Además de ser un valioso y aguerrido periodista independiente, dedicado a la promoción de eventos por intermedio de la Web 2.0, es actor y productor de espectáculos. También anhela destacarse en lides dramatúrgicas y, por si fuera poco, incursiona como sólido guionista en la radio y la televisión. En síntesis, este Carlos Roa Viana (Caracas,1966), amante incondicional de las artes escénicas, ahora podrá ver y disfrutar en la sala Luisela Díaz su más reciente pieza para espectadores de todas las edades, La fea despierta, bien puesta en escena por Gerardo Blanco López, con la fina producción del grupo Bagazos y gracias al plausible respaldo actoral de Francis Romero y Gustavo González, apoyados por el talento de Erika Santiago, Geisy Rojas, Blanca Izaguirre, Rosana Mottola, María Fernanda Esparza, Carlos Manuel Neira, Luis Andrés Figueroa y Cipriano Castro Flores.
Partiendo de la popular leyenda europea La bella durmiente, la cual Charles Perrault transformó (1697), Roa Viana logra construir una saga teatral invirtiendo las circunstancias y características originales del cuento: ¿Y si fuera fea? ¿Y si sufriera de insomnio? De esta manera se originan nuevas y entretenidas situaciones que sorprenden a niños, niñas y padres o madres, o sea a la familia. ¡Bravo esa!
La fea despierta plasma a los multimillonarios Selenia y Sofronio quienes esperan con emoción el nacimiento de su primera hija; pero se quedan mudos cuando ven que la bebita es “requete fea” y, para colmo, la bruja Porfiada, ofendida porque no la invitaron al bautizo, le lanza un hechizo para que duerma 100 años, pero se equivoca con la abracadante formula y le genera insomnio crónico. Sus alocadas madrinas Jacinta, Leandra y Filomena tampoco ayudan mucho…pero como de teatro se trata todo tiene una solución y colorín colorao la fea crece y se transforma en bonita damisela y puede dormir, además de lo otro, en su noche de bodas, con su príncipe soñado.
El director Blanco López “mete mano al texto” y con la complicidad del autor y las plausibles versatilidades del elenco logra un montaje musical, ayudado por Daniel Atilano, con unos cuantos bailecitos, canciones sencillas y pegajosas, sin excederse por supuesto. Nosotros no somos asiduos al mal llamado “teatro infantil”, porque nuestro niño interno se “voló” hace décadas, pero ya no es así: regresó y hemos disfrutado y hasta degustado la moraleja que, de antemano, nos glosó el director: “Somos, los seres humanos sensatos, lo que sembramos dentro de nosotros, porque la verdadera belleza está en nuestro interior”.
La fea despierta es una aleccionadora comedia musical con buena predica de vida, la cual demuestra el talento de Carlos Roa Viana para la literatura dramática y revela que sí contó con buenos consejeros, como su mamá María Mercedes Viana y el feliz Julio César Mármol, a quienes dedicó la pieza. Ahora se espera que entregue un texto totalmente original para reiterar su pasión por el arte de calidad. ¡Larga es la cuesta…pero no inalcanzable!
Partiendo de la popular leyenda europea La bella durmiente, la cual Charles Perrault transformó (1697), Roa Viana logra construir una saga teatral invirtiendo las circunstancias y características originales del cuento: ¿Y si fuera fea? ¿Y si sufriera de insomnio? De esta manera se originan nuevas y entretenidas situaciones que sorprenden a niños, niñas y padres o madres, o sea a la familia. ¡Bravo esa!
La fea despierta plasma a los multimillonarios Selenia y Sofronio quienes esperan con emoción el nacimiento de su primera hija; pero se quedan mudos cuando ven que la bebita es “requete fea” y, para colmo, la bruja Porfiada, ofendida porque no la invitaron al bautizo, le lanza un hechizo para que duerma 100 años, pero se equivoca con la abracadante formula y le genera insomnio crónico. Sus alocadas madrinas Jacinta, Leandra y Filomena tampoco ayudan mucho…pero como de teatro se trata todo tiene una solución y colorín colorao la fea crece y se transforma en bonita damisela y puede dormir, además de lo otro, en su noche de bodas, con su príncipe soñado.
El director Blanco López “mete mano al texto” y con la complicidad del autor y las plausibles versatilidades del elenco logra un montaje musical, ayudado por Daniel Atilano, con unos cuantos bailecitos, canciones sencillas y pegajosas, sin excederse por supuesto. Nosotros no somos asiduos al mal llamado “teatro infantil”, porque nuestro niño interno se “voló” hace décadas, pero ya no es así: regresó y hemos disfrutado y hasta degustado la moraleja que, de antemano, nos glosó el director: “Somos, los seres humanos sensatos, lo que sembramos dentro de nosotros, porque la verdadera belleza está en nuestro interior”.
La fea despierta es una aleccionadora comedia musical con buena predica de vida, la cual demuestra el talento de Carlos Roa Viana para la literatura dramática y revela que sí contó con buenos consejeros, como su mamá María Mercedes Viana y el feliz Julio César Mármol, a quienes dedicó la pieza. Ahora se espera que entregue un texto totalmente original para reiterar su pasión por el arte de calidad. ¡Larga es la cuesta…pero no inalcanzable!
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