Eva Perón nunca pasó por Caracas ni otras ciudades americanas durante el siglo XX. No le hizo falta para que su fama tomara dimensiones colosales entre las agrupaciones políticas del continente y fuera modelo al saltar el gran charco. Ahora, gracias a las artes escénicas venezolanas, podrán ser conocidos algunos aspectos macabros de la historia de esa legendaria actriz y política argentina por intermedio de la comedia musical Momia en el closet, de Gustavo Ott (Caracas, 1963), la cual exhiben en el teatro San Martín, puesta en escena por Costa Palamides, quien además actúa al lado de Verónica Arellano, David Villegas, José Gregorio Martínez, Valeria Castillo y José Luis González.
Esta Momia en el closet es una impactante metáfora sobre el Poder en América y una demostración bastante didáctica de como las castas gobernantes se asocian para maniobrar, manipular y hasta intentar destruir sin misericordia alguna a sus pueblos. Ahí se muestran las vicisitudes de Eva Perón en su intrincada existencia después de la muerte. Su cuerpo perfectamente preservado fue escondido en lugares secretos y de ciudad a ciudad alrededor del mundo, en medio de siniestras intrigas políticas, levantamientos populares, pasiones amorosas y homicidios. Es la sombra tras una serie de Golpes de Estado y al final yace bajo tierra en el cementerio La Recoleta de Buenos Aires, mientras algunos le temen, otros la adoran como santa del pueblo y esperan su resurrección.
Como lo explica el mismo Ott, Momia en el closet es un espectáculo entre el teatro ritual, el didactismo político brechtiano y la comedia musical norteamericana, donde se indaga sobre el macabro latinoamericano a través de la historia real de las agresiones sufridas por el cuerpo embalsamado de Eva Perón, las cuales, según este autor caraqueño, dan inicio al delirio por la muerte, la arbitrariedad y la agresión contra el débil, además de múltiples violaciones de los derechos humanos, fusilamientos sin formulas de juicio y miles de desapariciones, sin contar las aberraciones que durante 14 años se cometieron contra el cuerpo momificado de la que fuera esposa del general Juan Domingo Perón, excesos que luego los sufriría también el continente entero.
Ott recuerda, y lo muestra hábilmente en la escena, como Eva Perón muere de cáncer los 33 años. El gobierno de su esposo Perón ha decidido momificarla, porque según ellos, "volverla momia la hará eterna". Pero la eternidad tiene sus bemoles en Latinoamérica y así, un pueblo fascinado por su momia y la idea de la trascendencia artificial pasa de pronto a ser un continente de cadáveres detenido en la historia. "Las ideas sobre la eternidad muchas veces no son más que una excusa hacia el macabro: venimos del fascismo y hacia el fascismo vamos". apunta Ott.
Para escribir Momia en el closet, Ott pasó una temporada en Buenos Aires donde realizó un intenso trabajo de investigación con las herramientas del periodismo. Estuvo hospedado en el Hotel Cervantes de Corrientes. Y lo que a principio pudo ser una obra irónica se le transformó en una pieza personal. Se enamoró de Eva Perón y cambió todo el estilo de la pieza, porque ahí se subraya el contenido político.”Ella no es una santa ni una princesa, pero si una revolucionara con todas su credenciales, como se detecta en sus últimos discursos podemos observar claramente su formación política, su gramática social, sus ideas de revolucionaria. Cuando los militares amenazan con el golpe de estado, Eva es la única que entiende lo que realmente está sucediendo y arma al pueblo”.
El espectáculo
No vimos el montaje de Estados Unidos y lo lamentamos, porque es seguro que allá la producción fue más perfecta. La caraqueña nos resulto digna, si se tiene en cuenta el material humano que hizo posible el espectáculo.Nuestros actores, salvo Verónica Arellano y el mismo Costa Palamides, no son cantantes diestros ni tampoco bailarines ágiles. Las voces y los movimientos del conjunto no lograron crear esa embriagante fiesta mágica que es casi siempre una comedia musical, pero no se les puede negar sus condiciones como histriones y esa respetable pasión para cumplir y estar a la altura del compromiso. Tampoco nos satisfizo la partitura musical, creada por Pantelis Palamides, ya que esperábamos algo más impactante y de más fácil digestión sonora, quizás un 2x2 del popular tango. El trabajo visto permite una lectura básica del texto, el cual, como es obvio, merece ulteriores producciones, ya que Eva Perón es un símbolo de las luchas reivindicativas en este balcanizado continente.
Momia viajera
Inicialmente, Momia en el closet fue estrenada en el Teatro Tívoli de Washington DC por el Teatro Gala durante su temporada 2009-2010 y nominada al Premio Helen Hayes/The Charles MacArthur Award como Mejor Obra. Aquí se debe subrayar que es la segunda pieza escrita por un venezolano que logra ser propuesta al segundo premio teatral más importante de Estados Unidos, luego de 33 Variaciones del también caraqueño Moisés Kauffman.
Y ahora es una producción del grupo Textoteatro, institución que bajo la egida de Gustavo Ott lleva, desde el 19 de mayo de 1993, con el aval de las respectivas autoridades, puso en marcha, entre las antiguas instalaciones de la Lotería de Caracas, en “la frontera con la barriada de Artigas”, bajo la figura del comodato, la Fundación Cultural Paraíso San Martín. Todo un ambicioso proyecto destinado al desarrollo de la vida artística en esa zona del suroeste caraqueño, con no menos de 4.010 metros cuadrados de infraestructura, el cual además ha servido de cantera para una amplia generación de teatreros, quienes han engrosado las filas de las artes escénicas y ahora brillan dentro y fuera del país.
Líderes políticos
Cuando éramos niños, escuchábamos los delirios de nuestro padrastro Luis ante las arengas radiales de Eva y Juan Domingo Perón que llegaban a la modesta población de Palmira, en aquella Colombia encendida por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. Así comenzamos a escuchar las fantásticas historias de los peronistas para rescatar a los obreros argentinos. Con el paso de los años pudimos conocer Buenos Aires y pararnos ante el mausoleo donde reposan los restos de una mujer que hizo historia. Eva Perón nació en Toldos, el 7 de mayo de 1919 y murió en la capital de esa gran nación sureña el 26 de julio de 1952. Sus sagas, personal y pública, asombran gratamente. De ella se dice todo lo humano posible y hasta se le dan condiciones sobrenaturales. Lo único cierto es que aún su irredento fantasma de mujer luchadora recorre las calles y los caminos de un país que es grande en medio de sus miserias. A buena hora, el venezolano Gustavo Ott ha permitido, pues, que sus compatriotas conozcamos el otro lado de esa historia que en ocasiones nos la maquillan o distorsionan con perversas intenciones.
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