viernes, octubre 30, 2009

El teatro sí genera cambios sociales

Rige en Estados Unidos de America una ley contra los crímenes o delitos de odio (en inglés, hate crimes), los cuales ocurren cuando una persona ataca a otra o la elige como víctima en razón de su pertenencia a un determinado grupo social, según edad, raza, género, identidad de gènero, religiòn, etnia, nacionalidad, afiliación política, discapacidad u conducta sexual.
Esa ley, firmada por el presidente Barak Obama el pasado 29 de octubre, lleva los nombres de Matthew Shepard, un joven homosexual que murió a golpes tras ser secuestrado en octubre de 1998, y de James Byrd, un hombre de raza negra que ese año fue arrastrado por un automóvil hasta morir en Texas.
En la ceremonia, realizada, en la Sala Este de la Casa Blanca, Obama afirmó que "debemos alzarnos contra los delitos que lo que buscan es quebrar nuestro espíritu". La nueva ley representa "un nuevo paso adelante para conseguir una unión más perfecta" de los estados que componen EEUU.
“Como nación, hemos llegado lejos en nuestra travesía hacia una unión más perfecta. Y hoy damos otro paso adelante en ese sentido”, ha afirmado Obama. “Se trata de la culminación de una lucha que nos ha llevado más de una década. Una y otra vez encontraba oposición. Una y otra vez la medida era derrotada. Una y otra vez hemos sido conscientes de la dificultad de construir una nación en la que todos seamos libres de vivir y amar como queremos”, ha señalado.
The Laramie Project
Tanto los familiares de Shepard como de Byrd se encontraban presentes en la ceremonia de la firma, a la que también asistieron el vicepresidente Joe Biden, el secretario de Defensa, Robert Gates, el secretario de Justicia, Eric Holder, y destacados congresistas.
Una emocionada Judy Shepard, la madre de Matthew, dio las gracias a Obama, aunque ha precisado que esto es “sólo el primer paso”. “Nos queda mucho trabajo por hacer”, ha dicho
Entre los invitados especiales al importante acto se encontraba el teatrero Moisés Kaufman (Caracas, 1946), ese mismo que con su agrupación Tectonic Theater Project se instaló en Laramie, población de Wyoming donde mataron a Shepard, investigó y al final presentó el desopilante espectáculo The Laramie Project (2000), el cual, tras ser transformado en estremecedor evento cinematográfico transmitido por HBO (2002), desencadenó una auténtica revolución de consciencias entre el público culto y sensible de Estados Unidos, la que hasta ahora ha producido una ley, un invalorable logro para un país que lucha contra todo tipo de discriminaciones y exclusiones.
Trabajo para el FBI
Matthew Sheppard, de 21 años, murió el 12 de octubre de 1998, después de que dos homófobos le dieran una brutal paliza y le abandonaran en medio del campo, atado a una zanja de la que no pudo escapar durante más de 18 horas, en el estado de Wyoming. La crueldad de su muerte estremeció a Estados Unidos. Hasta tal punto que, en cinco ocasiones, diversos congresistas demócratas, entre ellos el fallecido senador Ted Kennedy, intentaron aprobar una ley que incluyera, en el apartado de crímenes motivados por el odio y la discriminación, los ataques a homosexuales y transexuales.
Entre 1998 y 2007 se produjeron en Estados Unidos más de 77.000 "crímenes de odio", actos de violencia motivados por prejuicios o discriminación. Esto representa un incidente de este tipo "cada hora, cada día a lo largo de toda una década". Un informe del FBI indica que entre 2003 y 2007 los ataques contra los latinos aumentaron en un 40 por ciento, y en 2007 los hispanos representaron el 61,7 por ciento de las víctimas de crímenes de odio con una motivación racial, étnica o por origen nacional.
La Ley Shepard-Byrd en realidad amplía una ley federal en vigor desde 1968 que criminaliza los ataques contra grupos étnicos y raciales, o cometidos en base al origen nacional o creencia religiosa de las víctimas.
Reacciones
Las organizaciones pro derechos de las minorías han acogido con satisfacción la firma de la Ley Shepard-Byrd.Según la Conferencia para el Liderazgo en Derechos Civiles, gracias a la nueva ley "nuestro país ha dado un paso más para asegurarse de que todos los estadounidenses -sin que importe su raza, color, religión, origen nacional, género y su orientación sexual real o percibida- no tengan que vivir con miedo de daño físico o de intimidación".
La Conferencia alude a varios casos recientes, como los perpetrados contra los hispanos Luis Ramírez -muerto de una paliza a mano de adolescentes en Pensilvania- o contra Angie Zapata, un travesti adolescente también muerto a golpes en Colorado el pasado abril.
Asegura que la legislación "envía un claro mensaje a las víctimas de esta violencia de que valoramos el derecho básico de cada estadounidense de estar a salvo del daño físico".
Por su parte, el presidente del Consejo Laboral para el Avance de los Trabajadores Hispanos, Milton Rosado, declaró que "agradecemos al presidente Obama que reconozca la grave situación que afrontan muchos en este país, en particular los latinos, que constituimos la mayoría de las víctimas de crímenes de odio".
Símbolos
La aprobación de la llamada Ley Matthew Sheppard es una conquista largamente esperada por el movimiento gay de EE UU, que organizó una manifestación en Washington el pasado 11 de octubre para pedir a Obama medidas contundentes en la defensa de la igualdad de los homosexuales y transexuales.
Los activistas han convertido al joven Sheppard en su propio Emmet Till, el niño negro de 14 años que fue brutalmente asesinado en 1955 en Mississippi, por haberse atrevido a silbar a una mujer blanca, y que ahora es un símbolo de la lucha por los derechos civiles de los negros.
Durante años, los homosexuales han tratado que su lucha por la igualdad civil y legal se equipare a la de los afroamericanos, que batallaron durante décadas contra la esclavitud, primero, y contra la segregación, después. Una buena parte de la comunidad afroamericana, sin embargo, ha sido tradicionalmente reticente a aceptar esa comparación. Entre las organizaciones gays molestó que el 70% de los afroamericanos votara, el año pasado, a favor de prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo en California.
Victoria teatral
Vimos el estreno teatral de The Laramie Project en Nueva York, sin sospechar jamás todo lo que desencadenaría en esa sociedad donde hay que vivir y amar dentro de unas centenarias pautas. Pero, una vez más, el teatro bien fundamentado y correctamente hecho en la escena cambia a sus espectadores y altera así, para siempre, las rutinas sociales, como antes lo hizo, para citar un caso, Henrik Ibsen con Casa de muñecas, en el siglo XIX, al acelerar la liberación femenina en Europa…y después en América.
Larga y fructífera vida auguramos al licenciado en Administración Comercial de la Universidad Metropolitana de Caracas, transformado,tras 22 años de intensa lucha creativa, en un victorioso luchador por los derechos humanos de los que viven en Estados Unidos, al autor y director Moisés Kaufman.

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