Durante
la temporada 1981 en el teatro Alberto de Paz y Mateos, sede de El Nuevo Grupo,
se escenificó El viejo grupo, escrita
y dirigida por Román Chalbaud y con los actores Eva Blanco, América Alonso,
Domingo del Castillo y Jorge Díaz. Una metáfora sobre las vicisitudes intimas
de una agrupación de teatro que intenta montar El
águila de dos cabezas de Jean Cocteau. Un espectáculo que invita al público a reflexionar sobre las vidas de
los artistas y como desafían al tiempo y a la sociedad para salir adelante con sus proyectos creativos, pero sin descuidar sus intereses y
las normales ambiciones.
Recordamos
esa faceta de nuestro teatro porque hemos visto, durante este diciembre de
2014, otra representación de Rumberas, desopilante espectáculo de
cabaret, con canciones de las grandes divas o rumberas tropicales de los años
40 del cine mexicano. Son seis personajes masculinos, a inicios de los años 80 y en un
bar de Sabana Grande, quienes se empeñan en revivir el brillo de la época de
las rumberas, como un homenaje, con pretensiones culturales, pero que al mismo
tiempo les sirva para inaugurar un cabaret teatro. Los personajes se travisten
en María Antonieta Pons, Meche Barba, Ninón Sevilla, Amalia Aguilar y Rosa
Carmina, rememorando también a Carmen Miranda y Tongolele. La música disco de
inicios de los 80 como Fame de Irene Cara, los boleros
de Los Panchos y los Mambos de Pérez Prados completan la banda musical del
espectáculo. El elenco lo encabeza Nacho Huett, brillante actor
emblemático del Theja y lo apuntalan: Kelvis Martínez, Juan Guzmán,
Gerardo Lugo, Omar Salas y Carlos H. Pérez.
Rumberas es
la producción con la cual el grupo Theja festeja sus 40 años de lucha por mostrar su estética, la cual comenzó con Fulgor
y muerte de Joaquín Murrieta de Pablo Neruda, en el Ateneo de Caracas (aún
existía la quinta Ramia) en mayo de 1974. Por supuesto que el autor y director
José Simón Escalona no mostró la sordidez del teatro no oficialista ni el
autorotulado de cultural y puso en escena a un grupo de jóvenes gais que
insisten en hacer su teatro como lo sueñan y lo sienten. Buscó y logró que el
público se entretuviera con Rumberas
y que al mismo tiempo discutiera una posible lectura de la obra. “Vivimos una
rumba, ilusoria, y en ese sentido creo que ambas épocas tienen un signo que
necesita de reflexiones y acciones”.
Subraya que
al inicio de los años 80 “cierta crítica
nos tildó de homófilos perversos, porque le descubrimos al público una
cara menos divertida de la vida gay. Lo sorprendimos revelándole un aspecto
transgresor para las miradas superficiales sobre la homosexualidad y sus
consecuencias. Nuestro teatro siempre es irreverente y Rumberas lo
es”.
Escalona destaca que Rumberas es su pieza
número 15 llevada a escena. Tiene otras sin estrenar como Alzao, Ejecutivas, Burdel y Marineros; además de los monólogos
La Jefa y La Viuda , que conforman el espectáculo Tipo
Tipas .
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