El
hombre de la rata, unipersonal de
Gilberto Pinto, se estrenó el 11 de septiembre de 1963 en la Sala de Conciertos
de la UCV, dirigido por Pedro Marthan y con la actuación de su autor. Ahora, después
de ser representado en diversos escenarios y otras temporadas, y con diversos
comediantes, se muestra en el Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas, en la avenida
México de Caracas, con la actuación de Raimundo Mijares y la depurada puesta en
escena de Costa Palamides, por ahora los sábados y los domingos a las 4PM.
Optamos, después de haber disfrutado de esa performance,
entrevistar a Mijares y he aquí lo que obtuvimos:
¿Cómo
llega El hombre de la rata a tus manos?
Pienso que el monólogo es un reto y una aspiración
para todo actor. Desde que empecé en el teatro y supe de este texto me atrajo y
estuve, leyéndolo y estudiándolo. Cuando regresé de España en 1991, hablé con
Costa Palamides, con quien había tenido muy buena relación en España, para que
me dirigiese. Ese es el origen de este trabajo. Bueno, la montamos y nos
invitaron al Festival de Oriente, posteriormente fuimos a Margarita invitados
por la Municipalidad de Mariño y nos presentamos en la Concha Acústica de
Porlamar, adyacente al Hotel Bella Vista.
En Caracas estrenamos en el Teatro Nacional y luego tuvimos varias
funciones en el Teatro Cadafe. Luego inexplicablemente, la pieza la
abandonamos.
¿Cómo
fue el proceso del montaje?
El proceso del montaje se enfoca en el personaje que
es un esquizofrénico. A partir de allí
el director reflexionó sobre la puesta en escena, dándole un vuelco más
significativo y minimalista en cuanto al montaje de 1991. Por supuesto, ha transcurrido 27 años lo cual
significa una nueva realidad política, económica, cultural y social. Sí algo
puedo decir en cuanto al proceso cómo se concibió el montaje, es que fue
asumido con suma responsabilidad, Ensayábamos tres días a la semana y ya con el
texto reaprendido. Asimismo, se tomó en cuenta la situación actual para
contextualizar la puesta en escena.
¿Cuál
es tu lectura escénica de la pieza?
Bueno, como
sabemos la pieza fue estrenada por su autor el año 1963. El
hombre de la rata
es uno de los monólogos más representativos y representados de su autor. La
pérdida de la humanidad en un mundo violento, injusto y corrupto, es el
argumento básico de un soliloquio de víctima y victimario. La figura de un
sistema político y social que degenera en un roedor incontenible de los valores
humanos, se descifra a través del encuentro del hombre con sus semejantes
espectadores. La obra es una confesión y una comunión con la esencia del hombre
que aún perdura en la actual civilización signada por el terror y las guerras. Esta pieza es un texto muy divertido, pero que
ausculta en las profundidades políticas y sociales de una sociedad.
¿Ha
adaptado o versionado el texto?
No, la pieza
conserva su entera vitalidad dramatúrgica y conceptual. El año 1991 en compañía
de Costa Palamides nos reunimos con Gilberto Pinto y conversamos acerca de adecuar algunos
términos que por situaciones históricas considerábamos debían actualizarse. Él
estuvo de acuerdo y realizó los ajustes necesarios.
¿Cuándo
y dónde fue el estreno?
Este reciente
montaje lo estrenamos el mes de noviembre del año 2017 en el Festival
Comunitario de Barinas en el Teatro Orlando Araujo. Luego, dos días después
fuimos al Festival de Occidente en la ciudad de Guanare, dirigido en ese
entonces por Carlos Arroyo.
¿Qué
planes tienes con este montaje?
Los planes son realizar funciones en Caracas y en el
interior de la República. Del mismo modo, nos encantaría hacer funciones en la comunidad
latinoamericana. En todo este tiempo he estado trabajando en salas de cine, del
mismo modo haciendo teatro con los colegas del Ministerio de Educación. En el campo académico terminé una maestría en
currículo y un doctorado en Patrimonio Cultural. Esencialmente, yo me defino
como un promotor cultural.
¿Desde
cuándo está en estos avatares del teatro?
Desde el año 1974, cuando estaba en la Isla de
Margarita y decidí asistir a unas clases de teatro y títeres que daban en el
Complejo Cultural Modesta Bor en Porlamar. Luego, allí llegó el dramaturgo,
Néstor Caballero como docente en teatro y luego Freddy Pereyra. Empezamos a
ensayar La historia del zoológico de
Edward Albee. Luego nos vinimos a Caracas con ese montaje e hicimos una gira
nacional. Luego en teatro, trabajé con Rodolfo Santana, Néstor Caballero, José
León, Carlos Sánchez, Carlos Miranda, Diego Sadot, Luego vino el cine: Clemente
de la Cerda, Luis Alberto Lamata, Oscar Lucien, Stelvio Massi, Vittorio
Sindoni, Carlos Rebolledo, Thaelman Urguelles, entre otros. Esta pasión por el teatro
y la actuación es una tarea que la sumo con sumo pasión y locura en el buen
sentido de la palabra.
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