Carlos Azpúrua es otro guerrero del cine venezolano |
En América Latina somos
vanguardia en legislación cinematográfica, pues muchos países se alimentan de
ella. Somos un modelo porque logramos juntar a públicos y privados a través de
Fonprocine”, expuso el director Carlos Azpúrua, quien trabaja actualmente en
una segunda reforma a la Ley de Cine, la cual aspira sea aprobada antes de fin
de año, de manera unánime. “En 1994 se aprobó una legislación chucuta
porque la aspiración de los gremios era integrar a públicos y privados creando
el fondo, el cual fue excluido a última hora por presiones de las empresas
exhibidoras”.
Relató que en la primera
reforma de 2005 fue que se pudo incluir la creación de Fonprocine, un ente que
se alimenta de un impuesto a cada entrada de cine que se vende en el país y que
es administrado por el Centro Nacional de Cinematografía (CNAC), que mediante un
órgano colegiado analiza y decide el subsidio de los proyectos que recibe, lo
que ha cambiado la dinámica de producción en estos años, esto se traduce en que
el cineasta ya no tiene que endeudarse para filmar, sino que ahora recibe el
presupuesto de su proyecto.
“Desde entonces el cine se
ha desarrollado”, acota Azpúrua, quien ahora aspira colarse a la Asamblea Nacional a
través de Patria Para Todos (PPT) y con el apoyo del Polo
Patriótico, en las elecciones del 6 de diciembre. Sostuvo que esta segunda reforma busca democratizar las
pantallas. “Necesitamos mayor protección del cine diverso. No puede ser que
estemos mono consumiendo uno fundamentalmente norteamericano”.
Aclaró que no se trata de
eliminarlo, pero sí de que exista un equilibrio, “que haya una propuesta
variada, como un derecho humano”. Añadió que van a plantear que en cada
centro comercial se cuente con una sala “para producciones latinoamericanas,
europeas, asiáticas…diversas”.
DISNEY
PRESUPUESTA LAS MULTAS
Azpúrua señaló que también
es necesario fortalecer las penalidades, pues las dos grandes exhibidoras
(Cinex y Cines Unidos) están obligadas por la ley a una cuota de pantallas de
dos semanas para el séptimo arte venezolano, pero los creadores afirman que no
se exhiben los afiches y los tráileres, además de que alteran los porcentajes
al decirle a los usuarios que ya no quedan entradas para determinada película,
aunque la sala no esté llena. “La sanción es tan baja que prefieren
pagarla, la propia Disney cancela Bs. 20 millones al año”.
“Tenemos un público
absolutamente condicionado a la industria audiovisual americana. Una política
sana del Estado es ir abriendo la complejidad de lo que significa el
espectáculo cinematográfico en función de nuestra soberanía
cultural”. Añadió que “tienes que ir poco a poco condicionando al público,
gradualmente tomando nuestra salas. Las películas nacionales han demostrado un
éxito extraordinario”.
Sobre su trayectoria
profesional, explicó que es un militante de su propia experiencia, basada en la
indagación social. “Hago un cine político, soy un cineasta
político”. Azpúrua, con experiencia en lides parlamentarias e integrante
de la dirección nacional y del secretariado del PPT, desea contribuir desde una
curul a “afianzar el proceso revolucionario”. “Mi nombre está en la
propuesta que lleva el PPT para ser evaluado en el Gran Polo Patriótico”,
anunció el director de filmes como Amaneció de golpe, Disparen
a matar, y Sabino vive, entre
otros.
Diario Avance
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