Dos obras de Eugene Ionesco en el Festival de Directores |
"La letra con sangre
entra” justificó la violencia educativa en las escuelas primarias
latinoamericanas hasta mediados del siglo XX. Muchísimos niños y niñas así
aprendieron más o menos. Paralelamente brotó una técnica más refinada y menos
salvaje: “Hay que leer mucho para aprender a escribir” y por supuesto emergió
una generación de escritores menos
castigados.
Con el aprendizaje
de los rudimentos del teatro también ocurrió y ocurre lo mismo –las leyendas
son impublicables, por cierto- y todavía en la Caracas del siglo XXI, ante la crónica
ausencia de escuelas con métodos cónsonos, modernos y capaces de formar a una
necesaria generación de directores de escena o puestistas, se organizó un festival para darle la oportunidad a los jóvenes
que quisieran debutar como directores de teatro, así también lo hizo el
legendario Carlos Giménez en la última década del siglo XX para ayudar a un
puñado de aspirantes.
BUENAS INTENCIONES
Se organizó y se
puso, pues, en marcha el Festival de Nuevos Directores de Teatro
Trasnocho, liderado por directivos de esa institución cultural privada, el cual
debe culminar el 15 de marzo. ¡Buena intención para airear la cartelera
venezolana y ayudar a subir la difícil cuesta de la profesionalización a las
nuevas generaciones!
El Festival arrancó
a mediados de enero y cierra tras
mostrar ocho espectáculos. Los dos mejores montajes, según un jurado, podrán
hacer una temporada en la sala Espacio Alterno donde se han presentado hasta
ahora. Ese será el codiciado premio, tras todo el prestigio y la publicidad que le hagan a tal hecho.
Hasta ahora hemos evaluado los espectáculos Seis personajes en busca de autor de Luigi Pirandello; Julia,
versión de La
señorita Julia de August
Strindberg, Burkina
Faso de Daniel Dalmaroni; La
calva diva, versión de La cantante
calva de Eugene Ionesco, y La
lección de Eugene Ionesco, realizados
por Wilfrido Sierra, Jorge Souki, Daniel Dannery, Jan Vidal-Restifo y Leonardo Van Schermbeek. Quedan por ser
vistos y considerados los montajes Historia del zoológico de Edward Albee y los venezolanos Prueba
de fuego de Ugo Ulive y Juanita
Claxton de Gustavo Ott.
LOS MEJORES
De ese quinteto de
montajes destacamos la audacia
inteligente de Jorge Souki al transformar la romántica y amarga pieza de
Strindberg (1888) en una truculenta pasión de una pareja de jóvenes de
diferente origen sociocultural tratando de sobrevivir en una convulsa Caracas
del siglo XXI. Su Julia del siglo XXI contó con casting novedoso porque el “utilizado” Juan es
un joven motorizado que goza de la atrevida Julia pero al final la deja para
continuar con su novia Cristina, roles resueltos con solvencia por
José Ramón Barreto, Vanessa Morr y María Fernanda Meléndez. Sopesando lo que se
hizo con el texto y el trabajo actoral, así como la movida y recursiva puesta
en escena, no podemos dejar de lado que la televisión, especialmente las
telenovelas con guiones de Delia Fiallo, se nutrieron descaradamente de
los clásicos teatrales del siglo XIX. Vamos a ver que pasa con Souki y su
adiestrado y trabajador equipo.
También resaltamos la respetuosa versión y dirección escénica que hizo Leonardo Van
Schermbeek con La Lección , quien sin alterar el texto demuestra los errores de la metodología
educativa aplicada a los jóvenes y el mortal final que les espera: asesinados
por sus maestros. La metáfora escénica que propone Ionesco queda brutalmente
plasmada en la escena, cuando el profesor se pone su brazalete nazi y se dispone a recibir la cuadragésima
primera alumna y futura víctima. Hay que destacar el excelente trabajo actoral
de Héctor Castro, bien apuntalado por la impactante caracterización de Rebecca
Perich (la alumna) y correctamente complementado por Dayhana Carmona como la sirvienta
cómplice. No nos queda duda alguna que es uno de los mejores montajes que hemos
visto hasta ahora, claro está que aún quedan
tres más por verse y puede brotar una
sorpresa. Pero ahí hay director y actores a cabalidad.
IONESCO ENTRE NOSOTROS
Al hablar de Eugene Ionesco en Venezuela hay que recordar que ese
legendario autor rumano francés (1909-1994) fue amigo de Romeo Costea (1922),
el director rumano venezolano que lanzó a Isaac Chocrón en el año 1959 al
montarle su pieza Mónica y el florentino, aquí
en Caracas. “Romeito”, como lo llamamos cariñosamente, le cedió la sala de Teatro de la Huchette que usaba en París para
que su compatriota estrenara e hiciera temporada con La cantante calva , hace más de 60 años,
donde se demuestra lo que es la soledad de los seres humanos y el miedo a la muerte que no nos atrevemos a confesar. La Biblioteca Nacional
de Francia organizó una exposición para conmemorar el centenario del nacimiento
de Ionesco y su comisaria Noelle Giret, escribió: “Había en Ionesco un
rechazo del desarrollo clásico del teatro, en el cual hay un principio, un desarrollo y un final, y que
tiene personajes predecibles. La primera
obra que da pie a un nuevo teatro es La cantante calva. Él la llamó
“antipieza”, precisamente porque rompía con el teatro clásico y porque los
personajes son casi fantoches. Para escribir esta obra se inspiró en el método
de lenguas Assimil, por lo cual sus personajes son como marionetas que se
hablan con frases hechas, lo cual lleva a la incomunicabilidad total entre
ellos y a cierta violencia y sinsentido que en ese momento sorprendió y
escandalizó a parte del público".
AGENDA FINAL
Este festival de nuevos directores
tiene su agenda de cierre: Historia del zoológico de Edward Albee,
dirigida por Pedro Borgo (viernes 27, sábado 28 y domingo 1, a las 4PM). Prueba de fuego de Ugo Ulive (viernes 27,
sábado 28, domingo 1; viernes 6, sábado 7 y domingo 8) y Juanita Claxton de Gustavo Ott (viernes 6, sábado 7, viernes 13,
sábado 14 y domingo 15), puestas en escena por Catherine Medina y Lissy García, respectivamente.
La cita es en la Sala Plural, desde las 4 PM y 7PM.
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