viernes, octubre 19, 2007

Premio de Boris es para la literatura venezolana

-¿Qué hará con los 150.250 mil euros del premio como finalista?
-No es mucho dinero pero ayuda muchísimo. Me encantaría comprarme una obra de nuestros grandes artistas cinéticos, pero no creo que me alcance. Lo importante no es sólo lo metálico, sino la importancia misma del galardón que me permite entrar por la puerta grande al mundo de la literatura española. Además es la primera novela mía, de las cuatro que he escrito hasta ahora, que es tomada en cuenta por un jurado de especialistas.
La respuesta, sin titubeos, llega vía telefónica, desde Barcelona, España, porque desde la madrugada del pasado 16 de octubre el showman y escritor Boris Izaguirre (caraqueño de 42 años) no deja de atender a los periodistas desde su computadora o por el celular. Es la primera vez, en las 56 ediciones del Premio Planeta de Novela, que un venezolano queda finalista y lo hizo con su Villa Diamante, escoltando al español Juan José Millás, quien con su libro El mundo se llevó los 601.00 euros del galardón privado más apetecido por los escritores de habla hispana, según decisión del jurado -que se leyó 469 textos concursantes- integrado por Alberto Blecua, Alfredo Bryce Echenique, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Soledad Puertola, Rosa Regas y Carlos Pujol, anunciado en el Palau de Congresos de la capital de Catalunya.
-¿Es un premio a la literatura venezolana?
-Sí y que no quede ninguna duda, porque yo soy escritor venezolano aunque ahora sea ciudadano español. En Venezuela aprendí a escribir, allá me lo enseñaron. Mí temática y personajes son venezolanos Y es evidente que para esta novela premiada yo he pensado en mi maestro, José Ignacio Cabrujas, cada vez que generaba situaciones dramáticas en mis capitulo o escenas, porque así lo aprendí de él.
-¿Cómo definiría su novela en pocas palabras?
-Trepidante y apasionante. Eso lo dice todo, creo, pero ahora será cada lector el que dirá la última palabra. Mi novela es una melodramón, que le gustó además al jurado. Debo destacar que el crítico Gimferrer dijo que “es una novela muy escrita, muy narrada, muy literatura”. Tambien han dicho que tiene una notable influencia cinematográfica porque está escrita en escenas y haciendo énfasis en los decorados, porque lo que ahí exhibo son historias de familias, con muchas pasiones y en medio de intrigas políticas que solamente se pueden dar en un país como el nuestro, como Venezuela.
-¿Venezuela es un país melodramático?
-Si, es un gran melodrama, sin duda alguna. Es la más grande telenovela de nuestras vidas y ahí todos somos protagonistas.
-¿Qué cuenta Villa Diamante?
-Repito lo que dijo la escritora Soledad Puértolas: es un culebrón serio. Y esa etiqueta no me molesta. Todo lo contrario, pues en mi libro logro trascender de las tribulaciones de las telenovelas lacrimógenas porque todo transcurre con un marco histórico convulso, ambientado en la dictadura venezolana de Marcos Pérez Jiménez, y dentro de una auténtica y fantástica casa caraqueña, la conocida Villa Planchart, que fue construida en 1957 por el arquitecto Gio Ponti. La trama, que va desde 1937 hasta 1989, gira alrededor de dos hermanas, la fea Anaelisa y la bella Irene. La protagonista es la fea y es la que más tiene que luchar en la vida y es la que está empeñada en construir esa casa, como si fuera el legado que quiere dejar a la posteridad. Aunque es un culebrón, en la novela hay mucha política y violencia. La trama finaliza el 27 de febrero de 1989, precisamente con las revueltas populares, conocidas como el Caracazo, contra las medidas económicas de Carlos Andrés Pérez, pero me centro sobre todo en los años 50. Villa Diamante culmina, precisamente, cuando mi heroína ve desde su Villa Diamante, los incendios y la revuelta popular. Es la ultima escena, por decirlo de alguna manera, porque mi novela hay que comprenderla como si fueran escenas de una película con 25 escenas.
-¿Qué lo llevó a utilizar como epílogo al Caracazo, sabiendo que hay una pieza teatral de Román Chalbaud, Vesícula de nácar, que después hizo cine como Pandemoniun y amplió con El Caracazo?
-Yo viví el Caracazo en las calles de mi ciudad, pues iba para la casa de Cabrujas y me vi envuelto en los saqueos y los tiroteos. Uso al Caracazo porque es el final de un tiempo histórico venezolano y el principio de una incertidumbre, porque este tiempo es incierto; un tiempo en el que se está gestando una cosa nueva, aunque no nos demos cuenta de ella. Es el punto de inflexión. Es para mí el punto más violento de la historia moderna venezolana. Ahí pasaron cosas violentas, no sólo por el Caracazo sino por la manera como fue reprimida esa rebelión, ya que se originaron más muertos que con la rebelión misma y eso nunca se ha aclarado.
-El presidente Chávez dice que el Caracazo es el fin de una época y el principio de la revolución que él lidera.
-Si y él tiene razón.
-¿Coincide usted con Chávez?
-En eso sí, indiscutiblemente Chávez en el fondo es un tiempo histórico que nos tiene que hacer reflexionar a todos. Y aprovecho esta ocasión para repetir lo que dije en otro momento: Chávez es el típico caudillo de los tebeos, sólo que con el poder inmenso del petróleo, mientras que la oposición que se le enfrenta es igual de mala como oposición que como lo fue de gobierno.
-¿Qué viene ahora?
-Primero la presentación de El Mundo de Millás y mi Villa Diamante, el próximo 7 de noviembre, después la gira para presentar las obras en las ciudades más importante de España y del mundo de habla hispana, con lo cual se impulsarán las ventas. Debo redactar un extenso articulo sobre la telenovela venezolana por solicitud de El País. Y ya voy a comenzar a escribir mi quinta novela, que será de otra cultura, en otro país y con otros trajes. Para mí, con 42 años, la vida literaria recién empieza.
-¿ Quedó atrás la televisión que lo hizo famoso?
-No, sigo trabajando en la Cadena 4, de cinco de la tarde a siete de la noche.
-¿Usted tenía un contrato con Espasa-Calpe?
-Se acabó, ahora soy de Planeta; pero debo agradecer el respaldo recibido durante todos estos años. Es evidente que yo no hubiese tenido los mecanismos para escribir la triunfadora Villa Diamante, sin haber antes publicado seis o siete libros con Espasa. No habría tenido la habilidad para escribir, habilidad que adquirí por la oportunidad que me dio Espasa-Calpe. Les doy las gracias porque creyeron en mí.
Aclaratoria
Boris Izaguirre dijo que Villa Diamante no es una novela sobre la familia Planchart, dueña de la villa donde ambientó su novela. "No lo es nunca. Es una casa que le pertenece al mundo. Es una casa que diseñó Gio Ponti en los años 50.Yo siempre la he utilizado y por eso en mis novelas El vuelo de los avestruces y Azul Petróleo está presente, porque mis personajes la nombran y hablan de Gio Ponti que construyó otras casas. Así he terminado mi primera trilogía sobre mi amada Caracas”.

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