"Abuelo meu" la obra venezolana más destacada |
Del
11 al 19 del pasado octubre, no menos de
500 personas hicieron posible la realización y el disfrute XXII de Festival de Teatro Interclubes Bejayad (Unidos) en
homenaje a la promotora cultural Dita Cohen. Con optimismo y alegría, los
organizadores por la Sociedad Hebraica (Yves Bitton y Morella Biaggini)
hicieron posible esa fiesta lúdica y cultural con la vigorosa participación de 11
elencos. Todos planificaron y mostraron sus variopintos espectáculos en varios
escenarios caraqueños, empeñados en demostrar que mientras soñemos viviremos y
podremos además construir un futuro.
Este evento, único en el
medio teatral venezolano porque se realiza sin cesar desde hace 22 años, busca
estimular el trabajo cultural en los clubes, así como promover los intercambios
entre las agrupaciones, fomentar las relaciones con todo el medio teatral y
finalmente premiar el trabajo artístico mostrado.
De los 11 espectáculos
vistos destacamos dos por su prédica humanista y religiosa. Nos referimos a La escalera
de Jacobo, producción de la Sociedad Hebraica, y Abuelo
meu del grupo Escénic del Centre Catalán, producciones que merecen ser exhibidas de nuevo en las
respectivas sedes de las agrupaciones.
Arturo
Rodríguez Millet, autor y actor principal de Abuelo meu considera que a
lo largo de los cuatro últimos años,
en los que ha tenido oportunidad de participar en el Festival de Teatro
Interclubes, ha visto “una sostenida tendencia a elevar el nivel de las
diversas propuestas estéticas de cada uno de los grupos participantes, en
muchos casos –incluso- superiores a más de una propuesta de lo que reconocemos
como teatro profesional. Con la intención de proyectar esta hermosa realidad
más allá de nuestros escenarios naturales, nuestro grupo propuso en el
marco de la organización de la XXI edición del Festival el año 2013, la
organización de un post-festival con la presentación de las obras ganadoras en
salas comerciales. Sin embargo, las limitaciones económicas y cierto infundado
pudor por parte de los participantes, amén de la carencia de políticas y
espacios comunitarios abiertos para tales iniciativas, hicieron imposible
alcanzar esa meta para entonces. No obstante, no cesamos en nuestro empeño y
pienso que finalmente lograremos la suma de voluntades suficientes para
alcanzar ese objetivo”.
-¿Recomendaciones
para nuevas generaciones?
-Estudiar, observar,
leer, permanecer con los ojos muy abiertos ante el mundo global y estimular el
sentido crítico propio. Por ningún concepto rendirse ante corrientes que
pretendan imprimir una línea de pensamiento cerrada y comprometida a ninguna
corriente excluyente, ni mucho menos dejarse tentar por las opciones del teatro
complaciente que genera el aplauso fácil en vez de la reflexión y el auto
cuestionamiento. El teatro es un compromiso que, desde la ficción, nos exige
darle luz a la realidad factible. Quién se dedique al teatro debe prepararse
para eso.
-¿Abuelo meu
es su primera obra?
-Sí,
en efecto, es la primera que escribo para teatro y tanto el director como el
resto de los integrantes de nuestro grupo mostraron mucho entusiasmo y
compromiso para convertir su montaje en una realidad.
ABUELO MEU
El
septuagenario Bartomeu Bofill sobrevivió dos años a su viudez y agoniza rodeado
de su descendencia. Reposa en su cama y lo acompañan sus tres hijas, un
joven adoptado por una de ellas y una nieta. Todos analizan lo que fueron sus
vidas y resaltan las relaciones que tuvieron con el progenitor, al tiempo que
desnudan sus personalidades y rememoran sus frustraciones. Pero hay un
personaje fantástico, el fantasma corporizado de una nieta que murió años
atrás, tras vivir como quiso y pudo, se pasea por la escena refutando algunos
juicios emitidos por sus familiares y a la espera del desenlace, cuando se
llevará el espíritu del abuelo y lo ayudará a subir la escalera de Jacobo
que los aguarda: ella, ha superado unos peldaños y él recién comienza. Ahí el
moribundo revive y se marcha con quien lo espera, porque el teatro muestra lo
que los ojos normales no ven. Este es el argumento de la aleccionadora pieza Abuelo
meu, escrita y
protagonizada por Arturo Rodríguez Milliet, puesta en escena por
Eduardo Gulino y exhibida en el XXII Festival Interclubes de Teatro 2014, cuyo
jurado le concedió una mención especial por la calidad de su texto y la solidez
de su puesta en escena.
INVITACIÓN DE DIOS
La escalera de Jacobo, producida por el
Nuevo Grupo de Hebraica, y exhibida bajo la dirección de Johnny
Gavlovski, es aleccionadora cátedra con las sagas de la comunidad judía y sus
peculiares enseñanzas para continuar la vida y así subir, paso a paso, la
bíblica escalera que Dios le ofreció a Jacob, para ascender al cielo
(Génesis,28,11-19/Juan 1:51). Es una prédica sobre el devenir del hombre y su
inevitable destino final: salvarse o condenarse. Ahí, una vez más, el pueblo de
Dios asume su destino y lucha para no dejarse vencer jamás y ascender la
escalera. Magnifico teatro didáctico como
varias veces le hemos visto a Gavlovski, infatigable y versátil teatrero
que toma textos de Elie Wiesel (Hombres de Dios) sobre la escalera de Jacobo y los cruza con fragmentos de No puedo imaginar el mañana, Háblame como la lluvia y déjame
escuchar y La marquesa de Lankspur Lotion,
obras breves de Tennessee Williams. Ahí, los horrores del Holocausto,
como Treblinka, y los valientes del bund
recordaron a los venezolanos que la maldad humana persiste, como se materializó
con los totalitarismos de la Segunda Guerra Mundial.
MICROBIOGRAFIA
Arturo
Rodríguez Milliet nació en Caracas el 11 de mayo de 1.957. Médico
cirujano (UCV Escuela Vargas, 1.983) y psiquiatra (UCV Hospital Vargas, 1.989).
Jefe Servicio Médico RCTV (1.986-2.007). Psiquiatra Centro Médico de Caracas y
Unidad de Psicoterapia Cognitiva y Sexual. Profesor invitado post grado de
Psiquiatría, UCV Hospital psiquiátrico de Caracas. Co-autor junto a Luzmaya
Colina del libro Terapia cognitiva
para los trastornos de personalidad. Ed. El Nacional. Premio Mejor Actor
Principal XIX Festival de Teatro Interclubes 2.011. Premio Mejor Actor
Principal XX Festival de Teatro Interclubes 2.012. Segundo lugar en categoría
relato en el I Concurso Internacional de Poesía y Relato Ramón
Ataz. 2.014 del foro literario “Editorial al aire”. Mención Especial
por la obra Abuelo meu, XXII
Festival de Teatro Interclubes 2.014.
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