Shakespeare a la venezolana y con calidad. |
Sentado en el
regazo de mamá vi mi primer espectáculo teatral. Habíamos huido desde Palmira
porque se peleó con su marido. Resolvieron sus problemas; él era un buen hombre,
se casaron después y a lo largo de más de medio siglo criaron y educaron -además
de mí- siete varones, y una hembrita, a quien bautizaron Laura, como ella. Años
después, al comenzar mi adolescencia, le pedí a mi madre que ampliara los
detalles de aquella ceremonia con música y actores que habíamos visto en el
teatro Colón de Bogotá, durante los años 50; era una opereta sobre Genoveva de
Brabante, casta esposa vilipendiada por un canalla mayordomo. Aquello me gustó
por todo lo que ella dijo y me marcó para siempre: la lucha por las mujeres y
todos los demás seres desvalidos o perseguidos injustamente.
Mi hermana Laura
me llamó el sábado 25 de agosto, a las 7:43 AM, para darme la fatal noticia.
Mamá había muerto, a sus 93 años, tras una larga enfermedad, en Nueva York, a donde
no pude viajar para estar algunas horas a su lado, porque no hubo visa
disponible. ¿El teatro nutre a la vida o la vida se nutre del teatro?
Registro esto
tan íntimo y personal porque ese pasado sábado, ahora inolvidable por la definitiva
ausencia de mamá Laura, después de las 11 AM, fui a ver el montaje Medida por medida, una pulcra versión de Federico Pacanins,
productor ejecutivo además, dirigida muy bien por José Tomás Angola y actuada
ejemplarmente por Antonio
Delli como el Duque, Sandra Yajure era Isabella,
la hermana de Claudio, Gerardo Soto como el Gobernador de Viena, Ignacio Marchena,
José Antonio Barrios, Rafael Gorrotochegui, Brixio Bell, Salvador
Pérez Castro, Andrea Miartus, Silvia de Abreu, Andrés Sierra, Edgar Sibada, Zahir Mora,
Federico Moleiro. Y como el correctísimo trovador,
Juan Carlos Grisal.
Pero este
montaje no habría podido llegar a puerto seguro si además de la cuidadosa
dirección de los actores, adelantada por Angola Heredia, no contara con un bien sincronizado equipo técnico
que trabajó con empeño y dedicación, como lo hizo la talentosa Fabiola Neri con
la ayuda de Elizabeth Yrausquín; con el aporte del estupendo profesional Manuel Troconis, mientras que el diseño y la realización
escenográfica es otra contribución del maestro Freddy Belisario, y no podía faltar el talento para la multimedia
y el mapping, precisamente de uno de los mejores en Venezuela, como lo es José
Martínez. Todos bajo la batuta de ese gran productor, que es Carlos Silva. Una
producción de fino lujo y depurada calidad profesional. Un ejemplo más para
estos difíciles tiempos.
EL ABUSO CON LAS MUJERES
Medida por medida es una
de las piezas shakepereanas favoritas de Harold Bloom, quien precisamente
durante estos días debe haber revisado todos sus escritos y especialmente la
participación de los personajes femeninos, porque se ha incrementado el interés informativo y social sobre el
abuso hacia las mujeres, desde que Hollywood los visibilizara a través de la campaña #METOO en las redes sociales
y en la entrega de los Globos de Oro, con una gala teñida de negro y convertida
en un espacio para la reivindicación de un trato digno e igualitario bajo el
lema 'Time's Up' , como reseñan los
periódicos españoles, especialmente.
La decisión de hacer Medida por medida en este momento para Venezuela fue del
productor ejecutivo y versionista Federico Pacanins, quien es un hombre no solo
de la música y el teatro, sino que lo es del arte integralmente. Por su
formación académica, es abogado, le interesaba sobre manera el tema de la
justicia. Y ahí ha fijado su posición como intelectual venezolano que se
respeta.
El director Angola Heredia considera que en Medida por medida el meollo dramático
versa sobre la imposibilidad de que la justicia humana pueda alcanzar eso que
llamamos la verdad. La hipocresía, la falsedad, en cuanto hablamos de las
pasiones y la moral, nos hace muy débiles para juzgar en
otros, delitos a los que somos propensos por nuestra esencia carnal. “Esta
obra le apasionaba a Pacanins desde hacía años, tanto que enfrentó su versión
escénica manteniendo un gran rigor. La obra sigue teniendo sus cinco actos,
dura 2 horas y media, con un intermedio de 10 minutos. Pero atendiendo muy de
cerca la lectura crítica que de ella hizo el poeta W. H. Auden, propone unos
afeites menores y de estilo, en donde suprime ciertas reiteraciones de trama,
muy de Shakespeare para que los espectadores de su época no se perdieran, y esto
agiliza el ritmo sin sacrificar trama. También sirvió de catalizador entre las
muchas traducciones de que se valió. Como sabemos las traducciones de
Shakespeare son en sí mismas nuevas obras. Es imposible mantener y recrear en
español la belleza plástica y la melodía de los versos yámbicos en inglés”.
Entonces el versionista Pacanins, afinando su
oído de melómano ensambló las mejores traducciones y las más cercanas al
espíritu original de la obra, modulándolas y atemperándolas a nuestro
presente. Esto no significa, sin embargo, que los diálogos se hayan
"venezolanizados", simplemente plantea una lectura más casual y
comprensible, sin desantender la poesía y la musicalidad. Creemos que Pacanins
logró un trabajo muy cercano a lo que Shakespeare originalmente escribió,
apunta Angola Heredia y nosotros reiteramos.
Nosotros disfrutamos como nunca por la limpieza del texto, por
la sencillez de la puesta en escena y la fluidez del cuento teatral, sin
importar la extensión del tiempo escénico. Algo que no es frecuente en nuestro
actual teatro exprés, que se está haciendo a pesar de todo. ¡Bravo!
No hay que olvidar que hacia el año 1603, William Shakespeare
escribió Medida por medida, donde
cuenta la historia de Isabella, una joven que intenta salvar a su hermano
del castigo de la justicia cristiana, condenado a muerte por haber
fornicado con su novia y haberla dejado embarazada, pese a que ambos desean
casarse.
En su intento por detener la ejecución, Isabella se encontrará
con los envites del poder, con la corrupción moral y política, viéndose
reducida a una mera mercancía en trueque, ya que, alternando la comedia
con el drama, constituye una clara denuncia de la hipocresía social y
del abuso sobre la condición femenina. La máxima autoridad, el Duque de
Viena, se va de vacaciones para probar a su más severo empleado y segundón,
Angelo, quien turbado por la belleza, la inteligencia y la inocencia de la
joven, trata de hacerle ceder su virtud a cambio de la vida de su hermano.
Y no será el único, porque también el Duque, cual el Califa de Bagdad,
pero ahora convertido en monje cristiano, regresa e inicia un cortejo de
seducción en donde la voluntad de la fémina queda totalmente olvidada.
Para el especialista Bloom esta Medida por medida es una reflexión sobre la justicia y por su título
hace referencia a la hebrea ley del Talión. Ahí se propone una reflexión sobre la
conveniencia de aplicar la ley de modo estricto o racional, y también hace un
repaso crítico a los males de las sociedades ejemplificándolo con las
relaciones entre sexo y poder .Y es una obra por y favor de los mujeres, no
queda duda alguna.
Medida por medida fue estrenada
en Venezuela en 1980, en la Sala Alberto de Paz y Mateos, de la mano de Antonio
Constante y el Nuevo Grupo. La versión estrenada en ese entonces, bajo la firma
de Charles Marowitz, autor, crítico y director de teatro norteamericano, muchos
años vinculados a Peter Brook y a la Royal Shakespeare
Company. Su adaptación de Medida
por medida, dicho por el propio Marowitz, pretendía cambiar el sentido de
la obra. Se concentraba en la agresión sexual sobre Isabela y sus implicaciones
morales para la justicia.
El espectáculo Medida por Medida ¡más feminista no podía
escribirlo ni hacerlo el mismo Shakespeare! , se presenta en el teatro de la Asociación Cultural Alexander
Humboldt, en San Bernardino, durante dos fines de semana más.