sábado, marzo 31, 2012

De todas,todas


Se invita al público caraqueño a reflexionar sobre las vicisitudes del amor y la soledad, sentimientos claves para la vida humana, presentes en la comedia de argumentación homosexual De todas, todas, de José Simón Escalona Acosta (Venezuela, 1954), la cual hace temporada en la sala Escena 8. Recordamos, una vez más, que cuando cae el telón surge un dialogo íntimo entre espectador y obra, una secreta conversación que puede durar años y suscitar grandes evoluciones en su manera de ver el mundo; porque, como lo ha escrito el teatrero Eduardo Gil, el objetivo último de cualquier obra teatral, desde los griegos hasta nuestros días, es conseguir el bien general, contribuir a hacernos mejores  personas y ciudadanos conscientes;
No es De todas, todas la primera ni la última pieza que entrega Escalona Acosta sobre tramas de conductas gais y donde están presentes la soledad y el amor, las dos caras de la vida humana; antes hizo conocer los controversiales espectáculos creados a partir de sus cuatro textos: Cuatro esquinas (1979), Marilyn, la última pasión (1983), Jav y Jos (1985) y A María Queras la llaman Mari (1999). Hasta ahora su producción dramatúrgica general suma 12 obras, de las cuales 11 han sido representadas por el grupo Theja.
TRILOGIA
Para el autor, De todas, todas es su análisis muy personal sobre el amor y la soledad, que en este caso está centrada en una pareja de gais (El Señor y El Joven), la cual atraviesa una crisis de definición de rutas. Pero antes él representó De todo corazón (1995), sobre una pareja heterosexual que intenta relanzar una relación tras 15 años de separación, y después De todos modos (2003), donde una cuarentona pretende acompañarse o enamorarse alternando el erotismo de dos veinteañeros.
Este dramaturgo no lo dice en las entrevistas, ni tampoco lo asoma en los textos, pero con esta trilogía de la esperanza o de las expectativas, que ahora ha visto completada en la escena, lanza una seria invitación a meditar sobre las diversas etapas de la soledad del ser humano, sin distingos de conductas  sexuales, y además durante etapas claves del periplo existencial: juventud, madurez y en la frontera de la ancianidad. El amor y la soledad no son banalidades ni frivolidades de fin de semana, para este intelectual venezolano.
HOMOFÓBICOS ABSTENERSE
Escalona Acosta, enamorado del amor, puntualiza que De todas, todas, propone al público un análisis sobre “esa maravillosa relación que todos los seres humanos conocemos, pero que ahí, habita en cuerpos masculinos y no en las parejas heterosexuales, porque es la audiencia quien debe responderla o seguir interrogándola sobre la identidad y la ética de la convivencia. No es, por supuesto, para homofóbicos ni nada parecido”.
El Señor (más de 50) y El Joven (no más de 35 años), encarnados por Gonzalo Velutini (formado en Rajatabla) y Nacho Huett (supercapacitado en el Theja), son los patéticos personajes necesitados de mucho amor  y dispuestos a todo en esa lucha contra la soledad, que logró materializar el director Javier Vidal, a partir del opus que le encomendó  su amigo Escalona Acosta, y con las indudables entregas creativas de tal pareja de comediantes. Ellos se jugaron finamente entre el stand up comedy, el monólogo convencional y las intimistas comedias de dos personajes quienes al final terminan conciliando sus desavenencias hasta la próxima vez que estén al borde de  otra ruptura o logren consolidar una amistad capaz de llevarlos finalmente en la barca de Caronte. Todo materializado en la terraza de un apartamento y con mínimos elementos de cocina y un gimnasio improvisado.
Velutini asume al personaje de El Señor, como enamorada loca refinada y supuestamente capaz de cederlo todo para no quedarse con la soledad, lleva el creciente ritmo del  espectáculo (un acto largo con 12 escenas, para 80 minutos) hasta que Huett asume el control escénico y logra una brillante y memorable performance como masculino stripper, además de unas veristas escenas donde El Joven trata de asumirse en su nuevo derrotero como heterosexual, con novia y dispuesto a casarse y procrear; pero al final todo se le derrumba y regresa al apartamento de El Señor, tras ser calificado por su ya ex mujer como “marico”. Conmovedoras actuaciones y una fina y lúdica puesta en escena para cerrar la trilogía romántica de Escalona Acosta.
NI EXTRAÑA NI AJENA
La temática homosexual en el teatro venezolano no es extraña ni ajena. Desde la tragedia griega Edipo Rey hasta la criolla De todas, todas han pasado muchos siglos y unas cuantas persecuciones y anatemas por atreverse a mostrar o insinuar personajes con conductas sexuales no convencionales en los escenarios. Escritores  costumbristas, como Leopoldo Ayala Michelena (en El barbero y algo más), crearon personajes desviados o zoquetes para generar hilaridad entre el público de la Caracas anterior a la  quinta década del siglo XX. Después, desde los años 60 hasta cerrar la centuria y cuando avanza  ya la segunda década del XXI, Isaac Chocrón, Román Chalbaud, José Gabriel Núñez, Gilberto Pinto, José Simón Escalona, Javier Vidal, Elio Palencia, César Rojas, Xiomara Moreno, Johnny Gavlosky, Marcos Purroy, David Osorio Lovera, Julio Bouley, Néstor Caballero y más recientemente nosotros, hemos escrito unos cuantos textos sobre tales “desviaciones”. Ahí están, pues, entre otros: Réquiem para un eclipse, El pez que fuma, Todo bicho de uña, Los ángeles terribles, La revolución, La máxima felicidad, Escrito y sellado, Bang Bang, La buhardilla, Eclipse en la casa grande, Detrás de la avenida, Penitentes, Las puntas del triángulo, El último piso en Babilonia, Mister Juramento, Novia en rojo, El fantasma de Bonnie y El carnaval de Marilyn. Además se ha mostrado numerosas piezas foráneas que han sido aplaudidas por el público.

Cabrujas revivido en Caracas


¿José Ignacio Cabrujas Lofiego, próximo a cumplir 75 años, sería chavista o escuálido, o viviría exiliado como escritor en Miami o en Ciudad de México, o simplemente un crítico de la Quinta República? Vivió sólo 58 años y unos meses, pero dejó vasta obra intelectual e inolvidables afectos que dio y recibió, además de Diego Cabrujas Palacios, simiente que le sobrevive. Estamos seguros que no sería indiferente ante lo ocurrido desde 1999.
Y a quien interese auscultar su credo y deducir cual sería su conducta, recomendamos leer sus 24 obras y detenerse precisamente en el melodrama El día que me quieras (1979), para deducir qué proponía a los venezolanos. Y si la lectura resulta incómoda, como suele ocurrir con la literatura dramática, debe presenciar el espectáculo, del cual hasta este domingo se habían realizado más de 130 funciones, según la puesta en escena que Juan Carlos Gené creó para la temporada 2005, donde, conmovedoramente, actúan María Cristina Lozada, Eulalia Siso, Héctor Manrique, Martha Estrada, Basilio Álvarez, Juan Carlos Ogando e Iván Tamayo como Carlos Gardel. La iluminación, musicalización, vestuario y espacio escénico son de  José Jiménez, Jacky Schreiber, Eva Ivanyi y Carlos Di Pasquo y la producción de Carolina Rincón para el GA80.
El día que me quieras puede disfrutarse como un extraordinario melodrama de mujeres angustiadas en una Caracas sometida al poder tiránico -transcurre el 11 de julio de 1935 y desde Maracay manda el Benemérito- cuyas vidas son alteradas para siempre porque las visita de improviso el legendario Carlos Gardel en su casa de La Pastora. Ellas además descubren que el comunista Pío Miranda no lo es a conciencia, es un chulo, quien sin piedad ha engañado, durante diez años, a su enamorada María Luisa Ancizar y además nunca la tocado más allá de lo permitido, porque la biología no le funciona sino en la URSS.
¿Qué predica Cabrujas? Que un revolucionario no es mentiroso jamás y lucha  por su ideología porque está plenamente convencido de ella y no porque quiere medrar, y además no abusa de la buena fe de quienes lo aman o creen en él. En síntesis: es el deber ser de un revolucionario venezolano. ¿Cuántos de esos hemos tenido? ¿Cuántos eran traidores y nadie lo supo?
Hay, por supuesto, otras lecturas posibles, pero todas tienen un denominador común: la honestidad del Hombre nunca puede ser puesta en tela de juicio. Cabrujas si creía en un proceso de necesarios y profundos cambios sociales, pero los mismos tenían que contar con hombres y mujeres convencidos y no por simple moda. Por supuesto que también es posible una lectura plana, que ayuda a la digestión y no exige mayores complicaciones, pero estamos seguros que ese tipo de espectadores ya no existe en este país, después de largos 400 años de sufrida y constante vida teatral.
 Cabrujas está vivo con El día que me quieras y además es posible degustar su pieza Acto Cultural, que dirige Héctor Manrique y exhibe en el Espacio Plural del Trasnocho Cultural, producida por el GA80, dentro de la programación del 17 Festival Internacional de Teatro de Caracas.
¿Cuántos jóvenes venezolanos al fin pudieron ver en escena ese texto que ya historia no solo del teatro sino del país mismo? En síntesis, valió la pena el esfuerzo de Carmen Ramia y su equipo para que el FITC, que María Teresa Castillo y Carlos Giménez fundaron en 1973, pudiera mostrar esas dos piezas del legendario José Ignacio Cabrujas.

Gardel otra vez en Caracas


El teatro es el único espacio que nos queda para pensar en libertad y lo comprobamos una vez más en Caracas, tras advertir como ésta urbe ha sido tomada por el teatro hasta el domingo 8 de abril. Y no es una frase sentimentaloide. Es la más pura verdad e invitamos a los lectores a revisar periódicos o  visitar los espacios especializados de la web para que lo corroboren. Hay teatro para todos y eso sucede en esta capital de la venezolanidad.
Ha regresado el Festival Internacional de Teatro de Caracas en su decimoséptima entrega (17FITC), tras seis años de ausencia, con una lujosa programación de 22 espectáculos nacionales y foráneos, y eso no impide que en otras diez salas exhiban diversos montajes para degustar, sin que sean parte de la programación del evento como tal
El 17FITC –consecuencia del proyecto que en 1973 inventaron María Teresa Castillo y Carlos Giménez-comenzó en la noche del  jueves, en el novedoso teatro Chacao, con el melodrama El día que me quieras, del autor caraqueño José Ignacio Cabrujas, a quien ahora exaltan con este evento, organizado por Carmen Ramia y un cuarteto de osados artistas. Es un montaje, el último que hizo el maestro argentino Juan Carlos Gené durante el 2005, el  cual tuvo dos funciones más ayer viernes, y no sería extraño que después del Festival hicieran otras funciones ante la demanda del público que no cabe en esa sala de 520 butacas.
Hemos visto, desde 1979, todos los montajes  realizados por el mismo Cabrujas y con diversos elencos, pero con el que logró Gené esta obra se nos ha mostrado tal como es, no solo para nosotros, porque tiene una venezolanismo exacerbado y además se centra en la saga de Carlos Gardel y su presencia en Caracas para cantar en el teatro Principal.
Cabrujas hace una fantástica ficción teatral al llevarlo a visitar el hogar de la familia Ancizar, aquel 11 de junio de 1935 (fecha utópica además), para agudizar la ruptura de una historia de amor entre adultos y en circunstancias difíciles, porque Pio Miranda había proyectado una viaje a la lejana Rusia como luna de miel e inicio de su vida marital bajo el régimen de Stalin.
Gardel en la casa de los Ancizar le permite a Cabrujas una diatriba contra el sufrimiento de las mujeres sometidas a los machos del fin de semana y una arenga contra los intelectuales mezquinos intentando  embozalar las  ideas libertarias.
Profecía cumplida
Este montaje, de depurada calidad, entrega las gratísimas sorpresas deparadas por los actores: Héctor  Manrique como Pío Miranda, revolucionario comunista de la Caracas de los 30; María Cristina Lozada como Elvira Ancizar, la hermana mayor que sufre la tragedia de su sobrina María Luisa (Eulalia Siso) y el certero Gardel que logra Iván Tamayo, sin demeritar las performances de Basilio Álvarez, Martha Estrada y Juan Carlos Ogando.
Cuando se estrenó El día que me quieras, y nosotros estábamos ahí, generó una controversia intelectual, porque ahí se profetizaba, por intermedio del atormentado Pío Miranda, que el comunismo rampante de la URSS y de la Europa Central, defendida por el “telón de acero” era una engañifa descomunal y que se balcanizaría en los años siguientes.

sábado, marzo 24, 2012

El bar es un teatro


Es caraqueño y recién cumplió 32 años. Todavía no se ha comprado una poderosa camioneta blindada y por eso se desplaza muy cómodamente en una vistosa y moderna motocicleta amarilla. El dice no tener miedo, a pesar que su trabajo es casi siempre nocturno. Es Alberto Noguera, gerente artístico de El Teatro Bar, ubicado en una bifronte avenida de la urbanización Las Mercedes, el sitio más famoso de las rumbas caraqueñas, donde además hay una permanente actividad teatral a lo largo de todas las semanas.
Noguera, quien aun no ha presentado la tesis para graduarse como Licenciado en Teatro en la Universidad  Nacional Experimental de las Artes (Uneartes), cuenta que El Teatro Bar “arrancó a funcionar hacia el 20 de octubre de 2008; nació de una necesidad existencial que atormentaba a seis rockeros quienes se morían de las ganas por  tener en exclusividad un bar para hacer sus conciertos o presentaciones; ellos se asociaron con dos empresarios del ramo y comenzó a funcionar, pero su lanzamiento en grande, como sala para espectáculos teatrales, fue en septiembre de 2009, cuando Mimí Lazo Producciones presento su espectáculo A 2,50 la cubalibre, una pieza hiperrealista de Ibrahim Guerra que dirigió Luis Fernández. A ese montaje le fue muy bien de taquilla y se convirtió en todo un acontecimiento artístico y social; después se lo llevaron para otro bar en un mall de Las Mercedes y ahora están en un espacio bohemio de Altamira, porque, modestia aparte, ahora sí han aparecido muchos teatros bares o bares con espectáculos teatrales. No digo que nos copian, pero si nos imitan, nosotros abrimos un camino y así seguimos”.
-¿Tan fácil fue el comienzo de El Teatro Bar?
-No, no fue nada fácil, porque los rockeros se tuvieron que asociar con dos empresarios del ramo y aprender poco a poco las peculiaridades del negocio. Como  ninguno de ellos conocía o entendía el hecho teatral, me llamaron a mí. Se apareció Mimí Lazo y  ya sabemos todo lo que pasó después y el natural proceso de aprendizaje, tal como es la vida misma. Gracias al éxito de A 2,50 la cubalibre, optamos por combinarlo con rumbas, fiestas, conciertos y otros eventos teatrales. Comenzó así el verdadero teatro bar, cuyo gerente general es Emilio Álvarez. Y desde entonces mantenemos  una cartelera teatral permanente. Somos una especie de ateneo, en un sitio de encuentro para los artistas de todas las tendencias, hay músicos, hay productores, hay autores, hay actores y actrices, hay escritores y toda la fauna característica de las noches bohemias caraqueñas de este siglo XXI que avanza.
-¿Cuantos espectáculos hasta ahora?
-En este momento no te puedo dar una cifra exacta de todo lo que hemos mostrado aquí, pero formalmente, como sala teatral y por nuestros escenarios, porque tenemos dos espacios, han pasado o actuado destacadas figuras como Franklin Virgüez Norkis Batista, Emilio Lovera, Josué Gil y, por supuesto, Mimí Lazo, Luis Fernández y todas esas excelentes actrices que los acompañan. En un momento tuvimos 13 funciones semanales de teatro. Éramos el teatro con más espectáculos por encima del promedio de las otras salas teatrales.
-¿Comercialmente el teatro ha servido para los intereses del bar?
- Si, porque con los espectáculos nosotros abrimos la caja registradora en un lapso horario en que ningún otro bar esta facturando. Y para que se mueran de envidia, nuestros imitadores, el 70 por ciento de nuestros ingresos provienen de los espectáculos teatrales.
-¿El público paga por ver el espectáculo o por el consumo en el bar?
-Eso depende de la programación, porque hay espectáculos donde los asistentes al bar no pagan, pero eso depende de las negociaciones que hagamos con los productores de los montajes.
-¿Combinar teatro, sinónimo de cultura, con el expendio de bebidas alcohólicas no es como contradictorio o pecaminoso?
- Esa pregunta, qué seguramente la haría una monjita o gente sumamente religiosa, me produce risa. Ellos o ellas ignoran que el teatro siempre estuvo combinado con el licor y con actividades lúdicas para el espectador. Y basta un paseo por la historia del teatro o de las artes escénicas en general y ahí hay información suficiente. En la época de Shakespeare o en los corrales de comedia en España, el licor era para animar a los espectadores, después hubo épocas de prohibición y el teatro no tuvo más licor. Eso también ha pasado en Venezuela. Yo aprendí de Ibrahim Guerra como es   el teatro hiperrealista, que es lo que hacemos en El Teatro Bar, donde el público puede tener contacto con los artistas. Además en varias salas teatrales, como las del Trasnocho Cultural, los espectadores consumen licores abiertamente. De modo que nosotros en El Teatro Bar no estamos haciendo nada pecaminoso. Todo está en orden y dentro de las normas legales.
-¿Y cómo están con el control para impedir el tráfico de drogas que puede ser activado por algunos visitantes?
-Tenemos nuestro sistema de seguridad para impedir eso y cuando organizamos eventos con mucho público reforzamos nuestras alarmas, porque estamos en contra del descaro.
-¿Cómo son las relaciones con las otras salas teatrales de la Gran Caracas?
-Creo que bien, nosotros no le torpedeamos el trabajo a nadie, ni les quitamos artistas, todo lo contrario por aquí hay una permanente demanda de cupos para presentarse. No obstante, debo recordar que tuvimos “obstáculos” por parte de algunos gerentes de ciertas salas teatrales para poder avisar en una página de eventos teatrales que publica un periódico de circulación nacional. Al final, se dieron cuenta que nosotros somos de la misma familia y que todos trabajamos para una misma comunidad.
Susanita Pons
Franklin Virgüez volvió al mundo de los bares, la rocola y el despecho con Míster Juramento, unipersonal de Néstor Caballero, y dirigido por Daniel Uribe. Desde el 16 de marzo y hasta esta noche,  el travesti Susanita Pons se ha mostrado en El Teatro Bar tras seis años de ausencia. Con una puesta en escena renovada, y la producción de Marcos Purroy, el homenaje a Julio Jaramillo llega a Las Mercedes. Así, el  célebre travesti de Virgüez festeja 16 años del primer montaje. Susanita Pons vuelve en tiempos de
redes sociales, bachata y reggaetón, aunque no pierde la esencia que distingue a su generación.



 


 



 

Muñequita Linda 2012


A una edad en que muchos se empantuflan y enchinchorran, este artista venezolano planifica y saca adelante sus proyectos. Nos referimos al dramaturgo y cineasta Román Chalbaud Quintero (1931), quien ya exhibió uno de los dos espectáculos  prometidos y adelanta la preproducción de su película La planta insolente de temática histórica.
Lo primero es la comedia Muñequita linda, de Luis Britto García (Caracas, 1940), producción del Centro Nacional del Libro que hizo temporada del 15 al 17 de marzo en la Sala Anna Julia Rojas y la cual  reaparecerá en el Teatro Nacional, con un elenco donde destacan Francis Rueda, José Luis Useche, Antonieta Colón, Vitó Lonardo, Jorge Canelón, Norma Monasterios, Adriana Gavini y César Augusto Roa, entre otros.
Muñequita linda, estrenada en 1985 por el director Enrique Porte, en la sala Alberto de Paz y Mateos, y remontada por Hernán Marcano en el Ateneo de Caracas hacia 2006, ha regresado porque Chalbaud quiso recontar la saga de la muchacha Delia, quien mató a su novio Egidio porque la abandonó después de acostarse con ella e incumplir su palabra de matrimonio. Es un hecho histórico de los caraqueños años 40 del siglo XX, ficcionado porque era la primera fémina que lavaba su honor de tal manera. La obra transcurre en tres épocas: el golpe cívico militar del 18 de octubre de 1945 contra el general Isaías Medina Angarita, el putsch contra el presidente Rómulo Gallegos el 24 de noviembre de 1948 y la caída del general Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958, por otra alianza cívico militar.
Esta Muñequita 2012 reitera conceptos sobre la política y especialmente subraya una serie de conductas inherentes a nuestra idiosincrasia, tiene una deliciosa carga humorística y, por si fuera poco, rescata la música popular de la época, con temas como “La múcura está en el suelo”, “La maricutana”,”Muñequita linda”, “Júrame” y todo lo mejor de la orquesta Bello Caracas Boys, los cuales se interpretan y se bailan como parte de la argumentación.
Para el autor Luis Britto García su Muñequita linda es una historia de amor con final trágico, donde una mujer se enamora y liquida al objeto de su pasión porque le incumple lo prometido. Todo esto en medio de los ajetreos de sórdidos empresarios y políticos dedicados a sacar a Medina Angarita, a Gallegos y después a Pérez Jiménez, porque la renta petrolera era el verdadero gran tesoro de la cueva de Alí Babá. La metáfora es obvia, siempre y cuando el espectador avance críticamente en esa especie de “telenovela teatral”.
Chalbaud hace cambios exactos en el texto para aligerar el ritmo escénico y utiliza audiovisuales sobre los asaltos militares a la incipiente democracia y las reacciones libertarias del pueblo. Esos aportes hacen dinámica y patética a la obra misma, la cual inicialmente tenía una pátina costumbrista. Es notable la secuencia del asesinato que comienza con la detención de la homicida y cierra con los disparos vengadores del honor femenino. Buena solución para escenas conmovedoras. Es el característico estilo del cine chalbaudiano aplicado al teatro.
Memorables actuaciones de Useche y Roa, la reaparición de la primera Francis Rueda y ese monumento de resistencia que es la veterana comedianta Antonieta Colón. Silvia Inés Vallejo se luce con su escenografía, mientras que vestuario, iluminación, musicalización y las imágenes de soporte para el espectáculo son valiosos aportes de Altagracia Sarmiento, David Blanco, Federico Ruiz y Julio García, respectivamente.


sábado, marzo 17, 2012

Karl Marx en Caracas


 La barquisimetana Gennys Pérez (27 de febrero de 1969) se topó en una acera caraqueña con el alemán Karl Marx y lo secuestro para su apartamento. Dos años más tarde, el coautor del Manifiesto Comunista y padre de El capital la ayudó a ganar el primer premio del Concurso Nacional de Creación Contemporánea y Dramaturgia Innovadora 2006, organizado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, con la pieza Yo soy Carlos Marx.
A seis años de tal suceso y tras un caribeño escándalo mediático, y cuando su unigénito Néstor Antonio Pérez cumple 20 años, Gennys ahora consagrada como directora y con el profesional apoyo de los actores Karl Hoffmann y Flor Elena González, ha logrado mostrar muy bien, en el Espacio Plural del teatro Trasnocho, su atrevida pieza. La cual es un verdadera piedrita en el zapato de todos aquellos que no digieren correctamente las teorías marxistas y se alienan de tal manera que se creen la reencarnación de ese judío que desató la más profunda revolución social del siglo XX y obligó a todos los intelectuales burgueses y revolucionarios a repensar sus metodologías y las teorías filosóficas sobre la riqueza de las naciones y las relaciones de dominación de las clases sociales.
Yo soy Carlos Marx es una historia de amor convencional y burgués entre “el padre del comunismo” y su esposa Jenny, quienes moran ahora en una alcantarilla de Caracas, en este caso, porque están encarnados por un matrimonio de excluidos (Carlos Márquez y Jenny Castro), que piensan y se asumen como intelectuales revolucionarios pero son indigentes. Es una pieza que se desplaza en dos planos: uno real y asqueante ante la miseria de los personajes y otra surrealista porque es una pareja de chiflados delirantes que se asumen como el matrimonio de Karl y Jenny von Westphalen de Marx.
No es un teatro panfletario sobre el comunismo como tal, sino sobre el fracaso del idealismo, más no del humanismo. Un texto amoroso que rescata al hombre, no al discurso político, sino al hombre y su humanidad, como bien lo ha dicho y lo demuestra en la escena la autora.
Para nosotros es una pieza respetuosa de los seres humanos que fueron Marx y Jenny, a quienes reviven dignamente y los muestran los cuerpos de los criollos Carlos y Jenny, tratando de sobrevivir en medio de inhóspitas circunstancias y con la violencia que amenaza romper e incinerar los recovecos donde sobreviven.
Es un teatro para pensar exhaustivamente sobre la verdad de lo que dicen y sufren esos cuatro personajes y además, más allá de lo ideológico, hay que exaltar el gran talento histriónico de Hoffmann al materializar la avasalladora humanidad del legendario Marx y reconocer el correcto trabajo de soporte de Flor Elena. Una hermosa pareja de cómicos, quienes a buena hora están apuntalando a esa rebelde que es Gennys Pérez, la feliz madre soltera e inteligente escritora de teatro y telenovelas, quien no niega su admiración por  Carlos Marx.


Pigmalión 2012 en Caracas


Hay fiesta en el teatro venezolano, aún en medio del duelo por los mutis de sus autores y actores. Y la alegría que se palma, a pesar de las ausencias, es porque otro criollo, nacido en Ciudad Bolívar (1958) logra ver en un escenario caraqueño a una de sus piezas más desgarradas, y porque Isaac Chocrón (1930-2011), Francisco Alfaro (1950-2011) y Germán Mendieta (1960-2012) serían los primeros en festejar ese estreno que fortalece el desarrollo de una dramaturgia hondamente comprometida con la incesante búsqueda del amor, ese alimento infaltable para la felicidad. Y ellos, precisamente ellos, fueron luchadores por y para eso que solo justifica la vida misma.
 Nos referimos a José Simón Escalona Acosta -actor, director, dramaturgo, gerente y productor teatral, además de destacado guionista y productor exitoso de telenovelas- cuyo texto De todas todas (2007) llega a la sala Escena 8 el próximo 22 de marzo, gracias a la dirección y las actuaciones de Javier Vidal y Gonzalo Velutini y Nacho Huett, respectivamente, y por intermedio de la producción del grupo Theja.
De todas todas, según palabras del propio autor, permite, otra vez más, la dramatización del mito de Pigmalión, pero en esta ocasión la Galatea es un joven muchacho, porque es una especie de chispeante melodrama sobre temática homosexual, un texto serio como solo lo habría escrito Chocrón, el mismo de La revolución (1971), La máxima felicidad (1975) y Escrito y sellado (1993), obras insuperables hasta ahora.
Escalona Acosta, quien se asume como alumno de Chocrón, plasma en De todas todas  como el personaje “Señor” revela, en medio de los preparativos de una cena para conocer a la posible nueva contrincante, el amor furtivo, secreto, escurridizo e imposible, que él mantiene, desde hace 10 años, con  aquel “Joven”, el segundo personaje
-¿Otra pieza sobre la temática gay?
-No la definiría así, tan taxativamente, más bien diría que es una reflexión que propongo al público sobre el amor, sobre esa maravillosa relación que todos los seres humanos conocemos, pero que ahí, en mi pieza, habita en cuerpos masculinos y no en las tradicionales parejas heterosexuales, porque es la audiencia quien debe responderla o seguir interrogándola sobre la identidad y la ética de la convivencia. No es, por supuesto, para homofóbicos ni nada parecido.
-¿Por qué De todas todas?
-Estoy escribiendo teatro desde 1977 cuando debuté con El último grito de las ánimas. Hasta 2009 con Ejecutivas había entregado una docena de textos. Y sobre la temática gay, como has preguntado, llevo cinco: Cuatro esquinas (1979),Marilyn, la última pasión (1983), Jav y Jos (1985), A María Queras la llaman Mari (1999) y De todas todas (2009). Son 11 piezas las que he visto representadas hasta ahora.
-¿Qué pasa con De todas todas?
-De todas todas pertenece a “La trilogía de las expectativas”, a la cual, mi amigo Javier Vidal, llama “La trilogía de las esperanzas”. Él así les da un cierto sentido más espiritual. Cuando hablo de expectativas es por que soy más terrenal, más discreto con todo lo que tiene que ver con la vida humana y su cotidianidad. Él les da un sentido de trascendencia con la palabra esperanza, lo cual se lo agradezco infinitamente, pero en la realidad, para mi, las expectativas son formas de esperanzas, quizás un poco menos sublime.
-¿Hace énfasis en el amor y no tanto en el sexo?
-Creo que la forma de amor que propongo en De todas todas es importante que la comprenda todo el mundo, o sea los espectadores, y no solamente las parejas homosexuales o los gays solitarios. De alguna manera le digo a los gays que dentro de sus relaciones de pareja debe haber una conexión o una forma de amor que a veces trasciende o debe trascender lo sexual. Y eso hay que explicarlo bien y hacerlo entender, porque es muy fácil decir que a los 60 años debes seguir enamorado y seguir amando y que ese amor hay que seguirlo alimentando diariamente, porque cuando se envejece no se puede quedar sin amor, y esto también es con los heterosexuales.
-¿No da respuestas, hace propuestas?
-Sí, lo que hago es plantear una serie de incógnitas que estremecen al público y los obliga a encontrar salidas o respuestas, sino lo hacen de inmediato quedan picados o preocupados. El amor no termina a los 60 y lo muestra una pareja tan extraña como la que plasmo en De todas todas y no es un asunto social, no es un asunto que tiene que ver con las clases o con la marginalidad, ni tampoco con la homosexualidad o con el no reconocimiento o aceptación o con estar afuera o dentro del closet. No tiene nada que ver con eso, sino que al gay no le deben importar los demás sino que la aceptación comienza con el mismo gay.
Expectativas o esperanzas
Escalona, de fácil verbo didáctico, advierte que “básicamente lo que trato de demostrar con mi trilogía es que hay distintos tipos de relaciones o de formas de amar. En el principio de mi trilogía, De todo corazón (1995) es básicamente una reunión de corazón de dos personas que fueron amigas, tenían relaciones sexuales, y cuando están en la crisis de los 40 años, después de separarse de sus parejas heterosexuales, se reencuentran en esa crisis, una  crisis que es una expectativa, por eso llega De todos modos (2003), sobre una mujer en los 40 años que pretende crear un monstruo con los dos amantes que ha convocado, pero como no los puede sumar, decide jugarse todo a esa suerte con una relación con esos dos muchachos, para satisfacer una parte de la relación, en lo sexual al menos, y ahora tenemos en escena a De todas todas donde lo que se busca es la compañía, pero aquí hay una relación que es una forma de amor. Lo lindo de esta pieza es que es el personaje “Señor” está convencido que tiene una relación profunda, tanto de amor como de sexo con “Joven”, mientras que este piensa que tiene una extraordinaria relación con “Señor” desde lo que este ha significado para su vida hasta llegar a ser lo que es hoy, pero sus expectativas sexuales son distintas a las de “Señor”. Ahora “Joven” se quiere casar y tener hijos, porque él, como lo explica a lo largo de la obra, no es gay. Sin darse cuenta que si quiere tener un futuro con esa relación, él ya es un gay porque se siente plenamente satisfecho por su relación con “Señor”. Y lo más interesante de esta obra es que el espectador o el público o la audiencia no saben ¿dónde termina la verdad y donde comienza la mentira? ¿Será que “Joven” no quiere reconocerse como homosexual? ¿Será una verdad o una mentira? ¿Será verdad que “Señor” tiene una relación sexual tan profunda con “Joven”, o la verdad es que su relación es solamente espiritual por la necesidad de compañía?

domingo, marzo 11, 2012

Murió el actor Germán Mendieta

El 30 de marzo cumplía 52 años pero este martes 13 hace su mutis en el Cementerio Santa Elena, de Punto Fijo. Lo sobrevive su unigénita Muriel  y una larga historia de valiosos trabajos actorales para el teatro, la televisión y el cine venezolanos. Era el respetable y versátil histrión Germán Narciso Mendieta Díaz,quien había comenzado sus preparación para el arte escénico en la Escuela Andrés Bello, de Coro, pero su casting de entrada al teatro caraqueño lo hizo en Duaca al participar en la obra Nuestro padre Drácula de Rodolfo Santana, dirigido por Juan José Lugo, el 26 de noviembre de 1976.
Tras instalarse en Caracas, hacia 1977, y estudiar en la Escuela Superior Juana Sujo, Germán hizo su mejor aprendizaje con el Rajatabla de Carlos Giménez, donde asumió roles vitales, como ser protagonista del espectáculo El coronel no tiene quien le escriba, al sustituir a Pepe Tejera, entre otros. Y porque era leal y consecuente, se fue de gira varias veces con el Rajatabla de Francisco Alfaro, llevando hacia escenarios argentinos y dominicanos la comedia dramática Trastos viejos de Javier Vidal, que les había montado José Domínguez, siendo ese una de sus más memorables caracterizaciones.
Pero Mendieta siempre quiso crear espectáculos y disfrutar así las artes escénicas desde la silla del director y para ello nada mejor que generarlo con alumnos del Taller Nacional de Teatro de Rajatabla. Ahí, a lo largo de la primera década de esta crispada centuria, montó piezas como El peligroso encanto de la ociosidad de Gilberto Pinto, El rey Momo de José Domínguez, El maleficio de la mariposa de Federico García Lorca, De melocotón a rojo alucinante y Pechos de niña de Romano Rodríguez y Soy García de Luis García Arau y Javier García Yague. En silencio, sin fanfarrias, aprendiendo de los aciertos y cuidando no repetir los mismos errores, había avanzado, siempre con discreción para no suscitar verdes envidias.
Y en la temporada 2010, en homenaje al amigo que “se fue de gira”, Ricardo Lombardi, buscó el texto El marinero del poeta lusitano Fernando Pessoa (1888/1935), al cual precisamente, en la década de los 80, le había dado vida escénica. “Su espectáculo me quedó en la memoria y ahora para acentuar esa saudade, se lo propuse a Carmen Jiménez, directora del Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas, como reto singular para Cristina Klatt, Karla Fermín y Olivia Parra, ex alumnas de Horacio Peterson. No fue fácil, algunos tropiezos nos retrasaron seis meses, pero nos armamos de valor, talento y ganas de hacer las cosas. Mi lucha ha sido para que las actrices cada día sean más perfectas, dedicadas al oficio y cuyo norte sea la disciplina. En mi rol de director no dejo de ser actor, porque es muy difícil como artista separar esos dos estadios de la creación teatral. Y aquí, en este drama poético, muy existencial además, la palabra es la protagonista”, nos declaró en aquella ocasión.
El marinero (1913), único texto teatral completo de Pessoa, es considerado una obra filosófica escrita con elevado lenguaje y que péndula entre ser poesía dramática o drama estático. El director Mendieta se movió, inteligentemente, entre esos extremos y buscó un punto neutral para no afectar al público y dejar bien clara la historia de tres doncellas que velan el cadáver de una cuarta en un castillo, al tiempo que reflexionan sobre la identidad y si es más real lo vivido que lo soñado. ¿Shakespeare o Calderón de la Barca?
Era filosofía y no otra cosa lo que los personajes decían de manera conmovedora, sin caer en cursilerías, porque era bien dirigida esa tripleta de actrices, que deben ser inigualables en comedias molierescas o quizás de autores contemporáneos. Fue, pues, un espectáculo para reflexionar sobre la muerte como prolongación obligatoria de la vida. Esa cita que todos cumplimos inexorablemente.
De Germñan hay que subrayar que fueron numerosas sus actuaciones teatrales y más recientemente en el cine nacional. Sus colegas, amigos y la familia, la elegida y la sanguínea, no lo podrán olvidar jamás, especialmente por su resistencia ante las enfermedades que lo acosaron.
Ojalá que las circunstancias de su muerte generen una serie de reacciones inteligentes sobre la condiciòn del artista venezolano, pero las primeras propuestas tienen que salir del conglomerado de los hacedores de la cultura nacional y llevadas ante las autoridades respectivas,quienes esperan que los colectivos se pronuncien.

sábado, marzo 10, 2012

Cubalibre a Bs. 2,50

Desde el 3 de septiembre de 2009 se presenta en Caracas el espectáculo teatral hiperrealista A 2,50 la cubalibre, original texto de Ibrahim Guerra que han escenificado y producido Luis Fernández y Mimi Lazo, respectivamente. Todo comenzó en Teatro Bar, siguió a Capital Jazz y ahora se exhibe en el bar The Place.
Durante las últimas tres décadas, A 2,50 la cubalibre ha sido un inteligente y audaz experimento de las artes escénicas venezolanas, el cual recrea al bar El Acuario dentro un espacio teatral convencional (o adaptan un bar) y ahí materializar ante unas 170 personas una noche de parranda con cinco meretrices, cuyo apodos radiografían a sus dueñas: La Sabrosa, La Guevona, La Enrollada, Blanca Rosa y La Caimana. Es un quinteto de damiselas que atrapan al espectador para hacerlo partícipe de sus respectivas intimidades y además dejarlo manosear unas existencias cargadas de carencias, miserias, deseos, sueños, amores y desencuentros; todo un sinfín de múltiples frustraciones existenciales.
Esta pieza debe representarse en un botiquín o un espacio que lo parezca, porque encierra todo ese mundo patético de la realidad latinoamericana, fundamentada en mujeres abandonadas a la suerte de Dios, prisioneras en un mundo, supuestamente libre.
Se trata, pues, de un agresivo acto teatral con cinco monólogos o performances y sus coros, donde desenfadadas actrices, acompañándose con música de despecho, encarnan a mesoneras o ficheras que revelan angustias, nacidas o fomentadas dentro de una sociedad machista y falócrata que exige o permite la prostitución para diversión de los machos o iniciación de los padrotes emergentes.
En esta obra, y de allí la genialidad de la propuesta de Ibrahim, el sexto personaje es el público. Cada noche cambia, reacciona diferente, se emborracha, ríe o sufre a su modo y eso mantiene alerta a todo el elenco porque es algo que sucede cada noche y es irrepetible. La idea de esta obra es provocar la catarsis colectiva si el público entra en el juego. No es un espectador pasivo, participa y propone y allí, en ese momento, ocurre la obra.
Cinco performances
En esta reposición para el siglo XXI de A 2,50 la cubalibre, lograda con pulcra y cómplice dirección de Fernández y la esmerada producción de Mimi, participan actrices reconocidas como Beatriz Vázquez, Nacarid Escalona, Karina Velásquez, Sindy Lazo, Mimi Lazo, Daniela Alvarado, Hilda Abrahams y otras más…y en ocasiones hasta el mismo Luis Fernández encarna a un travestido, nada menos que La Caimana,la dueña del negocio.
Ellas se entregan con todo su histrionismo a encarnar a esas hetairas, pero aquí resaltamos en especial a Mimi, Nacarid, Beatriz e Hilda, quienes no temen a la sobreactuación porque nunca alcanzan los límites patéticos de sus personajes, ellas son que féminas sufren y tanto como sus sosias teatrales, porque son victimas de la misma sociedad.
Ibrahim Guerra no hace sociología ni cosa parecida. Utiliza ejemplarmente al teatro para interpretar y revelar una realidad siempre superior a la ficción en ese hipotético bar El Acuario, con las performances de las cinco mujeres. Su trabajo ha sido poetizar una historia inspirada en situaciones reales y concretas tan sórdidas que pueden parecer inverosímiles. Román Chalbaud, Rodolfo Santana y hasta Gustavo Ott también abordaron la problemática de las mujeres cosificadas y crearon piezas con éxitos de audiencia, porque siempre la temática femenina será atractiva, ya que sin ellas la especie no tendría vida.
¡Por supuesto que la condición social mujeril en el siglo XXI y en Venezuela ha evolucionado para beneficio de la sociedad, pero todavía hay prostitución… y no solo de ellas…lamentablemente la cubalibre ya no se expende a ese precio!
Sensualidad mercantilizada
Es un aporte del teatro latinoamericano al arte escénico mundial durante el siglo XX. Una creación hiperrealista, la cual inició esa modalidad, porque no existen referencias previas de la misma. Un espectáculo donde el público hace parte del show al separarlo del amparo de sus butacas y enfrentarlo ante una cruda realidad materializada por las actrices. Son cinco mesoneras, que se ayudan con la prostitución, quienes utilizan un lenguaje tan alienado como su sexo. Es una muestra evidente de la sensualidad mercantilizada, usada como recurso de supervivencia y no de placer.
Bebida caribeña
Al coctail con ron y Coca Cola, además de un tanto de jugo de limón, unas gotas del venezolano Amargo de Angostura y cubitos de hielo, lo bautizaron “cubalibre” por razones políticas de sus creadores (españoles, estadounidenses y cubanos, entre otros), durante los crispados años finales del siglo XIX e inicios del XX. Tal refinamiento para brindar por la paz, la vida y el amor, se hizo popular en bares o botiquines caribeños y especialmente los caraqueños, donde se expendía a 2,50 bolívares (de los viejos), durante las décadas de los 60 y 70. Fue por eso que Ibrahim Guerra (Caracas, 1944) bautizó A 2,50 la cubalibre su pieza, pero no aborda la temática política de manera directa, sino que alude a la indefensión y desamparo en que se encuentran las mujeres de su universo.
Verdes envidias
La primera temporada de A 2, 50 la cubalibre la dirigió Ibrahim Guerra, durante el año 1982 en la sala Rajatabla, a la que transformaron en un botiquín de barrio, su ambiente natural para el cual fue escrita. La interpretaron, en esa oportunidad, Eva Moreno y Teresa Selma, Nacky Guttman, María Elena Dávila, Carlota Sosa, Virginia Vera y Valentina Párraga. Ese montaje se mantuvo en cartelera durante cuatro meses consecutivos. De la pieza se conocen no menos de 40 producciones diferentes. Por supuesto que esa antigua producción y la actual despertaron "verdes envidias" y otras cosillas más, porque a eso se dedica desgraciadamente un sector del teatro venezolano durante las últimas décadas, en vez de trabajar y trabajar.



Amor mundi

Gracias al ajedrecístico juego con la programación de la sala Escena 8 hay ahora dos noches más para el teatro de experimentación, una alternativa ante los otros que se expenden en esta Caracas del 2012. Eso se debe a la preocupación del gerente José Manuel Ascensao porque los teatreros no mediáticos carecen de espacios donde mostrar sus trabajos artísticos. Y ha comenzado con la temporada, únicamente miércoles y jueves, hasta el 29 de marzo, de Sólo sé de mí, estremecedor poema teatral de Virginia Aponte basado en fragmentos de la vida y obra de Hannah Arendt; legendaria judía filósofa, amante del gran pensador Martín Heidegger, católico y pronazi; ella enseñó, entre otras cosas, que la única cura o antídoto contra la soledad es la amistad.
Hannah Arendt ya había debutado en el caraqueño teatro Humboldt, durante la temporada 2011, gracias a la correcta pieza Un informe sobre la banalidad del mal, del argentino Mario Diament, puesta en escena por Luigi Sciamanna, quien además actuó junto a Mariaca Semprún. Espectáculo sobrio y bien representado sobre las vicisitudes amatorias de la joven alumna y su profesor Heidegger.
El espectáculo con la Hannah de la venezolana Virginia -inicia los festejos de los 20 años de Agoteatro, valiosa agrupación vinculada a la UCAB- sin dejar de lado los patéticos romances de los filósofos, en medio del exterminio de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, permite un digestivo paseo por el pensamiento de una mujer que no sólo indagó sobre el amor, sino que también lo vivió y sufrió hasta la saciedad para llegar a la síntesis de como ese amor personal o individual deberá transformarse en un “amor mundi”, su amor al mundo, un amor total, un amor que justifica incluso a la vida misma.¿Tendrá esto que ver con aquel “Amaos los unos a los otros”, que se le atribuye a Jesús de Nazaret?
La Hannah caraqueña no da respuestas, pero si deja múltiples interrogantes que cada espectador debe responderse a su manera o con sus vivencias, como cuando dice: ¿por qué es el amor tan rico, superando todas las dimensiones de las otras posibilidades humanas, y por qué supone una carga dulce para aquellos a quienes afecta? Y recomienda que el amor no debe ser únicamente pasión, sino incluso razón de vida.
No es el espectáculo de Sólo sé de mí una coreografía rumbosa. Nada de eso. Es una especie de juicio o ejemplar entrevista periodística a Hannah Arendt, que le hace la reportera Mary McCarthy para evocar la ausencia de su amiga y en cinco estadios o situaciones plasma lo que ella considera más importante o vital. Y todo esto tiene como cortina musical a la perfecta interpretación que hace Sofía Barreto de la partitura What greater griete de Tobías Hume (siglo XVII) para viola da gamba.
Gracias a cuatro actores se aprehenden las creencias y fracasos de otros conmovedores seres humanos que descubrieron sus creencias y sus fracasos hasta plasmar cada uno su ser y su tiempo. Ellos son Lucrecia Baldasarre como Hannah Arendt, Wilfredo García es Martín Heidegger, Carlos Domínguez materializa a Heinrich Blücher, y Andreína Gómez-Orellana es Mary McCarthy, la gran amiga de Hannah.
Ellos nos permiten escuchar y sumergirnos en el análisis de razonamientos, como cuando Hannah expresa que “según el pensamiento de Agustín de Hipona el propósito de la creación del hombre era hacer posible un comienzo…la capacidad misma de comenzar se enraíza en la natalidad, no se trata de un don el nacer, se trata de el hecho de que los seres humanos, los nuevos hombres aparecen una y otra vez en el mundo en virtud del nacimiento”.
Hannah subraya que está plenamente consciente “de que este razonamiento, incluso en la versión agustiniana, es hasta cierto punto opaco y que parece no decirnos más que estamos condenados a ser libres por el hecho de haber nacido, sin importar si nos gusta la libertad o si abominamos de su arbitrariedad, si nos complace o si preferimos escapar a su espantosa responsabilidad adoptando alguna suerte de fatalismo. Este impasse, si es tal, solo puede ser solucionado o deshecho apelando a otra facultad espiritual, tan misteriosa como la facultad de comenzar: la facultad del juicio”.
Por supuesto que Sólo sé de mi es un ágil y delicado espectáculo teatral centrado en el pensamiento revolucionario de una judía que no solo amó a un católico filonazi, sino que además dejó escuela de pensamiento, controversial además, como cuando propala que “el amor, no es de este mundo y por esta razón, más que por infrecuencia, es no sólo apolítico, sino antipolítico, quizá la más poderosa de todas de las fuerzas humanas antipolíticas”.
Y como colofón hay que subrayar la brevedad escénica de este evento poético filosófico el cual, reiterámos, lanza una batería de propuestas al público interesado en el principio y el fin del amor. Un respetable trabajo asumido de principio a fin por Virginia Aponte y su equipo, todos apasionados por la ciencia del pensamiento legada por Hannah Arendt. Y además creemos que debería ser complementado con foros o charlas sobre la pareja protagónica y lo que significa para el pensamiento filosófico actual.





viernes, marzo 09, 2012

Chalbaud revive "Muñequita linda"

A una edad cronológica en que muchos venezolanos se retiran o se empantuflan y se enchinchorran, él está al frente de tres importantes e intensos proyectos culturales que debe ejecutar o realizar durante este bisagra año 2012. Nos referimos al dramaturgo y cineasta Román Chalbaud Quintero (Mérida, 1931), quien dirige dos montajes teatrales y una película de temática histórica.Una tripleta creativa envidiable.
La primera en subir a la escena es la comedia dramática Muñequita linda, de Luis Britto García (Caracas, 1940), una producción del Centro Nacional del Libro (Cenal) que hará temporada desde el 15 al 17 de marzo en la Sala Anna Julia Rojas, de la Universidad Nacional Experimental de las Artes. El segundo es su pieza Bingo, ya en avanzado proceso de producción. Y cierra su tripleta artística con el filme La planta insolente, en proceso de preproducción en la Villa del Cine.
Chalbaud explica que Muñequita linda, estrenada hacia 1985 por el valioso director Enrique Porte, ya desaparecido, en el teatro Alberto de Paz y Mateos, regresa a escena porque la gente del Cenal decidió resaltar la dramaturgia de Britto García, quien es el escritor homenajeado durante la octava entrega de la Feria Internacional del Libro de Caracas, y como un testimonio del dominio magistral de los diversos géneros literarios que tan diestramente ha manejado y cuya legado se extiende desde cuentos de ciencia ficción hasta rigurosos estudios históricos, humorísticos y teatrales, además de novelas y ensayos.
El director de este nuevo montaje de Muñequita linda subraya que Britto García retoma las mitologías de la Caracas pueblerina de su infancia y con ellos redactó un relato y de ahí emergió una pieza teatral y hasta un guión cinematográfico que alguna vez verá la penumbra de las salas de cine.
Precisamente hace un año, comenta Chalbaud, Britto García le recordó que existía el guión cinematográfico de Muñequita linda y empezaron a revisarlo porque podía ser una película estupenda, especialmente por su tema y por los personajes. “Inmediatamente le dije que sí, que me gustaría hacerla. Y es ahora, como uno de esos inesperados giros del destino, que el Cenal me pide que monte la obra teatral, lo cual acepté de inmediato, tras suspender la producción de mi Bingo. Ese trabajo con la pieza teatral me sirve para cuando trabajemos el filme”.
-¿Qué trata Muñequita Linda?
-Es la historia de una muchacha que mata a su novio porque después de acostarse con ella la abandonó, incumpliendo así su palabra de matrimonio. Eso un hecho histórico que se escenificó en los años 40 del siglo XX, aquí en Caracas. Britto García toma esa saga y la ficciona, porque era la primera mujer que lavaba su honor de esa manera. La obra transcurre en tres épocas: el golpe cívico militar contra el general Isaías Medina Angarita el 18 de octubre de 1945, el putsch contra el presidente Rómulo Gallegos el 24 de noviembre de 1948 y la caída del general Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958, por otra alianza cívico militar, que inauguró el sistema democrático que aún impera. En ese primer montaje, de hace 27 años, trabajaron actores como Vilma Ramia, Carolina Espada, Hernán Marcano, Sixto Sánchez y hasta Jorge Canelones, que ahora repite en mi montaje
-¿Encuentra la pieza contemporánea por su temática?
-Sí, muchísimo, y bastará oír los diálogos de los personajes. Y ahí hay muchos detalles de la historia venezolana y todos nosotros los que vivimos en este país debemos conocer esa historia, porque hay cosas que se repiten aún en este siglo XXI, hay conceptos sobre la política y especialmente sobre la manera de ser de los venezolanos que son inherentes a nuestra idiosincrasia y, además, tiene una carga de humor y por si fuera poco revientan las canciones populares de esa época; hay temas como “La múcura está en el suelo”, “La maricutana”,”Muñequita linda”, “Júrame” y todo lo mejor de la orquesta Bello Caracas Boys, que no solo se interpretan sino que se bailan como parte de la argumentación.
Recuerda Chalbaud como el autor ha aclarado que los protagonistas de la obra son enteramente imaginarios, y que no refieren ni aluden a personas reales, salvo el entrañable carácter de “La sombra desnuda”, quien le aportó invalorables informes de primera mano sobre las circunstancias de la época. Ha reinventado confusas mitologías entreoídas en las cocinas y en los corrillos familiares que se formaban ante las catedrales de los antiguos aparatos de radio, porque la televisión no había sido inventada o no estaba aún en etapa de comercialización.
El elenco de esta Muñequita linda del siglo XXI está integrado por Francis Rueda, José Luis Useche, Adriana Gavini, César Augusto Roa, Vito Lonardo, Antonieta Colón, José Luis Márquez, José Luis Alegría, Jorge Canelón, Armando Volcanes, Norma Monasterios y Edisson Spineti, entre otros. La escenografía es una creación de Silvia Inés Vallejo, mientras que para el vestuario, la iluminación, la musicalización y las imágenes de soporte para el espectáculo son responsabilidad de Altagracia Sarmiento, David Blanco, Federico Ruiz y Julio García, respectivamente.
-¿Harán temporada con Muñequita linda?
-No puedo afirmar ni negar, porque la producción no es nuestra, sino del Cenal. Es posible, pero esperemos a ver el estreno y las funciones, para saber que decisión pueden tomar.
¬-¿Y donde quedó Bingo?
-Tenemos el elenco, donde están Francis Rueda, Vito Lonardo, Gladys Prince, Manola García Maldonado y otro actor. Estábamos ensayando nuestra comedia dramática pero suspendimos ese proceso porque teníamos que sacar adelante este compromiso con Britto García y el Cenal.
-¿Y la película?
-Tenemos dos años de espera con ese proyecto, que nos solicitó el presidente Chávez, pero ya en la Villa del Cine se están moviendo, según me he enterado. Se llama La planta insolente, un guión de Luis Britto García sobre la vida del general Cipriano Castro y en especial el desafío de ese venezolano a las potencia imperiales de principios de siglo XX, cuando amenazaron invadir a Venezuela y pusieron sus barcos de guerra frente a nuestras costas.



domingo, marzo 04, 2012

Rayito baila y enseña

Rayito Zamudio es una experimentada bailarina y coreógrafa mexicana (1978) vinculada activamente a la agrupación Veneteatro de Los Teques. Esta entregada de lleno a esas actividades desde hace un año en la capital mirandina participando en la creación de diversos espectáculos y en precisas labores pedagógicas comunitarias.
-¿Cuáles han sido sus aportes a los espectáculos de Veneteatro?
-Aparte del área creativa, en diversos montajes, también hemos realizado una tarea pedagógica, pues Veneteatro actualmente realiza su “Taller de Actuación Profesional para Teatro, Cine y Televisión 2012”,el cual cuenta con más 80 alumnos que reciben clases de Historia del Teatro, actuación, análisis del texto dramático, teatro Isabelino, expresión y conciencia corporal, voz, dicción, Método Stanislavski, relajación, ritmo escénico, acción dramática y técnicas de actuación además para cine y televisión. Todo este proyecto se hace de manera completamente gratuita para los alumnos e integra a nuevos artistas salidos directamente de las comunidades. Cabe destacar que este programa de formación artística y permanente es posible gracias al apoyo del Sistema Nacional de Culturas Populares y el Gabinete de Cultura del Estado Miranda.
-¿Cómo ha visto y evaluado el movimiento teatral y dancístico venezolano?
-El teatro venezolano tiene un gran reconocimiento a nivel internacional por su extensa y variada producción, su red de festivales, y el gran talento de sus creadores. Además de la gran inversión que el Estado venezolano realiza en el mantenimiento y restauración de los edificios teatrales, como el Teatro Nacional, y el Teatro Municipal, al igual que el recién reinaugurado Teatro Principal donde, por cierto, estuvo el mexicano Pedro Infante. En cuanto a la danza también hay una gran inversión de parte del Estado a través de la Compañía Nacional de Danza, institución con la cual actualmente estoy en conversaciones para participar en el Festival Internacional de Solos y Duetos, así como los artistas que hacen vida en las instalaciones del Nuevo Circo de Caracas, quienes hacen un extraordinario trabajo de carácter social y popular para promover la cultura y las artes en todas sus expresiones. Es un bello país habitado por un conglomerado humano muy inteligente y sensible. Creo, además, que su teatro necesita o le conviene incluir bailes y danzas para matizar sus puestas en escena, pero sin excederse, todo con mesura.
¿Cómo ha sido su carrera profesional antes de conectarse con Venezuela?
-He tenido una intensa etapa de entrenamientos en el Ballet Nacional de México, donde participé en algunas coreografías: fui co-directora del Grupo “Ozono”, junto con el ex integrante del “Circo del Sol” Blas Villalpando y con la compañía mexicana “La Pléyades”; dirigí diversos espectáculos. Con ambas instituciones tuve la oportunidad de presentarme en ciudades estadounidenses como Los Ángeles, San Diego, San Francisco, Nueva York, Portland y Oregón ; así como en las canadienses Quebec y Montreal; y en Sudamérica viajamos a Chile, invitados al Festival Internacional de Teatro y Danza 2009, donde conocí a la Compañía Producciones Veneteatro y a su director Dante Gil, quien posteriormente me invitó a Venezuela para participar en la dirección coreográfica de Ricardo III de Shakespeare,  El fantasma de Bonnie y actualmente El Carnaval de Marilyn y mi nueva pieza Roter Sand. En este aspecto es importante mencionar el apoyo recibido por parte del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes y su directora Laura Corvera quién siempre ha sido muy firme en su visión de proyectar a los artistas y compañías queretanas para el desarrollo de sus carreras en México y el extranjero.
El arte es amor
Para Rayito Zamudio el arte es amor, es pasión. “Y los que elegimos como forma de vida esta carrera tenemos una necesidad de expresar nuestras emociones y sentimientos a través de la creación, describir a la naturaleza, sus circunstancias, la felicidad, la tristeza y la condición humana. Todos los artistas creamos nuestra interpretación de la vida misma desde una manera poética y para los bailarines el cuerpo es nuestro principal instrumento de creación. Yo estudié mi especialidad en ejecución en danza contemporánea, también aprendí coreografía y producción escénica. Sin embargo profundicé y desarrollé mi carrera para ejecutar y crear coreografías a través de la investigación del cuerpo. Al igual me especialicé en danza aérea con el grupo Mexicano “Bajo Luz”, del cual fui integrante, bailando en estructuras de tubos y allí aprendí a desplazarme y ejecutar movimientos desde las alturas. El aro se transformó de esa manera en mi aparato aéreo la cual continúo desarrollando y fusionándola con la danza contemporánea, además de continuar formando a nuevas generaciones con mi compañía VeOzdanza de México”.
Lady Macbeth
Rayito Zamudio fue seleccionada como bailarina solista en el Ballet Nacional de México después de sus primeros tres años de estudio. “Acababa de terminar mi bachillerato en danza y para mi graduación el maestro Luis Arreguín me montó un solo en cuerda llamado Sin Salida, en esta coreografía ganamos un premio de reconocimiento por el público, y por supuesto consolidó mi amor por la danza aérea gracias a que usaba una cuerda; fue un solo que tuvo mucho éxito y gracias a la maestra Guillermina Bravo, quién posteriormente me ofreció ingresar en la Compañía como bailarina solista para interpretar en danza al personaje Lady Macbeth en la célebre tragedia de Shakespeare, Macbeth, en dirección coreográfica del maestro Jaime Blanc cuyo estreno se realizó en el palacio de “Bellas de Artes” en la Ciudad de México. Así fue mi debut a nivel profesional, lo cual era una gran responsabilidad por uno de los espacios más emblemáticos del mundo. Posteriormente giramos por todo México, Latinoamérica y Estados Unidos”.














Transexuales en Caracas

Será durante el 2013 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) despatologice y retire de su Manual Internacional de Enfermedades a la transexualidad. Mientras tanto los transexuales luchan para que los respeten y los comprendan por la elección de vida que hicieron en medio de un colectivo que acentúa su violencia homofóbica y transfóbica, aunque poco a poco acepta las diversidades sexuales y de géneros.
Es por eso que en Caracas, el fantasma del transexual Esdras Parra (1930-2004) combate en el teatro Premium y en la sala 1 del Celarg por intermedio de los espectáculos Al pie del Támesis de Mario Vargas Llosa y Novia en Rojo, mi ópera prima, dirigidos por Héctor Manrique y José Gregorio Cabello y con las sensibles actuaciones de Iván Tamayo y Fabiola Colmenares y José Gregorio Becerra.
Durante 1978, Esdras, cuentista y poeta venezolano, se sometió a una Reasignación Quirúrgica de Sexo (RQS) en Londres y retornó a Caracas en 1982. Después, durante los albores del siglo XXI, visitó al escritor cubano Guillermo Cabrera Infante en la capital del Reino Unido y logró desconcertarlo porque nunca lo había visto transformado en transexual. Ese encuentro inspiró a Vargas Llosa para estrenar Al pie del Támesis, en abril del 2008 en Lima, y después exhibida, en agosto de ese año, en el Trasnocho Cultural con Iván Tamayo y Carlota Sosa.
Al pie del Támesis es la comedia de dos amigos que tenían 30 años sin verse y cuya relación se rompió, luego que uno intentara besar al otro en un gimnasio y, por ende, recibiera una fuerte bofetada. El reencuentro se produce en el hotel Savoy, cercano al Támesis. Chispas Bellatín es visitado por su viejo amigo Pirulo Saavedra, transformado en Raquel Saavedra, luego de dolorosa y larga RQS. Dialogan y confiesan sus fracasos sentimentales y fantasean sobre lo que pudo pasar de haber vivido una relación de pareja.
Azuzado por la anécdota vargasllosiana, fui al Perú para degustar aquel montaje originario, compré dos libros con la pieza y se los traje a Manrique. La escenificó y mereció críticas y aplausos del público y del autor que disfrutó tal trabajo.
Ahora, cuatro años después, Manrique repite su propuesta con Al pie del Támesis y releva a Carlota Sosa por Fabiola Colmenares, lo cual nos obliga a degustar de nuevo a esa pieza y su creeación escénica.Así debe ser mi trabajo.
Esdras,pues, se nos convirtió en reto y tras una investigación, donde Manuel Caballero era el mejor informante, inventé el monólogo Novia en rojo sobre el periplo existencial del susodicho transexual. La agrupación Teatro del Secadero la estrenó en Mar del Plata el 11 de septiembre de 2009. Tal montaje argentino vino a Venezuela e hizo diez funciones en Unearte, Barcelona, Maturín, Guanare, Barquisimeto y Barinas.
Faltaba el estreno venezolano de Novia en rojo y lo hizo el director Cabello con el actor Becerra durante el Festival de Teatro de Caracas, en noviembre del 2011. Y ahora presentaron 24 funciones en la sala2 del Celarg.
Inicié así un sendero difícil en la dramaturgia venezolana contra la homofobia, la transfobia y el antisemitismo Llevó cuatro textos y tengo otro en el horno, sobre la manzana de Turing. Todas esas piezas tienen como brújula al artículo 21 de la Carta Magna de Venezuela, al cual recomiendo a los teatreros que lo lean, ya que tiene muchisíma relación con sus trabajos.Disfrutarán, de verdad!