Páblo García Gámez |
Pablo García Gámez, venezolano residente en
Nueva York desde 1992, ya pregunta por el cuándo y el dónde será el estreno de
su pieza Oscuro, de noche, texto
merecedor del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional de 2017, organizado por
la Compañía Nacional de Teatro (CNT), el cual será mostrado durante su programación
para este año 2018.
Con Oscuro, de noche, obra sobre un hecho que marca a una
familia de clase trabajadora en Caracas y las actitudes que mantienen los
vecinos ante un hecho de violencia, Garcia Gámez aspira iniciar un
diálogo sobre aspectos que supuestamente definen un carácter colectivo. “De una parte, está la estructura familiar;
familia que se rehace del quiebre de relaciones anteriores y como se demuestra
el afecto entre sus miembros. Por otra
parte, está la calle, de particular hibridez estética, espacio de agresión, de
encuentro, de pérdida. Pérdida absurda,
pérdida inexplicable. El texto es un
acto de circo decadente narrado por un juglar que refleja el compromiso que
muestran unos pocos porque, aunque la mayoría se queje, no asumen el rol
ciudadano para cambiar aspectos de nuestra sociedad que así lo requieren”.
¿Su pieza propone un ensamble de escenas que van del
presente al pasado y al futuro, o sea que deja o abandona la estructura teatral
tradicional por así decirlo y la organiza cual si fuese el guión de una
película? Se lo pregunto por si eso no ¿le preocupa para la comprensión del
texto-montaje por parte del espectador?
Hace tiempo que
trabajo con alternativas a la linealidad temporal, como lo hago en mis piezas Olvidadas, Noche tan linda y El Gos,
entre otras. Me interesa explorar el tiempo y su fragmentación porque cada
escena define mucho más su autonomía. Por
el lado de los intérpretes, la fractura de la cronología les brinda la tarea de
organizar y reorganizar, de por sí es un reto.
La alteración temporal incita a una participación más activa del público:
los espectadores sienten que se van a “perder” en la obra, por lo que están más
atentos a lo que sucede en escena; les ofrezco autoridad en el ejercicio de
complementar la obra, sabiéndose parte de un colectivo. El texto potencia un
carácter activo: la historia está contada con fisuras a ser complementadas por
la visión del público. Creo en el
espectador como ser con el cual se puede dialogar o intercambiar, que aporta al
autor y a la producción en general.
¿La obra está basada en un hecho en particular o es
una sumatoria de todas las situaciones de violencia urbana
que aparecen en la prensa y otros medios de comunicación?
Oscuro, de noche no
es una obra sobre la violencia y es algo que quiero remarcar. Ésta es el
dispositivo que potencia aspectos de la pieza.
La obra parte de un hecho concreto que sucedió hace unos años. Esa familia pasó por el horror de la muerte
de su hijo y el estigma de ser llamado delincuente por un impreso o periódico. No es un texto sobre la violencia, pero sí
hace referencia al tratamiento que puede hacer un medio sobre un hecho de
sangre.
¿Qué busca con este obra o hacia donde orienta su
propuesta ideológica, ya que el personaje central está condenado desde que
comienza?
Son varios aspectos
que trato de explorar en esta pieza. El
primero, ¿Cuál es nuestro rol como ciudadanos? Los tres testigos ven un hecho
que cambia la historia. Cada uno da su
versión en privado, pero se esconden, se niegan a declarar. Nos quejamos y, sin embargo, pocos son los
ciudadanos que toman una posición activa para resolver problemáticas en el
contexto urbano apelando al “No es conmigo”, “¿Para qué me voy a meter en
problemas?”.
El segundo punto es
la intolerancia, la tensión constante entre pureza e hibridez, explorado en los
pasajes como los que se refieren a la santería.
Llama la atención, que para algunos conocidos, la santería sea sinónimo
de brujería y que los que la practican sean colocados al margen, siendo la
santería una religión como otra cualquiera.
Otra imagen es la de la motocicleta: ser motorizado tiene una carga
simbólica relacionada con marginalidad e incluso ilegalidad. Además, está la
saturación de información, característica de la supermodernidad de la que habla
Marc Augé. En estos tiempos somos bombardeados de información y paradójicamente
poco sabemos de lo que sucede en el mundo que nos rodea. La información ya viene digerida por
corporaciones mediáticas. Dudamos del
hecho y preferimos confiar en los medios que se identifican con nuestra construcción
ideológica, sin cuestionamientos.
¿Qué les recomienda al director y los actores que
aborden el montaje de Oscuro, de noche?
Más que
recomendaciones, sugeriría a director y actores que tengan presente que es una
historia que se desarrolla en dos esferas: la pública y la privada. Los personajes de la esfera privada hacen un
viaje interior cargados de imágenes, creencias y emociones. La esfera pública es la esfera que hay que
retomar para dialogar como colectivo. Dentro del texto se esconde el grito que
clama celebrar la vida… ¡celébrenla…!
PREMIO
El Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2017, el tercero hasta ahora
organizado por la CNT; está dirigido
a “la pluma de autoras y autores venezolanos y extranjeros con temáticas
relacionadas con el proceso liberador, con las acciones de paz y cooperación en
la búsqueda de nuevos lenguajes y de profundizar la identidad y lo que hemos
logrado durante las dos últimas décadas en el país” .Esta convocatoria
finalizó el 31 de Octubre de 2017, con un total de 15 textos dramatúrgicos postulados.
El jurado estuvo integrado por Paúl Williams, José Gabriel Núñez y Elio
Palencia, quienes el día miercoles 22 de noviembre de 2017 se dieron cita en
las instalaciones del MPPC para evaluar las obras participantes y deliberar la
obra ganadora. El jurado por unanimidad declaró como ganadora a la pieza Oscuro, de
noche de la autoría de Pablo García Gámez, “por haber
concebido una estructura dramática dotada de unos elementos adecuadamente
articulados con un interesante manejo de la relación tiempo-espacio, que
conforma una propuesta ágil, sugerente y de singular teatralidad. Cabe destacar
la pulcritud en el uso del lenguaje, así como también la creación de personajes
claramente perfilados, que consolidan el valor de la pieza”. Además el jurado
decidió el otorgamiento de dos menciones especiales entre las obras restantes
dada su alta calidad dramatúrgica, recomendando su publicación y
promoción: De por qué Ana Rosa Colmenares casi mató a Greta Pitres, por
el amor de Edgar Padrón (Folletín teatral) de César Rojas y Mercdonalds de
la autoría de Jorge Cogollo.
Este concurso que se llevó a cabo por
primera vez en el año 2015 por parte de la CNT, de la mano del Ministerio del
Poder Popular para la Cultura (MPPC), es parte de las políticas de
fortalecimiento de la dramaturgia nacional y para enaltecer la capacidad
creativa y la producción artística criolla. Pablo García Gámez (62 años),
dramaturgo y profesor venezolano, actualmente se encuentra preparando su
disertación doctoral sobre Al margen: Teatro y comunidades hispanas en
Nueva York 1997-2011, en CUNY, Nueva York. Ha recibido
reconocidos premios: HOLA, ACE, ATI, Proyecto Asunción y Abniel Marat por sus
piezas Blanco, Las damas de Atenea, Noche tan linda, La
vieja herida, Olvidadas y Yo no soy Lupita. Su
pieza Noche tan linda fue publicada en la revista Conjunto #175. En sus
piezas se muestra Venezuela con descaro o medio escondido. Noche tan linda es la
historia de un chico trans que quiere presentarse en Le Baron haciendo La Lupe,
precisamente el 27 de febrero del ’89. Blanco habla sobre un reino donde la belleza es
primordial. La vieja herida es la
vuelta a Caracas en la que aparecen dos ciudades: la que quedó en el recuerdo y
la física. Vendrán tiempos mejores habla
sobre la estigmatización de cultos religiosos no occidentales. Oscuro, de noche, la pieza que ganó
el Premio Nacional de Dramaturgia Apacuana es sobre un hecho que marca a una
familia de clase trabajadora en Caracas y las actitudes que mantienen los
vecinos ante un hecho de violencia.
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