miércoles, agosto 29, 2018

Medida por medida o las mujeres virtuosas

Shakespeare a la venezolana y con calidad.

Sentado en el regazo de mamá vi mi primer espectáculo teatral. Habíamos huido desde Palmira porque se peleó con su marido. Resolvieron sus problemas; él era un buen hombre, se casaron después y a lo largo de más de medio siglo criaron y educaron -además de mí- siete varones, y una hembrita, a quien bautizaron Laura, como ella. Años después, al comenzar mi adolescencia, le pedí a mi madre que ampliara los detalles de aquella ceremonia con música y actores que habíamos visto en el teatro Colón de Bogotá, durante los años 50; era una opereta sobre Genoveva de Brabante, casta esposa vilipendiada por un canalla mayordomo. Aquello me gustó por todo lo que ella dijo y me marcó para siempre: la lucha por las mujeres y todos los demás seres desvalidos o perseguidos injustamente.
Mi hermana Laura me llamó el sábado 25 de agosto, a las 7:43 AM, para darme la fatal noticia. Mamá había muerto, a sus 93 años, tras una larga enfermedad, en Nueva York, a donde no pude viajar para estar algunas horas a su lado, porque no hubo visa disponible. ¿El teatro nutre a la vida o la vida se nutre del teatro?
Registro esto tan íntimo y personal porque ese pasado sábado, ahora inolvidable por la definitiva ausencia de mamá Laura, después de las 11 AM, fui  a ver el montaje Medida por medida, una pulcra versión de Federico Pacanins, productor ejecutivo además, dirigida muy bien por José Tomás Angola y actuada ejemplarmente por Antonio Delli  como el  Duque, Sandra Yajure era  Isabella, la hermana de Claudio, Gerardo Soto como el Gobernador de Viena, Ignacio Marchena, José Antonio Barrios, Rafael Gorrotochegui, Brixio Bell, Salvador Pérez  Castro, Andrea Miartus, Silvia de Abreu, Andrés Sierra,  Edgar Sibada, Zahir Mora, Federico  Moleiro.  Y como el correctísimo trovador, Juan Carlos Grisal.
Pero este montaje no habría podido llegar a puerto seguro si además de la cuidadosa dirección de los actores, adelantada por Angola Heredia, no  contara con un bien sincronizado equipo técnico que trabajó con empeño y dedicación, como lo hizo la talentosa Fabiola Neri con la ayuda de Elizabeth Yrausquín; con el aporte del estupendo profesional  Manuel Troconis, mientras que el diseño y la realización escenográfica es otra contribución del maestro Freddy Belisario,  y no podía faltar el talento para la multimedia y el mapping, precisamente de uno de los mejores en Venezuela, como lo es José Martínez. Todos bajo la batuta de ese gran productor, que es Carlos Silva. Una producción de fino lujo y depurada calidad profesional. Un ejemplo más para estos difíciles tiempos.
EL ABUSO CON LAS MUJERES
Medida por medida  es una de las piezas shakepereanas favoritas de Harold Bloom, quien precisamente durante estos días  debe haber  revisado todos sus escritos y especialmente la participación de los personajes femeninos,  porque se ha incrementado  el interés informativo y social sobre el abuso hacia las mujeres, desde que Hollywood los visibilizara a través de la campaña #METOO en las  redes sociales y en la entrega de los Globos de Oro, con una gala teñida de negro y convertida en un espacio para la reivindicación de un trato digno e igualitario bajo el lema 'Time's Up' , como reseñan los periódicos españoles, especialmente.
La decisión de hacer Medida por medida   en este momento para Venezuela fue del productor ejecutivo y versionista Federico Pacanins, quien es un hombre no solo de la música y el teatro, sino que lo es del arte integralmente. Por su formación académica, es abogado, le interesaba sobre manera el tema de la justicia. Y ahí ha fijado su posición como intelectual venezolano que se respeta.
El director Angola Heredia considera que en Medida por medida el meollo dramático versa sobre la imposibilidad de que la justicia humana pueda alcanzar eso que llamamos la verdad. La hipocresía, la falsedad, en cuanto hablamos de las pasiones y la moral, nos hace muy débiles para juzgar en otros, delitos a los que somos propensos por nuestra esencia carnal. “Esta obra le apasionaba a Pacanins desde hacía años, tanto que enfrentó su versión escénica manteniendo un gran rigor. La obra sigue teniendo sus cinco actos, dura 2 horas y media, con un intermedio de 10 minutos. Pero atendiendo muy de cerca la lectura crítica que de ella hizo el poeta W. H. Auden, propone unos afeites menores y de estilo, en donde suprime ciertas reiteraciones de trama, muy de Shakespeare para que los espectadores de su época no se perdieran, y esto agiliza el ritmo sin sacrificar trama. También sirvió de catalizador entre las muchas traducciones de que se valió. Como sabemos las traducciones de Shakespeare son en sí mismas nuevas obras. Es imposible mantener y recrear en español la belleza plástica y la melodía de los versos yámbicos en inglés”.
Entonces el versionista Pacanins, afinando su oído de melómano ensambló las mejores traducciones y las más cercanas al espíritu original de la obra, modulándolas y atemperándolas a nuestro presente.  Esto no significa, sin embargo, que los diálogos se hayan "venezolanizados", simplemente plantea una lectura más casual y comprensible, sin desantender la poesía y la musicalidad. Creemos que Pacanins logró un trabajo muy cercano a lo que Shakespeare originalmente escribió, apunta Angola Heredia y nosotros reiteramos.
Nosotros disfrutamos como nunca por la limpieza del texto, por la sencillez de la puesta en escena y la fluidez del cuento teatral, sin importar la extensión del tiempo escénico. Algo que no es frecuente en nuestro actual teatro exprés, que se está haciendo a pesar de todo. ¡Bravo!
No hay que olvidar que hacia el año 1603, William Shakespeare escribió  Medida por medida, donde cuenta la historia de Isabella, una joven que intenta salvar a su hermano del castigo de la justicia cristiana, condenado a muerte por haber fornicado con su novia y haberla dejado embarazada, pese a que ambos desean casarse. 
En su intento por detener la ejecución, Isabella se encontrará con los envites del poder, con la corrupción moral y política, viéndose reducida a una mera mercancía en trueque, ya que, alternando la comedia con el drama, constituye una clara denuncia de la hipocresía social y del abuso sobre la condición femenina. La máxima autoridad, el Duque de Viena, se va de vacaciones para probar a su más severo empleado y segundón, Angelo, quien turbado por la belleza, la inteligencia y la inocencia de la joven, trata de hacerle ceder su virtud a cambio de la vida de su hermano. Y no será el único, porque también el Duque, cual el Califa de Bagdad, pero ahora convertido en monje cristiano, regresa e inicia un cortejo de seducción en donde la voluntad de la fémina queda totalmente olvidada.
Para el especialista Bloom esta Medida por medida es una reflexión sobre la justicia y por su título hace referencia a la hebrea ley del Talión. Ahí se propone una reflexión sobre la conveniencia de aplicar la ley de modo estricto o racional, y también hace un repaso crítico a los males de las sociedades ejemplificándolo con las relaciones entre sexo y poder .Y es una obra por y favor de los mujeres, no queda duda alguna.
Medida por medida fue estrenada en Venezuela en 1980, en la Sala Alberto de Paz y Mateos, de la mano de Antonio Constante y el Nuevo Grupo. La versión estrenada en ese entonces, bajo la firma de Charles Marowitz, autor, crítico y director de teatro norteamericano, muchos años vinculados a Peter Brook y a la Royal Shakespeare Company.  Su adaptación de Medida por medida, dicho por el propio Marowitz, pretendía cambiar el sentido de la obra. Se concentraba en la agresión sexual sobre Isabela y sus implicaciones morales para la justicia.
El espectáculo Medida por Medida ¡más feminista no podía escribirlo ni hacerlo el mismo Shakespeare! , se presenta en el teatro de la Asociación Cultural Alexander Humboldt, en San Bernardino, durante dos fines de semana más.

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