Zhandra Rodríguez y Daniel Castellanos. |
Se ha
presentado el libro El cascanueces de
Vicente Nebreda y el Teatro Teresa Carreño 1996-2015, para preservar así las memorias
de sus 20 temporadas para el quehacer artístico
venezolano. Se trata de una severa investigación periodística, la cual, en 176 páginas y más de 300 fotos e ilustraciones, plasma
la que fue la última gran creación coreográfica del legendario maestro del arte
del movimiento.Esta
publicación, financiada y coordinada por la Fundación Teatro Teresa Carreño, presidida
por Gustavo Arreaza, resume en 50 entrevistas
las anécdotas de directores y bailarines,
escenógrafos, vestuaristas, técnicos y otras figuras que desde 1996 llevan el
espectáculo de ballet a la sala Ríos Reyna del referido centro cultural.
Durante un
encuentro con los medios de comunicación, que contó con la asistencia del autor
de la obra, Daniel Castellano; del líder del departamento de utilería del
teatro, Rodrigo Rodríguez,y de la destacada bailarina venezolana Zhandra
Rodríguez; el presidente de la fundación indicó que el libro es un homenaje a
Vicente Nebreda, maestro del ballet venezolano quien asumió el montaje de este
pieza en Venezuela, que este año alcanza su vigésima temporada, con 20
funciones que se disfrutan a sala llena desde el pasado 10 de diciembre.
La influencias
de El cascanueces sobre las nueva generaciones
es recogida por el periodista Castellano mediante entrevistas a jóvenes bailarines
quienes narran el cómo este montaje influencio la escogencia del ballet como su
profesión y además como un medio de comunicación artístico; por lo que sirve, a
la par, como inspiración para las nuevas generaciones de bailarines y como guía
de realización, de consulta casi obligada para quienes deseen producir en
Venezuela un espectáculo basado en esa joya del arte balletistico.
La
consolidación de las causas que permiten considerar a este montaje como una de
las grandes tradiciones decembrinas de Caracas se dilucidan en esta publicación, que está llamada a convertirse en un homenaje al ingenio imperecedero
de Vicente Nebreda (Caracas, 1930-2002)
En el prólogo,
la primera bailarina Zhandra Rodriguez evoca no solo los criterios de creación de ese
ballet nebrediano sino también pasajes de su entrañable amistad con el coreógrafo
y además recuerda la historia de la creación de El cascanueces, hasta que se estrenó el 18 de diciembre de 1892 en
el Teatro Marinsky de San Petersburgo, de la Rusia zarista, y su evolución hasta
hoy.
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