viernes, abril 30, 2010

Entre Vidal y Moliere

El periodista es traicionado por su amigo y una organización criminal lo secuestra creyéndolo hijo de una familia de millonarios, porque en Facebook apareció posando con una supuesta avioneta de su padres; el fracasado asesinato de un médico dueño de una clínica, porque sus “amorosas” esposa y suegra querían meterle mano a la jugosa herencia, y la nada misteriosa muerte de una potentada dama de 99 años a manos de un sicario comisionado por sus ambiciosos herederos, quienes a su vez perecen envenenados, son historias de la vida venezolana que fueron publicitadas, respectivamente, en los medios de comunicación, durante las últimas semanas.
Los tres sucesos tienen como denominador común o telón de fondo a una misma y desmesurada pasión de sus desalmados protagonistas por sumas millonarias en bolívares o en dólares, lo cual, al parecer, es lo único que seduce a un grueso sector de habitantes de este país bicentenario. Un deleznable conjunto que considera la amistad y el amor como “cursilerías pasadas de moda”, sentimientos que “no producen réditos cuantificables” y lo único que pretende por ahora es hacer posible y disfrutar de esa “vida loca”, tal como lo canta Ricky Martín.
Pero todo no está perdido en la patria de Bolívar, Miranda, Páez y Zamora. Las autoridades policiales descubrieron, en tiempo récord, el enredado secuestro del fablistán y los pormenores del fracasado asesinato del que se salvó aquel galeno, ya que el caso de la difunta ancianita no es otra cosa que el rocambolesco argumento de Ciertas condiciones aplican, obra del autor venezolano Javier Vidal Pradas (Barcelona, España, 23 de abril de 1953), cuya correcta y sobria dirección ha sido resuelta por Moisés Guevara y apuntalada con las acertadas actuaciones de un lujoso elenco, donde los mayores aplausos se los llevan Antonio Delli y José Miguel Dao.
Sin embargo, los espectadores, que ponderen ese espectáculo, de viernes a domingo en el Teatro Trasnocho, sí podrán preguntarse cuántos millonarios o millonarias han fallecido a manos del hampa por solicitud de sus ambiciosos familiares, dentro de esa siniestra realidad parateatral que todavía registran los medios de comunicación.
Artista a carta cabal
No ha sido precisamente privada la vida de Javier Vidal Pradas. Desde los años 70 se encargó de no ocultar ni callar nada, porque su primer oficio como actor lo expuso ante los insaciables ojos del público y de los lectores curiosos porque además se graduó de periodista y dio el salto para caer vertical y con éxito en múltiples escenarios de donde no ha salido jamás. Sin embargo, el otrora “niño terrible”, ya cuenta 57 años, es precisamente quien ahora reconoce que el tiempo ha pasado y ha sido en bien. Está casado y es padre de un varón y una hembra quienes prolongarán al clan Vidal Restifo. Y como consecuencia de todo lo vivido es que le estrenan esta pieza, la decimosexta.
Radiografía social
Ciertas condiciones aplican es una osada comedia sobre la muerte y la violencia en Venezuela, que se complementa con “C.I.N.K.O”, otra obra que escribiera hace 10 años. Es una radiografía social de tres nietos que se reúnen en el salón VIP de una funeraria, mientras velan a la abuela multimillonaria, brutalmente asesinada por encargo, mientras recorría la ciudad con su lujoso “rojo rojito” BMW. Ahí, en siniestro conclave, conspiran: un banquero dipsómano y poco escrupuloso y su trágica esposa, un rezagado sobreviviente de los cambios políticos, una rockera anacrónica de la Unión Europea y un evangelista impostor, al estilo del molieresco Tartufo. Todo ese argumento se mezcla con un perrito faldero, muchas infusiones de té, estupefacientes, ropa de marca, encajes, Prosac, Vicodim y algo de cianuro para el sorprendente colofón.
Es una comedia costumbrista y su metáfora es una burla descarnada y descarada de la sociedad venezolana y en especial su burguesía. Una crítica que cualquier intelectual puede manifestar y asumir, sin estar necesariamente afiliado a grupos políticos. Repudiar la inmoralidad es ya un gesto revolucionario y más si se trata de un artista nada complaciente. No es una pieza banal, sino todo lo contrario. Agresiva contra una casta dominante, aunque, tal como están las cosas allende el teatro, luce decadente y en proceso de sustitución por otra. Pero dejemos la lectura de su metamensaje a los espectadores.
Guardando las distancias, aquí Javier Vidal Pradas juega a ser el Moliere venezolano, por la agudeza de su texto, la ironía que destilan sus personajes y las típicas situaciones de una familia en avanzada descomposición moral. Es sin lugar a dudas la más comedia más impactante y la más guerrillera de su producción dramatúrgica, que inició con Eclipse en la casa grande (1979).
Espectáculo coral
Sigue, pacientemente, Moisés Guevara desarrollando su oficio de director, el cual alterna con la nada fácil gerencia artística del Trasnocho Cultural. Aquí luce menos audaz con la puesta en escena, más de salón y centrada en un bien movido juego coral con sus actores, haciendo énfasis en los personajes grotescos, como el tartufesco Octavio (Dao) y la patética Nacha (Julie), quienes confiscan la risa del espectáculo, y deja la tensión dramática en voces y gestos de Iván (Antonio), Kristina (Hilda) y Claudio (Gerardo). No es nada fácil llevar a buen puerto una pieza estática como ésta, de personajes enclaustrados y haciéndose daño cual mapanares en una maleta de armiño amarillo.
Ficha artística
Obra: Ciertas condiciones aplican. Autor: Javier Vidal Prada. Elenco: Antonio Delli, Gerardo Soto, Hilda Abrahams, Julie Restifo y José Miguel Dao. Escenografía: Fernando Calzadilla. Música Incidental: Enrique Bravo. Producción de campo; Carmen Jiménez y Kleyverth González. Producción general: Margarita Lamas para MJM Producciones. Dirección general: Moisés Guevara.

jueves, abril 22, 2010

Teatro educativo en Margarita

Gracias a Dios, el teatro venezolano no se escribe, ni se produce, ni se pondera únicamente en Caracas. Por eso también hay importantes manifestaciones teatrales en varias ciudades y en unos cuantos de sus 333 municipios. Esa diversidad escénica, la cual está recargada o favorece numéricamente a la capital de la república, hace atractiva cualquier expedición que se organice para ver cómo están o qué hacen los teatreros en cada una las regiones. Y lo atestiguamos aquí, por ahora, después que pasamos tres días en la Isla Margarita.
Decimos esto, que tiene mucho que ver con la geopolítica cultural nacional, porque José Rafael Salas Verde (nativo de Juan Griego), con 70 años a bordo de si mismo, ya ha entregado cinco décadas al teatro, el cine y la televisión criollos, pero durante las dos últimas ha producido montajes, capacitado comediantes y educado espectadores, en la comunidad de Los Robles, del municipio Manuel Plácido Maneiro, de la venezolanísima Nueva Esparta.
Salitas, tal como se le conoce en el medio artístico, es un versátil artista, quien, con algunos ex integrantes del Núcleo Nueva Esparta del Teatro Nacional Juvenil de Venezuela, logró la creación de la Sociedad Civil Pequeño Teatro de los Robles para fortalecer al arte regional y desarrollar un trabajo integral de perfeccionamiento y profesionalización para las nuevas generaciones.
El Pequeño Teatro de Los Robles ha desarrollado alternativas para la creación, y promovido la acción colectiva de directores, dramaturgos, escenógrafos, vestuaristas, iluminadores y actores, para lo cual convocó a una empresa comunitaria de renovación constante, abriendo fuentes de trabajo a los egresados de sus talleres de formación. Su objetivo principal, con las producciones, es estudiar dramaturgos criollos y foráneos que aborden temas de interés social con argumentos sencillos que sean entendibles para el público. Su norte ha sido trabajar con un teatro proveniente del pueblo y para el pueblo.
Desde el 28 de junio de 2.007, Día Nacional del Teatro, tiene una sede que genera “verdes envidias”, en la casona N° 60 de la calle Libertad. Actualmente, ahí presenta la pieza La gota que horada la piedra de la argentina Cristina Merelli (60 años), con las actuaciones de Alberto Millán y Pierina Rojas, y la participación de las técnicas Josmary Millán y María Pereira.
Artista plástica y autora de no menos de 20 dramas además de libros de cuentos y poesía, Cristina Merelli ha recibido muchos premios literarios y el más reciente de ellos es el National Comic Theatre Contest de 2001 (Neuquén, Argentina) por La gota que horada la piedra. Ahí ella le recuerda al público, con obvio humor metafórico, que las casas y las parejas se parecen, porque si se destruye la pareja se derrumba la vivienda. Es la saga de un matrimonio donde ella es una pequeña burguesa y él un comunista renegado, quienes después de 15 años de vida en común entran en crisis, porque ninguno ve que se hayan cristalizado sus metas o ambiciones personales, al mismo tiempo que la pasión ha desaparecido y solo queda el recuerdo de un amor suplantado por la rutina. Ella vive metida en un mundo paralelo que no le permite ver la triste realidad personal que en realidad se encuentra atravesando. Mientras él tampoco ve la realidad que lo devora, por lo cual chocan constantemente. En síntesis, ahí se muestran los entretelones de una relación desgastada y el derrumbe de las ilusiones que en otro tiempo mantuvieron viva la esperanza de una vida mejor.
Como toda obra teatral bien construida, esta pieza argentina, adaptada inteligentemente a la realidad venezolana, apoya y hace mucho más interesante y profesional el trabajo del director Salitas, quien destaca por la atinada precisión y consecución de cada una de las atmósferas y los sucesivos desenlaces del discurso escénico, sumado además a la fundamental entrega de sus jóvenes intérpretes, a quienes el formó en sus talleres, para obtener así un contundente trabajo teatral.
En síntesis, es un espectáculo educativo, especialmente para los matrimonios, pero además, y lo más importante y lo más destacado, es la obvia invitación a reflexionar sobre la metáfora del evento escénico, porque la casa que se derrumba y la pareja que se desintegra, es también un país que se hunde porque sus habitantes se violentan y pretender desplazar o desaparecer al contrario o rival. Es una clase magistral sobre la necesidad de la conciliación, porque a nada conduce el enfrentamiento crispado, el agrio exabrupto, la belicosidad visceral, salvo a la involución, al regreso a la época cavernícola, parafraseando lo escrito por la jueza española Clara Bayarri, en la pagina de opinión del diario El País, de Madrid, del 22 de abril de 2010.

martes, abril 20, 2010

El jueves santo de 1810

Esperábamos que en ocasión de los 200 años de aquel Jueves Santo del 19 de abril, los escenarios venezolanos, especialmente los caraqueños, se llenaran de actos teatrales alusivos a tan magna conmemoración. Pero la realidad ha sido otra.
Sin embargo, existe un meritorio trabajador del teatro que ha descubierto y practica la veta de las artes escénicas orientadas a difundir facetas claves de la historia criolla y latinoamericana. Es el actor, autor, productor y empresario Jean Carlos Du Boulay (Caracas, 25 de Agosto de 1979), a quien se le ocurrió teatralizar los sucesos del 19 de abril de 1810 en la colonial y muy leal Santiago de Caracas y mostrarlos, precisamente ahora, cuando Venezuela festeja los dos siglos de su Grito de la Independencia, fecha fundacional de una república que avanza, a pesar de los lastres internos y externos.
Desde niño, Du Boulay lleva esa vena artística, “en especial por las artes escénicas y eso se debe a que disfruto enormemente el proceso creativo de darle vida a un personaje, de meterme en su piel y hacer vibrar las emociones del público, en especial en el teatro”. Por eso escribió 19 de abril... el ejemplo que Caracas dio, junto a Félix David Martínez, para exaltar la celebración del Bicentenario de la Independencia de Venezuela.
Sinopsis
Sobre lo que pasa en su pieza, los autores comentan que se centran en la anécdota de Juan Lovera, un pintor caraqueño que desea pintar un cuadro sobre un acontecimiento que marcó la historia de Venezuela y del cual él fue testigo ocular. En su proceso creativo, ese artista cuenta la historia del jueves santo de 1810, comenzado por sus antecedentes más cercanos hasta llegar específicamente al 19 de abril. Ahí, el capitán general Vicente Emparan, deseoso de ganar tiempo e indeciso ante el camino a seguir, suspendió la sesión del Cabildo y se dirigió a la catedral de Caracas; sin embargo a las puertas de ésta, uno de los revolucionarios, Francisco Salias, se interpuso y tomando del brazo a Emparan, le conminó a regresar al Cabildo. La actitud de Salias fue ampliamente celebrada por la multitud en general. Dadas la circunstancias, Emparan regresó al Cabildo, mientras una multitud invadía la plaza mayor, Al poco tiempo llegaron al Cabildo el abogado Juan Germán Roscio, el canónigo José Cortés Madariaga y otros representantes del pueblo y del clero, quienes se incorporaron a la reunión. Presionado por los factores de poder presentes en el Cabildo caraqueño, Emparan pronunció las palabras que señalaron el principio del fin, por lo menos jurídicamente, del régimen español en Venezuela. Dirigiéndose al pueblo congregado en la plaza, desde el balcón del cabildo, les preguntó si deseaban que él continuase mandando; el presbítero José Cortés de Madariaga, le hizo signos a la multitud para que contestaran que "no", y ante la respuesta negativa de las personas presentes, exclamó Emparan: "¡Pues yo tampoco quiero mando!". Luego de esto, quedó establecida la que oficialmente recibió el nombre de Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII.
Ese mismo 19 de abril de 1810 fue redactada el acta en la cual se consignaba el establecimiento de un nuevo gobierno. Fue leída el mismo día en diversos lugares de Caracas por los escribanos Fausto Viaña y José Tomás Santana, quienes certificaron que la población reaccionó gritando las siguientes consignas: Viva nuestro Rey Fernando VII.
En definitiva se puede apreciar como los revolucionarios compusieron e hicieron circular canciones alegóricas de su Independencia, "Unida por lazos que el cielo forjó…y si el despotismo levanta la voz…seguid el ejemplo que Caracas dio." Entonaban la canción que tiempo después fue declarada Himno Nacional de Venezuela. Las primeras medidas que se tomaron fueron las de liberar el comercio exterior, prohibir el comercio de esclavos negros, crear la Sociedad Patriótica (para fomentar la agricultura y la industria), así como la Academia de Matemáticas. Una revolución había comenzando, la guerra y la victoria de los rebeldes vendría después.
Montaje
El espectáculo, dirigido por Daniel Uribe, fue mostrado los días 27 y el 28 de marzo, a las seis de la tarde, en el Teatro Municipal de Caracas, y tuvo tal fuerza y tal verdad escénica, que el público se emocionó y le grito “nooooooo” a Emparan, al personaje teatral, y hasta cantó el Himno Nacional para acompañar así a la esclava, encarnada por Mariana Calderón, que había entonado aquella tradicional canción de cuna al culminar la función. Esas cosas no ocurren frecuentemente en los teatros criollos.
El público hizo catarsis con el relato escénico sobre el origen del grito primario de libertad, ya que el argumento parte de lo que vio el pintor Juan Lovera en Santiago de Caracas, aquel 19 de abril de 1810, en plena Semana Mayor. En especial notamos la reacción del público durante el espectáculo, porque resultó fascinante escuchar como siguió los cantos patrióticos, aplaudieron, rieron, lloraron y hasta se alteraron por la crudeza de la historia misma. En, suma, se generaron emociones que estremecen. Ver y escuchar al público cantando nuestro “Gloria al bravo pueblo” es algo que nos hizo vibrar de emoción. Estaba ahí, en nuestra piel aquello que los griegos perseguían con sus representaciones teatrales.
Gracias, pues, a un selecto grupo de comediantes fue posible escenificar a 19 de Abril… El ejemplo que Caracas dio. Ellos son: Irving Gutiérrez, Dante Gil, Pedro Rodríguez, Oswaldo Paiva, Nelson Montilla, José Sedek, Franklin Alviárez, Nélson Montilla, Félix Martínez y Mariana Calderón. Los cubanos lo disfrutaron,el pasado domingo, en el Teatro Acapulco de La Habana, a las siete de la noche, como parte de los festejos organizados por la delegación diplomática venezolana en la patria de José Martí.


lunes, abril 19, 2010

Kaufman hará cine con Jane Fonda

Como teatrero venezolano tiene sus predilecciones por la dramaturgia nacional y no es extraño que inicie un proyecto con algunas de las piezas de Isaac Chocrón (Asia y el Lejano Oriente, Los navegaos y Escrito y sellado, entre otras), o El día que me quieras de José Ignacio Cabrujas o quizás con Reynaldo de Ugo Ulive.
Así lo manifiesta Moisés Kaufman (Caracas, 21 de noviembre de 1963), hijo de judíos sobrevivientes del Holocausto, quien se instaló en Nueva York desde 1987 y diez años después era ya catalogado como "uno de los 10 personajes que había logrado transformar el ámbito cultural de Estados Unidos de América, en aquel año 1997", como lo consideró The New York Times. Desde entonces comprueba cada vez que puede que sí es una versión humanista del rey Midas, pero en el teatro, ya que todo lo que hace en los escenarios es éxito de taquilla y de crítica.
Lleva ya dos largas décadas creando, triunfando y no ha parado y es por eso que ahora dirige el espectáculo Bengal Tiger at the Bagdad Zoo (Tigre de Bengala en el zoológico de Bagdad) de Rajiv Joseph, todo un drama sobre la guerra en Irak, el cual permite a los espectadores ver las maneras, las causas y las consecuencias de la brutalidad moderna, especialmente de esa conflagración por el petróleo. Esta protagonizado por Glenn Davis, Brad Fleischer, Arian Moayed, Kevin Tighe y Hrach Titizian, entre otros. Se presenta en el Mark Taper Forum de Los Ángeles, uno de las salas más importantes de California, Estados Unidos.
Agenda 2010 y 2011
Aunque Kaufman ha manifestado, en repetidas ocasiones, sus deseos de regresar al terruño -vino con I Am My Own Wife, uno de sus más exitosos espectáculos al caraqueño Festival Internacional de Teatro del 2006- para dictar alguno talleres sobre dramaturgia y dirección y hasta eventualmente hacer un montaje, por ahora no piensa en otra cosa que en su apretada agenda de trabajo para 2010 y 2011 con la agrupación Tectonic Theater Project, fundada en 1992, su "máquina de hacer teatro", con la cual ha creado, entre otros, tres espectáculos que lo colocaron en la órbita de la nueva estética teatral estadounidense. Gross Indencency: The Tree Trials of Oscar Wilde, The Laramie Project y I Am May Own Wife, le dieron premios, nominaciones, dólares y prestigio, materiales con los cuales ha elaborado un impactante “pasaporte artístico” que le abre todas las puertas de las instituciones públicas o particulares para apuntalar sus ambiciosos proyectos creativos, como su 33 Variaciones, donde el gran personaje de fondo es nada menos que Ludwig van Beethoven (1770-1827).
Está a millón, para decirlo en venezolano, pero, después de la pieza que muestra en Los Ángeles, hará una gira por varias ciudades estadounidenses exhibiendo The Project Laramie, con sus dos partes, el cual consume siete horas en escena. “No hay que olvidar que es un espectáculo sobre la homofobia en Estados Unidos y alude al asesinato de Matthew Shepard y el juicio contra sus asesinos”. Para octubre lleva a Nueva York la ópera El gato con botas, después remonta el musical Into the Woods en Boston, y luego repone 33 Variaciones, en Los Ángeles con Jane Fonda, en enero del 2011.Después dirige la adaptación de un guión de Tennessee Williams, en New York. “Tengo trabajo y vida para todo eso. Así es que hasta mayo del 2011 estoy a millón”.
-¿Algún proyecto en concreto para Venezuela?
-Estoy en conversaciones con mi amigo Michel Hausman para exhibir Gross Indencency: The Tree Trials of Oscar Wilde, en Caracas. Ahí se aborda el triple proceso judicial contra dicho escritor irlandés, a finales del siglo XIX, por su homosexualidad”.
Beethoven y Fonda
Por 33 Variaciones, Moisés Kaufman ganó, en 2008, el “Harold and Mimi Steinberg/American Theatre Critics Association New Play Award", importante galardón adjudicado por los críticos de Estados Unidos de América, dotado de una placa alusiva y un cheque por 25 mil dólares. Esa obra fue estrenada en el Arena Stage de Washington, en septiembre de 2007. Muestra una historia fisionada sobre Ludwig van Beethoven y las razones o sin razones de su creación de la partitura para piano más famosa: Diabelli Variations. Además entreteje ese patético cuento con la saga de una investigadora musical que, en pleno siglo XXI, estudia esa compleja etapa del músico, a pesar de que ella esta desahuciada. El año pasado la mostró en Broadway, con Jane Fonda, y durante el 2011 la llevará al cine con tan célebre actriz. El director-autor no quiere recordar los premios ganados hasta ahora, en sus largos 20 años de carrera, aunque reconoce que “ha sido una grande y agradable sorpresa. No sabía que estaba siendo considerado porque sigue trabajando con la obra. Pero me encanta haberlo recibido. Es el galardón más importante de la crítica americana para nuevas obras. Aunque pienso que siempre hay que mantener una distancia sana con los críticos porque si les crees cuando te agasajan, tienes que creerles cuando hablan mal de tu trabajo. Y ese es un lujo que ningún artista se puede permitir”.

jueves, abril 15, 2010

Pollesch más allá de Brecht

Tan mal no está el teatro caraqueño, aunque algunos lo tilden de “subdesarrollado” o “netamente banal y comercial”. Pretenden ignorar que, actualmente, dos dramaturgos alemanes, de diferentes generaciones, lanzan sus consejos revolucionarios por intermedio de sus obras, desde la Sala Rajatabla -¿ya pertenece a Unearte?-y la Sala Experimental del Celarg, respectivamente. Nos referimos a Bertold Brecht (Ausburgo, 1898/Berlín, 1956) y René Pollesch (Friedberg/Hessen, 1962).Predican: el más consagrado contra los horrores del capitalismo, donde los ciudadanos están condenados a morir sino tienen dinero; y el otro, vivo y escandalizador, explica como el capitalismo de una manera más sofisticada utiliza el sexo para manipular a los seres humanos y hacerlos consumidores hasta de sentimientos disfrazados de amor y otros afines.
Nos referimos, pues, a la versión libérrima de Auge y caída de la ciudad de Mahagonny (1927), lograda por el autor escénico o director Dairo Piñeres (Caracas, 1975), donde Brecht demuestra como todos los valores de la vida humana en una urbe capitalista son cuantificables en dinero o en oro, y, además reitera, gracias a las verdades de su humor, que sin ellos los seres humanos son menos que las cosas.
Mientras que Pollesch, con su Sexo (2001), propone, a partir del osado discurso de tres personajes “femeninos”, una reflexión sobre los problemas del individuo en el mundo de hoy. Además, “el texto es propicio para interrogar al público de manera directa y descarnada, acerca de los valores y condicionamientos que impone la cultura y sus dinámicas de poder”, como apunta el director Francisco Denis (Caracas, 1962),
Teatro de tesis
Pollesch, que visitó América Latina, especialmente Chile y Argentina para los montajes de varias de sus obras, como Sexo, explicó a la prensa del Cono Sur, que si en una obra se une sexualidad con dinero, seguramente no habría problemas, porque todos estarán de acuerdo, pero si relacionamos amor con dinero, veremos que “la sociedad no lo tolera, aunque si lo practica, abiertamente o de manera camuflada”. Y puntualiza que Sexo trata de unir justamente esos dos conceptos. Y se pregunta y se auto responde: ¿por qué no aceptar que el amor y el dinero mantienen unido a un matrimonio y que eso no significa que se destruya el amor?
Nosotros decimos, como espectadores: ¿por qué no formalizar esa realidad? Él, Pollesch insiste en que “el amor es enigmático, pero todo el mundo habla del amor como si supiera qué es. Quisiera que fuera todavía más misterioso y contradictorio. Un buen ejemplo de ligereza es la película Moulin Rouge, de Baz Luhrmann, donde Nicole Kidman interpreta a una prostituta cortejada por un poeta pobre y un empresario rico. Como es una historia convencional, la hetaira se queda con el vate, porque eso asegura el final feliz necesario para convencer al público que el dinero contamina el amor y así el productor pueda ganar millones”.
Se crean falsos paradigmas en la sociedad capitalista para explotar el sexo y el amor, o la pasión y las conductas sexuales hasta más no poder, afirmamos nosotros, ya que Pollesch reitera, no solo con sus declaraciones sino con lo que “enseña” su texto, que el actual modelo económico pretedermina a la mujer y al hombre de hoy, impone leyes o normas para “pautar” las vidas intimas de los seres humanos como si estuviese gerenciando un supermercado,”donde sexo y amor no son más que servicios negociables”.
Raro montaje
Francisco Denis es uno de los más extraños teatristas criollos. Su rareza consiste en que lleva, no menos de una década, haciendo un teatro contracorriente, una mezcla de circo de salón con teatro de texto. Eso gusta o disgusta, pero es imposible ignorarlo. Ahora se “fajó”, como criollo que es, y estudió a Pollesch para mostrarlo, después de haberlo consultado y trabajado con él en Alemania, con su desopilante montaje de Sexo.Una extenuante e hiperkinética ceremonia donde hay cine, televisión, teatro puro y hasta vodka en pico de botella, para demostrar así el estremecedor discurso de ese germano sobre las verdades y las mentiras del amor y el sexo en la sociedad capitalista, esas pulsiones físicas y psicológicas que mueven a todos los seres humanos y lo convierten en esclavos de quienes las manipulen.
Fue grato ver su doble performance, como puestista y actor travestido, porque demostró que es un magnifico comediante versátil y sólido director, capaz de provocar todas las emociones posibles entre el público, al tiempo que obliga a pensar o reflexionar sobre el amargo sabor del sexo convertido con mercancía, sobre ese cóctel de amor y hormonas que quita el seso y es capaz de enloquecer, tras haberlo materializado con unas relaciones sexuales amparadas o legalizadas por la comunidad, incluso a regañadientes.
El espectáculo, no mayor de 70 minutos, permite el lucimiento de todo su elenco, pero es ahí donde la colombiana Ana María Vallejo convence y advierte que no todo es sexo ni amor, que todos los seres humanos aún seguimos siendo undívagos, inescrutables e incomprensibles, cruzando siempre esa raya amarilla entre la cordura y la locura, dependiendo del tiempo y el espacio donde nos desplacemos. Es teatro para pensar y mirar más allá de lo que sucede en ese escenario bifrontal, especie de discoteca, set de televisión o ese supermercado donde se vive actualmente.
Ficha artística
Obra:Sexo. Autor: René Pollesch. Versionista y director: Francisco Denis. Escenografía: Gonzalo Denis y Teresa Mulet. Video: Beto Benites. Música: Leo Castillo, Miguel Denis y la cantante Janis Denis. Elenco: Ana María Vallejo, Talía Falconi y Francisco Denis. Asistencia y producción: Delbis Cardona para Río Teatro Caribe.







miércoles, abril 14, 2010

"Mientras te olvido" debuta en la UCAB

Mientras te olvido, que es una aproximación al exilio político como experiencia humana y familiar, escrita por el periodista Andrés Correa Guatarasma, es la pieza escogida por la agrupación Teatro UCAB para festejar sus 35 años de labores culturales y académicas. Dirigida por Virginia Aponte y con las actuaciones de Unai Amenabar, Soraya Siverio, Ellen Andaras y Leo Van Schrmbeek, sus funciones, que se realizarán en el modulo 4, planta baja de la Universidad Católica Andrés Bello, del 15 al 30 de abril, serán a beneficio de la Fundación Medatia, la cual realiza labores comunitarias en zonas desasistidas de Mérida y Caracas.
Desde Nueva York, advierte Correa Guatarasma (Caracas, 21 de febrero de 1972) que su obra teatral, la tercera que escribe, fue finalista en la última edición del concurso Metlife/Repertorio Español, en Manhattan.
-¿Qué aborda en la obra que le estrenan en Caracas y cómo se originó la misma?
-Surgió por la fusión de varias ideas que estaban en el aire, aparentemente sin conexión. Incluyendo una tesis sobre el exilio cubano. Y otras de las que fui tutor, sobre los refugiados colombianos, los croatas en Venezuela y los despedidos de Pdvsa. A comienzos del 2009, esas ideas sueltas empezaron a cuajar en forma de tres personajes y, en una semana, estuvo lista.
Mientras te olvido es una historia de amor entre una pareja de exilados separados por una revolución y quienes se reencuentran, años después en Miami, buscando una redención que sólo pueden concederse ellos mismos. En un día, lunes 12 de octubre de 1992, se resumen las vidas de estos tres personajes, mientras afuera el mundo celebra el quinto centenario de la llegada de Colón”.
Enfatiza que es “un texto que no ha dejado de darme satisfacciones. No pensé que había creado algo decente hasta cuando me felicitó un señor que, antes de salir al exilio, estuvo 22 años como preso político en su patria. Nadie más experto que él. Ahora se estrena como producción por iniciativa de un ejército de gente valiosa y valiente. A todos ellos les agradezco mucho el esfuerzo y la oportunidad. Así, dondequiera que esté, siempre vuelvo a la UCAB”.
-¿Por qué el teatro y quienes fueron sus maestros?
-Yo escribí mi primer texto en Puerto Ordaz a los 10 años de edad, como un juego y la engaveté. Pero ni siquiera al estudiar en la UCAB me vinculé al teatro más allá de asistir a las obras de los amigos. Así que mi gran escuela han sido la televisión y el cine, como espectador asiduo que soy. Y el periodismo, que ha sido mi profesión formal y la senda para descubrir el mundo, y conocer tanta gente diversa con sus bondades y miserias. También el reporterismo me permitió ejercer la docencia en la UCAB, y me enseñó a escribir rápido, porque "no hay mañana". En paralelo empecé a escribir guiones de cine y televisión, y luego teatro y radio. Cuatro géneros totalmente distintos, y fabulosos a su manera.
Aclara que no se ve escribiendo prosa, “pues no soy muy fluido con las grandes descripciones y narraciones. Si acaso tengo algún talento, creo que es poder dialogar en función de acciones”.
“Sobre los maestros, pues he aprendido de mucha gente, desde textos teatrales, hasta grandes telenovelas y películas, e incluso canciones. Gente como Giordano di Marzo, Sabina, Blades, José María Cano, para mí son dramaturgos. Y claro, Woody Allen, Edward Albee, José Ignacio Cabrujas, Gilberto Braga y Neil Simon. A estos tres últimos los conocí además como reportero. También me ha orientado la dramaturga y actriz Aminta De Lara, pero además aprendo de la señora que reclama en el abasto y de los alumnos, de los brillantes, y de los que vienen con cuentos y excusas “.
-¿Cuál es el teatro que le gusta escribir y cuál para verlo?
-Mi tema es la justicia, que es uno de los deseos más innatos que definen al ser humano y lo distinguen de cualquier otra criatura viva. Me refiero a la Justicia Suprema, más allá del Derecho. Pero obviamente cada quien define la justicia "suprema" a su manera. No en vano, es una de mis mayores obsesiones personales y mi mayor motor para escribir ficción. Hay tanta injusticia alrededor y uno como periodista se está sobreexpuesto a ello, en todas las fuentes noticiosas, incluyendo deportes y espectáculos, que al menos al escribir ficción tengo la posibilidad de jugar a inclinar la balanza.
“Mis personajes no son querubines, ni demonios, ni seres extraordinarios como Aquiles. Son viajantes, no en el sentido físico, sino porque deben responder a retos, y ello los muta de alguna manera, al menos temporalmente. A veces vuelven a su punto de partida. En otras, ese viaje no tiene regreso. Entonces, lo que me imagino son épicas internas, pequeñas odiseas. Por ejemplo, sobrevivir al autoritarismo es una odisea diaria que cualquier persona enfrenta sin quizás darse cuenta”.
Advierte que le gusta ver teatro intimista, con pocos personajes, pero bien justificados. “Me gusta el teatro que se entienda: sujeto, verbo y predicado. No me gustan las comparsas sin sentido, la seudo intelectualidad forzada, la risa y el llanto fáciles. Tampoco el abuso del monólogo ni, en el otro extremo, el desfile de diez personajes inútiles. Mis obras favoritas tienen poca gente: ¿Quién le teme a Virginia Woolf ? , The subject was roses, La duda, La cantante calva y El día que me quieras, entre otras.
-¿Cómo alterna su profesión de periodista con las labores del dramaturgo?
-Fácilmente, pues hasta ahora he sido básicamente periodista. Y el teatro lo escribo en mi tiempo libre, cuando tengo una historia. Gracias a Dios esto no es una fábrica de chorizos. Una vez que tengo una idea clara, me siento a escribir y eso lo hago rápido. Luego, se deja reposar y comienza a pulirse. Es un proceso intenso, pero que si acaso sucede cada dos años, más o menos. Entonces no perturba, al contrario.
-¿Le ha servido Nueva York para desarrollar su dramaturgia y ha leído o representado algunas de sus piezas?
-Soy internacional y curioso. Hoy estoy aquí, en Nueva York, mañana quién sabe. Tengo tres obras hasta ahora. Dos escritas en Caracas y una aquí en Nueva York. Las tres tuvieron lecturas dramatizadas acá antes que en Venezuela, pero la primera producción será allá. La segunda, aquí. Todo tiene su momento.
“El detalle con Nueva York es que las horas vuelan, el tiempo no rinde. Hay muchas opciones, tanto noticiosas como de diversión. Es el crisol de las finanzas, la plástica, la gastronomía, el teatro, la moda, la diplomacia, el turismo. Entonces hay que saber moverse para no aturdirse. Pero tampoco vale perder las oportunidades.”
-¿Qué puede decir del teatro, en especial del hispano que se produce y exhibe en Nueva York?
-En cuanto al teatro, lamentablemente los hispanos en Nueva York van poco, y mucho menos si es en español. Las razones no las tengo del todo claras. Y es una lástima, pues he asistido a producciones fabulosas. Entonces, no es tan difícil montar una obra como asegurar que la gente vaya. En Caracas, la gente está más entusiasmada con ir al teatro, y si bien la calidad de la cartelera es bastante irregular, es tan difícil producir que cualquier montaje tiene su mérito tácito.
-¿Qué otras obras tiene para mostrar y qué otros proyectos maneja?
- Además de Mientras te olvido, tengo Mercado de pulgas y La abeja reina, que acaba de ser seleccionada por el teatro universitario del Hostos Collegue de Nueva York para ser producida en inglés y español en 2011. Y con Mientras te olvido, espero presentarla en otros escenarios. Creo que su contemporaneidad tiene un valor agregado que no puede desaprovecharse, ahora que el venezolano, por primera vez, masivamente se enfrenta al exilio.
“En general, mi proyecto es seguir luchando por presentar mi trabajo y lograr nuevas oportunidades en teatro, TV y cine. Aparte, ya hay una idea para una cuarta obra de teatro que me está tamborileando en la cabeza, cada vez con más forma. Por allí más o menos va la cosa, pero aún está difusa. Mientras, sigo en el periodismo y la docencia.
-¿Los guiones para la televisión o el cine no le atraen?
-Por supuesto. Hice una telenovela policial, Lejana como el viento, con César Sierra e Indira Páez que, por cierto, marcó el regreso de José Bardina a la TV. La disfruté mucho. También he escrito en solitario dos series de radio. El cine es la Meca para adaptar mis obras de teatro y otras ideas. Mientras, tengo historias diagramadas para TV, pero no se han podido concretar. Menos ahora que la producción está reducida al mínimo en Venezuela, y hasta en Brasil las telenovelas no son ni la sombra de lo que fueron. Pero la imaginación no deja de bullir.

sábado, abril 10, 2010

Otro parricidio en Caracas

Se denomina parricidio al crimen de matar a un familiar, ascendiente o descendiente, y parricida es la persona que lo comete. El más famoso parricida en el teatro es Edipo: mató a su padre, Layo, sin conocerlo y además se casó, sin saberlo, con su madre, Yocasta. Los dioses castigaron así al progenitor de Edipo y a toda su descendencia por profanar la institución del asilo que le concedió el rey Pélope y además haber abusado del joven Crisipo. En términos artísticos, las nuevas generaciones son parricidas con las precedentes, para mostrar metafóricamente el trabajo de superación de las barreras y callejones sin salida, técnicos y estilísticos que permiten el avance y las innovaciones en el arte.
Golondrina incestuosa
Esas atribuladas mujeres toman un cojín y lo aplastan contra la cara del anciano, que, enfermo y adormilado, reposa en un sillón. Lo hacen con fuerza y durante suficientes segundos para provocarle un paro respiratorio y mandarlo directo al infierno, por lo menos. Sin pensarlo mucho, y confiadas en la ruidosa soledad que las acompaña, han cometido un parricidio, otro más en la historia de la humanidad. Es la venganza que asumen y ejecutan las desesperadas hermanas Carmen Elena y Claudia, tras reencontrarse con su progenitor, Manuel Felipe López, en un apartamento del centro de Caracas.
No es una reseña más de otro asesinato escenificado en la nada bucólica capital venezolana. Es el epilogo de la pieza teatral Golondrina, escrita por Aminta De Lara Rojas (Caracas, 1957), la cual hace temporada en el Teatro Trasnocho, bajo la dirección de su autora, quien además actúa al lado de Caridad Canelón.
En la Caracas del 23 de enero de 2002 se desarrolla Golondrina. La urbe hierve entre marchas y contra marchas, de chavistas y antichavistas, quienes con música, gritos y pancartas, además de exhibir sus uniformes, rojos y blancos, dirimen una disputa política a la venezolana, la cual lleva no menos de 200 años; un siglo antes, los bisabuelos de esos marchistas habrían escenificado sus divergencias blandiendo machetes y a plomazo limpio, pero la cacareada civilización “apetrolada” ha logrado que sea diferente, por ahora.
Mientras en un edificio de la Avenida Lecuna, un viejo patriarca agoniza en su vetusto apartamento; el tráfico vehicular es un caos, la ciudad está colapsada y de momento es imposible que una ambulancia logre llegar para auxiliarlo. Esas particulares circunstancias fuerzan lo que parecía imposible: el reencuentro de sus hijas Claudia y Carmen Elena López, profesionales adultas con visiones muy distintas de la política y la vida, una chavista y madre, y la otra solterona y rival política, muy distanciadas en su intento por superar aquella infancia disfuncional que aún las acosa y atormenta.
Ambas fueron violadas por su papá biológico y el hogar familiar se transformó en tormentoso recuerdo y en infierno porque la ley que se aplicó fue la del silencio, a cal y canto, aunque el divorcio resolvió parte de la separación y justificó las soledades acompañadas de las abusadas y su madre.
Pulcro montaje

Golondrina no plasma un tema frecuente, ni un argumento fácil para una obra teatral venezolana. Aminta De Lara Rojas, nieta de una célebre mecenas de las artes y fundadora del Ateneo de Caracas, la escribió con corrección que asombra y además logró escenificarla con pulcritud y mínimos recursos escénicos, lo cual hace ejemplar su trabajo. Ya la habíamos visto, hacia 2007, en Nueva York, y ahora en Caracas se palpa y se siente más consolidada, más teatralmente hablando. Contiene lenguaje justo y acciones básicas para plasmar una historia estrujante. Una ficción sobre numerosas y sórdidas realidades que casi nadie se atreve a llevar al escenario para respetar a las víctimas y por piedad cristiana hacia sus protagonistas, quienes deben sobrevivir en medio de monstruos y fantasmas que transforman esos desgraciados hogares en infiernillos terrenales. La dramaturga, que tiene ya una media docena de obras, investigó, analizó y produjo un texto que es histórico por sus contenidos.
Pero como de teatro se trata, Golondrina tiene múltiples interpretaciones o metáforas, dependiendo de la cultura, la sensibilidad y las historias personales de cada uno de los espectadores que la contemplen durante sus 80 minutos de su representación.
El montaje usa diversos iconos de la pugna política entre chavistas y antichavistas, mientras diez pantallas repiten gráficas alusivas a las manifestaciones. La atmósfera escénica subraya que todo eso transcurre en una etapa de la Venezuela del siglo XXI. De eso no queda duda alguna y además unas cuantas líneas de los acosados personajes lo reiteran. Pero, y creemos que es lo más importante, el espectáculo Golondrina no cae en el panfleto y deja que el público saque sus conclusiones: unas mujeres se vengan o ayudan a bien morir a un hombre que las arruinó psicológica y físicamente para siempre. Crimen que no limpia nada y acentúa el pasado convertido en patético presente.
Mención especial merecen las actrices: Caridad reitera su veteranía y exhibe su sensibilidad. Aminta se supera y hace una replica más que satisfactoria y sirve así para el lucimiento general del evento artístico.
Ficha artística
Obra: Golondrina. Autora: Aminta De Lara Rojas. Actrices: Caridad Canelón y Aminta De Lara Rojas. Música: María Eugenia Atilano. Fotografía, iluminación y dirección técnica: Carlos Ayesta. Dirección: Aminta De Lara Rojas. Producción: Luisa De La Ville y Mauro Costero.

jueves, abril 08, 2010

Brecht divertido y revolucionario

Entre Nicolás Curiel y Humberto Orsini, además de Domingo Miliani, está el honor de haber montado un texto de Berthold Brecht por primera vez ante el público caraqueño. Desde entonces, las obras de aquel sabio del teatro del siglo XX (Augsburgo, 10 de febrero de 1898 /Berlín, 14 de agosto de 1956) se aposentaron en los escenarios criollos y nunca más se las ignoró, a pesar que algunos teatreros lo declararon “fuera de moda” o “anticuado”, mientras otros sí exaltaban los contenido revolucionarios de sus piezas y las mostraban en abierto desafío hacia los regímenes que no aceptaban la ideología comunista u progresista del connotado autor.
Ante ese tremedal sobre la presencia de Brecht en la escena venezolana, solo queda recordar que Los fusiles de la madre Carrar y La condena de Lucullus fueron las primeras piezas mostradas durante los años de la dictadura perezjimenista y para los meses de los retozos democráticos que vinieron después, Orsini historia montajes como Terror y miseria del III Reich, La excepción y la regla y Madre Coraje.
Nosotros subrayamos, que, aparte de esos inolvidables espectáculos, no se puede ignorar lo que hizo Herman Lejter en la UCV con La opera de los tres centavos, teniendo un elenco donde estaban la jovencita María Cristina Lozada y los pavos Gustavo Rodríguez y Lucio Bueno, ni tampoco silenciar lo que logró Carlos Giménez con La honesta persona de Sechuán en la sala Rajatabla, hacia 1985.
Y es ahora, precisamente en ese mismo espacio escénico- que ya pertenece a la Universidad Nacional Experimental de las Artes- y durante la noche del pasado domingo 28 de marzo, a 17 años de la muerte de Carlos Giménez, que ha sido representado, de manera memorable, creativa y altamente divertida, una versión de Auge y caída de la ciudad de Mahagonny, del jovencísimo Brecht.
Brecht siglo XXI
Es caraqueño y nació el 20 de febrero de 1975. Este hijo de cubano y colombiana escogió las artes escénicas para su desarrollo personal y cultural y ya es uno de los mejores directores del teatro venezolano, gracias a la calidad de su trabajo sostenido durante los últimos 15 años. Él cree que el Estado venezolano tiene que tomar más acciones para el desarrollo del teatro, tal como ya como lo hicieron con la música, la danza y el circo. “Creo que la relación entre Estado y teatreros esta fracturada, pero se puede atender y arreglar. Tenemos que ser tratados como verdaderos artistas, porque el teatro también representa a la sociedad y es importante como cualquier otra actividad, porque la palabra en escena es también trascendental”, enfatiza Dairo Piñeres, líder de la agrupación juvenil Séptimo Piso, con la cual acaba de hacer una aplaudida temporada del espectáculo Auge y caída de la ciudad de Mahagonny, versión libérrima de la ópera de Berthold Brecht y Kurt Waill, en la Sala Rajatabla.
Según la versión de Piñeres, en Auge y caída de la ciudad de Mahagonny se preservan las premoniciones de Brecht (1927), sobre la fundación de una Ciudad del Placer (Las Vegas), y el ascenso del nazismo y sus infames políticas de exterminio para los que no fueran arios puros.
Ahí se plasma la saga de cómo Leocadia, Moisés y Willy inventan Mahagonny, donde las pasiones carnales son la forma común de la sociedad. Y de cómo Pablo y sus amigos llegan en busca de felicidad y, no al encontrarla, generan el caos y provocan la destrucción de esa urbe y la ruina de sus habitantes. Lo que sucede es que para este siglo XXI, y especialmente en Caracas, se muestran de manera exacerbada los horrores de ese capitalismo donde los ciudadanos están condenados a morir sino tienen dinero, mientras que el secuestro, el robo y los asesinatos no son tan graves.
Todo eso lo advirtió Brecht, lo que ocurre es que los actores criollos le dieron una veracidad escénica que verdaderamente paran de punta los pelos a cualquier espectador, porque subrayan, precisamente, lo que predicaba el joven alemán para los habitantes de Mahagonny: “Lo primero es tragar, lo segundo fornicar, el boxeo viene en tercer lugar, y en el cuarto el contrato indica: a chupar. Pero no hay que olvidar ni por descuido que aquí todo está permitido”.Una crítica al nuevo mundo industrial y salvaje de grandes ciudades donde el dinero es más importante que los seres humanos.
Es, pues, un espectáculo brillante a pesar de la siniestra oscuridad de su temática y su argumento apocalíptico, donde participaron los comediantes Alexander Rivera, Carlos Díaz, Moisés Berroterán, Jesús Miguel Das Merces, Janset Rojas, Javier De Vita, Kevin Jorges, Juan Pablo García, Melissa Inojosa, Josmary González, Patricia Romero, Karla Martínez, Tatiana Blanco, Vanessa Vásquez, Giovanny Duran, Daniel Torres, Julio Riobo, Héctor Duran, Michael Vega y Najun Guillen.
Y el público venezolano, que es para quien se trabaja en definitiva, ha sabido responder a los esfuerzos de Piñeres y su grupo, acudiendo en masa y obligando así que sea, ampliada la temporada con unas funcione más. Brecht, es, pues, nuestro contemporáneo.
Y para culminar, abusando de la bonhomía y la cultura teatral de Humberto Orsini, hacemos y contestamos esta pregunta:
-¿Puede la diversión con Auge y caída de la ciudad de Mahagonny ser revolucionaria?
- Si, porque una de las cosas que más divierte o recrea al hombre es el descubrir la verdad, y cuando la verdad es revolucionaria, se vuelve una diversión revolucionaria. Brecht advierte que la diversión es la satisfacción que siente una persona cuando descubre ciertas cosas que estaban ocultas a veces en lo más cotidiano. Y nada más obvio lo que enseña el dramaturgo sobre los habitantes de una ciudad capitalista, donde el valor de la vida y el amor son cuantificables en dinero o en oro, donde sin dinero o sin oro no eres nadie.

Teatro gay en Disco Play

Para desgracia de los que proclaman que el arte teatral venezolano, o en concreto el caraqueño, está muerto, tenemos que contradecirlos e invitarlos a que salgan y busquen en las salas que están funcionando y se darán cuenta que las cosas no son así. Que si hay un movimiento que muestra no menos de diez espectáculos, bien sea para adultos o para niños, como lo difunden las carteleras publicitarias de los medios de comunicación impresos.
Y uno de los protagonistas de ese pujante y desacralizador movimiento teatral de gente joven es el autor y el director del espectáculo Disco Play. Él es pequeño de estatura, pero gigante en sus ambiciones e inmenso con su capacidad de trabajo. Es el actor Darío Soto (Caracas, 1983) y desde el pasado mes de marzo se ha convertido en la comidilla de los demás teatreros y del mismo público, ya que lo que presenta -primero lo hizo en el Teatro Escena 8 y ahora en lo muestra en Teatrex- rompe la tradición de los montajes sobre la temática homosexual o gay o GLBT.
Disco Play es una obra que enmarca las situaciones cotidianas de la comunidad GLBT venezolana, buscando desvincular los estigmas y estereotipos, comúnmente representados al tratar la homosexualidad, utilizando el lema “hablar del tema tanto, hasta que ya no sea tema”.
Por intermedio de siete cuadros (El Viaje, El gran armario, La disco, El show, Los camerinos y El gay parade) la pieza presenta de manera voyeurista, distintos momentos con el objetivo de sensibilizar y expresar diversos temas de gran interés en la sociedad para lograr atmósferas de tolerancia y cercanía.
-¿Por qué y para qué una pieza sobre temática homosexual?
-Escribir y montar una pieza de temática gay era una necesidad. Todo nace de un viaje a España que realice hace tres años y el cual para mi fue increíble como experiencia, al ver el avance legislativo y social que tienen allá las comunidades homosexuales. La experiencia fue de tal magnitud que tanto que mis manos no pararon de escribir en autobuses, aviones y aeropuertos. Al regresar a Caracas tenía gran parte de la obra. Aquí debo reiterar que como la homofobia en Venezuela es una enfermedad presente y latente, en mi agrupación, Academia de Arte Ad Libitum, hemos decidido encarar esos temas “fuertes” y desmitificarlos desde la escena.
-¿Esta satisfecho con lo logrado a nivel escénico?
- Mi obra, sin pudor alguno, puedo decir que me encanta, las actuaciones de los chicos, la música, el arte. Claro en un futuro, para una tercera temporada,cuando me encantaría poder tener más recursos para optimizar la producción.
-¿Cómo fue el proceso de creación literaria y cómo se lograron los ensayos?
- El proceso de creación literaria se dividió en tres etapas. La primera fue el nacimiento de la idea en España, la segunda fue la confrontación de lo escrito, ante un grupo de amigos, escritores, actores y directores. La última etapa sucedió durante los ensayos, donde, sin duda alguna, los actores improvisando reescribieron la ultima versión. El proceso de ensayo fue intenso y lúdico, partí de la relajación y de la creación de climas de trabajo armónico y dinámico. La investigación del tema fue fundamental, por lo que contamos con el apoyo de Venezuela Diversa, una asociación civil en pro de los derechos humanos de la comunidad LGBT.
-¿Qué autores venezolanos y foráneos lo inspiraron?
- Mi mayor influencia fue cinematográfica, por que es en el área que actualmente trabajo. Largometrajes como The Rocky horror picture show, 20cms, Cabaret, Reinas, Cachorros y Short bus fueron fuentes de inspiración.
-¿Estaría dispuesto a una revisión de su obra ara agregarle algo que se le haya quedado afuera?
- !Claro!, una obra con una temática tan vigente debe ser reescrita constantemente. Ojala pierda sentido rápido y ojala este demodé rápido. Porque eso hablaría de un avance socio cultural en Venezuela, algo que es necesario y urgente.
-¿Y el público caraqueño que le ha dicho?
-El público se ha portado maravilloso. Los comentarios más usuales son extraordinarios, porque da gusto ver a los jóvenes hablando de temas jóvenes. La comunidad gay ha encontrado en la obra una manera diferente de hablar del tema. Ha sido inmensamente gratificante ver familias enteras riendo y reflexionando con la obra.
-¿Terminó su incursión en la dramaturgia sobre temática gay o prepara algo más para el futuro?
-En teatro no se si vuelva a tratar el tema pero en cine, estoy escribiendo un guión que indaga aun mas en la intimidad de la comunidad LGBT.
Disco Play, que cuenta con el apoyo de la ONG Venezuela Diversa y el Colectivo LGTB Gamá de las Islas Canarias, está protagonizada por diez jóvenes actores del teatro y cine venezolano, como lo son: Rafael Marrero, Alexander Zambrano, Sheila Monterola, Adolfo Nittoli. Jesús Cova, Johanna González, Gabriel Agüero, Fernando Moreno Patricia Pacheco y Christopher Peinado.
Disco Play se presenta en su segunda temporada, en el Teatro Teatrex, en el C. C. Paseo El Hatillo, los días viernes, sábados a las 10:00 PM y domingos a las 8:00 PM.

miércoles, abril 07, 2010

Irak enroló a Moisés Kaufman

Moisés Kaufman (Caracas, 21 de noviembre de 1963), hijo de judíos sobrevivientes del Holocausto, se instaló en Nueva York desde 1987 y diez años después fue catalogado como "uno de los 10 personajes que había logrado transformar el ámbito cultural de Estados Unidos de América, en aquel año 1997", por The New York Times. Desde entonces comprueba cada vez que puede que sí es una versión humanista del rey Midas, pero en el teatro, ya que todo lo que hace en los escenarios es éxito de taquilla y de crítica.
Lleva ya dos largas décadas creando, triunfando y no ha parado y es por eso que ahora dirige el espectáculo Bengal Tiger at the Bagdad Zoo (Tigre de Bengala en el zoológico de Bagdad) de Rajiv Joseph, en el Mark Taper Forum de Los Ángeles, uno de los teatros más importantes de California, Estados Unidos.
La obra de Rajiv Joseph (Cleveland,16 de junio de 1974) es un drama sobre la guerra en Irak, la cual permite que los espectadores vean las maneras, las causas y las consecuencias de la brutalidad moderna, especialmente de esa conflagración por el petróleo. Esta protagonizada por Glenn Davis, Brad Fleischer, Arian Moayed, Kevin Tighe y Hrach Titizian, entre otros.
Como nota curiosa, el Mark Taper Forum queda al frente del Disney Center, sede de la Fil armónica de Los Ángeles, dirigida por otro venezolano, Gustavo Dudamel.
Aunque Moisés Kaufman ha manifestado en repetidas ocasiones sus deseos de regresar al terruño -vino con uno de sus más exitosos espectáculos al caraqueño Festival Internacional de Teatro del 2006- para dictar alguno de sus talleres sobre dramaturgia y dirección y hasta eventualmente hacer un montaje, estamos seguros de que ahora no piensa en otra cosa que en su apretada agenda de trabajo con la agrupación Tectonic Theater Project, fundada en 1992, su "máquina de hacer teatro", con la cual ha creado, entre otros, tres espectáculos que lo colocaron en la órbita de la nueva estética teatral estadounidense. Gross Indencency: The Tree Trials of Oscar Wilde, The Laramie Project y I Am May Own Wife, le dieron premios, nominaciones, dólares y prestigio, que son materiales con los cuales elaboró un impactante pasaporte que le abre todas las puertas de las instituciones públicas o particulares que apuntalan sus ambiciosos proyectos creativos, como su 33 Variaciones, donde el gran personaje de fondo es nada menos que Ludwig van Beethoven (1770-1827).
-¿Cómo está su agenda para este año y el próximo? preguntamos a Moisés.
-Estoy a millón, para decirlo en venezolano. Pero, después de esta pieza, haré un tour en varias ciudades de Estados Unidos con mi espectáculo El proyecto Laramie, con sus dos partes, el cual consume siete horas en la escena; no hay que olvidar que es un espectáculo sobre la homofobia en Estados Unidos y alude al asesinato de Matthew Shepard y el juicio contra sus asesinos. Para octubre llevo a Nueva York la ópera El gato con botas, después remonto el musical Into the woods en Boston, y luego repongo mi pieza 33 Variaciones, en Los Ángeles con Jane Fonda. Luego dirijo una adaptación de un guión de Tennessee Williams, pero en New York. Tengo trabajo y vida para todo eso. Así es que hasta mayo del 2011 estoy a millón.
-¿Algún proyecto con Venezuela?
-Si. He estado en conversación con mi amigo Michel Hausman para traer mi montaje Gross Indencency: The Tree Trials of Oscar Wilde, a Caracas, el cual aborda el proceso judicial contra dicho escritor irlandés, a finales del siglo XIX.
-¿Que ha pasado con Jane Fonda después del espectáculo en Broadway? ¿Hay algún otro proyecto para regresar a ese lugar?
- Sí. Como dije antes, remontamos mi obra 33 Variaciones en enero del 2011 y luego quiero hacer la película con ella.
-¿Que ha pasado con su agrupación Tectonic Theater Project?
-Seguimos desarrollando nuevos proyectos. Somos como una empresa farmacéutica. Siempre tenemos varios proyectos en desarrollo. No nos dormimos en los laureles.





domingo, abril 04, 2010

La cotufa no baila más

En Parque Central, conjunto residencial caraqueño de 2.400 apartamentos, siete penthouses deshabitados, un hotel, dos museos, tres salas teatrales y además tres laberínticos sótanos, pululan las leyendas urbanas, historias de fantasmales seres que conviven con sus residentes.
La más extraña de todas, y por cierto no carente de cierta fascinación, es la de una bailarina clásica, apodada “La cotufa”, que terminó exhibiéndose en siniestros cabarets, donde desgastaba su vida, hasta que fue asesinada en el apartamento de unos caballeros de conductas desordenadas, a quienes las autoridades imputaron el crimen, posteriormente; la despedazaron con cuchillos eléctricos y regaron sus restos en bolsas plásticas.
Sobre las características del asesinato y lo que ocurrió con sus autores, así como mayores detalles sobre la víctima, nunca se supo gran cosa. Sirvió de alimento para las páginas rojas de los periódicos y después fue suplantado por otros estridentes casos, como ocurre en este continente, donde las noticias sobre tales atrocidades se convierten en circo mediático.
Pero la truculenta tragedia de “La cotufa” sí conmocionó a los habitantes de Parque Central por sus características y porque además, casi simultáneamente con el escándalo periodístico, la ánima de la muerta comenzó a danzar en los pisos superiores de los edificios Tajamar, Caroata y Catuche, creando pánico entre los trasnochadores habitantes, visitantes, ascensoristas y vigilantes, quienes se encargaron de propalar las angustiosas apariciones.
Melodrama
No sabemos si tal ánima en pena ya fue conjurada o reposa en algún limbo, pero lo cierto es que un residente en Parque Central, José Antonio Barrios Valle, retomó esa historia, la poetizó y creó la obra La cotufa no baila más. Partiendo de la cruda realidad, retomó esa saga macabra y mostró una pieza teatral, donde todos los habitantes de Parque Central son sospechosos, víctimas y victimarios, pero al mismo tiempo aborda tópicos como el amor, la desesperanza, los sueños inconclusos, la infidelidad, la solidaridad, el odio y los problemas sociales de la vida urbana, todos inteligentemente mezclados hasta crear una fantástica bola de nieve de intrigas.
Este melodrama, donde además el fantasma de “La cotufa” ronda por los pasillos de la multifamiliar edificación, es contado desde la perspectiva de la esfera íntima de familiares y conocidos de la bailarina, con quienes el público se identifica por la contemporaneidad del texto y la ambiciosa propuesta escénica, la cual se desarrolla dentro de un ascensor, tal como lo propone el dramaturgo.
La cotufa no baila más, ópera prima de Barrios, como texto es divertida por las situaciones y los diálogos de doble sentido de sus personajes, quienes viven en uno de los edificios, concretamente en el Caroata,donde hay una ascensorista que conoce vida y milagros de todos los que habitan ese bloque multifamiliar y donde precisamente han asesinado a una bailarina y abandonado sus restos en una basurero. El autor propuso que la ánima de “La cotufa” tuviera una presencia visible y activa en el sube y baja del ascensor donde se desarrollan los diálogos de los residentes con la entrometida ascensorista, para crear una mayor tensión o esa atmósfera mágica en que se desenvuelven los personajes.
Tres temporadas
La cotufa no baila más se estrenó, bajo la dirección de Lenni Márquez y con la producción del Grupo Teatral Repico, en el Ateneo de Caracas, durante la temporada de 2006.Durante el año 2009 fue mostrada por el grupo Emergente de Caracas, bajo la sólida dirección general de Orlando Chirinos, quien con solo 22 años de vida ya da atisbos de creatividad escénica, como lo demuestra con ese montaje, y con las precisas participaciones actorales de Wendy Bermejo y Jesús Delgado, entre otros, además del apoyo de los “locutores” Luis Loreto y Luis Gerardo Galdona. Hicieron temporada en el Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas.
Ahora, la misma agrupación se presenta en el Celarg con un elenco renovado, lo cual ha permitido que el espectáculo tenga mayor impacto y destaquen más las actuaciones, especialmente de Mariely Ortega y Wendy Bermejo.
Equipaje teatral
El venezolano José Antonio Barrios Valle (Cádiz, 22 de julio de 1964) escribe para que los personajes que moran en su interior puedan ser escuchados. Tiene en su bibliografía: La cotufa no baila más, que ganó el Premio de Dramaturgia Fundarte 2006. ¡Que bodas tienes tú!/ Cursillo pre-matrimonial para parejas indecisas. Rasputín en Caracas. El sitio, triunfador en el Concurso CASA de Dramaturgia Venezolana 2008.Y Mi reino por un sueño... una cuerda tensa a punto de romperse, el cual conquistó el concurso de la Casa Andrés Bello 2008. Añade el monólogo La novia viuda. Y cierra con ocho piezas mínimas: De la Carraca a Palo Verde... un metro para Miranda, El año del perro, Punto y coma, Pañito blanco para el altar, Doble despecho... ese bolero ya no es para ti,La novia es mi hijo, Me sacó la piedra y Barajita repetida no llena álbum.
Ficha artística
Obra: La cotufa no baila más. Autor: José Antonio Barrios Valle. Elenco: Wendy Bermejo, Dailyn Valdivieso, Jesús Delgado, Vanessa Morr, Mariely Ortega, Lidsay Castro, Betsabé Clavell y Rafael Calleja. Musicalización: Julio Viso. Escenografía: Lourdes Soto. Director: Orlando Chirinos. Producción general: Jesús Delgado. Asistentes: Alexandra Liendo y Yelitza Velazco.


viernes, abril 02, 2010

En México impactó "Mujermente hablando"

La Semana Santa de abril de 1810 cambió para siempre la historia de la Capitanía General de Venezuela y de otros enclaves del Imperio Español en América. No nos toca evaluar aquí y ahora lo que ha ocurrido durante los últimos 200 años en esos aún irredentos territorios y sus comunidades, pero no podemos silenciar el hecho cultural y político que será escenificado el próximo 19 de abril, en la capital del estado Aragua, cuando sea estrenado el montaje 19 de Abril, un jueves santo, de la dramaturga Mariozzi Carmona Machado (Maracay, 26 de enero de 1963), con motivo del Bicentenario del Grito de Independencia de la República de Venezuela.
Mariozzi, además de escribir teatro, es poetisa, novelista y guionista de cine. Ha ganado varios premios y actualmente tiene una pieza teatral, Mujermente hablando, que lleva cuatro años en exhibición en una sala mexicana. Pero dejemos que sea ella misma quien cuente su historia
-¿Por qué la dramaturgia?
- Me atraen las personas, las voces…el movimiento de un ser, dos seres o varios hablando, respirando y agitando y agitándose. Me impulsa la necesidad de la vida “vivida” en la escena, me apasiona la calidez que sólo tienen los personajes que se corporizan y que ya no son más literatura.
-¿Qué busca en el teatro?
-El decir mi mundo, el ofrecer mi voz a riesgo, el mostrar un poco de lo que me agita que puede tener un punto de encuentro con algún par de ojos que mira y escucha lo que hago.
-¿La narrativa y la poesía también la han atrapado?
-Sí, y el cine, la radio, el ensayo. Toda mi vida he trabajado los principales géneros: poesía, teatro y narrativa.
-¿Satisfacciones logradas?
- He podido acercar a algunas personas, artistas a que formen parte de esos “decires”, de ese pensamiento, de esa manera de ver la existencia, el escribir en una ciudad pequeña y haber propuesto el “esencialismo” en la escena término que acuñamos para definir el teatro que hacemos y de tener a algunos amigos y amigas que apoyan tus escritos y apuestan a ellos.
-¿Cuántas obras montadas en Venezuela?
-Hasta ahora doce, de mi autoría, por supuesto.
-¿Piezas montadas en el exterior?
-Mujermente hablando, hasta ahora.
-¿Qué aborda o que trata el teatro que se le exhibe en México?
-Mujermente hablando, la pieza publicada y estrenada en México, menciona los distintos estadios de existencia en el “diario” de un par de mujeres, sus apetencias, sus gustos, temores, sus amores, sus soledades, su visión de la vida, sus decisiones y las consecuencias de estas y su afán de seguir pese a que digan lo que digan. Fue publicada en México por el CIDAL, y la SOGEM-Sociedad General de Escritores de México, y la Conaculta. Estrenada en 2006, por la Compañía Luna y Señas Teatro, dirigida por Daniela Esquivel en Ciudad de México, y se representará hasta el 22 de abril, en el Teatro la Capilla de Coyoacán. Ese día la conocida escritora Laura Esquivel, le develará una placa con motivo de sus cuatro años de funciones.
"Puesta en escena por Daniela Esquivel, Mujermente hablando cuenta con las actuaciones de Graciela Cázares y Zohar Salgado. Reitero que plantéa la historia de una pareja de mujeres quienes, mientras conversan, atraviesan diferentes espacios, asumiendo distintos roles para enfrentarse a las diversas situaciones que se les presentan. Al mismo tiempo que narran su propia historia, siempre en constante confrontación, cuentan las de otras féminas. Es así como vemos a esas mujeres transformarse en prostitutas, monjas, activistas sociales, etcétera, siendo ellas mismas y también otras".
Mariozzi, que es licenciada en Teatro de la Universidad Nacional Experimental de las Artes, insiste que su “feminismo”, presente en toda su obra literaria, “no quiere decir exclusión de lo masculino ni satanización en torno a esta postura. Lo recalco porque creo en la igualdad de géneros, con sus diferencias claro, pero mi teatro no puede leerse sin esta característica”. Por ese hace también hincapié en los “os” y en las “as”.
-¿Hay temas o argumentaciones vedadas en el teatro?
-La veda es preocupante si se la pone quien escribe. Y desde la persecución a autores desde Aristófanes a la actualidad, pues hay sus vedas más sonadas que otras, oficiales y por lo tanto terroríficas.
-¿La homosexualidad, masculina y femenina, además de la transexualidad que riesgo le ofrecen al autor?
-Hoy día, la homosexualidad o el amor sáfico, la transexualidad etcétera, tienen menos riesgo que en otras épocas. Sin embargo en mis obras, pues, estos son temas recurrentes. He planteado el tema y punto, pues lo trato como un tema cualquiera. En Maracay, que he estrenado en el querido Teatro Ateneo de Maracay, estas propuestas, el público asiste, se solacea, hará sus rechazos, pero nunca he sentido que carraspeen o se salgan ofendidos u ofendidas. Por lo tanto, para mí es un placer mostrar algo de eso que tienen escondido.
- ¿Cuál es su mas reciente premio y que aborda en esa pieza?
-El premio más reciente es el Bárbara Simon, convocado en New York, por el BID. Fue el 4to. Premio. Este concurso es reñido porque luego de que te leen unos 30 estudiantes de diversas Universidades de Estados Unidos en este caso, ellos y ellas pasaban su selección a un jurado de 22 personas y con una presencia de más de 160 obras de diversos países de América latina, y de Inglaterra.
-¿Cual es el montaje que prepara para llevar a México?
-Verde Olivo: la estación de Ángel
es un unipersonal interpretado por el actor Rafael Ángel Alfonzo, y la producción de campo y maquillaje de Daxcy Gualdrón. Se trata de las reflexiones de vida amorosa de una hetaira transexual, que adora y a la vez teme a su madre.
OBRAS ESCRITAS Y PREMIADAS
El Santo Oficio (Publicación del CELARG-1991).El otoño de una señora. Soy, la que soy (monólogo sobre la Reina Juana I de España, llamada la Loca).No basta hablar del fuego para tener su boca. Au revoir (Sobre Teresa de la Parra). Al final Trotsky (Mención Especial Ateneo de la Victoria, Publicada en la Antología el Valle en Drama 28 de junio de2003, en Maracay, Aragua). Hombre roto (Monólogo acerca de un conquistador moribundo ante su cautiva, una aborigen que lo verá lentamente morir. Interpretado por una actriz. Fue estrenado por su autora con el Teatro de Cámara de Maracay en 1993).Vuelo rasante de cielo. Hombremente hablando (Estrenada por su autora en 1998, con el Teatro de Cámara de Maracay).Diálogos de Calle (Conjunto de piezas cortas, son 18 diálogos. Estrenada por su autora con el TCM, año 2000).El Grito. Medeas: Medea in color.Medea blanco, negro y rojo. Yesca (Estrenada por su autora con el TCM, año 2002-03). Mujermente hablando. Carnosa y roja, rojísima (Monólogo. Estrenada por su autora con el TCM, en 2003)Pasodoble. Rodríguez y Ruiz (Dos hombres que deben ser interpretados por mujeres). Otelo y Desdémona .Sangre humana (Estrenada por su autora con el TCM, en 2005).Media lágrima negra (Estrenada por su autora, con el TCM, en 2006). Mujeres de la historia y sin ella que quieren hablar (Escritura de la obra patrocinada por el Proyecto Iberescena en 2008). Fernanda cuatro veces ama. Azul no es topacio. Nocturno.Preludio en Sol (4to. Premio en el Concurso Bárbara Simon, en New York, patrocinado por el BID, año 2010).Hamlet.Verde Olivo: la estación de Ángel (Monólogo a estrenarse en México el 23 de Abril, en la Sala Ángeles Marasco de Coyoacán).Mi bemol, pareja. Nacimiento de Jesús. Darla, la niña impaciente que se impacientó un día (Para marionetas de Hilo. Estrenada con niños y niñas por Doris Hoyos, en los Teques, Fundación Regal) Y ¡Me importa una abeja!