Paúl Gámez y Ricardo
Sánchez en la obra “Talk Radio”
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¿Quiénes, cómo y
dónde deciden el consumo de Venezuela en lo referente al cine y el teatro,
además cuáles son sus medios de financiamiento? Hay respuestas, interesantes
unas o interesadas otras, e incluso son casi “un secreto de Estado”, por aquello
de la manipulación que se puede hacer con
tales datos, que sí existen y generarían más de un escándalo, además de aparatosas
desgarraduras de camisas, etcétera.
PANTALLAS Y ESCENARIOS
El cine y el teatro,
caras disciplinas, son áreas que nos ayudan a definir el gusto o el disgusto de
millones de espectadores. Gracias a la planificación y financiamiento, con los
aportes del Estado y un magro sector privado, la industria cinematográfica
nacional está en óptimo crecimiento, tanto
en lo técnico, lo artístico y sus contenidos, sin dejar por fuera el circuito
de exhibición; en muchísima menor escala está el teatro, aunque existe desde
1982 una Compañía Nacional de Teatro que ya no se da abasto para cubrir a toda
Venezuela y ejecutar más ambiciosos planes, además de un enjambre de empresas
privadas entregadas a la explotación de ese injerto de cucaracha con armadillo
que es el teatro comercial, sin olvidar al experimento de una universidad para
capacitar a las nuevas generaciones de
artistas y promotores, como es Unearte, desde 2009.
Imposible soslayar la gestión de la Alcaldía del municipio Libertador de Caracas, por intermedio de Fundarte, para reabrir e inagurar 21 salas teatrales y organizar además tres festivales anuales, con los cuales las artes escénicas han tenido un respiro, pero falta mucho más, por ahora. Y, como Dios aprieta pero no ahoga, hay gente que se sacrifica y muestra sus trabajos, especialmente los jóvenes que siguen a Diana Volpe.
Imposible soslayar la gestión de la Alcaldía del municipio Libertador de Caracas, por intermedio de Fundarte, para reabrir e inagurar 21 salas teatrales y organizar además tres festivales anuales, con los cuales las artes escénicas han tenido un respiro, pero falta mucho más, por ahora. Y, como Dios aprieta pero no ahoga, hay gente que se sacrifica y muestra sus trabajos, especialmente los jóvenes que siguen a Diana Volpe.
Y mientras se conocen
esos datos sinceros y honestos sobre el consumo
cultural de Venezuela, hay que recordar que desde el año 2002 se han realizado
once festivales y está en marcha el duodécimo de cine independiente de Estados
Unidos de America (USA) con diez películas, el cual, como los anteriores,
cuenta con el respaldo de la embajada de USA en Caracas, por lo que el consejero de prensa y cultura, Gregory M. Adams,
dijo, en rueda de prensa, que se trata de mostrar “otra perspectiva”, distinta a la
habitual, sobre la sociedad estadounidense, por medio de historias más
complejas y profundas, opinión que también compartieron José Pisano y Douglas
Palumbo, responsables de la muestra.
También, contando con
el respaldo de la embajada de USA se realiza por primera vez el Festival de Teatro Contemporáneo
Estadounidense con ocho piezas de dramaturgos de ese pais, montadas y actuadas
por elencos venezolanos, que se exhiben en las salas Caja de fosforo y El dedal,
en el backstage de la Concha Acústica de Bello Monte. Ahí hay 80 personas
trabajando, entre actores, directores y diseñadores. Este evento abre un
espacio para la producción escénica, para que la gente muestre su arte. Lo más
importante es que movilizará la conciencia de la gente, a través,
paradójicamente, de obras que son muy críticas.
Según Orlando Arocha,
director y guía de este evento, lo interesante
de todas las piezas teatrales del festival es la capacidad de estos dramaturgos
de “hablarnos desnuda y descarnadamente de su sociedad, sin ninguna pátina
rosada encima. Como dramaturgia tienen su modelo, los venezolanos tendremos que
seguir buscando el nuestro, pero lo que nos aporta es esa forma de mirar a su
sociedad de forma libre y crítica donde
la ironía y el humor nos revelan la disfunción de esa sociedad, a partir de la
cotidianidad, de la familia, de las relaciones más directas. Es admirable que
tengan la valentía de hablar de ellos mismos mostrándose con todos sus horrores
y miserias”.
Nebraska
El Festival de Cine Independiente de USA 2014 permanecerá
al menos tres semanas en las salas del Trasnocho Cultural, La Previsora,
Cinemateca Nacional del Celarg y Museo de Bellas Artes; además, podrán
disfrutarse en las salas del Centro Plaza, Tolón, Líder, El Marques y San
Ignacio. El evento muestra películas que se mantienen al margen de la gran
industria y que no tienen ninguna posibilidad de estreno en nuestro país. Son
productos independientes o “indie” como se les adjetiva. La mayoría de los 10
títulos seleccionados en esta ocasión, a pesar de ser producciones al margen de
la gran industria, involucran a
reconocidos autores. Destaca especialmente Nebraska
, en blanco y negro, de Alexander Payney, que estará en el Trasnocho Cultural; ahí
se plasma la obsesión de un adulto mayor que se embarca
en un viaje en busca de un premio acompañado por su hijo y la difícil relación
que se entabla entre ambos. La segunda “joya de la corona” es El Gran
Hotel Budapest de Wes Anderson, ganadora
del Gran Premio del Jurado del Festival de Berlín. La comedia está ambientada
en una ficticia ciudad-balneario del imaginario país alpino de Zubrowka, donde
tienen lugar las aventuras de Gustave H., conserje de un famoso hotel del
periodo de entreguerras. También destaca Oldboy,
días de venganza , del afroamericano
Spike Lee, donde se cuenta la historia
de un personaje que sale en libertad. luego de estar encerrado por 20 años,
decidido a buscar al responsable de encierro y recuperar a su familia. Otro
remake es Un loco suelto en Nueva York, dirigida por el realizador Assi Dayan; en esta historia un paciente
recibe la noticia de que solo le quedan
90 minutos de vida. Otras películas que se podrán disfrutar son Las
vueltas del destino (August: Osage
County), de John Wells; Atrapados (Deadfall) de Stafan
Ruzowitzky; Sobran las palabras (Enough
Said) de Nicole Holofcener; Pasión inocente (Breathe In), de Drake Doremus y
finalmente Jersey Boys: Persiguiendo la música , versión del musical sobre la
figura del artista Frankie Valli y su banda The Four Seasons, dirigida por Clint Eastwood.
Pterodactilos y Talk
Radio por ahora
Las 8 piezas de Festival
de Teatro Contemporáneo Estadounidense son: Pterodactilos de Nicky Silver (hasta el 10 de agosto), dirige
Orlando Arocha y actúan: Javier Figuera, Vera Linares, Ricardo Nortier, Diana
Volpe y Djamil Jassir. Talk Radio de
Eric Bogosian (hasta el 17 de agosto), dirige Elvis Chaveinte, actúan: Rafael
Carrillo, Vanesa Morr, Paul Gámez, José Vicente Pinto y Ricardo Sánchez.
La casa
del sí (22 de agosto al 7 de
septiembre), dirige Jonell Paz, actúan: Sabrina
Rodríguez, José Manuel Suárez, Germán Manrique y Lismar Ramírez. La cocinera de Eduardo Machado, (12 de
septiembre hasta el 12 de octubre), dirige Rossana Hernández, actúan: Layla
Vargas, Rubén León, Josmary González y Ernesto Campos. Buena
gente de David Lindsay-Abaire (15 de
agosto al 14 de septiembre), dirige Diana Volpe, actúan: Carolina Leandro,
Jonathan Mora, Haydée Faverola, Carlos Abbatemarco y Rosalía Blanco. El
truco de la cama de Matt Moses, (22
de agosto al 14 de septiembre), dirige
Orlando Arocha y Elvis Chaveinte, actúan: María Alejandra Martín, Ignacio
Marchena, Emily Caraballo y Ana Melo. Hurly
Burly de David Rabe (20 de
septiembre al 12 de octubre), dirige Abilio Torres, actúan: Aníbal Coa, Darwin
Barroeta, Héctor Carrasco, Evelia Di Genaro, Abel García, Gabriela Sánchez y Emilshen
Acevedo. La casa limpia de Sarah Ruhl (18 de septiembre al 12 de octubre), dirige Gabriel Agüero
Mariño, actúan: Patricia Pacheco, Nattalie Cortez, Diana Peñalver, Francisco
Denis y Carolina Torres.
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