domingo, junio 17, 2007

Zamora sin sombras

Otros serían los destinos de Venezuela si el general Ezequiel Zamora no muere asesinado, misteriosamente, aquel 10 de enero de 1860 en la toma de San Carlos. Así lo cree el cineasta Román Chalbaud, pero ni el ni nadie podrán reescribir la historia, salvo que se utilice esa saga y se elabore una especial pieza cinematográfica que resalte sus valores patrióticos y sus ideas como el primer caudillo socialista del siglo XIX. Y eso es lo que precisamente hará el creador de largometrajes como El caracazo, el pez que fuma, Pandemonium y otras películas que lo colocaron en el primer lugar de los grandes realizadores cinematográficos no sólo del país sino de America Latina. ”Es por todo eso que acepté rodar Zamora, un largometraje de 120 minutos y una miniserie para televisión de cinco o seis capítulos. Comenzamos la preproducción, haremos los casting para contratar a los mejores y esperamos tener ambas producciones en pantalla hacia febrero del 2008, tal como hemos convenido con la Villa del Cine”, enfatiza este artista que ha destacado en el cine, la televisión y el teatro, desde 1955.
Chalbaud (Mérida, 1931), quien mora en un cinematográfico penthouse, adquirido con dos millones 300 mil bolívares, en 1987, instalado en una especie de torre centinela de la urbanización San Bernandino, es un artista que peregrina entre la sociología y el realismo poético, y gusta de los personajes populares que deben enfrentar un mundo convulsionado y vivir el problema de ser ellos mismos, como lo escribió el periodista Rodolfo Quebleen. Para asumir Zamora, que ya había sido asignado a César Bolívar, quien renunció ante problemas familiares, tuvo que suspender el rodaje del largometraje Con los brazos abiertos, coproducción con Cuba. “Es un proyecto muy importante, con guión de Ugo Ulive y Enrique Ubieta, sobre cómo fue la labor prometeica de los médicos cubanos que vinieron a Venezuela para poner en marcha la misión Barrio Adentro. Se hará el año que viene y tendrá, como es lógico actores cubanos que encarnarán a los galenos que trabajaron o aún lo hacen en mi país”.
Cuenta Chalbaud que el guión de Zamora es un afinado trabajo de Gustavo Michelena y lo mismo son los libretos para la miniserie.”Ahí está la historia de Zamora y está contada a partir de unos días antes de la batalla de Santa Inés, aquel 10 de diciembre de 1859, y en la mitad del largometraje muere. En la segunda parte se busca saber quien lo mató. No hay que olvidar que sus mismos aliados, Falcón y Guzmán Blanco, están bajo sospecha. Un tiro le entró por el ojo derecho y dejó en sombras a un pueblo que lo seguía”.
“Debo aclarar, a los desinformados, que la revolución que comanda el presidente Hugo Chávez no ha significado un cambio de estética ni de ideología para mí, porque siempre he sido un luchador social y para muestra basta mirar mis película para darse cuenta de ello, lo que ocurre es que con El Caracazo (2005) dejé de hacer ficción y confronté un hecho histórico, recreado por el guionista Rodolfo Santana, quien a su vez se basó en hecho reales y verificables además. Con El Caracazo inicié un ciclo de cine social, aunque antes hice Ratón en ferretería, centrado en las vicisitudes existenciales de un artista. El Caracazo me dio premios en Trieste y en La Habana, pero además me ha permitió conocer, recientemente, la República de India,con sus fastuosas ciudades, hoteles de siete estrellas, y donde convive una miseria indescriptible al lado de un desarrollo científico atómico. Miles de personas aplaudieron mi película y hasta me agradecieron por haberles permitido conocer lo que aquí había pasado y como ocurrió todo aquello”.
De ese viaje le quedan relaciones, increíbles sabores y olores que pudo disfrutar y, muy particularmente una colección de fotos de aquellas ciudades y su gente. Está seguro que volverá, tal como se lo pidió a la diosa Kali.
Historias
Chalbaud asegura que la primera victima de los desatinos de Radio Caracas Televisión fue el presidente Luis Herrera Campins, porque se le ocurrió prohibir publicidad de licores y cigarrillos en la televisión. ”Lo silenciaron en todas las pantallas por tal atrevimiento; de todos modos ese canal 2, obligado y a regañadientes, inició un ciclo de ‘televisión cultural’ con la participación de figuras como Garmendia, Cabrujas y Verdial, pero después lo sepultaron para darle entrada a los horrendos libretos de Delia Fallo. Así se unieron a un complot internacional para hacer la peor televisión, desde el norte hasta la Patagonia”.
-¿Qué pasará con la TV?
-Cambiará poco a poco y no de un día para otro. Estamos en una revolución.
Advierte que el cine venezolano sí tiene un repunte con las políticas del Ministerio de la Cultura, pero ahora falta la batalla contra un oligopolio, ”que estaría perseguido hasta en Estados Unidos, donde no está permitido que los exhibidores sean a la vez los distribuidores, son como zamuros cuidando carne. Ese oligopolio altera las cifras de las taquillas y se oponen a que el Estado instaure el boleto único, que sería controlado directamente por las autoridades. Así se conocerían las ganancias y el verdadero numero de espectadores en cada una de las películas”.

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