domingo, junio 28, 2009

Aplausos para Víctor Vegas en Uruguay

El teatro venezolano se representa poco en esta nación que avanza hacia el festejo de sus 200 años como país independiente y con una cultura propia. Eso lo hemos detectado y evaluado desde hace varias décadas, pero no ha sido posible que la producción de espectáculos criollos supere en cantidad y en calidad a la que se hacecon piezas foráneas. Siempre los teatreros tienen las excusas más tontas para no escenificar a los autores nacionales y lo único que les queda a los numerosos artistas excluidos es que, por mediación divina o de la Internet, los representen allende las fronteras. Tal es el caso de Víctor Vegas (Barquisimeto, 1967), cuya texto Pieza para dos actores fue estrenada e hizo temporada en la sala Agadu de Montevideo, donde se presentó desde el 18 de abril y a lo largo de dos meses, gracias a los interpretes Luciana Acuña y Javier Barboza, dirigidos por Antonio Baldemir.
Pieza para dos actores, según explica Vegas, quien voló de Madrid a la capital uruguaya para ver el espectáculo, no es más que una metáfora del sin sentido de nuestra vida contemporánea, en la que los adelantos tecnológicos que han sido creados para comunicarnos, a veces acaban teniendo el efecto contrario, dejándonos la sensación de estar recluidos en un baúl o un ataúd.
Ahora Vegas, no exento de satisfacción, nos envía tres reseñas criticas uruguayas que publicaron Ana Laura Barrios (Diálogos creativos), en Vayven (suplemento cultural del diario El Observador), el sábado 30 de mayo de 2009; Leonardo Flamia (La costumbre embrutece) en Guía del Ocio (suplemento del diario Últimas Noticias), el día viernes 19 de junio de 2009, y Álvaro Loureiro en el semanario Brecha, el 19 de junio de 2009.
Según la comunicadora Barrios, la puesta de Pieza para dos actores es original y “privilegia un juego escénico donde todo puede ser posible. Los personajes se desdoblan en el límite entre lo real y lo ficticio. Pueden contar la historia de dos mellizos y su tensión amor odio, o la de dos actores que compiten para poner todas sus energías al servicio del espectador. En este juego, la imaginación sostiene sus vidas y la fantasía es el motor de narraciones que transitan sutilmente entre la tragedia y la comedia. Destaca el trabajo interpretativo de la dupla Acuña-Barboza, que prioriza la gestualidad y, aunque hablen, las posibilidades expresivas de la pantomima".
Flamia apunta que el dramaturgo usa la mecánica de los personajes de una obra de teatro que se repite constantemente para aludir a la rutinaria y mecánica vida cotidiana de los seres de carne y hueso.”Estamos ante un juego entre la ficción y la realidad mediante el que el autor logra decir lo que quizá no puede decir con esta eficacia de otra manera”.Puntualiza que uno de los momentos mas directos” de la obra llega cuando los muchachos deciden hacer “lo que el resto de la gente hace, decir mentiras”. Y se sucede la lista: "Soy feliz. A partir de ahora seré un hombre distinto. Nunca he sido ni seré esclava del tiempo. Siempre he dicho la verdad. Todos somos iguales”.Pero, insiste el critico, “con te amare eternamente”, parece llegar la mentira mas fuerte encontrada por el autor, que de alguna forma habla de lo que sucedía cuando escribió esta obra en 1989”.
Comenta Flamia que no hay mayores referencias en el texto a la forma de montar la obra, “por lo que asumimos que la estética circense, la impostura de clowns de los actores, unido a los tonos pastel gastados que disimulan la pieza como algo mas pueril, son decisiones del director”.
Y para el especialista de Brecha, Pieza para dos actores apuesta al intercambio de pensamientos que llevan a cabo dos hermanos una de esas noches en las que el suelo no acuden de acuerdo a las coordenadas de rutina.”Una serie de elementos oníricos, sin embargo, se refleja en la atmosfera de una puesta nada naturalista que recurre a los juegos de la imaginación de Lucía y Antonio, los únicos personajes, echan a andar al tiempo que discuten o establecen una especie de alianza para enfrentar la existencia. El aire de irrealidad que se pone de manifiesto en una noche muy especial abre caminos para que la platea perciba que los jóvenes que propone Vegas pueden representar las dos caras de una misma persona en la cual se entrelazan distintas maneras de sentir e interpretar los que los rodea”.

sábado, junio 27, 2009

Goldoni y Salvato hacen la guerra

La guerra es la más perversa de todas las invenciones del hombre. Los pretextos para desencadenarla oscilan desde la necesidad de capturar saludables hembras, para incrementar la población, hasta la consecución de comida o de otros materiales que simbolizan el poder. Y con tales excusas, disfrazadas a veces como “cruzadas por asuntos de fe”, la humanidad guerrerista ha provocado centenares de conflagraciones sin importarle las incalculables pérdidas de vidas y bienes, especialmente durante las últimas décadas con la utilización de armas nucleares o de destrucción masiva, las cuales pueden desencadenar la desaparición total de la especie humana.
Dramaturgia goldoniana
Los intelectuales, el sector más pensante y el más creativo de algunas sociedades, especialmente los dramaturgos —los primeros poetas de la civilización– han reflexionado sobre los factores y los hacedores de esas disputas y es como consecuencia de ellas que han representado importantes espectáculos para denunciar las barbaridades que se cometen en las irracionales refriegas. Y como prueba está el depurado evento artístico ocurrido en Bogotá, donde el artista italovenezolano Sebastiano Salvato ha creado y dirigido un ritual contra tales hecatombes que arruinan pueblos y provocan el atraso cultural de los sobrevivientes. Ha tomado La guerra, texto escrito por Carlo Goldoni hace 249 años, y lo ha representado, desde un espacio teatral a 200 metros de la sede de los poderes políticos, militares, jurídicos y económicos de la República de Colombia. Cara nación que desde 1948 avanza a tropezones en medio de “una cruenta contienda civil”, cuyas razones o sinrazones pertenecen al mundo surrealista de Macondo, la cual muta de escenarios y suma o resta combatientes con sus respectivas banderías, mientras el pueblo deja su dolorosa contribución de victima en los cementerios…cuando los hay.
La vida militar y sus influencias en la población de una nación y además su transformación, por las armas y las disciplinas de sus miembros, en el más poderoso elemento represor de todos los Estados, es el pretexto utilizado por Carlo Goldoni (Venecia, 1707/Paris, 1793) en su comedia dramática La guerra. Ahí alecciona al público sobre el verdadero origen de las refriegas entre los países y enseña cómo los enfrentamientos organizados por las huestes castrenses, para someter y destruir al supuesto enemigo, son pingües negocios que enriquecen a las elites de jerarcas desalmados que gobiernan y para quienes las pérdidas de vidas humanas no interesan. Y para que cunda un poco de placer y emoción en el asombrado auditorio por la desenfrenada orgía del poder bélico, no podía faltar una saga de amor, con final feliz, entre un soldado, o combatiente, y la hija de un general, aderezada y romántica relación porque pertenecen a bandos rivales en esa tragicómica contienda. ¡Modelo de dramaturgia copiada ahora por los libretistas de televisión y cine!
Espectáculo contemporáneo
La guerra fue convertida en vibrante espectáculo contemporáneo gracias a la creativa versión escénica que logró Sebastiano Salvato (49 años), culto y audaz director vinculado a las artes escénicas venezolanas desde 1968 y alumno destacado del director Carlos Giménez. Después de dos meses de agudos ensayos con un conjunto de jóvenes colombianos, quienes hicieron una primera temporada de cinco funciones para dos mil espectadores en el Teatro Camerín del Carmen, se ha mostrado como auténtica y profesional producción. Ahí participaron desde el célebre artista Adán Martínez Francia con el ecléctico diseño del vestuario y el sobrecogedor maquillaje, hasta el sencillo y hábil aporte escenográfico Lina Marcela Garzón, además de las coreografías de Soraya Vargas y la coordinación musical de Verónica Pabón Luna. Y toda esa suma de talentos y perfectas realizaciones permitió lanzar así, al mundo profesional actoral, a los intérpretes Diana Arevalo, Juan Carlos Yela, Miguel Hernández, Adrián Fernando Sánchez, Ximena Argotty, Catherine Gutiérrez, Alberto Salamanca, Sebastian Fernández, Manuela Ortiz, Jenny Franco y Arnold Soriano, graduandos de la Facultad de Artes ASAB de la bogotana Universidad Distrital Francisco José de Caldas. ¡Éxitos en el periplo que inician!
El montaje con ritmos precisos, que utiliza música —gracias a Kurt Weill– en vivo y grabada, se desarrolla en una cámara negra con ciclorama blanco, acentúa el gesto y los movimientos de los comediantes, quienes usan con regularidad máscaras para exacerbar la comunicación con el público y llevarle así la verdad del juego escénico dramático. Toda una revisión de la comedia del arte para el siglo XXI. Auténtico aporte de plasticidad y teatralidad poco frecuente en los escenarios. Una exhaustiva práctica con un elenco diestro y carente de vicios o rémoras. ¡Bravo!
Este espectáculo, extenso e intenso, que oscila entre la farsa circense y la comedia clásica, sin dejar por fuera unos cuantos guiños al mejor expresionismo alemán antibélico, hace contemporáneo al texto goldoniano, cuyos personajes transan sus juegos y sus maldades con verdes dólares. Todo eso transforma al escenario —cámara negra y albo ciclorama– en una liza para exhibir a los ejecutores de los conflictos y las peripecias de una pareja ansiosa de hacer el amor y no precisamente la guerra. La metáfora escénica resulta apabullante y se convierte en una advertencia, no solo para el público y los entusiastas los intérpretes, ya que el conflicto armado, o sea la guerra como tal, es el único objetivo del autor: es decir que no se trata de una lucha cualquiera, se trata de la guerra, con nítida especificidad, como lo ha reiterado el director Salvato.
Carlo Goldoni, hombre del siglo XVIII que actuó cabalmente dentro su historia y además fue un revolucionario como pocos, puede aplaudir y agradecer que La guerra haya sido mostrada en una lacerada nación, la cual lleva más de 50 años en una contienda fraticida y donde casi todos quieren ganar dinero aunque se pierdan miles de vidas humanas. Bien enseña Jean Paul Sartre con aquello de “que cuando los ricos hacen la guerra, son los pobres los que mueren”. Esa comparación de la ficción escénica y la urticante realidad que no puede ser ocultada ni por los medios de comunicación, a veces adormilados porque tienen que defender sus intereses, es una tarea incómoda para los espectadores…pero adecuada para los tiempos que se viven ahí y en otras repúblicas, donde la mayoría de sus habitantes quieren la paz y no la querella, al tiempo que anhelan el amor y la libertad como únicas justificaciones para la vida misma.


viernes, junio 26, 2009

La victoria del sabio Zenning

Con el estrujante espectáculo La visita de los generales, escrito y dirigido por Gilberto Pinto, (Caracas, 7 de septiembre de 1929), inició actividades la Sala de Conciertos de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Uneartes).Esta producción del grupo Teatro del Duende, con la colaboración de la Compañía Nacional de Teatro, la Uneartes, el IAEM y el Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas, ha sido posible por el profesional elenco que integran Carlos Márquez (Arthur Zenning, físico nuclear); Francis Rueda (Sara, esposa de Zenning); Germán Mendieta (general Médoc); Vito Lonardo (general Inra); Alexis Farías (doctor Kosta, oncólogo); y Daniel Jiménez (doctor Fátov, físico). Además participan: Víctor Villavicencio (iluminación), Enrique Tovar (espacio escénico) y Luis Iván Pinto (asistencia de dirección y diseño gráfico).
La visita de los generales remite de inmediato a la dramaturgia de Henrik Ibsen por la profundidad reflexiva sobre el tema, el diálogo de serena agresividad y la carnalidad con que conforma a sus personajes, como lo afirma Francis Rueda en el amoroso prólogo de la primera publicación de la pieza, resuelta por Fundarte. “Siguiendo la línea de Pacífico 45, Pinto vuelve en esta pieza a un tema universal de gran actualidad por tanta violencia globalizada y tecnología infernal: la frustración de los científicos deseosos de dedicarse a la investigación libre”.
Gilberto Pinto, autor de no menos de 18 obras teatrales, donde destacan, entre otras, Los fantasmas de Tulemón, La guerrita de Rosendo, El hombre de la rata y La muchacha del bluejean, ha comentado que La visita de los generales fue escrita para denunciar la miserable persecución que sufren los sabios o científicos atómicos. Es un tema que le había estado latiendo en la cabeza desde hace años, después de que leyó que un físico norteamericano, a quien le salió un cáncer inoperable, lo obligaron a pasar los pocos días que le quedaban de vida dictando los descubrimientos o reflexiones científicas que él no había asentado o escrito en sus informes. Eso le dio pie para esta pieza, porque consideró que hoy en día los sabios que quieren dedicarse a la investigación están dominados o chantajeados por los gobiernos o por “los perros de la guerra” para que construya artefactos mortales, cada vez más sofisticados. Esa es la idea principal de su obra.
La visita de los generales trata sobre la justicia. Bajo un estilo de realismo crítico con pinceladas de teatro épico, desarrolla uno de los temas actuales: la proliferación de armas de destrucción masiva que amenazan con una contienda que, por todas las perspectivas, acabará con la especie humana. Ahora, parecen sumarse las experimentaciones con la energía nuclear de Corea del Norte e Irán, que mantienen en una aguda expectación agónica a toda la humanidad. Y uno se pregunta ante esta enajenada carrera armamentista: ¿para qué? ¿para pelear contra quién? Su puesta en acción significaría un genocidio y un suicidio del cual no se escaparía nadie
La obra —nacida de exhaustiva investigación adelantada por Pinto- es un inteligente y ético alegato contra la irracional carrera armamentista de las grandes potencias mundiales, especialmente con la fabricación de las armas, por lo cual plasma las torturas psicológicas a que es sometido un destacado científico nuclear por los líderes de las fuerzas militares de su nación, sin tener en cuenta que el sabio —un ser justo que únicamente pide tranquilidad en su hogar-- padece un cáncer en etapa terminal, pero quien no niega su temor a que una mentalidad guerrerista y criminal pueda desencadenar una conflagración mundial capaz de destruir la especie humana.
El espectáculo, una auténtica joyita del teatro minimalista, concebido con elementos propios de las estéticas del realismo critico y del épico, acentúa el inhumano mecanismo de la presión y el chantaje que la casta militarista aplica al investigador atómico Arthur Zenning y la habilidosa trampa que él tiende a sus verdugos para burlarse finalmente de ellos y evitar el mal uso que puedan hacer de sus conocimientos sobre la aplicación de una especial desintegración nuclear. “Un hombre tiene derecho a sus propios sentimientos y a su propia dignidad como ser vivo”, sentencia el acorralado, pero victorioso, Zenning.
Es, pues, un teatro de total vigencia que exalta la mejor tradición artística venezolana. Y donde además hay un elenco de lujo, un grupo de profesionales que encabeza el primer actor Carlos Márquez, dando ejemplo de calidad profesional y de dignidad humana al materializar al sabio acorralado pero victorioso al derrotar al mal.

miércoles, junio 24, 2009

Una guerra para salvar al teatro criollo

En Bogota, a escasas dos horas de Caracas, ha reaparecido el director italovenezolano Sebastiano Salvato para dirigir y presentar cinco funciones del espectáculo La guerra de Carlo Goldoni, con lo cual un conjunto de estudiantes de actuación de la Facultad de Artes ASB de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, ha culminado su primera etapa de capacitación y se adentra en el nada fácil campo de la actuación profesional.
Ya emitiremos posteriormente nuestra opinión sobre el evento artístico en su globalidad, pero antes queremos subrayar la conmovedora entrega de ese conjunto juvenil y el riguroso trabajo de la dirección, que son las bases de ese excelente trabajo de creación teatral.
Sebastiano Salvato (Sicilia, 1960), formado en Europa y después en Caracas bajo la guía de Carlos Giménez, ha desarrollado una sólida carrera como director de teatro y ópera, asegura que Carlo Goldoni (Venecia, 1707/Paris, 1793) fue un hombre del siglo XVIII y actuó cabalmente dentro de su historia y además era un revolucionario como pocos. “Un hombre de acción política y reformista que afectó, no solo a la dramaturgia sino también a lo que hoy se le denomina organigrama del teatro, vale decir la organización de una empresa teatral. La inventó Goldoni con el apoyo de la burguesía veneciana y así logró influenciar a toda Europa. Su teatro, con su alcance europeo, es el primer gran teatro nacional popular italiano”.
Asevera que la dramaturgia goldoniana es la base del teatro europeo moderno desde Goethe hasta Brecht, pasando por Pirandello y todos los modernos. “La guerra en particular es una obra maestra del 1760, escrita diez años después de La posadera, la cual, dramatúrgicamente, es el prototipo, no del todo desarrollado, de la que sería Madre Coraje de Brecht”.
Enfatiza que la dramaturgia de Goldoni no es univoca, no la se puede encasillar dentro de un solo sistema; es abierta, y siempre sugiere algún autor contemporáneo europeo. “En el Siglo XX hubo una tradición de puesta en escena que estuvo edulcorando al teatro de Goldoni mediante unos cuantos títulos comercializados. Desde el punto de vista teórico, la Commedia dell’Arte fue la base no solo de su teatro sino también del teatro moderno en cuanto categoría estética de la representación. El joven actor tiene que pasa por las técnicas del mimo dramático, que teorizó Jaques Copeau a comienzo del siglo XX. Él investigó acerca de la Commedia dell’Arte y determinó que el mimo dramático, dentro de la representación teatral, es la base expresiva e ineludible de todo juego teatral, incluso a partir de la tragedia griega. El problema de hoy es que se ha perdido la teatralidad en el teatro y los actores, mal dirigidos por los directores, actúan como si estuvieron delante de una cámara de televisión o de cine. La gran crisis del teatro actual radica en la perdida de su teatralidad como fenómeno de comunicación. En la tablas hay que ser teatral y no televisivo, considero yo”.
-¿Encuentra vigente al teatro de Goldoni para los espectadores del siglo XXI?
-El que piense que Goldoni pertenece a un siglo empolvado y que no tiene ninguna referencia con la contemporaneidad, está equivocado por falta de conocimiento. Una parte del público y de los hacedores de teatro aun creen que Goldoni es un autor totalmente italiano y solamente vinculado al teatro de las mascaras. Y eso forma parte de una cierta tradición de puestas en escena del siglo pasado. Goldoni resucitó durante la post guerra, y Giorgio Strehler tuvo que hacer una revisión del autor veneciano para que su imagen fuera lo más posible cercana a la verdad histórica. Goldoni fue para Italia lo que era Giménez para Venezuela. No solo era el artista-dramaturgo y puestista de sus espectáculos, sino también un hombre que realizo actos políticos dentro de la historia italiana y europea, un revolucionario que creó un primer teatro de arte nacional humano y para el pueblo. Goldoni tuvo que afrontar el conservadurismo de Carlo Gozzi y el obsoleto mundo de las mascaras, el frívolo esteticismo del melodrama de Metastasio, Racine y Corneille. Goldoni, como Giménez. fue un artista honesto, capaz de entender la realidad y elevarla al sistema del arte. Tanto Goldoni como Giménez fueron artífices de una profunda “reforma” del teatro, con la diferencia que Goldoni no realizó la reforma política con una ruptura, más bien tuvo que adherir al lenguaje teatral de su tiempo, esto es la Commedia dell’Arte. Giménez proviene de la vanguardia latinoamericana de los sesenta, pues interviene violentamente con una ruptura al fin de provocar respuestas inmediatas y apuntando a un teatro que adhiere a una realidad política y social apremiante.
-¿Que dificultad o escollos puede encontrar un director con el teatro de Goldoni?
-Lo primero que tiene que hacer un director es leer la pieza sin prejuicios culturales que vienen de la tradición del siglo XX, y ver a Goldoni como a un autor contemporáneo y abierto. Evitar pensar que Goldoni se pueda realizar solo de una forma, porque cada director tiene que adaptar la estética goldoniana a su propia estética. Pero a la vez. el mismo puestista de escena tiene que conocer las técnicas de la Comedia dell’Arte y del mimo dramático y todos esos ingredientes técnicos y estéticos que son la base del teatro y de la teatralidad de los espectáculos. El problema fundamental del teatro de hoy es que ha perdido la teatralidad. No se puede hacer teatro pensando a la televisión, que es otro medio expresivo. Eso es la gravedad del teatro de hoy en día. Ha perdido la poesía escénica, la teatralidad del habla y del gesto y del movimiento. Hay que volver al planteamiento estético de una obra de teatro. Como un científico, el director tiene que volver a inventar formulas estéticas artísticamente validas y cautivadoras. Y la culpa no es de la televisión, pues ella tiene sus códigos claros. La culpa es de los directores irresponsables y facilistas que se dejaron atrapar por ese electrodoméstico tan importante para la comunicación global.
-¿Cual es la influencia de Goldoni en los autores del siglo XX?
-Goldoni influenció de alguna u otra manera la dramaturgia europea, tanto en lo estético como en lo técnico. Según los analistas, Goldoni influenció la dramaturgia desde Lessing hasta Brecht. Por eso La guerra es muy conocida en el área germánica, desde el siglo XVIII. Y luego afectó a Ionesco, Beckett y Pirandello y toda la Commedia moderna. Y en general, Goldoni dio un gran aporte a la dramaturgia europea sobretodo desde el punto de vista estrictamente técnico. Aristóteles inventó las famosas unidades, Shakespeare y Goldoni las rompieron y Goldoni en particular inventó lo que en música se denomina “partitura”, el ritmo, la perfección musical de un texto, y al dejar paulatinamente las mascaras, entra el personaje de carácter con sus rasgos psicológicos y entra lo político y lo social de una Europa distinta y culturalmente unida, una actitud dramatúrgica nunca provinciana sino europeísta y universal.
-¿Cómo abordar un texto de Goldoni en el siglo XXI?
-Estoy convencido que, hoy en día, la historia de las puestas en escenas es un fenómeno acabado. Claro me refiero a mi generación. Todo el teatro hecho y escrito es un fenómeno acabado. En el teatro se hizo y pasó todo. El problema es que esos fenómenos cayeron en el olvido. Esa historia del teatro fue traicionada por los mismos directores de mi generación (la que se le creía en los ochenta como la “generación de relevo”). Por consiguiente el que quiera afrontar a Goldoni tiene que volver, desde el punto de vista técnico, a recuperar la teatralidad que nace y muere cada día en las tablas del teatro. Hay que leer a Goldoni como a un contemporáneo, buscando metáforas escénicas o analogías con America latina o Europa, porque lo primero que un director tiene que hacer es convencerse que Goldoni es un autor universal y no regionalista, nunca provinciano. Y todo carácter italiano de las pequeñas cosas, las placitas, las costumbres son siempre metáforas de algo más grande más universal. Y La guerra en Bogotá me permitió confirmar, con sus 2000 espectadores en una semana de funciones, en un teatro con 400 asientos, que es un texto totalmente desconocido que hizo delirar al público teatrero y amante del teatro.
-¿Cómo se identifica con el legado de Carlos Giménez y cómo se podría recuperar ese legado para relanzar el teatro venezolano?
-Yo soy discípulo directo y fiel de Carlos Giménez. Yo nací artísticamente en la Venezuela de los ochenta. No puedo ser otra cosa que un artista venezolano e “hijo” de Carlos Giménez. Un hombre de teatro, y como Atlante llevo el peso del mundo encima del hombro.Nunca traicioné sus enseñanzas, el valor del teatro para una nación, la sociedad, un pueblo. Sus ideales, su amor para Venezuela y el desarrollo de su teatralidad en el sentido socio-político del término, siempre lo he conservado y lo conservaré hasta que Dios nos llame al último acto. Por circunstancias históricas yo he ido desarrollando e influenciando con mi teatro y el legado de Giménez esta ya en 10 países del mundo. He dejado huellas, por Rusia, Ucrania, Grecia, Uzbekistán, Turquía, Francia, Colombia etcétera. Por supuesto se trata de una carrera internacional loable y exitosa tanto en lo personal y extensiva al arte de Venezuela. Pero el problema es que todas mis energías las he desperdigado por el mundo que, si por un lado me han dado lo que se le denomina “proyección internacional”, por otra parte no me ha permitido realizar y seguir el legado gimeniano en Venezuela. El trabajo sobre el teatro europeo y venezolano siempre ha sido el punto fijo de mi investigación: punto de partida y de arribo, el círculo misterioso de mi existencia, una suerte de divina militancia, mediante el cual reivindico mis convencimientos que todo teatro latinoamericano es exponente de aquel sincretismo cultural euro-latinoamericano”.
“Es preciso en este momento histórico que Venezuela recupere su teatralidad en el sentido educacional del pueblo. Eso no se puede echar por la ventana porque Venezuela sigue siendo. por tradición y por su historia, un país internacionalista y abierto a las culturas y por ende grande. Yo pienso que nunca habrá dialogo político sin escuchar la voz del pueblo venezolano que pasa fundamentalmente por la cultura teatral. Vivimos en una época de anorexia cultural. El occidente en nombre de la globalización económica sigue batiendo impertérrita su calle del Dios dinero en detrimento de su profundo humanismo. Grave e inhumano error”.
“En este momento histórico nuestra Venezuela necesita un relanzamiento de su Teatro con un proyecto de envergadura nacional, a largo plazo, que incluya todo el pueblo venezolano, reorganizar los organismos teatrales, crear escuelas para que formen actores, trabajar para recuperar el publico que es la linfa del teatro. Crear un sistema de Teatros Unidos de Venezuela desde Caracas hasta al Oriente y Occidente. Fomentar la dramaturgia venezolana y latinoamericana con un sistema de Unión de Teatros Latinoamericanos mediante el sistemático uso de la Internet, relanzar los Festivales Nacionales e Internacionales”.
“Para Venezuela el teatro es preciso que exista, el teatro debe tener el derecho de existir y actuar para una idea más alta de la actual Latino America, mucho más alta de la que hoy nosotros estamos viviendo. Y la materia prima es el hombre. El hombre en su situación socio-existencial con su posibilidad de expresarse a través de la palabra, y nosotros gentes de teatro, en esta oscura época, tenemos la tremenda responsabilidad de llevar en alto la llama de la teatralidad. Venezuela necesitará otras criaturas que lleven adelante el teatro y lo ayuden a tener la altura estética y humana que merece, contra todos los que consideran el teatro solo como un arte inútil”.
“Nuestra misión es llevar adelante la experiencia del teatro con amor y alegría. Y el talento comienza justamente aquí. Una vez más, Carlos Giménez nos enseña que el teatro y la vida son caminos de conocimiento. Aceptémoslos, pues, con devoción estos principios. En el mágico círculo del teatro hay que inventarse valores verdaderos y humanos para la construcción de nuestra Venezuela, de nuestra sociedad y de nuestra America Latina”.




domingo, junio 21, 2009

La banda venezolana del 69

En Estados Unidos, para no citar a otros países de este crispado planeta, las comunidades de homosexuales y lesbianas viven una intensa y sangrienta revolución para que les reconozcan sus libertades y plenos derechos. Desde los años sesenta han avanzado muchísimo porque lucharon y ganaron, pero aun no han triunfado, porque en incontables pueblos y ciudades pequeñas aún los matan sin piedad o los discriminan hasta obligarlos a refugiarse en las grandes urbes y crear ahí unos singulares ghetos para vivir y hasta dar importantes aportes al desarrollo cultural de su nación. ¡Esto irrita a unos cuantos…pero ellos están ahí… dejando huellas!
Buena parte de esos avances en Norteamérica y también en Europa se obtuvieron porque la industria cultural -con criterios comerciales para buscar nuevos mercados y unos cuantos buenos sentimientos- los defendió, especialmente el cine y el teatro, al transformar sus conflictos sociales e íntimos en entretenidas películas o en placenteros espectáculos para todos los públicos. Y eso influyó para que desde entonces estén cambiando los criterios y juicios de valor por parte de los que cuestionan las conductas gays.
Un especial avance se logró con la pieza teatral Los chicos de la banda, de Mart Crowley, la cual ascendió desde los suburbios neoyorquinos, en 1968, hasta el consagratorio Broadway en 1969; pero al año siguiente saltó al cine y su mensaje se esparció por el planeta. Aquí a Caracas llegó en mayo de 1978, al Teatro Las Palmas, dirigida por Jaime Azpilicueta y con la producción de Conchita Obach. Tenía una espectacular escenografía creada por Ibrahim Guerra y un irrepetible elenco que incluía a Manuel Poblete, Javier Vidal, Luis Abreu, Rodolfo Drago, Luis Rengifo, Ernesto Aura, Aníbal Grunn y al martirizado Yanis Chimaras, quien así debutó en las artes escénicas como "el regalo vivo". Su éxito significó que los tradicionales temas de la escena criolla, como el odio, los celos y la lucha de clases, se incrementaran con los conflictos de las diversidades sexuales, con ese discurso dramático y hasta moralizante, dentro de la tesitura judeocristiana.
Los chicos de la banda plasma a un grupo de homosexuales celebrándole el cumpleaños al amigo del dueño del apartamento donde se realiza la fiesta. Ahí beben, bailan, comen y hasta le pican una torta al agasajado y le entregan, como regalo vivo, “un muchacho de alquiler” o un chulo; pero además practican un juego perverso: cada uno debe confrontar por teléfono al coprotagonista de aquel amor fracasado que todos esconden en sus corazones. El final deja como predica que todos los seres humanos, sin importar el comportamiento sexual, tenemos los mismos miedos, deseos o sentimientos; las mismas falencias, traumas y unas soledades que nadie puede acompañar o resolver.
Durante las temporadas caraqueñas de 2007 y 2009, en la sala Escena 8, con versión y dirección de Cesar Sierra, se ha mostrado Los chicos del 69 que no es otra cosa que la libérrima recreación criolla de la pieza de Crowley. La explicación por parte de los productores es que no tienen los dólares suficientes para abonar los derechos de autor y la rebautizaron como Los chicos del 69 porque la singular y desesperada fiesta gay se realiza en un apartamento caraqueño, identificado con ese número, aunque así también se busca la indispensable promoción publicitaria...fundamental para cuando ese género de espectáculos no recibe subsidios de ninguna índole y sobrevive por la respuesta del público, más nada.
Este montaje, con léxico y personajes venezolanos, ambientado en los años 70, repite la misma anécdota del dramaturgo gringo y lo único notable es que las actuaciones resultan sobresalientes, gracias a que los actores abandonaron los miedos o el manido pretexto “qué dirán mis amistades o mis familiares si ven esta mariquera”, y asumieron sus personajes con estremecedora verdad. Exaltamos, pues, a Guillermo García, Carlos Arráiz, Orlando Paredes, Pastor Oviedo, Juan Carlos Lares, Agustín Segnini, José Roberto Díaz y “el regalito” Anthony Lo Ruso.
Esta famosa obra gringa, totalmente venezolanizada, aunque está escrita en tono de comedia y llena de momentos hilarantes, algunos ya envejecidos, como el juego final, es un llamado a reflexionar sobre el sin sentido de la vida, precisamente después de reírse un rato con los chistes agridulces de los siete hombres que en esa fiesta aceptaron quitarse las mascaras y ser humanos, más nada. Y debe llegar a todos los públicos, ya que trabaja sobre temas universales, que tocan por igual a todos los humanos y porque la libertad es el bien más preciado para la humanidad.

jueves, junio 18, 2009

Zamora cabalga de nuevo

La felicidad se le desborda al cineasta Román Chalbaud porque su película 23, Zamora ¡Tierra y hombres libres! está lista y comienza su periplo por las pantallas. Pero no se ha quedado dormido y ya anuncia la que será su más inmediata producción fílmica, al tiempo que revela como en la Plataforma de Cine y Medios Audiovisuales del Ministerio del Poder Popular para la Cultura hay ambiciosos planes especiales para la promoción del largometraje. Ahí trabajan mancomunadamente toda la gente de la Villa del Cine, el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), la Distribuidora Amazonia Films y la histórica, porque ya alcanza casi los 50 años de labores, Cinemateca Nacional.
“Se han organizado foros, entrevistas, charlas, discusiones y encuentros con el público, todo eso destinado a que se conozca y se reflexione sobre ella. No podemos olvidar que en los pénsum de estudio han retirado, desde hace tiempo, partes importantes de nuestra historia. En nuestras travesías por el interior del país durante la preproducción de este largometraje, me hicieron dos preguntas muy significativas. El dueño de una hacienda me interrogó: ‘¿Y para qué van a filmar la vida de ese bandido?’. Y una mujer del pueblo también me preguntó: ‘¿Y quién era ese tal Zamora?, yo no lo conozco’. Son pues dos tipos de público que merecen atención”.
Así declaró el celebre cineasta Román Chalbaud (Mérida, 1931), tras asistir el sábado13 de junio, a las 7:00 de la noche, al preestreno de su obra fílmica Zamora ¡Tierra y hombres libres!, en el Teatro Orlando Araujo de Barinas.
— ¿Cuándo la verá toda Venezuela?
—Eso es por etapas, por ahora su estreno oficial ha sido pautado para el próximo 25 de junio, a las 7:00 de la noche, en el Teatro Teresa Carreño. De ahí en adelante irá a las salas de cine. El público la conocerá y estoy seguro que la disfrutará.
Dijo que la preproducción de ese ambicioso largometraje comenzó en junio del 2007. La filmación abarcó desde el 3 enero del 2008 hasta fines de junio del mismo año. “Hay que recordar que filmamos seis horas de espectáculo: una película de dos horas y quince minutos y una teleserie de seis horas. Tengo que admitir que es la película más difícil de las 23 que he realizado. En este mes se cumplen dos años desde que iniciamos el trabajo. Hay que restarle tres meses de inactividad debido al incendio que ocurrió en la Villa del Cine, en diciembre del año pasado, el cual paralizó los trabajos de la institución. Pero lo verdaderamente importante es que el filme ya ha sido visto por el curioso público barinés. Ya la película existe”.
Recordó que el guión muestra la vida de Ezequiel Zamora —nació en Cúa, estado Miranda, el 1 de febrero de 1817 y murió el 10 de enero de 1860, en San Carlos, estado Cojedes— desde los 23 años, cuando era pulpero y vendedor de ganado, hasta su muerte a los 43 años. “Por su relación con los comerciantes y el pueblo, Zamora palpó el descontento social provocado por la crisis económica que ocasionó la guerra de la Independencia”.
“En Zamora.... trabajaron 165 actores y 5.000 extras. La mayoría de esos entusiastas extras son habitantes de los diferentes lugares donde filmamos en el interior del país, como Barinas, Carora, Curarigua, El Coyón, Bejuma, Nirgua, entre otros pueblos. Todos ellos están esperando para verse en la pantalla. Nunca antes nadie los hizo participar en una cosa así. Es una película con pueblo de verdad. Ahí trabajó una depurada selección de actores y actrices del teatro, el cine y la televisión de nuestro país. Trabajaron todos con el profesionalismo y la mística necesarios para un proyecto tan importante”.
Con respecto al periplo de Zamora... por las más destacadas competencias fílmicas y exigentes festivales internacionales, Chalbaud puntualizó que todo eso está a cargo del CNAC. “Tengo entendido que están trabajando en ello”.
Entre sus próximos planes cinematográficos, reconoció que está en plena preproducción de Días de poder. “Se trata de un guión que José Ignacio Cabrujas y yo escribimos en los años sesenta, y que en aquella época, como no lo pudimos filmar, lo escribimos para el teatro y se estrenó en la Sala de Conciertos de la UCV. Estuvo tres semanas en cartelera. Tiene personajes históricos del siglo XX. Es seguro que gustará a nuestra audiencia venezolana”.
Santa Inés
La escena que representó el mayor reto para el cineasta Román Chalbaud, en la filmación de Zamora... fue la histórica Batalla de Santa Inés —el 10 de diciembre de 1859— y precisamente es el escenario que pisó el líder de la Guerra Federal para emprender esa lucha: Barinas se volvió a encender con el ataque zamorano… pero desde la pantalla de cine.
Hay que recordar que en noviembre de 1859, los generales Juan Crisóstomo Falcón y Ezequiel Zamora se trasladaron a Barinas, seguidos por el ejército gubernamental de occidente, con órdenes de batir a sus enemigos. Los federales se establecieron en el pueblo de Santa Inés y Zamora formuló un plan que consistía en replegar las avanzadas para atraer al atacante a un área donde sería destruido con un contraataque.
Héroe derribado
Un balazo en el ojo derecho terminó con la vida de Zamora en San Carlos, un mes después de la victoria en Santa Inés. Algunas voces dicen que el gatillo lo presionó un centralista otros que fue un liberal. Telésforo Santa María es uno de los nombres que más suenan. Sin embargo, también se dice que del rifle del mismo Juan Crisóstomo Falcón salió el disparo, mientras que lo portaba un llamado sargento Morón.
Luis Britto García defiende la tesis de que Zamora es el héroe derribado por la mediocridad, por la cobardía. “Es el héroe al que el enemigo no pudo vencer en el campo de batalla y lo derrotó a través de la traición, como pasó, en otros tiempos y en otros escenarios, con Simón Bolívar, Emiliano Zapata, Jorge Eliécer Gaitán y hace miles de años con Jesús de Nazaret”, expresó.
Memoria histórica
Zamora ¡Tierra y hombres libres!
, escrita por Luis Britto García, es la quinta producción de la Villa del Cine. Filmada casi en su totalidad en el estado Barinas, la obra fue disfrutada por el público barinés en su preestreno.
“La película representa el rescate de nuestra memoria histórica, porque Ezequiel Zamora, nacido en el estado Miranda, tuvo una amplia participación en los eventos de la Guerra Federal y se convirtió en férreo luchador en contra de la oligarquía terrateniente”, aseveró el gobernador de Barinas, Adán Chávez.
La declaración la hizo durante la ceremonia de preestreno de la referida película, que contó con la participación del ministro del Poder Popular para la Cultura, Héctor Soto, del guionista de la obra, Luis Britto García, y del director Román Chalbaud.
El gobernante regional alabó la cinta y aseguró que promoverá su distribución en todos los municipios del estado. “Hace 150 años Zamora cabalgó y luchó por estas sabanas, ejerciendo Gobierno; aquí decretó el estado federal de Barinas y logró grandes victorias, como la de La Bellaca”, señaló.
Destacó que “el filme recapitula los hechos protagonizados por este importante prócer venezolano, desde la Guerra Federal y la Batalla de Santa Inés hasta el 10 de enero de 1860, día en que fue asesinado. ¡Zamora vive, venceremos!”, dijo el gobernador al cerrar su discurso.
Por su parte, el ministro Soto resaltó que existen varios mecanismos de dominación del imperialismo. “Uno de ellos es la imposición de sus símbolos a través de la industria del entretenimiento y la educación y el otro es el memoricidio, que es la liquidación de la memoria histórica de los pueblos”. En este sentido, señaló la importancia de la proyección de este tipo de películas en el rescate de esa memoria histórica.
Enfatizó que los imperialistas están conscientes de que a un pueblo, primero se le domina culturalmente antes que militarmente.
El guionista de la obra, el escritor e intelectual Luis Britto García, reiteró que con esta película se verá proyectado que la ideología es el centro de una revolución. “Zamora, a pesar de lo que hayan dicho de él, es un intelectual, rodeado de intelectuales, es un hombre de pensamientos”, expresó.
Ficha técnica
Producción General: Distribuidora Amazonia Films y Villa del Cine. Elenco: Alexander Solórzano, Eric Ekvall, Antonio Machuca, Julio César Mármol, Verónica Arellano, Antonio Cuevas, Israel Moreno, Dilia Waikarán, Vito Lonardo, Asdrúbal Meléndez, Gustavo Camacho, Antonio Delli, Alberto Galíndez, Hans Christian, Manuel Escolano, Dimas González, José Torres, César Saffoni, Francis Rueda, Luigi Sciamanna y José Luis Montero. Con las participaciones especiales de Daniela Alvarado, Anastasia Malone y la presentación de Katiuska Huggins.Casting: Delia Berbín y Jorge Canelón.Sonido: Josué Saavedra. Dirección de Vestuario: Antonio Alfonso. Dirección de Arte: Evadne Mullings y Tania Pérez. Efectos Especiales: Jorge Farfán. Música Original: Francisco Cabrunas, interpretada por la Orquesta Sinfónica del estado Lara. Edición: Julio García. Dirección de Fotografía: Vitelio Vásquez. Producción General: Tamara Bozo. Producción Ejecutiva: Villa del Cine. Guión: Luis Britto García. Dirección: Román Chalbaud.

sábado, junio 13, 2009

Cuatro joyitas de oro chocuano

La saga de las artes escénicas no se detiene, como tampoco la humanidad. Por eso el Grupo de Teatro Bagazos cumple tres décadas dedicado a descubrir o formar los artistas que se requieren. Ahí, desde actores, actrices, autores, autoras y el básico personal técnico aprehendieron el abecé de las que se han convertido en sus carreras profesionales. En síntesis, es otra institución privada, sin ánimos de lucro, que ha contribuido positivamente al desarrollo cultural venezolano. ¡Sus balances están a disposición de quien los quiera sopesar!
Y para que nadie ignore su periplo y su incesante trabajo, Bagazos lo celebra con el estrujante espectáculo melodramático Historias de apartamento, escrito a ocho manos, el cual hace temporada en el Celarg bajo la óptima dirección de Gerardo Blanco López, máximo conductor de la agrupación; apoyado por la participación actoral de Francis Romero, Elio Palencia, Erika Santiago, Geisy Rojas y Luis Andrés Figueroa.
Historias de apartamento está integrado con las breves piezas Atados por de Sandra Bruzón, Tiempo rojo de Natalia Valecillos, El marido de mi marido de Marcela Sánchez y Una llamadita de Mónica Montañés, que abre y cierra el montaje, al tiempo que se intercalan las acciones de las otras obras. ¡Es como un unitario de excelente televisión con cuatro historias paralelas…pero desde un teatro!
Aquí hay que subrayar que Sandra, Natalia y Marcela, y otros 20 alumnos hicieron un intenso taller de dramaturgia con la veterana, diligente y exitosa Mónica y, como sus textos fueron los mejores, les correspondió compartir el Premio de Dramaturgia Chela Atencio, el cual consiste en el montaje de sus piezas. Con este detalle, que en Venezuela vale oro, estas autoras debutan e inician así un periplo que las hará famosas, importantes y más útiles al país.
Una inteligente crítica a la automatización deshumanizada de los servicios de información telefónica de las empresas de servicios, especialmente del sector bancario, donde Montañés rompe lanzas por el amor posible entre un ciudadano y la empleada que en ocasiones responde las llamadas, está, cual comedia del absurdo, presente en Una llamadita. La incomunicación capaz de arruinar las más sólidas y antiguas relaciones matrimoniales se plasma en Atados por, mientras que el drama del viudo progenitor que no puede llevar correctamente el rol de padre-madre con su adolescente hija es abordado, breve y violentamente, en Tiempo rojo. El plato fuerte del montaje lo constituye El marido de mi marido, donde un matrimonio naufraga porque el caballero tiene algo más que un gusto travestí por la ropa femenina y la usa sin ningún reparo, hasta generar una severa crisis con su esposa y llegar a la ruptura antes de transformarse en soledad acompañada. ¡La transexualidad todavía es un enigma para los científicos…menos para los transexuales que la viven!
El espectáculo, preciso en su ritmo y realizado con mínimos elementos escenográficos, resulta placentero y permite aplaudir los roles múltiples asumidos por Francis Romero, actriz de carácter, y Elio Palencia, un comediante que se entregó a la dramaturgia intensamente y ahora reaparece con tres personajes disímiles entre si, pero claves para la intensidad del espectáculo; además del trabajo de Geisy Rojas y Luis Andrés Figueroa, quienes recién empiezan y lo hacen con dignidad
Creemos que estas escritoras, sin excepción, tienen que ampliar o descomprimir sus obras para que puedan exhibirlas independientemente, ya que sus temáticas y argumentos así lo demandan. Gerardo Blanco López y su paciencia las espera, ya que darían carne o material para sendas temporadas de una dramaturgia femenina sobre los hombres, que ahí quedan al desnudo en cuatro facetas de sus vidas posibles. ¡Son cuatro joyitas de oro chocuano!

miércoles, junio 10, 2009

El amor es siempre amoral

Caracas aplaudió asombrada a Mario Diament (Buenos Aires, 1942) por su obra Cita a ciegas. Fue durante la temporada 2007 cuando se exhibió en el Teatro Trasnocho bajo la dirección de Daniel Uribe Osío y con los actores Alejo Felipe, Gioia Lombardini, Gonzalo Velutini, Flor Elena González y Abril Schreiber. Él regresó a Miami donde trabaja y además para continuar escribiendo sus obras, nada convencionales, como Un informe sobre La banalidad del amor, la cual se estrena en Buenos Aires durante el próximo mes de julio.
Desde Florida, robándole tiempo a sus actividades académicas, pues es profesor de una universidad internacional, el periodista, escritor y académico Mario Diament informa que Cita a ciegas ha tenido una vida y una repercusión más allá de sus sueños. “Te estoy mandando un póster para que veas los teatros, 13 hasta ahora, donde se ha ofrecido. En estos momentos está en cartel en México y el año que viene se estrenará en Madrid y Barcelona, en el Festival Grec de Barcelona y posiblemente en París. En Venezuela cumplió su temporada con gran éxito y hasta se extendió más allá de lo programado originalmente. No sé de ningún proyecto para reponerla por el momento, pero en cambio existe la posibilidad de un montaje de mi nueva obra: Un informe sobre la banalidad del amor”.
Comenta que Cita a ciegas coquetea con el cine, pues hay una producción rumano-inglesa que está bien adelantada. “La idea no es filmar la obra original m, que sería difícil hacerla en cine, sino un guión inspirado en la obra”.
-¿Cómo es esa obra suya sobre la banalidad del amor? ¿Cómo fue ese proceso de investigación que lo condujo a la pieza?
-Un informe sobre la banalidad del amor es una obra inspirada en la histórica relación entre el filósofo Martín Heidegger y la teórica política Hannah Arendt. El título está tomado del subtítulo de una de las obras fundamentales de Arendt: Eichmann en Jerusalén – Un informe sobre la banalidad del mal. La obra ya se estrenó en enero, en inglés, en el Promethean Theater de Davie, Florida, con estupendas críticas. En julio se muestra en el Teatro Nacional Cervantes de Buenos Aires, bajo la dirección de Manuel Iedvabni.
-¿Cómo es esa pieza sobre Heidegger y la Arendt?
- Mi obra Un informe sobre la banalidad del amor se centra en la relación entre el filósofo Heidegger y su alumna Arendt, quien habría de convertirse en una de las teóricas políticas más notables del siglo XX por su monumental estudio sobre el totalitarismo y su crónica del juicio a Adolf Eichmann en Jerusalén, que tituló Eichmann en Jerusalén – Un informe sobre la banalidad del mal. Está estructurada en cinco escenas que corresponden a cinco encuentros entre los protagonistas. Además de Heidegger y Arendt, hay una coro de tres personajes (dos hombres y una mujer) que yo denomino “los académicos”. Estos tres personajes, que se mueven entre escena y escena coreográficamente, formulan pensamientos, relatos y comentarios acerca de la relación de los protagonistas que sirven como contraste y trasfondo de la relación. Todos los comentarios han sido extraídos de comentarios reales acerca de la obra y la biografía de Heidegger y Arendt. Cuatro de los encuentros se producen antes de la guerra y el último después, cuando los amantes se despiden Cuando Martín se marcha, Hannah le escribe una carta donde reconoce que su amor por él ha sido la única razón de su existencia y confesándose incapaz de juzgarlo, reconoce que “el amor es siempre amoral”.
-¿Qué otros proyectos tiene en la computadora?
-En estos días, toda mi energía está puesta en el estreno en Buenos Aires y en la publicación de Cita a ciegas en México y Un informe sobre la banalidad del amor, aquí en Estados Unidos. Uno siempre tiene ideas que quiere desarrollar, pero cuando vuelva de Buenos Aires podré decidir con más claridad. Además, tengo un estreno previsto en Estocolmo de mi obra El libro de Ruth.
-¿Y su modus vivendi, o sea la docencia, como marcha?
-Todo eso sigue su camino habitual. Estoy enseñando en el verano, hasta finales de junio, y recomienzo en agosto.
-¿Se puede vivir de los derechos de autor?
-No. Pero uno puede morir orgullosamente.


martes, junio 09, 2009

Pretexto pornográfico para amar

La pornografía es tan antigua como sus creadores y quienes la disfrutan: los seres humanos.
Pero es en los tiempos modernos cuando se le entendió y degustó mucho más y se la materializo en fotografías, películas y videos para promover así todo tipo de actos sexuales orientados a excitar los comportamientos eróticos de sus receptores.
En la década de los años 70 del siglo XX hubo un reventón pornográfico, especialmente en Estados Unidos, como una manifestación de la contracultura o una agresión contra el Establishment, pero en los años posteriores fue absorbida por los consorcios capitalistas, que carecen de prejuicios morales o los utilizan para sus pingües beneficios, y fue transformada en una prospera industria, aderezada por múltiples productos de apoyo y ayudada con la penetración de los medios de comunicaciones radioeléctricos, especialmente la Web.
Todo eso estimuló al comunicador y dramaturgo Jaime Nieto Passano (Lima,1967) para que, en 1998, escribiera y estrenara su comedia Dick y Pussy se aman locamente, en la gris capital peruana, la cual repuso hacia seis años; también fue montada en Miami, en 2005, y ahora la exhibe en Caracas el director venezolano David Chacón Pérez.
Nieto Passano estuvo cuatro días en la capital venezolana, tiempo más que suficiente para ver dos veces la producción de su pieza, en el recien inaugurado sala Teatrex, con el elenco integrado por Adolfo Cubas, Damian Genovese, Salomón Adames, Marcos Moreno, Sindy Lazo y Carolina López.
Dick y Pussy se aman locamente, ambientada en los años 70 de Estados Unidos, no es más que una comedia para caricaturizar a la industria del cine pornográfico norteamericano de esa época, utilizando la estética del comic y de los cartoons de la Warner Brothers. La obra es un cuento de hadas para adultos, un tanto naif, donde la música disco tiene un rol primordial, recordó Nieto Passano, al tiempo que citó al Fausto, de Goethe.
La trama se desarrolla porque el diablo visita al mafioso Dick que esta punto de suicidarse y le propone, a cambio de su alma, un único deseo, que es poder amar y ser amado por Pussy, damisela encantadora que además está casada y es la estrella del cine porno que dirige su marido. Lo que viene después es una delirante farsa, especialmente cuando filman una película, hasta que el amor imposible se materializa, en medio de negras humoradas que incluyen escenas farsescas de sexo y mucha música. La moraleja no es otra que los seres humanos deben amar por encima de las dificultades que se le presenten y para ello deben estar dispuestos a todo con tal de alcanzar esos niveles de felicidad que solamente las relaciones amorosas puedan dar. Un mensaje romántico en medio de circunstancias sumamente complejas.
Este dramaturgo, que se gana la vida como guionista de televisión y quien gasta todo, hasta lo que no tiene, para escribir, producir y dirigir sus propios espectáculos, reconoce que la pornografía resulta muy interesante para el teatro como género, especialmente cuando apareció, en los años 70, como un elemento contracultural, con toda una serie de películas sobre esa temática. “Eso fue lo que me atrapó y me llevó a iniciar una investigación sobre la pornografía en la cinematografía, busque las películas más destacadas o emblemáticas y hasta logre divertirme un poco. Pero eso ya no es una contracultura y ahora es un género más, que la gente consume para su disfrute personal. El Establishment repudió la pornografía y después la absorbió y se creó toda una industria que ha sido reforzada por la utilización de los videos y de ahí saltó a la web, donde hay un floreciente negocio, ya que es el medio principal para su distribución”.
-¿Cómo se degusta la pornografía en Perú?
-No se si hace o produce pornografía para medios audiovisuales. Pero es posible que se haga, aunque no la conozco. No he visto jamás películas porno producidas en Perú, pero es una pena que no las hagan. Lo que si hay son unos huacos eróticos de la preincaica cultura mochica, donde hay escenas de escena sexuales de todo tipo, son imágenes de una época pasada y las han reproducido para venderlas a los turistas.
Reconoce Nieto Passano que nunca estudió dramaturgia, pero sí llegó al teatro por al vía del cine, tras estudiar en la Escuela de San Antonio de los Baños, en Cuba, donde recibió, además, el abecé del arte de los guiones cinematográficos. Eso le ha permitido entregar textos teatrales como Carne quemada (1995), Deseos ocultos (1997), Adiós al camino amarillo (1998), Dick y Pussy se aman locamente (1998) y Tinieblas (2001),pero actualmente prepara Salón de ensayo.
- ¿Cómo está el teatro en Lima?
- Hay una marcada escasez de salas teatrales, precisamente ahora cuando existe una mayor demanda de espectadores, especialmente para espectáculos de carácter comercial. Hay montajes alternativos pero no tienen donde exhibirse con la debida frecuencia.
-¿Tiene usted una agrupación teatral?
-
No, pero si tengo un grupo, siempre creciente, de amigos a quienes convoco para escenificar algún espectáculo. Ahora ensayo mi obra Salón de ensayo, cuyo titulo lo dice todo: la preparación de un espectáculo teatral. Ahí trabajan tres actrices y cuatro actores. Su estreno debe ser para el próximo 18 de junio.

sábado, junio 06, 2009

Gené revivió al falso Minetti

A mala hora el teatro venezolano lo dejó ir. Había trabajado positivamente en sus escenarios y sus claustros a lo largo de 17 años. Sus valiosas huellas dejadas son un amplio legado práctico y teórico que toda una generación de teatreros aprehendió. Él regresó a sus orígenes, a una Itaca del amor y la libertad que nadie puede desechar, y ahí prosigue, todavía, predicando con su docencia en el Celcit de Argentina y actuando para satisfacer gustos y especialmente los del público. Así lo hace, desde el sótano del edificio del FECIC, ubicado en el número 431 de la calle Moreno de Buenos Aires, con su asombroso espectáculo Minetti, creado gracias a la versión escénica de la pieza original de Thomas Bernhard y obtenido con mucha paciencia y sabiduría por el director Carlos Ianni.
Ese es Juan Carlos Gené (Buenos Aires, 6 de noviembre de 1929), quien el próximo 3 de julio reanuda la temporada para mostrar, una vez mas. las naturales ambigüedades, los desmesurados sueños y anhelos nunca satisfechos del anciano primer actor Minetti que, pretendiendo encarnar al shakesperiano rey Lear, acepta una invitación para reunirse con el director de un pequeño teatro de una ciudad, en un misterioso hotel, precisamente antes de la medianoche de un 31 de diciembre. Pero no le cumplen la cita y esa angustiada espera, que precede a su muerte, la tiene que matizar con un complejo dialogo que le brinda una misteriosa dama (Maia Francia), de rojo vestida, al tiempo que enmascarados personajes los vigilan o los incitan a una rumbosa fiesta para recibir el Año Nuevo.
Esta obra, o mejor dicho la versión que presentan, con cuidada producción minimalista, Ianni y Gené, la cual pudimos apreciar el sábado 23 de mayo, nos permitió hilvanar un conjunto de densas reflexiones sobre verdades y mentiras del mundo artístico, y, en especial, el desolado drama de los actores cuando envejecen y su soledad la nutren con proyectos fabulosos que nunca realizarán o con fantasmas de un pasado mejor, que si estuvo muy acompañado. Pero más allá de ser una pieza existencialista sobre los hacedores de las artes escénicas, cinematográficas y televisivas, es una seria invitación a reflexionar sobre la vida de todos los seres humanos al llegar al limite de sus fuerzas físicas en medio de una sociedad o una comunidad que no acepta la vejez, ni menos la muerte, a las cuales niegan; una sociedad que prefiere suicidarse con sus desaforadas actitudes antes de aceptar el derrumbe biológico, sin darse cuenta que la ancianidad anida en sus cerebros, aunque el espejo muestre rostros tersos por las terapias del bisturí.
La obra Minetti, como tal, tiene una rocambolesca historia sobre sus orígenes que no debe interesar al publico común y corriente, pero, para nosotros, lo más importante es haber visto, una vez más, al maestro Gené dando una clase magistral de actuación y degustar, tambien, su estremecedora arenga sobre la vida de un actor capaz de desafiar a la muerte misma, un ritual maravilloso, apuntalado en un profesional equipo.
Creemos que los dramaturgos experimentales, esos que están en pos de revelar facetas oscuras o no muy transparentes de la historia de las artes escénicas, podrían indagar en las biografías del dramaturgo austríaco Thomas Bernhard (1931-1989) y Bernhard Minetti, el actor que lo inspiró. Así quedaría más completa la información sobre esos dos caballeros del teatro y hasta podrían crear sendas piezas, que seguramente el público digerirá por los problemas humanos que estarán ahí calcados.
El escritor Bernhard plasma en su monólogo a un arquetipo de artista romántico, solitario, patético, vencido, en eterna e inútil protesta contra un mundo insensible. Pero esa descripción del personaje que inspiró la pieza es totalmente falsa pese a lo cual el verdadero actor o sea Bernhard Minetti no vaciló en interpretar al falso Minetti, como acotan algunos investigadores.
Cuentan que Minetti, el actor alemán de ascendencia italiana, vivió una extensa y hasta exitosa vida (1905-1998) y, contrariamente al Minetti ficticio de Bernhard, fue un gran intérprete de autores clásicos. Nunca estuvo exilado y la pasó muy bien durante el Tercer Reich, actuando entre 1930 y 1945 en el Teatro Estatal de Berlín bajo la dirección de Gustav Gründgens. Y además no vaciló en participar en películas nazis y antisemitas como Los Rothschild y El judío Süss. Después de la guerra, reinició su carrera en teatros de provincia y en los 70 se convirtió en el actor de carácter más famoso y reconocido de Alemania. Integró el elenco del Teatro Schiller de Berlín hasta que éste se cerró en 1985. A los 80 años ingresó al Berliner Ensemble, célebre grupo de Berthold Brecht, y su última actuación tuvo lugar en la puesta de Heiner Müller de El resistible ascenso de Arturo Ui de Brecht. ¡Estuvo con Dios y con el Diablo!
La saga del dramaturgo Thomas Bernhard, según lo investigado, fue menos romántica y quizás más atormentada, y, sin lugar a dudas, carente de la poesía del otro Minetti que creó y que ahora Gené ha mostrado en este año bisagra que vivimos.¿Cuándo en Venezuela estaremos al día con ese teatro que se muestra allende las fronteras?

viernes, junio 05, 2009

Guión Michelena para Cinemateca Nacional

Gustavo Michelena asumió la presidencia de la Fundación Cinemateca Nacional (FCN) porque está plenamente convencido de que “hay que profundizar lo que ya se ha adelantado y además hay que proseguir llevando el mejor cine al pueblo venezolano, por intermedio de su numerosa red de salas comunitarias y regionales, para hacer de este instrumento comunicacional una autentica vanguardia cultural que sirva para el avance hacia el socialismo del siglo XXI que adelanta la Revolución Bolivariana”.
Él sabe, desde hace mucho tiempo, “lo que debe ser la Cinemateca Nacional, sé como ha ido evolucionando desde que se le fundó, el 4 de mayo de 1966, como una institución inspirada en la necesidad de difundir toda su pluralidad y diversidad del cine universal y el criollo. Y tengo, por supuesto, mis ideas sobre como hay que reforzar todo lo logrado, ideas que no están aisladas del resto de las otras actividades que adelanta el Ministerio del Poder Popular para la Cultura”.
Nuevo cine
Puntualiza que ya hay un cine nacido, creado o hecho por las comunidades, el cual está alejado del vedetismo de “alfombra roja hollywoodense” y que ahora transita por “la alfombra roja, rojita de la Revolución Bolivariana”.
Advirtió que la creada y establecida red de salas comunitarias y regionales debe ser el núcleo del nuevo cine venezolano, el cual ha sido construido con el valioso aporte de nuestros cineastas, sumados a la creación colectiva de las comunidades. “Todo eso contribuirá a la formación y desarrollo de la conciencia crítica en el seno del pueblo, dándole sentido a lo que acertadamente el ministro Soto llama ‘subir un peldaño en la conciencia del pueblo’, o sea, el tránsito de la conciencia ingenua a la conciencia crítica”.
Niño precoz
El nuevo presidente de la FCN tiene una larga y exitosa trayectoria como guionista de cine y escritor de telenovelas. Hijo de Gustavo y Olga García de Michelena (Caracas, 18 de diciembre de 1944), criado felizmente por su segundo padre Juan Urrecho Domenech, artesano y tallista cubano, llegado al país hace más de 70 años y quien despierta en él el gusto por la madera trabajada y la admiración por la organización de los artesanos obreros en talleres pequeños. Crecido en el ambiente de una carpintería desvía su inclinación de convertirse en tallista, influenciado por su padre Juan, hacia el dibujo y la pintura, habilidades heredadas de los Michelena. Reconoce que desde niño ingresó a la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas “porque en mi familia me notaron y estimularon las condiciones que tenía para el dibujo y la pintura. Cuando ya era adulto traté de ingresar a la famosa Academia Julian, de París, pero no me aceptaron porque había superado el límite de edad, que era 27 años. Yo, que me he graduado como sociólogo en la UCV, hacia 1973, regresé a Caracas para dedicarme definitivamente a la que sería mi profesión en los medios audiovisuales”.
“A mi regreso de Europa, mi amigo, el cineasta Alfredo Anzola me pide que le escriba el guión de la que sería su exitosa y premiada película Se solicita muchacha de buena presencia y motorizado con moto propia. Ese primer guión, a partir de una idea de Anzola, lo escribí a mano, con un bolígrafo kilométrico. Lo hice así, porque cuando intenté hacerlo en una máquina de escribir no se me venían las imágenes y para el cine hay que escribir con imágenes. No podía imaginar desde una máquina. Eso cambió con el tiempo y ahora no puedo escribir sin computadora, pero tengo, por ahí, una de esas viejas máquinas de escribir. Pero mi relación con el cine comenzó mucho antes, en la UCV, precisamente con Anzola, y después participé en unos programas de difusión audiovisual en la Instituto Agrario Nacional, durante el primer gobierno del presidente Rafael Caldera. Pero antes, cuando aún estaba en las aulas universitarias, me vi. en la disyuntiva de irme a la guerrilla o no, y al final decidí no irme al monte, porque acostumbrado a los lápices y a los pinceles y no a las armas, y confieso que todavía no se disparar, hubiese muerto seguramente, pues no habría podido resistir la tentación de ponerme a dibujar pajaritos en vez de enfrentar a los enemigos”.
Guionista
Su primer guión fue Se solicita muchacha de buena presencia y motorizado con moto propia, dirigido por Alfredo Anzola. Después entregó: Carmen la que contaba 16 años, Operación chocolate, Domingo de resurrección, Manuel, 1880: el extraordinario viaje de la Santa Isabel, Agua que no has de beber, Bambi C4, De cómo Anita Camacho quiso levantarse a Marino Méndez y su más reciente trabajo es con Zamora,la nueva pelicula de Román Chalbaud.
Ha dedicado, además, muchos años a la escritura para la televisión en Venezuela y México, en telenovelas, series y unitarios. Ha impartido cursos y asesorías en escritura de guiones, además de realizar una maestría en análisis de guiones. Y ha sido colaborador permanente de la Villa del Cine. ¡Ahora debe hacer su propio guión para la histórica Cinemateca Nacional!

lunes, junio 01, 2009

Pornocomedia para trasnochadores

Para sacar hacia delante a Teatrex, el nuevo proyecto teatral en el Centro Comercial Paseo El Hatillo, se necesitan espectáculos que rompan con la mediocre cotidianidad de sus competidores y para ello nada mejor que un montaje probado con éxito en Miami. Se trata de la pornocomedia Dick & Pussy se aman locamente del autor peruano Jaime Nieto, la cual bajo la dirección de David Chacón Pérez se mostrara desde este viernes, a medianoche.
Chacón Pérez comenta que Dick & Pussy se aman locamente “es una divertida porno comedia que satiriza una de las manifestaciones más controversiales de la sociedad humana: la pornografía y el gran negocio que con ella se ha montado a nivel mundial. El autor de la pieza Jaime Nieto, basándose en la película Boggie Nights , un largometraje de la temporada de 1997 escrito, dirigido y producido por Paul Thomas Anderson, donde participaron, entre otros, Mark Wahlberg, Burt Reynolds, Julianne Moore, William H. Macy, Don Cheadle, John C. Reilly, Philip Seymour Hoffman y Heather Graham. El argumento se centra en un joven que trata de entrar en el negocio del cine porno a finales de la década de 1970, en California, y al igual que otros personajes tiene que lidiar con los altibajos de la industria, explora y parodia el mundillo de los hacedores de éste género de la industria cinematográfica, donde el amor, el placer, el deseo, la ambición, fama y fortuna son ridiculizados. Aparece el diablo y se ofrece un contrato. Lo demas hay que verlo en el teatro”.
-¿Cómo llega esa pieza a sus manos?
-La obra llego como una propuesta para presentarla en el Miami Globo Theater, en Florida, durante el mes de julio del año 2005. En ese momento sabíamos que necesitábamos un producto más comercial y de buen gusto, y aunque debo confesar que cuando leí el libreto me dio un poco de miedo el riesgo, ya que venia de producir piezas de muy buen impacto de crítica y público, no eran obras tan comerciales. Lo analizamos en la junta directiva del Miami Globo y llegamos al acuerdo de una coproducción, solo si aceptaban mi propuesta como director, convertir el texto en espectáculo visual de nivel estético y de gran formato de producción al estilo vaudeville de las Vegas. La estrenamos en diciembre del 2005 y mantuvo una temporada de ocho meses. Ese elenco lo conformaron Laura Termina, Joel Soto longo, José Antonio Álvarez, Adonis Losada, Alfonso Piluca y Carolina López. Fue producida por Interart Media, mi socio Aaron Hill y el Miami Globo Theater”.
-¿Por qué la hace ahora en Caracas y cuál es el elenco?
-Vine a trabajar en Venezuela, luego de casi diez años de ausencia, en octubre del año pasado solo por unas semanas y termine quedándome mes y medio muy sorprendido por todo lo que estaba aconteciendo en el ambiente teatral caraqueño, a cada sala teatral que iba la encontraba llena de público. Evaluando lo que se presentaba en las carteleras me di que faltaba algo, que no habían producciones programadas con el contexto estético que me planteo yo como director, ni de buen impacto de producción y comercial. Afortunadamente y gracias a la tecnología donde quiera que viajo siempre ando con mi iphone, instrumento donde tengo todo el portafolio de mis espectáculos y el repertorio de mi empresa, Miami Globo Theater. Afortunadamente me reencontré con mi pasado y amigos con los que prácticamente trabaje durante toda mi carrera, la mayoría me preguntaban que hacia o que traería a Caracas, y con tantas ideas, Dick & Pussy se aman locamente ya me deba vueltas en la cabeza y una noche el destino me encontró con mis amigos Rolando Padilla y Tullio Cavalli, quienes se habían convertido en una empresa de producciones teatrales y me invitaron a ver una de sus puestas en ese momento en cartelera, esa misma noche les mostré material de mis proyectos, hasta que finalmente les conté sobre la porno comedia, de inmediato me plantearon la idea de producirla en Caracas. Rápidamente llegue a mi oficina en Miami y les envié el libro de producción del espectáculo, pasamos cinco meses trabajando en el proyecto hasta que en enero de este año se confirmaron las fechas en Teatrex. De inmediato me enviaron una propuesta de actores y decidimos ofrecer el espectáculo a los talentosos Sindy Lazo y Damián Genovesse en los roles titulares acompañados por un elenco de primeras figuras de la escena nacional de la talla de Adolfo Cubas, Marcos Moreno, Salomón Adames, Will Saballo y el regreso a la escena nacional de Carolina López quien participó en el elenco de Miami.
-¿Cómo esta propuesto su montaje?
-Me encanta diseñar mis producciones como espectáculos de gran formato, porque llevo diez años estudiando el perfil de lo que deseo proponer en los escenarios. Mi experiencia en los musicales de Broadway, trabajos y estudios realizados en New York y las Vegas, han determinado una importante influencia en mis diseños. Me considero un director que esboza la multimedia como genero, la cual desde el año 1995 estudio y trazo en todas mis puestas. Siempre coqueteo con mi propia imaginación, me encanta el cabaret, adoro la música, el video, los títeres, me fascina coreografiar mis puestas, plasmo el color como elemento fundamental en la escenografía y el vestuario. Dick & Pussy se aman locamente fue la verdadera oportunidad para convertirla en una comedia de enredos plasmando en la puesta un divertimento de muñequitos, utilizando la estética del dibujo animado como un elemento mágico, estableciendo el desenfadado mundo de las décadas de los 70 y 80 logrando una coreográfica y muy visual puesta en escena llena de significativas atmósferas colmadas de colores, movimientos, y efectos especiales. La lectura del espectador será la de un divertido comic para adultos.
-¿Le interesa la pornografía como fenómeno cultural? ¿Esta pieza exalta la pornografía o qué se pretende con ella?
-La verdad es que no me interesa la pornografía, pero si me entusiasma la idea de crear una puesta en escena con cualquier tipo de material que llegue a mis manos, sin embargo, con Dick & Pussy se aman locamente me tocó explorar y conocer la industria del porno. Creo que la pieza es atrevida, inteligente y, finalmente, reflexiva ya que coteja al espectador con el género de la pornografía, pero sin herir susceptibilidades.
-¿Hasta cuándo estará en temporada y por qué en ese horario de la medianoche?
- Es un horario para adultos. Caracas es una ciudad nocturna, me parece extraordinario el que tengamos la alternativa de ir a casinos, restaurantes, discotecas pero faltaba el espectáculo al estilo las Vegas. Entramos en un horario que el Teatrex a definido como Soupe de Medianoche para todo aquel nictálope, además es muy buena oportunidad ya que el Centro Comercial Paseo El Hatillo maneja una población muy alta en ese horario, ya que cuenta con salas de cines en el cuarto piso con programación exitosa en ese horario, así como también, extraordinarios restaurantes en el mismo piso del teatro, , donde se consigue un descomunal ambiente con música en vivo, así como también estupenda alternativas gourmet. Creo que debe llegar hasta mediados de agosto.Ya veremos que dice el público.