñados por Daniel Carrillo y Luisana Castillo, muñequería de Noelia Rojas, iluminación de David Blanco, dirección técnica de José Pérez, música original en vivo compuesta por el maestro Federico Ruiz e interpretada por la Orquesta Filarmónica Nacional de la Compañía Nacional de Música bajo la batuta de Daniel Gil,  el trabajo corporal y coreográfico de la maestra Carmen Ortíz y la dirección artística de José Luís León
Las entradas tienen un precio de 2.000 soberanos y se pueden adquirir en las taquillas del Teatro Municipal de Caracas, en un horario comprendido entre las 9:00 am y las 4:00 pm. Las taquillas cuentan con punto de venta.


Estampas latinas llevan a Bogotá

Talento venezolano en Colombia.
Una selección de estampas de artistas venezolanos, colombianos, peruanos y mexicanos, conforman la exposición Estampas Latinas, proyecto de la plataforma venezolana CCS ARTE ACTUAL, que será inaugurado en Bogotá, en el Project Room de Jacob Karpio Galería, el jueves 25 de abril de 2019 a las 7 pm, durante el evento Noche San Felipe que se realiza cada año en el barrio San Felipe a través de una variada oferta cultural y gastronómica.
La muestra Estampas Latinas –que permanecerá en exhibición hasta el 27 de mayo de 2019 y posteriormente está previsto presentarse en México–  cuenta con la curaduría de Carolina Sanz (Venezuela) fundadora de CCS Arte Actual, y de Jorge Valdés (México) fundador de Arte El Escarabajo México, así como con la asesoría de la curadora y artista venezolana Linda Phillips, quien coordina el espacio de proyectos emergentes dentro de la galería Jacob Karpio.
 Partiendo del pensamiento de redes de alianzas creadas desde la autogestión de curadores independientes, artistas y espacios de arte, la plataforma venezolana CCS ARTE ACTUAL se abre camino internacional con este nuevo proyecto que tiene como objetivo, generar formas de integración cultural desde las artes gráficas a la vez que potencia el trabajo reciente de un grupo de 18 artistas latinoamericanos, según afirma su directora, Carolina Sanz.
La idea es, de acuerdo al texto de sala, mostrar que la gráfica se ha revelado como una herramienta comunicacional importante desde sus inicios primitivos a la actualidad. Como lo expresan los curadores y creadores de la exposición, Estampas Latinas brinda la oportunidad de apreciar diferentes técnicas gráficas, “al confrontar diversos lenguajes e investigaciones, en torno a géneros que han sido representados y reinterpretados recurrentemente a lo largo de la historia del arte: el retrato, el paisaje, la naturaleza muerta y la abstracción. Con esta muestra damos fe de que la gráfica mutó de ser un simple medio de comunicación masivo a un género estético, que aporta calidades maravillosas a las técnicas clásicas de las bellas artes.”
Entre los artistas que participan figuran los venezolanos Ernesto Dávila, Carolina Sanz, Gabriel Pérez, Luis HN y Lía Sabela; los mexicanos Ana Cecilia Quiroz López, Carla Helena Vázquez Juárez, Fernando de Ita “REFF”, Karina Pichardo Yáñez y Jorge Valdés Martínez; la peruana Gloria Quispe; y los colombianos Gabriel Sabogal “ARK”, Gustavo Santa “Goske Rojo”, Felipe Celis, Pablo Cardona, Camilo Cuervo, Diego Ayerbe, Anthony Alarcón, estos últimos cinco artistas, miembros del Colectivo de artes gráficas Taller Trez.
El público podrá apreciar el trabajo de estos artistas en la exposición Estampas Latinas, que se estará presentando del 25 de abril al 27 de mayo del 2019, en el Project Room de Jacob Karpio Galería, ubicada en la Calle 72a #22-80, Barrio San Felipe, Bogotá, Colombia. El horario de visita es de martes a sábado de 1:30 p.m a 6:30 p.m. La entrada es libre.

lunes, abril 22, 2019

Un presidente muy terco para Colombia

El colombiano Gustavo Álvarez  Gardeazábal, intelectual crítico.

Gustavo Álvarez Gardeazábal es un importante escritor colombiano, de 73 años, autor de una amplia y polémica obra y,además, un agudo critico de los regímenes políticos del vecino país. Aquí lo mostramos a los lectores:
¿Qué ha pasado con la vida del escritor?
 El escritor sigue escribiendo .El año pasado Unaula publicó Las guerras de Tuluá una serie de relatos sobre las guerras que ha sufrido mi pueblo. Para un país que no lee lograr vender cinco mil ejemplares fue una hazaña. Estoy trabajando en una novela de envergadura que bien puede llegar a ser una autobiografía novelada.
 ¿Cómo se muestra el actual gobierno colombiano, que preside Iván Duque?
 No parece que hubiese gobierno. Hay un divorcio entre los gestos de la cara del presidente y las palabras que salen de sus labios, lo que siembra desconfianza en quien lo ve en tv al punto que no convoca. Los ministros parecen volador sin palo, cada quien va por su lado. No hay unidad de gobierno, hay desgobierno. No hay mando ni militar ni económico y aunque todos creen que es el senador Álvaro Uribe Vélez quien manda, me temo que tenemos de presidente a un terco muy poco preparado para ejercer el cargo.
 ¿Y usted sigue haciendo política desde sus artículos de prensa, a la vieja usanza colombiana, buscando así impactar entre las nuevas generaciones?
 No pudiendo hacer la política en plaza pública, hago el romántico quehacer diario de escribir una columna y de hacerla circular en redes, que tiene alguna influencia en quienes nos gobiernan pero no en las nuevas generaciones. Ellas ya no leen sino titulares.
¿Son los intelectuales colombianos críticos del actual gobierno o colaboran con sus políticas culturales?
Este gobierno no tiene políticas culturales, apenas si continúan a media marcha las que dejó el gobierno anterior. La polarización política y financiera del país ha hecho perder la pista a los intelectuales que en el gobierno anterior recibieron en su gran mayoría prebendas económicas o burocráticas para alabar la gestión de paz. Somos muy pero muy poquitos los que adoptamos una línea crítica de ambos bandos y de esa vendimia descarada.
 ¿Está la cultura colombiana divorciada de la realidad social y económica colombiana?
 En el arte pictórico ya no hay expresiones, hay chatarras. En la música hay una defensa de la tradición de todos los órdenes y un deseo mercantilista de ascender como arte hasta la charanga. En la literatura hay un afán miedoso de no tocar la realidad contemporánea. Las narraciones de narcos nos suicidaron. En cine, en cambio, hay una apertura descontrolada a tratar de contar lo que se pueda y en cualquier forma, con o sin calidad.


viernes, abril 19, 2019

"El molino" recuerda la inutilidad de las guerras


“El sábado 11 de mayo de este inescrutable 2019, a las 11 AM, en las instalaciones teatrales de la Asociación Cultural Humboldt, en la calle Juan German Roscio, en San Bernardino, estrenaremos El molino.  “Serán varias funciones los sábados y domingos a las 11 am. Lo que pasará sobre el escenario será algo inédito y poderoso. Todos estamos trabajando para que así sea”, dice muy entusiasmado el teatrero José Tomás Angola.
¿Cuántas obras propias y cuántas reformuladas si lo ha hecho?
Creo que ya son 25 ó 30 obras de teatro. Reformuladas casi todas las estrenadas. Cuando la pieza, transformadas por supuesto en espectáculo, se encuentra con el espectador es inevitable que necesite ser retocada, ajustada. Todo lo que esta en la cabeza del dramaturgo es idealización hasta el momento en que se enfrenta al auditorio. Al cobrar vida también despiertan en ella situaciones, acciones, emociones que no se veían o percibían y ante eso es de un autor responsable intervenir la creación y afectarla para que se acerque a lo que se quería.
¿Qué trata o qué aborda El molino?
Está basada en la vida del capitán José de Jesús Sánchez Carrero, militar venezolano que peleó del lado francés en la Primera Guerra Mundial. Murió en el Chemin des Dames, defendiendo al Molino de Laffaux. A partir de algunos antecedentes reales exploro con la ficción dramática lo que pudieron ser sus últimos instantes. Es una obra que me permitió acercarme a temas como la heroicidad, la inutilidad de la guerra, lo que se debe tener para sacrificarse por un ideal o una bandera. Es una pieza que expone el honor como la primera víctima de toda guerra. No hay honor en matar a otro ser humano. En la obra me acompaña un elenco de lujo: Ignacio Serrano, Salvador Pérez Castro, Andrea Miartus, Carlos Abbatemarco, Andrea Mariña e Ignacio Marchena. El trabajo de arte, vestuario y producción me tiene muy ilusionado. Se ha hecho un esfuerzo inusual para el momento país. Allí el mérito es de Fabiola Neri, Elizabeth Yrausquín, José Martínez y Carlos Silva. La obra fue estrenada en 1995 en la sala Rajatabla, y en 1999 fue publicada en España. Esta temporada 2019 me permitió trabajar la pieza con los criterios artísticos que hoy en día exploro. El uso de la tecnología le dará una visión única y diferente.
¿Qué pasa con el teatro venezolano? ¿Qué le hace falta o que le sobra?
El teatro venezolano, a pesar del terrible tiempo que padecemos, goza de buena salud. Se sigue trabajando, con las uñas y con muchas ganas. Diría que nos falta más audacia, más rigor artístico, más curiosidad ante el hecho escénico para intentar nuevos caminos. Por ejemplo, la tecnología, las herramientas multimedias, son espacios que muy pocos asumen sobre los escenarios. Es el sendero que está aportando algo realmente novedoso en el resto del mundo, pero en el país vamos tarde. Me siento un solitario en esa experimentación. No conozco a más nadie proponiendo el uso del video mapping, la estereoscopía, la escenografía virtual, la virtualización de los personajes. Sería sano ver más espectáculos y producciones llenos de tecnología y recursos digitales. 
¿Planes posteriores?
Seguir trabajando y creando. Se han estrenado algunas piezas mías en el exterior y me interesaría exponer mi obra a nuevos espectadores de culturas distintas. Por lo pronto Chicago, Miami y París han sido esos nuevos lugares. Y la respuesta es muy gratificante. 


martes, abril 16, 2019

Lorca Alma Presente en Nueva York


Los artistas venezolanos no se duermen sobre los laureles y mucho menos cuando están más allá de las fronteras del país donde nacieron. Se crecen y siempre anuncian pujantes proyectos con sus diversos espectáculos. Esta información puede resultar o parecer cursi o hasta pura ficción para algunos, pero cuando nosotros recibimos diversos emails, con soportes de las respectivas programaciones anunciando tal o cual montaje programado y donde participan no uno sino varios artistas criollos, es imposible desecharlos y nos hacemos eco de todo eso.Esa Venezuela esta ahí y con ellos siempre.
Es el caso de Lorca alma presente/Lorca Forever, un montaje músico teatral creado por Iraida Tapias, directora artística de Water People Theater, organización teatral sin fines de lucro fundada por Rebeca Alemán en NYC y Caracas, y la cual a partir del 2011 también se estableció en Chicago. El elenco lo eligieron Rebeca Alemán e Iraida Tapias. 
El espectáculo Lorca alma presente/Lorca Forever está concebido como un concierto teatral y es un ensamblaje de textos, canciones, poemas y escenas de las obras poéticas y teatrales más icónicas de Federico García Lorca. Se trata de un canto a la libertad y respeto a la diversidad.
Hay que recordar que desde su estreno en Caracas en el 2011, la gente Water People Theater ha definido el espectáculo como un espacio de encuentro de los profesionales más calificados del teatro y la música de la ciudad donde se presentan. 
Cuando lo hicieron en Miami lograron reunir la mayoría de actores y músicos venezolanos; en Chicago ya han tenido tres elencos distintos, conformado por actores y músicos de diversas nacionalidades. Y ahora en Nueva York, participarán reconocidos actores y músicos tanto venezolanos como latinos, todos unidos en este homenaje a Venezuela. El objetivo es continuar presentando Lorca Alma Presente/Lorca Forever en diferentes ciudades y países y sumar así más voces por la libertad y el respeto a la diversidad.
Iraida Tapias confiesa que el periodo de ensayos es muy intenso y al contar con profesionales tan comprometidos, lo hace muy fluido. Este espectáculo tiene la particularidad de conmover tanto a quienes lo hacen (actores y músicos) como al público. “En Caracas, Miami y Chicago, hemos tenido siempre las salas llenas y eso lo hace aún más emocionante”.
Los artistas presentes en las funciones del 20 y el 21 de abril, en el teatro del afamado grupo Repertorio Español son: Rebeca Alemán, Fernando Then, Brenda Feliciano, Leonardo Granados, Yessi Hernández, Marcelo Rodríguez, María Fernanda Rodríguez, Catherine French, Mónica Steuer, Elba Escobar, Alfonso Rey, Gonzalo Trigueros, María Fernanda Rodríguez, Carmen Borla, Jean Rodríguez, Laureano Olivarez Adriana Samanes, Jean Rodríguez y Alfonso Rey.
Las presentaciones son en inglés y en español.

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El drama de la actriz Regina Espina

Francis Rueda en su nuevo personaje.
Gracias a la moralista comedia española El sí de las niñas, de Leandro Fernández de Moratín, conocimos a Francis Rueda (Caracas, 17 de abril de 1949) encarnando a “Doña Francisca” durante la temporada teatral de 1970, en la sala Alberto de Paz y Mateos de El Nuevo Grupo, bajo la dirección de Antonio Briceño, precisamente cuando ese espacio era la sede artística de El Nuevo Grupo, un histórico “portaviones” de producciones que lanzó al estrellato a Isaac Chocrón, Román Chalbaud y José Ignacio Cabrujas.
Y ahora en este deslumbrante siglo XXI y mientras desafiamos a este convulso año 2019, en medio de la programación del 8 Festival Internacional de Teatro de Caracas, Francis Rueda ha querido  relanzar  a la agrupación Teatro del Duende de su extinto marido Gilberto Pinto, con el unipersonal Taller de Actuación Espina, un texto especialmente escrito para ella por Pablo García Gámez , el cual ha sido puesto en escena, con mucho celo y sabios cuidados, por Oscar Acosta, y exhibido inicialmente en la sala Horacio Peterson de Unearte, antes de una temporada más amplia en otro espacio escénico  de Caracas, según sus proyectos.
Cuenta García Gámez, desde Nueva York, donde   lleva dos largas décadas viviendo y estudiando, además de cultivar con intensidad la dramaturgia, que el proceso creativo del Taller de Actuación Espina no fue complicado. “Es de esos textos que se resuelven por sí solos.  Es el proceso de observación al que uno se somete.  Se ve uno y otro caso que quedan en la memoria.  Hablas con un aspirante a actor que orgulloso te cuenta que hizo este o ese taller; el aspirante piensa que aprendió todo.  Utiliza su paso por el taller de dos semanas, de un mes y se considera profesional, aunque no esté consciente de su cuerpo, de la posibilidad de sus movimientos, de su voz.  Te enteras o tal vez presencias de esas historias y va creciendo la idea”. 
Comenta, el laureado autor de Oscuro, de noche, pieza estrenada por la Compañía Nacional de Teatro, durante la temporada 2018, dirigida por Carlos Arroyo, que en estas épocas neoliberales, la fama de un actor o actriz se diluye mucho más rápido que en el pasado, los espacios laborales se acortan.  “Queda, pues, rebuscarse con el taller.  Hay histriones que son excelentes pedagogos y otros no tanto.  A través de las redes sociales te enteras de la elevada cantidad de talleres que se ofrecen en cualquier capital”.  
Dar el taller para subsistir y egresar del taller pensándote profesional son las dos caras del drama que propone García Gámez y que Francis Rueda ha encarnado magistralmente. ”Es un drama para los actores profesionales que se ven en la necesidad de convertirse o tratar de ser docentes para subsistir.  Drama para la joven que cree que el taller cierra su período de estudiante. Regina Espina se inventa su realidad y su pasado porque el contexto la lanza a la periferia.  Por eso recuerda al  concurso de belleza Miss Pericoco, la intervención en la telenovela, la oferta de Almodóvar.  Si hay algo que sea inventado ella lo utiliza como dispositivo contra la marginación y el rechazo.  El pasado -real o no- es el escudo con el que se protege.  El resto es edición y habilidad de la interprete y los normales aportes naturales del puestista”. 
 Ahí Regina Espina rememora que fue Miss Pericoco porque de pequeña sus padres la llevaban a ese caserío que le parecía un lugar fantástico del Litoral Central.  “Es el país en el que ser miss es tener cierto poder, quise hacerle su homenaje a Pericoco.  Los tambores están incluidos justo por lo que le ocurre a Regina: pueden llevarte al trance.  La maestra también es una ciudadana global a la que le da tristeza que sus estudiantes no usen ropa de marca porque la marca, para ella, es éxito, además de agarrar costumbres no tan sanas como llegar tarde a todas partes.  Regina me resulta agradable.  Hasta la entiendo.  Pasó su vida pensando en el futuro y ya el futuro llegó y ella sigue como en sus primeros años de carrera… peor, porque está desempleada. El drama que acosa a los profesionales cuando les llega la edad del retiro o están desempleados”, remarca el escritor.
MONTAJE
Francis Rueda, bajo la dirección de Oscar Acosta, brinda la oportunidad disfrutar un hilarante espectáculo, con la participación especial de Aura Rivas y Aura D´Arthenay, producido por la Compañía Nacional de Teatro y la agrupación Teatro del Duende, que cuenta con la realización de videos de Juan Hernández, y la asistencia como operador de vídeos y musicalización de Paul Salazar.
Ahí Francis Rueda, (Premio Nacional de Teatro 2017), demuestra su profesionalismo, una vez más, en esta segunda oportunidad de representar un texto de Pablo García Gámez. Recordemos, que viene de actuar en Oscuro, de noche, que le mereciera a García Gámez, el Premio Apacuana de Teatro 2017.
Actriz desde los 16 años de edad, en su repertorio figuran autores como Albert Camus, Federico García Lorca, Lope de Vega, Gilberto Pinto, Isaac Chocrón, José Ignacio Cabrujas, César Rengifo, Román Chalbaud, Eugene O’ Neill, Carlo Goldoni, Moliere, Tennessee Williams, Griselda Gambaro, Emilio Carballido, Antón Chéjov, Zorrilla, Arthur Miller, Nelson Rodrigues, y Pablo García Gámez, entre otros.
La actriz, pues, materializa la historia de Regina Espina, una actriz, apegada a sus raíces, que desatendió la propuesta para trabajar con el director de cine español, Pedro Almodóvar, y decidió quedarse en su país para desarrollar su carrera. Y como el teatro siempre está en crisis, la actriz se dedicó a dictar talleres de actuación -a veces de modelaje- para generarse el sustento para vivir.
En sus célebres talleres, la maestra Espina dice enseñar las técnicas actorales que la han hecho famosa, mediante la combinación de las técnicas teatrales universales con elementos de la cultura popular, especie de pedagogía híbrida, que de manera expedita, rápida, en poco más de una hora muestra y alecciona los secretos fundamentales para convertirse en estrella del teatro, el cine y la televisión.
Este montaje estaba listo  para estrenarse el pasado 8 de marzo, pero “la negra etapa” de los apagones eléctricos en todo el país y es ahora que se puede degustar desde la escena.
La misma Francis Rueda admite que la creación o convivencia con su Regina Espina recién empieza y que espera recorrer con ella decenas de escenarios y viajar al exterior. Por ahora el Teatro del Duende, de su inolvidable marido, está dando mucho de qué hablar entre los teatromaníacos criollos, como debe ser.

miércoles, abril 10, 2019

LLega el Popol Vuh a Caracas

José León recibe este festival como un  homenaje por su trabajo
 de varias generaciones con los artistas venezolanos.
La Compañía Nacional de Teatro estrenará el espectáculo Popol Vuh, de José Luís León, en la inauguración de la Octava edición del Festival Internacional de Teatro de Caracas, este viernes 12 de abril, en el Teatro Municipal de Caracas a las 11 am.
Esta producción, perteneciente al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, en alianza con el Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas y la Alcaldía del Municipio Libertador, busca afianzar “la urgente necesidad de reafirmar nuestros valores como pueblo, venezolano y de nuestra América”, y para eso nada mejor que llevar a escena uno de los textos más poéticos y génesis de la creación del hombre como es Popol Vuh.
 La obra teatral está basada en la historia de nuestra región y relata el mito de la creación según la leyenda maya quiche, como un aporte fundamental para el fortalecimiento de nuestra identidad. 
La interpretación escénica está bajo la responsabilidad del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro que una vez más, se consolida como equipo de trabajo dando vida de manera histriónica a cada uno de los personajes de esta historia.  En cuanto al equipo de creadores que hacen posible esta producción podemos destacar a José Pérez en la Dirección Técnica, Noelia Rojas en la Muñequería Noelia Rojas, León Padilla se encargó del diseño y realización del vestuario y las máscaras llenando el escenario de luz y color. La escenografía, realizada por Cafeína Producciones, el diseño de los audiovisuales a cargo de Daniel Carrillo y Luisana Castillo, la iluminación diseñada por David Blanco, el trabajo corporal y coreográfico logrado de manera homogénea  y con gran plasticidad  está a cargo de Carmen Ortiz, la música original presente en cada momento de la obra pertenece al maestro Federico Ruiz y es interpretada por la Orquesta Filarmónica Nacional de la Compañía Nacional de Música dirigida por el maestro Daniel Gil , la Producción General de la Compañía Nacional de Teatro y en la Dirección artística de esta propuesta multidisciplinaria  se encuentra el maestro José Luís León.
Este Popol Vuh se mostrara este sábado a las 3Pm y el domingo a las 11 am.Y es un homenaje al maestro José León, un veterano en las tablas y en la docencia teatral.

La nonna en el Festival de Caracas

Aníbal Grunn, polifacético teatrero.
La Compañía Regional de Teatro de Portuguesa lleva más de 35 años de labores útiles para el desarrollo de las artes escénicas en su región y en Venezuela. Ignorar su aporte es una mezquindad que todavía no se práctica en los medios de comunicación criollos pero de repente insurgen por ahí gentes con “patas de cochino” que sí lo han intentado, infructuosamente, además. Decimos esto porque entre el viernes 12 al domingo 21 de abril de este crucial año 2019, unas 70 mil personas podrán disfrutar en 14 salas de no menos de 50 espectáculos –producidos en Venezuela o en el exterior- programados para el Octavo Festival Internacional de Teatro de Caracas (8FITC), organizado por las autoridades políticas y culturales del municipio Libertador de la Gran Caracas.
Entre los eventos programados queremos resaltar la presencia de La nonna, (1977) de Roberto Cossa, versionada, dirigida y protagonizada por Aníbal Grunn, la cual ya hizo dos temporadas de tres semanas en el Complejo Teatral de Occidente Herman Lejter, en la capital portugueseña. ¡En la puerta del llano florece la cultura... como siempre ha sido!
 Aníbal Grunn apunta que Roberto Cossa (Buenos Aires, 30 de noviembre de 1934), líder de una generación de dramaturgos realistas, tiene en su haber piezas como Nuestro fin de semanaEl viejo criadoTute cabrero, Ya nadie recuerda a Frederick Chopin y Yepeto, además de La nonna. Es de los que predica “que hay que hacer un espectáculo que haga reflexionar pero nunca aburrir, porque un espectáculo bello, que trate el tema del amor, puede hacer reflexionar tanto como un teatro político".
Y es por eso que La nonna es el mejor ejemplo del teatro que entretiene y al mismo tiempo enseña lo que no conviene hacer, lo que es nefasto para el colectivo y mucho más cuando la situación socioeconómica ha llegado al límite.
Podría decirse que La nonna es un modelo del grotesco argentino, fue un arma contra la dictadura militar por su discurso disfrazado con un juego escénico centrado en los siete miembros de una familia de procedencia italianas quienes luchan desesperadamente para la sobrevivencia en medio de un contexto deprimido y con severa represión de las autoridades. Era una parábola obvia, donde la nonna (la abuela) era el Estado devorador que pretendía digerirse a todo un país, cosa que finalmente no ocurrió porque los malos también pierden, como diría mi abuela.
Es patético ver a esos siete inmigrantes que luchan lo indecible para la supervivencia en medio de una sociedad hostil, pero no todos los hacen con dignidad, ni cuentan con suerte, mientras que unos se prostituyen y los otros practican el individualismo exacerbado, mientras que a la nonna sólo le interesa comer y comer, mientras se van muriendo cada uno de sus parientes, sin importarle el resto de la familia. Una muestra de que el capitalismo no es nada humanista y que es la destrucción del género humano. Y cualquier sistema político que use el poder del Estado para abusar de los ciudadanos y los use en su beneficio personal.
 El director Grunn para darle mayor verismo a su espectáculo equiparó a los personajes con cada uno de los siete pecados capitales y así obtuvo una redonda y alucinante puesta en escena, gracias a que los comediantes tenían esa conducta o formato para componer su rol. La nonna es Aníbal Grunn en una conmovedora gula, acompañado por Mercy Mendoza, Evis Cuellar, Emilger Arroyo, Wilfredo Peraza, Giuseppi Fischetti y Carlos Moreno en sus roles pertenecientes a la ira, la pereza, la envidia, la soberbia, la lujuria y la avaricia.
La nonna es una tragicomedia  del escritor argentino Roberto Cossa, que se publicó en 1979 aunque se estrenó el 12 de agosto de 1977 en el teatro La Salle de Buenos Aires.. Se trata de una de las obras más trascendentales del teatro argentino; estrenándose durante un período caracterizado por la inestabilidad política y social en ese país. Al contrario de la suerte que han sufrido otras obras escritas bajo algún tipo de censura, La nonna supo salvar esa barrera gracias a su estilo simbólico y reflexivo, en el que subyace su carga crítica, y además consiguió una gran acogida en las representaciones que se realizaron de ella. Es una pieza teatral de gran transcendencia. En Argentina y otros países de Latinoamérica sigue representándose. Se ha traducido al inglés, el alemán y el francés.
Fue llevada al cine en 1979 por el director argentino Héctor Olivera. El guión fue escrito por Roberto Cossa y el papel protagónico fue interpretado por Pepe Soriano. Dicha cinta  ganó el premio Chacabuco en 2003, en Mar del Plata.
La obra se desarrolla en la década de 1970 en Argentina, teniendo como protagonista a una familia de clase trabajadora y pobre, que no es más que una muestra y ejemplo de la realidad de aquel momento con personajes arquetípicos que representan a toda una sociedad que lucha por salir adelante. El problema de esta familia es la nonna, la abuela, cuyo apetito insaciable obliga a todos los miembros a tener que trabajar más y más, y buscar medidas desesperadas y al límite de la razón para sobrevivir: desde el desmesurado trabajo del padre y cabeza de familia, hasta las más disparatadas ideas del hermano de este. Estas desesperadas soluciones, junto con el personaje de la abuela, crean un ambiente tragicómico, grotesco y casi surrealista y absurdo, que queda expresado en los personajes y estilo de la obra. Son estas acciones, también, una búsqueda de intentar superarse que se contraponen y quedan frustradas por la nona, con una salud de hierro y un hambre insaciable, que va matando a cada uno de los miembros de su familia. Para el final de la historia, la nonna acaba con toda la familia de una forma u otra.
Las funciones de La nonna serán en el teatro Alberto de Paz y Mateos, la sede de la Compañía Nacional de Teatro, los días jueves 18 y viernes 19, a las tres de la tarde.