sábado, octubre 27, 2012

Rodolfo Santana en teatro y cine


Lo despedimos según su última voluntad. Él, reposando desde el escenario del Teatro Nacional,  y todos aplaudiéndolo de pie. Ahí estaban sus compañeros de vida y de teatro y la gente de cine. "Se los robamos Mariú Favaro", le comentó Juan Carlos Lossada (presidente del CNAC) a la Melibea de aquel espectáculo que hizo Carlos Giménez con La Celestina, durante la temporada de Rajatabla en 1987.
Lossada se refería a como Rodolfo Santana Salas  estaba entregado, además de su disciplina diaria con la dramaturgia, a su pasión por el mundo de las imágenes. Con entusiasmo, pasión y vocación de maestro generó espacios de aprendizaje para la creación de guiones. Propició talleres, encuentros, discusiones y reflexiones vitales, siendo escuchado con respeto en el seno directivo del CNAC.
Además de 80 obras, la mitad editadas y las otras esperando un obricidio colectivo, Rodolfo dejó 12 guiones convertidos en películas y dos más en proceso de revisión. Oportuno es recordar lo que dijo sobre el cine venezolano y la relación de este con su teatro.
En 1973 arribó a los campos del cine con el mexicano Mauricio Walerstein. Ambos trabajan el guión de La empresa perdona un momento de locura, luego hace equipo con Clemente de la Cerda, Silvia Manrique y César Bolívar, quien dirige el guión que escribe sobre Colt Comando, la novela de Marcos Tarre. Después Olegario Barrera realiza Fin de round, el cual originalmente era un guion trabajado para Mario Handler.
Afirmó, que “como dramaturgo que soy, mi ascendiente es el cine, campo en el que he dirigido y he escrito guiones; y mi certeza es que el cine ha modificado mis conceptos temáticos, rítmicos y estructurales. Hasta en el lenguaje busco imágenes teatrales que se sostengan como un primer plano  o un travelling. Las transiciones entre estructuras escénicas las manejo con la fluidez de las disolvencias. Como, además, soy  un voraz devorador de películas, es muy patente la saludable influencia que el cine ejerce sobre mis  piezas”.
El cine modificó muchos instrumentos de su escritura. “La influencia del ritmo cinematográfico es muy marcada en cuanto a síntesis de las imágenes y su diversidad. Ciertas estructuras de conflictos múltiples mostradas en Fin de round, por ejemplo, adquieren en Crónicas de la cárcel modelo, estadios más  desarrollados. Personajes de nuestra santería aparecen de nuevo, con otras facetas. Los hallazgos de lenguaje son efectivos y se resuelven con magia y humor”.
 “El cine quedó insertado en mi modelo de escritura. Cambió modelos rítmicos, sentido del tiempo, modelado de los personajes y formas estructurales. Comencé a escribir obras con movilidad cinematográfica, como Gracias por los favores recibidos, Historias de cerro arriba y, por supuesto, Fin de round.
Él se entregó integro a la maravillosa y fascinante puerta de la imaginación que es el teatro y el cine. Ahora no queda sino tomar su impulso vital y creativo, abrazar nuestro dolor, secarnos la cara, respirar hondo y continuar trabajando con terquedad, empeño y disciplina.

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