El teatro comercial vive de boletos vendidos en taquilla o por Internet. La calidad de lo exhibido depende de artistas y productores, quienes deben atrapar audiencia para lograr ingreso generoso que beneficie a todos. Eso no es exclusivo de Caracas, también ocurre en Madrid, Paris, Londres y Nueva York, donde hay inversiones millonarias en algunos espectáculos, autenticas joyas del show business.
La receta más utilizada en esas salas para agotar la boletería es el rating, el uso de intérpretes destacados en televisión o cine para atraer espectadores. Funciona con elevados porcentajes y deja pingües ganancias, pero en ocasiones no sirve por no sé qué razones o sin razones, tales como: “está fuera de pantalla”,”envejeció” o “ya no lo conoce nadie”. La excepción confirma la regla.
En Caracas, algunos empresarios luchan contra la dictadura del rating y experimentan, cual aprendices de brujos, con grupos o productores de espectáculos realizados correctamente, de contenidos serios y comprobados actores pero sin una pizca del perfume mediático que emana de la pantalla chica o de la grande.
Lo que ahora hacen los comerciantes esta fríamente calculado. Pueden perder o dejar de ganar porque convencidos están que deben buscar alternativas para que el público elija y no encuentre únicamente montajes con histriones de TV. No pretenden cambiar de ramo, quieren probar si hay lucro con el otro teatro.
El primero en usar esa estrategia contra el rating ha sido el Trasnocho Cultural y por eso muestra todavía a Bolívar vs. San Martín/La revancha, cuyos actores convincentes Arnaldo Mendoza e Ignacio Márquez, no hacen televisión y caracterizan a los generales en el ring side de una barriada. Dicho espectáculo termina su temporada de 12 funciones y los balances de taquilla son negativos, aunque los escasos espectadores salen satisfechos con los contenidos y las performances actorales.
La segunda carta, de las tres anti rating que usará el Trasnocho en este primer trimestre, es el espectáculo músico teatral Pessoas, escrito y dirigido correctamente por Katty Rubesz, con los conmovedores actores Alma Blanco, Norma Monasterios y Alexander “Zamora” Solórzano, y los diestros músicos Gonzalo Mendoza y Rodolfo Aranguibel. El cual estará hasta el 12 de febrero, con funciones: sábado y domingo a las 4PM
Pessoas es un erudito y sentido trabajo con la poesía de Pessoas, cuyo mecanismo es el conflicto de dos féminas que ahora moran en América pero no pueden olvidar al terruño que esta muy atrás. Es una grata sorpresa que evoca a una serie de teatros poéticos-musicales de décadas pretéritas, con minima escenografía y actores que juegan muy bien con los versos, el canto o fado y la música. Nos rememoró a Tu país esta feliz por la impotencia de la protesta ante el mundo que no perdona los idealismos.
Pessoas es pues un oasis, en medio de la aridez de muchos montajes caraqueños, dedicado a todos los que hemos amado o tenemos nostalgia por la patria y recurrimos a los versos para manosear nuestros sentimientos profundos.
¿Qué pasará con este complot contra el rating? ¿Perderá el teatro? ¿Qué comerán los artistas?¿A quienes les duele el teatro?
La receta más utilizada en esas salas para agotar la boletería es el rating, el uso de intérpretes destacados en televisión o cine para atraer espectadores. Funciona con elevados porcentajes y deja pingües ganancias, pero en ocasiones no sirve por no sé qué razones o sin razones, tales como: “está fuera de pantalla”,”envejeció” o “ya no lo conoce nadie”. La excepción confirma la regla.
En Caracas, algunos empresarios luchan contra la dictadura del rating y experimentan, cual aprendices de brujos, con grupos o productores de espectáculos realizados correctamente, de contenidos serios y comprobados actores pero sin una pizca del perfume mediático que emana de la pantalla chica o de la grande.
Lo que ahora hacen los comerciantes esta fríamente calculado. Pueden perder o dejar de ganar porque convencidos están que deben buscar alternativas para que el público elija y no encuentre únicamente montajes con histriones de TV. No pretenden cambiar de ramo, quieren probar si hay lucro con el otro teatro.
El primero en usar esa estrategia contra el rating ha sido el Trasnocho Cultural y por eso muestra todavía a Bolívar vs. San Martín/La revancha, cuyos actores convincentes Arnaldo Mendoza e Ignacio Márquez, no hacen televisión y caracterizan a los generales en el ring side de una barriada. Dicho espectáculo termina su temporada de 12 funciones y los balances de taquilla son negativos, aunque los escasos espectadores salen satisfechos con los contenidos y las performances actorales.
La segunda carta, de las tres anti rating que usará el Trasnocho en este primer trimestre, es el espectáculo músico teatral Pessoas, escrito y dirigido correctamente por Katty Rubesz, con los conmovedores actores Alma Blanco, Norma Monasterios y Alexander “Zamora” Solórzano, y los diestros músicos Gonzalo Mendoza y Rodolfo Aranguibel. El cual estará hasta el 12 de febrero, con funciones: sábado y domingo a las 4PM
Pessoas es un erudito y sentido trabajo con la poesía de Pessoas, cuyo mecanismo es el conflicto de dos féminas que ahora moran en América pero no pueden olvidar al terruño que esta muy atrás. Es una grata sorpresa que evoca a una serie de teatros poéticos-musicales de décadas pretéritas, con minima escenografía y actores que juegan muy bien con los versos, el canto o fado y la música. Nos rememoró a Tu país esta feliz por la impotencia de la protesta ante el mundo que no perdona los idealismos.
Pessoas es pues un oasis, en medio de la aridez de muchos montajes caraqueños, dedicado a todos los que hemos amado o tenemos nostalgia por la patria y recurrimos a los versos para manosear nuestros sentimientos profundos.
¿Qué pasará con este complot contra el rating? ¿Perderá el teatro? ¿Qué comerán los artistas?¿A quienes les duele el teatro?
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