jueves, septiembre 29, 2016

Inocente el mayor Lars Koch

Acusado y abogado defensor en la pieza teatral Terror.
Un avión civil con 164 personas es derribado por una nave militar para impedir que sus secuestradores lo estrellen contra un estadio de futbol con 70 mil espectadores. Las autoridades alemanas  le abren un juicio al piloto Lars Koch y es llevado a juicio para que sea sentenciado: inocente o culpable, por un jurado popular.
A partir de ese patético suceso de ficción, que tiene orígenes en reales situaciones similares o parecidas, el  abogado y dramaturgo  Ferdinand von Schirach, (Múnich, 1964),  escribió y vio estrenar su pieza teatral Terror (2015), que actualmente se muestra en varias salas de Alemania, Austria, Slovenia, Hungría, Suiza e Israel.  Y la  cual, desde el pasado 8 de julio se ha exhibido en el Trasnocho Cultural de Caracas bajo la dirección de Héctor Manrique, quien además actúa al lado de María Cristina Lozada (sustituida después por Julie Restifo), Sócrates Serrano, Martha Estrada, Daniel Rodríguez, Juan Vicente Pérez, María José Castro y Eduardo Pinto, en una excelente producción general de Carolina Rincón para el Grupo Actoral 80.
Pero este Terror, auspiciado por el Instituto Goethe, no tiene nada que ver, ni en su temática ni en su formato escénico, con otros espectáculos que se exhiben en Caracas. El montaje, que se presenta viernes y sábados a las 7PM y domingos a las 6 pm, y cuya duración es de unos 105 minutos, tiene un desenlace o final con participación del público, a quien se le pide que deposite, en unas improvisadas urnas,  unas tarjeta con las palabras INOCENTE o CULPABLE para liberar al piloto acusado o mandarlo a la cárcel por unos cuantos años. Se transforma así al “crítico de las mil cabezas”, como se le decía en tiempo de Shakespeare a los espectadores, en un colectivo con poder para perdonar o enjuiciar a los personajes teatrales, cuando el dramaturgo lo decidía.
 Esto casi nunca se hace en Venezuela, y damos fe de ello a lo largo de los últimos 47 años, salvo un montaje exhibido en El Nuevo Grupo, durante los años 80, para cerrar la versión escénica que hizo Ugo Ulive de la pieza La excepción y la regla, de Bertold Brecht.
OTRO TERROR
Pero este montaje venezolano, en contexto alemán, que debe culminar  el domingo 2 de octubre, es novedoso en su argumento  y en su desenlace. El autor  plantea que el responsable de la muerte de esos 164 pasajeros es un militar destacado y preparado para proteger a los civiles, el mayor Lars Koch, formado para establecer controles y velar por la seguridad. A pesar de que ese personaje rompe los límites desde el punto de vista ético, acabando con la vida de 164 personas, lo hace para salvar a 70.000 espectadores que se encontraban en el estadio. Efectivamente desobedece una orden, rompe la línea de mando y quizá por eso debe ser castigado, pero no con todo el peso de la ley, ya que lo hace para salvar a cientos de miles de ciudadanos. Este personaje escoge “el mal menor”.
Sobre lo que debemos reflexionar, como espectadores venezolanos, es sobre lo acorralados que estamos como sociedad ante el terrorismo y su magnífica estrategia para llevarnos al campo de la violencia. Creemos que es el mayor mensaje de esta pieza teatral.
Según el sicólogo y además  primer actor Sócrates Serrano (encarna al abogado defensor del mayor Lars Koch), el que sea “culpable o inocente, el piloto de marras, son caminos para resolver el final de la historia, pero lo que hay detrás del texto de Schirac es lo virginales que podemos ser o dejar de ser ante el terrorismo en cualquiera de sus manifestaciones. Dicho de otra manera, nos educan para hacer el bien pero nos arrojan a una sociedad donde no siempre el bien es el que triunfa. Lidiar con eso y con nuestra propia conciencia parece ser nuestro reto en esta era para irnos a dormir tranquilos cada noche”, porque el terrorismo es mundial, hoy esta al lado de nuestra urbanización  y mañana puede tocar a las puertas de nuestros hogares. Del terrorismo, pues, no estamos salvados jamás, hoy es un musulmán extremista y mañana puede un malandro del mismo barrio donde viven nuestras compañeros de trabajo.
Es una pieza que ha tenido notable éxito de crítica y de público en Europa, porque plantea, entre otras cosas, una serie de interrogantes sobre los roles del Estado y la sociedad civil. ¿Qué ocurre cuando un avión es secuestrado y amenazan lanzarlo sobre un estadio de fútbol? ¿Estamos preparados en Venezuela para una situación similar?¿Qué sucede si el terror domina nuestra vida cotidiana? ¿Qué significados tienen lo legal, lo moral y lo filosófico en nuestra sociedad al ocurrir una situación tan excepcional? ¿Se puede violar la dignidad humana si supuestamente hay más personas que se pueden salvar? ¿Los espectadores tienen en un especial respeto o consideración por la conducta de los militares ahí representados? Son preguntas que alguien debe responder, especialmente los psicólogos sociales.
Este dilema ético de condenar o absolver al mayor Koch, de aprobar “el mal menor”, o sea matar a 164 para salvar 70 mil personas es el planteamiento de Terror que se la propuesto a 11.780 espectadores. Aquí en Caracas las votaciones fueron: 7280 Inocentes y 4500 Culpables, tras 43 funciones.
 Vimos varias veces el espectàculo  y aplaudimos su  ultima función el domingo 2 de octubre. Asi, sin muchas alaracas, avanza la historia cultural de nuestro pais, formando conciencia entre sus espectadores.




miércoles, septiembre 28, 2016

Kafka y Einstein en Caracas

Mario Diament durante su última visita a Caracas, año 2011.
Al dramaturgo Mario Diament (Argentina, 1942)  se le conoce en Caracas gracias el éxito de taquilla y público que generaron los espectáculos  Cita a ciegas  (2007) y  Un informe sobre la banalidad del amor  (2011), Ahora, este destacado intelectual y periodista, a quien conocemos personalmente porque lo entrevistamos  para esos dos montajes, “hace cola” para el estreno de una de sus màs recientes piezas: Frank y Albert,  la cual se mostrará  desde el próximo 7 de octubre en el  Trasnocho Cultural, dirigida por Luigi Sciamanna (Kafka), quien además actúa al lado de Antonio Delli (Einstein), en una producción de Queiroz Publicidad.
Gracias a los  periodistas del excelente periódico bonaerense Pagina 12, donde entrevistaron a Diament  cuando la estrenaron en Argentina, sabemos que  la obra  Frank y Albert tomó forma luego de que el dramaturgo y periodista realizara una investigación histórica. La pieza es, según propia definición, “un ejercicio de imaginación proyectado sobre un clima de época. El objetivo fue imaginar un encuentro entre el físico alemán Albert Einstein y el escritor checo Franz Kafka. Me fascina investigar una situación y traté de imaginar las circunstancias de este encuentro y los posibles temas abordados”.
Diament, leyendo la biografía de Einstein escrita por Walter Isaacson, reparó en que en 1911, poco después de llegar a Praga para hacerse cargo de una cátedra en la Universidad Karl-Ferdinand, el físico solía frecuentar el salón literario de Berta Fanta, donde se reunía la intelectualidad praguense. Como Kafka también concurría a esas reuniones, Diament advirtió en que sin duda debieron haberse conocido, certeza que le sugirió la escritura de una obra que, cuando termina, según conjetura el dramaturgo, provoca “la sensación de haber asistido a un momento único en la historia, y a una conversación excepcional”
La extensa charla que desarrolla la pieza se entabla en  Praga, en el balcón del edificio de la Farmacia Unicornio, propiedad del marido de la señora Fanta, situado frente a la plaza de la Ciudad Vieja –lugar donde hoy se detienen todos los city tours de Praga– muy próximo a la iglesia de San Nicolás y al famoso reloj astronómico, otros hitos obligados del recorrido turístico. “Kafka tenía entonces 28 años y aún no había publicado nada”, detalla el dramaturgo, “mientras que Einstein, que tenía 32, ya había publicado su Teoría Especial de la Relatividad y su nombre comenzaba a sonar en los círculos académicos
–¿Cómo presenta a ambos personajes?
–Como a dos tipos que tenían visiones opuestas de la vida. Einstein era un optimista, lleno de energía y pasión. Era socialista, además. Kafka, en cambio, era pesimista y torturado. También tenían posiciones diferentes frente al judaísmo: Franz era partidario del sionismo y Albert, muy crítico en relación a este tema.
–¿Fue sencillo escribir esta obra?
–No, me costó muchísimo escribirla. La mayor dificultad era que se trataba de una conversación que, aunque evolucionaba hacia una variedad de temas, me parecía que tenía el obstáculo de que no ocurría nada.
–¿Qué visión tienen los personajes de su época?
–Einstein piensa que va a comenzar una guerra devastadora por el impacto del desarrollo tecnológico. Y Kafka tiene una gran preocupación por el antisemitismo.
–Parece que en 1911 ambos preanunciaban lo que sería la Segunda Guerra...
–Es que estaban en el despunte del siglo XX y lo que imaginaban era lo que sería el proceso que comenzaría con la Primera Guerra. Hablan de política, de filosofía y de religión. Y no coinciden en casi nada.
–¿Terminan peleados?
–Bueno, hay un ligero enfrentamiento, porque comienzan a hartarse de sus diferencias. Mientras que Einstein habla acerca de la maravilla del universo, de la deuda que existe con lo realizado anteriormente, Kafka sostiene que el hombre está solo con su sufrimiento. Franz es obsesivo y su forma de reflexionar sobre las cosas es dramática y a la vez, inocente. En cambio, Einstein tiene un sutil sentido del humor y sus reflexiones son ácidas.
–¿Hablan acerca de la Teoría de la Relatividad?
–Sí, Einstein le explica las posibilidades de su ecuación y Kafka le echa en cara que hable de tanta destrucción sin que se le mueva un pelo. Pero él se defiende diciendo que solamente descubrió una cualidad de la naturaleza y que, así como una piedra sirve para construir, también se puede matar con ella. De todas formas, a Einstein le parece más espantosa la máquina de la justicia que imagina Kafka, la que luego describirá en su cuento En la colonia penitenciaria.
–A pesar de vivir en Miami hace tantos años, los directores que ponen sus obras no dejan de consultarlo...
–Viajo siempre que puedo y contesto todas las consultas que me hacen. La función de un autor en los ensayos es descubrirle al director ciertas sutilezas referidas a los procesos de pensamiento interior de los personajes. Yo siempre les digo a los directores que yo soy el mejor espectador que pueden tener. Por eso me gusta tomar parte del proceso de ensayo.
–Tiene escritas muchas obras con personajes históricos: San Martín y Bolívar, Lou Salomé y Nietzsche, Martin Heidegger y Hannah Arendt. ¿Qué encuentra en los personajes de este tipo?
–Los personajes históricos tienen, para mí, la misma función que los mitos para los griegos: a través de ellos se puede hablar, sin hacer juicios morales, de ciertas ideas, y se puede reflexionar sobre cosas que, como en esta obra, pienso y siento, aún poniéndome en las antípodas, como están estos dos personajes.

¿Qué pasará con Frank y Albert en Caracas? Que la veremos porque hay dos actores de gran nivel, un texto inteligente y la natural curiosidad de los teatro maniacosvenezolanos,.

martes, septiembre 27, 2016

La furia de Dios o para jamás olvidar a Boves

Jesús Benjamín Farías Rojas 
Los concursos de dramaturgia son fundamentales para el desarrollo del teatro de un país, porque sin esos escritores difícilmente puede existir un conciencia nacional presente en  sus temas o en  sus lenguajes comunes a ciudadanos o espectadores. Lo afirmamos porque nos hemos topado gratamente con el anzoatiguense Jesús Benjamín Farías Rojas, ganador del Premio Apacuana de Dramaturgia 2016 con su texto La furia de Dios.  
Farías Rojas dijo que su pieza está inspirada en un día específico que tuvo lugar en Cumaná para el año 1814, cuando se perdió la Segunda República y José Tomás Boves arremetió contra la población civil y la hermana menor del Mariscal de Ayacucho saltó de un balcón para no ser atrapada. “Pude reconstruir valores como el amor, la lealtad, la familia y sobre todo la mujer ya que son muchas las que participan en la historia, en el contexto de una guerra”, reiteró el autor.
¿De dónde nace su presencia en la dramaturgia?
Yo aprendí a leer muy niño a los cuatro años, de manera accidental si se quiere, resulta que estaban enseñando a leer a la menor de mis tías y a mi me sentaban al lado de ella para cuidarme, era muy inquieto a esa edad, y viendo como la enseñaban a ella aprendí a leer, sin métodos, sin presiones, para la familia fue toda una sorpresa, y para mi una relación con la lectura que perdura hasta hoy. Y claro, a los 12 años decidí ser escritor, escribí cosas muy malas en el aprendizaje y otras que se podrían rescatar, escribí novelas, cuentos, poemas a la manera de Rimbaud a los 17 años, aquí no había muchas opciones de como formarme como escritor y me acerqué al teatro en un intento de desarrollar esa faceta, pero me quedé adosado al teatro, y el teatro me llevó a la dramaturgia.
¿Cuántas obras ha escrito hasta ahora?
Veintiséis obras y en  en lo que va del siglo he ganado ocho concursos, gracias por supuesto a los jurados y las instituciones. La primera fue
Ave de rapiña, ganadora del premio Autores inéditos de Monte Ávila Editores-2006.Y siguen: Yo soy la Sáenz (ganadora del Concurso Nacional de Literatura del IPASME Mención Dramaturgia-2010), Las aguas negras (Mención especial en el IV Concurso de obras teatrales “Marita King”-2013), El Pleito  (Segundo lugar en el III Concurso “Por una Venezuela literaria” Homenaje a Rodolfo Santana-2013), Josefina la Cantora o el pueblo de ratones (ganadora del Premio Municipal de teatro de Calle-2014), Bichito Raro  (Mención de honor en el Concurso Internacional para Textos Teatrales Leopoldo Alas Minguez-2014), La Avanzadora (ganadora del III Concurso Nacional de Dramaturgia Gilberto Pinto-2013” y ganadora del Premio Municipal Luis Brito García -2015.) y ahora  La furia de Dios (ganadora del Premio Apacuana Dramaturgia Nacional 2016)
¿Qué temática y qué técnica prefiere para escribir teatro?
Yo empecé con dramas sociales,  comedias muy al estilo de los 90, después empecé a escribir dramas históricos un poco para darme respuestas a las preguntas que me hacía como ciudadano de este país, y allí me fue muy bien, también he optado entre mis temas la discriminación, la homofobia, la mujer con todos sus matices, la desigualdad, en fin... Ahorita ando leyendo la historia venezolana de principios del siglo XX, y todo sobre los años 80, buscando reinventarme nuevamente como dramaturgo.
¿Reconoce influencias de otros autores?
Creo que mis influencias es más hacia la literatura en general, yo crecí leyendo a José María Vargas Vila por mediación de Chulola, que fue una especie de abuela, que me llevó a la lectura de clásicos como El conde de Montecristo y Los miserables, leía a García Màrquez, Vargas Llosa y Rómulo Gallegos. Pero cuando empecé a hacer teatro me enfrasqué en la lectura de toda la dramaturgia que cayó en mis manos, cuando decidí escribir historia leí todo lo histórico de Shakespeare, Schiller, Tennessee Williams, Alejandro Láser, Rodolfo Usigli, a Griselda Gambaro, por lo demás, Tennessee Williams  es un maestro al que siempre vuelvo, lo mismo que Cabrujas que cada vez que lo leo me da luces.
¿Cómo llega a La furia de Dios?
La furia de Dios se basó en  una imagen que tengo desde los nueve años cuando Chulola que contó la historia de Magdalena de Sucre, la hermana menor de Toñito Sucre que se arroja por el balcón para salvaguardar su honor, de ella no hay nada en la historia oficial más que su muerte y a ella, a su vida y no a su muerte, me remití yo para teatralizar el día de la batalla de Cumana, cuando el ejercito de Piar es derrotado por los realistas que arremete contra la población civil. Es una visión de la guerra a través de la mirada de las esclavas y las mujeres blancas en la cocina de los Sucre, con sus rituales, los cantos y cuentos, sus peleas, sus invocaciones a Santa Inés, joven mártir patrona de Cumaná, es el grito de la población civil masacrada por los hombres de Boves, es el mito de la doncella criolla encerrada tras la ventana colonial, Perséfone convertida en Hécate; no obstante, tras aquella batalla, Boves invade la casa familiar.
¿Satisfecho?
Si por una parte, el premio -que son 50 mil bolivares y la producción de la obra-obviamente es un logro por aquello del prestigio literario, pero por otra parte lo considero más un compromiso en mi rol de escritor, creo en el trabajo duro, en la investigación exhaustiva, en el hacer y rehacer, desde Yo soy la Sáenz, pasando por La Avanzadora hasta llegar a La furia de Dios es mucho lo que he investigado, mucho lo que he estudiado, mucho lo que aprendido y desaprendido.
¿Le montarán la obra?
Si hay planes de montarla el año que viene, creo que lo hará la Compañía Nacional de Teatro o el Centro Nacional de Teatro, que auspician el premio.
¿La moda de las nuevas generaciones es emigrar? ¿Usted piensa hacerlo?
Bueno yo no soy tan nueva generación, jajaja, pero no, ni me ha pasado por la cabeza, yo estoy muy enraizado a este país, a esta tierra, creo que nuestra lucha está aquí ahora, Venezuela lo necesita.
El hijo de Maura
Yo planifiqué mi vida en función del teatro, me gradué de profesor de Educación integral y doy clases de teatro en un colegio, y en las tardes estoy como profesor en la Unearte Ceca Anzoátegui. Me gradué por el sistema Profeser en Unearte de Caracas y fue una muy buena experiencia que influyó en mi rigor investigativo. Nací en Puerto La Cruz, en el año de 1969, tengo 46 años, mi madre se llama Maura Rojas y junto con mis abuelos han sido los motores de mi vida; mis padres formaron un matrimonio adolescente y se separaron antes de yo nacer; mi papá se llama Pedro Farías, fue una intermitencia en mi vida, tardé años en comprenderlo, ahora nos llevamos bien. Estoy soltero  y estoy criando a una especie de hija, es mi sobrina y uno de mis grandes afectos, precisamente a ella está dedicada La furia de Dios.


domingo, septiembre 25, 2016

Reabren el burdel "El pez que fuma"

Román Chalbaud espera el quinto montaje de su pieza emblemática
Desde el pasado lunes 19 de septiembre comenzaron los ensayos de El pez que fuma, obra de Román Chalbaud que, bajo la dirección de Ibrahim Guerra, servirá para el relanzamiento de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), empresa del Estado venezolano, que dirige Alfredo Caldera para el Centro Nacional de Teatro.
El director Guerra está trabajando, por ahora, con 28 de los 44 actores que fueron escogidos en severo casting para la CNT. Se ensaya con dos elencos y se espera que durante la última semana de octubre y la primera de noviembre se haga el estreno en el teatro Nacional, con artística escenografía de Armando Zullo y vestuario de Daniel García, música grabada y la presencia de un piano y una monumental rockola.
Este montaje 2016, el quinto que se le hace al texto chalbaudiano, trascurre en un burdel venezolano, del año 1967, y ahí, como dice su autor, están los personajes que el inventó”. Esos entes teatrales me dictan lo que quieren ser y así los presento. No intento explicar mis obras teatrales, ni tampoco mis películas, dejo que el público las vea, las digiera y saque sus propias conclusiones. Los prostíbulos son sitios donde, especialmente los hombres, drenan pasiones y trata de conseguir por horas ese amor que se sale no solo por la boca. Hay muchos sueños o anhelos que ahí se forjan o que naufragan. El poder y el amor son las dos grandes pasiones de los seres humanos y eso ahí está muy bien marcado o definido. Además, a todos nos atrae un burdel, porque en esos antros pasan muchísimas cosas. En estos tiempos hay otros sitios o espacios que han intentado sustituirlos, pero los lupanares siguen existiendo. El teatro es un espectáculo y los venezolanos son muy inteligentes y agarran todo lo que unos les dice y lo reitero yo que tengo más de medio siglo en estos avatares del teatro y el cine, además de la televisión”. 
 COMPLICADOS AMORES
El pez que fuma es un próspero bar de copas y prostíbulo, o burdel o lupanar, administrado por La Garza, quien confía en su amante de turno, Dimas, para que deposite las ganancias en el banco; pero este es un dilapidador del dinero ajeno y además la engaña con otras meretrices. Desde la cárcel, Tobías, ex amante de La Garza, conspira, y le manda un “Judas” (Juan), quien se encarga de emponzoñar todo y enamora a la patrona del burdel. Dimas no se deja sustituir tan fácilmente y mata, sin querer, a la codiciada dama; termina en la cárcel y deberá resolver su conflicto con Tobías. 
CUATRO MONTAJES
El estreno de El pez que fuma se hizo para la temporada de El Nuevo Grupo, en el teatro Alberto de Paz y Mateos, en  1968, contó con un elenco maravilloso: Gloria Mirós sustituyó a Hilda Vera, quien después protagonizó la versión cinematográfica; trabajaron, entre otros, Herman Vallenilla, Rafael Briceño, José Ignacio Cabrujas, Humberto Buonocore,  Maira Chardiet,  José Luis Silva, Hercilia López, Rodolfo Parra, Nirma Prieto, Alexander Milic, Raúl Medina, William Moreno y debutó  José Salas, quien además diseñó el vestuario y la escenografía. “Yo la dirigí”, dijo Chalbaud.
Nunca más montó se montó ese burdel, pero Chalbaud sí dejó que otros lo hicieran: en 1994, Cabrujas lo escenificó en el teatro El Paraíso, y ahí trabajaron, por cierto, Mimí Lazo como La Garza y Luis Fernández (era Juan, quienes hoy son asombrosos esposos y grandes trabajadores del teatro); en la temporada 2009, Dairo Piñeres lo montó, en la sala Rajatabla, para la graduación de los alumnos de Unearte. Y durante la temporada 2013, nada menos que en el teatro Trasnocho, lo mostró Elba Escobar. “Para mí son tres, de verdad, hasta ahora y el que firma Elba Escobar”, puntualiza Chalbaud, próximo a cumplir 85 años.
CATIA Y NO LA GUAIRA
Chalbaud, para que la historia teatral sea clara, comenta que nunca visitó ni tampoco sabía la historia del prostíbulo venezolano “El pez que fuma”. Supo que había existido y hasta tomó notas de algunos detalles sobre sus administradores y el tipo de clientela que tenía, porque un taxista, negro  y anciano, se lo contó durante una noche del año 1953, tras llevarlo a la plaza Sucre para que se reuniera con sus compañeros de trabajo de la Televisora Nacional, en el bar “El canario”. Gobernaba el general Marcos Pérez Jiménez y la Seguridad Nacional, policía política del régimen, hacia honor al nombre, al menos en Caracas. Ese lupanar, que nunca vio, pero que se lo describieron o pintaron con muchos detalles, funcionó en las inmediaciones de la plaza Sucre y fue muy famoso durante la dictadura del general Juan Vicente Gómez. Le gustó su nombre, resultaba absurdo, poético y visto ahora hasta resulta garciamarquiano por ese realismo mágico que evoca: un pez fumador o fumón.
Pero fue 15 años después, de tal revelación en Catia, que terminó y estrenó su obra, a la cual bautizó El pez que fuma, porque además transcurre en un burdel. Comentó que el original burdel “El pez que fuma”  no estaba en La Guaira, existió en Catia, y dejó huellas o secuelas; en las inmediaciones de La Guaira sí existía otra mancebía famosa, “La Pedrera”, “donde rodaron la versión cinematográfica de El pez que fuma, hacia 1976 y 1977. “Nuestro público tiende a confundir la realidad con el cine, eso hasta es bueno a veces. Supe, años después, que en Francia hubo, o todavía existe, un burdel llamado El pez que fuma, en francés por supuesto”, dijo.
ELENCO 2016

Veteranos y nuevos artistas integran este primer elenco de la nueva CNT. Algunos ya entraron en la historia del teatro criollo, mientras que otros se asoman con sumo placer y con muchísimas condiciones. El tiempo dirá, pues, que pasó con las dos cohortes de 14 comediantes donde estarían, pues, Aura Rivas Francis Rueda, Antonio Cuevas, Ludwing Pineda. Francisco Aguana, Varinia Arráiz, Daifra Blanco, Larry Castellanos, Juliana Cuervos, Citlalli Godoy, Belisario Hernández, Keudy López, Rosanna Marín, Livia Méndez, Norma Monasterios, Edilsa Montilla Hernández, Zair Mora Díaz, Margarita Morales, Andy Pérez, Jean Manuel Pérez, Deivi Restrepo Delgado, Trino Rojas, Arturo Santoyo, Maria Alejandra Tellis Vera. Sara Azocar Azpiri, Dayana Cadenas Gutiérrez, Kala Fuenmayor, Fernando Garantón, Julio Enrique García, Ana González De Sousa, Randimar Guevara, Nitay La Cruz Romero, Marcela Lunar, Julio Cesar Marcano, Yaimira Martínez, Oriana Martins, Sandra Yasorhaja, Moncada González, Darling Palma, Angel Pelay, Josua Portal, Jhuraní Servellon Alvarado, Orlandys Suarez González, Meléndez Wahari y Kelvin Zapata.

El estrés colectivo puede incendiar al pais

El psicólogo y actor Sócrates Serrano participa en el espectáculo Terror,
donde defiende a un militar que derribo
  a un avión civil con 164 pasajeros.
La oleada de crímenes escabrosos, esos donde decapitan o despedazan o incineran a las victimas, al tiempo que cunde el pánico entre los habitantes de las comunidades donde se escenifican tales sucesos, no puede  ser analizada ni tampoco explicada fácilmente por los psicólogos ni los criminalistas. Surgen estudios y propuestas para estudiar ese peligroso incendio  de la paz social venezolana.
Sin embargo, el actor y psicólogo Sócrates Serrano, a quien solicitamos sus reflexiones sobre la generalidad de tales casos, se  orienta a recomendar  un mayor estudio de la actual realidad social, política y económica del pais, porque ahí estarían las claves de todas masacres nunca antes vistas en Venezuela.
VIOLENCIA Y REPRESIÓN
¿Qué ocurre en una sociedad organizada y con un orden jurídico, cuando  cunde el desconcierto y los ciudadanos toman la justicia por su propia mano, ajusticiando o masacrando a los delincuentes?
Deberíamos preguntarnos si realmente la percepción de los ciudadanos es que “la sociedad está organizada y posee orden jurídico…” Y este es precisamente uno de los temas claves. La percepción de la justicia o injusticia por parte de los habitantes de nuestras ciudades. En la medida que esta percepción esté asociada a una “mano suave” para el control de las normas, la convivencia, el respeto a la propiedad privada y el respeto a la vida por parte de los organismos responsables del estado, en esa medida, los ciudadanos sienten el impulso y necesidad de responder reactiva y violentamente a cualquier ruptura del orden establecido que no sea controlado por el estado. Opera aquí el instinto de la supervivencia por un lado (me protejo y protejo a los míos ya que nadie lo hace) y una respuesta violenta extrema por otro. Esta última asociada al modelaje de violencia y represión por parte del Estado. Basta con analizar el contenido de los discursos políticos y las reacciones y actitudes de nuestros militares en las manifestaciones de calle.
NIVELES DE ESTRÈS
 ¿El ajusticiamiento por el pueblo sin proceso judicial cónsono, es una tradición milenaria, viene desde la antigüedad, pero por qué en Venezuela se aplica?
Es difícil aislar las variables y entender cuál de ellas explica por si sola este fenómeno, sin embargo, como mencioné anteriormente los patrones de violencia y confrontación modelados desde las altas esferas, particularmente en los discursos y acciones de las personas que tienen poder e influencia social, operan como la plataforma perfecta para estimular la violencia cotidiana. Los altos niveles de estrés que estamos experimentando asociados a la infinidad de limitaciones de la vida diaria (inseguridad, largas colas para conseguir alimentos, ausencia de medicamentos e insumos para tratamientos, inflación, etcétera) condicionan en las personas un estado de alta sensibilidad, frustración e ira que de no ser canalizada de forma adecuada puede implosionar generando enfermedades mentales y físicas o explotar en descargas de violencia catárticas donde los delincuentes se convierten en las víctimas y focos perfectos de estas descargas.
ESTRATEGIAS Y PRIORIDADES
¿Hasta dónde se puede llegar con eso? ¿Qué recomendaría usted?
Los límites son insospechados como en todas las reacciones humanas. Desde el punto de vista personal hay una serie de medidas para canalizar el estrés y la frustración que pueden palear este malestar. Establecer redes de contacto con amigos y familiares, conversar ampliamente sobre el malestar, buscar espacios catárticos sanos como el ejercicio, el arte, la conformación de grupos de apoyo para resolver problemas en las comunidades, etcétera. Más allá de algunas recomendaciones de estrategias más personales para afrontar el estrés como la relajación, respiración, meditación, etcétera. Sin embargo, este problema se escapa del control individual de los ciudadanos. Podemos manejar ciertos elementos en nuestro círculo de influencia inmediato, pero la delincuencia e inseguridad son un problema de Estado que debe ser atendido de manera estratégica y prioritaria. Adicionalmente deben revisarse los patrones educativos y comunicacionales que han sido instaurados en los últimos años de manera expresa consciente y los que se han posicionado espontáneamente producto de la vorágine de confrontación y polarización en la que nos encontramos.
¿CULPABLE O INOCENTE?
¿La obra teatral Terror, que exhibe el Trasnocho Cultural, habrá dejado alguna enseñanza o prédica a los espectadores, teniendo en cuenta que ahí se plantea como puede ser justificable matar a 164 pasajeros de un avión para salvar 70 mil espectadores de un estadio?¿Qué mensaje oculto manda el veredicto del público?
Es un caso completamente diferente. En la obra  Terror  de Ferdinand Von Schirach, el autor nos plantea que el responsable de la muerte de esos 164 pasajeros es un militar destacado y preparado para proteger a los civiles. Es una persona formada para establecer controles y velar por la seguridad. A pesar de que el personaje del mayor Koch rompe los límites desde el punto de vista ético, acabando con la vida de 164 personas, lo hace para salvar a 170.000 espectadores que se encontraban en el estadio. Efectivamente desobedece una orden, rompe la línea de mando y quizá por eso debe ser castigado, pero no con todo el peso de la ley, ya que lo hace para salvar a cientos de miles de ciudadanos. Este personaje escoge “el mal menor”. Sobre lo que si debemos reflexionar es sobre lo acorralados que estamos como sociedad por el terrorismo y su magnífica estrategia de llevarnos al campo de la violencia. Creo que es el mayor mensaje de esta pieza teatral. “Culpable o Inocente” son caminos para resolver el final de la historia, pero lo que hay detrás del texto es lo virginales que podemos ser o dejar de ser ante el terrorismo en cualquiera de sus manifestaciones. Dicho de otra manera, nos educan para hacer el bien pero nos arrojan a una sociedad donde no siempre el bien es el que triunfa. Lidiar con eso y con nuestra propia conciencia parece ser nuestro reto en esta era para irnos a dormir tranquilos cada noche.
Buscan notoriedad
La criminóloga María Melo, citada por el portal web elpitazo.com, asegura que los asesinos no se conforman con solo disparar, sino que también buscan notoriedad entre sus grupos con la mutilación a las víctimas.
“Estamos ante la presencia de una nueva cepa de delincuentes. Los malandros viejos justificaban sus delitos argumentando necesidad o venganza porque no los respetaron. Los de ahora son difíciles de analizar; allí hay una deuda de los investigadores en indagar en este tipo de criminales que disfrutan matar y tener un contacto más de piel con su víctima. No se conforma con disparar, sino que utiliza las manos para mutilar el cuerpo de su víctima”, indicó la críminóloga María Melo.
Para la experta, quienes realizan los macabros actos de asesinato, con decapitación, buscan un reconocimiento. En general son personas con mucho resentimiento que al momento de cometer los crímenes tienen un público que los ve, sean miembros de la misma banda o víctimas.
Para la especialista, el clima influye en este tipo de delitos. Señala que las altas temperaturas son caldo de cultivo para comportamientos más violentos. “No en vano estos casos recientes ocurren justo cuando tenemos mucho calor, sobre todo en zonas como Guatire y Barlovento”, informó Melo.
Estudios, de 2013, difundidos en la revista Science, revelaron gracias a una investigación realizada por las universidades de California y Princeton, ambas de Estados Unidos, que los cambios en el clima están estrechamente vinculados a la violencia humana en todo el mundo. Incluso desviaciones relativamente pequeñas de la temperatura normal o las lluvias han incrementado sustancialmente el riesgo de conflicto en la antigüedad o en la actualidad. Los datos proceden de muestras de Brasil, China, Alemania, Somalia y Estados Unidos.
Entre las decapitaciones ocurridas recientemente destaca la de los dos adolescentes en la población de Guatire, a quienes les dejaron al lado de los cuerpos un mensaje acusándolos de violadores. Para Melo, en este caso el delincuente se erige como un vengador. “En la subcultura de los antisociales hay códigos y entre ellos no se perdonan delitos como la violación, por eso cuando estos sujetos son capturados y entran a las cárceles también son violados y descuartizados”, precisó la criminóloga.
No difundir video
Melo recomienda no difundir por las redes videos o fotos de estos crímenes, porque sirve de argumento para que otros imiten los delitos, porque eso les da “caché”. Señaló que muchos de estos asesinatos también son copiados de otros países y en muchos casos de personajes delictivos que son considerados líderes como el Chapo Guzmán, en México.
En total, las autoridades policiales registran ocho personas decapitadas en los primeros 21 días del mes de septiembre en el eje Guarenas-Barlovento, entre ellos dos mujeres y dos adolescentes.