martes, agosto 27, 2019

PARA NO OLVIDAR A RENGIFO

CÉSAR RENGIFO

El caraqueño César Rengifo es más que un recuerdo, ha editorializado la revista Theatron, de Unearte, Y sirve esto para recordar que a 204 años de su nacimiento y 39 de su mutis, la ausencia que nos dejó su desaparición física se transforma una y otra vez en distintos lugares de nuestra geografía en una presencia fulgurante que trasciende en el tiempo a través de su pensamiento y del invalorable legado que representa su obra.
Theatron reitera que en la historia de nuestra cultura contemporánea son muy pocos los artistas criollos que han logrado ocupar de manera tan amplia los espacios del quehacer creador como César Rengifo: dramaturgo, director, pedagogo, poeta, pintor, periodista, y ensayista. “Con persistente voluntad y capacidad de trabajo volcó su mirada y su esfuerzo en el ánimo de desentrañar, desde la perspectiva del excluido social, los procesos históricos de América Latina, y de Venezuela lo cual plasmó con vuelo poético en imágenes, trascendentes tanto en los escenarios como en la pintura. Su pasión era la libertad. Su cuerpo diminuto como de pájaro albergó un alma de gigante que aún sirve de inspiración a todo aquel que se proponga la transformación de la realidad”.
César Rengifo es considerado con razón “El padre de la dramaturgia moderna venezolana”. Lo demuestra no solo su crecida producción, más de 40 obras, sino la forma como abordó, con crudeza y haciendo gala de un estilo no exento de poesía, la realidad de su país, haciendo énfasis en lo social, porque para él la estética que no reivindique al pueblo, carece de función y contenido. Preocupado por la explotación petrolera y el daño que dejaba la maligna conducta de las empresas transnacionales y las displicentes conductas de los gobiernos nacionales de turno, realizó a lo largo de su vida una “tetralogía del petróleo”, piezas que al lograr verlas puestas en la escena, le permitió reescribirlas incluso, donde analizó y cuestionó la explotación petrolera y sus graves consecuencias sociales.
Para el crítico e investigador Leonardo Azpárren Giménez, Rengifo es un dramaturgo importantísimo, que tiene una amplia obra original, y quien junto a Román Chalbaud, Isaac Chocrón, José Ignacio Cabrujas y Rodolfo Santana, es uno los grandes puntales del teatro moderno venezolano de la segunda mitad del siglo XX.
TETRALOGIA PETROLERA
Para nosotros, lo mejor de Rengifo es su ejemplar tetralogía del petróleo, donde él arremete contra el imperio de las petroleras y su nefanda presencia en Venezuela. Deberían los teatreros venezolanos detener durante un año sus producciones extranjerizantes, por lo menos, y planificar y ejecutar un ciclo de montajes y foros con esos cuatro textos porque es necesario predicar precisamente con el teatro. Ahí advirtió las frustraciones de un amplio sector de la sociedad venezolana por el sinuoso destino de la renta petrolera, además de la muerte lenta de la agricultura y el éxodo de los campesinos a las grandes ciudades para buscar un destino incierto o esquivo, al tiempo que señalaba la incesante sustitución de la cultura nacional por una foránea, “bien servida” por todos los medios de comunicación.
Ahí están, pues,   Las mariposas en la oscuridad (entre 1951 y 1956), basada en el éxodo y el abandono de los campos venezolanos ante la invasión (y nunca esa palabra fue tan patética) de las empresas petroleras. Muestra el dolor del campesinado al dejar atrás sus raíces, lo que le lleva a supercherías tan burdas y grotescas dejando el presente como testigo de un pasado.
Concibió para únicamente tres actos a El vendaval amarillo (1952), que  transcurre en  el estado Zulia, entre los años 1938 y 1939, una zona que sacrificó su explotación agraria y lanzó, sin destino alguno, a los campesinos, al tiempo que sus poblados eran destruidos. Denuncia con sus diez personajes populares cómo los terratenientes fueron vendiendo, sin contemplaciones, sus haciendas para que las compañías petroleras iniciaran y avanzaran en la búsqueda de “el estiércol del diablo”.
Un marxista, como era César, no podía dejar pasar la oportunidad de inmiscuirse en la vida privada de los empleados estadounidenses de las petroleras, desnudarlos de sus supuestos ropajes de dignidad y exhibirlos como unos asesinos desalmados. Eso lo logró con El raudal de los muertos cansados (1969). Muestra cómo se va urdiendo una serie de intrigas entre los petroleros para quedarse con un cargo burocrático que les permitirá ganarse unos cuantos miles de dólares más, aunque para ello tengan que matar o sacrificar al personal que trabaja para ellos, al tiempo que la explotación petrolera avanza y se lleva por delante a los mismos obreros.
Y diez años antes de su muerte, entregó Las torres y el viento, la más poética y la más completa pieza de su tetralogía petrolera, la cual vimos en memorable montaje que hiciera Herman Lejter. Sintetizó en el preámbulo el valor de las torres de petróleo y el viento en los pueblos donde la explotación del mineral ha cesado: “Torres destruidas y viento. He ahí para muchos venezolanos lo que queda del petróleo”. Como frustración de la riqueza fácil o decepción por el inalcanzable Dorado, las torres en abandono y el viento pasando libre entre las viviendas abandonadas, resulta, por la fuerza de sus significaciones, son casi un personaje. Es una de las obras más resaltantes del teatro de Rengifo, la cual fue llevada a la escena por el Teatro Universitario de la UCV, en los tiempos de Herman Lejter, hacia 1975.
PROFETA
¿Sería chavista César Rengifo si hubiese sobrevivido a sus dolencias físicas, que no eran pocas? No sabemos, porque eso que él denunció en sus obras, no era de su exclusividad, sino que ya el resto la inteligencia venezolana, especialmente la de izquierda. Luchaba para detener el proceso desgastador que durante un gran parte del siglo XX significó la explotación de los hidrocarburos.
No hay que ser chavista para execrar los abusos cometidos, no sólo por las empresas sino por los gobiernos títeres. Lo único cierto es que todo lo que él advirtió se cumplió y que al final el petróleo terminó por ser controlado por el Estado venezolano al desencadenarse una serie de cambios en la conducción política del país, pero las secuelas de los malos años no ha podido curarse todavía, ni los muertos inocentes resucitarán jamás.
Él hizo lo suyo al escribir su teatro, pero muy pocos con poder político le hicieron caso y las consecuencias están a la vista, porque ya no somos un país independiente económicamente. Junto con el alud del capital extranjero, explotador, nos llegó también una pseudo civilización estandarizada. Y junto a los ranchos, habitados por gente depauperada y sin ninguna cultura, apareció la pseudocultura del petróleo”.



VUELVE EL POPOL VUH A CARACAS

JOSE LUIS LEÓN PACHECO

La Compañia Nacional de Teatro, bajo la direccion de Carlos Arroyo, hace temporada en su sede artística, el Teatro Alberto de Paz y Mateos, con la pieza Popol Vuh, versión escénica y direccion general de Jose Luis León Pacheco. He aquí sus respuestas:
¿Qué significa montar esta versión escénica del legendario libro de los maya, el Popol Vuh?
El montaje del Popol Vuh, fue sumamente gratificante, por varias razones, una de ellas el reto de narrar teatralmente la génesis de uno de los pueblos más importantes para la humanidad, herederos de gran sabiduría, fundamentados en sentirse todos como un solo ser,  “In lak’ ech a lak’ en (tú eres yo y yo soy tú), es el mensaje síntesis que me cautivo para hacer esta versión y dirección para el teatro del Popol Vuh, la presencia del amor como fuerza motora,  la comprensión hacia los demás es la base de las enseñanzas de este maravilloso texto ancestral, donde la magia se transforma en la sabiduría y el reencuentro con nosotros. La utilización de elementos teatrales como el video maping, la participación importantísima de la Orquesta Filarmónica Nacional en la interpretación de la maravillosa creación Musical del maestro Federico Ruiz que paso a formar un personaje más en esta historia,  hizo de esta experiencia un espacio de creación en equipo junto al elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro que asumió este reto  desempeñándose con un alto nivel profesional y de entrega absoluta a la creación, asumiendo el trabajo actoral, dancístico y el manejo de elementos como una forma integral de hacer llegar el mensaje-enseñanza de nuestros ancestros americanos   
¿Qué reacciones recibió de la comunidad ante este trabajo de creación escénica poco frecuente en el teatro venezolano?
En el trabajo de dirección siempre intento lograr la comunión entre el público y los artistas, entendiendo que esta es la base del teatro, esas dos energías que se encuentran en el recinto teatral para vivir una historia, un espacio donde ese encuentro de los artistas y el público es la base real del teatro, En el Popol Vuh sentí esa comunión, que para mí, representa el verdadero sentido de este arte, un regreso al principio de los tiempos y como nuestros pueblos originarios, sentados alrededor del fuego para contar sus historias de caza, leyendas sobre el origen de los pueblos, hazañas y religión. En este caso, desde las butacas y el escenario de una gran sala caraqueña.
 ¿Cómo será ahora el montaje si se tiene en cuenta que es en otro tipo de sala teatral?
Sí, en este caso remontaremos la obra en el Teatro Alberto de Paz y Mateos, se harán unas pocas adaptaciones espaciales, pero manteniendo intacto el espíritu de la pieza. Ahora es trabajo laborioso, adaptar videos y escenografía, remontar o espaciar partituras físicas, en este caso no se podrá tener la música en vivo como originalmente se hizo en el Teatro Municipal de Caracas  sin embargo para estos caso se cuenta con una maravillosa grabación realizada en las Sala José Felix Ribas, interpretada por la  Orquesta filarmónica Nacional de la Compañía Nacional de Música y la dirección del maestro Daniel Gil, bajo la mirada celosa de Federico Ruiz hicieron una maravillosa grabación para esta ocasión  
 Deme los lapsos de la nueva temporada
Las presentaciones serán en el Teatro Alberto de Paz y Mateos del 30 de agosto al 22 de septiembre, viernes, sábados y domingos a las 3 pm.

domingo, agosto 25, 2019

Hombre reaparece en Los Altos Mirandinos


Hombre llega a las tablas después de 29 años.Se trata de una pieza teatral que desarrolla la trama del conflictivo que está viviendo Javier, entre los recuerdos tormentosos de su pasado y un presente perturbador. 
En el transcurso de la obra se tocan temas profundos para el género masculino, en los distintos roles que cumple en la sociedad. Entre ellos el machismo, la sexualidad como tabú, la homofobia, la corrupción, la soledad y la traición. 
Su objetivo principal es mostrar al espectador que en la mente de un hombre se esconde un lado oscuro que puede ser un trágico detonante. 
Es un texto escrito por el dramaturgo y maestro del teatro psicológico Johnny Gavlosvky, la cual retorna a las tablas bajo la dirección de Luis Miguel Sánchez, quien también estará a cargo de la interpretación de Javier el personaje principal. Acompañado de un elenco conformado por Jesús Márquez en el personaje de Esteban, Otto Caedal como Javy, Adrian Troya como Agusto y Anyolina Broy interprentado a Romina.
La primera temporada se llevará a cabo en la sala de teatro de los Altos Mirandinos "Alto Teatro", todos los sábados y domingos,a partir del 31 de agosto. Única hora de la función a las seis de la tarde.

GARCÍA GÁMEZ ES DOCTOR EN TEATRO HISPANO EN NUEVA YORK

PABLO GARCÍA GÁMEZ
Pablo García Gámez (Caracas, 22 de septiembre de 1961), el premiado autor de Oscuro, de noche, la pieza galardonada por la Compañía Nacional de Teatro, se reporta desde Nueva York para informar que ya terminó la tesis para doctorarse en la principal de “La capital de mundo” y se puso a escribir como loco – cuatro pizas en mes y medio-, pero “como ahora daré clase en una universidad diferente, no me he puesto a promoverme.  Lo que está en pie es un proyecto al que el teatrero venezolano Wicho me invito a participar y que se hará en Madrid, durante este otoño o comienzos del 2020.  Una propuesta centrada en diversos puntos de vista sobre la inmigración y las crisis por la que muchos refugiados pasan en distintas partes del mundo. El otro proyecto que se discute, pero que aún no concreta, es Las damas de Atenea, en Buenos Aires para el 2020.  A ver ojala cuadre.  Eso es lo que está en el tapete”. 
La tesis de García Gámez es sobre el teatro hispano en Nueva York: Desde El margen: Teatro alterno y comunidades hispanas en Nueva York 1997-2017. “Es una revisión del teatro que se hace en español, que por cierto, se inicia con publicaciones de textos en 1840.  Es un teatro con una historia compleja. Además analizo 8 piezas de cuatro autores: Eva Cristina Vásquez, Tere Martínez, Jorge Merced y Marco Antonio Rodríguez. En común estos autores tienen rasgos comunes como la historia y la memoria así como la representación de sujetos marginados. Reviso también performances callejeros como la “Marcha Trans Latina de Queens”, la cual ha dado visibilidad a esta población en un condado tradicionalmente homofóbico; la Marcha se hace en septiembre para protestar la violencia de género así como obras que se representan en la calle”.




miércoles, agosto 21, 2019

El pianista del océano


Este monólogo escrito por Alessandro Baricco yo lo tenía en casa, en la edición de la editorial Anagrama. También había visto la hermosa versión cinematográfica, hecha en 1998 por Giuseppe Tornatore. Entonces en el 2017 recibí dos señales que me hicieron decir "hay que hacerla": una fue por parte de Douglas Palumbo, quien la había visto montada en Buenos Aires y me comentó que al verla pensó en mí para hacerla y que me vendría muy bien. Y también Dairo Piñeres casi al mismo tiempo junto a su productora Johana Villafranca me la propusieron. Así que con esa doble señal junto a lo que me gustaba esa historia me dije "hay que hacerla". Por algunas razones no se pudo hacer en el 2017, pero estamos muy contentos de que 900, la leyenda del pianista en el océano este en cartelera junto a este hermoso y muy querido equipo en el 2019.
  Así cuenta Antonio Delli el por qué y el cómo es que está haciendo ese fantástico personaje de tan conmovedor unipersonal. “El montaje y los ensayos fluyeron hermosamente. Es un texto hermoso y exigente, que abordamos desde lo sencillo, desde lo humano, descubriendo a través del trabajo de mesa y luego del montaje el viaje de esta fascinante historia contada por un trompetista que formó parte de la banda y que se convirtió en el mejor amigo de este pianista extraordinario llamado 900”.
 “Me siento muy a gusto con este hermoso proyecto rodeado de un equipo tan admirado y querido. Uno siempre debe sentirse agradecido de las cosas hermosas que nos dan la vida y 900, la leyenda del pianista en el océano es un regalo como actor y como creador. Además es un texto que nos enseña a respetar las decisiones de cada quien. Cada decisión es personal y esta obra tiene que ver con respetar a cada quien y con querernos como somos. El viaje de cada ser humano es fascinante y personal”.
“Me siento realmente agradecido por tener una carrera teatral tan hermosa, variada y constante. He podido trabajar con directores extraordinarios de quienes he aprendido mucho como creador. Trabajar junto al gran Carlos Gimenez, por ejemplo, fue muy importante, mientras además me formé en el Taller Nacional de Teatro, todo un gran aprendizaje. Con la agrupación Rajatabla viajé por primera vez sin mi familia fuera de mis fronteras con la pieza Casas muertas, un gran montaje junto a un maravilloso elenco. En este viaje me acompaña mi querido Dairo Piñeres, gran director y creador y estoy muy contento de volver a trabajar juntos, después del montaje inaugural de la pieza Crónicas desquiciadas de Indira Páez, que haya pensado en mí para este proyecto. Y, ya que me lo preguntas, en ambos coinciden la pasión por el teatro y la creación”.   900, la leyenda del pianista en el océano estará en cartelera en el Espacio Plural del Trasnocho Cultural los viernes a las 7 y 30 pm, y sabados y domingos a las 7 pm, hasta el 22 de septiembre.
 “Después de esta temporada de 900, la leyenda del pianista en el océano se repone Medida por medida, dirigida por José Tomás Angola, donde soy protagonista, y también 900, la leyenda del pianista en el océano seguirá viajando, dios mediante, bastante rato”.


EL BAÑO DE SANTANA


El fantasma del dramaturgo y guionista de cine Rodolfo Santana recorre escenarios y también oficinas públicas y privadas de productores y empresarios teatrales. No descansará todavía porque se marchó sin culminar uno de sus más ambiciosos proyectos: la institucionalización del Festival Nacional de Teatro Venezolano.
Santana luchaba para que, cada dos años, las salas teatrales de Caracas y otras ciudades albergaran los montajes de los dramaturgos nacionales y de esa manera hacer conocer al público la existencia del pensamiento, el sentimiento, la historia y los mitos de los hijos e hijas de esta Tierra de Gracia, poetizados y convertidos en espectáculos. Logró la promesa de recursos económicos y físicos, además de logísticos, para ese gran evento teatral, y solo faltaba que fijaran la fecha y las respectivas convocatorias destinadas a los teatreros y la organización de sus agendas de trabajo.
Por eso ahora su fantasma esta por ahí merodeando y maquinando para que no lo echen al olvido, lo encarpeten o lo pospongan para la próxima semana. En Venezuela es larga la historia de instituciones culturales que se hundieron tras la desaparición de sus gestores, dañando así a nuevas generaciones y echando cenizas sobre esas memorias positivas para la identidad nacional.
DRAMATURGUIA SOCIOPOLÍTICA
Rodolfo Santana (Caracas, 24 de octubre de 1944/Guarenas, 21 de octubre de 2012) aclaraba que el teatro fue, es y será intrincado, tanto que su acceso se vuelve misterioso por lo que abarca. Él, que pergeñó no menos de 100 textos, además de 13 guiones cinematográficos, afirmaba que “ante las complicaciones que ofrece el arte teatral, lo más habitual es ubicar sus aportes a nivel de maricones exhibicionistas u orgias post estreno. Me perdonaran los poetas y narradores venezolanos, pero Cabrujas Chocrón, Chalbaud, Rengifo, Ott, Viloria, Agüero y otros más, constituyen una parte sustancial de la cultura venezolana”. Lo que pasa, insistía, “también es que el dramaturgo latinoamericano posee una minusvalía extraordinaria. Por lo general se le considera un extraviado entre la literatura y el mal decir. Una excrecencia al pie de una columna dórica. He visto dramaturgos extraordinarios como Tito Cossa -estrenado en todo el mundo-confesando atributos de galeote y peón de arte. Y no es raro. Los dramaturgos latinoamericanos, con buenas obras, debemos enfrentarnos a la estulticia de los directores, a los planos del lenguaje convencional de las instituciones, al terrible hermetismo de las editoriales. El crítico Rubén Monasterios, a los autores de los años 70 nos denominó “dramaturgos de gaveta”, un término que, personalmente, he utilizado para saltar sobre la humillación de crear sin ningún sustento”.
VIGENCIA
A 32 años del estreno de Baño de damas en la sala Anna Julia Rojas del otrora Ateneo de Caracas, logrado con gran éxito de público por Ibrahim Guerra, y a seis lustros de la huida del fundador y líder estético del grupo Rajatabla, Carlos Gimenez, el director Aníbal Grunn ha realizado una ejemplar versión escénica del célebre texto de Rodolfo Santana y hace ahora temporada, en el Celarg, como parte de la programación 2019 de la Compañía Nacional de Teatro, institución productora que comanda Carlos Arroyo.
Para este montaje de Baño de damas, el tercero que se logra después de que también la presentara Gerardo Blanco en la otrora sala ateneísta durante la temporada 2002, el vestuario y la escenografía son creación de Hector Becerra y participa un sólido elenco de profesionales integrado por Aura Rivas, Francis Rueda, Livia Méndez, Maria Brito, Citlalli Godoy, Ariana León, Marxlenin Ciprani, Randimar Guevara,  Dora Farias, Gerardo Luongo, Yurahi Castro, Jean Manuel Pérez y Nella Alfonzo, otros comediantes del elenco estable de la CNT.  
Para este montaje que  se ambienta en el supuesto foyer del lujoso baño de una discoteca caraqueña, el director Grunn desechó el  brutal hiperrealismo propuesto por Santana, ya que no quería ni las pocetas ni los lavamanos de los baños tradicionales, y se entregó al estudio y revisión, además de discretas podas, del texto original; porque quería trabajar sobre las historias de las mujeres venezolanas ahí representadas, con ese “mundo maravilloso, complejo y tan actual”.
Cuando descubrió el verdadero conflicto de la que sería su versión, ambientado en un local de la Caracas contemporánea, se dio cuenta de lo que pedía Santana, hacia donde apuntaba sus baterías. Se trataba de una obra coral, donde todas se unen para enfrentar su gran conflicto: el machismo. Y todo el elenco aceptó que se trataba de hacer una comedia no solo para que el público la pasara bien, sino que también reflexionara a partir de las 14 historias personales que ahí se iban a plasmar.
De todo ese trabajo de mesa quedó una sinopsis relativamente simple: una mujer, “de pueblo”, cuida los baños y tiene que atender a su nieta de 15, que lleva tres meses de embarazo ,al tiempo que espera por un informe médico sobre su esposo hospitalizado de emergencia; y todo esto se desarrolla, a lo largo de 70 minutos de tiempo real, donde doce mujeres y dos hombres desocupan sus cuerpos y sus almas de todos los conflictos que les acosan: un marido celoso que golpea a su pareja, una parejita de jovencitas consumidoras de drogas y además lesbianas que son recriminadas por una alegre madre que quiere lo mejor para su hija, una actriz de televisión que disfruta de su fama y de la solidez de su cuerpo, un transexual que trabaja como mesonero en ese local y que sueña someterse a una operación  definitiva en Bogotá, un diputado de la Asamblea Nacional que todo lo resuelve a puñetazos y amenaza a quienes se le opongan con un pistolón, y una mujer que planifica abortar para evitarse mayores problemas en su relación con la pareja que tiene. En fin, un mundo femenino, a la venezolana, en su mayoría entregado a la diversión, pero sin olvidarse que la vida continua después de ese noche de jolgorio.
En síntesis, Baño de damas no es una simple comedia para reírse a costillas de los personajes ahí plasmados, pues ahí están los ejemplos básicos de la violencia de género, las prácticas abortivas, los embarazos no deseados ni planificados por no existir una cultura sexual racional, además de otras “perlas”, como la homofobia y la transfobia. Una temática global que hace 30 años era un asunto cotidiano y que ahora en segunda década del siglo XXI no sufrido mayores alteraciones, salvo que la transexualidad ahora es más aceptada y cuenta con mayores y mejores técnicas para la temible RQS, pero las discriminaciones están a flor de piel, a pesar que la CRBV 1990 impera…pero no se aplica totalmente.
MONTAJE ACTUAL
Santana llegó a la elaboración de este texto porque escuchó una grabación de conversación de unas mujeres   en una discoteca caraqueña y de ahí salió un texto ampuloso, que inicialmente duraba dos horas en escena.
El montaje de Grunn es austero, nada de excesos, los personajes entran y salen al foyer, van a los baños, y vuelven a la rumba, mientras que la cuidadora del baño espera el desenlace fatal de su marido, con más de 30 años de matrimonio, y recrimina la liberalidad sexual de su hija. Muestra una cotidianidad casi kafkiana: unos trabajan y sufren mientras que otros se divierten. La realidad siempre será superior a la fiction teatral, por supuesto, otros dirían que vivimos el mito de Sísifo sin saberlo.
Para Grunn, Baño de damas no es solo una obra de mujeres, definitivamente es una obra feminista, donde los valores, debilidades, inseguridades, contradicciones y luchas están presentes en el escenario. Cree que el universo profundo de ellas, las clases sociales, sus miedos y sus aciertos están representadas en la obra y muchas de esas situaciones no están resueltas. Ellas, las mujeres, y los transexuales y las lesbianas viven y cuando entran al baño, se sienten seguras, unidas, acompañadas, fuertes. El sector masculino está mal representado, es brutal y verosímil pero Santana no tuvo tiempo de maquillarlo.
El público, que significa el éxito o el fracaso del espectáculo mismo, disfruta de principio a fin y en la escena final o el desenlace, cuando las mujeres y el transexual le caen a golpes al diputado abusador, aplaude frenéticamente, cual si fuese una representación del legendario obra Fuenteovejuna (1619) de Lope de Vega, cuando el populacho castiga al tirano y clama por la presencia del rey, siempre de origen divino.

domingo, agosto 18, 2019

LA CNT PREMIA AL TEATRO Y AL ENSAYO DE LOS VENEZOLANOS

PABLO GARCÍA GÁMEZ

La Compañía Nacional de Teatro (CNT) fundada ya hace 35 años por el Poder Ejecutivo no se detiene. Mientras ahora hace temporada con su espectáculo Baño de damas en la sala principal del Celarg, abrió los lapsos para sendos concursos relacionados con la creación teatral: ensayistas y dramaturgos.
Es por eso que La CNT, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura (MPPC) convoca a creadores, investigadores, docentes y estudiantes universitarios de las artes escénicas y disciplinas afines a participar en el Concurso de Ensayos sobre Teatro 2019, que tiene como objetivo fomentar la reflexión y construcción de conocimientos teatrales.
Podrán participar creadores, investigadores, gestores culturales de instituciones u organizaciones teatrales o afines, docentes y estudiantes universitarios venezolanos dentro y fuera del territorio y extranjeros (con cinco años de residencia en el país) que desarrollen aportes analíticos sobre el teatro desde sus procesos académicos, de gestión cultural y prácticas artísticas, bajo las siguientes grandes líneas temáticas: Discursos estéticos y aportes teóricos. Creación teatral, sus prácticas artísticas. El cuerpo como sujeto de la acción teatral. Formación, aprendizajes y diálogos de saberes. Gestión, consumo y economía teatral. Diversidad y acción integrativa. Historia del teatro. Teatro y acción social.
El ensayo a concursar deberá ser inédito y original, que no haya sido galardonado anteriormente, no esté compitiendo en otros concursos y cuyos derechos de autor no estén comprometidos con terceros. Su estructura formal será: título en negrita, seudónimo, resumen (abstract), cuatro palabras clave, introducción, desarrollo, conclusiones y bibliografía.
El texto ganador recibirá un premio único en metálico, diploma y la publicación del escrito en formato impreso o digital de circulación libre. El jurado estará conformado por especialistas de reconocida trayectoria profesional. La convocatoria se abrió a partir del 2 de mayo hasta 31 de octubre. Este año, el concurso se realiza en alianza con los Gabinetes Estadales de Cultura en el esfuerzo de llevar la convocatoria a todos los rincones del país.
La planilla de inscripción, las bases del premio y los requisitos para participar en el Concurso de Ensayos sobre Teatro 2019 se pueden descargar en la página web de la Compañía Nacional de Teatro: www.cnt.gob.ve Para mayor información pueden comunicarse a través de los números de teléfono: (0212) 481.2147/7306/0715/2227. Además visita y sigue nuestras redes sociales: Twitter: @CNT_Venezuela y Fan Page Facebook: Compañía Nacional de Teatro.
PREMIO APACUANA 2019
La CNT también convoca a la V edición del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2019. Dirigido a estimular la creación de obras teatrales cuya temática promueva el análisis y la discusión de la teatralidad venezolana mediante el reconocimiento de nuevos planteamientos discursivos y estéticos de la dramaturgia nacional.
La convocatoria se realiza del 02 de mayo al 31 de octubre a todos los creadores venezolanos dentro y fuera del territorio y extranjeros (con 10 años de residencia en el país) con una obra de teatro inédita y original de cualquier temática, que no haya sido galardonada ni escenificada anteriormente. El ganador(a) obtendrá un premio único en metálico, diploma, publicación y el montaje de la obra por la CNT. El premio forma parte de las políticas de fortalecimiento de la dramaturgia nacional para el enaltecimiento de la capacidad creativa y de producción artística criolla.
 El rotundo éxito de la puesta en escena estrenada el año pasado de la obra ganadora del premio, Oscuro, de noche de Pablo García Gámez, dirigida por Carlos Arroyo, con la producción de la Compañía Nacional de Teatro y su elenco estable permiten reafirmar el compromiso de este esperado evento que se ha convertido en toda una tradición de las tablas venezolanas.
Para la V edición de este año, el premio cuenta con la alianza de los Gabinetes Estadales de Cultura con los que desea llevar la convocatoria a todos los rincones del país. La planilla de inscripción, las bases del concurso y los requisitos para participar en el prestigioso Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2019 se pueden descargar en la página web de la Compañía Nacional de Teatro. Para mayor información pueden comunicarse a través de los números de teléfono: (0212) 481.2147/7306/0715/222 .

jueves, agosto 15, 2019

NOVECENTO, EL PIANISTA DEL BUQUE


Si no es el primer actor del teatro, cine y televisión de Venezuela no es por falta de talento sino de oportunidades y de un ambicioso productor. Nos referimos nada menos que al reputado comediante Antonio Delli, quien precisamente ahora tendrá oportunidad de coronarse como tal, gracias a la célebre pieza de Alessandro Baricco, Novecento, la leyenda del pianista en el océano, publicada en 1994, la cual  llega a la escena caraqueña gracias a Dairo Piñeres y al culto Douglas Palumbo, director de una reconocida empresa publicitaria. 
Novecento, la leyenda del pianista en el océano narra la historia de un pianista nacido sobre un buque, que es incapaz de bajar del barco en el que ha pasado toda su vida y prefiere renunciar a ella antes que afrontar la vida en un mundo que no puede controlar, como el teclado de un piano o el limitado espacio de un barco, es una metáfora del hombre moderno, incapaz de adaptarse a la vida caótica de nuestro tiempo, que se refugia en su personal mundo privado, renunciando a tomar parte de la vida real y terminando por sucumbir.
Este monólogo de Baricco desarrolla la singular historia de Danny Boodman T.D. Lemon Novecento. Apenas nacido es abandonado en el transatláctico Virginian, y lo encuentra por casualidad Danny Boodman, un marinero negro que hará de padre para él hasta los ocho años de edad. Entonces el padre adoptivo muere víctima de una herida ocurrida durante un temporal. El niño desaparece misteriosamente en los días sucesivos a la muerte del padre y cuando reaparece empieza a tocar el piano.
Y es precisamente en el Trasnocho Cultural donde sube el telón este 16 de agosto para recibir en sus escenarios a Novecento, la leyenda del pianista en el océano,  en adaptación de Yovanny Duran, dirección de Dairo Piñeres y actuación de Antonio Delli. 
Este monólogo, el cual se presenta de la mano de la agrupación teatral Séptimo Piso y Queiroz Publicidad, cuenta la historia de Danny Boodman T.D. Lemon Novecento, pianista nacido sobre un buque, quien es incapaz de bajar del barco en el que ha pasado toda su vida y prefiere renunciar a ella antes que afrontar la vida en un mundo que no puede controlar, como el teclado de un piano o el limitado espacio de un barco.
Se trata de una metáfora del hombre moderno, incapaz de adaptarse a la vida caótica de estos tiempos y que se refugia en su personal mundo privado, renunciando a tomar parte de la vida real, por lo que termina sucumbiendo.
 Danny Boodman T.D. Lemon Novecento es descrito por el monologista como un hombre con grandes dotes para el aprendizaje, que vive a través de los deseos y pasiones de los demás, que se realiza con la música, que vive suspendido entre el piano y el mar, con el que se es capaz de revivir cada viaje, cada sensación que le cuentan los pasajeros del barco de vapor.
 Desde la música, más concretamente desde el piano, no encontrará nunca la manera de deshabituarse, no conseguirá nunca superar el miedo a amar y a crear raíces, dominado por el miedo de no conseguir ver, ni siquiera de lejos, un final del mundo fuera del barco de vapor; por eso dedica su existencia a tocar, para liberar los corazones de los pasajeros de la preocupación por el miedo a la inmensidad del océano.
La ficha técnica de esta esperada pieza teatral está integrada por Héctor Becerra en el diseño del espacio escénico, Raquel Ríos en el diseño de vestuario, el director, Dairo Piñeres también asume la responsabilidad del diseño de iluminación, Daniel Jiménez es responsable de la musicalización, la asistencia de producción es de María Jaimes, la asistencia de dirección de Jorge Rivero y la producción general de Douglas Palumbo y Johana Villafranca.
 La temporada de Novecento, la leyenda del pianista en el océano va desde el 16 de agosto en el espacio Plural del Trasnocho Cultural, los viernes 7:30 p.m. y los sábados y domingos a las 7 p.m. Las entradas pueden adquirirse en la página de Trasnocho Cultural. 


martes, agosto 13, 2019

SIMPLEMENTE HORACIO PETERSON


 La falconiana Carmen “La Negra” Jiménez está ahí, cual versión cultural del Peñón de Gibraltar, enclavada en la acera norte del Metro de Caracas. Dirige al Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas, institución teatral fundada por Horacio Peterson en una modesta edificación de dos plantas, la cual funciona  y labora públicamente como sala, salones de ensayos y biblioteca especializada, además de ser un curioso “museo” con materiales de iluminación, etcétera. Nadie puede, pues, ignorar o desechar su presencia e importancia para las generaciones de teatreros de las últimas décadas, siempre ávidas de conocimientos.
Horacio Peterson (Horacio Callao, Coquimbo, Chile, 24 de abril de 1922/ Caracas, 26 de noviembre de 2002) contó que siempre fue un aventurero, desde niño, y el hecho de venir a Venezuela terminó siendo una página más de su largo viaje existencial. ”Lejos estaba yo de imaginar lo que me pasaría y que al cabo de largos 40 años estuviera yo recordándolo para contárselos. Vine como asistente de direccion de cine, precisamente cuando Bolívar Films intentaba hacer una industria. Vine por carambola, por así decirlo; había abandonado mi carrera de actor, porque consideraba que no tenía el talento suficiente como para mantenerme en un nivel al cual me habían elevado, como intérprete en cine y en teatro: Sin embargo había logrado ser una figura en mi pais. Realicé cuatro roles protagónicos en cine e hice tres protagónicos teatrales en 12 obras; todo esto me habría creado un prototipo de ser amargado, torturado, con el pelo en la cara, usando jeans y mocasines sin medias. Ocasionalmente me contrataron para tres películas en Buenos Aires; las hice y cuando culminaba la tercera me di cuenta que se había detenido mi carrera de actor; había cambiado y no quería ser más el cómico. Me dieron trabajo como asistente de direccion y trabajé en 14 largometrajes hasta que el director Carlos Hugo Christenses, a quien había asistido en cuatro filmaciones, me dijo habían llegado a Argentina unos empresarios venezolanos interesados en contratar personal para iniciar una empresa productora, Yo le manifesté que no me interesaba nada con ese pais, ni con su capital porque me había contado que los cocodrilos andaban libremente por sus calles”.
“A la semana estaba ya instalado en Caracas. Fue un choque fuerte, pero agradable, porque yo venía de una gran urbe, Buenos Aires. De repente estaba en Caracas que era su polo opuesto, donde la sencillez y la espontaneidad de sus habitantes, así como la informalidad, terminaron por cautivarme. Era una Venezuela verdaderamente saudita. Vine a trabajar cuando tenía 19 años, por 6 mil 500 bolívares, además del alquiler de apartamento, comida pagada y un carro. Me sentí entonces como el hombre más feliz del mundo, dueño de una libertad económica que me permitía hacer lo que quisiera”.
La bonanza económica y el trabajo mismo terminaron por cambiar el caracter  a Peterson; endurecieron su personalidad, ”aunque sigo siendo un ser tímido”, y tras trabajar en 11 peliculas venezolanas  como asistente le dieron la oportunidad  de dirigir su primer  largo, Territorio grande, el cual recibió positivas y esperanzadoras críticas en torno una cine venezolano. Pero su carrera cinematográfica culmino ahí. El proyecto de Bolívar Films quebró y Venezuela perdió la posibilidad de desarrollar una verdadera industria cinematográfica.
Se ganó una beca para estudiar inglés en Londres pero aquí en Caracas conoció a Juana Sujo y ella le presentó a la presidenta del Ateneo de Caracas, Anna Julia Rojas, “extraordinaria mujer, dotada de un poder de persuasión como solamente tienen los andinos venezolanos; ella me dijo: Yo quiero que hagas un movimiento teatral y que organices una escuela de formación. Le respondí que nunca había dirigido una obra de teatro, aunque si podía enseñar unos cuantos elementos de actuación. Ella insistió diciéndome que no desperdiciar la oportunidad e iniciara ese movimiento teatral que iba a caracterizar al Ateneo de Caracas. Pedí unos cuantos consejos a Luis Peraza (Pepe Pito) que era director del Teatro del Pueblo, quien me instruyó en la historia y en las características del teatro venezolano, y acepté trabajar desde marzo de 1951”.
Y comenzó así su nuevo y largo trabajo, además de único, que tuvo en este pais. Preguntó en ese momento, como era lógico, a la presidenta Annan Julia Rojas, por lo que le iban a pagar, a lo cual ella le respondió: ¿pagarte yo a ti? Aquí no hay nada: tendrás que vivir toda tu vida para pagarle esa deuda que te pone Venezuela, Aquí no hay nada, empezó la Juana Sujo hace unos meses, y está Pepe Pito, y toda esa historia de los que antes lucharon por hacer un movimiento teatral. ¿Tú no quieres ser el primero? Acepta, aunque ya sabes que nunca te vamos a pagar. Tú tienes que buscarte el dinero”.
Y así empezó todo. Ligia Tapia, Eliseo Perera, Herminia Salazar, Freddy Salazar y Esteban Herrera empezaron y lo acompañaron en ese arranque. Fundó la Escuela de Teatro e inventó el primer grupo de teatro del Ateneo. Allí se instaló la casa ateneísta en la quinta Ramia en la plaza Morelos, y ahí se mantuvo hasta 1971, cuando su vida dio un cambio. Se cerró una historia y él comenzó a hacer y escribir otra.

lunes, agosto 12, 2019

SIMPLEMENTE FEDERICO PACANINS


Federico Pacanins es noticia para el teatro y la cultura venezolana en general, especialmente en cuanto a su obra escénica, pues, en los últimos 25 años ha escrito y dirigido variadas crónicas teatrales que involucran el género musical, el drama y la comedia, como son: Arranca en Fa, Cien años en una noche, La Canción de Caracas, Cuéntame de óperas, Retratos en Blanco y Negro, Broadway en Caracas, Billo, una revista musical, Aldemaro, Las Canciones de Billo, Poeta Andrés Eloy, Una bella voz, Batería, Poetas beat, El inquieto anacobero y  Duelista, además de Alta traición, próxima a estrenarse en Caracas, entre otras piezas.
Como director teatral ha puesto en escena, entre otras obras, Asia y el lejano Oriente, Trictrac, Alfabeto para analfabetos y Triángulo  de Isaac Chocrón (Teatro Trasnocho, Centro Cultural BOD y Celarg); Salto atrás y Pobrecito  de Leoncio Martínez (Teatro Trasnocho y Asociación Cultural Humboldt); La dama y el oso de Ida Gramcko; Jean Harlow de Elisa Lerner; Final de temporada de William Inge (Asociación Cultural Humboldt) y Como una mariposa de María Antonieta Flores (Asociación Cultural Humboldt).
Su libreto de Medida por medida, clásico de William Shakespeare, constituye una versión libre puesta en escena por José Tomás Angola (Asociación Cultural Humboldt).
Productor de programas radiales, discos, conciertos y ciclos de conferencias dedicados a la música y a la difusión cultural venezolana. En su labor como productor de documentales se destacan Leo Matiz en Caracas, distinguido en el año 2007 con el premio "Documenta" de la Embajada de Francia, Yo Mario, Salta planeta, Mateo Manaure y Juan Vicente Fabbiani.
Ha alternado la escritura y la producción de eventos teatrales y conciertos, con su labor de locutor y conductor de los programas de radio “Sesión de jazz” (Radio Nacional de Venezuela, 1978-1979); “La Cuarta Noche” (1993-2003, Jazz 95.5 f.m); “Pensando en jazz” (2000-2005, Jazz 95.5), “Sesión Latina” (2006-2009, jazz 95.5 f.m), y “Cultura Urbana" (2006-2017)
En cuanto a su labor docente es profesor de las cátedras de “Teatro” (Escuela de Comunicación) y "Venezuela y su circunstancia" (Escuela de Derecho), ambas en la Universidad Monte Ávila de Caracas.
Actualmente es presidente de la Asociación Cultural Humboldt y profesor en ESCÉNICA.
Es, pues, un importante trabajador cultural con una envidiable hoja de vida, orgullo para su familia y su pais, por supuesto. No anda pavoneándose como muchos que no tienen con qué hacerlo.


domingo, agosto 11, 2019

LA TRAICIÓN DE DOS INTELECTUALES FAMOSOS

Dos intelectuales, de ideologías enfrentadas, son los protagonistas del espectáculo Alta traición, el cual permitirá una reflexión urgente y oportuna al público venezolano. Y por eso hemos entrevistado al autor, Federico Pacanins, para conocer los pro y los contra de ese gran show, por llamarlo no tan inocentemente.
Como autor, ¿por qué estos escritores, Pound y Mann? ¿Qué busca con esta pieza?
Es fascinante encontrar extrañas coincidencias en iconos literarios de la cultura universal. Y todavía más fascinante resultan esas coincidencias dando lugar a una trama con personajes en tiempos de conflicto, que asumen activamente propagada de signo contrario: durante la Segunda Guerra Mundial, Ezra Pound, principal hombre de letras norteamericano, toma el micrófono radiofónico en Italia ofreciendo programas para advertir a sus compatriotas de las bondades del fascismo y nazismo. Del otro lado, Thomas Mann, alemán Premio Nobel de Literatura, también ofrece programas radiofónicos advirtiendo a sus compatriotas alemanes del error en que incurren al seguir el liderazgo de Hitler. Dos posturas que, en tiempos de guerra, suponen delitos de alta traición hacia sus respectivas naciones. Al concluir la guerra, tanto Pound como Mann deben asumir las consecuencias de sus respectivas posturas como intelectuales en tiempo de guerra. Y las consecuencias, por cierto, son aleccionadoras, por decir lo menos.
Esa deslumbrante coincidencia -no hay evidencias de controversias o confrontaciones directas entre Mann y Pound- nos da pie para desarrollar una trama dramática que acaso de escena a dos intelectuales del arte en tiempos de conflicto, y también a una periodista como representante de un "cuarto poder" que apunta a la reseña y al veredicto social. Queremos compartir con los espectadores trama, personajes, emociones y pensamientos aleccionadores, producto de tiempos de conflictividad extrema. 
Históricamente y comparativamente hablando, ¿tenemos dos escritores criollos que puedan producir el mismo duelo que se plantea en su obra?
En nuestro ambiente, por supuesto que ocurrieron y siguen ocurriendo divergencias entre importantes hombres de letras y cultura. Muy sonoras y conocidas, por citar un caso, fueron las divergencias entre Antonio Leocadio Guzmán y Juan Vicente González en el siglo XIX. Manuel Caballero tiene un libro de notables controversias entre intelectuales venezolanos. El tema es amplio y debe impulsar, creemos, la legítima creatividad de dramaturgos y hombres de letras. 
El punto está en que, en nuestro caso, la investigación e imaginación nos llevó a Pound y Mann, al peso internacional de sus figuras y a sus extraordinarias sagas -absolutamente "teatralizables"- producto de sus notorias posturas públicas. En ese sentido, es interesante resaltar que estamos tratando dos figuras de reconocimiento universal. Los Cantos de Pound o la Montaña Mágica de Mann -por citar dos de sus obras capitales- colocan a estos autores en un nivel muy alto. Cualquier investigación creativa que los relacione de forma diestra y acaso original, pues puede resultar interesante al entorno nacional y, tal vez, al internacional. 
Ir de la mano de un director del peso de José Tomás Angola con su diestro equipo de producción, y además contar con primeros actores del calibre de Rolando Padilla como Ezra Pound, Gerardo Soto como Thomas Mann y Sandra Yajure como la aguda periodista que representa ese "cuarto Poder" que reseña, ausculta y juzga, es todo un lujo presto a ofrecer al público caraqueño nuestra Alta traición, desde finales de agosto, gracias al especial programa conmemorativo de los 70 años de la Asociación Cultural Humboldt
Alta traición se llevará a las tablas en cuatro únicas funciones, sábados y domingos desde el 31 de agosto hasta el 8 de septiembre, a las 11:30 A.M., en el teatro de la Asociación Cultural Humboldt, ubicada en el corazón de San Bernardino, entre el Hotel Ávila y el IESA, Av. Juan Germán Roscio, cruce con Av. Jorge Washington, Caracas.Las entradas pueden ser adquiridas en la taquilla del teatro y a través del correo asohumboldt@gmail.com. Más información en las redes sociales: @asohumboldt (Instagram y Twitter), @asohumboldtcaracas (Facebook), @lamaquinateatrove (Instagram). @jtangolaheredia (Twitter). 

¿CÓMO EVALUAR LA TRAICION DE LOS INTELECTUALES?


Alta traición de Federico Pacanins es un delicado drama teatral que llega a la Asociación Cultural Humboldt para solo cuatro funciones, desde el sábado 31 de agosto hasta el domingo 8 de septiembre de este convulso año 2019.
En Alta traición se aborda la controversial posición pública durante la Segunda Guerra Mundial de dos íconos de la literatura: Thomas Mann y Ezra Pound, cada uno de los cuales comete una gran deslealtad respecto a su nación de origen.
Entre 1940 y 1945, la emisora británica BBC ofrecía programas donde el novelista alemán Thomas Mann hacía llamados de conciencia a sus compatriotas, mediante discursos radiofónicos anti-nazistas. Por su parte, a través de emisiones en la radio italiana (Radio Roma), el poeta norteamericano Pound, también comunicaba curiosas reflexiones a sus coterráneos aliados en la guerra, con alocuciones en pro del fascismo de Mussolini y del nazismo de Hitler.
El elenco está conformado por Rolando Padilla, como Ezra Loomis Pound, a quien, luego de habérsele condenado a muerte, se le conmutó la pena declarándosele loco, por lo que fue encerrado en un siquiátrico de Nueva York y liberado 12 años después, para emigrar a Italia y nunca volver a su patria. Asimismo, Gerardo Soto interpreta a Thomas Mann, Premio Nobel de Literatura en 1929; mientras que Sandra Yajure se encuentra en el rol de la periodista, una suerte de alter ego del propio autor, y puente entre ambos personajes y el público.
La música que se escucha y toca en vivo es de la autoría del dramaturgo, Federico Pacanins, con arreglos del maestro Albert Hernández, al tiempo que los solos de violín corresponden a Martín Figueroa. La integración de un grupo de bailarines con la danza contemporánea, coreografiada por Carolina Wolf, le brinda a Alta traición una visión sensorial y lúdica, enriquecida, a su vez, con técnicas de circo que otorgan una gran poética visual. La escenografía es del maestro Freddy Belisario; el innovador diseño de mapping, grabaciones de video y operación es de José Martínez; la iluminación es de Manuel Troconis; el audio es de Ángel Fernández; la producción artística y el vestuario son de Edisson Spinetti; la producción es de Yessica Serrano; la dirección general y la puesta en escena son de José Tomás Angola.
La obra en escena es breve pero intensa, explica su director Jose Tomás Angola Heredia. Dura 1 hora y 15 minutos, pero está concebida para ser un espectáculo de grandes propuestas visuales y auditivas, amén de lo profundo del texto.
La obra de Pacanins elabora un discurso intelectual. Son dos personajes cuyas ideas tienen relevancia y explican muchas de sus posiciones históricas. Lo que hice como director fue proponer una lectura onírica, surrealista, partiendo de los discursos de Mann y Pound. Federico se toma la licencia de enfrentarlos desde sus tribunas, cosa que en la realidad no ocurrió, y aprovecha el duelo para debatir sobre tres temas de su interés: ¿Cuál traición es peor y más condenable, la traición a la patria o la traición a uno mismo?, ¿tiene el artista derecho a pensar y decir lo que quiera, aunque esté equivocado?, ¿es el ego un motor genuino para la creación?
Ante esas interrogantes, que a mí también me mueven, reitera el director Angola Heredia, propuse una puesta muy lúdica, con recursos de la danza, la música, el mapping y hasta el circo. Aunque en la historia ambos personajes lo que hacen son programas de radio, conversar ante el micrófono y frente a una audiencia, en búsqueda de la poética escénica me tomé el permiso de recrear un imaginario vanguardista, con símbolos y metáforas que ilustren el discurso intelectual, y a su vez le den dimensión plástica a las acciones. Fue la puerta que conseguí para trascender lo racional del texto, e involucrarnos en lo espiritual. Más que un duelo de ideas, que lo plantea el texto, es un duelo entre personalidades disimiles y a la vez parecidas, en un contexto aterrador de la segunda guerra mundial.
Es una obra densa y que requiere de toda la atención del espectador, que apela a abrir tanto la mente como el corazón en un intento totalizador y emocional para desentrañar a dos figuras controversiales y claves de la literatura del siglo XX.
Ha sido un proceso de ensayos fuertes, con mucho requerimiento físico, con altas cotas de concentración para los actores, pues ocurren saltos temporales que los someten a experimentar situaciones difíciles en apenas instantes de diferencia. Pero tanto los actores, como los bailarines que participan en roles que bien podrían denominarse como personajes, logran esa fuerza y ese estar escénico con mucha solvencia, haciendo viable la propuesta.
No hay nada parecido actualmente en los escenarios venezolanos, asevera el director Angola Heredia. Es teatro de arte en una elaboración compleja, desafiante y rigurosa. Posiblemente suscitará polémica. Gente a la que gustará, que no la entenderá, pero de eso se trata el arte, de confrontar y permitir que artistas y espectadores produzcan un diálogo que expanda nuestras mentes y almas.
Alta traición se llevará a las tablas en cuatro únicas funciones, sábados y domingos desde el 31 de agosto hasta el 8 de septiembre, a las 11:30 A.M., en el teatro de la Asociación Cultural Humboldt, ubicada en el corazón de San Bernardino, entre el Hotel Ávila y el IESA, Av. Juan Germán Roscio, cruce con Av. Jorge Washington, Caracas.
 Las entradas pueden ser adquiridas en la taquilla del teatro y a través del correo asohumboldt@gmail.com. Más información en las redes sociales: @asohumboldt (Instagram y Twitter), @asohumboldtcaracas (Facebook). @lamaquinateatrove (Instagram), @jtangolaheredia (Twitter).



sábado, agosto 10, 2019

FAUSTO Y MARGARITA EN TITERES VENEZOLANOS


Los títeres venezolanos son una gran herencia cultural no solo por su vistosidad sino por la sapiencia ancestral que encierran. Son una maravillosa herramienta para difundir ideas y sanos conocimientos, como lo demostró Jose David Monsalve, actor titiritero y director de Porteatro Títeres, desde el Pent House del edificio Tejar de Parque Central, en la casa artística de Alberto Ravara, con su espectáculo sobre Fausto y Margarita, como lo legó el gran Goethe.
Ahora más reposadamente Monsalve admite que la herencia de su maestro Eduardo Di Mauro, está más viva que nunca. No sólo en los títeres y el teatro de actores, sino además en el arte en general. “El nivel de organización y profesionalismo que Eduardo Di Mauro construyó en nuestra patria (que era tan nuestra como de él) para mí cambió nuestra manera de hacer oficio teatral y artístico. Ese mismo esquema fue estructura en la organización que llevan en Argentina luego de una de sus propuestas”.
“Si bien, tengo diferencias con la conservación de alguna de las cosas, considero sí, que dicho resguardo no dependía del maestro. Situaciones como mantener hasta el acento argentino por parte de actores venezolanos, mantener los clásicos sin atreverse a innovar, como él mismo lo hizo en sus mejores años creativos, es algo que no comparto y dentro de mi trabajo intento modificarlo. Acción nada fácil, pues la impronta del maestro siempre estuvo sólida en la formación de sus discípulos directos o indirectos como es mi caso”.
“Yo soy alumno del maestro Daniel Di Mauro, hijo de Eduardo, y a pesar de las diferencias en algunos estilos de trabajo y ciertas libertades creadoras que Daniel deja en su instrucción, existe indudablemente una “Escuela” proveniente del legado de Eduardo y su hermano Héctor”.
“En Guanare, estado Portuguesa está el Teatro Tempo, no siento casual, que el nombre tempo proveniente del tempo rítmico y las siglas Teatro de Muñecos de Portuguesa, sea además similar a la palabra Templo, pues para muchos, El Tempo es un Templo, una referencia necesaria para presentarse, para instruirse,  para respirarlo, para inspirarse. Estar allí, es el recomienzo, el descanso y se vive el logro de un artista, que fue un luchador eterno capaz de materializar su proyecto. Esa fuente de excelentes titiriteros sigue funcionando y aunque la situación cambie, aunque el maestro ya no se encuentre físicamente, permanece inmutable su esencia en ese sagrado lugar. Así que la herencia Di Mauro, está cada vez más viva. Odiada o amada, su prolija técnica y su filosofía de trabajo anda por el mundo”.
¿Qué se conoce de la historia del títere en Venezuela?
Hay documentos coloniales, donde se asoma el hecho de que los pueblos originarios ya utilizaban de forma ritualista figurillas con funciones dramáticas, cosa que nos dice que los títeres ya andaban por ahí antes de los españoles. En nuestras tradiciones, ya vinculadas con la iglesia Católica, vemos manifestaciones como La Burriquita que es un títere en su totalidad. Técnica que ahora en Europa y en parte de Latinoamérica se han hecho muy populares, técnicas que consiste en la interacción directa del actor con el títere frente al público, donde el actor encarna un personaje y acompaña al títere en su acción. A nivel contemporáneo, son visibles dos tendencias, la del maestro Eduardo Di Mauro y el maestro Javier Villafañe. Con toda seguridad y por la intimidad y presencia del títere en nuestra vida. También, por lo utilizado en el teatro de actores (actividad no siempre bien hecha) Habrá innumerables de nacimientos del títere en Venezuela. Pero no se puede negar que la escuela Di Mauro y la escuela Villafañe marcaron la historia del títere como oficio. Di Mauro con su organización, prolijidad de movimientos y técnica de manejo. Villafañe con la irreverencia necesaria, el manejo predominante de la energía y la poesía permanente en sus textos maravillosos. Ambos, marcaron dos caminos que en el transcurso de este tiempo se han unido, entrelazado y combinado, al menos para los conscientes de que siempre han estado juntos. Quizá para otros, las dos técnicas son opuestas o rivales, mayor ridiculez y necesidades divisorias, que lamentablemente han dejado, desde mi criterio, ciertos rencores y banalidades en una profesión, que no por dedicarme a ella, me parece la más bella del mundo y una de las más necesarias para nuestro desarrollo espiritual y político”.
“Vivimos bellas épocas de teatros estables, la sede de Tilingo en Caracas, El Barines de Muñecos, el Teatro Tempo de Portuguesa, el Teatro Bengala en Anaco, el Cometa de Cantaura, el Teatro Sol y Luna en Tocuyito, El Vagón del Títere en Valencia y algunos otros; no menos importantes, han sido muestra de la voluntad de los titiriteros por crear mayor arraigo en nuestra patria. Lo itinerante del titiritero descansa con la creación de sedes que buscan abrazarse de nuestra historia. Una historia, que en algunos sectores se ha negado a salir del pasado, dándole un tradicionalismo a veces estancado, y otros que andan tercos buscando nuevas técnicas y nuevas propuestas. Otro causante del trabajo permanente, ha sido el ingreso monetario y la posibilidad de estabilizarlo. En algunas gestiones durante los años, se ha dado mayor o menor apoyo al oficio. Y esa realidad ha proliferado o extinguido muchos trabajos, agrupaciones y/o sedes”.
“Por ejemplo, Daniel Di Mauro, en Carabobo, en la última década del siglo pasado, logró la aprobación de un proyecto formador de grupos por los municipios del estado Carabobo. Con ese circuito, se logró la creación de varias agrupaciones que hoy permanecen como: Títeres Altuequi, Títeres Panelín, Títeres Cotoprí y Porteatro Títeres. Agrupaciones, que no son sólo del estado Carabobo, sino que ya se hacen representantes de nuestro país”.
“En Mérida, el maestro Villafañe logró crear agrupaciones y solistas que han hecho su vida en el mundo maravilloso del títere. Villafañe también recorrió el teatro universitario del Zulia y Mérida, dejando un legado en ese movimiento universitario que hoy día sus integrantes son grandes creadores y representantes del arte en Venezuela. He escuchado y conocido a discípulos del investigador y titiritero “Mantequilla” Suarez en la UCV, que conforman o conformaron el teatro de títeres Cantalicio que también ha sido muy fructífero y permanente”.
“En Valencia, en las décadas de los 60´s y 70´s y antes dela llegada de Eduardo Di Mauro y Villafañe estuvo Luis Lucksi en la escuela de teatro Ramón Zapata, pero éste a su vez era seguidor de Jesús Castillo y éste de los hermanos Lacerda que andaban por todo el país en un camión de refrescos haciendo la obra: El gato con botas en el fondo del mar. Este grupo de titiriteros estaba relacionado con la actividad circense que traía títeres en sus visitas”.
“El público, indispensable para el quehacer teatral, ha sido también fundamental para la historia del títere en nuestro país. La alienación a través de los medios, el ritmo acelerado; producto de lo mismo, y la invasión de los títeres comerciales, inspirados por los muppets de Jin Henson, ha hecho que muchas técnicas hayan sido modificadas en función de necesidades del nuevo espectador, necesidades inconscientes que el titiritero de pasión y tradición ha buscado combatir, con contenidos llenos de valores y optimismo, formadores de criterios y complicidad de sueños, estimulantes creadores e imaginativos. La historia del títere está viva y cada vez se alimenta mejor”.
 ¿Hasta dónde se puede llegar con un espectáculo de títeres?
Javier Villafañe en uno de sus poemas sobre la creación del títere, parafraseando un poco: ”El hombre cuando vio su sombra reflejo de la fogata en las caverna, vio  el nacimiento del títere…” y es que el títere tiene todo el alcance que tiene nuestro espíritu, ignorarlo es ignorarnos. El títere siempre ha sido nuestro verdadero cómplice, desde que en nuestra infancia le damos vida a los muñecos o muñecas, a nuestros carritos u objetos que cobran la forma y los poderes que la imaginación le otorga. En las escuelas, los docentes han cometido el error (y lo digo con mucha responsabilidad) de tomar al títere como herramienta para dar clases. El niño ve al títere dando una aburrida clase de matemáticas o historia, fingiendo ser su amiguito, pero corrigiendo a veces de forma conductista cómo deben ser las cosas. Cuando la realidad es que el títere acompaña natural y visceralmente al niño. Repitiendo a mi maestro Daniel Di Mauro:..” Si la cuenta es dos más dos igual a cuatro, el títere dice que dos más dos es…¡cinco! Y el niño comprende así que el resultado es cuatro.Así que digo que el títere no puede llegar a ningún lado, porque el títere ya llegó, siempre ha estado. Verlo en una presentación es recordarlo”.
“A veces, vamos a presentarnos a remotos pueblos y una pregunta que hacemos es si alguien ha visto títeres alguna vez… Al unísono responden que: No. El titiritero se dispone a presentar la función y escucha los mismos gritos, las mismas participaciones y las mismas risas, que la de los niños citadinos que han visto habitualmente funciones de títeres. Eso nos confirma que el títere siempre estuvo allí”.
“Pero para darle otro sentido a la respuesta, el espectáculo de títeres cambia nociones y pensamientos del que lo ve. Marca grandes diferencias, crea criterios. Por ejemplo, un colegio que regularmente contrata grupos de títeres evidencia resultados que un colegio que no lo hace no consigue. Por ser itinerante, libre de espacios convencionales, el títere va a todos lados. Hay comunidades que hacen costumbre disfrutar de espectáculos de títeres, y causalmente son comunidades que logran convivir con mayor armonía. La infancia se ve a sí misma y pasea feliz por los recuerdos”.
¿Por qué el Fausto en títeres?
Hace más de tres años, nos reunimos Fabiana Di Mauro, nieta de Eduardo Di Mauro, su esposo y yo, para empezar la puesta en escena de la versión de Fausto en títeres del maestro Javier Villafañe. Sería además un homenaje al teatro Tempo; que años atrás había dado una importante gira con esa obra por Latinoamérica. Quedamos en la etapa del estudio de mesa, porque por diversos motivos no pudimos continuar. Meses más tarde, viajo a Bogotá y hago unas pasantías con el grupo de teatro TEF (Teatro Experimental de Fontibón) con ellos viajé a la ciudad de Medellín a un festival de Teatro. Uno de los días de descanso, fuimos al emblemático  Teatro Matacandelas. Allí disfrutamos de la obra: O Marineiro, del gran Fernando Pessoa. Pero esta pieza estaba hecha en teatro estático, técnica donde el actor casi no mueve el cuerpo, todo lo expresa a través de sus gestos. Eran tres excelentes actrices interpretando textos dramatizados del poema, las tres con vestuario negro y el rostro empalidecido, tomaban expresiones que me recordaban al teatro Noh japonés. Fue impactante, esa noche en el hotel, no pensaba en otra cosa más en lo que acababa de ver y además cómo llevar esa técnica teatral al montaje que recién habíamos suspendido”.
 “Me di cuenta que tenía que montarlo solo. Empecé a diseñar dispositivos y personajes. Uno de los personajes era el que yo mismo haría como actor, que estaría inspirado en esas tres damas que había visto en esa obra. La dirección es mía, pero en el proceso, la que para entonces era mi esposa fue pieza clave porque hacía de espejo en los movimientos y efectos de algo que al menos yo nunca había realizado. Haría fausto yo solo,  sólo me haría falta un técnico, y yo además haría un personaje. Antes de dedicarme al teatro de títeres había hecho teatro de actores, era el mejor momento para retomar la técnica. Y para esta pieza, de los títeres sólo serían las cabezas, eso vino por la facilidad de poner y quitarlos, lo demás lo haría el movimiento y la transferencia de energía a ellos. Mi rostro estaba maquillado, así que era más complicado estar a la vista del público, decidí cubrirme el rostro en las partes donde ellos entraban a escena, el velo era mi teatrino. Así surgió el montaje”.
 “Pero el por qué es el Fausto en títeres, es porque esa gran obra, está cada vez más vigente, hablar de ellos, es hablar de nuestra humanidad, de la deformación generacional, del sexo, del machismo, del amor, de la lujuria, de la ambición. Quién es el diablo, cuántas veces hemos vendido nuestra alma, cuánto tiempo hemos perdido. El hecho de que siga habiendo preguntas más que respuestas, me mantiene tan animado; que hacer Fausto es realmente lo que más me emociona como actor, como titiritero, como persona. Por qué en títeres, porque es la técnica que elegí para expresarme y el texto de Villafañe es maravilloso y logra resumir magistralmente esa importante y extensa obra de Goethe”.
¿Pierde el Fausto o Margarita?
La indecisión de Margarita y la contradicción de querer versos y al mismo tiempo apreciar de manera predominante los lujos, le da una pérdida a largo plazo. Fausto pierde el alma, la perdió contra el tiempo. A veces escucho una extraordinaria canción de Silvio Rodríguez que se titula: Historia de tos tres hermanos y recuerdo mucho a Fausto a la vida misma. Ese pre-aparición, el pre- ambulo, el pre, pre. Es quizá uno de los extremos que muchas veces nos aleja de la vida, la inconformidad es una puerta para eso que la obra llama “el diablo”, pero que es en realidad el apego a satisfacer nuestros sentidos (material – carnal) En la obra, Fausto pasa su vida ojeando libros y soñando, pero nada ha ejecutado, más que eso, se olvidó de vivir. Pero es subjetivo, puede que vivir sea eso para alguien y es respetable. El problema llega cuando dudamos, cuando olvidamos que la vida está hecha de decisiones y son ellas únicamente creadas por nosotros. Así que, creo que en un sentido profundo ambos pierden, el que gana es el promotor y observador de tragedias, lo llamaremos “diablo” de nuevo, pero podemos ponerle cualquier nombre.