El 2015 es el año con más estrenos en la historia del cine venezolano:
31 películas fueron llevadas a la gran pantalla, una cifra sin precedentes que
augura el crecimiento exponencial de nuestro imaginario colectivo, con una gran
variedad de propuestas en las tramas expuestas por distintas generaciones de cineastas,
es la opinión de las autoridades del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía
(CNAC).
.Drama, acción, documental, historia, comedia, animación y terror son
algunos de los géneros que formaron parte del abanico de opciones que más de un
millón de espectadores disfrutaron en 52 semanas de cine, llevando como bandera
la esencia tricolor del país en cada relato, acontecimiento, personaje y
escenario inmortalizado por las cámaras.
La bitácora se inició con 3 bellezas, ópera prima de Carlos
Caridad, que arrasó en festivales nacionales e internacionales exponiendo la
obsesión de las familias del país con los estereotipos de la mujer atractiva y
los concursos de mises a través de una comedia negra. “Nuestro cine se ha
caracterizado por estar siempre encima de cualquier diatriba política, y por
eso hemos tenido el resultado que ahora vemos realizado. Siempre nos hemos
superado y tener tantas obras es reflejo de ello”, dijo Caridad.
Los documentales tomaron la pantalla: Francisco Massiani , Nikkei
, Sabino vive, Primero la tierra, Tí@s, Favio, la estética de la ternura y Fe de chamán ahondaron en personajes
nacionales e internacionales, la importancia de la naturaleza en la convivencia
con el hombre, rescataron la lucha de los pueblos indígenas y ofrecieron una
visión sobre la diversidad sexual en adultos mayores.
El silencio
de las moscas, del director Eliezer Arias, indagó en el vértigo
y la resignación de dos madres que perdieron a sus hijas en un fenómeno de
suicidios adolescentes que aconteció en Los Páramos de Mérida, mientras que El laberinto de lo posible, de Wanadi
Siso, mostró el arte de la fotografía invidente a través de una venezolana
exponente de esta profesión en el mundo.
Lo que lleva el río, del director Mario Crespo, recorrió Venezuela y el mundo con su historia filmada en la comunidad warao, hablada por completo en esta lengua y estrenada en el Festival Internacional de Cine de Berlín de 2015, en la sección NATIVe: un viaje por el cine indígena. Y hasta un thriller psicológico llegó a las salas con las tres versiones de un asesinato que hilvana en clave de ficción el largometraje KM 72 de Samuel Henríquez.
Una ópera prima maravilló a los amantes del horror con una historia terrorífica cargada de misterio, angustia y pesadilla ambientada en la Guerra Federal venezolana. El infierno de Gaspar Mendoza, de Julián Balam, con el respaldo de la Villa del Cine, demostró que este género crece y gusta cada vez más en nuestro lenguaje audiovisual.
Lo que lleva el río, del director Mario Crespo, recorrió Venezuela y el mundo con su historia filmada en la comunidad warao, hablada por completo en esta lengua y estrenada en el Festival Internacional de Cine de Berlín de 2015, en la sección NATIVe: un viaje por el cine indígena. Y hasta un thriller psicológico llegó a las salas con las tres versiones de un asesinato que hilvana en clave de ficción el largometraje KM 72 de Samuel Henríquez.
Una ópera prima maravilló a los amantes del horror con una historia terrorífica cargada de misterio, angustia y pesadilla ambientada en la Guerra Federal venezolana. El infierno de Gaspar Mendoza, de Julián Balam, con el respaldo de la Villa del Cine, demostró que este género crece y gusta cada vez más en nuestro lenguaje audiovisual.
Entre carcajadas, el espectador venezolano se vio reflejado en el
cine con las comedias Todo por la
taquilla, Amor cuesta arriba, Paquete #3 Sonata del pajarillo, ésta última producto
del trabajo de las Unidades de Producción Audiovisual Comunitaria (UPAC) del
estado Anzoátegui, con el apoyo de la Villa del Cine.
La nota musical la puso Vuelo sobre ti, del realizador Luis
Soles, que marcó en la filmografía nacional la gira “La última cruzada' de la
banda venezolana Zapato 3, a través de un documental anecdótico en el que los
aficionados fueron los protagonistas. También se proyectaron Sin vuelta de George Walker Torres, Vamos de Braulio Rodríguez y Kora, senderos a la felicidad de Frida
Ayala.
Hasta
que la muerte nos separe, Redención,
Muerte suspendida” y La piscina se pasearon entre el drama,
la acción policial y el género experimental. La idiosincrasia de los pueblos
andinos se sintió en El desertor con
una trama sobre la vida y la lucha perpetua, dirigida por Raúl Chamorro y
rodada en el pueblo Jajó, Trujillo.
Dos coproducciones con Argentina se vieron: Mika, mi guerra de España, dirigida por Fito Pochat y Javier Olivera; y Radiografía de un crimen de Sebastián Schindler, que dio una mirada carnívora a la explotación laboral. También Carga sellada de Julia Vargas Weisse, coproducida entre Bolivia, Venezuela, México y Francia, ganadora del Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de la India; y Meñique de Ernesto Padrón, filme de animación realizado con Cuba y la Villa del Cine, divirtió a pequeños y grandes a través de una adaptación de 'Pulgarcito' con magos, brujas y princesas.
Diego Rísquez cerró los estrenos del año retratando la generación del bolero en El malquerido, filme biográfico sobre la vida del ídolo zuliano Felipe Pirela que se pre estrenó a sala llena en el Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez, evento que presentó por primera vez al público su sistema de proyección digital para DCP, donado por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC). El largometraje protagonizado por Jesús Miranda, “Chino”, en la piel de “El Bolerista de América" convocó a casi 80 mil espectadores antes de finalizar el 2015.
Dos coproducciones con Argentina se vieron: Mika, mi guerra de España, dirigida por Fito Pochat y Javier Olivera; y Radiografía de un crimen de Sebastián Schindler, que dio una mirada carnívora a la explotación laboral. También Carga sellada de Julia Vargas Weisse, coproducida entre Bolivia, Venezuela, México y Francia, ganadora del Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de la India; y Meñique de Ernesto Padrón, filme de animación realizado con Cuba y la Villa del Cine, divirtió a pequeños y grandes a través de una adaptación de 'Pulgarcito' con magos, brujas y princesas.
Diego Rísquez cerró los estrenos del año retratando la generación del bolero en El malquerido, filme biográfico sobre la vida del ídolo zuliano Felipe Pirela que se pre estrenó a sala llena en el Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez, evento que presentó por primera vez al público su sistema de proyección digital para DCP, donado por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC). El largometraje protagonizado por Jesús Miranda, “Chino”, en la piel de “El Bolerista de América" convocó a casi 80 mil espectadores antes de finalizar el 2015.
“Estoy muy contento porque ha sido un año maravilloso no solo para el cine venezolano, sino latinoamericano. Esto se ha demostrado en diversos festivales del mundo que hemos triunfado, tanto con Desde allá como con El abrazo de la serpiente de Colombia o El club de Chile. En Venezuela está en pleno crecimiento la cinematografía”, comentó Lorenzo Vigas, director de Desde allá, que llegará a las salas del país en abril de 2016.
El desarrollo continúa y se blinda cada vez más, atrayendo la atención de los amantes del cine, ahora con talentosos realizadores que reflejan a través del lente la cultura, historias y personajes de los pueblos y las realidades que nos caracterizan. Y hay que decirlo: gracias al trabajo mancomunado de todos los gremios y el respaldo del CNAC.
De esta manera, se escribió un nuevo episodio memorable en la historia del séptimo arte venezolano, apuntando a tener un 2016 aún más exitoso, variado y entretenido, luego de haber estrenado 16 películas en 2011, 21 en 2013 y 25 en 2014, incrementando de forma consecutiva la cantidad de obras en la gran pantalla.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario