miércoles, agosto 29, 2018

Medida por medida o las mujeres virtuosas

Shakespeare a la venezolana y con calidad.

Sentado en el regazo de mamá vi mi primer espectáculo teatral. Habíamos huido desde Palmira porque se peleó con su marido. Resolvieron sus problemas; él era un buen hombre, se casaron después y a lo largo de más de medio siglo criaron y educaron -además de mí- siete varones, y una hembrita, a quien bautizaron Laura, como ella. Años después, al comenzar mi adolescencia, le pedí a mi madre que ampliara los detalles de aquella ceremonia con música y actores que habíamos visto en el teatro Colón de Bogotá, durante los años 50; era una opereta sobre Genoveva de Brabante, casta esposa vilipendiada por un canalla mayordomo. Aquello me gustó por todo lo que ella dijo y me marcó para siempre: la lucha por las mujeres y todos los demás seres desvalidos o perseguidos injustamente.
Mi hermana Laura me llamó el sábado 25 de agosto, a las 7:43 AM, para darme la fatal noticia. Mamá había muerto, a sus 93 años, tras una larga enfermedad, en Nueva York, a donde no pude viajar para estar algunas horas a su lado, porque no hubo visa disponible. ¿El teatro nutre a la vida o la vida se nutre del teatro?
Registro esto tan íntimo y personal porque ese pasado sábado, ahora inolvidable por la definitiva ausencia de mamá Laura, después de las 11 AM, fui  a ver el montaje Medida por medida, una pulcra versión de Federico Pacanins, productor ejecutivo además, dirigida muy bien por José Tomás Angola y actuada ejemplarmente por Antonio Delli  como el  Duque, Sandra Yajure era  Isabella, la hermana de Claudio, Gerardo Soto como el Gobernador de Viena, Ignacio Marchena, José Antonio Barrios, Rafael Gorrotochegui, Brixio Bell, Salvador Pérez  Castro, Andrea Miartus, Silvia de Abreu, Andrés Sierra,  Edgar Sibada, Zahir Mora, Federico  Moleiro.  Y como el correctísimo trovador, Juan Carlos Grisal.
Pero este montaje no habría podido llegar a puerto seguro si además de la cuidadosa dirección de los actores, adelantada por Angola Heredia, no  contara con un bien sincronizado equipo técnico que trabajó con empeño y dedicación, como lo hizo la talentosa Fabiola Neri con la ayuda de Elizabeth Yrausquín; con el aporte del estupendo profesional  Manuel Troconis, mientras que el diseño y la realización escenográfica es otra contribución del maestro Freddy Belisario,  y no podía faltar el talento para la multimedia y el mapping, precisamente de uno de los mejores en Venezuela, como lo es José Martínez. Todos bajo la batuta de ese gran productor, que es Carlos Silva. Una producción de fino lujo y depurada calidad profesional. Un ejemplo más para estos difíciles tiempos.
EL ABUSO CON LAS MUJERES
Medida por medida  es una de las piezas shakepereanas favoritas de Harold Bloom, quien precisamente durante estos días  debe haber  revisado todos sus escritos y especialmente la participación de los personajes femeninos,  porque se ha incrementado  el interés informativo y social sobre el abuso hacia las mujeres, desde que Hollywood los visibilizara a través de la campaña #METOO en las  redes sociales y en la entrega de los Globos de Oro, con una gala teñida de negro y convertida en un espacio para la reivindicación de un trato digno e igualitario bajo el lema 'Time's Up' , como reseñan los periódicos españoles, especialmente.
La decisión de hacer Medida por medida   en este momento para Venezuela fue del productor ejecutivo y versionista Federico Pacanins, quien es un hombre no solo de la música y el teatro, sino que lo es del arte integralmente. Por su formación académica, es abogado, le interesaba sobre manera el tema de la justicia. Y ahí ha fijado su posición como intelectual venezolano que se respeta.
El director Angola Heredia considera que en Medida por medida el meollo dramático versa sobre la imposibilidad de que la justicia humana pueda alcanzar eso que llamamos la verdad. La hipocresía, la falsedad, en cuanto hablamos de las pasiones y la moral, nos hace muy débiles para juzgar en otros, delitos a los que somos propensos por nuestra esencia carnal. “Esta obra le apasionaba a Pacanins desde hacía años, tanto que enfrentó su versión escénica manteniendo un gran rigor. La obra sigue teniendo sus cinco actos, dura 2 horas y media, con un intermedio de 10 minutos. Pero atendiendo muy de cerca la lectura crítica que de ella hizo el poeta W. H. Auden, propone unos afeites menores y de estilo, en donde suprime ciertas reiteraciones de trama, muy de Shakespeare para que los espectadores de su época no se perdieran, y esto agiliza el ritmo sin sacrificar trama. También sirvió de catalizador entre las muchas traducciones de que se valió. Como sabemos las traducciones de Shakespeare son en sí mismas nuevas obras. Es imposible mantener y recrear en español la belleza plástica y la melodía de los versos yámbicos en inglés”.
Entonces el versionista Pacanins, afinando su oído de melómano ensambló las mejores traducciones y las más cercanas al espíritu original de la obra, modulándolas y atemperándolas a nuestro presente.  Esto no significa, sin embargo, que los diálogos se hayan "venezolanizados", simplemente plantea una lectura más casual y comprensible, sin desantender la poesía y la musicalidad. Creemos que Pacanins logró un trabajo muy cercano a lo que Shakespeare originalmente escribió, apunta Angola Heredia y nosotros reiteramos.
Nosotros disfrutamos como nunca por la limpieza del texto, por la sencillez de la puesta en escena y la fluidez del cuento teatral, sin importar la extensión del tiempo escénico. Algo que no es frecuente en nuestro actual teatro exprés, que se está haciendo a pesar de todo. ¡Bravo!
No hay que olvidar que hacia el año 1603, William Shakespeare escribió  Medida por medida, donde cuenta la historia de Isabella, una joven que intenta salvar a su hermano del castigo de la justicia cristiana, condenado a muerte por haber fornicado con su novia y haberla dejado embarazada, pese a que ambos desean casarse. 
En su intento por detener la ejecución, Isabella se encontrará con los envites del poder, con la corrupción moral y política, viéndose reducida a una mera mercancía en trueque, ya que, alternando la comedia con el drama, constituye una clara denuncia de la hipocresía social y del abuso sobre la condición femenina. La máxima autoridad, el Duque de Viena, se va de vacaciones para probar a su más severo empleado y segundón, Angelo, quien turbado por la belleza, la inteligencia y la inocencia de la joven, trata de hacerle ceder su virtud a cambio de la vida de su hermano. Y no será el único, porque también el Duque, cual el Califa de Bagdad, pero ahora convertido en monje cristiano, regresa e inicia un cortejo de seducción en donde la voluntad de la fémina queda totalmente olvidada.
Para el especialista Bloom esta Medida por medida es una reflexión sobre la justicia y por su título hace referencia a la hebrea ley del Talión. Ahí se propone una reflexión sobre la conveniencia de aplicar la ley de modo estricto o racional, y también hace un repaso crítico a los males de las sociedades ejemplificándolo con las relaciones entre sexo y poder .Y es una obra por y favor de los mujeres, no queda duda alguna.
Medida por medida fue estrenada en Venezuela en 1980, en la Sala Alberto de Paz y Mateos, de la mano de Antonio Constante y el Nuevo Grupo. La versión estrenada en ese entonces, bajo la firma de Charles Marowitz, autor, crítico y director de teatro norteamericano, muchos años vinculados a Peter Brook y a la Royal Shakespeare Company.  Su adaptación de Medida por medida, dicho por el propio Marowitz, pretendía cambiar el sentido de la obra. Se concentraba en la agresión sexual sobre Isabela y sus implicaciones morales para la justicia.
El espectáculo Medida por Medida ¡más feminista no podía escribirlo ni hacerlo el mismo Shakespeare! , se presenta en el teatro de la Asociación Cultural Alexander Humboldt, en San Bernardino, durante dos fines de semana más.

Un millón de aplausos para la CNT

El teatro de la CNT se mostró en seis ciudades venezolanas.

La Compañía Nacional de Teatro (CNT) recorrió una parte del país venezolano en una gira especial con la pieza del elenco estable Baño de damas, original de Rodolfo Santana y dirigida por Aníbal Grunn, desde el 9 hasta el 19 de agosto por los estados Miranda, Aragua, Carabobo, Cojedes, Yaracuy y Lara. Este desplazamiento por los selectos escenarios de Los Teques, Maracay, Valencia, San Carlos, San Felipe y Barquisimeto fue catalogada por la mayoría de sus espectadores como divertida, pero con temas polémicos que invitaron a la reflexión, “nada de teatro banal y comercial”, subrayaron.
Sobre  lo que significa esta primera gira de   Baño de damas, las primeras actrices Aura Rivas y Francis Rueda, además del primer actor Gustavo Meléndez, recordaron que  con sus interpretaciones  y, como es lógico,  las de todos los otros miembros del elenco, se le rindió homenaje a la mujer  venezolana, se le hizo una oda al comportamiento femenino en sus diferentes facetas, pero al mismo tiempo fue denunciado el machismo que sigue manteniendo acorralado a las féminas en Latinoamérica y gran parte del mundo sin importar su condición social o económica.
Para Aura Rivas, a quien la encontramos muy entusiasmada por la activa participación de los públicos que los vieron y aplaudieron, manifestó estar muy satisfecha de los hechos. “Yo he ido muchísimas veces al interior de nuestra república, y se cómo se compartan los espectadores, no puedo olvidar que con la CNT, en anteriores administraciones, llevamos ese hermoso montaje que era Pedro Navaja y el público enloqueció. La gente, hoy por hoy, está muy informada, gracias a la prensa y la televisión, y nos preguntaron muchas cosas sobre el teatro que se está haciendo en Caracas. Algunos nos preguntaron, insistentemente cuando regresaríamos. En San Felipe, especialmente, fue tal la avalancha de público que no pudo ingresar a la sala, que tuvimos que regresar para hacer otra función, a instancias de la gobernación del estado Yaracuy.
 Aura  admite que no es fácil realizar una gira por las ciudades del interior venezolano, por los costos y por la logística que exige cada montaje, pero cree que la CNT se arriesgó y salió hacia adelante ante el impacto que tuvo en cada una de las poblaciones. ”Ojala se pueda repetir, por lo menos dos veces al año. Todo depende, como es lógico, de los presupuestos. Fue maravilloso ese millón de aplausos que recibimos”, puntualizó.
 Francis Rueda considera que esta gira de Baño de damas fue muy productiva y hermosa. Además hacía años que el interior no se veía un espectáculo de la CNT, salvo las administraciones anteriores, las de Chocron y Pantelis Palamides. Nos encontramos con gente nos vieron en aquellos tiempos y nos presentaron a sus esposos y sus hijos. Fue encontrarnos con valiosas familias venezolanas habidas de teatro””
 Francis, venezolana por los cuatro costados y muy comprometida con el proceso en que está inmerso el pais, cree que las autoridades culturales del pais, como el ministerio de Cultura que actualmente comanda Ernesto Villegas, deben sumar esfuerzos, con otros ministerios para llevar más teatro a las comunidades del interior del pais, “es necesario y oportuno hacerlo, así como la CNT lo hizo también lo pueden hacer otras instituciones, en danza, por ejemplo. En medio de las crisis el talento debe superar los obstáculos”, enfatizó.
Observó Francis que muchas de las edificaciones teatrales que utilizaron están casi abandonadas y carecen de las comodidades básicas para los espectadores y el público, “pero nos dejamos deprimir por eso y trabajamos con mayor gusto, como es el caso del Teatro de la Ópera de Maracay, el cual que rivaliza con Caracas, por su rigor profesional y su capacidades.”
 Comentó que entre el público  conoció a mucha gente  que le pidió talleres de formación artística,  “porque la gente joven y hasta los mismos adultos  quiere hacer su teatro  y así contar sus historias y no tener  que venir a Caracas para capacitarse. Conocí, incluso, gente que por primera vez veía un espectáculo teatral y quedaron, por supuesto, impactada y agradecida. Yo nunca había podido palpar y conocer a una audiencia como esta y llevo no menos de 40 años en las lides teatrales. Los artistas debemos mirar hacia el interior de nuestro país, no podemos dejarlo abandonado".
 Considera Gustavo Meléndez que es muy importante todo lo que vio en esta su primera gira con la CNT. “Llevaba no menos de 17 años sin recorrer esas hermosas ciudades donde nos aplaudieron. Imposible olvidar a ese público, tan receptivo y ansioso, vi gente que pedía autógrafos y tomaba fotos con Francis Rueda y Aura Rivas, entre las otras actrices, porque las recordaban por sus trabajos en cine o en televisión”. Considera que al público le impactó la temática de Baño de damas, especialmente porque ahí se alude a los diversos prototipos de familia que existen Venezuela, pero el público no se quedó solamente en la anécdota general de la pieza, sino que incluso, fue más más allá del cuento teatral. Creo que si es importante que la CNT haya retomado este acercamiento con las comunidades y lamento que no pudimos conversar   con algunas de la agrupaciones teatrales que existen en esas ciudades”.


domingo, agosto 26, 2018

La Nonna reaparece en Guanare


Desde Guanare, donde el teatro nunca se detiene gracias al talento y la capacidad de trabajo de su gente y su público, anuncian el estreno de La Nonna. Aníbal Grunn encarna al legendario personaje protagónico y es el quien nos advierte, algunas cosas que los caraqueños, o los venezolanos, debemos saber.
¿Por qué eligieron La Nonna?
La Compañía Regional de Teatro de Portuguesa, es fundamentalmente una compañía de teatro de repertorio. Este año se cumplen exactamente diez años que estrenáramos por primera vez esta maravillosa obra del dramaturgo argentino Roberto Tito Cossa, y nos pareció pertinente remontarla. Nos vimos en la necesidad de modificar el elenco original, como así también hacerle algunos cambios al espacio escénico. Pero en esencia, la obra es la misma, con el mismo agudo y profundo sentido crítico y social. Por otra parte, mucho público que la habían visto aquella primera vez nos decían: "¿Cuándo reponen La Nonna? Y tú sabes que el público es quien manda. Es la oportunidad y es el momento de hacerlo.
 No hay que olvidar, como afirman en Internet, que La Nonna se estrenó el 12 de agosto de 1977 en el teatro Lasalle de Buenos Aires, durante un período caracterizado por la inestabilidad política y social argentina. La Nonna supo salvar esa barrera gracias a su estilo simbólico y reflexivo, en el que subyace su carga crítica, y además consiguió una gran acogida en las representaciones que se realizaron de ella. Es una pieza teatral de gran transcendencia y eso lo conocen algunos venezolanos.
¿Cómo fue ese proceso de montaje en Guanare?
En principio con el rigor y la disciplina que caracteriza a la CRTP. Este elenco, mucho más maduro y con más experiencia, fue encontrándose con un texto divertido, grotesco, ácido y casi absurdo. Fueron desentrañando cada texto, cada mirada, cada gesto y ayudándome muchísimo, ya que yo, después de muchísimos años, iba a actuar y dirigir al mismo tiempo. Eso sí fue complicado para mí y para ellos. Pero somos un equipazo y todo iba fluyendo maravillosamente en cada ensayo. Nos armamos de paciencia y sobre todo de solidaridad. Yo había escenas que bajaba o las dirigía desde la habitación de La Nonna, pero lo más asombroso y divertido era verme dirigiendo vestido de mujer y con la pañoleta negra en la cabeza. Toda una experiencia.
¿Cuántas funciones han programado en la primera temporada?
El estreno está pautado para el jueves 6 de septiembre y hasta el domingo 23, un total de diez funciones que podrían prorrogarse si el público lo pide.
¿Cuándo la traen a Caracas?
Está en nuestros planes una gira nacional que incluiría Caracas, por supuesto. Con ese fin se ha montado. Tú sabes que nos gusta mucho presentarnos en Caracas y hacer temporadas. No creo que podamos hacerlo este año, ya que el semestre está lleno de actividades, pero es muy posible que arranquemos el año con esa sorpresa.
¿Cuál es el elenco?
El elenco es el elenco estable de la CRTP: Mercy Mendoza, Wilfredo Peraza, Evis Cuellar, Giuseppe Fischetti, Emilger Arroyo y Carlos Moreno. Ah, bueno y yo en doble rol, director y actor. La escenografía es de Manuel Manzanilla, el diseño de luces de Kelynson Berríos y la asistencia de dirección de Rosangélica Sánchez  Esta vez hemos incluido en la parte técnica a dos alumnas de nuestro y taller de formación actoral: Jhessika Betancourt y Emili Valladares.


miércoles, agosto 22, 2018

Razones blindadas de Cervantes,Kafka y Vargas

Un espectáculo inolvidable.

El teatrero Luis Bernal insiste en producir, dirigir, actuar, promover y hacer temporadas con su estremecedor espectáculo La razón blindada, el cual presenta actualmente en la Sala La Viga del Centro Cultural Chacao.
Este Bernal, nacido en el tachirense San Cristóbal y quien desde aquel año 1972 está sin reposar por los avatares de su existencia, ha buscado ser útil a la patria y su familia por intermedio del esmerado cultivo de las artes escénicas. En el Taller Nacional de Teatro (fundado por Carlos Giménez en el mejor momento de su huracanada existencia aquí en Caracas) se hizo teatrero hace más de 20 años y ahora, al frente de su agrupación productora “Con los pies en las tablas”, repone ese poético texto del teatrero argentino Arístides Vargas (Córdoba, 1954) sobre sendos quijotescos personajes.
Esta es la segunda vez que vemos este montaje, después de haberlo ponderado el año pasado en el Teatro San Martín, de Artigas. Y ahora prosigue con el mismo valioso equipo humano que ha logrado armar, como lo es el primer actor Salomón Adames, con la asistencia de Demis Gutiérrez y el soporte escenográfico creador por Armando Zullo: dos monstruosas sillas que se convierten en celdas y muros para impedirles soñar.
Calificada como un poema dramático para exaltar el poder liberador de la imaginación y como forma de resistencia a la represión, La razón blindada está basada en la vida real de “Chicho”, hermano de Vargas, otra víctima de la dictadura argentina, y toma ideas y conceptos de El Quijote de Miguel de Cervantes y La verdadera historia de Sancho Panza de Franz Kafka.
Se ha elaborado una especie de libreto o guión sobre la supervivencia de dos presos políticos, de esos que a mala hora pululan en este balcanizado continente: De la Mancha y Panza, quienes se encuentran a las tres de la tarde de cada domingo, el único día   que se pueden ver en el patio de la cárcel, para tratar de representar una historia que les permita “liberarse” a través de la imaginación del encierro al cual fueron sometidos. Ambos sobreviven en el inframundo que representa la prisión a la cual fueron condenados injustamente. Ellos se entregan a un ritual con sus personajes entregados al frenesí de la locura real o imaginaria donde la ficción y la realidad deben cohabitar para que la vida sea posible. Ya que la creación de un mundo paralelo al infierno diario hace posible la salvación, ha dicho el mismo Bernal, quien encarna a Sancho Panza.
Ya Arthur Miller recordó, en una ocasión menos dramática que la plasmada en la escena actual, que el teatro es el único lugar que tiene el hombre para vivir y soñar en libertad, aunque en La razón blindada todo es más patético y hasta lacerante. Los “dos privados de libertad” física se salvan porque sueñan con el amor, hacen teatro y esperan que llegue la justicia. No puede haber amor sino hay justicia, dijo el poeta Juan Liscano años ha, quien, precisamente, predicó “que los poetas tenemos que seguir envenenando las cosas reales del mundo para que no las olviden los hombres del poder, quienes andan siempre entre sus cifras, sus monedas, sus novedades o sus máquinas”.
En La razón blindada se sufre con estos seres humanos sometidos a un castigo brutal e injusto, donde se desprende el terror que nos imponemos con las desgracias a las que nos sometemos y la grandeza que nos pueden dejar los momentos más degradantes de nuestra existencia.
Cabe destacar que estos dos antihéroes de Arístides Vargas sobrellevan humillaciones y derrotas, pero se empecinan en retener el espíritu lúdico, el afán de aventuras. Van de la llanura manchega a la Patagonia, cruzan montes y ríos para arribar al páramo andino… pasan el “túnel intangible” y con la frágil pero imbatible fuerza de aquellos presos políticos, exiliados, rebeldes- que conservan la ternura, la risa, y la pasión por jugar y crear- historias para alcanzar la libertad profunda; esa utopía que todos parecemos perseguir alguna vez.
Es, sin lograr dudas, un espectáculo agotador, que atrapa al público y prácticamente lo hace parte de sus lacerantes vivencias, lo cual se logra por la veracidad de sus actuaciones y por la intensidad y la dinámica de la puesta en escena.
De La Mancha, personaje creado por el primer actor Salomón Adames, es aquel caballero sediento de aventuras y desbordante pasión por su Dulcinea, loco-lúcido, manchego, patagónico o tropical, que por encima de su origen geográfico, es el paradigma del idealista. Un Quijote que confunde cárceles con paraísos y desiertos, y que se exilia en la sinrazón, en ese extraño desorden que no hace mal a nadie pero que ayuda profundamente a vivir. Mientras que Panza,​encarnado sobriamente por el actor y director Luis Bernal, representa a la perfección la dualidad entre el personaje literario y el creador de historias coexistentes en él. Dos personajes muy expresivos y convincentes capaces de hacer reír, llorar, sufrir por ellos y con ellos hasta el final de la obra.
Esta puesta en escena de Bernal se caracteriza por su depurada sencillez y por la autenticidad de las actuaciones y la escenografía –un par de sillas que se convierten en rejas y en otros marcos básicos para apuntalar las acciones actorales- es una especie de tercer personaje, metálico en su esencia pero hermosamente útil y hasta “frágil”. Un gran aporte de Zullo.
Con un tono, lúdico, algunas veces trágico y otras veces humorístico, La razón blindada mantiene cautivada la atención del espectador de principio a fin, en sus intensos 80 minutos de representación.
Y tenemos que reconocer, parafraseando al inolvidable Carlos Giménez, que Bernal es un auténtico comunicador moderno, insertado y profundamente comprometido con los tiempos que vivimos en esta América, y es, ante todo, un promotor del futuro. Él podía dedicarse a cualquier otra actividad teatral con piezas “más digestivas” y le iría “comercialmente” muy bien, pero lo suyo es el teatro comprometido, de honestos contenidos, más nada. ¡Un acto existencial muy respetable en estos tiempos!


sábado, agosto 18, 2018

Cayito Aponte taxista

Memorable actor y todo un señor venezolano.

Se marchó. Culminó su jornada y aquí lo queremos recordar con la última nota que escribimos sobre uno de sus trabajos teatrales. Es nuestro homenaje para un señor actor.
Aquel 16 de febrero de 2013 publicamos:
José Ignacio Cabrujas afirmaba que Cayito Aponte era uno de los mejores actores del mercado teatral durante la década de los 80 y hasta soñó invitarlo a participar en uno de sus proyectos. Eso nunca se consumó en la escena…ni el espacio ni los tiempos venezolanos lo permitieron jamás.
Y recordamos esa anécdota, relatada sensiblemente por la productora y autora Iraida Tapias, porque hemos visto y disfrutado con la gran performance que Cayito Aponte desarrolla en el unipersonal Los taxistas también tienen su corazoncito, excelentemente escrito y bien puesto en escena por Néstor Caballero (1951) y Vladimir Vera (1978), respectivamente, en la sala experimental del BOD, donde hace temporada. 
A Los taxistas también tienen su corazoncito lo vimos por vez primera, hacia 1989, en la sala Horacio Peterson, con el actor Omar Gonzalo, bajo la égida de Rubén Rega. Pero Caballero, quien nunca queda satisfecho con lo que le revelan sus piezas desde la escena, siempre revisa y reescribe sus textos en pos de una perfección mayor, tal como lo hacía su amigo Rodolfo Santana, pero sin caer en el “obricidio”. Volvió a sumergirse en los meandros de Los taxistas también… y de ahí sacó otra obra, la cual tampoco será la definitiva, y se la entregó a la productora Jorgita Rodríguez para que la hiciera espectáculo.
Jorgita Rodríguez, pequeña de estatura, pero ambiciosa en sus proyectos, almorzó con el publicista y crítico Douglas Palumbo y el postre fue la invitación para que Cayito Aponte se involucrara en el montaje; este, por supuesto, a sus 78 años no tiene miedo- nunca lo tuvo- al trabajo artístico y más si lo que le proponen le gusta o lo ha vivido. ”Le eché pichón, tras devorarme sus páginas”, dijo después en charla con la prensa.
Es así que Los taxistas también tienen su corazoncito, en versión 2013, inició otra vez su periplo teatral, para enseñar lo que siempre fue: una hermosa y desgarrada historia de amor con final trágico; la parábola existencial del modesto taxista Rubén Sarmiento y la revolucionaria comunista Milagros Daza, otra saga digna de ser llevada al cine, ese que indaga en el pasado para rescatar las claves de nuestra historia democrática.
Rubén Sarmiento entra a escena con una maleta  y busca, en  un semi abandonado  taller mecánico, los restos de su taxi ”Pepón”, y ahí, en un santiamén, tras crear la básica ambientación, se desgrana su historia, apuntalada con la música venezolana de siempre, que va desde el 17 de octubre de 1945, en El Nuevo Circo, vísperas del derrocamiento del general presidente Medina Angarita, hasta la muerte de su esposa Milagros Daza, en los aciagos meses de 1962, tras evocar a Betancourt, Gallegos, Pérez Jiménez y el legendario Pedro Estrada, a quien le hizo una carrera al Palacio de Miraflores.
Caballero toma la historia venezolana y la ficciona para que su prédica ideológica y la metáfora estremezcan al público, las cuales en esta ocasión anudan las entretelas de los espectadores por la rigurosa composición del Rubén logrado por Cayito, utilizando la panoplia de un comediante que usa cuerpo, voz y su cansancio para crear tan hermoso espectáculo.
Cayito, veterano de muchas lides teatrales y operáticas, utiliza todos los recursos aprendidos y crea, esa es la verdad, a un ser de carne y hueso, enamorado de su país y enloquecido por los amores de la comunista Milagros, a quien conoció porque la llevó a las veredas de Coche en una Navidad que jamás olvidará.
Deberían los profesores de actuación de Unearte, o de alguna de las escuelas de teatro que hacen vida en Caracas, solicitar de la productora Jorgita Rodríguez una clase de actuación con Cayito, porque así, en caliente, podrían aprehender de las técnicas y de los trucos que Cayito Aponte usa, además del mágico uso que hace de su aparato foniátrico. Él, por supuesto, estará feliz de ser tomado en cuenta por “los nuevos pichones” que tiene el arte escénico criollo.
El autor Néstor Caballero, por supuesto, sigue revisando los textos escritos, casi una veintena, y adelantando otros, además de una novela.


viernes, agosto 17, 2018

El teatro comunitario caraqueño está en escena

José Luis León

El teatro comunitario caraqueño se tomó las salas tradicionales de Caracas y por eso recién se mostró en la esquina de Cipreses y en La Guaira. Y por lo vientos que soplan ya incluso alistan la programación de fin de año. El teatrero y operador José Luis León cuenta aquí lo que está pasando y para lo cual los espectadores deben irse preparando.
¿Cómo surge este movimiento de teatro de las comunidades caraqueñas?
En el año 2016 desde la Red de Teatro y Circo del Distrito Capital, una instancia organizativa y de planificación en beneficio del teatro en Venezuela, se planteó algo que no es nuevo en nuestro país, pero que considero no se le ha dado el justo valor, el desarrollo de un movimiento teatral comunitario, allí nace el Taller Comunitario Teatral “Las esquinas de Caracas”, de la mano de varias agrupaciones e instituciones, como son: Actividades Alternas,  Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas, Igual a uno Teatro, Teatro Tres, Compañía Nacional de Teatro, Escuela nacional César Rengifo y un grupo de jóvenes tesistas de Comunicación Social de la UCAB, estos últimos se sumaron para el registro audiovisual de la experiencia. La idea principal  fue retomar los orígenes del teatro, basándose en la oralidad, las tradiciones, lo religioso en fin, elementos originarios para la conformación de un movimiento teatral de la comunidad para la comunidad.
¿Cuál ha sido la receptividad de estos artistas no académicos?
Ha sido una experiencia gratificante, la respuesta de la comunidad ha sido sumamente importante para el desarrollo de la actividad, ya que, han aportado sus conocimientos de vida y sus experiencias a favor del impulso del proyecto, lo han tomado como suyo y desde allí se ha abierto un mundo de creación, un mundo de reafirmación de la identidad. Uno de los ejemplos más importante de la receptividad es el incremento a más de sesenta participantes, y la solicitud de inclusión de otras parroquias, al momento funcionamos en cuatro parroquias, San Juan, San Agustín, Altagracia y el Recreo
 ¿Usted cree que un movimiento de teatro comunitario apuntalaría el desarrollo del teatro profesional en la medida que aportaría más espectadores?
Indudablemente, el teatro como lugar de encuentro de la sociedad donde se cumple la perfecta comunión entre el público y los artistas para exponer ideas, reflejar la sociedad, espacio de participación, critica y discusión, es allí donde este teatro comunitario abre una puerta inmensa a la participación de nuevos espectadores, que indudablemente enriquece la asistencia de un público que lo aborda como una experiencia novedosa y única.
 ¿Cómo trabajar con ellos y como llevarlos a que ellos mismos escriban sus textos o hagan propuestas escénicas?
Este proceso es abordado en principio como un espacio para el encuentro alrededor del arte teatral, sin imposiciones, de hecho los guías o monitores son profesionales del teatro que van entregando sus conocimientos y herramientas teatrales a medida que los participantes las van necesitando, es decir, se estimula al participante a la creación de cada una de las partes que componen el teatro y la necesidad para la comunicación y el dialogo teatral es el que marca la pauta de trabajo. Uno de los objetivos que siempre está en la rueda del encuentro es la sensibilización a un lenguaje donde lo artístico esté siempre presente, pero esto siempre lo construye el colectivo, el monitor es un facilitador para todo esto, el hallazgo es del grupo  
¿Qué proyecto estarían dispuestos a continuar, sin desechar el trabajo con más esquinas de Caracas?
En los tres años de desarrollo de esta experiencia comunitaria se ha producido resultados gratificantes, las propuestas de los colectivos han sido variadas, pero lo interesante es que todas apuntan a la reafirmación de la identidad como pueblo. Estamos trabajando temas alrededor de nuestros orígenes, las fiestas tradicionales, la gastronomía, la música y abordaje de textos de autores nacionales. El grupo de participantes en este taller comunitario teatral “Las Esquinas de Caracas”, es un colectivo ávido en investigar, crear y comunicarse. Acompañados de un grupo de profesionales que con ética y mística guían el proceso creativo e instituciones como la Compañía Nacional de Teatro que ha apostado a un teatro que surge desde el pueblo y para el pueblo. Todos comprometidos con este proyecto en el que vemos al teatro como una herramienta de conocimiento donde los hombres y mujeres interpretan el mundo, dando soluciones y respuestas en su pensamiento, imaginación y acción. 





miércoles, agosto 15, 2018

El teatro de Gerardo

GERARDO BLANCO LÓPEZ

No siempre los balances artísticos suelen ser gratos, pero algunos teatreros, de esos que jamás se mienten a sí mismos, al final de una temporada se sientan y sacan sus números para ver a cuantos espectadores llegaron o presenciaron sus eventos culturales. Siempre queda muy adentro de los corazones de esos artistas –son escasos-la satisfacción de haber cumplido su “objetivo principal” porque para eso trabajaron: sí fue la gente, a pesar de todos los obstáculos que hay para llegar a una sala teatral, además de los imponderables.
Escribimos esto porque estuvimos pendientes de las 27 funciones programadas de Noche de guardia, extraña obra pieza venezolana, producida por el grupo Bagazos, sobre la vejez, agravada con el deterioro físico de una enfermedad terminal,  y una solución, no muy católica, como diría mi profesor de religión, para salir de este mundo. En síntesis: una comedia patética donde se advierte sobre el inevitable colofón de los humanos, especialmente de los masculinos, que logran pasar el medio cupón, por lo menos, de vida útil.
Noche de guardia, pues, cumplió con su compromiso en El Espacio Alterno del Trasnocho Cultural y contabilizó 1.200 espectadores. Los comentarios, del público y de los exiguos críticos que aún quedan, son muy positivos, pululan, y seguramente continuarán cuando se haga la segunda temporada, posiblemente para el año próximo, además de un foro con la participación de público y especialistas.
Gerardo Blanco López, quien ha escrito y escenificado no menos de 19 obras, comenta que su Noche de guardia es un reclamo a lo injusto y terrible de la vejez, un canto a la amistad, una lucha por el derecho a decidir por nosotros, un recuento de lo vivido y la sorpresa al darnos cuenta que la vida siempre nos da motivos para sorprendernos. "Es mi forma de tratar de alejarme inútilmente de lo inevitable, un abrazo cálido a los viejos que nos ha tocado cuidar y que han sido un espejo, un recordatorio de lo próximo. Esta pieza forma parte de una trilogía sobre la ancianidad, que inicié con La cuadrilla (1996), la vejez en pareja; seguida con Nos vemos el miércoles (2017), la vejez a través de la visión femenina, y ahora Noche de guardia (2018), la ancianidad a través del prisma masculino”.
 Noche de guardia, comenta Blanco López, nace al igual que Nos vemos el miércoles de la experiencia vivida durante la gravedad de su madre, de las horas con ella durante su enfermedad y la necesidad de brindar un homenaje a nuestros viejos amados durante sus años dorados. “Esta reciente pieza, creo que es mucho más reflexiva, ahí la risa se entrelaza con la dura realidad de la vejez y la fatal enfermedad de uno de los cuatro amigos que se reúnen una noche para cuidar al afectado, y resulta sorpresiva y al mismo tiempo plantea una serie de dilemas que nos harán reír y reflexionar, esa por lo menos es mi intención y espero que así lo vea nuestra audiencia”.
Considera Blanco López que escribir es un ejercicio de intimidad fascinante, un descubrir imágenes que reclaman su autonomía, las cuales batallan por tener vida propia y con Noche de Guardia no fue la excepción, mucho de lo que hablan esos cuatro viejos, sus personajes protagonistas, tienen que ver con lo vivido, donde no hay nada que no sea común y cotidiano, pero a veces triste y doloroso como echar una mirada a un álbum de fotos viejas. “¿A quién no se le arruga el corazón al revisar las gráficas o las fotografias que nos atestiguan los tiempos vividos? El montaje resultó fascinante, intenso, con turbulencias y temores, como todos los montajes, pero reconfortante y de mucho crecimiento; trabajar con cuatro excelentes actores de gran experiencia, calidad humana y profesionalismo es muy enriquecedor, me siento honrado, un privilegio. Ahí estaban, dándole vida a mis personajes, comediantes como Alejandro Mata, Pedro Durán, Carlos Abbatemarco y Antonio Cuevas. El público, ese temible critico de las mil cabezas, pronunció su veredicto”. 
 Blanco López, que le da gracias a Dios permanentemente por haberle permitido hacer su carrera artística, “en especial a todos esos amigos; actores, técnicos, productores, patrocinantes, que han creído en mí, me han acompañado durante estos 39 años y me han enseñado a vivir el teatro, a entender que es una pasión, una hermosa locura, siempre desde esa casa cálida, que ha sido el grupo Bagazos. Hay que agradecer, dar gracias a tanta gente, mil y más nombres se vienen a mi mente. El último de los sueños logrados tienen su origen en la complicidad con el maestro Salvador Itriago y en la confianza y apoyo de su hija Trina Itriago, La caja Teatral y nuestra escuela de teatro Escénica en el Centro de Artes Integradas, sueños de años ya tangibles, como no agradecerles a todos ellos”.
DOS SUEÑOS HUMANOS
 Blanco López, con varias décadas en las lides teatrales, reconoce que su profesión es una travesía de aciertos y desaciertos. “Me siento feliz y agradecido por todo lo que he recibido del teatro, pero satisfecho no, siempre podemos hacer más”. Y así lo demuestra, brillantemente, con su decimonovena pieza Noche de guardia, un texto corto que en escena alcanza cómodamente los 60 minutos, donde advierte, en claves características de la llamadas comedias negras o esa comedias sobre aspectos no festivos de la vida, como el inevitable final del camino de los humanos, especialmente de los hombres, que logran pasar el medio cupón, por lo menos.
Noche de guardia es la historia de cuatro viejos quienes deciden que uno de ellos no vivirá más y planifican  ayudarlo a bien morir, porque un cáncer  terminal (de origen prostático) lo ha dejado inútil, tanto que no puede realizar sus taras higiénicas intimas, además de otras complicaciones. Ante un eventual suicidio del enfermo, ellos traman eliminarlo con una sobredosis de morfina. Tarea que hacen. Eutanasia o como se llame es lo que pone fin, por ahora, a uno de ese grupete de ancianos amigos, Alfonzo en este caso, encarnado por ese señor de la actuación que es Antonio Cuevas.
Noche de guardia es otra pulcra producción de su grupo Bagazos, con cuatro actores sobre los 60 años o cercanos a tan concreta barrera, quienes materializan, de gran manera,  sus peculiares personajes y lograr plasmar en la escena sus  reclamos  ante lo injusto y terrible de la vejez, con un especie de canto coral a la amistad, estremecedora y hermosa  invitación para luchar por el derecho a decidir, al tiempo que hacen  un recuento de lo vivido y  entonan un cántico final quizás, al darse cuenta que la vida siempre nos dará motivos para sorprendernos y para desear que no todo termine ahí. Quizás sea la moraleja, nos atrevemos a puntualizar.
El montaje resultó fascinante, intenso, con turbulencias y temores, pero reconfortante y de mucho crecimiento profesional y artístico, porque hay una entrega total de esos excelentes actores, de indudable calidad humana y depurado profesionalismo. Nada fácil es hacer de viejo y convencer y ahí ellos no solo lo demuestran.
Mientras llega la cura para la vejez ,capaz además de detener la muerte de los seres humanos, dos grandes sueños en estos momentos, los teatreros (con los dramaturgos a la cabeza  y entre  ellos Blanco López) hacen espectáculos para advertirles a sus públicos de las vicisitudes de esas nada fáciles etapas de la vida, aunque actualmente la ciencia al tiempo que busca otros mundos y fabrica armas capaces de desaparecer a la vida misma, también persigue la eterna juventud y por ende la perpetuidad de la raza humana.


miércoles, agosto 08, 2018

Shakespeare para dos mil habitantes de Caracas

El teatro es vida y por eso no se puede detener.

  Superado un incidente que afectó a un valioso actor, Medida por medida,  una de las obras  más personales  de William Shakespeare,  que  denuncia el abuso  sobre las mujeres, en una versión escénica de Federico Pacanins, dirigida por José Tomás Angola Heredia, se presentará  en cuatro únicas  funciones,  los días  25 y 26 de agosto,  1 y 2 de septiembre, a las 11  am,  en la Sala de Teatro de la Asociación Cultural Humboldt, ubicada en la avenida Los Próceres, cruce con Avenida Juan Germán Roscio de San Bernardino. Se espera que los teatros maníacos caraqueños desafíen todos los obstáculos posibles y acudan a las   funciones que se presentarán en el exquisito teatro de San Bernardino, gracias al maravilloso equipo humano que ha organizado y dirigido José Tomás Angola Heredia, quien aquí cuenta porque espera que Caracas le responda.
¿Por qué Shakespeare? ¿Qué hizo con la versión en español y acaso la venezolanizó?
Es necesario volver de cuando en cuando la vista hacia los clásicos para entender nuestra esencia. La obra de Shakespeare mantiene una vigencia incuestionable. Sus textos desentrañan la condición humana con tanta poesía y honestidad que nos revelan lo que ha sido constante en nuestro espíritu a través de los tiempos. En Venezuela hoy en día solemos hacer pocos clásicos, y cuando se representan casi siempre son adaptaciones contemporáneas, o versiones muy compactadas. Eso se debe a tres razones: la primera es que el espectador venezolano ha perdido la costumbre de presenciar obras de cinco actos y tres horas. La otra es que nuestras escuelas no están preparando talentos para el teatro clásico, ni en la actuación ni en la dirección. El teatro del siglo de oro, las obras en verso o del teatro isabelino tienen sus demandas, necesidades y exigencias cuando se quieren acometer tal y como fueron escritas. No se trata tampoco de hacer un montaje arqueológico, pero el actor y el director que asumen Shakespeare deben tener una capacidad de lectura, comprensión e interpretación que no se les solicita normalmente para textos modernos. De allí lo difícil de reunir un elenco preparado para hacerlo en su forma original. Finalmente producir las obras de Shakespeare, si se quiere hacer tal como se concibieron, ameritan de una importante inversión económica que no siempre se recuperará. Hablamos de elencos muy grandes, con largos procesos de ensayo (en nuestro caso 4 meses). Diseños y realización de vestuarios, escenografía, iluminación, utilería. Tenemos por ejemplo en esta producción látigos antiguos que debimos mandar a fabricar, espadas y estoques, botas de cuero, todos los guantes, etc. Es de verdad un esfuerzo mayúsculo financiero, y estando Venezuela como lo está, viviendo su peor crisis histórica, muy pocos están dispuestos a lanzarse en esta cruzada por el teatro clásico de arte.
La decisión de hacer Medida por medida fue de nuestro productor ejecutivo y autor de la versión escénica, Federico Pacanins. Federico es un hombre no solo de la música y el teatro, lo es del arte integralmente. Por su formación académica, es abogado, le interesaba sobre manera el tema de la justicia. En Medida por medida el meollo dramático versa sobre la imposibilidad de que la justicia humana pueda alcanzar eso que llamamos la verdad. La hipocresía, la falsedad, en cuanto hablamos de las pasiones y la moral, nos hace muy débiles para juzgar en otros, delitos a los que somos propensos por nuestra esencia carnal. Esta obra le apasionaba desde hacía años, tanto que enfrentó su versión escénica manteniendo un gran rigor. La obra sigue teniendo sus cinco actos, dura 2 horas y media, con un intermedio de 10 minutos. Pero atendiendo muy de cerca la lectura crítica que de ella hizo el poeta W. H. Auden, propone unos afeites menores y de estilo, en donde suprime ciertas reiteraciones de trama, muy de Shakespeare para que los espectadores de su época no se perdieran, y esto agiliza el ritmo sin sacrificar trama. También sirvió de catalizador entre las muchas traducciones de que se valió. Como sabemos las traducciones de Shakespeare son en sí mismas nuevas obras. Es imposible mantener y recrear en español la belleza plástica y la melodía de los versos yámbicos en inglés. Entonces Pacanins, afinando su oído de melómano ensambló las mejores traducciones y las más cercanas al espíritu original de la obra, modulándolas y atemperándolas a nuestro presente.  Esto no significa, sin embargo, que los diálogos se hayan "venezolanizados", simplemente plantea una lectura más casual y comprensible, sin desantender la poesía y la musicalidad. Creo que Federico logró un trabajo muy exacto a lo que Shakespeare originalmente escribió.
 ¿Por qué tan pocas funciones?
Tendremos 6 funciones en el teatro de la Asociación Humboldt en San Bernardino. El público venezolano, al no tener ese tipo de oferta cultural en los últimos años, perdió la costumbre de ver y disfrutar teatro clásico. Así que su cantidad mermó. Eso pasó también con la ópera. Luego de haber sido un país con una estupenda y variada programación lírica, su reducción hizo que el auditorio se constriñera. Para ver teatro clásico (y ópera) hay que disponerse emocional e intelectualmente. Hay que resonar con la palabra y la acción dramática desde un tempo que ya no es el del vértigo actual. Con un aforo para 300 espectadores, esas seis funciones significarían casi 2.000 espectadores. Me llevaría una gratísima sorpresa si esas funciones se abarrotan. Eso hablaría de un público sediento de arte. De paso debo aclarar que aunque el teatro clásico tiene sus convenciones, el espectador no irá a ver una obra de museo. Hay ciertas licencias que nos hemos tomado en aras de darle colorido y fuerza al espectáculo. Por ejemplo, como es común en mis obras, la puesta incluye el manejo del mapping y el video de una manera diegética. Es decir, como parte del discurso. No se verá el video como efecto sino que su uso se mixtura con la luz teatral. A veces no sabremos si lo que vemos es un reflector o una proyección digital. Otro recurso que le da mucha fuerza a la puesta es el manejo de la música, con la presencia intermitente de un guitarrista/cantante, que en la vera tradicional del trovador, nos lleva sonoramente por emociones, espacios y situaciones.
La otra razón por la que tendremos solo 6 funciones es que al ser un espectáculo complejo en su montaje, la Sala de la Asociación Humboldt queda ese tiempo amarrada solo a nuestra producción. Es imposible entre semana levantar la escenografía para permitir otros eventos. Eso era algo muy común en otras épocas cuando agrupaciones como Rajatabla, Theja o el Nuevo Grupo hacían grandes despliegues escenográficos. El teatro, como es lo lógico, quedaba exclusivamente para ese montaje. Hoy por la imposición grosera de la taquilla, se exigen escenografías pret-a-porte, móviles, de poquísimos elemento en casi todas las salas para que ocurran tres y cuatro obras el mismo día. Eso pude funcionar con cierto tipo de teatro, pero no para nosotros. La Humboldt realmente está abogando por un teatro de arte y de calidad, por eso dispone de esas tres semanas para esta aventura. Los otros días ya tienen actividades programadas.
¿Costos de producción?
No manejo la parte ejecutiva de la producción. La cabeza ahí es Federico Pacanins. Pero con él establecí un diálogo de artista a artista, y Federico ha comprendido las necesidades para ciertas inversiones que pueden lucir grandes ahora, pero que sin embargo redundan en calidad. Una de esas inversiones en la que no se escatimó fue en el elenco. Logramos reunir un grupo de actores de primer orden. Artistas talentosos, entrenados en teatro clásico, con recursos técnicos enormes. Me siento muy orgulloso de dirigirlos. Nombres que les serán muy conocidos porque representan lo mejor de nuestro teatro: Antonio Delli, Sandra Yajure, Gerardo Soto, Ignacio Marchena, Salvador Pérez Castro, José Antonio Barrios, Andrea Miartus, Brixio Bell, Zair Mora, Edgar Sibada, Federico Moleiro, Rafael Gorrochotegui, Silvia de Abreu, Andrés Sierra y Juan Carlos Grisal, gran músico en el rol del trovador.
Con ellos un equipo técnico al que solo puedo agradecerles el empeño y la dedicación. El vestuario es obra de la talentosa Fabiola Neri con la gran ayuda de Elizabeth Yrausquín, la iluminación es de un colaborador habitual y estupendo profesional. Manuel Troconis, el diseño y la realización escenográfica de un maestro de maestros, Freddy Belisario, Multimedia y mapping uno de los mejores en su campo en Venezuela, José Martínez. Todos bajo la batuta de un gran productor, un señor del teatro, con 40 años en el medio, Carlos SIlva.
También debo agradecer a la Asociación Humboldt quienes apostando con gran vocación por la cultura en Venezuela, coproducen esta obra, y nos permiten que la entrada tenga un costo muy solidario. Menos que un café servido en barra. Esto para que la entrada no sea un obstáculo para los espectadores que están padeciendo la brutal situación que todos sufrimos.
¿Por qué no monta sus textos?
Este año, dadas las dificultades económicas, en mi grupo, La Máquina Teatro, decidimos enfocarnos en una sola producción que resultó un gran éxito de crítica, "Ningún hombre es una isla". Es una pieza de mi autoría que ya tuvo su estreno y primera temporada a principios de año, y que regresa con un remontaje en septiembre, también en la Sala Humboldt. Es una obra compleja técnicamente, demandante en lo actoral, y extenuante en la producción. Haremos una nueva temporada corta pues allí asumo de actor, director y autor. Es una tarea muy ambiciosa para la que debo prepararme anímica y físicamente. Pero ha sido una experiencia muy reconfortante. Lo que había presentado antes en Venezuela de mi autoría habían sido los monólogos del ciclo "Matria" que hice en el Ateneo de Caracas con un elenco de lujo: Aura Rivas, Catherina Cardozo, Claudia Nieto y Neo Rodríguez. Todo lo demás lo había estrenado en Estados Unidos, de la mano de amigos venezolanos allá como Luis Carreño y Otto Rodríguez. Rebeca Alemán mostró interés en llevar a Chicago Ningún hombre es una isla  en inglés. Estamos aún en el asunto de la traducción. Soy quizá demasiado crítico conmigo mismo. Mis procesos creativos son lentos, muy pensados, y me gusta tener el control y manejar cada detalle. Es posible que no sea la mejor manera de llevar en Venezuela el tema de la creación, donde todo es tan acelerado e inmediato. Pero no tengo apuro. Trabajando así en 27 años de teatro profesional he logrado estrenar 20 obras mías en Venezuela, Estados Unidos, España y México, publicar varios volúmenes de teatro en Venezuela y España, ganar uno que otro premio, y recibir elogiosas y también duras críticas. Andamos, andamos y eso es lo que cuenta.
¿Qué estrategias tienes para la promoción teniendo en cuenta los tiempos y los horarios? 
Obviamente la cartelera teatral en Venezuela es un asunto muy enrevesado y complicado. Las funciones más tarde empiezan a las 7 de la noche. La gente le da miedo, con razón, circular en la calle después de las 8 de la noche. Por ello para una obra con esta duración hemos decidido experimentar una opción novedosa. Entendiendo un poco al público de la música sinfónica, habitual de conciertos de casi dos horas, haremos funciones solo los sábados y domingos a las 11 am. A mí en lo personal el horario me encanta. Tus sentidos están alertas pero no tienes el apuro de la hora por la inseguridad, ni la preocupación de la noche. Es fin de semana, buen momento para dedicarlo al esparcimiento pero también a la reflexión y la emoción. Shakespeare no es teatro solo para distraer. Cumple con esa responsabilidad, pero no es la principal. El arte entretiene sí, pero nos hace pensar y sentir aún después de terminada la función. Y nos debe transformar. Allí quizá esté la única forma de diferenciar lo que es entretenimiento y lo que es arte. Si al salir de una obra de teatro usted es distinto, tiene otra visión o es mejor, acaba de estar frente a una obra de arte.
Con la promoción también estamos viviendo un tiempo de cambio radical. Como el gobierno desnaturalizó a los medios de comunicación masivos, los espacios para la cultura se volvieron las esquinas y sótanos de esos medios. Iremos a los lugares donde aún resisten los valientes creyentes en el arte, pero estamos también desplegando campañas por medios digitales y redes sociales buscando alcanzar y motivar a los espectadores.
Los espacios de la Asociación Cultural Humboldt en San Bernardino, al lado del Ávila, son magníficos. Una de las mejores salas con que cuenta Caracas, obra del genio arquitectónico de Dirk Bornhorst . Estacionamiento, cafetín, vigilancia. No ir es perder una oportunidad de ser feliz.  

lunes, agosto 06, 2018

El juego de Mariela Romero continúa

El teatro copía a la vida,como diría Mariela Romero.
Nunca dejaremos de reseñar que  la hiperkinética y pequeña hija de Rosalía Romero, jamás sospechó como su obra El juego, premiada en un concurso del Ministerio de Justicia, del año 1976, tendría larga y positiva vida en los escenarios venezolanos y del mundo. Nos referimos a Mariela (Ibarra) Romero, nacida en Caracas hacia 1949, quien con experiencia y talento logró crear un estilo que la caracteriza, al reflejar, en buena parte de sus argumentos teatrales, relaciones más que temas y personajes más que situaciones.
Y citamos a Mariela Romero porque ha permitido que el Taller Nacional de Teatro de la Fundación Rajatabla (Carlos Gimenez, 28 de febrero de 1971) como parte de su promoción XXVIII montará El juego, precisamente una de sus piezas más emblemáticas, capaz de llevar al público a una especie de recorrido por una montaña rusa de emociones. Y mostrar así, bajo la dirección general de Jennifer Morales, como Fabiola Ferrer (Ana II) y María Teresa Molina (Ana I) logran encarnar a los personajes de las pequeñas Anas, a quienes un despiadado adulto mayor las tiene encerradas en un asqueroso potrero. Otra vez más: la explotación de los seres humanos por la acción de un desalmado se muestra desde un escenario como para que nadie lo olvide.
Sin reconocerse a sí mismas, Ana 1 y Anna II viven, en cuerpos y almas, inmersas en la indigencia; atormentadas por la miseria, el hambre y la explotación de un malvado hombre, sus mentes precoces luchan para sobrellevar la agonía de la cotidianidad con juegos que reflejan su día a día, especialmente cuando salen a las calles a trabajar para él. Dos esclavas en el mundo de la posmodernidad en una ciudad imaginaria, pero que tiene varios perfiles semejantes a Caracas. Este teatro mantiene su vigencia. Se trata de un melodrama sobre un dueto de indigentes que luchan para sobrevivir en medio de una sociedad que los excluye o persigue. Ahí se materializan a las desposeídas Ana I y Ana II ¡El teatro copia crudas y jamás superadas realidades!
Este montaje, muy cuidado y limitado en su planta de movimientos por el espacio escénico, y apuntalado además en la dirección de actores (Andreina Bustamante), demuestra un intenso y laborioso trabajo de la directora Jennifer hasta obtener un producto de calidad artística, conseguido con mínimos recursos. Es notable la aparición de estas jóvenes comediantes, María y Fabiola, quienes demuestran ya su sólido proceso de capacitación, adelantado en diferentes instituciones caraqueñas y especialmente en Rajatabla, quienes ahora saldrán al mercado de trabajo artístico,porque para ello han estudiado y trabajado.
Hay que recordar que Mariela Romero (su nombre artístico) inició su carrera artística como actriz en el grupo Bohemio, tras egresar de la Escuela de Arte Dramático del Ateneo de Caracas. Hoy por hoy es una dramaturga célebre y además afamada escritora de telenovelas. También ha realizado numerosas adaptaciones y versiones de los clásicos, lo cual le ha permitido escudriñar los secretos de la estructura dramática. Pero es más conocida internacionalmente en estos tiempos por sus telenovelas, unas 50, entre adaptaciones y plausibles creaciones.
El juego, estrenada el 23 de julio de 1976 por el director Armando Gota para el grupo Rajatabla, con la participación de la autora encarnando a una de las protagonistas de esa trama- está nuevamente en la cartelera caraqueña, específicamente en la sala de la Fundación Rajatabla para recontar la historia de dos féminas, y quienes además comparten la miseria y la represión impuesta por una figura masculina que las obliga a trabajar para él. La acción dramática se desarrolla en una habitación arruinada y donde la pareja se entrega a un juego de poderes para matar el tedio en que viven y mientras esperan al cruel amo que vendrá a regañarlas y abusar de ellas, crean situaciones, las actúan, y llegan hasta pensar que son reales. Las Anas hacen una especie de teatro dentro del mismo teatro, recurso que les permite revelar, a través de diferentes caracterizaciones, la intensidad de la relación de dependencia entre ellas. Juzgamos que las actuaciones están en el punto exacto de esa verdad que debe brotar siempre de un escenario donde hay un texto perfecto y correctamente escenificado.
Una vez más, Mariela Romero reitera como la debilidad del oprimido radica en ser opresor de otro tan dominado como él. El juego del poder siempre tiene un perdedor y en El juego  también. Debutó como autora teatral hacia 1967 con Algo alrededor del espejo, pero es durante 1976 cuando irrumpe con El juego. Tiene otros textos como Este mudo circoEl juego de los vampirosEl cáncer es curable no lo malgasteEl vendedor y Esperando al italiano (dos de sus éxitos de taquilla), además de El regreso del Rey Lear. Pero en todas esas piezas reitera las constantes que la caracterizan: el mundo femenino en lucha contra complejos contextos machistas y los conflictos socioeconómicos donde están envueltas sus heroínas o antiheroínas. Tiene esas banderas y no las ha quemado.
La dramaturga Mariela Romero lleva más de dos décadas en Florida, Estados Unidos de América, y nunca ha dejado de escribir telenovelas y comedias exitosas para abrillantar su nombre artístico y estar a tono con la estirpe de su inolvidable tío, el legendario músico Aldemaro Romero, nos contó que su teatro ha revivido en Miami.