Bernarda Alba vuelve a la Sala Rajatabla desde el jueves 36 de febrero |
El horror de otro holocausto nuclear, como el
bombardeo de Estados Unidos a las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en
1945, la ruina de una familia campesina por anticuados y sórdidos códigos
sexuales y sociales, las truculencias de
una mafia de hampones y menesterosos que controlan a una ciudad y las
vicisitudes de un reflexivo taxista son
los argumentos de los cuatro espectáculos que la Fundación Rajatabla presentará
a lo largo del 2015, para festejar sus 44 años de labores continuas.
En Venezuela la permanencia de las instituciones
culturales privadas depende de la vida y
la obra de sus fundadores, pero Rajatabla ha sobrevivido tras la desaparición
física de Carlos Giménez (1993) y
Francisco Alfaro (2011) y es por eso que ahora, baja la égida de William Lopez,
celebra su cumpleaños este jueves 26 de febrero.
Desde la sede
de Rajatabla –patio trasero de la Universidad Experimental Nacional de Artes
(Unearte)- López abre el abanico noticioso de la institución para este
“complejo lapso” y revela que durante el próximo jueves, pasadas las siete
de la noche, será la entrega de los Premios Marco Antonio Ettedgui y la
reposición del espectáculo La casa de
Bernarda Alba, de Federico García
Lorca, dirigido por Vladimir Vera y con la protagonización de Francis
Rueda.
Para el resto del año, Rajatabla tiene programada la producción de El fantasma de Hiroshima y La ópera
de tres centavos y El taxista
Sócrates, mientras hace temporada con el espectáculo garcialorquiano y
además participa en el Cuarto Festival
de Teatro de Caracas, evento que organiza Fundarte. “Esperamos concretar las fechas
para las giras nacionales, pues en Caracas estaremos en cartelera de cuatro a
seis meses, ya que la sala tiene que abrirse para exhibir piezas de otras
agrupaciones”, subraya López.
SIN DESACUERDOS
“Nunca
hubo enfrentamientos o cosa parecida. Cambiaron las autoridades universitarias y yo me reuní con el rector Nélson Viloria, un inteligente hombre joven,
todo un revolucionario conocedor de la cultura nacional. Acordamos que para algunas producciones rajatablinas convocaremos a estudiantes
de Unearte y, además, resolvimos el ingreso de los espectadores a
nuestra sala, desde hace casi cuatro décadas, que ahora se podrá hacer por los
pasillos de la sede de Unearte. Tambien
vamos a tener una señalización adecuada para la Sala Rajatabla. No hay problema
alguno”, reitera López.
CUARTETO DE LUJO
El
director Vladimir Vera explica que El
fantasma de Hiroshima es un texto de Gennys Pérez, galardonado en el
Festival de Dramaturgia de Rajatabla, del 2013.Tiene una fuerte influencia de
Samuel Beckett. “La trama se
centra en una pareja juvenil en el fin del mundo, siendo ellos la única
posibilidad de salvar a la humanidad. Se escenificará con estudiantes del
Taller Nacional de Teatro, Graziella
Mazzone y Josbel Caraballo. Es montaje muy onírico, austero y donde se pone en
evidencia el ambiente caótico que presenta la autora en su texto. La fecha de
estreno será en la segunda quincena de este abril”.
“El
taxista Sócrates es una comedia de
Héctor Castro sobre la singular vida de un trabajador público del transporte
y la dirección está a cargo de
Dairo Piñeres. La ópera de tres
centavos es una versión de Elio Palencia sobre el original de Bertold
Brecht. Será el montaje macro de Rajatabla para estos 44 años de aciertos.
Esperamos mostrarlo a mediados de octubre. Estamos negociando con actores de
reconocida trayectoria. Con respecto a La
casa de Bernarda Alba se trata de una reposición y hay algunas
sustituciones, pero la idea central del
espectáculo se mantiene. Con este montaje haremos temporadas cortas y
nos vamos de gira a varias ciudades del interior”.
VIOLENCIA Y MUERTE
Gennys Pérez escribió El fantasma de Hiroshima
porque vio un programa de TV sobre la guerra y la muerte en el mundo islámico,
y cómo toda esa cultura de la violencia y la muerte influye en el mundo. Esa
lucha de poder y dominio entre la civilización del Occidente y la
civilización del Oriente. “Por alguna razón pensé en la masacre más cruel que
hemos vivido, que fueron los bombardeos atómicos sobre Hiroshima. Y pensé que
esa era una vergüenza para Estados Unidos y que
jamás podría quitarse esa mancha. Ese ataque nuclear, el primero en la historia
de las guerras de la humanidad, abrió un portal de infinitas amenazas al mundo.
Esa culpa, esa responsabilidad siempre la llevará EEUU en sus hombros. Esa
fantasma siempre es una amenaza para todos los que habitamos en el planeta. Y
comencé a escribir la pieza sobre esta reflexión, sobre esta angustia que me
dio esa noche que vi ese programa. No pude dormir, y me puse a escribir como
loca”.
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