viernes, octubre 30, 2015

A la memoria de Carlos Giménez

El primerísimo actor Anibal Grunn en su show "A tu memoria"
Desde el 13 de octubre de 2005, el teatro venezolano cuenta en sus anales con un creativo y estrujante espectáculo, escrito y actuado por Aníbal Grunn, bajo la égida de Carlos Arroyo. Se trata de  A tu memoria, presentado en la sala Altosf, para cerrar el  XV Festival Internacional de Teatro y Títeres en las Comunidades de Caracas (Fetcom) 2015, el pasado 26 de octubre.
A tu memoria se hizo para que nadie pueda olvidar la historia del teatro venezolano y a todos los artistas que lo hicieron posible a lo largo de los cuatro siglos que le achacan (algunos afirman que solamente son 200 años y meten hasta Simón Bolívar en la fábula), hay que de vez en cuando hacer montajes memorables sobre sus vidas y sus tormentos. De lo contrario, a nivel mediático, se estará siempre comenzando, creyendo que el teatro llegó ayer por avión y que la “estrellita” que ahora dice cuatro zoquetadas en el escenario es lo máximo y  jamás visto antes.
 Preservar la memoria de los ausentes es vital para cualquier proceso cultural o político. Ignorar el pasado de una disciplina artística es cortarle sus alas y reducirla a una simple actividad dominical, como algunos quieren hacerlo creer con sórdidos fines transculturizadores o simplemente como unas líneas de un mísero funcionario en un informe de gestión. Por supuesto que es mucho más fácil ignorar que estudiar y tener así en cuenta a los valores que nos precedieron.
CINCO DECADAS
Venezuela tiene que crecer y para ello la memoria es la vitamina obligatoria. Es por eso que el popular teatrero Aníbal Grunn (Aníbal Enrique García Belardinelli, Bahía Blanca, Argentina, 1947 tras estrenarlo en la Sala de Conciertos del Ateneo de Caracas (ahí funciona ahora la Universidad Nacional de las Artes)  ha ido recorriendo escenarios nacionales e internacionales, porque   A tu memoria  es un  espectáculo con múltiples lecturas, donde fácilmente se puede deducir que es un homenaje al ausente Carlos Giménez, o que simplemente exhibe un melodrama de frustraciones y mezquindades muy típico del mundo teatral, el cual solo puede mostrarlo alguien desde muy adentro.
Nosotros vimos a Aníbal Grunn por vez primera durante la temporada de 1976, plasmando a un personaje desnudo en  El círculo de tiza caucasiano, de Bertold Brecht, bajo la férula de Ugo Ulive, en la sala Alberto de Paz y Mateos. Desde entonces no ha parado y es ahora que, para festejar sus cinco  décadas en los escenarios, ha escrito y actuado  A tu memoria, donde, según él, hace un especial homenaje al teatro y en especial a esos seres mínimos o grises que han sido los segundones, pudiendo haber sido los protagonistas, porque precisamente sin ellos no hubiese subido el telón y el drama o la comedia no se hubiese desarrollado. ¿Alguien se imagina al Quijote sin su Sancho Panza?
SEIS PERSONAJES EN DUERMEVELA
En  A tu memoria, Aníbal Grunn muestra a un mínimo hombrecito que, en esa larga duermevela que sigue a los funerales de los amigos, evoca al ausente: un director o un gran actor a cuyo lado soñó, disfrutó y hasta amó como nunca. Interpreta a seis personajes claves en igual número de espectáculos que realizó el ahora ausente pero siempre presente teatrero. Para los que hemos visto cómo los teatreros han producido sus artes escénicas, durante los últimos 46 años, no nos es difícil identificar ahí a los patrones de la vida real que Aníbal Grunn ha utilizado para componer su angustioso y existencial espectáculo. Pero no así.
 Aníbal Grunn los ficcionó a todos ellos y lo que el público identificará es a un Bolívar en su soledad final, mientras añora a Manuela; o al coronel desesperado porque no llega la carta que le anunciará su pensión y se salvará así de vender a su gallo... y otros tantos personajes que matizan a esas patéticas angustias de los artistas latinoamericanos, como a ese mítico Próspero que reitera aquello de que los seres humanos estamos tejidos de la misma tela que los sueños y que nuestra corta vida se cierra con un sueño.
Los que vivimos más de cerca el ciclo vital de Carlos Giménez (Argentina,1946-Venezuela,1993) nos deleitamos al volver a ver a los personajes claves de su bitácora artística con el grupo Rajatabla, al cual fundó y comandó durante 22 años. Pero hay algo más que eso. Y de ahí la grandeza del trabajo de autoría y de la entrañable y desgarradora actuación lograda por Aníbal Grunn. Lo anecdótico fenece ante el peso de la historia angustiada de ese solitario hombrecito, que ahora ya no será nada ni nadie al perder al ser para el que trabajó -odió y además amó durante largas décadas.
EVOCACION A CARLOS GIMENEZ
 A tu memoria  podrá ser interpretado como una evocación a Carlos Giménez -dos largos lustros pasó Aníbal Grunn en Rajatabla-, pero también es la saga de un peón del teatro que exorciza a sus fantasmas, apoyado, con sobriedad, por un prudente director y hábil gerente como es Carlos Arroyo, líder de la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa, productora de este espectáculo que viaja en una maleta y necesita algunas humildes sillas para adornar la escena o acompañar a ese mágico hombrecito que el símbolo del fiel amigo que no quiebra sino con la muerte misma, del Sancho Panza que sobrevive.
Para nosotros,  A tu memoria  es el primer intento que se hace para poetizar, teatralmente, el paso de ese “huracanado argentino” que fue Carlos Giménez, aunque otros podrán decir lo contrario. Lo único cierto es que serán estremecidos por lo que les llega desde la escena.
Han pasado ya diez años y nadie ha mostrado algo similar, precisamente ahora que el fundador de Rajatabla ya es un personaje de las leyendas urbanas caraqueñas, un fantasma que genera polémicas insólitas con ciertos textos de Brecht  o Ibsen solo porque él lo hizo antes y mejor.
¡Qué importa... somos como los sueños!
GRACIAS A LA VIDA 
Aníbal Grunn, como tantos otros inmigrantes sureños que llegaron a Venezuela en los años 70, trajo únicamente dos mudas de ropa, cuatro libros y montones de proyectos. A 40 años de su desembarco, tiene más libros y mucha ropa, además de una notable saga de labores útiles en pro del desarrollo cultural del país, realizadas desde los escenarios, los estudios de televisión y los platós cinematográficos. En mayo de 2010, por razones de "salubridad", física y espiritual se fue a vivir a Guanare y se incorporó completamente a la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa y a todo el movimiento teatral de ese maravilloso estado llanero. “La vida me ha hecho un privilegiado, voy a cumplir 50 años de vida artística y son 50 años haciendo lo que me gusta. ¿No es para darle gracias a Dios? Es que si digo gracias a la vida, pensarán que estoy versionando la canción de Violeta Parra”.



El asalto de Rodolfo Santana

El grupo Sobretablas cumplió con la memoria de Rodolfo Santana.
Gracias a Fundarte por programarlo en el teatro Nacional y al grupo Sobretablas al mostrar el espectáculo Asalto al viento, pudimos evocar a Rodolfo Santana, en ocasión de su mutis y su natalicio, el 21 y el 24 de octubre, respectivamente. Los otros teatreros se olvidaron de las fechas o simplemente no pudieron por sus razones o sinrazones.
Vimos a Santana abrir fastuosamente la  temporada 2001 con el estreno de  Asalto al viento en el teatro San Martín. Ahí mostró a Pedro Lander (Fermín Silveira), David Villegas (Eduardo Salvera), Alfonso Rey (Roberto Rondón) y Enrique Mujica (Guillermo Braumer), Eduardo  Salvera, Roberto  Rondón y Fermín  Silveira (Pedro Lander), singular cuarteto de criollos malandrines soñadores quienes tuvieron suerte al asaltar un banco en Caracas y  llevarse un cuantioso botín hasta su guarida en Macuto; pero cuando hacían planes para el disfrute de esos  millones de bolívares, la naturaleza los castigó. El deslave de Vargas se encargó de quitarles lo robado y dejarlos en la carraplana, para decirlo en criollo: el mar se les llevó el vehículo donde habían guardado el trofeo de su hazaña.
 ¿Qué pasó con ellos? ¿Reincidieron Fermín, Eduardo, Roberto y Enrique? El dramaturgo nunca lo dijo, ni tampoco pergeñó una segunda parte; prosiguió, eso sí, su periplo, escribiendo para el cine, disciplina que le cambió sus modelos rítmicos, el sentido del tiempo, los modelados de los personajes y formas estructurales, y fue en ese viaje hacia su Ítaca cuando la muerte lo sorprendió en Guarenas, mientras devoraba unas empanadas de cazón, a los 69 años. Dejó no menos de 100 piezas teatrales, 13 guiones, un hijo cuarentón y millones de amigos.
El montaje de Sobretablas, resuelto sobriamente por Héctor Castro, José Carrizo, Elmer Pinto y Aitor Aguirre, bajo la correcta dirección de Jennifer Morales, respeta el texto y replantea reflexiones sobre la ideología maltrecha de sus personajes y el legado de la tragedia  de Vargas, con sus pérdidas materiales y los miles de desaparecidos, además del temor que la naturaleza repita.
VISIÓN PROFÉTICA
En nuestro libro Rodolfo como es Santana (1995), el dramaturgo dice que  el teatro posee la contundencia del Himalaya. Las selvas amazónicas son un hecho tan real como una obra de Shakespeare, la pintura de Picasso o la danza de Alicia Alonso. “Una nueva obra es tan contundente como escalar el Kilimanjaro. Las estaturas de las obras de arte marcan señales de coherencia en el alma de las personas. Hay autores que han enseñado a hablar a sus pueblos, que le han impreso rítmica interior, melodía. Ateniéndonos a este factor de arraigo del arte en el hombre, el teatro puede operar de forma efectiva sobre el planteamiento de los conflictos humanos. Una buena pieza puede otorgar tanta belleza como una rosa, tanta reflexión como la pirámide de Giseh”.
Predica que el humor es una base primordial para descifrar tanto la experiencia de los personajes como los contrastes y el fondo trágico de las situaciones. “Para el espectador latinoamericano el humor dentro de la representación adquiere niveles de preceptiva. Y es que domina la vida cotidiana, el gesto afectivo, el contacto con la muerte. Busco el humor con mucha meticulosidad y, en oportunidades, retraso la pulitura de obras por no encontrarle su perfil de humor. Es que es difícil provocar la risa pensativa, ese sesgo que abre honduras en el espectador. Pero bueno, aunque me resulte más arduo, prefiero internarme en territorios que muestran difícilmente su misterio. Creo que en teatro se debe ser arriesgado en la elección del tema, de nuestras esquinas, que se parecen a todas las esquinas del mundo pero cuyo claroscuro no es fácil de descifrar. Mientras más obvias son las cosas, más misterios poseen”.
“Magia, encuentros humanos, eso me interesa. La visión política de los engañados, que es demoledora y que, cargada de sueños, contrasta con la antología de mentiras que nuestros políticos formulan para trampearlos. Discursos que resultan copias fieles, casi todos, de un original tan trillado que, de maneras increíble, aún engañan. También allí, en la contemporaneidad de frases que nos mienten hoy, nos mintieron ayer y nos volverán a mentir mañana, me inclino a meter el detector de dramas”.
“Y digo que el béisbol y la corrupción son símbolos de la vida venezolana, porque la temporada de béisbol y la corrupción política nos son tan propias como el acudir a Sorte o a un brujo para aliviar males físicos y espirituales”.
“Definitivamente, la delincuencia actual logra unos tenores de malevolencia que nada tienen que ver con el malandro de los setenta que, a lo más, repartía cachazos a las víctimas que se resistían. Hoy se mata por matar. Las noches son mortíferas y la gente no sale; y si lo hace se pasa el tiempo moviendo la cabeza como un tiovivo, esperando un eventual incidente. Los tiempos han cambiado y por lo regular los premilenarios ofrecen estos cambios desorbitados”.
“Hoy, por ejemplo, la noción de compromiso ha variado. Es de mal tono mencionarlo. A quien se compromete se le mira con sospecha o lástima. Se habla con soltura sobre el talento y la fuerza creadora, a secas, obviando para mí lo esencial: el compromiso al lado de la humanidad ante los que la vejan y engañan”.
Pero la lucidez y su visión profética está en esto que nos dijo: “En Venezuela sería muy bueno que los creadores se dieran un paseo por las veredas del compromiso. Elevaría en mucho los niveles creativos. Y más en esta etapa, donde una historia feroz nos arrebata el derecho a soñar. Nuestros conductores políticos han aniquilado las posibilidades de un mundo mejor. Del sueño posible. Los pueblos diseñan sus sueños, el hábitat ideal donde sus ilusiones fructificarán. Pienso que nuestros sueños colectivos han sido cercenados. Se nos han constreñido territorios en nuestras aspiraciones de bienestar y participación y hoy la pesadilla ronda el oxígeno común”.



miércoles, octubre 28, 2015

Dios al otro lado del mar

Del 1 al 7 de noviembre, el Centro de Estudios Sefardíes de Caracas (CESC) realizará la XIV Semana Sefardí, la cual llevará por nombre Memoria e Identidad. La Semana Sefardí representa una de las actividades principales del CESC, ya que a través de ella se logra la difusión de la cultura sefardí, no solamente dentro de la comunidad judía, sino también hacia un público perteneciente a otras confesiones y procedencias. 
La historia de los judíos sefardíes en Venezuela se caracteriza por su entrega a la labor comunitaria incondicional, es por ello que en estas actividades que ofrecerán en la ciudad capital, se destaca la labor comunitaria de un equipo humano en búsqueda permanente de las mejores actividades a pesar de la emigración de muchos expositores y de tantas otras dificultades que se han presentado. 
La XIV Semana Sefardí cuenta con un cronograma variado para todos los gustos. De tal manera se podrá disfrutar, entre otras cosas, de poesía a cargo de Harry Almeda y de ciclos de simposios sobre los siguientes temas: Política de la memoria en la identidad del venezolano, a cargo de   Yorelys Acosta (UCV-UCAB), Judaísmo como fuente de identidad, a cargo del rabino Isaac Cohén (AIV) y Judíos venezolanos: hacia una nueva identidad a cargo de Néstor Garrido (CESC-UCAB).
También se podrá apreciar del arte escénico a través de la obra de teatro  Dios al otro lado del mar  del dramaturgo y director Johnny Gavlovski. Para cerrar con broche de oro se presentará: Aisha Stambouli  En  Concierto  Disco “Cielo y Mar” 
La invitación es pues para asistir a esta XIV Semana Sefardí del 1 al 7 de noviembre que se estará llevando a cabo en diferentes puntos de la ciudad capital como en el Teatro del Centro Cultural Chacao, la Plaza los Palos Grandes. la Universidad Monteávila y el Club Hebraica.
GAVLOVSKI
Como parte de la programación , el día jueves 5 de noviembre, a las 7:00 pm, se presentará en el Teatro Chacao la obra Dios al otro lado del mar, escrita y dirigida por el dramaturgo Johnny Gavlovski.
¿Cuál es la verdadera historia de Colón? ¿Era judío? ¿Su partida de España tiene que ver con la expulsión del pueblo de Israel de Sefarad? Y si esto fuera así, acaso creería que más allá del mar estaba la Tierra Prometida? Estas preguntas son las que arman la trama de  Dios al otro lado del mar .  La obra cuenta en su elenco con los bailaroes y cantantes Carolina Israel y Carlos Mezza (El Torbellino), además de la participación de Morella Biaggini, Etty Mizrahi, Hilel Potaznik y Carlos Garmendia, y forma parte del repertorio de piezas del Nuevo Grupo de Teatro de Hebraica. La dirección musical está a cargo de Harold Vargas y la dirección de arte de Oscar Briceño.
Carlos Mezza “El Torbellino”, es considerado uno de los mejores bailaores venezolanos que ha desarrollado una carrera profesional tras utilizar el flamenco como forma de expresión artística. El temperamento y la pasión se entrelazan en una actuación impecable por parte de este caraqueño que demuestra  su talento en cada una de sus presentaciones.
La atmósfera envolvente de la puesta en escena y un texto acompañado de música y danza, evoca en términos poéticos y litúrgicos el anhelo de Dios como parte de nuestra condición humana.
Sobre Johnny Gavlovski Epelboim hay que apuntar que se trata de un teatrero y psicólogo, trabajador cultural de bajo perfil, pero con suficientes y comprobados méritos como para no pasar desapercibido en ninguna de sus dos profesiones. No obstante, por ahora, prefiere hablar de sus artes escénicas, cuya pasión es una herencia recibida de sus progenitores.
Sus ancestros biológicos provienen de Polonia y Moldavia, pero su idiosincrasia, además de sus vitales cargas afectivas, y su presente son las de un caraqueño, o pastoreño por más señas, desde 1959. “Cuando nací, ya los británicos Beatles estaban cambiando la música pop del mundo, y para mi madre, que vino a Venezuela cuando aún no había cumplido un añito, la mejor vida transcurría entre las esquinas de Dos Pilitas y del Cuartel San Carlos”.
El hijo menor del polaco Arturo Gavlovski y la moldava Ina Epelboim, como psicoanalista y psicólogo clínico ha recibido varios galardones internacionales por tan complejas especialidades profesionales. Reconoce que ha logrado conjugar el arte teatral con la ciencia que estudia las conductas humanas, porque así se lo propuso desde un principio. “Haberlo logrado es uno de mis mayores logros, fue siempre una meta de vida. La psicología y el teatro se retroalimentan. No es una o el otro. Van de la mano. Eso fue lo que siempre quise lograr. Y lo disfruto”.
Hace teatro porque “es una de mis maneras de sentirme vivo, pero, aclaro, no vivo del teatro. Hasta ahora he escrito más de 20 piezas, 15 han sido escenificadas y seis fueron galardonados. El vuelo, Puentes rotos, Concierto para tres silencios, Habitante del fin de los tiempos, Ruido de piedras y La última sesión, han sido las premiadas”.
Y ahora reaparece con un melodrama sobre Cristóbal Colón, donde se enfoca en su origen: Dios al otro lado del mar.  
Las entradas para el concierto de Aisha se pueden adquirir en la Asociación Israelita de Venezuela o en el Club Hebraica, las demás actividades son entrada libre.  De igual forma, pueden acceder a la información a través de las redes sociales: FB (El Centro de Estudios Sefardíes), Tweeter @CESefardiesCCS, Webpage:www.centroestudiossefardies.com  

Cualquier otra información puede solicitarla por el Tlf  212 5744975
  

domingo, octubre 25, 2015

El amor cuesta arriba

Prostitución y esclavitud en las pantallas venezolanas.
La prostitución y la esclavitud disfrazada son los temas argumentales de la película  Amor cuesta arriba, la cual   bajo la egida del director Nelson Núñez llega a las salas de cine. Se trata de una producción de la Villa del Cine, actualmente bajo la batuta de Jorge Antonio Gómez.
Esta película plasma la historia de Pablo, un joven solitario y melancólico que pasa desapercibido por las chicas y mantiene vivo el recuerdo de su amor platónico de la adolescencia, Daniela. Una noche es arrastrado por su mejor amigo a la fiesta de reencuentro del colegio y se topa con ella, luego de 15 años sin verla. Al poco tiempo descubre que su mujer idealizada se ha convertido en una “chica mala”, pero esto no frena su deseo de querer conquistarla.
Paralelamente, Pablo se ve comprometido en una rocambolesca historia laboral con unos haitianos vendedores de helados, que están a punto de ser estafados o esquilmados por los dueños de la empresa heladera.
El film, acertada mezcla de humor, acompañado con el accidentado romance y una serie de emociones encontradas, origina una travesía para los personajes que les hará probar sus valores, sentimientos y capacidad de perdonar en el confuso camino del amor, al mismo tiempo que se reivindican los derechos haitianos explotados
Las locaciones de grabación fueron elegidas por ser lugares reconocibles para el espectador venezolano, en busca de una especie de identificación; pero también que fueran idóneos para la narrativa  de la película y resaltan parroquias de Caracas como San Bernardino, La Candelaria, El 23 de Enero, Antímano, Plaza Venezuela, espacios como el Círculo Militar y Guatire, en Miranda
En los roles protagónicos están los actores Jesús Nunes (Pablo), Vera Linares (Daniela), Augusto Nitti (Fernando), Ivonne Vela (Victoria), Gladys Prince (Tatiana) y Gilbert Lamourd (Fortuné). Cuenta además con la participación especial de Alberto Alcalá, Luis Rivas, Martha Track, Ramón Hinojosa y Toco Gómez.
La ficha técnica está conformada en la Dirección de Fotografía por Tonny Valera; Dirección de Arte, León Padilla; Sonido Directo, Frank “Frosty” González; Diseño de Sonido, Carlos Carvallo;  Música Yoncarlos Medina; Producción General, Xiané Pacheco; Asistencia de Dirección, Mariyam Seguías; y Acting Coach, Ignacio Márquez.
De esta manera, con el respaldo de la Villa del Cine queda afianzado el esfuerzo, trabajo y dedicación que desempeñan los cineastas en sus producciones audiovisuales, hecho que marca en el tiempo la evolución del cine venezolano, gracias además al respaldo que le da la vigente Ley del Cine.
COMEDIA ROMANTICA
"La película habla de cómo el amor permite a los personajes no sólo alcanzar sus sueños, sino acceder a una mayor comprensión y respeto del otro, o de la persona que se ama, independientemente de sus elecciones de vida", ha comentado el director Núñez.
Núñez manifestó sus expectativas positivas respecto a esta película, "porque el público venezolano cada vez que llega una comedia romántica extranjera, sea norteamericana o europea, llena las funciones. Es un género con el que cualquier espectador puede identificarse, porque todo el mundo se enamora, se desenamora, tiene crisis de pareja y trata de resolver esas crisis".
"Esta película en el nivel más clásico se mueve en ese esquema, pero con nuestro sentido del humor, nuestra idiosincrasia, en nuestros espacios", explica Núñez quien resaltó que el reparto incluye a nuevos rostros así como a figuras emblemáticas de la comedia en el cine nacional.
Por su parte, Nunes, quien interpreta a Pablo, comentó acerca de la historia que se trata de "una comedia romántica en la que, aunque suene a cliché, a través del amor vamos a reírnos de nosotros mismos. El amor es la excusa o la vía aquí para lograr los sueños de los personajes y saber qué somos capaces de hacer y hasta dónde podemos llegar".
"Esta película nació en una gestión que estaba muy preocupada por abrir ese espectro. Sería muy chévere que la gente empiece a asociar a la Villa con cualquier género cinematográfico y no con una sola línea de película, por eso vamos dirigidos a todo el mundo, un público absolutamente amplio", enfatizó.
Nunes calificó a su personaje Pablo como un hombre tímido, melancólico y nada exitoso con las mujeres, pero bastante genuino y honesto a la hora de expresar sus sentimientos. "Es más bien una especie de antigalán, no tiene ni la labia ni el tino de saber cómo abordar a una mujer, más bien es muy torpe en eso", comentó.
Resaltó que el personaje posee un don de nobleza, al luchar por su amor "desde la verdad y con el corazón, sin importar si hace el ridículo ni lo que digan los demás", sin embargo, sabe lo que quiere.
Nunes reconoció haber creado un vínculo muy fuerte con su personaje desde el momento de leer el guión, lo que le ayudó a interpretarlo con la mayor entrega posible, además de la química que surgió entre él y su coprotagonista, lo que a su criterio logró un nexo importante en el que "el peso actoral de cada uno, estuvo puesto en el otro".
"Que los dos personajes se vean y se sienta que se aman automáticamente, es vital para la película. Afortunadamente no fue una limitación en ningún momento, creo que casi instantáneo se dio la química y fue maravilloso trabajar con ella", dijo sobre el trabajo actoral de ambos en esta nueva producción que llegará a las salas a finales de este mes
De esta forma el equipo actoral lo componen actores de trayectoria en la escena teatral y otros muy conocidos como Ramón Hinojosa y Toco Gómez, quienes a juicio del director enriquecieron el filme y realizaron aportes importantes.
La actriz y cantante Vera Linares, interpreta  a Daniela el otro personaje protagónico; entre los actores secundarios está Augusto Nitti, quien encarna a Fernando, el mejor amigo del protagonista; Ivonne Vela como Victoria, la mejor amiga de la protagonista; Gladys Prince, quien encarna al personaje Tatiana; y el actor extranjero Gilbert Lamour, que es Fortuné, un heladero haitiano convertido en el líder de la reivindicación de los heladeros.
La creación de este largometraje llevó un año y medio de trabajo conjunto, en el que participaron los hermanos José Antonio y José Luis Varela, quienes acompañaron a Nelson Núñez en la realización, considerada por su director como una propuesta novedosa porque amplía la oferta fílmica de la Villa del Cine, institución creada por el comandante presidente Hugo Chávez, hacia el año 2006, cual se había caracterizado más por cintas de corte histórico como Miranda Regresa y Zamora, tierra y hombres libres.


Gremios apoyan reforma de Ley del Cine

Gracias al apoyo de las leyes se ha logrado un ponderable desarrollo del cine venezolano.
Circula una carta dirigida al diputado Cristóbal Jiménez, presidente de la Comisión de Cultura de la Asamblea Nacional, la cual consideramos que debe ser el dominio público por los contenidos de la misma.
La misiva dice así:
La comunidad cinematográfica nacional, sus gremios y organizaciones, sus miembros, mujeres y hombres de todo el país, que con su talento y esfuerzo hacen posible el Cine Venezolano en sus más diversas manifestaciones, del cortometraje al largometraje, del documental a las obras animadas, de las realizaciones colectivas al cine de autor, y que conjuntamente con su quehacer creativo y productivo se ha forjado en un largo proceso de lucha por lograr las condiciones para el desarrollo de nuestro cine, un cine que nos exprese como pueblo y nación, es esta ocasión nos dirigimos a ustedes con el fin de presentar la propuesta de una segunda reforma parcial de la Ley de Cinematografía Nacional, que estimamos oportuna, necesaria y justa.
Desde los años 60, en el I Encuentro de Cine Nacional en Ciudad Bolívar, los creadores y trabajadores cinematográficos levantan la bandera de la Ley de Cine, un debate que continúa en las Jornadas de Caracas, Valencia y Cumaná, en el Congreso Cultural de Cabimas, en los Encuentros de Cine Latinoamericano en Mérida, y en cada espacio y en cada película, una lucha de décadas por el reconocimiento por parte del Estado de la importancia del Cine Venezolano como expresión cultural y por la conquista de un marco legal que estableciera las bases para su desarrollo.
Finalmente, en 1994 el Congreso de la República aprueba la Ley de Cinematografía Nacional. Sin embargo, poderosas presiones económicas y políticas nacionales e internacionales, hacen suprimir de la ley un artículo fundamental que aseguraba el financiamiento estable del sector. Pero en el 2005, la Asamblea Nacional presidida, en ese entonces,  por Nicolás Maduro Moros, aprueba una primera reforma, impulsada por nuestra perseverante comunidad, y que dota a la ley de los mecanismos que se le cercenaron en 1994, necesarios para la protección y estímulo a la obra cinematográfica nacional, dando así el Estado Venezolano un claro y firme apoyo a nuestro cine.
Con esta reforma se dan enormes avances en todas las áreas de nuestra cinematografía, elevando sustancialmente la producción, generando empleos directos e indirectos, incrementando los estrenos nacionales, fomentando programas de formación para las nuevas generaciones, impulsando la actividad cinematográfica en toda Venezuela, financiando un creciente programa de bienestar social, obteniendo triunfos en los más importantes escenarios del mundo y logrando un reconocimiento internacional cada vez mayor, con el entusiasta respaldo de nuestro público y del país en general que apoya al Cine Venezolano.
No obstante, hoy nuestro cine enfrenta nuevas realidades que impiden la continuidad y consolidación de sus logros, y su desarrollo en procura de nuevas metas, a esto se agregan una serie de deficiencias y vacíos en el vigente marco normativo, lo cual plantea la necesidad de una nueva reforma que permita superar las debilidades existentes y dar respuestas a necesidades actuales en función del fortalecimiento del cine nacional.
Producto de un largo e intenso debate de los gremios y organizaciones de la comunidad cinematográfica agrupadas en el Foro del Cine Venezolano, hemos presentamos, en pleno ejercicio democrático de participación protagónica que garantiza nuestra constitución y asumiendo nuestro rol de pueblo legislador, el Proyecto de Segunda Reforma Parcial de la Ley de Cinematografía Nacional, la cual fortalece al conjunto de nuestra cinematografía, dotando al cine nacional de recursos indispensables para su producción a todos los niveles, dando estímulos a la inversión dirigida a impulsar a nuestro cine, planteando una política de incentivos, propiciando la creación de los fondos regionales, resguardando la exhibición del cine nacional, atendiendo al proceso de formación, garantizando al público el acceso a un cine mundial, plural y de calidad, y amparado la conservación de la obra cinematográfica.
Esta segunda reforma parcial recoge y da respuestas a necesidades que nos impone la realidad actual, cubre deudas de la reforma anterior y reivindica algunas de las más justas banderas del Cine Venezolano.
El Cine Venezolano es una vocación y una aspiración colectiva cuyos cimientos se asientan en el perseverante esfuerzo creador de sucesivas generaciones. Nuestros logros actuales, que conjugan la labor de sus autores, productores, artistas y técnicos, son a la vez, en buena parte, resultado del esfuerzo de vida de gran cantidad de venezolanas y venezolanos y de quienes llegados de muchas otras partes se nos sumaron, y que a lo largo de más de un siglo, remontando limitaciones y dificultades, dieron lo mejor sí para que fuera posible el crear y hacer cine en Venezuela. De igual manera el presente y el futuro de ese legado común que es nuestro cine, dependen de los esfuerzos que hoy hacemos como parte de una comunidad que siempre ha sido consciente de su responsabilidad histórica. Por esta razón, por el bienestar y el porvenir de nuestra cinematografía como un todo, respaldamos este Proyecto de Segunda Reforma Parcial de la Ley de Cinematografía Nacional que ha presentado el Foro del Cine Venezolano ante el cuerpo legislativo venezolano.
Firman los presidentes y representantes de estas agrupaciones: Anac, Avepca, Caveprol, Cámara del cine y el video, Asociación venezolana de  documentalistas, Circuito Gran Cine, Sociedad cinematográfica de editores de Venezuela y otras instituciones.



viernes, octubre 23, 2015

Desde Canarias llegó un didáctico iceberg

La familia Vidal,el autor canario, el productor asociado y  un grupete de frescos actores
El dramaturgo español Antonio Tabares (La Palma, 1973) confesó en Caracas  que nunca esperó ver su obra  La punta del iceberg  (merecedora de los premios Tirso de Molina, 2011, y Réplica, 2012) estrenada tan pronto en la capital de “la Octava isla”, como llaman entrañablemente a Venezuela en el archipiélago canario. Fue, para él, como un renacimiento en esta tierra donde laboró su progenitor hace muchos años, especie de sensible reencuentro con su pasado familiar.  
Tabares  es periodista en el ayuntamiento de Santa Cruz de la Palma  y en sus ratos libres-los cuales no son muchos, porque está casado y tienen tres hijos- escribe teatro, actividad donde le ha ido muy bien hasta ahora. Ya  cuenta con otras piezas como  Una hora en la vida de Stefan Zweig,  Cuarteto para el fin del tiempo  y  La sombra de don Alonso  (su primera obra, de 1998). Y está pergeñando el libreto de una ópera de cámara para el compositor canario Alberto Roque. 
En su encuentro con la crítica y el público caraqueños,  Tabares  puntualizó que un buen texto teatral tiene que hablar de nosotros mismos. De personas de carne y hueso y de temas que no nos resulten ajenos; pero eso que parece tan fácil es lo más difícil. “Como decía Lorca: No vamos al teatro a ver qué pasa, sino a ver qué nos pasa”.
LA VERDAD OCULTA
La embajada de España en Venezuela, dentro de sus actividades culturales en esta Tierra de Gracia, auspició la producción de  La punta del iceberg , la cual hace temporada en el Espacio Plural del Teatro Trasnocho Cultural, dirigida profesionalmente por Javier Vidal  y con creíbles caracterizaciones logradas por Julie Restifo, Juan Carlos Gardié, Gerardo Soto, Gonzalo Velutini y los jóvenes Jan y Josette Vidal-Restifo, para brindarle así al público una entretenida y didáctica reflexión sobre la complejidad de las relaciones laborales  en una empresa y lo que puede ocurrir cuando entran en crisis las relaciones interpersonales de trabajadores y trabajadoras y ocurren tres suicidios y dos intentos, por lo cual se realiza  una severa investigación que permitirá  demostrar, como lo predica  el mismo título,  que la verdad no es lo que se  muestra sino lo otro, lo oculto, y que los cinco incidentes  son la muestra que todo no está bien y que al normal estrés laboral se añaden otros factores que desencadenan las lamentables tragedias.
SINOPSIS
 Tabares  creo su pieza a  partir  de una serie de hechos reales, ocurrido en Francia, durante el año 2007,  cuando tres empleados se quitaron la vida en  sus puestos de labores  a lo largo de seis meses. Todo apuntaba a que la presión y la sobrecarga del trabajo estaban íntimamente conectadas con aquellos sucesos. El  dramaturgo investigó a fondo  esos  dramáticos sucesos  y, tras de ubicarlos en España, elaboró  La punta del iceberg  donde ficciona la realidad y presenta a la diligente funcionaria empresarial Sofía Cuevas, enviada desde la sede principal, que  tras nueve reuniones con el personal –cuatro  empleados y un líder- llega a sus rotundas conclusiones: agudos y peculiares problemas personales de los suicidas, agravados por el estrés laboral y la falta de un diligente apoyo profesional (psicólogos sociales y psiquiatras),  quienes cayeron en agudas depresiones que los llevaron al suicidio.
Se trata, pues, de un thriller psicologista donde la sociedad en general y la empresa en particular son las responsables de los letales incidentes. La pieza culmina  con otro suicidio y  la crisis vuelve a repetirse con las típicas preguntas: ¿por qué se mató?, ¿a quién se puede culpar?, ¿es el sistema económico capitalista tan perverso?, ¿el suicidio es una enfermedad social contagiosa?, etcétera.
MONTAJE Y ADVERTENCIA
El texto está en su punto y el montaje luce bien resuelto –un mínimo de escenografía y todo descansa en unas sillas y unos escritorios  escolares, diríamos nosotros- gracias el director Vidal y el equilibrado desempeño actoral. Todos ellos hacen gratos los 90 minutos del dramático espectáculo; el cual tiene su advertencia sobre situaciones similares, porque eso  ocurrió realmente en el pais galo, pero se ha presentado en otras naciones y no se sabe cuántas veces aquí en Venezuela, ya que los sistemas labores no están supervisados como debe ser, y los trabajadores y trabajadoras pueden inmolarse por un suma de conflictos laborales y  crisis intimas, sin dejar de lado la amenaza latente del despido, con cualquier justificación.
Aquí debemos recordar que el corazón de las empresas, públicas y privadas, no es sensible a las normales crisis de las relaciones interpersonales, y lo que sí hay es “un sálvese quien pueda”, porque las organizaciones sindicales, en su mayoría, solo existen  para reclamar mejoras salariales, pero nunca exigen una vigilancia profesional para sus asociados, a sabiendas que todos son susceptibles de desenlaces fatales, sin excepciones, porque para el suicidio solo se necesita estar vivo y no encontrar una mano amiga o un consejo en el momento indicado  de una obstinación que germina lentamente o estalla de repente. Se olvidan que los seres humanos son seres psicobiosociales.
ACTUACIONES
Más allá de la aceptación o rechazo a la temática y su argumentación, porque hay espectadores a quienes eso no les interesa, según ellos,  hay que exaltar el conjunto actoral ahí presente: dos generaciones en su mejor momento. Esplendidas  las performances de Julie, Juan Carlos, Gerardo y Gonzalo, al lado de los jóvenes Vidal-Restifo en unos personajes que les calza como anillo al dedo. Estos artistas venezolanos dieron vida  a un texto teatral humanísticamente comprometido,  que ya es historia en la dramaturgia española. Se les agradece porque así la Patria pule esas aristas del arte escénico.
MONTAÑA DE HIELO

Un iceberg   es una gran masa de hielo que flota en los mares fríos, tras desprenderse por rotura de un glaciar. La palabra iceberg está formada por las palabras, en inglés,  ice  significa hielo y, holandés o alemán berg expresa montaña; por lo tanto, iceberg es una  montaña de hielo. A primera vista los icebergs aparentan no ser muy grandes y, esto es porque apenas un 10% queda visible en la superficie y el 90% de su volumen está sumergido en el agua. En psicología, existe la teoría del iceberg de Hemingway, la misma quiere decir que “solo atendemos aquello que es visible a simple vista y lo demás pasa inadvertido”, tal como ocurre con un iceberg. Debido a las características del iceberg, existe la frase “es solo la punta del iceberg”, lo cual significa que una situación o problema es solo una pequeña parte de lo que puede ocurrir.

Lazarillo de Tormes

Andy Pérez en su show teatral para el público de calle.
 A buena hora reabrieron las salas teatrales de Unearte para las agrupaciones. Es por eso que durante el último mes vimos tres espectáculos, los cuales,  más allá de esmeradas y variopintas estéticas, permitieron el lucimiento de nuevas generaciones actorales, esas que, sino desertan o dan el salto de la talanquera, constituyen parte del relevo de la primera treintena del azaroso siglo XXI, porque el teatro -el de Caracas y las 24 regiones- no se ha detenido jamás.
Estado de Sitio (Albert Camus)  y Yo, Federico (Jan Thomas Rujano), dirigidos por Dairo  Piñeres, materializan el horror del fascismo; y Lazarillo de Tormes, versión escénica de Somar Toro, predica la necesaria viveza criolla para sobrevivir en un país que es reserva para esta centuria. Estas depuradas producciones demuestran que sí hay gente que trabaja bien y tiene aspiraciones y deseos de competir con calidad. El público aplaudió sin mezquindades, porque logró la ansiada catarsis con sus comediantes.
Este Lazarillo de Tormes, ajustada versión de Cruz Noguera sobre la novela moralista de autor anónimo, joya de la literatura española del Siglo de Oro, es la saga de un humilde muchacho que crece y se salva de perecer por su habilidad con la palabra y su inteligencia en bruto. No es más que una ardua carrera de obstáculos  para superar la pobreza, derrotar el hambre y al final vencer a la soledad en aquellos tiempos  de nobles y plebeyos en la península ibérica, mientras aquí en América cazaban a los indígenas y  los invasores trataban  de conseguir el fantástico tesoro del dorado. Felicitaciones para los actores Andy Pérez, Somar Toro y Yuzbely Añez por sus correctas performances. 

El teatro criollo, en términos generales, avanza, con tropiezos, unas veces, y con los inevitables hiatos negros por los mutis de creadores insustituibles. Pero sí tiene  suficientes artistas y escritores y, por supuesto un acucioso público. Y hay hasta un tímido Estado y un empresariado que invierten en su desarrollo, pese a las estúpidas comparaciones  que le hacen con las artes de otras repúblicas.

sábado, octubre 17, 2015

Santana sigue ahí

Rodolfo Santana Salas,dramaturgo y cineasta.(foto EAMU)
Vinculó la escritura a la aventura y creyó que los seres humanos deben asumir la vida como un viaje, con naufragios irremediables, y afirmaba que la historia está repleta de héroes viajeros, con sus descubrimientos y combates. Escribió teatro porque no podía ser Hilary escalando el Jomlunga, o el Everest; mucho menos Marco Polo o Charles Limberg. “Y eso mismo ocurre con la ficción, porque el hombre es monotemático con la aventura y desde niños, al igual que Ulises, preparamos la embarcación para buscar la Itaca personal”, así nos lo dijo Rodolfo Santana Salas, cuando ya había escrito no menos de 100 obras, la mayoría publicadas y representadas, porque en vida  se le consideró el dramaturgo criollo más prolífico de Venezuela.
Nacido en Caracas el 25 octubre de 1944 y criado entre Guarenas y Petare, es además uno de los pilares del movimiento cinematográfico criollo, lo que ocurre es que su trabajo era de libretista o guionista y los créditos se los llevaron los directores o los actores, y los reales se los guardan unos pocos y lo sabía muy bien porque pergeñó 13 guiones cinematográficos. El cine le modificó sus conceptos temáticos, rítmicos y estructurales de su teatro y hasta en el lenguaje buscó imágenes teatrales que se sostengan como un primer plano o un travelling. Las transiciones entre estructuras escénicas las manejó con la fluidez de las disolvencias. Y la influencia del ritmo cinematográfico es muy marcada en cuanto a síntesis de las imágenes y su diversidad, como lo reiteraba. Fue uno los puntales para la creación de la actual Villa del Cine.
EN PETARE COMENZO
Sobre sus orígenes teatrales - se desposó a los 19 años, el 22 de noviembre de 1963, el día que asesinaron a John F. Kennedy, con Gladys Rodríguez- recuerda que Aníbal Guerrero, director de cultura de Petare, le preguntó: ¿Sabes de teatro? Dijo que sí, porque conocía al dedillo los trágicos griegos, el Siglo de Oro Español, los autores isabelinos y muchas obras de dramaturgos latinoamericanos. Lo nombraron director de Teatro de la Casa de Cultura y comenzó a organizar grupos en los barrios petareños, barriadas nacientes, donde el polvo flotaba, sin agua ni electricidad.
Se sumergió en las necesidades abrumadoras de unos invasores que rehuían el campo donde cultivar era miserable. Trabajó el entremés  El mancebo que casó con mujer brava, de Miguel de Cervantes, en versión de Alejandro Casona. Cuando lo presentó, en una zona que ahora es La Urbina, recibieron una lluvia de tomates y piedras, y al protagonista, un muchacho vestido de riguroso clásico, le gritaban “Peter Pan marico”. No se detuvo ante el desastre. El fracaso con el entremés cervantino le enseñó muchísimo y a partir de ahí es cuando empezó a escribir teatro.  Primera inquisición  fue su ópera prima y desde ahí entendió que el teatro era una necesidad social, tan importante como el sueño o alimentación.
Reconoce que sus conflictos con la ideología y la verdad comenzaron durante su pasantía por Petare. Y esa imagen no se le fue de sus neuronas, aunque fue torturado por la Digepol tras ser traicionado por su maestro, pero lo salvó José Vicente Rangel Vale. Tan siniestra experiencia por su ideología política lo hizo más radical y es por eso que su teatro enseña que el acto de vivir es una pelea, un combate, el tránsito de una aventura, un marco social y político donde se contradecían las opiniones y “uno habla mediante el drama”, puntualizaba.
Ante su frustración por ser Marco Polo o Cristóbal Colón, accedió a la aventura del espíritu, el cual, según estudiosos que se han dedicado a pesar gente en agonía y después de muerta, el alma pesa diez gramos. “Pero a nivel vital el alma nos conduce y maneja. Somos primariamente reos de un amor que quiere entregarse y no halla los modos”.
OPTIMISTA
Rodolfo Santana Salas decía que “nuestro pueblo vive un momento estelar, que nos modifica como sociedad por los próximos 100 años. Aprendemos, en días, conceptos, formas de asociación y participación que en 200 años nos fueron negadas. El alma de nuestras gentes se fortalece en la confrontación, la diatriba, la confusión y el sentimiento que corre en las calles. Soy optimista y no creo que naufraguemos”. Y porque creía en otro mañana es que preparó un libro con siete obras nuevas que tocaban diversos temas como la muerte, los mundos mágico-religiosos de América Latina y  los asesinatos múltiples.  Sea usted un héroeEl hada azul no tiene celularUn lugar donde nadie nos mire los zapatosEl asesinato múltiple como diversión públicaObra para dormir al público  y  Cómo matar al Fénix, son algunos de sus títulos. Él prosiguió reescribiendo sus obras anteriores. Las rehízo totalmente porque detectó que el lenguaje y los personajes ya no existían en la realidad donde estaban inmersos. No olvidó jamás al Petare de su adolescencia y lo que aprendió con sangre, sudor y lágrimas. Murió en la Guarenas de su infancia, el 21 de octubre de 2013. Su fantasma está por ahí merodeando y maquinando para que no lo echen al olvido, lo encarpeten o lo pospongan para la próxima semana.
DRAMATURGOS DE GAVETA
Rodolfo Santana Salas  aclaraba que el teatro fue, es y será intrincado, tanto que su acceso se vuelve misterioso por todo lo que abarca. Él  afirmaba que “ante las complicaciones que ofrece el arte teatral, lo más habitual es ubicar sus aportes a nivel de maricones exhibicionistas u orgias post estreno. Me perdonaran los poetas y narradores venezolanos, pero Cabrujas Chocrón, Chalbaud, Rengifo, Ott, Viloria, Agüero y otros más, constituyen una parte sustancial de la cultura venezolana”. Lo que pasa, insistía, “es que también el dramaturgo latinoamericano posee una minusvalía extraordinaria. Por lo general se le considera un extraviado entre la literatura y el mal decir. Una excrecencia al pie de una columna dórica. He visto dramaturgos extraordinarios como Tito Cossa -estrenado en todo el mundo-confesando atributos de galeote y peón de arte. Y no es raro. Los latinoamericanos, con buenas obras, debemos enfrentarnos a la estulticia de los directores, a los planos del  lenguaje convencional de las instituciones, al terrible hermetismo de las editoriales. El crítico Rubén Monasterios a los autores de los años 70 nos denominó “dramaturgos de gaveta”, un término que, personalmente, he utilizado para saltar sobre la humillación de crear sin ningún sustento”.



viernes, octubre 16, 2015

Yo, García Lorca

Theylor Plaza da vida al Federico García Lorca de este 2015.
En estos días, cuando se evocan 79 años del fusilamiento y desaparición de Federico García Lorca y se cumplen cuatro décadas  de la muerte del general Francisco Franco, ya en España se habla del fin de “la transición legal” y ahora proponen luchar para lograr “la transición ética”. ¿Qué pasará? Imposible una predicción por ahora, pero en Caracas un grupo de artistas montó, a sala llena, Yo, Federico, como para que nadie olvide jamás el epílogo existencial del autor de La casa de Bernarda Alba, Yerma, Mariana Pineda y otros textos teatrales y poéticos, a manos del fascismo franquista.
Yo, Federico, texto de Jan Thomas Mora Rujano, fue  muy bien escenificado por Dairo Piñeres y los coreógrafos Angélica Escalona y Carlos Dimas, apuntalados en las destrezas físicas del actor Theylor Plaza, de punta en blanco,  y en el virtuosismo de diez intérpretes-bailarines, quienes usan botas y faldas semilargas oscuras y llevan los torsos desnudos y las cabezas rapadas. Es un espectáculo impactante y novedoso, perfectamente acompañado con un ejemplar y profesional trio de músicos (Leonardo Maldonado, Ricardo Chacín y Gabriela Sarauz), que puede suscitar enconadas polémicas por lo que se hizo y como se hizo, o incluso exigir que dure 30 minutos más para exacerbar más a la  fascinada audiencia. 
Se trata de un alucinante unipersonal sobre Federico García Lorca, donde el vate se entrega a un delirio dancístico con los personajes básicos de sus obras y donde se materializa al torero Ignacio Sánchez Mejía en una hermosa faena taurina poética.
Yo, Federico está lejano de la estética tradicional lorquiana y por eso busca y obtiene códigos visuales contemporáneos, lo cual no es malo, sino todo lo contrario, ya que actualiza su prédica contra el fascismo, que está más vivo que nunca y capaz de masacrar hasta los desvalidos poetas, como siempre lo ha hecho.
Con este montaje, producido por Héctor Becerra, el Teatro Nacional Juvenil de Venezuela celebró 25 años de vida. El elenco está conformado por Theylor Plaza en el papel de Federico García Lorca, acompañado de Edward King, Carlos Dimas, Anthony Bracamonte, Erick Zarzosa, José Angarita, Javier Peña, Enrique Calderón, José Figueroa, Alejandro Martínez Oviedo y Luis Ernesto Rodríguez. 
La producción ejecutiva es de Luis Rendón, asistencia de dirección de María Eugenia Gutiérrez; Angélica Escalona en la asesoría de expresión corporal y coreografías. El diseño y realización de utilería y máscaras es de Noelia Rojas,  la pintura escénica del vestuario de Oriely Brizuela y las clases de flamenco a cargo de Carlos Dimas.




jueves, octubre 15, 2015

El gran dictador cumple 75

El día que Charles Chaplin habló por primera vez en una película, se puso serio y miró directamente a la cámara para criticar sin tapujos, amparado en una historia de ficción, las vilezas reales que sacudían al mundo hace ahora ya 75 años, un testimonio que aún hoy mantiene su vigencia.
El célebre cómico del cine mudo que arrancaba sonrisas con su entrañable Charlot, estrenó el 15 de octubre de 1940 en Nueva York su cinta  The Great Dictator,  una obra que se mofaba de las ambiciones totalitarias de los fascismos europeos y terminaba con uno de los mejores discursos de la historia del séptimo arte.
El alegato de más de cuatro minutos y medio con el que Chaplin concluía el filme era una llamada a favor de la democracia, las libertades, la hermandad de los pueblos y contra la avaricia, el odio y la intolerancia.
Un mensaje que resonó como una declaración personal de Chaplin, quien protagonizó, dirigió, escribió y financió el largometraje que levantó suspicacias políticas y reproches diplomáticos desde su fase de producción.
Al actor, The Great Dictator (El Gran Dictador) le supuso ser calificado como propagandista contrario a los intereses de EE.UUpor las autoridades estadounidenses, quienes en 1952 le llegaron a prohibir su regreso al país donde había vivido durante 40 años. Este artista nacido en Londres volvería a EE.UU. en una última ocasión, en 1972 para recoger su Óscar honorífico.
Antes de su entrada en la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. había preferido mantenerse al margen de las tensiones europeas y del auge de los beligerantes nacionalismos que veía con buenos ojos porque se oponían a la que consideraba la gran amenaza de la época: el comunismo.
El antifascismo que emanaba de  The Great Dictator se entendió en aquel mundo polarizado como un procomunismo encubierto, y muchos juzgaron por ello a Chaplin, quien pasó a engrosar la lista negra de artistas vetados por Hollywood.
El argumento del filme se centraba en dos historias, la de un barbero que vivía en un gueto en un país imaginario llamado Tomania, y la del ambicioso líder de ese estado, el dictador Hynkel, ambos personajes interpretados por Chaplin.Tomania era una alusión a Alemania; Hynkel, a Hitler; y el barbero simbolizaba la víctima de la tiranía.
Chaplin hizo que Hynkel y el barbero fueran físicamente semejantes para poder intercambiar sus roles, de tal forma que una casualidad hiciera que al final de la cinta el opresor fuera arrestado por sus soldados y el oprimido ocupara su lugar en el clímax del filme. Los paralelismos no acaban ahí. El documental  The Tramp and the Dictator  (2002) indagó sobre las similitudes existentes entre Chaplin y Hitler, más allá del bigote.
Ambos nacieron en la misma semana de 1889, tuvieron una infancia difícil, el primero en Londres y el otro en Viena, algo que les llevó a tener vocaciones artísticas, las de actor y pintor, respectivamente, y los dos fueron figuras influyentes, aunque de muy distinta forma.
Quien fuera arquitecto colaborador de Hitler, Albert Speer, aseguró en sus últimos años de vida que  The Great Dictator  era "el mejor documental" sobre el líder nazi. Se cree que Hitler tuvo ocasión de ver el filme, aunque se desconoce cuál pudo ser su reacción.
La película fue el mayor éxito comercial de Chaplin, aunque su estreno se limitó a EE.UU., Reino Unido y México antes de la rendición de Alemania en la Segunda Guerra Mundial.
En Francia, que había sido ocupada por los nazis, se pudo ver en 1945, en Italia en 1946 -muerto ya Mussolini-, y en España en 1976, fallecido Francisco Franco.
"The Great Dictator" gustó a los críticos de cine de la época, no así su solemne discurso final, que se contempló como una extravagancia que carecía de sentido dentro de la historia, aunque sus mensaje, sin embargo, sí encontraría su sitio para la posteridad.

Discurso final: El Gran Dictador
 “Lo siento, pero no quiero ser emperador. Eso no me va. No quiero gobernar o conquistar a nadie. Me gustaría ayudar a todo el mundo, si fuera posible: a judíos y gentiles; a negros y blancos. Todos queremos ayudarnos mutuamente. Los seres humanos son así. Queremos vivir para la felicidad y no para la miseria ajena. No queremos odiarnos y despreciarnos mutuamente. En este mundo hay sitio para todos. Y la buena tierra es rica y puede proveer a todos. 
El camino de la vida puede ser libre y bello; pero hemos perdido ese camino. La avaricia ha envenenado las almas de los hombres, ha levantado en el mundo barricadas de odio, nos ha llevado al paso de la oca a la miseria y a la matanza. Hemos aumentado la velocidad. Pero nos hemos encerrado nosotros mismos dentro de ella. La maquinaria, que proporciona abundancia, nos ha dejado en la indigencia. Nuestra ciencia nos ha hecho cínicos; nuestra inteligencia, duros y faltos de sentimientos. Pensamos demasiado y sentimos demasiado poco. Más que maquinaria, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, necesitamos amabilidad y cortesía. Sin estas cualidades, la vida será violenta y todo se perderá. 
El avión y la radio nos han aproximado más. La verdadera naturaleza de estos adelantos clama por la bondad en el hombre, clama por la fraternidad universal, por la unidad de todos nosotros. Incluso ahora, mi voz está llegando a millones de seres de todo el mundo, a millones de hombres, mujeres y niños desesperados, víctimas de un sistema que tortura a los hombres y encarcela a personas inocentes. A aquellos que puedan oírme, les digo: “No desesperéis”. 
La desgracia que nos ha caído encima no es más que el paso de la avaricia, la amargura de los hombres, que temen el camino del progreso humano. El odio de los hombres pasará, y los dictadores morirán, y el poder que arrebataron al pueblo volverá al pueblo. Y mientras los hombres mueren, la libertad no perecerá jamás. 
¡Soldados! ¡No os entreguéis a esos bestias, que os desprecian, que os esclavizan, que gobiernan vuestras vidas; diciéndoos qué hacer, qué pensar o qué sentir! Que os obligan ha hacer la instrucción, que os mal alimentan, que os tratan como a ganado y os utilizan como carne de cañón. ¡No os entreguéis a esos hombres desnaturalizados, a esos hombres-máquina con inteligencia y corazones de máquina! ¡Vosotros no sois máquinas! ¡Sois hombres! ¡Con el amor de la humanidad en vuestros corazones! ¡No odiéis! ¡Sólo aquellos que no son amados odian, los que no son amados y los desnaturalizados!
¡Soldados! ¡No luchéis por la esclavitud! ¡Luchad por la libertad!
En el capítulo diecisiete de san Lucas está escrito que el reino de Dios se halla dentro del hombre, ¡no de un hombre o de un grupo de hombres, sino de todos los hombres! ¡En vosotros! Vosotros, el pueblo, tenéis el poder, el poder de crear máquinas. ¡El poder de crear felicidad! Vosotros, el pueblo, tenéis el poder de hacer que esta vida sea libre y bella, de hacer de esta vida una maravillosa aventura. Por tanto, en nombre de la democracia, empleemos ese poder, unámonos todos. Lucharemos por un mundo nuevo, por un mundo digno, que dará a los hombres la posibilidad de trabajar, que dará a la juventud un futuro y a los ancianos seguridad. 
Prometiéndoos todo esto, las bestias han subido al poder. Pero mienten No han cumplido esa promesa. ¡Ni la cumplirán! Los dictadores se dan libertad a sí mismos, pero esclavizan al pueblo. Ahora, unámonos para liberar el mundo, para terminar con las barreras nacionales, para terminar con la codicia, con el odio y con la intolerancia. Luchemos por un mundo de la razón, un mundo en el que la ciencia y el progreso lleven la felicidad a todos nosotros. ¡Soldados, en nombre de la democracia, unámonos!
Hannah, ¿puedes oírme? Dondequiera que estés, alza los ojos. ¡Mira, Hannah! ¡Las nubes están desapareciendo! El sol se está abriendo paso a través de ellas. Estamos saliendo de la oscuridad y penetrando en la luz. ¡Estamos entrando en un mundo nuevo, un mundo más amable, donde los hombres se elevarán sobre su avaricia, su odio y su brutalidad! ¡Mira, Hannah! ¡Han dado alas al alma del hombre y, por fin, empieza a volar! ¡Vuela hacia el arco iris, hacia la luz de la esperanza! ¡Alza los ojos, Hannah! ¡Alza los ojos!”
Gracias a El Espectador, de Bogotá, y a la agencia EFE