domingo, marzo 15, 2020

Big espera su turno para conocer Caracas

Victor Vegas y su Big esperan turno para venir a Caracas

¿Cuál es su balance en lo personal y en lo profesional con respecto a su inmigración a Europa?
Víctor Vegas, a quien conocemos desde hace varios años, respondió así:
El próximo mes de octubre de 2020, Irma, mi esposa, y yo cumpliremos 12 años viviendo en España. Mientras pensaba en cómo responder a tu pregunta, he recordado que en 2014, con motivo de nuestro sexto aniversario de haber arribado a Madrid, colgué en mi blog un post en el que, entre otras cosas, declaraba lo siguiente: “Echando una rápida mirada a los últimos seis años, no puedo más que decir que esta ciudad nos ha recibido con los brazos abiertos. Hemos conocido gente nueva, generosa y amable, alguna de las cuales consideramos ya nuestra amiga. Hemos tenido la oportunidad de crecer como profesionales y seres humanos. Hemos ganado en experiencia vital y calidad de vida…”. Seis años después de haber hecho aquella declaración no puedo más que ratificarla. Las expectativas con las que pisamos el aeropuerto de Barajas, hace casi doce años ya, se han ido materializando de un modo acompasado. Y creo que no exagero al afirmar que lo han hecho incluso por encima de lo que esperábamos. Y en todo este tiempo hemos seguido ganando amigos y creciendo como personas y profesionales. Yo he seguido publicando libros y hasta he encontrado la oportunidad de volver a hacer una de las cosas que más me gusta hacer después de escribir: dirigir teatro.
¿Qué es lo que ha pasado con su novela Me llaman Big que ahora será teatro?
La historia que se cuenta en Me llaman Big, o más bien su personaje principal, Big, ha tenido un extraño y complejo recorrido. Se trata de ese tipo de cosas raras que a veces suceden porque sí y que uno apenas puede explicar. Big nació como personaje de una de mis piezas de teatro que escribí cuando aún vivía en Caracas. Tiempo después volvió a llamar a mi puerta pero esta vez para ser el protagonista principal de mi segunda novela publicada en España y ahora se ha convertido en el personaje alrededor del cual gira un montaje que estamos preparando y que se titula Big. Con este montaje de alguna manera el círculo se cierra. La idea de dicha puesta surgió a raíz de la presentación de la novela que hicimos en Madrid, en la que invité a un buen amigo actor, David Hernández, a escenificar una de las pantomimas que vienen en el libro. Te recuerdo que Big es un mimo que crea espectáculos para representarlos ante niños que viven en situación de riesgo en países que se encuentran en guerra. Y aunque el tema principal de la novela es la guerra, en ella se abordan otros asuntos entre los cuales el mundo de las artes escénicas es uno de ellos. David (un hombre de teatro con una formación y una experiencia teatral envidiables) y yo quedamos tan satisfechos con el resultado que luego nos propusimos ir más lejos y encarar un montaje en el que prescindiéramos de la palabra y dejar que los gestos y el movimiento del cuerpo fueran los que contaran las vicisitudes por las que atraviesa Big. La puesta en escena cuenta además con música original y una realización videográfica que acompañan y ayudan a David a relatar sobre el escenario la historia de Big. La banda sonora ha sido compuesta por Víctor Geyser, un joven y talentoso músico madrileño que nos complace haya aceptado unirse al equipo y con cuyo trabajo estamos encantados; la realización videográfica ha corrido por cuenta del propio David. El espectáculo tiene una carga visual, auditiva y poética importantes, que esperamos haga de él una experiencia sobrecogedora para el público espectador. Al principio realizamos mucho trabajo de mesa. Durante aquellos primero días David y yo tuvimos muy claro el concepto de espectáculo que deseábamos para nuestro montaje. Él por supuesto había leído la novela y se había enamorado de su protagonista. David es un actor muy físico, fiel representante de la escuela de Grotowski, y eso me hizo pensar, cuando lo vi actuar por primera vez, que podría interpretar estupendamente, en un montaje teatral, a Big. El pasado mes de febrero realizamos en el centro cultural Carril del Conde un ensayo general con público y a través de los comentarios que recibimos de amigos y allegados nos han permitido constatar que vamos por buen camino. Y esto que, aclaro, por motivos técnicos de la sala, no nos fue posible mostrar la realización videográfica que acompaña de principio a fin al espectáculo. Consideramos que todavía se trata de un trabajo “in progress”, sin embargo, David y yo estamos contentos e ilusionados con lo conseguido hasta el momento.
¿Cómo se presenta el panorama para los intelectuales latinoamericanos y en particular para los venezolanos?
En España hay siempre un interés por lo que viene de América Latina. Ediciones Huso, la editorial con la que publico actualmente, también ha publicado a otros autores latinoamericanos. Pienso que el éxodo que viene produciéndose en Venezuela desde mediados de los años dos mil ha contribuido a que, de una forma u otra, la literatura hecha por escritores venezolanos se esté conociendo más allá de las fronteras del país. Ahora puedes ver que autores coterráneos son publicados no solo aquí en España sino en otros países de gran tradición literaria como Argentina, México, Colombia o Estados Unidos, sin mencionar las traducciones que de la obra de estos mismos autores se están realizando a otros idiomas. Tal vez me equivoque, pero creo que en ningún otro período de nuestra historia contemporánea se había publicado a tantos autores venezolanos fuera del territorio nacional como se ha hecho en estos últimos años.
¿Qué ha pasado con su novela aquí en Caracas?
Ignoro si Me llaman Big llegará algún día a las librerías de Caracas y del resto del país. Ojalá. En la actualidad la editorial está haciendo un gran esfuerzo con el fin de distribuir su catálogo en América Latina. Desde mayo del año pasado, por ejemplo, Me llaman Big puede adquirirse en Perú a través de la cadena de librerías Books & Co. y este año, en abril, arribará a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires de la mano de Panoplia de Libros.
¿En qué nuevo proyecto estás metido?
A finales del año pasado acabé de escribir un nuevo libro. Se trata de una colección de relatos breves que venía trabajando desde hace tiempo. Contiene una variedad de cuentos que van de lo fantástico, pasando por lo realista, hasta incluir algún que otro texto de ineludible crítica social. Pero pese a esta variedad, el libro conserva una unidad indiscutible puesto que siempre intento trabajar mis textos desde la idea del todo. Además, le he puesto punto y final a una nueva pieza de teatro. Ahora conservo a ambos proyectos metidos en un cajón, en reposo, antes de encarar con ellos el proceso de revisión. Por otra parte, entre mis planes para este año están el de retomar la escritura de una novela que me está dando bastante batalla y la idea para otra pieza de teatro. Como verás, en cuanto a proyectos literarios, estoy servido.
En lo que respecta a las artes escénicas, la prioridad en el corto plazo es completar el montaje de Big. Nuestro objetivo, de ser posible, porque desde luego no depende tan solo de nosotros, es estrenar a lo largo de este año. Adicional a este nuevo espectáculo, la actriz Estela Perdomo y yo nos hemos propuesto la tarea de desempolvar nuestro montaje de Baby Boom en el Paraíso y llevarlo otra vez a los escenarios. Durante el pasado mes de enero hicimos temporada en la sala OFF Latina y el viernes 6 de marzo estuvimos en el Teatro Víctor Fernández Gopar invitados por el Cabildo de Lanzarote, en donde nos han recibido maravillosamente: el teatro lleno y con el público aplaudiendo de pie al finalizar la representación. Te confieso que ha sido una de las mejores funciones que hemos dado en los casi cinco años que llevamos girando con este espectáculo. Nuestra idea era continuar moviéndolo por teatros y salas de España, pero ante la crisis sanitaria que se acaba de decretar en todo el país, y que al parecer se extiende al resto del mundo, solo nos queda la incertidumbre. Un montón de dudas se han cernido sobre nosotros y nuestros proyectos. El cierre de salas y teatros, sumado a la cancelación de cualquier evento cultural, lamentablemente no hace presagiar un futuro halagador para el sector acá en España, que dicho sea de paso, apenas estaba aún en vías de recuperación de la crisis anterior. Por ahora solo nos resta esperar y seguir al pie de la letra las recomendaciones de las autoridades. En las actuales circunstancias no podemos hacer otra cosa.

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