miércoles, noviembre 28, 2018

Teatro tenaz de la mujer


Maigualida Gamero no ha llegado todavía a los 50 años pero ya es una importante artista activista del teatro venezolano. A ella le preguntamos:
¿Por qué hay pocas mujeres en el teatro venezolano entregadas a la promoción y dirección, entre otras actividades? 
Esta pregunta me parece muy interesante, me recuerda que durante el 2015 viajé a Mérida, Yucatán, México a representar a Venezuela en el I Encuentro de la Mujer en la Escena Latinoamericana, fui la única invitada por Venezuela, y mi ponencia la sacaron en un libro junto a las demás. Allí yo rescato la labor de, por ejemplo, Jorgita Rodríguez, Karla Fermín, Karin Valecillos, entre otras mujeres que damos el 100% con pasión por el arte; pero también digo que lo que se conoce afuera es la obra de los hombres actores, directores, gestores… Pero es el momento de la mujer nuevamente.
¿Qué pasa con la mujer en el teatro venezolano?
En el teatro caraqueño el papel de la mujer se ha visto repotenciado en el área de la producción teatral, así como nuevas directoras y escritoras. Sin embargo, creo que uno de los problemas ha sido el de no poder publicar textos en físico. La difusión se ha hecho mucho más a autores masculinos, según mi punto de vista. Desde la Producción y la Gestión teatral comercial encontramos a Jorgita Rodríguez. En el área pública o del Estado a Ingrid Ross. A Sofía Mirabal, en el área independiente y a Karla Fermín. El teatro desde la mujer caraqueña es un teatro tenaz, guerrero, luchador. Un teatro que lucha por obtener su espacio. Es un trabajo de hormiguita donde hay que ganarse el respeto a punta de perseverancia, es así como particularmente veo y trabajo por este sueño de hacer ciudades más creativas.  Hacer ciudadanos y no solo habitantes de un espacio. Sueño con ciudadanos que vivan y construyan ciudadanía.
¿Hay misoginia en el teatro venezolano?
Yo creo que no. Simplemente pienso que las mismas mujeres debemos darnos la visibilidad que pedimos. Hay muchas mujeres productoras, escritoras diseñadoras y directoras, buenas, creativas, solo que no le hemos dado la difusión necesaria, pero eso es un asunto de cada quien, el de hacerse visible.  Yo no he sentido misoginia cuando he ido a solicitar apoyo para mis eventos, han sido más las veces de actitud abierta, apoyo, que los reveses, aunque sí me han cerrado puertas, pero donde una puerta se cierra... hay otras que se abren.  Y mi agrupación Festea es un ejemplo de ello. Son 15 años dando ese encuentro, el cual que me ha permitido traer grupos foráneos tanto del exterior como del interior. 
¿En cuál de ellas se siente mejor?
Me encanta la planificación de eventos culturales, la creación de escenarios de encuentro, Festea es un ejemplo de ello. Lo que nosotros en Pathmon Producciones llamamos la Gerencia Teatral creativa. La Producción me gusta mucho. La Dirección escénica me tienta siempre y la ejerzo con pasión, la Actuación me permite ejercitarme como decía Artaud "como una atleta de los sentimientos", para conmover. 
¿Qué ha pasado con usted durante este año?
El 2018 me trajo el viajar a Estados Unidos por primera vez. Visitar Miami fue un logro al participar en el Festival del Monólogo Latinoamericano "A una sola voz", organizado por Havanafama Teatro.  Representar a Venezuela con un texto del venezolano Jan Thomas Mora del cual he dirigido algunas de sus obras y actuado en ellas. La obra que llevé fue La Taconera, dirigida por Carlos Del Castillo. Ha sido un reto porque es mi tercer monólogo; también llevé La madre Pasota, de Darío Fo, el cual llevo 14 años haciéndolo.  Lo más significativo fue la autogestión para el viaje, lo hago porque me gusta, me apasiona, pero qué bonito sería que nuestro ente oficial cultural nos diera apoyo a todos los artistas que vayamos a representar al país ese sería un verdadero cambio. A nivel nacional el haber realizado la edición número 15 del Festea fue un esfuerzo titánico en un año sumamente difícil; prácticamente sin dinero; solo con el apoyo de unos cuantos... pero salimos adelante, los participantes siguen apoyando nuestro evento y eso simplemente se agradece. También presentamos nuestro montaje de Federico y Dióscoro, en el Festival de Teatro de Caracas, un texto del español Rubén Buren. Ha sido un año de menos producciones, más de realizar Talleres. Además el 2018 me trajo a nivel escénico y académico ingresar a la Escuela César Rengifo como Docente de Actuación 3, Historia comparada de las artes y Escritura creativa, una nueva etapa en la Escuela en la que me formé como actriz. 
¿Profundizará lo que hay para el año entrante?
Proyecto Festea Escuela continuará con el Festival Teatral de Autor que, como iniciativa de mi agrupación Pathmon Producciones, le dedicamos la pasión por crear sueños para representarlos. Somos una iniciativa particular que recibe apoyos mixtos. Somos un evento de conciliación, de verdadero desarrollo y apoyo a los jóvenes creadores. Por ello el enfoque cambiará...este año ha servido para reflexionar sobre muchas cosas. También pensamos llevar a escena un nuevo texto del español Buren y la planificación de alguna gira internacional. Se vive y se sueña o se sueña y se vive.


lunes, noviembre 26, 2018

Venezuela presente en el teatro de Pablo García Gámez

Otro autor que piensa en su país.

Pablo García Gámez no se duerme en los laureles, que en este caso serían los dólares que se gana con su trabajo artístico en Nueva York, donde vive desde hace ya un cuarto de siglo. El estreno y la temporada de premiada pieza Oscuro, de noche, la más reciente producción de la Compañía Nacional de Teatro, lo ha revitalizado ante el público venezolano. Por eso lo entrevistamos.
¿Te hemos notado muy activo en estos días?
He estado activo en teatro, pero no con la intensidad que quisiera.  Después de dirigir Cariaquito Morao en Nueva York y de ver las funciones de Oscuro, de noche en Caracas, tuve que centrarme en las clases de español que doy en York College (CUNY) y concentrarme con la tesis que debo defender a comienzos de 2019; paso el día dando clases, preparando la lección siguiente, corrigiendo exámenes, tareas.  Fuera de eso, el grupo Harlem 9 publicó 48Hours… in The Bronx, antología de las dos experiencias de esta actividad con autores latinos en la que participé a comienzos de año; escribí Eclipse Total en G.T.s. de 10 minutos en 10 horas para estrenarla al día siguiente de la entrega en Pregones y el Teatro Rodante Puertorriqueño.  Ver la obra publicada fue una grata sorpresa. 
¿Qué nueva obra hay para montar?
Al momento, no tengo nada pautado para realizar en Nueva York.  Siempre digo eso a fin de año y después paso el año metido en varios proyectos a la vez. Los proyectos concretos los tengo en Caracas y en Madrid. Para la escena caraqueña van dos monólogos: Taller de Actuación Espina, con Francis Rueda bajo la dirección de Oscar Acosta, que se estrena en la Sala Experimental del Celarg el 8 de marzo 2019, Día Internacional de la Mujer.  Demás está decirte la contentura que me da ese proyecto porque Oscar es un teatrero que respeto por su talento, saberes y verticalidad; a Francis la admiro hace décadas: es una actriz de inmensas posibilidades que se entrega de lleno a los retos que asume.  Es un trabajo en el que Francis interpreta a una maestra que, al ofrecer una utopía para sobrevivir a la rutina, crea situaciones completamente neuróticas.
El segundo monólogo es Cheily: princesa de Catia, cuyo estreno está pautado en abril 2019.  En él trabaja Annie Ferrer, actriz que conocí hace unos años; Annie vive empecinada en aprender diversos códigos, experimentar en escena y además tiene gran potencial.  La dirección está a cargo de un viejo amigo: Maenys Pérez Rojas, teatrero underground cuyas propuestas se orientan por el rigor y el trabajo artesanal para brindar lecturas alternas, lo que redunda en beneficio del sueño Cheily: encontrar su príncipe catire.
 Está el proyecto Juego a ser realizado en Madrid.  La producción está a cargo de Globo Teatro de Luis Garván.  Es un proyecto en el que confluyen grupos migratorios de diversas regiones del mundo y las respuestas que reciben en los espacios donde buscan protección.  A Luis agradezco haberme invitado a participar junto a los autores Pepe Domínguez, César Eduardo Rojas y Alfonso Pindado. Hemos intercambiado borradores y el asunto es ambicioso porque las historias constantemente se cruzan.  La pieza que desarrollo para el proyecto, Busca-la-vida está bastante adelantada.
¿Qué haces en este invierno 2018?
El invierno, además de pasar frío, será para la tesis.  Tengo la energía concentrada en finalizar ese proyecto. 
¿No preguntas por lo que acá se cocina en los escenarios? 
Mira, sigo de cerca lo que por allá se hace.  Escribir implica curiosidad. Cuando puedo, entro a las redes sociales.  Me gusta ver imágenes de los diferentes montajes, hay fotos impactantes.  También reviso los títulos de la cartelera, comentarios, críticas para tener idea de qué se representa y por qué: por qué determinada obra, qué cosas puede sugerir al espectador, qué impacto puede tener en él.  Ello me lleva a tener una idea del país a partir del teatro. Ese país está conmigo.

domingo, noviembre 25, 2018

"Baño de damas" cierra temporada 2018 de la CNT

Un texto muy actualizado, el cual se presentó en varias capitales del interior del país.

 No ha sido fácil para  todos los artistas criollos hacer su teatro por múltiples razones, pero quienes sí lograron conciliar el talento con el capital y el indispensable talento creativo sí pueden ir haciendo sus justos balances,  tal es el caso de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), la cual escenificó varios textos de autores venezolanos, tal es el caso de Baño de damas, emblemática pieza de Rodolfo Santana la cual ahora cierra la temporada 2018,en la sala Alberto de Paz y Mateos, con ocho funciones del 6 al 16 de diciembre, de jueves a domingo, a las 4PM.
BREVE HISTORIA
A 31 años del estreno de Baño de damas en la sala Anna Julia Rojas, del otrora Ateneo de Caracas, logrado con gran éxito de público por el creativo y “guerrero” Ibrahim Guerra, y a cinco lustros de la huida del fundador y líder estético del grupo Rajatabla, Carlos Gimenez, el director Aníbal Grunn realizó una ejemplar versión escénica del célebre texto de  Santana e hizo  una bonita temporada en el teatro Alberto de Paz y Mateos como parte de  la programación 2018 de la Compañía Nacional de Teatro, institución productora que ahora  comanda Carlos Arroyo.
Para este montaje de Baño de damas, el tercero que se logra después de que también la presentara Gerardo Blanco en la otrora sala ateneísta durante la temporada 2002, el vestuario y la escenografía son creación de Hector Becerra y participa un sólido elenco de profesionales integrado por Aura Rivas, Jean Manuel Pérez, Citlaly Godoy, María Brito, Dora Farías, Livia Méndez, Marcela Lunar, Marxlenin Cipriani, Francis Rueda, Kala Fuenmayor, Verónica Arellano, Randimar Guevara y Gustavo Meléndez, todos iluminados por el sociólogo Alfredo Caldera.
Para este montaje que  se ambienta en el supuesto foyer del lujoso baño de una discoteca caraqueña y que  está en el otrora  gran “portaaviones” de El Nuevo Grupo,  el director Grunn desechó el  brutal hiperrealismo propuesto por Santana, ya que no quería ni las pocetas ni los lavamanos de los baños tradicionales, y se entregó al estudio y revisión, además de discretas podas, del texto original; porque quería trabajar sobre las historias de las mujeres venezolanas ahí representadas, con ese “mundo maravilloso, complejo y tan actual”.
Cuando descubrió el verdadero conflicto de la que sería su versión, ambientado en un local de la Caracas contemporánea, se dio cuenta de lo que pedía Santana, hacia donde apuntaba sus baterías. Se trataba de una obra coral, donde todas se unen para enfrentar su gran conflicto: el machismo. Y todo el elenco aceptó que se trataba de hacer una comedia no solo para que el público la pasara bien, sino que también reflexionara a partir de las 14 historias personales que ahí se iban a plasmar.
De todo ese trabajo de mesa quedó una sinopsis relativamente simple: una mujer, “de pueblo”, cuida los baños y tiene que atender a su nieta de 15, que lleva tres meses de embarazo ,al tiempo que espera por un informe médico sobre su esposo hospitalizado de emergencia; y todo esto se desarrolla, a lo largo de 70 minutos de tiempo real, donde doce mujeres y dos hombres desocupan sus cuerpos y sus almas de todos los conflictos que les acosan: un marido celoso que golpea a su pareja, una parejita de jovencitas consumidoras de drogas y además lesbianas que son recriminadas por una alegre madre que quiere lo mejor para su hija, una actriz de televisión que disfruta de su fama y de la solidez de su cuerpo, un transexual que trabaja como mesonero en ese local y que sueña someterse a una operación  definitiva en Bogotá, un diputado de la Asamblea Nacional que todo lo resuelve a puñetazos y amenaza a quienes se le opongan con un pistolón, y una mujer que planifica abortar para evitarse mayores problemas en su relación con la pareja que tiene. En fin, un mundo femenino, a la venezolana, en su mayoría entregado a la diversión, pero sin olvidarse que la vida continua después de ese noche de jolgorio.
En síntesis, Baño de damas no es una simple comedia para reírse a costillas de los personajes ahí plasmados, pues ahí están los ejemplos básicos de la violencia de género, las prácticas abortivas, los embarazos no deseados ni planificados por no existir una cultura sexual racional, además de otras “perlas”, como la homofobia y la transfobia. Una temática global que hace 30 años era un asunto cotidiano y que ahora en segunda década del siglo XXI no sufrido mayores alteraciones, salvo que la transexualidad ahora es más aceptada y cuenta con mayores y mejores técnicas para la temible RQS, pero las discriminaciones están a flor de piel, a pesar que la CRBV 1990 impera…pero no se aplica totalmente.
MONTAJE 2018
Santana llegó a la elaboración de este texto porque escuchó una grabación de conversación de unas mujeres   en una discoteca caraqueña y de ahí salió un texto ampuloso, que inicialmente duraba dos horas en escena.
El montaje de Grunn es austero, nada de excesos, los personajes entran y salen al foyer, van a los baños, y vuelven a la rumba, mientras que la cuidadora del baño espera el desenlace fatal de su marido, con más de 30 años de matrimonio, y recrimina la liberalidad sexual de su hija. Muestra una cotidianidad casi kafkiana: unos trabajan y sufren mientras que otros se divierten. La realidad siempre será superior a la ficción teatral, por supuesto, otros dirían que vivimos el mito de Sísifo sin saberlo.
Para Grunn, Baño de damas no es solo una obra de mujeres, definitivamente es una obra feminista, donde los valores, debilidades, inseguridades, contradicciones y luchas están presentes en el escenario. Cree que el universo profundo de ellas, las clases sociales, sus miedos y sus aciertos están representadas en la obra y muchas de esas situaciones no están resueltas. Ellas, las mujeres, y los transexuales y las lesbianas viven y cuando entran al baño, se sienten seguras, unidas, acompañadas, fuertes. El sector masculino está mal representado, es brutal y verosímil pero Santana no tuvo tiempo de maquillarlo.
CODA
 El balance de la CNT para este 2018 que está culminando consta además de tres versiones escénicas de El rompimiento de Rafael Guinand,  y los montajes Develario de Rodolfo Porras y Oscuro, de noche de Pablo García Gámez, sobre los cuales hemos escrito con anterioridad.
Un aporte valioso al desarrollo teatral del país por un puñado de artistas profesionales que saben hacer lo suyo. Y se espera que el 2019 sea igual de importante y creativo.

miércoles, noviembre 21, 2018

El pequeño poni advierte al bullying escolar

 Un teatro que copia a la vida

Un informe de la Unicef encendió las alarmas en los hogares y escuelas de todo el mundo al revelar que la mitad de los estudiantes de 13 a 15 años de ese universo (150 millones) dice haber sufrido algún tipo de violencia de sus compañeros de la escuela o en su entorno, eso que se conoce como bullying, fue difundido por la agencia EFE, el 6 de septiembre de 2018, en el diario catalán El periódico.
Según ese documento, titulado Una lección diaria #STOPViolencia infantil en las escuelas, el acoso y las peleas físicas interrumpen la educación normal de 150 millones de niños de entre 13 y 15 años a nivel global. El informe indica que esa violencia entre iguales, cuyo indicador es el número de niños que dicen haber sufrido acoso o haber participado en una pelea física en el último año, es algo generalizado en la educación de los niños en todo el mundo. Esta realidad afecta el aprendizaje y el bienestar de los estudiantes, tanto en países pobres como ricos, según Unicef.
 "La educación es clave para la construcción de sociedades pacíficas y, sin embargo, para millones de niños alrededor del mundo la escuela no es un lugar seguro", lamentó Henrietta H. Fore, directora ejecutiva de Unicef. Para Fore, "cada día, muchos estudiantes, ya sea en persona o en internet, se enfrentan a una serie de peligros, desde peleas, presión para que formen parte de pandillas o intimidación a formas de disciplina violentas, acoso sexual o violencia armada. Estas situaciones afectan su aprendizaje en el corto plazo, y a la larga pueden provocarles depresión, ansiedad y hasta llevarlos al suicidio. La violencia es una lección inolvidable que ningún niño debería de aprender", advierte.
Incluimos en esta reseña una información tan especializada para advertirle a los lectores que actualmente se presenta en Espacio Plural de El Trasnocho Cultural el excelente espectáculo teatral El pequeño poni de Paco Bezerra (Francisco Jesús Becerra Rodríguez, Almería, 1978)  centrado precisamente en el bullying o violencia escolar, gracias a la producción profesional adelantada por el Grupo Teatral Skena, donde participan, convincentemente, los actores Juan Carlos Ogando y Ana Freitas, bajo la correcta y precisa dirección de Daniel Dannery, en funciones los viernes a las 5:00 pm y sábados y domingos a las 4:00 pm, donde se mantendrá hasta el 16 de diciembre.
¿Y cómo el temible bullying se hizo parte del teatro mundial actual y llega a Venezuela? Paciencia, El pequeño poni no es otro montaje del mal llamado “teatro comercial”. No, es una catedra, muy didáctica, sobre lo que la pasó a un niño de 10 años, Luismi, que es fanático de los dibujos de la serie de cine y televisión My Little Pony lanzada al mercado mundial desde los años 80, en Estados Unidos. Con esta pieza teatral, basada pues en hechos reales, como los que registra el documento de la Unicef, se reitera una vez más que la realidad nutre el teatro y que este, como creación didáctica que es, lo utiliza para educar y además entretener, en el caso de la producción venezolana es artísticamente perfecto y además impactante por las actuaciones de Ogando y Freitas.
Con El pequeño poni el teatro venezolano insiste en usar la teatralidad realista para sus espectáculos y en este caso utilizan una sobria mesa de comedor, con dos sillas, un sofá de un puesto y una pantalla para un video con la imagen de Luismi que va cambiando a medida que avanzan las acciones escénicas y lo puntualiza el texto de los padres de Luismi, Jaime e Irene. Se siente y se ve una atmósfera sobria que apuntala el texto y las acciones teatrales. Buena dirección ahí detectable.
 En El pequeño poni, ha comentado Ogando, se reitera que Luismi lleva a su colegio un pequeño maletín adornado con los dibujos de My Little Pony y desencadena una inusitado acoso escolar o bullying un hostigamiento escolar, matonaje escolar o maltrato escolar, que no es otra cosa que el maltrato físico, psicológico, verbal o física de forma reiterada en las aulas y temas espacios de la escuela. Dicho en criollo es un chalequeo más. Pero centrado en los varones y las hembras menores de 18 años, por ahora,   pero eso también sucede en los adultos y se torna en algo más grave y hasta peligroso.
Se trata, pues, como han reiterado los artistas venezolanos que hacen posiblemente El pequeño poni, de una problemática que afecta a muchas familias del mundo occidental donde Venezuela no está excluida, además, como lo podrán constatar los espectadores caraqueños por ahora.Con la pieza se busca hacer un llamado, no de manera pedagógica, de atención a los espectadores acerca del tema del bullying y muy por debajo los temas de identidad sexual, que pueden ser en muchos casos el causante principal de las burlas”. 
Pero hay que reiterar que El pequeño poni no es una obra infantil y su mensaje está directamente enviado a los padres que podrán, al finalizar la historia, tomar sus propias conclusiones acerca del tema. Esta obra, escrita y montada en 2016 ha dado la vuelta al mundo, montándose en otros países como: Chipre, Alemania, Argentina, Grecia, Uruguay, China e Inglaterra, lo cual demuestra el poder que tiene esta temática en la sociedad mundial, de la cual ni un solo rincón se escapa.
REALIDAD HECHA FICCIÓN
El pequeño poni no es producto de la ficción, es una cruda realidad teatral construida por Paco Bezerra y el director Luis Luque, para mostrarla durante la temporada española de 2016. Se trata, pues, de Luismi, que es un niño de carne y hueso, que si existe y tiene, desgraciadamente, muchísimos otros nombres. Y, en concreto, dos: Como registra, la agencia EFE, en Carolina del Norte, Estados Unidos, hace apenas tres años, Grayson Bruce, también de nueve años, no pudo entrar a su escuela después de sufrir ataques físicos y verbales repetidos por parte de sus compañeros por llevar una mochila de esta serie de televisión. La dirección del centro lo consideró "detonante de acoso" y acusó al pequeño de "disrupción en el aula". Un mes antes, otro chico de 11 años llamado Michael Morones sufrió un episodio similar por seguir estos dibujos. Intentó suicidarse y hoy sufre daños cerebrales irreversibles por la falta de oxígeno.” Sin quererlo, la serie My Little Pony se ha convertido en uno de los mayores símbolos de la lucha contra el bullying a nivel mundial”.
Paco Bezerra leyó las historias de estos dos muchachos y no se quedó en un mero titular de periódico. Se reunió con el director Luis Luque y parieron un texto tan descarnado y real como imprescindible en una sociedad que necesita profundizar mucho más en la lucha contra el acoso escolarEl pequeño poni, es un retrato sensato y necesario sobre el miedo, la soledad, la inseguridad y eso denominado la 'dictadura de la mayoría'.
Como lo han acentuado los críticos y periodistas españolas, lo interesante de la obra creada por Bezerra y Luque es que se aborda el acoso escolar desde el ámbito familiar. ¿Cómo afrontan los padres una situación tan terrible? "Creo que donde teníamos que ir es al micromundo familiar, que es donde se generan los dioses y los monstruos. En este caso queríamos contar la historia a través de las voces de los padres", analiza el director español de El pequeño poni, por momentos tan cruda y dolorosa como incómoda en nuestro fuero interno, enfrenta a la madre de Luismi (quien está presente sin aparecer en toda la función), que quiere a toda costa protegerle y justifica esa mayoría y 'lo normal', y a su padre, más visceral y beligerante aunque se le acaba yendo de las manos. Pero en el fondo todo estriba en un planteamiento tan sencillo como poderoso: aceptar al diferente".

miércoles, noviembre 14, 2018

Promoción en honor a sus padres


Elio Palencia está a Madrid a donde regresó para recargar sus baterías existenciales, después de haber vivido unos cuantos años difíciles en su patria. Y desde allá pregunta por el teatro venezolano y en especial por el montaje, el segundo, que le hacen a su obra Promoción en honor a sus padres, la cual adelanta temporada en el Celarg, dirigida por Jennifer Morales e interpretada con un elenco de ambiciosos intérpretes, encabezados por Jeizer Ruiz, Verónica León, Wilker Smith, Andrés Moros, Edyson Mata, John Terán y Aquiles Aldazoro; la producción es de Laura Marquina y Natacha Pérez, teniendo a Adriana Bustamante en la dirección actoral.
Esta Promoción en honor a sus padres, que fue estrenada durante la temporada de 2010 por Rufino Orta y producida por Francisco Alfaro, con un elenco de egresados de los talleres de la Fundación Rajatabla, no es otra cosa que una  básica fiesta playera de una hembra y seis varones bachilleres quienes se reúnen para celebrar su graduación colectiva.
 En esa mítica playa de la costa venezolana, ahora en el crucial 2018, son siete los jóvenes “con la vida por delante”, recién graduados de bachilleres en la Unidad Educativa “Símbolos Patrios” de Río Guarura, municipio Guaricongo, quienes se reúnen para celebrar una irónica, por no decir loca, fiesta donde se dejan colar conflictos que rozan temas como la apatía, el machismo, la competitividad, los prejuicios sobre el aborto y la homosexualidad, así como las esperanzas secuestradas por una frustración heredada de sus mayores,  permitiendo así que afloren sus ambiciones momentáneas y también las futuras que han de vivir.
Y hay, por supuesto, personajes que dicen, sin vacilar y con estremecedor convencimiento, que “vivimos en una sociedad donde nos multiplicándonos devotamente, entre tambor y tambor gracias a la felicidad del pobre. Fermentando desesperanza, envidia y resentimiento, frustraciones”.
Elio (Caracas, 1963) escribió este texto, el cual se estará mostrando hasta el 25 de noviembre (sábados y domingos a las 4PM), para seguir dando rienda suelta a sus fantasmas, preocupaciones e incógnitas, tanto intimas como colectivas, que puedan ser expresadas estéticamente en el teatro y compartidas con otros creadores y con el público; para continuar jugando en serio a través de la escena y, por supuesto, ofrecer ese acto lúdico al imaginario de los demás.
 Ha dicho que “mi texto surge de muchas imágenes que tienen que ver con la juventud, con toda  esa energía y esa vitalidad esperanzadora que se destilan en nuestra esquinas así como de las inquietudes  que me generan en cuanto a la autoconciencia, aprovechamiento de oportunidades y la dificultad para asir referencias a recurrencias no necesariamente halagüeñas o autocomplacientes. De alguna manera, mi pieza  se imbrica con  en las visiones de otros venezolanos que han tenido esas inquietudes, desde la novela Reinaldo Solar de Rómulo Gallegos hasta Cuando quiero llorar no lloro de Miguel Otero Silva o Campeones de Guillermo Meneses. A mí me gusta indagar en nuestra gente desde lo hermoso, pero también desde lo terrible, más que para da respuestas, para compartir preguntas”.
Vimos en dos ocasiones este montaje de la temporada 2018 porque queríamos valorar más las actuaciones, que es lo notable e importante por la presencia de una nueva generación, cuyas edades promedio no superan los 25 años. Son gente ambiciosa y con innegable talento. Así lo notamos y aquí quisiéramos exaltar a cada uno de sus personajes.
La dirección fue severa, pero dejó a los comediantes que aportaran, que jugaran con sus nada fáciles entes escénicos, como es el caso de Verónica y su Oneida (19 años) ante el aborto que se provoca con un gancho para colgar ropa y Andrés que desarrolla al complejo Tista (22 años), quienes  se arriesgaron hasta el límite, para nombrar a estos dos comediantes,  por ser muy críticas sus situaciones: la muchacha que decide abortar porque no puede desarrollar una preñes  y al gay que no se asumía públicamente y se dedicaba a cuestionar a los demás compañeros, especialmente a uno que lo encontró en plena faena con un alemán erotómano y drogomano. Al final: todos lo sabían, pero no lo comentaban, por el silencio que impone la amistad, casi siempre. Los trabajos escénicos de los otros muchachos son más que satisfactorios. Todos le dan una calidad digna de gran aplauso al espectáculo gracias a sus labores escénicas.
Ya perdimos la cuenta de los montajes recientes que le hemos visto a la joven directora Jennifer Morales, pero este que ha logrado con Promoción en honor a sus padres nos atrapó porque logra recrear una playa con su pedazo de mar para que sus siete muchachos vivieran o sufrieran su presente y hasta soñaran con el futuro posible. Las atmósferas logradas son patéticas y se obtienen por el verismo y la entrega de los comediantes, tarea nada fácil. Hay, pues, una directora con imaginación y con manos severas para guiar a sus actores y actrices. Buena suerte en el largo viaje que ya transitan.

EL MUTIS DE JOHN LANGE


El diseño gráfico, proveniente de la larga noche del Paleolítico, tiene una característica o peculiaridad que el arte no posee. Debe comunicar contenidos, mientras que el artista pinta por una necesidad interior y porque necesita expresar su punto de vista a través de lo que hace.
Así piensa y lo ha demostrado, durante las últimas seis décadas, un criollo cuya línea paterna desembarcó de Alemania y aquí se unió a la familia de Arturo Michelena, en el siglo XIX, mientras su abuelo materno vino a caballo desde la región andina con la revolución del general Cipriano Castro. Es el diseñador gráfico John Lange Sayago, nacido el 7 de abril de 1930 en una casona de la esquina de Palmita, en la parroquia Santa Teresa. Se transformó en el diseñador gráfico cultural más importante de Venezuela y eso lo pudieron comprobar los incrédulos, que aún quedan, cuando visitaron su monumental exposición antológica en los espacios de la Sala Trasnocho Arte Contacto (TAC), en el Centro Comercial Paseo Las Mercedes.
Para esa muestra John Lange. Reseña de una estética personal fueron seleccionados 334 objetos o íconos –guardaron otro centenar, porque no había más espacio- que puntualizaron su descollar en tres complejas áreas: la producción editorial (libros, catálogos afiches y otros especímenes brotados de las imprentas), la creación escenográfica (centrada en los espectáculos de El Nuevo Grupo) y la labor museográfica (Centro Cultural Consolidado, Museo de Arte Contemporáneo y TAC).
Cuando comenzó -tras abortar sus estudios de arquitectura y después de una década de dominar las técnicas del grabado y la serigrafía, como lo reveló en varias exposiciones- ya existían los diseñadores Nedo y Gerd Leufert, pero a él lo influyó, definitivamente, el italiano Bruno Munari (Milán, 1907-1998), el mismo que en el ocaso de su vida manifestara su preocupación porque el diseño gráfico comenzara en el principio de las cosas, es decir, en la guardería.
Desechó la posibilidad de convertirse en artista del grabado, porque su labor como diseñador lo absorbía y además se metió en los mundos del teatro y la danza, y la museografía. “A uno lo hacen las circunstancias, como fue conocer a Isaac Chocrón y Román Chalbaud y participar así en la fundación de El Nuevo Grupo”, el más sabio y positivo proyecto teatral venezolano del siglo XX. “Cuando comenzamos teníamos siete personas en el patio de butacas y fue progresivamente subiendo. Y de ahí el éxito que tiene el teatro de hoy en dia”.
Cree que lo más importante cuando se trabaja es sentirse satisfecho con lo que se hace, porque si el trabajo significa un sacrificio es el acabose. Hizo, hasta ahora, unos 180 o más libros de arte, 23 museografías, unas 20 escenografías teatrales teatro, una enorme cantidad de portadas, porque participó en la apertura de Monte Ávila y con Alirio Palacios crearon las portadas de las distintas colecciones.
Todo su trabajo tiene una referencia hacia lo cultural, aunque pudo hacer publicidad comercial y de seguro que le habría ido muy bien, pero eso nunca le interesó, porque le pareció que lo que se hacía era engañar a la gente y eso le molestaba. Renunció a todo lo publicitario y se orientó a lo artístico, teniendo la suerte de haber encontrado personas como Francisco de Juan, Hans Neumann, Simón Alberto Consalvi, etcétera. Tuvo el privilegio de relacionarse con una serie de personajes que de alguna manera lo estimularon, lo animaron. Tiene una serie de notas que tomó y de reflexiones que escribió, porque fue docente durante muchos años. ¿Podrá ser su biblia del diseño?
Esta satisfecho plenamente de lo hecho y no se arrepiente. Descarta por ahora el retiro. Sigue trabajando, aunque no como hace años, pero, como decía el maestro Soto: “El impulso va mermando con los años, pero sigo activo”.
La crítica Marta Traba afirmó que el estilo John Lange se caracteriza porque cada diseño es un caso único, donde cada contenido es reducido a una estructura estética.
Sentencia
Es modesto y por eso cree que si no ha dejado una escuela, sí ha formado un grupo de personas cercanas a él, que de alguna manera reflejan su manera de sentir el diseño, o sea que tenga contenido y función social. Hay un grupo, con Pedro Mancilla a la cabeza, Guillermo Salas, Rubén Bresan y otros muchachos y muchachas que han seguido lo que les enseñó. Todos continuaron por ahí y aunque cada uno tiene su propio estilo, conservan algo de esa influencia que el maestro les acentuó. insiste en que el diseño tiene esencialmente la tarea de transmitir contenidos a través de un afiche, de un catálogo, de un libro, de un empaque; por intermedio de cualquier medio impreso, porque su idea final o su razón de existencia es revelar de la manera más clara posible todos lo que encierra. Debe comunicar y en la medida que lo hace de la manera más diáfana posible, cumple su razón de existencia o para lo cual fue creado. Un afiche de Miro contiene la exposición de Miro, porque el que lo ve y lee el texto se entera de todo. ”Si no lo consigues se ha fracaso en el diseño”, es su sentencia.
Ahora descansa en paz.


martes, noviembre 13, 2018

El día del Teatro de Venezuela debe ser el 13 de noviembre


Ya es hora que los teatreros venezolanos festejen verdaderamente su Día Nacional del Teatro y es por eso que hemos recogido la opinión, bien documentada, de un puñado de artistas que solicitan el Poder Ejecutivo ese cambio: que ya no sea más el 28 de junio, por un suceso teatral registrado durante la Colonia, y que nos vayamos más acá: a los tiempos de Bolívar, nada menos, cuando él expidió un decreto que debemos tomar ahora como base para nuestra exigencias.
Que las palabras ajenas plasmadas en este sesudo documento lo explique todo:
Hasta el momento, el Día Nacional del Teatro, vigente hasta que lo deroguen, fue establecido por el decreto 2.706, publicado en la Gaceta Oficial No. 31.509 del 15 de junio de 1978 y suscrito por el presidente Carlos Andrés Pérez.
Para establecer la efeméride se tomó en cuenta, que el 28 de junio era la fecha con data más antigua que se conocía sobre el teatro venezolano, de acuerdo a un acta que se conserva en el archivo del Concejo de Caracas, con esa fecha del 1600. Posteriormente, al decreto de Pérez surgieron calificadas voces que cuestionaron con fundamentos documentales la declaratoria en cuestión, en tanto hay otras fechas anteriores en los anales de la historia del arte teatral. El documento más antiguo relacionado con la historia del teatro se remonta al 9 de mayo de 1595, cuando al mayordomo de Caracas le ordenaron que tuviera en cuenta que se hiciera “algún regocijo de alguna danza y comedia para este año el día del Corpus Cristi y gaste lo que fuere necesario”. De acuerdo a lo anterior, queda clara la inconsistencia del 28 de junio de 1600 como la fecha más antigua referida al teatro que podemos encontrar en la historia. Más recientemente surgió un cuestionamiento conceptual e ideológico: en el año 1600 no se representaba teatro venezolano propiamente dicho, sino más bien el que hacían los conquistadores españoles; cabe la pregunta: ¿Cómo celebrar el teatro venezolano, con base en una fecha referida a la cultura y la escena que impusieron los europeos? Es, a inicios del siglo XIX, luego de la Independencia y el advenimiento de la República, cuando se puede hablar de un teatro venezolano como tal, una vez surgen los primeros autores y dramas escritos en el país. Con el cambio del Día Nacional del Teatro se estaría resarciendo un error histórico, a la vez que haciendo justicia a los trabajadores de la escena y la intención bolivariana de que nuestros valores culturales sean correspondientes con la justicia histórica y la identidad nacional.
En relación con lo anterior se propone cambiar la celebración del Día Nacional del Teatro para el 13 de noviembre, fecha en la cual, en el año de 1828, el Libertador firmó el decreto para la construcción de un teatro en Caracas, el cual trascribimos a continuación:

 Simon Bolivar Presidente 
Considerando 
1) Que la construcción de casas de coliseo contribuyen al ornato de las ciudades. 
2) Y que los establecimientos bien dirigidos influyen en las reformas de las costumbres, pues pueden darse en ellos sanas lecciones de moral, teniendo presente la solicitud que por conducto del Jefe Superior Civil y Militar de Venezuela, me ha dirigido José María Ponce y Ambrosio Cardozo, reducida a pedir algunos privilegios para llevar a efecto la obra de un coliseo en la ciudad de Caracas, 
DECRETO:
Artículo primero: se concede a José María Ponce y Ambrosio Cardozo, el permiso que solicitaron para formar un teatro en Caracas, en el mismo sitio en que los años anteriores se han representado personalmente algunas piezas dramáticas.
Artículo segundo: los empresarios de esta obra gozarán de un privilegio exclusivo para dar al público esta clase de diversiones por el término de 15 años que se contarán desde el día en que se abra el coliseo. 
Artículo tercero: Se concede también a los mismos empresarios la gracia de que no paguen en los dos primeros años derechos ni contribución alguna para las representaciones que dieren al público; pero pasados esos dichos dos años contribuirán en cada uno de los posteriores para los hospitales de caridad con el producto integro de una diversión.
El Ministro Secretario de Estado en el Departamento del Interior queda encargado de la ejecución de este decreto.
Dado en Bogotá, 13 de noviembre de 1828
Simón Bolívar


lunes, noviembre 12, 2018

Baño de damas inaugura Festival de Teatro de Occidente

Otra vez la Compañía Regional de Portuguesa cumple  con su audiencia.
El Festival de Teatro de Occidente llega a sus 36 años de existencia y se realizará del martes 20 al sábado 24 de noviembre, en Guanare, estado Portuguesa.
En esta oportunidad presentará tres espectáculos nacionales: Baño de damas, una producción de la Compañía Nacional de Teatro; Hembras, mitos y café, producciones Jericó Montilla y Para morirnos de otro sueño, creación del Circo Nacional de Venezuela. Y tres montajes regionales: La Nonna, producción de la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa, Un loco cuerdo en la vía, creación de La Casita Teatro y El extraño del frente, coproducción de la CRTP con la CNT. Además de una nutrida programación en los 14 municipios y sus comunidades.
Entre los eventos especiales se realizará una exposición de algunas obras del artista plástico Benjamín Arenas y una muestra de instrumentos de cuerdas creados por la Escuela de Lutería del estado Portuguesa.
En esta oportunidad el festival se realiza gracias al patrocinio del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, Compañía Nacional de Teatro, IAEM, Gobernación del estado Portuguesa, Instituto de Cultura del estado Portuguesa Mercal, Sistoca, Hotel La Sultana y Posada El remanso del Cabrestero.
Para disfrute de los espectadores al finalizar las funciones habrá una programación especial en el punto de encuentro: La perra que llora. 

sábado, noviembre 10, 2018

Vladimir Vera incendia la piel argentina

El teatro todavía permite pensar en libertad.

Vladimir Vera (Caracas, 1978), quien fuera director artístico del grupo Rajatabla, está en Chile y ahora aparece en Argentina, en la famosa ciudad universitaria de Córdoba, dirigiendo el montaje de La piel en llamas de Guillem Clua, joven y ya famoso dramaturgo catalán.
Por el MD del twitter nos contó:
¿Qué hace en Córdoba?
Soy invitado de Diego Balaguer y su grupo; no debemos olvidar que Diego fue un antiguo miembro de Rajatabla y hace unos años visitó Caracas y vio el montaje que yo mostré. Le causó muy buena impresión y me dijo que le encantaría montarla en Argentina. Unos años después cumplió su palabra. Y por eso estoy aquí, ciudad donde Carlos Giménez terminó de formarse antes de viajar a Venezuela, en los años 70, para fundar al grupo Rajatabla y hacer toda esa tormenta creativa que alteró la ruta del teatro venezolano, como tú los has escrito o reseñado.
¿Por qué esa pieza?
La piel en llamas para mi es una obra que me genera un profundo nexo emocional. Conozco y admiro a Guillem Clua, su dramaturgo, y fue la primera obra que dirigí con el grupo Rajatabla, durante mi pasantía por esa institución, y creo que es muy vigente, al tener un relato tan fuerte sobre los abusos de poder de los gobiernos.
¿Cómo van los ensayos?
 Los ensayos en Córdoba han sido un placer. En cierta forma es reencontrarme con la estética de Rajatabla. Tengo el honor de trabajar con Rafael Reyeros, amigo y escenógrafo de Carlos Giménez, y Cristina Morini, quienes fueron colaboradores muy cercanos de Gimenez. La musicalización la vuelve a hacer desde Venezuela el querido Eduardo Bolivar, con el que he trabajado en reiteradas ocasiones y con Diego, que fue actor del grupo hasta mediados de los 90. Córdoba me ha recibido con mucha generosidad y se ha convertido de manera inmediata en un proceso de creación intenso (solo contamos con tres semanas de trabajo) y con un alto grado de entrega de parte de los involucrados.
 ¿Cuándo será el estreno y cuál es el elenco?
El avant premiere fue el día 8 de noviembre, o sea este pasado jueves, en la Sala Documenta Escénicas, un espacio maravilloso que queda en la calle Lima 364, en todo el centro de Córdoba. El elenco está integrada por Mariana Bonadero, Natalia Sara, Francisco Bruzzone y Diego Balaguer. La asistencia de dirección es de Carolina Godoy.
¿Qué le vieron a la pieza de Clua?
Creo que su vigencia. La increíble estructura dramática de Clua. Eso sumado a la propuesta estética que trae Reyeros, hace que el montaje sea algo divino, a nivel integral.
¿Sería el comienzo de su mudanza a la nación argentina?
Bueno, he estrechado muchos lazos con Argentina, me han tratado. Esta es mi tercera vez mostrando mi trabajo. Fui invitado a las últimas dos ediciones del Festival Internacional de Teatro Breve, pero tengo muchas cosas pendientes en Chile, que es mi residencia actual. En diciembre estreno un ciclo de obras británicas, en Santiago, que es mi siguiente proyecto teatral. Trabajar es mi horizonte, hasta ahora.
¿Cuánto tiempo lleva en Chile y cuanto espera estar ahí?
Arribe a ese generoso país del sur a mediados de marzo del 2016 Estoy tratando de buscar un nuevo asidero para mi búsqueda creativa y he sentido que se me han abierto muchas puertas en Chile. Espero estar el tiempo necesario, aunque es muy fácil enamorarse de esta tierra. Espero hacer mucho por acá, si esta ciudad, Santiago de Chile, me lo permite. Por ahora, grabé con el apoyo de Trampa Films mi primer cortometraje chileno, que se tituló Casting, contando con el apoyo de unos de los directores de fotografía más potentes de Chile: Valentín Atias y la productora Tamara Dupre.
¿Y su balance de lo realizado en Venezuela cuál es?
Hay experiencias que he optado por olvidar, como otras que atesoraré de por vida. Llevar por dos años la dirección artística de Rajatabla, es por ejemplo algo que siempre agradeceré. Según la historia teatral, en tiempos de crisis es cuando surgen las obras más importantes de un país. Veremos si es así. Algo que también me nutrió como creador es la maravillosa oportunidad de haber formado a muchos jóvenes que poseen un increíble talento, un talento y una disciplina que me hace pensar que si hay esperanzas en esta nueva generación.
¿Se ha llevado obras venezolanas para montar?
Siempre tengo en mente a los grandes dramaturgos, no solo a los venezolanos, sino a los de cualquier parte del orbe. Pero hay textos maravillosos de Gustavo Ott, de Xiomara Moreno, de Elio Palencia, de Néstor Caballero, de Gennys Perez; que recorren de manera constante mi imaginario.
¿Satisfecho de su experiencia en Caracas?
Es un ciclo. No sé si está cerrado, pero por lo menos está en pausa. Satisfecho de trabajar con los excelentes profesionales que me topé en el camino. Satisfecho de la entrega en el arte de muchos. Insatisfecho con la mala vida que lleva el artista y el escaso apoyo. Insatisfecho con lo difícil que es desarrollar o investigar estéticas contemporáneas en un país que se ha cerrado a las influencias más modernas de la creación universal. Pero el talento de los jóvenes, es allí donde veo una luz en medio de la penumbra.



miércoles, noviembre 07, 2018

Rocambolesco robo en la oscura noche

María Tellis.

Culminó a sala llena la primera temporada de Oscuro, de noche, estremecedor melodrama de Pablo García Gámez, que se presentó del 27 de septiembre hasta el 4 de noviembre en el teatro Alberto de Paz y Mateos. Esta producción, depurada creación de Carlos Arroyo para la Compañía Nacional de Teatro y su elenco estable, fue programada inicialmente para 24 funciones pero un robo imprevisto, característico del teatro del absurdo o de la comedia del arte, paralizó momentáneamente la temporada y no se hicieron tres funciones de las ocho de las dos semanas finales, porque además renunciaron dos intérpretes.
 Gracias a un duende o un terrenal personaje, algunos diríamos que seguramente lo enviaron Federico García Lorca o Isaac Chocron, a su vez instigados por el legendario Tespis o el mismo Alberto de Paz y Mateos, se deshizo el sórdido maleficio: aparecieron y fueron devueltos los 100 dólares que se habían fugado de la billetera del actor-protagonista y con la colaboración, super profesional, de los sustitutos Ludwing Pineda y Arturo Santoyo, se reanudó la temporada y todo culminó con gran nivel profesional. El teatro, una vez más, conjuró al crimen.
La vindicta pública, o sea los mismos comediantes del montaje, quienes conocen a los interpretes de tan estremecedor y   grotesco miniteatro, seguramente se lo callaran o lo repetirán por todos los vericuetos del teatro, que son muchos, ayudados además por las redes sociales y el fantástico Facebook.
No hubo, por supuesto denuncias ante las autoridades, pero todos los saben ahora y hasta algunos lo escenifican en la intimidad, recordando, cual áspera moraleja, que al ladrón lo hace la ocasión y advirtiendo que jamás se deben cargar joyas ni billetes exóticos y dejarlos a la vista en los camerinos para tentar a los cacos que siempre pululan, quienes también se llevan los celulares inteligentes.  
Ese fue un no deseado colofón -donde la realidad copió otra vez al teatro- para la temporada, cuya última representación   aplaudimos a rabiar y con un tanto de dolor por muchas de las razones ya expuestas.
TEATRO Y REALIDAD
Hay que recordar, pues, que el teatro venezolano del siglo XXI tiene ya otro dramaturgo comprobado desde el escenario  con  ese Oscuro, de noche de Pablo García Gámez (Caracas, 22 de septiembre de 1961), cuya saga en ocasiones terminó siendo una glosa más de la historia social, política y económica de este país que lo hace posible.
Contar el texto teatral que se representó -y tuvo hasta ese robo consumado y después frustrado- no es lo adecuado, porque debe el espectador escucharlo y ver su interpretación escénica, para asimilarlo y esperar que se dé la indispensable catarsis. No obstante podemos advertirle al lector de estas líneas que se trata de un drama -donde además hay una peculiar “música urbana contemporánea”, más dirigida a los sentidos que a la razón- sobre la conocida y bastante sufrida violencia urbana, que no es exclusiva de Caracas.
Ahí, en la tarde noche de un viernes, Kenny Barrios (25 años) fue asaltado y muerto para robarle su recién adquirida motocicleta. Sus padres, Cristóbal y Zenobia, se enteran de la macabra noticia y comienzan a luchar contra las imágenes negativas que brotaron sobre su unigénito. Ellos hacen lo posible para cumplir con los rituales funerarios, pero encuentran una kafkiana serie de obstáculos burocráticos, mientras que la preguntona abuela paterna, Mercedes, que está seriamente enferma, agudiza la crisis familiar. Los medios de comunicación mencionan que la víctima tenía actividades ilegales, al tiempo que el   proceso en la morgue dura más de lo debido y en las funerarias se niegan a velar el cadáver. Sus deudos tratan de resolver cada problema en la marcha, buscando encontrar una paz que no llega.  Mientras tanto, tres testigos cuentan sus versiones sobre ese crimen y   se niegan a compartirlas con las autoridades.  Y como el héroe tenía una amada, Lucía, ella narra cómo fueron sus amores. El final, además del prólogo, actuado por un payaso sirve para reiterar que es una historia de la vida real, a la que todo el mundo le tiene miedo porque le puede pasar a cualquiera. No hay moraleja ni tampoco mensaje, solo una advertencia: que lo dice todo en su título: Oscuro, de noche.
Y aquí cabe dejar constancia que el texto de García Gámez carece de las tradicionales didascalias y la común estructura general de una introducción, la exposición, el clímax y un desenlace; solo unas líneas semiperdidas en 30 apretadas páginas, destinadas a plasmar un obra de un largo acto único y 32 fragmentos para ser ubicables en el tiempo y el tiempo circulares. La modernidad reclama la suyo, pero al final lo clásico emerge, está ahí.
Es, pues, un texto no convencional donde García Gámez apunta a la médula de la esfera privada de la familia de Kenny que ha sido desequilibrada o herida.  El detonante es el hecho que le ocurre al Kenny y lo que importaba era ver qué pasaba en el mundo de Zenobia y Cristóbal, ver Lucía  lanzando sus románticas líneas desde la lira circense  y las locuras de la anciana Mercedes, cual abuela lorquiana.   Mucho trabajo en escaso tiempo para el trabajo global.
Así lo entendieron el director Arroyo y su elenco de más de 13 actores que durante dos meses lucharon para darle vida escénica o teatral. Y nosotros estuvimos ahí, cual “mirones de palo”, presenciando esa lucha contra tiempos, verbos y espacios físicos donde se desarrollaban las acciones preñadas de emociones y lágrimas. Una experiencia que nos dejó mucha enseñanza sobre el arte de la dirección y la actuación.  
Diremos que valió la pena acompañar ese proceso, el cual terminó siendo también nuestro de tanto leer y releer cada línea y poder así lograr ponderar las pugnas de cada actor con sus personajes, cuyas historias inventaron ellos. No se puede ni se debe hacer crítica desde la comodidad de una butaca.
Mención especial merece el director Arroyo que se fabricó su monumental y piramidal cerro caraqueño, para asimilarlo y ahí enclavar la casa de Kenny, a los vecinos curiosos, la morgue, la funeraria y el cementerio, todos definidos en sus espacios y con sus atmósferas temporales necesarias, además de una atmósfera general impactante. No sé si debo escribirlo, pero nos recordó a ciertos montajes espectaculares que hiciera Carlos Giménez en los años 80 y los 90, especialmente por el desafío a las reglas mismas del teatro y porque se buscó una especie de encuadre de imagen para esa cámara cinematográfica que todos llevamos en nuestros ojos, aunado al uso inolvidable de la iluminación. Y el director hizo lo suyo: ordenar o reordenar según las necesidades de la anécdota general. Una discreta, respetuosa y contundente versión escénica, tarea compleja por el compromiso que genera.
Dicho, de otra manera, en Oscuro, de noche, los actores, con mínimas excepciones, cumplieron perfectamente con las exigencias de un montaje didáctico o aleccionador y un tanto lúdico ante las características mismas del texto, ya que se trata de un circo que vaga por llanuras o montañas venezolanas.
ELENCO
Hay que dejar constancia  que ahí participaron los integrantes del elenco estable de la CNT: Francis Rueda, Adriana Bustamante, Luis Domingo González, Gustavo Rengel, Ariana León, Dora Farias, Marxlenin Cipriani, Randymar Guevara, Gustavo Meléndez, Trino Rojas, Kala Fuenmayor, Adrián Jiménez, Angélica Rinaldi, Yordano Marquina, María Tellis, María Brito, Andy Pérez, Vito Lonardo y Jorge Canelón. La música es, sin duda alguna, un creativo ensamble y el vestuario es de la CNT.