sábado, marzo 30, 2019

El Popol Vuh se estrena el 12 de abril

José Luis León se atrevió con el libro sagrado del pueblo maya.
La maquinaria de la creación artística comenzó a funcionar desde una conferencia-rueda de prensa que organizó la Compañía Nacional de Teatro (CNT) en su sede del teatro Alberto de Paz y Mateos, a mediados del pasado mes de diciembre de 2018. Ahí se anunció que se dispone a ejecutar la producción y exhibición de un monumental espectáculo basado en Popol Vuh, el libro sagrado del pueblo maya, durante su temporada de 2019.
 Hay que subrayar que el Ministerio del Poder Popular para la Cultura avala este proyecto de la CNT, cuyo director general es Carlos Arroyo, ya que está consciente de “la urgente necesidad de reafirmar nuestros valores como pueblo, venezolano y de nuestra América”, y para eso nada mejor que llevar a escena uno de los textos más poéticos y génesis de la creación del hombre como es Popol Vuh.
Hay que puntualizar que la propuesta artística de trabajo con Popol Vuh está basada en la historia de nuestra región latinoamericana y adaptada, como es lógico, a las diferentes culturas indígenas de nuestro país, como un aporte fundamental para el fortalecimiento de nuestra identidad.
Este Popol Vuh, sobre el cual ha estado trabajando la CNT, está basado en el mito de la creación según la leyenda maya quiche. Los dioses en consejo hacen la palabra y en acuerdo se proponen crear el mundo, el mundo es creado, emerge la tierra de la magia, montañas, mares, ríos y cielo, luego dan vida a los animales esperando su reconocimiento y adoración, al no ser adorados por aquellos seres, deciden condenarlos a vivir errantes en la tierra y ser devorados entre ellos. En un tiempo sin tiempo donde no existía el sol ni luna ni los días ni las noches. Los dioses continúan su cometido en busca del ser que los adorara, el consejo, moldeo barro y madera en busca de la máxima creación: el hombre.
La propuesta escénica del espectáculo Popol Vuh ha sido llevada a cabo por el maestro José Luis León, bajo un concepto minimalista en sus elementos, pero con mucha riqueza visual y sonora. Los personajes son representados por actores-bailarines y manipulación de objetos. La escenografía refleja el carácter mágico de la obra, con tecnología audiovisual y lumínica, sobre fondo en completo blanco, con escasos elementos corpóreos. La iluminación refleja el vacío, la nada, tomando luego un juego de tonos haciendo alusión al sol y la luna. La música, creada por el maestro Federico Ruiz e interpretada por la Orquesta Filarmónica, es parte esencial de la historia, se relaciona en todo momento con los elementos agua, tierra y aire y acompañará la pieza durante 80 minutos de duración. Y, como es lógico, el elenco estable de la CNT aporta su musculo y su sangre, además del talento de ese grupo de profesionales ahí reunidos.
Las fechas tentativas para el estreno y la respectiva programación, en el teatro Municipal de Caracas –lo más seguro será desde el 12 de abril- las anunciaran durante la primera quincena del venidero mes de abril, para después mostrarse en el teatro La Ópera de Maracay y en el Festival de Teatro de Caracas, hasta ahora.
Y como colofón de este importante anuncio sobre el teatro que viene para este 2019, hay que recordar que el Presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, en pasada reunión de su Gabinete Ejecutivo, dispuso que hay que invertir en proyectos culturales y llevarlos a la televisión, cine, teatro y literatura para que se conozca la cultura, el arte y las expresiones diversas de la estética, del canto de los pueblos indígenas y rescatar el canto, cultura y arte de los ancestros de la historia venezolana.  Todo esto trabajado en conjunto con el Ministerio del Poder Popular para la Cultura.


domingo, marzo 24, 2019

Entre Rómulo y Pablo

Nadie lo esperaba. Surgió el proyecto y se puso en marcha. Inaugurar la temporada 2019 de la caraqueña Compañía Nacional de Teatro con sendos espectáculos: uno totalmente nuevo y otro con una pieza estrenada el año pasado.
Fue así que el pasado 14 de febrero, a las 7 pm en la Sala Alberto Ravara del Centro Teatral de Occidente de Guanare, se estrenó la versión escénica de Los inmigrantes de Rómulo Gallegos, nuestro escritor más emblemático y ex Presidente de la República, autor de la novela Doña Bárbara donde, precisamente, hay un fantástico fresco sobre la civilización y la barbarie presentes en la patria venezolana.
 Aníbal Grunn, coordinador del Núcleo Portuguesa de la Compañía Nacional de Teatro, y además director del espectáculo Los inmigrantes, originalmente escrito y editado en 1919, es la historia de dos extranjeros: un judío y un italiano, quienes se encuentran en una plaza caraqueña y comienzan a contarse sus vidas, con momentos felices y sus desdichas, desde que llegaron a Venezuela. Hermosa historia, llena de esa gran maestría en la narración galleguiana, con una vigencia absoluta. Saga llena de amor, de burlas, de buenas noticias y de malos momentos. Historias impregnadas de nostalgia y con un profundo agradecimiento a esta tierra que supo cobijarlos y darles no sólo dinero, bienestar y trabajo, sino una familia.
 Recuerda  Grunn que en aquel cuento de Gallegos  los hijos de los inmigrantes, nacidos ya en Venezuela, se casan y comienzan una nueva familia, esta vez de venezolanos que se arraigan aquí, con la perspectiva optimista que nuestro gentilicio podía abrazar en aquellos años y que era la envidia de muchas naciones en desgracia.
 Cuenta Grunn que el año pasado, durante las clases del Taller de Formación de la Compañía Regional de Portuguesa, vieron dramaturgia y leyeron el cuento para hacer una versión teatral. Dividieron la obra en escenas y a cada estudiante le correspondió dialogar una escena. Los escritores fueron Jhessika Betancourt, Emili Valladares, Yonder Carrizalez, Sinait Lameda y Gabriel Jurado, “gente joven que prometen mucha más piezas”, acota Grunn
 “Al final el producto nos gustó tanto que decidimos proponerle a la Compañía Nacional de Teatro, cuyo director general es Carlos Arroyo, para coproducir el montaje. Aceptaron y comenzaron los ensayos. Hicimos un receso por el Festival de Teatro, en el mes de noviembre y al regreso de este 2019 retomamos los ensayos y la producción”.
 Los personajes de la versión teatral de Los inmigrantes son: Abraham (el judío), Doménico (el italiano), Domitila (esposa de Abraham), Franchesca (esposa de Doménico), Abraham (joven), Domitila (joven), Sara (hija de Abraham y Domitila), Samuel (hijo de Abraham y Domitila) Giácomo (hijo de Doménico y Franchesca), cuyos roles están resueltos   por Wilfredo Peraza, Giuseppe Fischetti, Mercy Mendoza, Carlos Moreno, Rosangélica Sánchez, Jhessika Betancourt, Sinait Lameda, Yonder Carrizalez y Gabriel Jurado.
 Grunn coordinó todo el trabajo de escritura así como la dirección general de la puesta en escena. La propuesta escénica, el vestuario, la iluminación y la música, también son producto de charlas, discusiones e investigación cada uno realizó. “Teníamos una referencia de un video que se había hecho para televisión, pero ninguno lo vio hasta que la puesta estuvo terminada y nada podía contaminarlos La historia teatral, ubicada Caracas, transcurre en cinco épocas diferentes: 1925,1942, 1945,1950 y 1955.
 La producción del Núcleo Portuguesa es de gran formato donde “la experiencia de escribir con estos muchachos fue maravillosa. Cada día descubríamos más cosas y siempre tuvimos en cuenta no traicionar al autor en su propuesta de conflicto. Además, lo difícil fue encontrar un mismo estilo todos, como así mismo mantener lo romántico y tan particular de la pluma de Gallegos. Sobre todo con muchachos cuyas edades oscilan entre los 14 y los 20 años. Es importante destacar que casi nadie conocía a Gallegos, por haberlo leído y mucho menos el cuento. Verlos emocionarse y hasta llorar con el final sorpresivo e inesperado, fue algo que nunca me podré olvidar”-
Los inmigrantes se verán en Caracas, por ahora hizo 16 funciones y no menos de mil personas lo aplaudieron. Así comenzó a escribirse la historia del Núcleo Portuguesa.
PABLO GARCÍA GÁMEZ
La Compañía Nacional de Teatro se presentó en el teatro Alberto de Paz y Mateos, desde el 27 de septiembre hasta el 4 de noviembre de 2018, con su espectáculo Oscuro, de noche, texto de Pablo García Gámez que ganó el Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2017, el cual fue llevado a escena por Carlos Arroyo y actuado por el elenco estable de la CNT.
 Oscuro de noche es la trágica historia de Kenny, un trabajador bancario, de 25 años, que es asesinado en una avenida para robarle su moto, y de todas las vicisitudes que tienen que afrontar sus familiares y amigos para recuperar su cadáver y lograr darle cristiana sepultura.
Es, pues, un obra dramática, no convencional, donde el autor García Gámez apunta a la médula de la esfera privada de una familia que ha sido desequilibrada o herida.  El detonante es el hecho que le ocurre al Kenny y lo que importa es ver qué pasa en el mundo de su madre Zenobia, su padre Cristóbal, su abuela Mercedes y su novia Lucía, además de toda una serie de trabas burocráticas que surgen para complicar las exequias.
En ese primer montaje de Oscuro de noche trabajó un doble elenco por lo cual ahí participaron los comediantes Francis Rueda, Adriana Bustamante, Luis Domingo González, Gustavo Rengel, Ariana León, Dora Farias, Marxlenin Cipriani, Randymar Guevara, Gustavo Meléndez, Trino Rojas, Kala Fuenmayor, Adrián Jiménez, Angélica Rinaldi, Yordano Marquina, María Tellis, María Brito, Andy Pérez, Vito Lonardo y Jorge Canelón. La música era, sin duda alguna, un creativo ensamble y el vestuario utilizado es la Compañía Nacional de Teatro, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura desde mayo de 1984.
En este montaje el director Carlos Arroyo juega con elementos de las estéticas expresionista, realista y circense, hasta lograr crear un conmovedor e impactante espectáculo, para no más de 90 minutos de exhibición escénica.
Otro de los atractivos que hizo que la pieza llamara la atención del público fue que varios de los personajes son interpretados por distintos actores que rotan sus roles entre una función y otra, lo que invita al espectador a volver a ver la pieza para disfrutar de las diferentes propuestas actorales.
Ahora Oscuro, de Noche tendrá una segunda temporada en la sala del Teatro Alberto de Paz y Mateos, del 21 al 31 de marzo de 2019, con funciones de jueves a domingo, a las 4 PM. Vale destacar que durante las 24 funciones de su primera temporada la pieza fue muy bien recibida por las más de 2.500 personas que asistieron a la actual sede artística de la Compañía Nacional de Teatro para disfrutar de la obra.
El elenco del actual  Oscuro, de Noche  lo conforman: Francis Rueda, Adriana Bustamante, Ludwing Pineda, Gustavo Rengel, Ariana León, Marxlenin Cipriani, Randymar Guevara, Gustavo Meléndez, Trino Rojas, Gerardo Luongo, Angélica Rinaldi, Yordano Marquina, María Alejandra Tellis, María Brito, Dora Farias, Jean Manuel Perez, Vito Lonardo y Jorge Canelón, integrantes del elenco estable de la CNT. La música es un creativo ensamble además de un especial trabajo de musicalización por parte de Julia Carolina Ojeda y los percusionistas Andersson Figueroa y Jorge Canelón hijo y el vestuario es de la CNT
Comentario general necesario: ahí hay valiosa gente que trabaja para materializar un presente y erigir un futuro .Artistas comprometidos con su país.

Los 48 años de Rajatabla

Carlos Giménez

Ya han transcurrido no menos de 48 años de la compleja historia teatral venezolana y lo manifestamos porque hemos  visto: entre aquel 27 de febrero de 1971,el espectáculo músico teatral Tu país está feliz, dirección de Carlos  Giménez y su  original guión basado  en el poemario homónimo de Antonio Miranda, con la música  fabricada por Xulio Formoso, y, durante el pasado 16 de marzo de 2019, el melodrama La gata sobre el tejado de zinc caliente, con dirección y versión de  Javier Moreno sobre el texto  original de  Tennessee Williams y producido por Williams López, para la agrupación Rajatabla que el ahora comanda.  Dos formas o maneras de vivir en este balcanizado continente.
Ahí, y hay que subrayarlo para la historiografía teatral que ha de venir, porque Venezuela prosigue a pesar de los tropezones, que esos dos montajes se han mostrado, en distintas épocas, en la misma parcela (al norte del Teatro Teresa Carreño y la plaza Morelos) donde estaban la quinta Ramia  y el soberbio teatro que diseñó Carlos Raúl Villanueva para la primera sede del Ateneo de Caracas, y el galpón que construyó el MOP mientras se erigía la soberbia edificación que terminó siendo la sede de la actual Universidad Experimental de las Artes.
TU PAÍS ESTA FELIZ
Tu país está feliz, que era una crítica futurista para la sociedad venezolana de las décadas posteriores, renovó el gusto del público durante las tres últimas décadas del siglo XX   y ayudó principalmente para crear y acrecentar a la agrupación Rajatabla, la cual verdaderamente revolucionó a las artes escénicas criollas, además de ser el motor de los diez primeros Festivales Internacionales de Teatro, aupados por el Estado venezolano y esa extraordinaria mujer que era Maria Teresa Castillo.
Con los mutis de Giménez (1993) y Francisco Alfaro (2011), la locomotora teatral de Rajatabla disminuyó velocidad y ahora esta reducida a cinco personas que sobreviven en la sede y no han dejado de entregar discretas producciones, esperando quizás que el mítico Godot llegue al valle de Caracas, para decirlo metafóricamente.
La desaparición de Giménez, un artista que dedicó los 46 mejores años de su vida a inventar y reinventar la escena venezolana; un hombre, como lo ha escrito Aníbal Grunn, quien al despertar cada mañana ya estaba generando ideas y proyectos, en los cuales involucraba a todos aquellos que eran capaces de montarse en el loco carrusel que lo hacía girar por el mundo. “Tuvo muchos enemigos durante su vida y aún ahora después de muerto. Pero los principales enemigos son aquellos que no siguen haciendo teatro, los que detienen el proceso creador, los que no luchan, los que sienten que no hay nada que hacer. Los que han desertado y se sienten abatidos por la crisis, por la falta de subsidios. Los más grandes enemigos de Carlos Giménez son aquellos que antes y ahora siguen creyendo que es necesario estar con el gobierno de turno y raspar un poquito de la olla para ver que me toca”.
TENNESSEE WILLIAMS
Pero como la historia de Rajatabla sigue viva es que en la sala de la institución se ha presentado la plausible producción de La gata sobre el tejado de zinc caliente (1955) del legendario Tennessee Williams, (Columbus,26 de marzo de 1911/Nueva York,25 de febrero de 1983), un atormentado autor estadounidense que reinterpreta la mitología familiar de su país a través de la envidia y el resentimiento. Un pieza amarga o dura donde  el profundo sufrimiento de los integrantes de una prospera familia convive entre la aceptación y el rechazo de las normas establecidas por la sociedad, donde lo íntimo del odio está permitido y desde lo público las políticas conservadoras y tradicionales regulan el conjunto social de los nativos y los inmigrantes empeñados en alcanzar y mantener  el American Way of Life, una filosofía práctica, como se difunde por Internet, basada en “un estilo de vida despojado, de libertad sin restricciones, de consumo exacerbado, en la dominación económica de los pueblos desfavorecidos”. Un sistema social enemigo de todo lo que irrespeta o violenta las normas religiosas, un sistema anclado en el pasado, pero donde, sus nueva generaciones están luchando para voltearlo todo, desde 1969 con la rebelión o revolución de StoneWall.
Una familia donde tres mujeres luchan por tener sus capitales y para eso procrean o buscan parir, aunque al final de sus vidas tendrán que reconocer que no todo puede ser comprado con oro o dólares y que la naturaleza humana es como un barril sin fondo de sensaciones y sentimientos que al pasar al ámbito familiar liberan ambiciones ocultas, odios familiares, sexualidades reprimidas y posturas conservadoras que orbitan entre la nostalgia y la muerte. No deja de ser paradójico que todos esos elementos son convocados para celebrar el cumpleaños de uno de los personajes protagónicos de la obra, como lo puntualizan las notas de prensa de Rajatabla.
La anécdota teatral permite conocer, veladamente, la homosexualidad del hijo menor de la adinerada familia y la obligación que tiene de engendrar un hijo para no perder la herencia y mantener la tradición familiar. La sociedad norteamericana comenzó un cambio profundo desde 1969 y ahí están, algunas veces con contratiempos y tribunales inquisitoriales. El autor también luchó para que no lo anularan por su conducta sexual no tradicional.
Dirigida puntualmente nuevamente por Javier Moreno, este texto desgarrador de Tennessee Williams reinterpreta la mitología familiar a través del resentimiento. En este sentido, el profundo sufrimiento de los integrantes convive entre la aceptación y el rechazo de las normas establecidas por la sociedad: donde desde lo íntimo impera el odio permitido y desde lo público se manifiestan las políticas conservadoras y tradicionales que regulan el conjunto familiar y el de toda esa sociedad, como es la gringa, pero que es copiada o calcada en el resto del continente americano por la nefasta presencia de la tan cacareada transculturización.
Un grato aplauso se merece el profesional elenco ahí presente para esos 90 minutos de teatro educativo correcto: Luis Carlos Boffill (además de ser un correcto cantante), Mayte Parias, Gabriel Duno, Verónica Arellano, Frank Obando, Marisol Matheus y Omar Lugo.
Carlos Giménez nunca montó este texto de T.W pero seguramente habría probado con una puesta en escena más controversial, pero Javier Moreno salió preciso para apuntalar la producción de lo que aún queda de Rajatabla, una empresa cultural que se fundó para impedir que las mentiras pudiesen ser tomadas o consideradas como verdades

martes, marzo 19, 2019

Pospuesto homenaje para Carlos Giménez


Juan Carlos Giménez Gallardo fue un importante director y productor de teatro venezolano. Nació en Rosario, Argentina, el 13 de abril de 1946  y murió en Caracas, a consecuencia del SIDA, el 28 de marzo de 1993.  
 Es posible que la mala memoria, una verdadera epidemia nacional, no lo identifique ahora por su nombre de batalla, Carlos Giménez, pero algunos recordaran que fue él, junto a María Teresa Castillo, quien puso en marcha -precisamente durante el negro septiembre de 1973 -una empresa fantástica de promoción cultural como fue el Festival Internacional de Teatro de Caracas (FITC), el cual hasta ahora ha cumplido más de 40 años de persistencia.  Este Giménez también fue el  fundador del grupo Rajatabla,  el Taller Nacional de Teatro, el Centro de Directores para el Nuevo Teatro y el Teatro Nacional Juvenil de Venezuela, todas instituciones vanguardistas y originales, fábricas de controversiales contenidos estéticos, de las cuales solo sobreviven, maltrechamente, dos.
Lo recordamos ahora porque para el venidero 13 de abril,  en la sala Rajatabla, la Compañía Nacional de Teatro, con su director Carlos Arroyo a la cabeza, le hará un homenaje, junto a las actrices Francis Rueda, Aura Rivas y el primer actor Aníbal Grunn. Y ahí estaremos para decir unas cuantas palabras sobre su huracanado paso por el teatro venezolano, del cual fuimos testigos y por el que hemos escrito dos modestos libros: Tiempo y espacio y Carlos Giménez:antes y después.
Habría que puntualizar que por primera vez el Estado  venezolano exalta la historia de un argentino que dejó una profunda historia en el desarrollo de las artes escénicas. ¡Es justicia!

Otra guerra en el Celarg

Teatro con jóvenes.
El experimentado actor y director Luis Bernal, quien este año celebra 20 años de carrera artística, es uno de los directores invitados para formar parte del maravilloso ciclo de teatro breve latinoamericano organizado y llevado a cabo por La Escuela Superior de Artes Escénicas Juana Sujo.El cual presentarán el sábado 23 y domingo 24 de marzo a las 4 pm. En el Celarg de Altamira, la obra del colombiano Jairo Aníbal Niño: El monte Calvo .
Por su parte, Bernal se siente muy satisfecho de vivir la experiencia y de tener la responsabilidad de llevar a escena esta extraordinaria pieza que se mantiene vigente hoy por hoy en nuestra sociedad. Así como también de trabajar con las nuevas promesas de la actuación de la Escuela  Juana Sujo . Al mismo tiempo, manifiesta haberse enriquecido de trabajar con los alumnos de esta prestigiosa escuela de actuación, porque es una manera de compartir lo aprendido durante estos 20 años de trayectoria con las nuevas generaciones.
El monte Calvo, considerada la obra maestra del dramaturgo colombiano Jairo Aníbal Niño, nos cuenta la historia de Sebastián, un antiguo combatiente de la guerra de Corea y Canuto un ex -payaso con quien comparte su vida como habitantes de la calle, soportando el hambre y frío que los acompaña en esa vida de pordioseros. Durante la trama, se van revelando el pasado de estos personajes, y donde nos deja comprender como en la guerra los perdedores siempre son los mismos, o sea los de abajo, que se ponen como carne de cañón para defender ideales abstractos como la patria, la civilización o el honor.
La obra está concebida con gran ritmo, con distintas soluciones. La sencilla actitud de los personajes, la elementalidad, sin intelectualizaciones forzadas de última moda, de sus diálogos, nos muestra un autor atento a no inventar nada innecesariamente, a no hacer más teatro del absurdo que el absurdo mismo de esa guerra de opereta. Una pieza con contexto trágico y cómico a la vez, donde el autor nos muestra una obra fresca, llena de humor negro y de humor tierno, de crueldad y de sorpresa. Sus defectos reflejan a la vez sus virtudes, tan solo para recalcar la conciencia de un pueblo que enmedio de sus sufrimientos y privaciones, no es melodramático, y que en medio del drama de su vida, ríe y se burla de aquello que lo oprime. Con unas actuaciones honestas y unos actores muy comprometidos en el escenario.
Esta pieza será interpretada por algunos de los alumnos de la Escuela Superior Juana Sujo. Ellos son Elisyerson Hernández como Sebastián, Alejandro Andrade como Canuto, Gilbert Acosta como el coronel, Angélica Morales en la asistencia de dirección, y Vanessa Blanco en la producción. Todos bajo la dirección de Luis Bernal y la producción general de Andrés Martínez.
El monte Calvo se estará presentando el sábado 23 y domingo 24 a las 4 pm, en la sala experimental del Celarg, ubicada en la Av. Luis Roche de Altamira. Cuenta con estacionamiento y seguridad.


lunes, marzo 18, 2019

Falleció el dramaturgo venezolano Gilberto Agüero

Así lo fotografiamos en la casa de Chalbaud,hacia 2011.
Otro duelo para la cultura y la sociedad venezolana. Se fue de gira hacia el infinito el dramaturgo Gilberto Agüero Gómez, quien había nacido en Barquisimeto, hacia el año 1940.Deja un legado valioso para la dramaturgia venezolana; son no menos de 40 obras escritas, pero solo 12 le fueron editadas, aunque buena parte de su producción se ha distribuido en libretos y algunas hasta se las han representado. Al menos pudo ver a unos cuantos de sus personajes en escena.
Se hizo dramaturgo cuando ya había vivido un cuarto de siglo. Debutó con Ciclón sobre los barcos de papel, la escribió en Caracas y la envió a un concurso de Maracaibo, en el año 1966, donde obtuvo el primer premio, unos dos mil bolívares de la época. Su ópera prima fue representada en el Zulia y nunca más subió a escena, aunque ha estado en cinco proyectos de producciones. Es la historia de un muchacho que viaja a Londres para hacer unos talleres sobre traducción simultánea de conferencias y cuando regresa se le presentan serios problemas con su mamá porque ella quiere casarlo a juro. Después entregó Amelia de segunda mano y desde entonces nunca paró de escribir.  También ha escrito teatro para niños, lo que más le han escenificado. Pero no es suficiente.
“Sigo siendo un excluido, quizás el campeón de todos los excluidos escritores del teatro venezolano”, nos declaró al ganar el III Concurso de Obras Teatrales Marita King 2008 con la pieza Mono con revólver, por la cual recibió a pieza premiada, con 5 mil bolívares, dentro de un universo de 21 textos participantes. El veredicto unánime, suscrito por los dramaturgos Román Chalbaud y José Gabriel Núñez, y este periodista y crítico, puntualizaba que la obra fue elegida “por el acertado manejo de la estructura teatral, el preciso e inspirado uso del lenguaje y el hábil desarrollo de una trama vigorosa profundamente vinculada con el acontecer nacional”.”, afirma.
Mono con revólver es una respuesta para quienes reclaman o exigen por qué la dramaturgia contemporánea no refleja en nada a la actual nación petrolera. Sus cinco personajes desarrollan una saga sobre cierta organización mafiosa que medra en una sociedad la cual avanza en un proceso de agudos cambios sociales y además revela como esos sicarios se las arreglan para sobrevivir o desaparecer, en medio de una revolución, que, según Vladimir Lenin, es un levantamiento, un acto de violencia, por medio del cual una clase derroca a otra, tal como lo recuerda “Monqui”, el líder de ese quinteto.
Agüero Gómez, quien residía en la capital larense, se ganaba la vida dando talleres de dramaturgia para las nuevas generaciones y por eso siempre recomendaba la lectura del libro Técnicas literarias del drama del crítico Enrique Izaguirre, porque es un texto mínimo, preciso y altamente didáctico, que explica, de manera muy clara, los rudimentos de una pieza teatral y cómo son la exposición, el nudo y el desenlace. Y además enseña que los temas tienen que ser, al principio, sobre cosas que el principiante conozca.
Agüero Gómez vivió gran parte de sus 79 años en Barquisimeto, donde acompañaba a su madre, Rosa Doralicia Gómez de Agüero. Visitaba Caracas siempre por motivos especiales, aunque aquí tiene amigos como Román Chalbaud. Cada que podía decía a la prensa que se escenifica muy poco teatro nacional porque se editan muy poco a nuestros autores. “El Estado, que es el único que lo puede hacer, no tiene todavía una política especial de incentivos, aunque hay que resaltar el caso de la editorial oficial El perro y la rana que me ha publicado mi libro La primera orquesta latina de mujeres, y también lo ha hecho con otros escritores. Ojalá que intensifiquen esa tarea de hacer conocer a los dramaturgos criollos, porque es muy larga la lista de inéditos o ignorados o excluidos. Ojalá que las autoridades de esa empresa estatal se entusiasmen con esa tarea que yo considero patriótica”,
Agregaba siempre que también se escenifica poco teatro de autor nacional por “razones muy personales, supuestamente culturales o intelectuales de los productores y directores, pero de eso prefiero no hablar, porque por ahí salta la liebre de la comercialización de la escena, que es otro problema complejo, el cual se caracteriza por la búsqueda de textos exitosos de afuera o de autores internacionales y la contratación de aquellos actores que tienen un buen rating por la televisión. En fin la situación es bien compleja, pero se puede ayudar a sofocar o disminuir esa exclusión con la publicación al menos de los textos, También gracias a la Internet hay posibilidad de difundir algunas piezas pero yo no estoy en nada de eso, ni computadora tengo”.
“Los tiempos han cambiado para mal, porque antes existía El Nuevo Grupo y ahí el autor nacional tenía prioridad, porque para eso lo crearon José Ignacio Cabrujas y Isaac Chocrón, ya fallecidos, y Román Chalbaud, entre otros. Esa institución cerró y nadie tomó el relevo, lamentablemente. Y eso también ha afectado el desarrollo de nuestro teatro en general”.
Ojala que los teatreros revisen sus textos y los escenifiquen para que su memoria  no se le lleve el viento, como suele suceder.



Rajatabla festeja sus 48 años con La gata sobre el tejado caliente


Ya han transcurrido no menos de 48 años de la compleja historia teatral venezolana y lo manifestamos porque hemos  visto: entre aquel 27 de febrero de 1971,el espectáculo músico teatral Tu país está feliz, dirección de Carlos  Giménez y su  original guión basado  en el poemario homónimo de Antonio Miranda, con la música  fabricada por Xulio Formoso, y, durante el pasado 16 de marzo de 2019, el melodrama La gata sobre el tejado de zinc caliente, con dirección y versión de  Javier Moreno sobre el texto  original de  Tennessee Williams y producido por Williams López, para la agrupación Rajatabla que él ahora comanda.  Dos formas o maneras de vivir en este balcanizado continente.
Ahí, y hay que subrayarlo para la historiografía teatral que ha de venir, porque Venezuela prosigue a pesar de los tropezones, que esos dos montajes se han mostrado, en distintas épocas, en la misma parcela (al norte del Teatro Teresa Carreño y la plaza Morelos) donde estaban la quinta Ramia  y el soberbio teatro que diseñó Carlos Raúl Villanueva para la primera sede del Ateneo de Caracas, y el galpón que construyó el MOP mientras se erigía la soberbia edificación que terminó siendo la sede de la actual Universidad Experimental de las Artes.
TU PAÍS ESTA FELIZ
Tu país está feliz, que era una crítica futurista para la sociedad venezolana de las décadas posteriores, renovó el gusto del público durante las tres últimas décadas del siglo XX   y ayudó principalmente para crear y acrecentar a la agrupación Rajatabla, la cual verdaderamente revolucionó a las artes escénicas criollas, además de ser el motor de los diez primeros Festivales Internacionales de Teatro, aupados por el Estado venezolano y esa extraordinaria mujer que era Maria Teresa Castillo.
Con los mutis de Giménez (1993) y Francisco Alfaro (2011), la locomotora teatral de Rajatabla disminuyó velocidad y ahora esta reducida a cinco personas que sobreviven en la sede y no han dejado de entregar discretas producciones, esperando quizás que el mítico Godot llegue al valle de Caracas, para decirlo metafóricamente.
La desaparición de Giménez, un artista que dedicó los 46 mejores años de su vida a inventar y reinventar la escena venezolana; un hombre, como lo ha escrito Aníbal Grunn, quien al despertar cada mañana ya estaba generando ideas y proyectos, en los cuales involucraba a todos aquellos que eran capaces de montarse en el loco carrusel que lo hacía girar por el mundo. “Tuvo muchos enemigos durante su vida y aún ahora después de muerto. Pero los principales enemigos son aquellos que no siguen haciendo teatro, los que detienen el proceso creador, los que no luchan, los que sienten que no hay nada que hacer. Los que han desertado y se sienten abatidos por la crisis, por la falta de subsidios. Los más grandes enemigos de Carlos Giménez son aquellos que antes y ahora siguen creyendo que es necesario estar con el gobierno de turno y raspar un poquito de la olla para ver que me toca”.
TENNESSEE WILLIAMS
Pero como la historia de Rajatabla sigue viva es que en la sala de la institución se ha presentado la plausible producción de La gata sobre el tejado de zinc caliente (1955) del legendario Tennessee Williams, (Columbus, 26 de marzo de 1911/Nueva York, 16 de octubre de 1983), un atormentado autor estadounidense que reinterpreta la mitología familiar de su país a través de la envidia y el resentimiento. Un pieza amarga o dura donde  el profundo sufrimiento de los integrantes de una prospera familia convive entre la aceptación y el rechazo de las normas establecidas por la sociedad, donde lo íntimo del odio está permitido y desde lo público las políticas conservadoras y tradicionales regulan el conjunto social de los nativos y los inmigrantes empeñados en alcanzar y mantener  el American Way of Life, una filosofía práctica, como se difunde por Internet, basada en “un estilo de vida despojado, de libertad sin restricciones, de consumo exacerbado, en la dominación económica de los pueblos desfavorecidos”. Un sistema social enemigo de todo lo que irrespeta o violenta las normas religiosas, un sistema anclado en el pasado, pero donde, sus nueva generaciones están luchando para voltearlo todo, desde 1969 con la rebelión o revolución de StoneWall.
Una familia donde tres mujeres luchan por tener sus capitales y para eso procrean o buscan parir, aunque al final de sus vidas tendrán que reconocer que no todo puede ser comprado con oro o dólares y que la naturaleza humana es como un barril sin fondo de sensaciones y sentimientos que al pasar al ámbito familiar liberan ambiciones ocultas, odios familiares, sexualidades reprimidas y posturas conservadoras que orbitan entre la nostalgia y la muerte. No deja de ser paradójico que todos esos elementos son convocados para celebrar el cumpleaños de uno de los personajes protagónicos de la obra, como lo puntualizan las notas de prensa de Rajatabla.
La anécdota teatral permite conocer, veladamente, la homosexualidad del hijo menor de la adinerada familia y la obligación que tiene de engendrar un hijo para no perder la herencia y mantener la tradición familiar. La sociedad norteamericana comenzó un cambio profundo desde 1969 y ahí están, algunas veces con contratiempos y tribunales inquisitoriales. El autor también luchó para que no lo anularan por su conducta sexual no tradicional.
Dirigida puntualmente nuevamente por Javier Moreno, este texto desgarrador de Tennessee Williams reinterpreta la mitología familiar a través del resentimiento. En este sentido, el profundo sufrimiento de los integrantes convive entre la aceptación y el rechazo de las normas establecidas por la sociedad: donde desde lo íntimo impera el odio permitido y desde lo público se manifiestan las políticas conservadoras y tradicionales que regulan el conjunto familiar y el de toda esa sociedad, como es la gringa, pero que es copiada o calcada en el resto del continente americano por la nefasta presencia de la tan cacareada transculturización.
Un grato aplauso se merece el profesional elenco ahí presente para esos 90 minutos de teatro educativo correcto: Luis Carlos Boffill (además de ser un correcto cantante), Mayte Parias, Gabriel Duno, Verónica Arellano, Frank Obando, Marisol Matheus y Omar Lugo.
Carlos Giménez nunca montó este texto de T.W pero seguramente habría probado con una puesta en escena más controversial, pero Javier Moreno salió preciso para apuntalar la producción de lo que aún queda de Rajatabla, una empresa cultural que se fundó para impedir que las mentiras pudiesen ser tomadas o consideradas como verdades.

miércoles, marzo 13, 2019

Teatro de Sergio Urrego en Bogotá

El TEATRO REVIVE SU HISTORIA 

 Cuando fuimos alumnos de Isaac Chocrón, en la Escuela de Artes de la UCV, racionalizamos, según cuenta la leyenda bíblica, que la vida eterna o la inmortalidad la perdimos los humanos por la desobediencia de Adán y Eva, pero, que, gracias a los artistas del espectáculo (teatro, cine y televisión) sus personajes, bien construidos y caracterizados, son inmortales y vivirán cada vez que se les exhiba o escenifiquen.
Recordamos esto porque en Bogotá (la otrora capital del Virreinato de la Nueva Granada) un suicida, de 16 años, y su novio, además de sus amigos, y su madre, están en escena gracias al montaje teatral Sergio Urrego no está muerto, amiga mía, una pieza que salvará vidas, según sus realizadores, quienes la están exhibiendo desde el pasado 8 de marzo, bajo la dirección de Daniel Galeano y con actores en escena, quienes decidieron no deja morir el recuerdo del protagonista.
Su caso estremeció a Colombia, reseñan varias publicaciones, las cuales subrayan que en la tarde del 4 de agosto del 2014 se conoció como un homosexual de 16 años decidió quitarse la vida en Bogotá. Su muerte, según investigaciones policiales y periodísticas, se produjo después de haber sido víctima constante de discriminación por parte de las directivas del colegio en el que estudiaba, lo que vino a ser el epilogo de un siniestro bullying.
Ese suicidio abrió un debate en toda Colombia sobre la forma en que las instituciones educativas deben proteger y fomentar la diversidad sexual, pero, sobre todo, su muerte dejó un legado de respeto y responsabilidad para cientos de personas que toman su caso como ejemplo. 
 “Todos en algún momento nos hemos sentido discriminados por alguna razón, ya sea por la preferencia sexual, por el color de piel, por el pensamiento y nosotros queremos mostrar precisamente eso, que como sociedad debemos acabar con juzgar y juzgar a los demás”, señaló Geraldine Mora, actriz que da vida a dos personajes dentro de la obra: a Tatiana, una de las mejores amigas de Sergio, y a su abuela. 
Un mes y medio en la preparación, ensayos de domingo a domingo, momentos “tensionantes” en medio de la elaboración de las escenas, angustia y un profundo respeto y admiración por Sergio fue lo que vivieron los actores que decidieron darle vida a este joven, desde un punto de vista diferente, puntualizan las reseñas. 
Alejandra Giraldo Romero, quien interpreta a Alba Reyes, madre de Urrego, describe al joven como “una persona muy valiente, que no se quería callar nada y que, desafortunadamente, el entorno en el que estuvo lo obligó a callarse muchas cosas y eso hizo que explotara de la forma en que lo hizo”.
Ninguno de los actores que hace parte de la obra conoció a Urrego, pero todos lo ven como un ejemplo a seguir debido a su tenacidad y valentía. Muchos también se sienten identificados, pues en varios momentos han sido víctimas de discriminación e incluso han llegado a sufrir de enfermedades como depresión y ansiedad. 
Barraca, una pequeña sala de teatro de Bogotáse convirtió en el lugar adecuado para contar esta historia de la vida; una que de acuerdo a sus actores no es la misma que ya han contado otros medios de comunicación o incluso la película Mariposas Verdes (2017), filme colombiano de Gustavo Nieto Roa, basado en el caso del joven Sergio Urrego. Esta es una historia que va más allá y que no quiere caer en dramas ni tristezas sino resaltar la vida y tenacidad de ese adolescente gay. 
“Con la puesta en escena queremos que la gente salga feliz y con una sensación de libertad”, explicó Miyer Andrés Jiménez, encargado de dar vida a Sergio Urrego en la obra. Su papel es quizá el más importante y no por personificar al joven, sino por la responsabilidad que conlleva plasmar su historia de manera diferente.
 Lo más difícil para mí fue ese choque mental de saber que todavía siguen pasando casos así, que no fue lo que le pasó a él sino que a diario hay millones de Sergios Urrego pasando por lo mismo y que no saben cómo defenderse o qué hacer en estos casos”, explicó Jiménez. 
La legendaria banda Queen, su gata, su novio, entre muchos otros elementos también hace parte del montaje. Entre canciones de Freddie Mercury, interpretadas por los mismos actores, hasta parte de los relatos de su madre se pueden ver reflejadas en la obra. 
Cuando se habla de matoneo, probablemente más de uno sienta cómo vuelven a su mente recuerdos no muy gratos si durante los años escolares fue el “gafo”, “la gorda”, “el negro” o “el o la marica” del salón, ante los cuales se respira profundo y se evita hablar de eso, por aquello de la vergüenza.
HISTORIA PARA DIGERIR
Afirman, los analistas colombianos, que sin duda alguna, en esa memoria colectiva que a veces se prefiere olvidar por cobardía o comodidad, ronda el nombre de Sergio Urrego, un joven estudiante cuyo rostro copó todos los medios de comunicación porque tomó la decisión de acabar con su vida.
Sergio se suicidó porque fue víctima del matoneo más cobarde que haya podido alcanzar a la opinión pública. A él lo juzgaban los docentes que se suponía debían formarlo para la vida, todo porque sus preferencias sexuales eran diferentes. Más allá de hablar de ese suceso, de ahora en adelante se hablará de un joven con sueños, con una determinación de hierro y un pensamiento libre que será recordado gracias a la obra de teatro Sergio Urrego no está muerto, amiga mía, que busca reivindicar su existencia.
De acuerdo con el director de la obra, Daniel Galeano, el mensaje que quiere dejar a través de esta pieza que reúne 10 momentos de felicidad en la vida de Sergio, es sencillo: “Salvar vidas, eso es lo que pretendemos con esta obra, que los chicos sepan que tienen una herramienta legal, una ley que los protege para cuando sufren matoneo en el colegio, que sepan que hay algo en la ley que los defiende independientemente de cuál sea su color de piel, credo u orientación sexual”, precisa.
Hace hincapié en el logro de una madre que toma la bandera que su hijo le ha dejado, y se aparta del dolor para emprender una lucha ante la Corte Constitucional de Colombia, en busca de que ningún niño o joven en Colombia piense si quiera en desistir de vivir porque en su institución educativa le hacen matoneo. “La obra nace a partir de todo lo que implicó la muerte de Sergio. Su madre, Alba Reyes, demanda a la Corte Constitucional y gana, en ese momento se empiezan a estudiar los manuales de convivencia y se habla de un tema de discriminación en Colombia que antes se discutía pero no estaba legislado. Por eso creemos que es una historia que hay que sacar del closet”, explica.
Por su parte, el actor que encarna a SergioMiyer Jiménez, le envía un mensaje de amor a aquellas personas que vivieron o viven en la actualidad la discriminación para que sepan que no están solos y lo hace extensivo para quienes tienen la necesidad de ultrajar a otros por ser diferentes. “Quiero dejar un mensaje de vida, amor y respeto, quiero que no se sigan repitiendo situaciones como estas. Con este montaje quiero personalmente pedir que no se repitan estos casos de discriminación…que este sea un mensaje de paz, para decir que el amor es hermoso, no es algo que deba ser dañino”, concluye.
Así que si usted, lector venezolano, realmente entendió el mensaje que el colombianito Sergio quiso difundir al mundo con su temprana partida, anímese a viajar a Bogotá – o espere a que la monten en Caracas- para disfrutar de esa obra porque “más allá de la muerte de un pela’o, van a ver una historia de vida que los va a abrazar en la risa y en el llanto, van a ver en Sergio Urrego un joven que cambió la vida de Colombia y de muchas personas que han sido discriminadas y perseguidas", como explica Galeano.

domingo, marzo 10, 2019

Jonidel Mendoza expone en Madrid

Una de las oueza de lamuestra española
El trabajo del artista plástico venezolano Jonidel Mendoza se mostrará hasta el 1º de abril de 2019 en su más reciente exhibición, que bajo el título “Encuentros/Desencuentros”, se presenta actualmente en la galería In Casa de Madrid en alianza con la venezolana GBG Arts.
Artista de nuevos medios mixtos proveniente del dibujo y la pintura, Jonidel Mendoza ha creado su cuerpo de trabajo a partir del uso de materiales como fibra de vidrio, láminas de aluminio microperforadas, mallas metálicas y seda organza, entre otros.
De acuerdo a la investigadora, crítica y docente de artes visuales, María Elena Ramos, cada instalación de Jonidel Mendoza “está siendo, internamente, una obra-en-proceso: el proceso de convertir telas metálicas o fuertes mallas industriales en figuras ingrávidas. O el proceso de transmutar cables y guayas de acero en líneas de dibujos aéreos que conforman criaturas leves. Va tomando el espacio un dibujo escultórico, un trazado que se hace cuerpo, una línea que se separa del soporte para multiplicarse”.
 A su juicio, el eje de las instalaciones de Mendoza son “entes tangibles y a la vez incorpóreos; apariencias de radiografías que recuerdan, del hombre, la constante convivencia -marcada por la realidad biológica- de lo exterior de su anatomía con la ósea estructura interna (...) Son ambiguos dibujos en el aire en todo caso, croquis mínimos, instalaciones de asomos fantasmáticos de apariencia fluida y comunicante (...) Figuras cambiantes, en las que a veces prevalece el mandato de la línea que las dibuja en el aire, otras veces predomina la fuerza de la estructura instalativa, y en otros momentos es la traslucidez de la materia la que protagoniza, hacia la invención de la obra abierta”.
 Por su parte el curador e investigador Félix Suazo, considera que en la obra de Jonidel Mendoza la mirada se sumerge en un tejido de líneas superpuestas, “trama configurante donde lo visible es una entidad ambigua que busca su plenitud en la ilusoriedad del claroscuro. Allí, el ojo se enreda, pierde el rumbo y lo reencuentra,  salta de un trazo al otro, calibra las distancias y recompone –al fin- la escena que lo convoca. Tal es el recorrido que exige este juego de veladuras ingrávidas”.
 Para Suazo, en sus piezas sólo hay siluetas y rostros inacabados. “Son criaturas de apariencia evanescente, cual retratos de una existencia amenazada que se protege de incursiones indiscretas o perniciosas detrás de cercas, rejas y cortinas.  El  individuo - aislado o diluido en la multitud - es sólo una sugestión cuasi corpórea que lleva la marca del encierro. Todo lo demás  –ventanas, muros, edificios – ha desaparecido, excepto estas figuras imperfectas, hechas con  el detritus de una sociedad insegura, como si aquel blindaje de alambres cruzados se hubiera  instalado en el interior del sujeto”.
 onidel Mendoza (Maturín, estado Monagas) cursó estudios en la Escuela de Artes Plásticas Eloy Palacios en Maturín, y en el Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón en Caracas. Ha participado en exposiciones individuales y colectivas en Venezuela, y otros países como en Estados Unidos, Corea del Sur, Colombia, Chile, Inglaterra, Francia y España. Su obra forma parte de colecciones públicas y privadas de Venezuela, Estados Unidos, Corea del Sur, y ha recibido numerosas distinciones, entre las cuales figuran, Premio Antonio Edmundo Monsanto. Bienal 64 Arturo Michelena. Ateneo de Valencia, Carabobo (2008), Mención de Honor. V Bienal Internacional de Acuarela Ciudad de Viña del Mar. Sala de Exposiciones del Casino de Viña del Mar, Chile (2006), y Mención de Honor. VIII Salón Cantv Jóvenes con FIA. Fundación Corp Group Centro Cultural, Caracas (2005), entre muchas otras.
 Su más reciente exposición Encuentros/Desencuentros se estará presentando hasta el 1º de abril de 2019 en la galería In Casa, ubicada en  la calle de Villanueva 5, 28001, Madrid, España.


miércoles, marzo 06, 2019

Pequeñas infidelidades que salen caras

Nohely y Rafael en comprometida comedia romántica.

Para los teatreros argentinos como Juan Carlos Gené y Mario Diament no hay teatro comercial (por aquello de cobrar taquilla y estar encapsulado en supuestas situaciones banales). Lo que sí hay es teatro bien hecho o mal hecho, teatro vacuo o teatro con contenidos y predicas. Recordamos esto porque una pieza del mejor teatro comercial se exhibe, con éxito, en el santo sanctorum, del teatro caraqueño: Trasnocho Cultural, al cual calificamos nosotros como el Ateneo de Caracas del siglo XXI.
A Mario Diament se le conoce en Caracas gracias el éxito de taquilla y público que generaron los espectáculos Cita a ciegas (2007), Un informe sobre la banalidad del amor (2011) y Franz y Albert (2016), basados en sus obras homónimas, dirigidas por Daniel Uribe y Luigi Sciamanna, respectivamente. Ahora, este destacado intelectual y periodista (Buenos Aires, 17 de abril de 1942), está de nuevo en la cartelera del teatro Trasnocho Cultural gracias a su pieza Pequeñas infidelidades, resuelta convincentemente por los intérpretes Nohely Arteaga y Rafael Romero, y puesta en escena, perfectamente, por Luigi Sciamanna. Plausible espectáculo, cuya duración no supera los 90 minutos, el cual deberá asombrar al público caraqueño, integrado principalmente por mujeres, porque ahí subraya como las deudas que dejan los amores mal clausurados o cerrados,  se suelen pagar con la propia sangre, o desencadenar con un lio judicial metafóricamente hablando.
Pero antes de echar el cuento sobre Pequeña infidelidades, “que tiene que ver con otro costado mío muy importante, como son la pasión y el amor”, según palabras del propio Diament, debemos subrayar que sí es un triunfador en su arte dramatúrgico –sus textos se representan en Europa y en América- aunque no le gusta reconocerlo, pero aquí contamos un poco de esa faceta que ha consumido su vida entera y dado bienes en su tránsito existencial, aristotélicamente hablando.
PERIODISTA Y TEATRERO
El invitado, Guayaquil: una historia de amor, Escenas de un secuestro, Esquirlas, El libro de Ruth, Tango perdido, Equinoccio, Interviú, Por amor a Lou, Moscú y Tierra de fuego, son algunos de los textos más representados de  Diament, a quienes hemos tratado personalmente durante un par de visitas que hizo a Caracas.
Estrenó hacia 1971 su primera pieza Crónica de un secuestro, en Buenos Aires, y desde entonces encontró el modo de desarrollar una carrera dramatúrgica en paralelo con su tarea periodística, hasta que se dedicó de lleno a la docencia, pues lleva más de 10 años en Miami, en la Universidad Internacional de La Florida, y además está vinculado al New Theatre, la compañía que suele estrenar sus textos (escritos en español y luego traducidos al inglés).
Diament escribe y difunde continuamente sus obras que, en muchas oportunidades, recalan en los sitios más diversos. Sus textos los montan talleres de teatro, conjuntos filodramáticos, elencos profesionales y hasta un grupo de indígenas en la Puna de Atacama, las han representado, ha puntualizado el escritor con cierto asombro.
Ante la polémica de lo comercial y lo artístico en el teatro, él afirma que esa división de comercial y artístico no pertenece al teatro. No se plantea hacer teatro comercial o artístico. Lo que se propone “es hacer teatro y punto; después trato de colocarlo en algún lado, pensando en que tiene que tener algunas premisas que ayuden a quien invierte dinero en el montaje y que pueda ser disfrutado por cualquier espectador. El mal teatro puede ser un buen negocio comercial. El buen teatro naturalmente si se hace bien anda bien. Escribo a partir de situaciones que me parecen interesantes. Y mis obras terminan siendo una exploración de este potencial. Desde el comienzo tengo solamente algunas ideas, nunca más que eso”.
Ha declarado que le interesa pensar más en las ideas de la casualidad y el destino. ”Me interesan ambas cosas, porque estos hechos podrían ocurrir en dimensiones diferentes. En muchos de sus cuentos Borges muestra, a partir de su agnosticismo, su fascinación por los mundos paralelos mucho antes de que la mecánica cuántica se difundiera tanto. Pensar en la existencia de otras dimensiones modifica nuestra noción de tiempo y espacio. Leo mucho sobre estas cuestiones por la necesidad de comprender el mundo en el que vivo. Estos planteos –si bien algunos los entiendo mejor que otros–, a veces, me hacen cuestionar la naturaleza de la existencia. Otras, afortunadamente, se convierten en obras de teatro. Porque la noción de vivir en un mundo que no se entiende es muy angustiante”.
Admite que no le fue difícil dejar su Argentina para radicarse en Miami. “No, porque ya había vivido muchos años afuera: siete en Nueva York y otros siete en Israel, como corresponsal en Medio Oriente. A comienzos de los ’90, cuando llegué, viví la transición del Miami geriátrico a la ciudad de las supermodelos, el veloz rediseño de lo que ahora es la Riviera de Estados Unidos. Fue un proyecto deliberado que comenzó con la revalorización de los edificios art déco y que más tarde trajo como consecuencia una mayor actividad artística, teatral, cinematográfica y literaria”.
¿Se puede vivir de los derechos de autor?
No. Pero uno puede morir orgullosamente.
LA CUARTA OBRA
 Con Pequeñas infidelidades, la cuarta pieza que montan a Diament en Caracas y la segunda que le produce Douglas Palumbo, vemos, deliciosamente, como Rafael Romero y Nohely Arteaga asumen los conflictivos personajes de un macho y una hembra viviendo con preocupación no asumida  sus cuartas décadas existenciales. Ellos, como Alejandro y Emma, se encuentran en un apartamento que está siendo redecorado y estalla ahí un diálogo nostálgico porque ambos se amaron a lo largo de siete años, pero se separaron, a pesar del tradicional divorcio, y no de buena manera, hace ya 20 años. A las no fingidas sorpresas siguen las preguntas, y lo que comienza como una inocente conversación, se transforma gradualmente en una inquietante indagación de su fracasada relación, donde la sospecha de la infidelidad estuvo siempre presente. El texto es una entretenida noveleta de suspenso y genera seguramente conmoción, sonrisas y complicidad, hasta que terminan amándose desesperadamente y llega al final inesperado, el cual promete ser discutido, inevitablemente, entre la audiencia. Las actuaciones son más que satisfactorias y la dirección también es convincente. Tanto que el tiempo escénico pasa sin afectar al impaciente espectador, que es atrapado de principio a fin.
Sobre esa pieza se ha dicho que es una enseñanza cruel   porque hay que arrepentirse de lo que se hace y no por lo no hecho. Queda, cual moraleja, que no se puede tratar de relanzar lo que no fue transparente y estaba basado en mentiras o en desesperada necesidad, nunca confesada, para “no estar solos”. ¡Emma se venga, porque después de ese reencuentro y los excesos ocurridos y además saciados, llama a la policía para denunciar que su ex marido la ha violado!
¿Qué puede ocurrir?, Mario Diament no lo escribió, pero el público sí sacará conclusiones y algunas decisiones se adoptaran para esa noche y las posteriores, porque donde hubo fuego… cenizas incendiarias quedan, siempre. ¡Y nadie está exento!