El Teatro Trasnocho se ha ido transformando, desde hace cuatro años, en el faro de la escena caraqueña. Su director artístico, Moisés Guevara, propuso, y desde entonces así se hace, la sucesiva exhibición de diversos espectáculos, producidos por agrupaciones particulares, de viernes a domingos, en dobles tandas nocturnas, donde participan conocidas figuras de la televisión, alternando con veteranos comediantes, para interpretar textos ligeros desprovistos de vulgaridades. ¡La formula triunfó!
El éxito en el Teatro Trasnocho, que ahí se mide por los cómputos que arroja la taquilla, tiene cifras cercanas a los 20 mil espectadores y los 400 millones de bolívares, cuando el montaje supera los cuatro meses de temporada y mantiene un promedio alto de audiencia. No todos, por supuesto, alcanzan esas cifras, pero sí hay un flujo permanente de piezas, comediantes y el importante público.
Comercial del siglo XXI
El teatro comercial, cuya historia caraqueña viene desde los intentos de Juana Sujo pasando por los experimentos de Conchita Obach, Enzo Morera, Guillermo González, Jorge Bulgaris, Horacio Peterson e incluye hasta el mismo Carlos Giménez, en los últimos 50 años, ahora está relanzado por el Trasnocho y ya ha sido copiado o imitado por otras instituciones, públicas o privadas. Por eso ahora cunden en Caracas los montajes con las mismas características: textos livianos y protagonizados por rostros de la pantalla chica.
Casi todos quieren montar un monólogo o una pieza con máximo de cuatro intérpretes, y sus temáticas giran, en su mayoría, en torno a la situación de las mujeres en un contexto machista y represor. Hay competencia sin recato alguno y hasta ya se habla de aperturas de otras salas durante el año próximo.
Pero lo que definitivamente ha capturado las miradas de los teatreros y el público es la programación dominical “Haciendo publico lo privado”, otro proyecto del mismo Moisés Guevara, el cual consiste en leer, después de las once de la mañana, una selección de piezas teatrales ante un público que paga su boleto (Bs. 10 mil) y acude interesado en ver y escuchar a sus actores y actrices favoritos, casi siempre provenientes de la televisión, o jóvenes profesionales que recién comienzan.
El dominical experimento “Haciendo público lo privado” comenzó hace un año y hasta ahora han sido leídas 38 piezas ante un conjunto de 3.160 espectadores, quienes disfrutaron de textos de Jean Genet, Tennessee Williams, Arthur Miller, Federico García Lorca, Oscar Wilde, Eurípides, Isaac Chocrón, Eduard Albee, Sófocles, José Ignacio Cabrujas y otros, además de una serie de autores jóvenes criollos y de España.
Moisés Guevara comenta que los resultados con el público “han sido extraordinarios”, porque él jamás pensó “que podríamos llegar a convocar 250 personas para una lectura, como ocurrió con Las criadas de Jean Genet. Hemos tenido una asistencia regular de 100 a 200 espectadores, y en algunas ocasiones hasta únicamente 40; pero que 40 personas compren entradas para una lectura dramatizada durante un domingo cualquiera a las 11:00 am es un logro, por no decir que es una gran ganancia para el teatro, para el teatro como profesión”.
Con respecto a los actores y actrices que han estado involucrados en “Haciendo público lo privado”, el director Moisés Guevara comentó que pasan de 120 entre comediantes y directores.
-¿Planes inmediatos con “Haciendo público lo privado”?
-Vamos a culminar este año con un ciclo de siete textos de Cabrujas, el cual proseguiremos en el 2006. Además, la próxima semana sube a escena Rosa de dos aromas, un texto de Emilio Carballido que aquí leímos y que ahora lo encarnarán Nelly Garzón y Nattalie Cortez, dirigidas por Iraida Tapias.
-¿Elencos para lecturas venideras y directores que participarían?
-Entre actores y directores hemos logrado convocar a un inmenso número de colegas y mantenemos siempre la premisa de incorporar más jóvenes. Para mí es fundamental apoyar la incorporación de los nuevos profesionales al mercado de trabajo y es por eso que casi todos mis alumnos han participado como actores. Estoy convencido de que este proyecto “Haciendo público lo privado” los modificó, así como nos modificó a todos, incluso a los que tienen años en este oficio.
Comenta Moisés Guevara que “para nuestros colegas actores que trabajan en la televisión y tienen una dinámica muy fuerte por las grabaciones, este proyecto les permite no alejarse durante mucho tiempo del teatro. Prácticamente todos participan e incluso entendemos nuestros compromisos y nos ajustamos. En algunos casos iniciamos ensayos a las diez de la noche y muchas veces no podemos estar todos en los ensayos, así que termina convirtiéndose en un reto para el director, ya que hay que ajustar por partes y todo esto en cuatro sesiones de trabajo previas a la lectura del domingo. Porque esto no es agarrar un texto y salir a leerlo. No, se ensaya y ensaya, hasta que se consiguen las atmósferas. No es fácil esto”.
-¿Satisfecho con lo obtenido, ahora que también otros teatreros los están imitando?
-Qué bueno que nos imiten, pero ojalá que lo hagan con rigor. Por supuesto que estoy feliz con lo logrado, porque este proyecto nació en el Teatro Trasnocho, pero es un proyecto independiente, es el proyecto más independiente en el que he trabajado durante 20 años de profesión y precisamente este año cumplí dos décadas en el teatro y me di cuenta de eso hace algunos días.
Un amplio legado
“El ciclo dedicado a José Ignacio Cabrujas como un honesto homenaje y recordatorio de su obra, nos tiene en una encrucijada”, apunta Guevara. “Tengo meses dedicado a la investigación de sus textos y ya tengo una relación digitalizada y corregida de más de 24 obras de teatro, a veces me salta la fantasía de leerlas todas. Para iniciar vamos a leer, en siete domingos, sus primeras piezas: domingo 13 de noviembre:La soberbia milagrosa del general Pío Fernández y Tradicional Hospitalidad (Antonio Costante); domingo 20: Fiésole (Xiomara Moreno); domingo 27: El extraño viaje de Simón el malo (Miriam Dembo); domingo 4 de diciembre: Juan Francisco de León (Iraida Tapias); domingo 11:La vida y la muerte del Rey Ricardo III (Javier Vidal). Y para enero leeremos sus versiones de Macbeth , Sueño de una noche de verano y su Profundo. Y se nos queda en el tintero más de la mitad de su obra y algunas maravillas que encontré. Mi planteamiento es que puedan trabajar en este ciclo todos los actores que participaron hasta ahora, los elencos no están decididos y los definimos de una semana para la otra porque depende mucho de los compromisos que tengan. Trabajaremos casi todos los directores del proyecto pero quiero invitar a los que fueron amigos de José Ignacio. Lo que nos queda por delante es conseguir una editorial interesada en publicar las obras completas, el trabajo más difícil que fue conseguirlas y digitalizarlas ya está hecho”.
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