sábado, noviembre 28, 2015

Camus inauguró Teatro UCAB

Virginia Aponte lleva 40 años en las tareas teatrales de la UCAB
Se dice con mucha facilidad que han transcurrido 40 años de la puesta en marcha del Teatro de la Universidad Católica Andrés Bello, el Teatro UCAB. Un fenómeno educativo que ha contribuido al fortalecimiento de la sociedad civil y además a la repotenciación de una disciplina artística importante.
Una de sus fundadoras, Virginia Aponte, cuenta que entre 1974 y 1975 se trabajó para arrancar con el grupo teatral de Humanidades porque el decano, el sacerdote Carlos Guillermo Plaza, se le había pedido al profesor Marcos Reyes Andrade. “En esa época estoy en el último año de Comunicación Social y Marcos había sido mi profesor de teatro dos años antes. Él convocó a un grupo de alumnos, entre ellos Javier Vidal y yo para darle vida a la pieza de Diego Fabri, El proceso a Jesús. Estuvimos trabajando en esa idea desde octubre hasta abril. La estrenamos el 17 de ese mes y a partir de ese momento empezamos a caminar juntos, Marcos y yo, por consolidar la idea del Teatro UCAB, y yo fungí como asistente de dirección. Comencé a trabajar a partir de 1975 en la Universidad Católica Andrés Bello, después que la dirección de Cultura me contrató como profesora a tiempo completo. Marcos se fue pocos años después de la UCAB y el rector Guido Arnal creó el cargo de director del grupo UCAB y me da el nombramiento”.
De los fundadores de ese primer grupo hay que recordar a Javier Vidal, Elisa Martínez, María Matilde Zubillaga, Nelson Rivera, Aminta de Lara, Carlota Sosa, Alba Roversi, Julie Restifo, Corina Azopardo, Unai Amenabar, Flor Alicia Anzola,  Antonio Delli,   María Isabel Párraga, e Ignacio Serrano.
100 MONTAJES
“El primer montaje del Teatro UCAB fue  El malentendido  de Albert  Camus y ahí actuaron: Aminta de Lara y Elisa Martínez. “Después llegó  Madre Coraje, pieza en donde compartí la dirección con Marcos Reyes Andrade.  La casa de Bernarda Alba me permitió una extraordinaria experiencia actoral con Aminta de Lara como la Bernarda, Carlota Sosa era Martirio y Corina Azopardo era Adela. Una pieza que marcó una diferencia en el grupo fue  Las brujas de Salem, posteriormente vino  Diálogos de Carmelitas, pieza que me permite entender las mejores razones del hacer teatro universitario y me daba los cimientos para seguir con el proyecto de hacer del teatro universitario una experiencia estable. Todas estas piezas se montan durante sus primeros 5 años En total no son menos de 100 textos los que hemos llevado a escena en estos 40 años”.
-¿Cómo fue recibido el teatro en la UCAB?
-Con indiferencia en un principio. Era muy difícil conseguir el apoyo del sector académico de la Universidad. Los profesores no ayudaban a quienes tenían que cumplir un ensayo y eran castigados con malas calificaciones. La actividad nuestra se ha mantenido muy hacia dentro de la Universidad y en la provincia. Las repercusiones han tenido sentido muchos años después de la creación del grupo universitario. Hace 20 años se comenzó a consolidar el trabajo con los egresados y se creó Agoteatro.
-¿Qué repercusiones se conocen del Teatro de la UCAB?
- Si puedo demostrar que logramos crear un proyecto educativo a partir de la docencia teatral en la UCAB. Logramos demostrar que hacer teatro no significa simplemente representar una obra sino también escribirla o ser productor o escenógrafo. Cualquier vinculación con el teatro permite representar sentimientos o ideas ajenas o propias y esto ayuda a crecer en dimensiones tan importantes como la seguridad personal, la autoestima, el equilibrio interior, el incremento en destrezas comunicacionales, la disposición al compromiso, la solidaridad, el amor, en una palabra en todas sus facetas .

-¿Cómo se ha garantizado la sobrevivencia del Teatro UCAB?
-Con mística. Al salir de mi cargo de directora queda a cargo del grupo alguien que durante 15 años se formó a mi lado y junto a él, alguien que lleva 10 años preparándose para ser la directora adjunta del grupo. La creación de Agoteatro garantiza un lugar hacia donde ir al terminar los años universitarios. Estamos haciendo para Venezuela lo que podemos y queremos hacer. Una acción en positivo vale más que mil palabras en teoría. Por lo menos así seguimos viviendo la experiencia. Hoy el grupo lo conforman más de 100 jóvenes, que trabajan todo el año dando y recibiendo talleres de formación. Los mayores enseñan a los más jóvenes y todos se vuelcan a las comunidades a trabajar a través del teatro.

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