jueves, julio 07, 2016

Terror aéreo para los caraqueños

Un espectáculo que obliga a tomar una oposición ideológica.
No es frecuente que en el teatro se le pida al público una decisión, afirmativa o negativa, sobre lo que han visto y ponderado después de 90 minutos de representación. Ahora se le solicitará que emita un juicio de valor y vote en una urna, si el personaje protagónico es culpable o inocente, lo cual exige una reflexión inmediata sobre la rocambolesca decisión de ese militar que eliminó a 164 personas para salvar a unos 70 mil fanáticos del fútbol.
Ojo, no se trata de un espectáculo antimilitarista. Es una cruda invitación a reflexionar sobre el significado del terrorismo y lo que dicen las leyes para preservar a los ciudadanos y evitar que se repitan algunos nefandos hechos. Es Terror, inteligente y comprometido montaje teatral para reflexionar no solo sobre lo que acontece en la escena sino sobre un alucinante escenario de guerra mundial en que actualmente se debate la humanidad.
En Terror, una aeronave es secuestrada por un terrorista quien amenaza lanzarla contra el estadio de fútbol, donde esa noche juegan las selecciones de Alemania y el Reino Unido. Las autoridades germanas mandan a contactarla visualmente  con uno de sus  aviones cazas, tratando de ganar tiempo para una negociación, pero el piloto  militar opta por destruir al avión, porque de lo contrario perecerían, por lo menos, 70 mil personas que presencian el encuentro futbolístico. ¿El mayor Lars Koch, piloto del avión caza está en la necesidad de responder? ¿Cuáles son sus órdenes? ¿Él debe derribar el avión de pasajeros cuando los terroristas no cedan? El reloj no se detiene y toma una decisión. Unas meses más tarde se debe justificar ante un tribunal del jurado
 Este Terror, del abogado y escritor alemán Ferdinand von Schirach (Múnich, 1964), es un juicio teatral para condenar o liberar a un militar, quien decidió derribar un avión civil con 164 pasajeros, que volaba entre Berlín y Munich. Bajo la dirección de Héctor Manrique se presenta esta pieza que, a partir de la difícil decisión de salvar unas vidas a costa de otras, explora los rincones oscuros de la conflictiva personalidad humana. Un montaje, llevado finamente por su elenco, el cual obliga a que el espectador venezolano compare su realidad con lo que se muestra desde el escenario. Una vez más, el buen teatro es cátedra culturizadora, como debería ser siempre.
Este dilema ético de condenar o absolver al mayor Lars Koch, es el planteamiento de Terror, nueva propuesta del Grupo Actoral 80, que hace temporada en el Trasnocho Cultural con un elenco de primeras figuras encabezado por María Cristina Lozada, Sócrates Serrano y el propio Manrique, acompañados por Martha Estrada, Daniel Rodríguez, Juan Vicente Pérez, María José Castro y Eduardo Pinto, en una pulcra producción general de Carolina Rincón.
Terror ha tenido notable éxito de crítica y de público en Europa y se estrena en Caracas gracias al Instituto Goethe, porque plantea una serie de interrogantes sobre los roles del Estado y la sociedad civil. ¿Qué sucede si el terror domina nuestra vida cotidiana? ¿Qué significados tienen lo legal, lo moral y lo filosófico en nuestra sociedad al ocurrir una situación tan excepcional? ¿Se puede violar la dignidad humana si supuestamente hay más personas que se pueden salvar?
Estamos seguros que el público caraqueño decidirá entre los sentimientos y los razonamientos jurídicos y que seguramente triunfará el perdón. Sería interesante hacer funciones ante juristas y militares, para escuchar sus opiniones. El teatro es para pensar, ha sido así desde hace 4 mil años, por lo menos.
Este espectáculo merece un comentario más amplio y más preciso, así lo haremos.Por ahora que el público lo disfrute, como efecto ocurrirá, es lo importante.



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