Los
premios internacionales llegan uno tras otro y el León de Oro cosechado por Desde
allá, de Lorenzo Vigas, en el Festival de Venecia no hace sino confirmar el
gran momento que vive el cine venezolano en medio de la crisis socioeconómica.
Dios aprieta pero no ahorca, diríamos nosotros para explicarnos mágicamente lo
que está pasando, porque las respuestas racionalistas son densas e incluso
hasta absurdas o quizas lo explica aquello que nos enseñó el Gabo: el mas puro realismo mágico. Nadie tiene la clave, pero los hechos si son cuantificables y
hasta dignos de ser festejados.Es una revolución y no le tengamos miedo al termino mientras no se detenga sin esas metas que todos anhelamos.
En la edición
on line de El Universal, del 15 de septiembre,
se afirma que el triunfo de la cinta de Lorenzo Vigas, que superó a cineastas
del calibre de Tom Hooper, Charlie Kaufman, Marco Bellocchio y Alessandri
Sokurov, se suma a una serie de éxitos en otras competencias internacionales. Pelo Malo, de Mariana Rondón, ganó la
Concha de Oro del Festival Internacional de Cine de San Sebastián del 2013; Azul y no tan rosa, de Miguel Ferrari,
conquistó al Goya a la mejor cinta iberoamericana del 2014 y La
distancia más larga, de Claudia Pinto, se adjudicó el premio a la mejor
ópera prima en los recientes Premios Platino que reconocen al cine
iberoamericano.
Y nosotros,que ya habiamos señalado esos detalles, añadimos que Pelo malo, Azul y no tan rosa y Desde allá son abiertamente peliculas anti homofóbicas y denuncian
esa discriminación que aplasta los derechos
humanos no solo en Venezuela sino en otros países. Aquí al menos se trabaja
contra esa enfermedad psicosocial y se aplican los amparos la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, promulgada
en 1999 por el presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
CIFRAS INNEGABLES
Se sabe,
porque ahí están las cifras y la respectiva información, que pesar de la
agitación económica y social que padece Venezuela, la industria cinematográfica
local ha crecido enormemente en los últimos años, lo que se ha visto reflejado
no solo halagos internacionales sino también en las taquillas.
Siete de
las 20 películas nacionales más taquilleras de la historia fueron estrenadas
entre 2005 y 2014, algo inusitado en un país donde llegó a producirse un filme
por año y la permanencia de las cintas nacionales en cartelera era generalmente
efímera.
Entre el 2005 y lo que va del 2015 se han estrenado 171 películas, comparado con las 45 entre 1994 y 2004. La venta de boletos, por su parte, saltó de los 3,32 millones (1994-2004) a 17,35 millones (2005-2015).
"Es muy emocionante ser parte de este movimiento cinematográfico que está viviendo Venezuela a nivel internacional, donde ya se nos reconoce como cine de calidad, premiado en todos lados", dijo a la agencia AP la actriz Malena González, protagonista de La distancia más larga, que está también nominada al Goya 2015 a la mejor película iberoamericana.
Entre el 2005 y lo que va del 2015 se han estrenado 171 películas, comparado con las 45 entre 1994 y 2004. La venta de boletos, por su parte, saltó de los 3,32 millones (1994-2004) a 17,35 millones (2005-2015).
"Es muy emocionante ser parte de este movimiento cinematográfico que está viviendo Venezuela a nivel internacional, donde ya se nos reconoce como cine de calidad, premiado en todos lados", dijo a la agencia AP la actriz Malena González, protagonista de La distancia más larga, que está también nominada al Goya 2015 a la mejor película iberoamericana.
"No
es poca cosa. Nos hemos llevado los tres premios de cine Iberoamericano más
importantes. Estamos felices y nos llena de orgullo que haya mucha gente
trabajando duro para que eso no se quedé allí", agregó González.
Libertador, de Alberto Arvelo, protagonizada por Edgar Ramírez,
quedó el año pasado entre las nueve películas que dirimieron el Oscar a la
mejor cinta extranjera.
EL CNAC ES FACTOR DE DESAROLLO
"El
`secreto' del éxito de nuestro cine radica en la atención de los distintos
ámbitos que componen la cinematografía: la formación, la creación, la
producción, la promoción, la distribución", afirmó a la AP Juan Carlos
Lossada, presidente del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC),
probablemente la principal razón del auge del cine nacional.
También
ha incidido el hecho de que "se ha enfocado la atención en el bienestar de
la gente que hace cine" mediante un subsidio anual de programas de salud y
sociales para cientos de trabajadores cinematográficos independientes, resaltó
Lossada.
"Desde el CNAC hemos desarrollado sin parar, durante muchos años, diversos programas que han buscado no meramente producir más filmes, sino construir una cinematografía nacional", agregó. "Hemos sostenido un programa de fomento a la producción cinematográfica que es ejemplar en el mundo ya que incluye lo mismo ficción que documental y animación, cortometrajes, medios y largometrajes, en todas y cada una de los eslabones o fases del cine, desde la escritura del guion, pasando por el desarrollo de proyectos, la producción, la postproducción y las ayudas automáticas a la distribución y la promoción".
En los últimos 10 años el CNAC ha otorgado más de 700 becas, de las cuales aproximadamente la mitad han sido para estudiar carreras de pre o postgrados o especializaciones técnicas en el exterior, en países como México, Argentina, Cuba, Chile, Brasil, Francia, España y Estados Unidos.
"Desde el CNAC hemos desarrollado sin parar, durante muchos años, diversos programas que han buscado no meramente producir más filmes, sino construir una cinematografía nacional", agregó. "Hemos sostenido un programa de fomento a la producción cinematográfica que es ejemplar en el mundo ya que incluye lo mismo ficción que documental y animación, cortometrajes, medios y largometrajes, en todas y cada una de los eslabones o fases del cine, desde la escritura del guion, pasando por el desarrollo de proyectos, la producción, la postproducción y las ayudas automáticas a la distribución y la promoción".
En los últimos 10 años el CNAC ha otorgado más de 700 becas, de las cuales aproximadamente la mitad han sido para estudiar carreras de pre o postgrados o especializaciones técnicas en el exterior, en países como México, Argentina, Cuba, Chile, Brasil, Francia, España y Estados Unidos.
NO HAY TABÚES
Las
coproducciones también han beneficiado el cine venezolano, como en el caso de Desde
allá (Venezuela, México) en la que
estuvieron involucrados los galardonados directores mexicanos Gabriel Ripstein
y Guillermo Arriaga, quien igualmente colaboró en el guión.
"Hay
que unirse, hacer películas con los mejores talentos", aseveró Vigas.
"Yo me traje al director de fotografía importante de Chile, Sergio
Armstrong; algunos amigos productores mexicanos están en la película e hicimos
esta película venezolana con esas ayudas latinoamericanas".
La
película de Vigas fue financiada en parte por el CNAC, un organismo
gubernamental en el que no parece haber temas tabú y que se ha mantenido ajeno
a las amargas divisiones políticas que agobian a los venezolanos. Un organismo
que ha sido fundamental para los financiamientos y para la ejecución de la Ley
del Cine, un logro de los gremios cinematográficos,
de los empresarios y del mismo Estado, que se viene aplicando desde el siglo pasado
y que ahora va para su segunda reforma.
Vigas
destacó "la libertad creativa" promovida por el CNAC. Indicó que
muchos de los filmes locales "tocan de manera cruda la conflictividad
social y los problemas" que acosan a los venezolanos sin ser censurados ni
hostigados, a diferencia de lo que ocurre en otros sectores donde las
organizaciones públicas son muy poco tolerantes a la crítica.
"Afortunadamente
en el CNAC todavía hay y ha habido una cierta independencia", señaló
Vigas, destacando que su película fue aprobada bastante rápidamente a pesar de
que "el guion era muy fuerte".
La conflictividad de Venezuela, sumida en una severa crisis económica caracterizada por una galopante inflación, escasez de alimentos y otros productos básicos, y una creciente delincuencia, entre otros problemas sociales, inevitablemente impregna el cine local y en muchos casos se convierte en un actor más.
Desde allá cuenta la historia de un homosexual masculino, de clase media-alta, de 50 años que busca jóvenes en paradas de autobús y les ofrece dinero para llevarlos a su casa, y que también acostumbra a espiar a un hombre de edad avanzada, al que está unido por el pasado. Un día Armando recoge a Elder, el líder adolescente de una banda de delincuentes de un peligroso barrio de Caracas y de este encuentro nace una relación que los cambiará para siempre.
La conflictividad de Venezuela, sumida en una severa crisis económica caracterizada por una galopante inflación, escasez de alimentos y otros productos básicos, y una creciente delincuencia, entre otros problemas sociales, inevitablemente impregna el cine local y en muchos casos se convierte en un actor más.
Desde allá cuenta la historia de un homosexual masculino, de clase media-alta, de 50 años que busca jóvenes en paradas de autobús y les ofrece dinero para llevarlos a su casa, y que también acostumbra a espiar a un hombre de edad avanzada, al que está unido por el pasado. Un día Armando recoge a Elder, el líder adolescente de una banda de delincuentes de un peligroso barrio de Caracas y de este encuentro nace una relación que los cambiará para siempre.
CONTRA EL DOMINIO FORANEO
El CNAC
también auspicia la difusión de cortometrajes venezolanos en espacios
comerciales como salas de cine y lugares alternativos como plazas
públicas y cines al aire libre, que sirve al desarrollo de nuevos cineastas.
“Esos espacios en que se presentan los cortos son importantes para la gente,
para el público y los realizadores de cine, sobre todo los que comienzan.
Afortunadamente tenemos una ley de cine moderna, con muchas cosas que no tienen
muchos países", dijo Mike Medina, coordinador general de Venezuela en
Corto.
Pese a
sus avances, la industria cinematográfica venezolana sigue luchando por reducir
el dominio del cine internacional en el mercado local y para ello cuenta con
varias empresas particulares de cineastas y también cuenta con la única productora
oficial de cine, la Villa del Cine y una promotora, también oficial, Amazonia
Films.
"Todavía
el 70% o más de los filmes que se entrenan en Venezuela son películas
extranjeras que provienen, casi en su totalidad, de un solo lugar del planeta,
Estados Unidos", manifestó Lossada.
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