lunes, junio 24, 2019

Entre Séneca y Chelo Rodríguez

Manuel Villalba y Chelo Rodríguez.

Del texto filosófico de Séneca, De la brevedad de la vida y otros escritos, y la biografía teatral Como un libro abierto de Gerardo Blanco López son algunos de los textos que utilizo para esta reseña sobre el desopilante espectáculo de la super modelo y actriz Chelo Rodríguez, el cual se muestra en el Trasnocho Cultural hasta el 21 de julio, en funciones para viernes a las 5:00pm; sábados y domingos a las 4:00pm. Ahí, el teatro nuevamente copia o plasma la vida real y nos endulza la ficción. 
“Manejemos este librillo con mano asidua”, apunta Seneca, “y penetrémonos profundamente de su bondad, porque no es breve la vida; nosotros la abreviamos. Los vicios, las ocupaciones inútiles, las vanas oficiosidades, nos hurtan una parte del tiempo preciosa. Sólo está bien invertido, el tiempo que se consagra a la sabiduría”. Y nosotros diríamos que en el teatro, donde se divierte y se enseña, se practica todo lo que recomienda aquel filósofo de los tiempos de Calígula, Nerón y Claudio.
Mientras que la pieza teatral de Blanco López, encarnada por la misma Chelo Rodriguez, es un magnifico homenaje a la legendaria comediante, ahora en retiro de los espacios televisivos, pero toda una mujer muy especial, llena de una vitalidad, una energía y envidiables ganas inmensas de vivir a pesar de las contingencias; un ejemplo que debemos mostrar no solo desde los escenarios, precisamente en estos tiempos. Y nosotros subrayamos que se vive hasta el último respiro y a ella le pedimos que no se rinda jamás para que pueda ver a sus descendientes en otras atmósferas.
Apunta el autor y director de Como un libro abierto que sí le interesa y le ocupa la vejez como un tema que hace síntesis de lo vivido y confronta con una estampa difícil y muy compleja de la vida, la más traumática y a la vez devastadora. “Una etapa que presenta un inmenso reto para el que la vive, hermosa en algunos aspectos, pero frustrante, donde se hace indispensable la compañía del otro y es en todo caso una realidad posible, y el teatro debe presentarla porque el teatro es la vida. A veces es difícil de ver pero necesario. En este caso como en mis otros tres montajes, La Cuadrilla, Nos vemos el Miércoles Noche de guardia, vamos a reír y a reflexionar si se puede decir, una comedia dramática, como la vida”, gracias por supuesto a la dama que es Chelo Rodríguez.
En este caso, vamos a reír y a reflexionar donde el telón de fondo es la vejez en sus etapas más patéticas y en diversas situaciones que van desde el retiro de un torero hasta la huida hacia adelante de una gran dama de la actuación.
Blanco reitera que la vejez es más que “un tema que hace síntesis de lo vivido y confronta con una estampa difícil y muy compleja de la vida la más traumática y a la vez devastadora, una etapa que presenta un inmenso reto para el que la vive, hermosa en algunos aspectos, pero frustrante, donde se hace indispensable la compañía del otro y es en todo caso una realidad posible, y el teatro debe presentarla porque el teatro es la vida. A veces es difícil de ver pero necesario”.
La protagonista, pues, de Como un libro abierto es Chelo Rodríguez, “toda una luchadora, que consiguió con perseverancia, amor y disciplina, materializar su sueño de niña: ser modelo y actriz”, puntualiza Blanco López.
 Consuelo Rodríguez Álvarez, el nombre presente en la cédula de identidad de Chelo (Sober, España, 25 de febrero de 1942), estuvo casada durante 11 años con el actor Orlando Urdaneta (Maracaibo, 14 de octubre de 1946). ”Sí, once años...que me premiaron con un hijo maravilloso y dos nietos hermosos. Actualmente sobrevivo y creo para nadie es desconocida la situación que estamos viviendo los artistas en Venezuela”, reitera el personaje por intermedio de su actriz, “pero de aquí no me voy” dice la actriz y su magro personaje.
Ahí Chelo, su nombre de batalla o de guerra existencial, se encarna ahora a sí misma, “el personaje más difícil que me ha tocado escenificar, hasta ahora”. Esto pocas veces se ve en los escenarios, donde los personajes no son de carne y hueso, pero que ahora no es su caso.   Ella está totalmente satisfecha de destacar en los escenarios teatrales, “porque he tenido la gran suerte de estar dirigida por el maestro Blanco López, autor de este monólogo de mi vida, este Como un libro abierto, todo un ser extraordinario que reapareció en mi vida hace casi tres años, cuando ya yo creía que el ocaso me había llegado. Quisiera continuar con la actuación si Dios me lo permite, la cual ha sido mi vida en todos estos años que los he dedicado con mucho amor a esta carrera. Y me gustaría seguir actuando de la mano de este gran maestro, excelente dramaturgo y un ser humano maravilloso. Mi respeto y admiración para él. Gracias por estar ahí, por existir”.
Los que no pudimos disfrutar de los espectaculos televisivos y de los  shows de Chelo Rodriguez, nos remitimos a los videos que han sobrevivido y debemos reconocer que siempre fue una gran actriz y que tenía que llegar esta etapa de su vida para que el público venezolano pudiera disfrutarla de nuevo
El espectáculo  es  muy sencillo: un silla donde la actriz reposa y va dejando correr su memoria, ayudada momentos por las proyecciones de un video, pero que en último  momento es hasta innecesario porque son sus palabras y los ritmos que tienen sus respectivas transiciones las que hacen el espectáculo. Un buen espectáculo es un cuento bien echado, decían los griegos. Nuevamente Gerardo Blanco López da una clase magistral de direccion global del espectáculo teatral.
Como un libro abierto es producido por el grupo teatral Bagazos, el Centro de Artes Integradas y la Asociación Venezolana de Conciertos. Cuenta con la participación especial del actor Manuel Villalba, quien interpreta al actor Orlando Urdaneta, quien fuera esposo de Chelo Rodríguez y a su primo, quién falleció de una manera trágica y fue un importante personaje en su vida. El vestuario fue confeccionado por el diseñador Carlos Aguilar y con las fotografías de Lil Quintero @lqfotoescenica
También forman parte del equipo de producción de Como un libro abierto: Valentina Sánchez, iluminación; Oscar Salomón, escenografía; Valentina Blanco, diseño gráfico; Manuel Gerdel ,sonido e imágenes; Sandra Yajure, coreografía, Enith Pulido y Cipriano Castro como asistentes de producción y con las voces en off de Eduardo González, Daniel Revette, Martín Almonetti, Mauricio Blanco y Fabiana Caraballo.

sábado, junio 22, 2019

Delirio en Marienbad en 6 funciones

Lo grato de mi profesión periodística es poder conocer, de primera mano, a las nuevas generaciones de artistas o la valiente y toda esa creativa gente que asalta, cual versiones prometéicas a los escenarios. Así se nutre la cartelera y así el público disfruta o aprende, tal es el caso de una profesional de las ciencias médicas, quien ahora escribió y montó una pieza que dice mucho para estos tiempos: la mortalidad de los seres humanos y la redención que puede llegar a ser el amor, cuando  este llega.
¿Cómo llega al teatro, teniendo en cuenta que su profesión es la medicina?
Soy Elizabeth Yrausquin, médico de profesión y artista por vocación. Desde muy joven he mantenido una especie de concubinato con el arte, aunque haya decidido estudiar medicina, jamás abandone mi particular inclinación por las artes. Pasados los años, una vez completado mis estudios de postgrados médicos, tome la decisión de inscribirme en la Escuela de Arte de la Universidad Central de Venezuela. No fue fácil encontrarme de nuevo sentada en un pupitre, pero fue una maravillosa experiencia rodeada de juventud y adquiriendo conocimientos que eran nuevos para mí.
¿Por qué y para que el teatro?
En el aula 212 conocí al maestro Nicolás Curiel, quien sembró en mi la curiosidad primero y luego la pasión por el teatro. Así comenzó todo.
¿Porque el teatro?
Había coqueteado con las artes plásticas y las artes del fuego, haciendo pintura, escultura y vitrales; pero al comenzar a estudiar las artes escénicas, el teatro, se quedó conmigo y yo me quede con él; como quiera que sea, desde hace unos 15 años atrás, no nos hemos separado.
¿En cuál rubro del teatro se siente más cómoda?
Hacer teatro, representa una manera de ver la vida, recrearla de cómo es a como pudo haber sido, como nos gustaría que fuera; dar voz a personajes reales o imaginarios. Aprendo cuando escribo, investigo y trato de poner esos conocimientos a la orden de cada escena que deseo representar .Me siento cómoda imaginando, escribiendo. A veces voy manejando y una idea se cruza en mi cabeza, estaciono y la escribo o ya dormida me despierto con otra y la escribo en una libreta que tengo sobre mi mesa de noche. A veces, nada sucede y allí se quedan la ideas, esperando un día ser rescatadas, otras, danzan como abejas en mi cabeza, se atropellan y es cuando no paro de escribir. Así que entenderá que me apasiona la dramaturgia y la dirección, dar vida a los personajes, colocarlos en el lugar y tiempo en que han sido concebidos. Eso me gusta.
¿Cuántas obras teatrales hasta ahora, escritas, y cuantas representadas?
 Nuestro primer grupo teatral en la universidad se llamó Aula 212, allí nació Luna Roja mi primera obra, luego vino Sherezade, la mujer del vestido de plumas y Girasoles de silencio.
Un día, tome la decisión de buscar compañeros médicos que tuviesen condiciones actorales y sobre todo que les gustase el teatro; que aparte de la medicina tuviesen interés de formar un grupo, nace “AsKlepion”, conformado por médicos activos del Centro Médico de Caracas. Otras obras surgieron: Amapola de maízLisistrata vuelve arrechaEl diablo sagrado y en estos momentos a representar Delirio en Marienbad. Todas las anteriores, puestas en escena. No hemos estado solos, no somos autodidactas, hemos estudiado, hecho talleres de actuación y dirección con personas conocidas en el medio artístico teatral. No lo sabemos todo, así que nos rodeamos de personas que nos apoyan, entre ellos José Tomás Angola, Carlos Silva, Edgard Vidaurre, Freddy Belisario y por supuesto hemos invitado a trabajar con nosotros a actores de la talla de Sandra Yajure y Gerardo Soto. Son columnas de este edificio teatral. Pienso que cuando uno como persona o como institución no sabe de algo, debe rodearse de gente capaz.
¿Por qué Goethe?
Mi Delirio en Marienbad está basada en la elegía homónima de Johann Wolfgang von Goethe, escrita al final de su vida cuando a los 75 años se enamora de una niña de 18 años. En mis años de estudios en la escuela de arte, ya había escrito algo sobre Goethe y fue Federico Pacanins, quien en el marco de la celebración de los 75 años de la asociación Cultural Humboldt me invita a escribir una obra de corte alemán y pensé que sería la ocasión perfecta para retomar la escritura de ese personaje. Me gusta escribir sobre personajes históricos, que a través de su hacer han pasado la línea de la inmortalidad y ¿Quién mejor que el autor del Fausto para explorar el alma humana a través de una pieza teatral? Esta cordialmente invitado a una de las funciones.
¿Qué características tiene su texto y como la ha llevado a escena?
El texto de mi Delirio en Marienbad  arranca con uno de los momentos más importantes de la vida de un hombre: reconocer su mortalidad y la cercanía a la muerte. El enfrentamiento con lo que hemos hecho, bueno o malo, el temor a ser enjuiciados, el perdón atravesó del amor. La terrible soledad ante la inminente muerte. En este caso, Goethe y Fausto son dos caras de la misma moneda.
¿Qué espera de este montaje?
Para el montaje contamos con las últimas tecnologías de video y mapping, en este caso, José tomas Angola, José Martínez y Asdrúbal Barrios, son los encargados del manejo artístico de estos recursos tecnológicos. Deseo que podamos brindarle al público una experiencia teatral que aparte de estimular todos sus sentidos, también estimule su razón y su alma.
¿Cómo encuentra al teatro venezolano actual?
Con respecto a la última pregunta, pienso que lejos de haber pensado que el cine o la televisión acabarían con las representaciones teatrales, lo han impulsado, hay para todos los gustos, para todo público, la gente desea y va al teatro. Las obras están vivas cada fin de semana, adaptándose a la circunstancia política que nos está tocando vivir, con el poco recurso que se dispone, se adecuan  espacios, horarios, en fin, el hombre muere, pero jamás morirá el arte, sin él la vida no tendría sentido.  Hoy día, la incertidumbre pesa sobre cada uno de los venezolanos, es difícil enfrentarse a ella, es por eso, que sin dejar de luchar, debemos buscar una tabla que nos sostenga en este maremoto emocional de nuestra sociedad.

jueves, junio 20, 2019

Gretta está en ParqueCentral

Daniel Alfonzo Chávez Torres,autor.
Daniel Alfonzo Chávez Torres es el autor del espectáculo Gretta que hace temporada en una sala de Parque Central, el espacio Dubais en el sótano de la Torre Oeste del Parque Central, donde se presenta  los viernes y sabados a las seis de la tarde, bajo la dirección de Marcos Gámez y como una esmerada producción general del Grupo Teatral Libra F.P.
Gretta es una comedia que muestra la realidad de personas que al caer en los vicios como sustancias estupefacientes, alcoholismo, prostitución, pueden ser tan degradados al punto que son rechazados por la sociedad y también por sus familiares, comenta su autor.El elenco de la pieza está integrado por: Carlos Campos interpretando a Gretta SánchezOnell Gregg y Yohi Hernández  caracterizando a Carlos y Lucía Rosciano quien representa a Rosita.
¿Por qué el teatro?, le preguntamos al dramaturgo.
Es mi pasión, desde niños soñé con grandes escenarios nacionales, me vi viajando por paises internacionales mostrando todas mis piezas teatrales. Él teatro me hace olvidar todas mis asperezas porque el teatro es mi pasión.  Amo al teatro. 
¿Dónde comenzó todo?
Comenzó en 1996. Estudié teatro con doña Amalia Pérez Díaz, Carmelo Castro y Levy Rossell.
  ¿Cuantas obras ha escrito hasta ahora?
Tengo muchas piezas escritas, pero tres son las que me han dado a conocer en el ámbito del teatro, desde el 1996. Mi primera pieza teatral es Dos hermanas y media, hacia 2017, después durante los últimos días del 2018 muestro Dos manzanas y ahora, a tan solo un mes de estar en taquilla, presento mi tercera pieza teatral: Gretta.
¿Por qué Gretta?
Porque quiero demostrar a todas aquellas personas, que a pesar de muchos problemas que te azoten, siempre Dios nos da una salida. Gretta es parte de mi vida, donde una vez pensé que no había salida a mis problemas, pero Dios me mostró que sí, que a pesar de mis errores y virtudes hay luz al final del túnel. Con Gretta reflejo parte de mi vida y de todos mis errores.  
¿Que busca con el teatro?
Busco dar al público mensajes de aliento y de esperanza, porque siempre hay una salida a todos los problemas, por eso me gusta tocar temas muy fuertes. Para que el público que vaya a ver mis piezas se lleve un gran mensaje de reflexión. Creo que cuando el público entra a una sala de teatro entra vacío y debe salir lleno de reflexión llevarse un gran mensaje. 
¿Cómo le ha ido a Gretta en los escenarios?
A pesar de todo nos va bien, está muy bien comentada. La gente va a ver la pieza y sale de las funciones muy contenta. Gretta está ya en su segunda temporada. Van a verla por su buen contenido, por supuesto la comedia también influye mucho Y la utilizo para darle al público presente grandes mensajes que los nutra. Es la historia de un transexual y sus vicisitudes para aobrevivir en una sociedad con muchos problemas.

 
  

miércoles, junio 19, 2019

El teatro de García Gámez no se detiene

El doctor Pablo García Gámez,.en el Lincols Center de Nueva York


Pablo Garcia Gámez, el caraqueño que desde el año pasado está en los titulares de la prensa cultural nacional, sigue viviendo en Nueva York y desde allá nos informa que su vida es trabajar por y para el teatro, como lo reflejan las repuestas que aquí hemos condensado.
¿Qué ha pasado con tu teatro?
Mi teatro sigue ahí. Sigo escribiendo. Sigo trabajando. Este semestre presentamos, interpretado por César Augusto Cova, Cariaquito morao (¿…y qué es Nueva York? se llama en Caracas) en el programa CallBack de teatro Círculo.  Participé con Hidden in mount eden, texto en inglés dirigido por Devo Nelson, en 48 hours in the Bronx, proyecto en el que seis dramaturgos invitados escriben en una noche seis obras de 10 minutos, producido por Teatro Pregones y Harlem9. En la universidad de Valencia, España, se celebró en abril el Tercer congreso de teatro del siglo XXI donde el académico y dramaturgo granadino Antonio César Morón presentó “Migraciones durante la administración Trump y su reflejo en el teatro hispano de Nueva York” trabajo centrado en dos piezas mías: Busca-la-vida y Hidden in mount Eden. Por estos días preparo un par de trabajos teóricos.  Para el 21 de julio doy una charla sobre la comedia en el teatro hispano para el grupo Teba y estoy escribiendo el prólogo para un texto de Antonio César Morón, cuya dramaturgia trabaja la contemporaneidad y sus quiebres, a partir de conceptos como capital, democracia, comunicación que se transforman ante nuestra mirada.
 ¿Qué montajes hay en camino o qué textos están a la espera de una producción?
En camino están: para julio (domingos 7, 14, 21 y 29) en el Celarg de Caracas, Las cosas del amor, dirigida por Oscar Alí Villamediana, joven director quien participó en uno de mis talleres de dramaturgia. Contamos que en otoño se estrene en Madrid a Busca-la-vida dentro de un proyecto ambicioso, arriesgado y alucinante dirigido por Luis Garván.  Parece que Noche tan linda, pieza que se ha representado en Nueva York, Buenos Aires y Lima se presentará el año próximo en una capital teatral… espero la confirmación. Por otro lado, estoy en la fase inicial de mi proyecto épico; “épico” en el sentido de texto ambicioso que lleva a escena un tópico a ser explorado desde diversas aristas.  La temática gira alrededor de personajes trans cuya vida y lucha aportaron al reconocimiento de los derechos de la población LGTBQ.  Ello implica, de mi parte, una manera distinta de abordar el texto, que se inicia con un riguroso proceso de investigación; para este trabajo cuento con la asesoría de Isaías Fanlo, amigo y colega de la academia quien además es promotor teatral en Cataluña.
 ¿Qué pasó con su doctorado?
A finales del pasado mayo en un acto realizado en el Lincoln Center, me recibí de doctor en el Departamento de Culturas Latinoamericana, Ibérica y Latina del Graduate Center, de CUNY, con una tesis sobre el teatro hispano de Nueva York.  A los dos días, volví a la dramaturgia.  En un mes escribí dos obras breves: Nos pertenecemos juntos y Las mártiras -esta última resultado de un taller de dramaturgia relámpago dictado por la autora puertorriqueña Alejandra Ramos- y un monólogo -El sensible-, además de revisar una pieza que escribí hace treinta años.  Primera vez que escribo tanto en tan poco tiempo; luego me di cuenta por qué estaba absorbido por la tesis mientras que me rondaban ideas que quería desarrollar.  En varias de estas piezas sigue como tema recurrente aspectos de la problemática LGTBQ en Caracas durante las dos últimas décadas del siglo pasado procurando colaborar con el archivo escénico de un colectivo históricamente marginado.
 ¿Había una eventual residencia universitaria suya en Caracas o en alguna ciudad conocida?
En el 2018 hubo contactos, pero no se dio la posibilidad de dar un curso de verano en la UCV.  Me encantaría una residencia universitaria en Venezuela; al momento no he recibido ofrecimiento alguno.
 ¿Después de haber presentado con éxito en Caracas qué opinión le merece el teatro de su país?
No te podría responder por el teatro del país, sería aventurado.  Te puedo contar sobre lo observado en las ocasiones que he ido a Caracas.  Considero que el teatro que he visto es gran calidad.  Con la crisis, estos teatreros se han volcado de lleno a su oficio haciendo propuestas extraordinarias con limitadísimos presupuestos. Son propuestas que, con orgullo, pueden representarse en cualquier escenario.  Es complejo porque cuando muestro fotos o videos de Oscuro, de noche Troyanas nuestras o  el Popol Vuh, todas producciones de la Compañía Nacional de Teatro, que comanda Carlos Arroyo, me preguntan si eso se hace en Venezuela por la calidad, la riqueza visual, la música, las interpretaciones. Estas imágenes tienen el poder de subvertir narrativas mediáticas. Me gusta enfocar el rol social del teatro.  Me refiero a las propuestas de cómo el teatro crea comunidad. Un trabajo que vi en el teatro Nacional de Caracas, Las esquinas de Caracasun trabajo de José Luis León y Jose Gregorio Magdaleno,integra un colectivo de vecinos que cuentan las historias de sus vecindarios. Por un lado, estos grupos se adiestran en técnicas escénicas y, por otro, ellos mismos cuentan a partir de sus investigaciones.  Un proyecto de ese tipo simplemente es extraordinario porque cierra la brecha tradicional público-escenario a la vez que atrae nuevos espectadores. Me parece que hay diversas maneras de encarar la dramaturgia.  En los talleres he conocido jóvenes con trabajos interesantes.  Tuve el privilegio de ser jurado en el I Concurso de Dramaturgia Juana Sujo donde resaltó la calidad de los textos.  Hay también una dramaturgia escrita por mujeres que merece ser promovida por su fuerza y porque su visión nos enriquece; de hecho, en Nueva York, con el grupo Teátrica nos lanzamos a realizar lecturas de autores venezolanos; la primera fue de Mariozzi Carmona, Mujermente hablando, que por la coyuntura del momento terminó siendo un montaje presentado tres días con apoyo del público.  A propósito de este programa, estoy tratando de que se puedan hacer al año dos lecturas de autores venezolanos en NY; la segunda pieza por la que estoy abogando es Guardado bajo siete llaves de Orlando Ascanio. Sería beneficioso para las artes escénicas abrir nuevos espacios para la crítica; tal vez me estoy aventurando, y me disculpas si es así, pero aparte de El espectador venezolano,  tu blog, me gustaría saber sobre otros medios dedican espacios a la crítica de manera consecuente, periódica y reflexiva.  La crítica como práctica rigurosa ayudará a puntualizar por dónde vamos.  Nuestro teatro lo merece.   
  


Regresó "El aniversario" a Caracas


Como parte de la programación del mes de Jjunio del Teatro Alberto de Paz y Mateos, este sábado 22 y domingo 23 de Junio, a las 4:00pm, la agrupación “Macundales Teatro” estará presentando la pieza El Aniversario, original de Antón Chejov, en esta oportunidad versionada y dirigida por Adrián Jiménez.
Con la propuesta se pretende “venezolanizar” esta pieza escrita a mediados de los 1800 por Chejov salvando las distancias entre la sociedad rusa de ese momento y la sociedad venezolana actual. La pieza en tono de farsa nos muestra de la manera más ridícula y grotesca algunos de los aspectos más oscuros de nuestra sociedad: la corrupción, el oportunismo, la ineptitud, la explotación laboral, y la mediocridad, son algunos de los vicios sociales expuestos ante el espectador a través de unos personajes que carecen de valores positivos; pero que lamentablemente en muchos casos vemos reflejados en la vida real.
El director resalta que este es un remontaje, ya que la pieza fue estrenada en el 2015 para representar a la Escuela Nacional de Artes Escénicas César Rengifo en el Festival de Teatro del Autor (FESTEA) que se realizó ese mismo año. Jiménez destacó: “Dentro de mi proceso de formación como director en la Escuela Nacional de Artes Escénicas César Rengifo tuvimos la oportunidad de participar en el FESTEA 2015 con EL Aniversario, y en esa oportunidad recibimos la sorpresa de resultar ganadores en las categorías de mejor vestuario, mejor maquillaje, mejor escenografía, mejor producción y mejor actor de reparto”.
Gracias al apoyo de Bruno Mateos y de la Asociación Civil TRACODRA la pieza tuvo dos exitosas funciones en la 8va Edición del Festival Internacional de Teatro de Caracas. Luego deesto el equipo tiene planes de realizar una gira por algunas ciudades del interior del país.Además, Jiménez afirmó que: “Esta obra es posible gracias al trabajo comprometido de un grupo de óvenes, que a pesar de las innumerables dificultades,  apostamos por seguir llevando al público venezolano trabajos entretenidos que al mismo tiempo inviten a la reflexión, sobre todo tomando en cuenta el momento histórico queatraviesa nuestro país”. El elenco en orden de aparición está conformado por: Leomar Aponte en los papeles de Pedro Pérez y el Dueño, Javier González como el Presidente Pantaleón Verdi, Yordano Marquina y Wilson Medina compartiendo el rol de Tatiana Estefanía y Michael Pérez quién interpreta a la Sra. Dolores del Carmen. La producción está a cargo de Isaías Herrera y Sandra Jiménez. El mdiseño y la realización del vestuario, escenografía y la utilería son obra de Sandra Jiménez y Adrián Jiménez. Las entradas estarán a la venta antes de cada función en las taquillas del Teatro Alberto de Paz y Mateos, que se encuentra ubicado entre la Av. La Colina y la Av. Andrés Bello, en laProlongación Los Manolos. Urbanización Las Palmas. Metro Plaza Venezuela, conexión Metrobus Nº 314.


lunes, junio 17, 2019

CALÍGULA 2019


No ha ocurrido todavía y espero que pase y se permita verlo, oírlo y hasta saborearlo desde las butacas. Me refiero a cuando el desopilante personaje teatral de ese espectáculo venezolano le diga a su elenco acompañante y al público que hay que comer “arepas con lentejas” para que la fiesta no pare o se suspenda la bacanal fiesta perpetua en que vive tal césar romano, uno de los más crueles y más sanguinario que ha existido y quien se convirtió en el trágico mascarón de lo que pueden llegar a ser los gobernantes enloquecidos por el poder  y además privados del amor que hace humana y placentera la vida de todos los seres.
Poder y amor son como el agua y el aceite, pero combinados sabiamente constituyen la felicidad hasta la muerte o por un posible y único maravilloso rato no solamente para poderosos gobernantes o millonarios sino para todos los humanos que pueden preparar sus arepas y rellenarlas con lentejas para alimentar así al cuerpo que materializa sus deseos y luce la cubierta de sus almas.
¿Y por qué advertimos esto? Porque hemos visto y disfrutado al montaje multisápido y venezolanizado que ha logrado la directora Marisol Martínez con su versión escénica del texto Calígula (1957) de Albert Camus, el cual inició temporada en la sala de la Fundación Rajatabla, aquel famoso e histórico miniteatro anexo a la parcela donde funciona actualmente la Universidad Nacional de las Artes.
Hay que recordar que La Fundación Rajatabla no es la misma desde las muertes de sus fundadores- Carlos Giménez (1993) y Francisco Alfaro (2011)- pero la institución y la sala han sobrevivido gracias a la habilidad gerencial de William López y otras personas que lo acompañan en esa magna empresa para no dejar fenecer a una de las importantes agrupaciones privadas del teatro vernáculo de los últimos 50 años.
Existe, pues, una realidad inobjetable: antes y después del “capo” Giménez, Rajatabla ha sobrevivido casi mágicamente, por ahora, a las complejas cuatro largas décadas de permanencia en la vida cultural de Venezuela. Serán las nuevas generaciones de espectadores las que digan la última palabra.
Es por eso que  ahora, porque el teatro no puede desaparecer por caprichos de unos amigos y los siempre traidores, la Fundación Rajatabla y la Alianza Francesa se unieron para  presentar al clásico Calígula, de Albert Camus, versionada al español por Joaquín Vida, bajo la dirección de Marisol Martínez y la producción general de William López. 
El público tiene ahora  la oportunidad de descubrir un espectáculo  un pelín “extravagante” en el que el protagónico Calígula se muestra como una persona incapaz de ser feliz a pesar de su libertad sin límites, de dictador, boceto de lo que puede llegar a ser un gobernante.
La directora Martínez (nieta de la legendaria pareja de pioneros como lo fueron Lily Alvarez Sierra y Gabriel Martínez) demuestra su estremecedora puesta en escena, “atemporal, ecléctica, ambientada en una época que podría ser cualquiera, inclusive la actual, que expone la poética de lo inhumano y narra cómo la adicción por el poder hace de Calígula un tirano”.
Gracias a la muy contemporánea lectura de Martínez, el amor, la amistad, o la compasión, son despreciados por el gobernante Calígula al no encontrarle ningún sentido a la existencia. “La incapacidad de sentir éstas emociones reflejan el vacío de la vida; él intuye que con o sin ellas, el sufrimiento continuará”, expone y materializa la directora en su lectura escénica de este cásico del teatro moderno, el cual ya había sido visto en los escenarios venezolanos durante las décadas pasadas. 
La pieza del laureado francés Albert Camus desnuda la psicología del personaje en una crítica al extremo de lo absurdo. Sus personajes teatrales transitan esta historia borderline sobre el legendario y delirante emperador romano que, si bien al principio fue admirado por sus conciudadanos, se convirtió en un tirano enloquecido que fue arrastrado por su adicción al poder y su búsqueda de lo imposible. El despotismo y la muerte serían las herramientas principales de su lógica para gobernar.
El propio Camus decía que “Calígula puede volver en cualquier momento y en cualquier lugar”. La vigencia de ésta obra, en un siglo convulso, como este XXI, y desesperanzado, en el que algunos gobernantes amenazan con destruir la tierra, se asoma inquietantemente.
Manteniendo la tradición de Rajatabla, desde la óptica de su director fundador Carlos Giménez, ésta obra habla sobre el poder, la injusticia, los pueblos oprimidos y las desigualdades sociales. Son temas recurrentes al arte y la sociedad contemporánea, abordados también en montajes anteriores de Rajatabla, como FuenteovejunaSeñor presidente y Mi país está feliz, entre otros, todos dirigidos por Giménez. 
Marisol Martínez conduce, pues, precisamente al talentoso y sólido elenco encabezado por Elvis Chaveinte, Vito Lonardo, Aitor Aguirre y Abilio Torres, Luis Ernesto Rodríguez, Pedro Borgo, Armando Andrés González, Andersson Figueroa, Nakary Bazán y Alfredo Braca. El diseño de escenografía quedó a cargo de Héctor Becerra; iluminación de David Blanco, vestuario de Marisol Martínez y Randimar Guevara. 
Hay que subrayar que Calígula se basa en la vida del emperador romano y de ahí parte su historia. El tema es el de este personaje, quien se vuelve loco a partir de la muerte de su hermana con quien tenía relaciones incestuosas. Al principio desaparece unos días. Sus leales compañeros temen por él ya que suponen que la pérdida de Drusila le está dando un sufrimiento mortal. Cuando Calígula retorna de “su retiro” viene totalmente cambiado. Ha adoptado una nueva lógica para su vida, quizá para amortiguar el enorme dolor de la pérdida de su amada. El cambio que manifiesta es totalmente extremo: era un muchacho inocente, dócil y bueno y se ha convertido en un tirano. Adopta una lógica incomprensible y trata de conseguir los imposibles. El poder comienza a utilizarlo sin límite alguno, lo que según él lo convierte en un hombre libre, más capacitado que los propios dioses. Manda a matar a quien se le antoja, les roba en sus narices las mujeres a sus amigos, les quita a los ricos sus herencias para dárselos al estado, etc. Su actitud comienza a disgustar a la gente a sumo grado y comienzan los patricios a urdir su plan de venganza y muerte, a manos de Quereas, su líder.
No es sino hasta sus cuatro años de reinado que se dan las condiciones propicias para que estos lleven a cabo su plan tan elaborado. El fin de la obra es cuando están apuñalando a Calígula y en medio de sus estertores este aun logra exclamar triunfante y agónico “¡Todavía estoy vivo!”
Es, pues, Calígula una cita ineludible con el teatro urgente que se hace ahora en Caracas. Y aquí hay recordar a Mario Briceño -Iragorry quien decía que si creemos en la justicia, en la igualdad y en la libertad como posibilidades normativas, no cultivemos la injusticia, ni celebremos la desigualdad, ni menos aún sirvamos los planes que buscan la esclavitud del hombre. No podemos ser como Calígula, ni sus tropicales imitadores.

viernes, junio 14, 2019

Delirio en Marienbad o Humboldt en Caracas


Lo grato de mi profesión periodística es poder conocer, de primera mano, a las nuevas generaciones de artistas o la valiente y toda esa creativa gente que asalta, cual versiones prometéicas a los escenarios. Así se nutre la cartelera y así el público disfruta o aprende, tal es el caso de una profesional de las ciencias médicas, quien ahora escribió y montó una pieza que dice mucho para estos tiempos: la mortalidad de los seres humanos y la redención que puede llegar a ser el amor, cuando  este llega.
¿Cómo llega al teatro, teniendo en cuenta que su profesión es la medicina?
Soy Elizabeth Yrausquin, médico de profesión y artista por vocación. Desde muy joven he mantenido una especie de concubinato con el arte, aunque haya decidido estudiar medicina, jamás abandone mi particular inclinación por las artes. Pasados los años, una vez completado mis estudios de postgrados médicos, tome la decisión de inscribirme en la Escuela de Arte de la Universidad Central de Venezuela. No fue fácil encontrarme de nuevo sentada en un pupitre, pero fue una maravillosa experiencia rodeada de juventud y adquiriendo conocimientos que eran nuevos para mí.
¿Por qué y para que el teatro?
En el aula 212 conocí al maestro Nicolás Curiel, quien sembró en mi la curiosidad primero y luego la pasión por el teatro. Así comenzó todo.
¿Porque el teatro?
Había coqueteado con las artes plásticas y las artes del fuego, haciendo pintura, escultura y vitrales; pero al comenzar a estudiar las artes escénicas, el teatro, se quedó conmigo y yo me quede con él; como quiera que sea, desde hace unos 15 años atrás, no nos hemos separado.
¿En cuál rubro del teatro se siente más cómoda?
Hacer teatro, representa una manera de ver la vida, recrearla de cómo es a como pudo haber sido, como nos gustaría que fuera; dar voz a personajes reales o imaginarios. Aprendo cuando escribo, investigo y trato de poner esos conocimientos a la orden de cada escena que deseo representar .Me siento cómoda imaginando, escribiendo. A veces voy manejando y una idea se cruza en mi cabeza, estaciono y la escribo o ya dormida me despierto con otra y la escribo en una libreta que tengo sobre mi mesa de noche. A veces, nada sucede y allí se quedan la ideas, esperando un día ser rescatadas, otras, danzan como abejas en mi cabeza, se atropellan y es cuando no paro de escribir. Así que entenderá que me apasiona la dramaturgia y la dirección, dar vida a los personajes, colocarlos en el lugar y tiempo en que han sido concebidos. Eso me gusta.
¿Cuántas obras teatrales hasta ahora, escritas, y cuantas representadas?
 Nuestro primer grupo teatral en la universidad se llamó Aula 212, allí nació Luna Roja mi primera obra, luego vino Sherezade, la mujer del vestido de plumas y Girasoles de silencio.
Un día, tome la decisión de buscar compañeros médicos que tuviesen condiciones actorales y sobre todo que les gustase el teatro; que aparte de la medicina tuviesen interés de formar un grupo, nace “AsKlepion”, conformado por médicos activos del Centro Médico de Caracas. Otras obras surgieron: Amapola de maíz, Lisistrata vuelve arrecha, El diablo sagrado y en estos momentos a representar Delirio en Marienbad. Todas las anteriores, puestas en escena. No hemos estado solos, no somos autodidactas, hemos estudiado, hecho talleres de actuación y dirección con personas conocidas en el medio artístico teatral. No lo sabemos todo, así que nos rodeamos de personas que nos apoyan, entre ellos José Tomás Angola, Carlos Silva, Edgard Vidaurre, Freddy Belisario y por supuesto hemos invitado a trabajar con nosotros a actores de la talla de Sandra Yajure y Gerardo Soto. Son columnas de este edificio teatral. Pienso que cuando uno como persona o como institución no sabe de algo, debe rodearse de gente capaz.
¿Por qué Goethe?
Mi Delirio en Marienbad está basada en la elegía homónima de Johann Wolfgang von Goethe, escrita al final de su vida cuando a los 75 años se enamora de una niña de 18 años. En mis años de estudios en la escuela de arte, ya había escrito algo sobre Goethe y fue Federico Pacanins, quien en el marco de la celebración de los 75 años de la asociación Cultural Humboldt me invita a escribir una obra de corte alemán y pensé que sería la ocasión perfecta para retomar la escritura de ese personaje. Me gusta escribir sobre personajes históricos, que a través de su hacer han pasado la línea de la inmortalidad y ¿Quién mejor que el autor del Fausto para explorar el alma humana a través de una pieza teatral? Esta cordialmente invitado a una de las funciones.
¿Qué características tiene su texto y como la ha llevado a escena?
El texto de mi Delirio en Marienbad  arranca con uno de los momentos más importantes de la vida de un hombre: reconocer su mortalidad y la cercanía a la muerte. El enfrentamiento con lo que hemos hecho, bueno o malo, el temor a ser enjuiciados, el perdón atravesó del amor. La terrible soledad ante la inminente muerte. En este caso, Goethe y Fausto son dos caras de la misma moneda.
¿Qué espera de este montaje?
Para el montaje contamos con las últimas tecnologías de video y mapping, en este caso, José tomas Angola, José Martínez y Asdrúbal Barrios, son los encargados del manejo artístico de estos recursos tecnológicos. Deseo que podamos brindarle al público una experiencia teatral que aparte de estimular todos sus sentidos, también estimule su razón y su alma.
¿Cómo encuentra al teatro venezolano actual?
Con respecto a la última pregunta, pienso que lejos de haber pensado que el cine o la televisión acabarían con las representaciones teatrales, lo han impulsado, hay para todos los gustos, para todo público, la gente desea y va al teatro. Las obras están vivas cada fin de semana, adaptándose a la circunstancia política que nos está tocando vivir, con el poco recurso que se dispone, se adecuan  espacios, horarios, en fin, el hombre muere, pero jamás morirá el arte, sin él la vida no tendría sentido.  Hoy día, la incertidumbre pesa sobre cada uno de los venezolanos, es difícil enfrentarse a ella, es por eso, que sin dejar de luchar, debemos buscar una tabla que nos sostenga en este maremoto emocional de nuestra sociedad.


¿SÓLO UNA MADRE?


La mujer entregada a sus imponderables roles de la procreación y la crianza de sus hijos, además de la vejez y la aparición de los inevitables problemas psicofísicos de la ancianidad, es un super tema teatral, verdaderamente monumental, muy delicado y poco frecuente de ser abordado por los autores teatrales venezolanos. Pero he aquí que el crítico y teatrero Luis Alberto Rosas lo ha hecho discretamente y es por eso que se presentó, con éxito de público, en una primera temporada.
Se trata de ¡Madre: pero no Teresa ni nací en Calcuta! , una comedia dramática, de humor negro, donde es abordada, sin miedo y muy dentro de la experimentación literaria, la innegable complejidad de las relaciones de madres e hijos, en esta relación universal que le marca la vida a todo ser humano sobre la faz de la tierra, donde se dice, entre otras cosas, "dime qué madre tienes y te diré quién eres".
Las relaciones con ese ser, con la madre, surgen desde la concepción y no se acabas ni siquiera al fallecer. Con ellas se establece un vínculo inevitable del que no podemos escapar y cómo manejamos este vínculo nos depara el éxito o el fracaso en nuestras vidas, ha dicho Rosas, quien además ha decidido escudriñar este tema, reflexionar sobre esta simbiosis madres-hijos y su eterna dicotomía amor-odio; obediencia-rebeldía; fortaleza-debilidad. 
“Madre sólo hay una y todos tenemos una, aunque no queramos en eso todos somos iguales”. Rosas advierte que en esta comedia puso el acento dramatúrgico en estos maravillosos y particulares seres que dan todo por sus "bebés" aunque pase lo que pase. 
El espectáculo, de muy grata factura histriónica, está dirigido por Karolains Rodríguez, quien logra escenificar una plausible visión descarnada de la maternidad. Pensamientos y sentimientos ocultos de los que generalmente no se habla, presentando así la ambivalencia emocional que puede llegar a producir la maternidad con todo y su crisis evolutiva, que después se desencadenada en el entorno familiar y social. Múltiples escenas son desarrolladas por cinco actrices que en una interpretación amorosa pueden llegar a producir ardor en los espectadores, además de las reflexiones particulares, porque confronta al teatro con la realidad vivida por cada uno de los espectadores. Fue grato encontrarnos con una directora de esta talla.
¡Madre: pero no Teresa ni nací en Calcuta! hizo su primera temporada del 10 de mayo al 02 de junio en la sala de Teatro Rajatabla. El trabajo actoral, de excelente factura individual y logrado además por la férrea direccion, estuvo  a cargo de Ibis Piña, Krupskaya Padilla, Yasmiri Oloyola, Oriana Rovaina e Miling Cabello, intérpretes que juegan,deliciosamente, con el tiempo escénico a su antojo en un mismo espacio, dándole vida a diferentes madres: santas, neuróticas, amorosas y desquiciadas,
 La producción estuvo a cargo de Mariela Vásquez y Cecilia Parra, Luis Ortíz en la asistencia de operaciones,   el diseño de Iluminación bajo la responsabilidad de Darío Perdomo, en la musicalización esta Fabiola Prieto, como operador de sonido Diego Perdomo, la realización escenográfica de Yasmiry Oloyola, el diseño de vestuario y estética a cargo del maestro León Padilla y el diseño gráfico publicitario a cargo de Alberto Mathison.
Fue, púes, una grata sorpresa por la pieza como tal, su realización y el espectáculo mismo. Toda una globalidad de plausible calidad artística, muy rara en estos tiempos, cuando cunden las improvisaciones, de tantos partos teatrales desatinados y buscando únicamente el pingue negocio, más nada.

domingo, junio 09, 2019

Calígula ha regresado y está en Rajatabla


La Fundación Rajatabla no es la misma desde las muertes de sus fundadores Carlos Giménez (1993) y Francisco Alfaro (2011), pero la institución y la sala han sobrevivido gracias a la habilidad gerencial de William López y otras personas que lo acompañan.
Hay, pues una realidad inobjetable: antes y después del “capo” Giménez, Rajatabla ha sobrevivido, por ahora, a las complejas cuatro décadas de permanencia en la vida cultural de Venezuela. Serán las nuevas generaciones de espectadores las que digan la última palabra.
Es por eso que  ahora, porque el teatro no puede desaparecer por caprichos, la Fundación Rajatabla y la Alianza Francesa se unen para  presentar desde el 13 de junio en la Sala Rajatabla el clásico Calígula, de Albert Camus, versionada al español por Joaquín Vida, bajo la dirección de Marisol Martínez y la producción general de William López. 
El público venezolano tendrá la oportunidad de descubrir de viernes a domingo hasta el 07 de julio un espectáculo “extravagante” en el que Calígula se muestra como una persona que es incapaz de ser feliz a pesar de su libertad sin límites. 
La directora Marisol Martínez comenta que esta es una puesta en escena atemporal, ecléctica, ambientada en una época que podría ser cualquiera, inclusive la actual. Expone la poética de lo inhumano y narra cómo la adicción por el poder hace de Calígula un tirano.
El amor, la amistad, o la compasión, son despreciados por Calígula al no encontrarle ningún sentido a la existencia. “La incapacidad de sentir éstas emociones reflejan el vacío de la vida; él intuye que con o sin ellas, el sufrimiento continuará”, expone Martínez en su lectura escénica de este cásico del teatro moderno. 
La pieza del laureado maestro francés Albert Camus desnuda la psicología del personaje en una crítica al extremo de lo absurdo. Los personajes transitan esta historia borderline sobre el legendario y delirante emperador romano que, si bien al principio fue admirado por sus conciudadanos, se convirtió en un tirano enloquecido que fue arrastrado por su adicción al poder y su búsqueda de lo imposible. El despotismo y la muerte serían las herramientas principales de su lógica para gobernar.
El propio Camus decía que “Calígula puede volver en cualquier momento y en cualquier lugar”. La vigencia de ésta obra, en un siglo convulso, como este XXI, y desesperanzado, en el que algunos gobernantes amenazan con destruir la tierra, se asoma inquietantemente.
Manteniendo la tradición de Rajatabla, desde la óptica de su director fundador Carlos Giménez, ésta obra habla sobre el poder, la injusticia, los pueblos oprimidos y las desigualdades sociales. Son temas recurrentes al arte y la sociedad contemporánea, abordados también en montajes anteriores de Rajatabla, como Fuenteovejuna, Señor presidente y Mi país está feliz, entre otros, todos dirigidos por Giménez. 
Marisol Martínez conduce, pues, un talentoso y sólido elenco encabezado por Elvis Chaveinte, Nakary Bazán, Aitor Aguirre y Abilio Torres,   Vito Lonardo, Luis Ernesto Rodríguez, Pedro Borgo, Armando Andrés González, Andersson Figueroa y Alfredo Braca. El diseño de escenografía queda a cargo de Héctor Becerra; iluminación de David Blanco, vestuario de Marisol Martínez y Randimar Guevara. 
Desde el 15 de junio al 07 de julio: viernes, sábados y Domingos. 5. PM.


En Guanare combaten los mosqueteros del rey



El pasado miércoles 29 de mayo, la Compañía Regional de Teatro del estado Portuguesa (CRTP) y el Teatro Estable de Portuguesa (TEP), durante la entrega de los reconocimientos de una nueva edición del Festival Estudiantil de Guanare, estrenaron la obra de Manuel González Gil: Los mosqueteros del rey, un juguete cómico-musical, en reposición con nuevo elenco.
Esta pieza del dramaturgo, director, actor y docente argentino Manuel González Gil (1952) desde 1990 se convierte en la primera obra argentina que recibe el auspicio de la UNESCO por promover la solidaridad y la amistad en los seres humanos. Una propuesta integral, con un juego sostenido por el humor, permitiendo el acceso inmediato, libre, a una irrealidad tan frágil como los sueños. Un humor que se dispara indistinta e ininterrumpidamente desde los diálogos, los gestos, las acciones y los conflictos.
Enmarcada dentro del género del vodevil, nos recuerda por momentos la vieja “Commedia dell’ arte italiana”, y aunque no haya tortazos, ni olor a tabaco es imposible no sentir la presencia de los grandes cómicos de todos los tiempos: Los hermanos Marx, el Gordo y el Flaco, los Tres Chiflados, Charles Chaplin y mucho más cercanos a nosotros, los grandes momentos de nuestra Radio Rochela, con Emilio Lovera, Laureano Márquez, Claudio Nazoa, Irma Palmieri, entre tantos otros.
Un espectáculo para todo público, donde desde los más pequeños hasta los mayores disfrutan de las situaciones, los enredos, los equívocos y todos los errores propios del género. Además aderezada por deliciosas canciones y divertidas coreografías.
Protagonizada por Wilfredo Peraza, Jesús Plaza, Giuseppe Fischetti y Yonder Carrizales, con un vestuario diseñado por María Teresa Ojeda, iluminado por Kelynson Berríos, musicalizado por Jhessika Betancourt, con el apoyo incondicional de Emilger Arroyo, Evis Cuéllar y Mercy Mendoza, coreografías de Freddy Alberto Rangel y todo bajo la dirección general de Aníbal Grunn.
El diseño gráfico es de Alberto Ojeda y las fotografías de José Alejandro Martínez. Este extraordinario y divertido espectáculo continuará presentándose todos los viernes, sábados y domingos del mes de junio en el horario de las 7 p.m., en el Centro Teatral Herman Lejter, sala Alberto Ravara, de Guanare.