viernes, enero 23, 2015

Pirandello y Strindbger en teatro caraqueño

Luigi Pirandello, en versión caribeña,inauguro la muestra de nuevos directores. 
Luigi Pirandello y August Strindberg inauguraron el Festival de Jóvenes Directores del Trasnocho Cultural, el cual culmina  el 15 de marzo en su Sala Alterna. Sus piezas Seis personajes en busca de autor (1925) y La señorita Julia (1888)  fueron  razonablemente versionadas por Wilfrido Sierra y Jorge Souki y exhibidas por variopintos elencos, durante seis funciones. ¡Ya hay apuestas!
Seis personajes… es considerada la mejor pieza de Pirandello, quien ahí hace filosofía sobre el teatro y  propone innovaciones dramatúrgicas, llegando incluso a ser un auténtico instigador de la absurdidad teatral. La anécdota se centra en cómo los personajes de la  pieza El juego de los papeles asaltan un ensayo teatral e imponen todas sus necesidades y así consiguen los actores para que se conozca la saga de esa obra que el mismo Pirandello escribió. En su versión, Sierra reduce el texto para tropicalizar y hacer lúdico el montaje, utilizando temas musicales de Dámaso Pérez Prado, La Lupe, Gregorio García Segura, Susana Rinaldi y Chavela Vargas. Se destacan  todos los comediantes, pero resaltamos las performances de  José Antonio Barrios y Ángel Pájaro. La escenografía es mínima pero satisface. ¡Estética magra!
Strindberg nunca ocultó su misoginia y es por eso que La señorita Julia, además de su feroz crítica contra la sociedad sueca de su época, enfatiza el rol de la mujer que no se asume como revolucionaria o rebelde y trata de mantener las tradiciones heredadas. La versión de Souki se ubica en la Caracas actual y la ambienta en una fiesta de estudiantes, donde Julia se enamora locamente del  motorizado Juan y pretende comprarlo con joyas y dinero para llevárselo al exterior. Es una inteligente versión apuntalada esencialmente con pantallas de televisión y videos alusivos al romance de la pareja. Pero la fatalidad se impone y ella se suicida, dejando a Juan con su novia Cristina.
La versión es audaz y hasta novedosa, dentro de una ambientación realista, y tiene abundantes escenas eróticas, bien ensayadas por los actores José Ramón Barreto y Vanessa Morr, además de un importante rol secundario resuelto correctamente por María Fernanda Meléndez como Cristina. ¡Aplausos!
Una vez más el teatro propone al público mensajes moralizantes sobre la descomposición social de la familia burguesa por excesos moralistas de sus miembros y subraya cómo las conductas sexuales y los prejuicios conspiran contra la felicidad y la vida misma de los seres humanos. ¡Problemas en la escalera!

Así ha comenzado este plausible experimento del Trasnocho Cultural para aupar a otra generación de directores de escena. Quedan, pues, por verse seis montajes más durante las semanas venidera.¡Hay futuro en el teatro venezolano!

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