ISACC CHOCRÓN |
El legendario y peculiar inmigrante Romeo Costea (Braila, Rumania,14.01.1922/ Caracas,05.09.2015),
quien fue muy importante para la historia y desarrollo del teatro venezolano, nos
contó que la afamada pieza OK de
Isaac Chocrón, sobre los amores de dos mujeres adultas y un hombre que tenía 15
años menos que ellas, guardaba un “origen oscuro”.
Costea decía que la “verdad verdadera” era que se trataba de un público
y notorio “triángulo sentimental” de dos
señores y un joven que exhibía tres lustros menos, pero que el fértil autor Chocrón
había escrito su Ok como el drama de
dos mujeres maduras que se comparten un
amante 15 años menor que ella: Mina es una costurera venida a menos que desea
que algo bueno o algo malo rompa con la rutina de su vida. Franco de lo único
que está seguro en la vida, es de ser bello; vive con la costurera hasta el día
en que una clienta millonaria) aparece en la horrible terraza para quitarse el
luto. Allí comienza la disputa de estas dos mujeres por el chulo simpático que
roba el corazón de ambas. Una guerra de mujer a mujer las obliga a llegar a un
acuerdo y firmar un contrato con la palabra OKEY.
Sea cual sea la génesis de esta pieza teatral, OK del
dramaturgo venezolano Isaac Chocrón (1930-2011), se estrenó en 1969. Y ahora, 50
años después, hace temporada en el teatro Trasnocho la versión de Martin Hahn
concebida como un drama de humor negro. OK
cuenta con tres personalidades importantísimas de la actuación en Venezuela,
como son Caridad Canelón, Dora Mazzone y
Damián Genovese.
No está de más subrayar que, la producción 2019 de Alejandra Nali, de este espectáculo muestra un coloquial estilo de vida que se contrapone a la elegancia que alcanzan los personajes a lo largo de la trama. En OK hay tres enamorados de una misma persona, Mina de él, Ángela de él y él de sí mismo. Un matrimonio de tres que no comparte la misma cama, es un matrimonio OK. Todo lo que rodea a OK, es un gran mercado donde el amor tiene un valor material.
Este OK, para la Venezuela del siglo XXI, recuerda que la vida es un juego donde se dicen tantas cosas que uno no sabe cuál de ellas dice lo que verdaderamente se quiere decir. Un juego donde se vive sin muchos prejuicios y posponiendo los conflictos o problemas de ese “triángulo matrimonial”, que dura escénicamente unos 90 minutos.
No está de más subrayar que, la producción 2019 de Alejandra Nali, de este espectáculo muestra un coloquial estilo de vida que se contrapone a la elegancia que alcanzan los personajes a lo largo de la trama. En OK hay tres enamorados de una misma persona, Mina de él, Ángela de él y él de sí mismo. Un matrimonio de tres que no comparte la misma cama, es un matrimonio OK. Todo lo que rodea a OK, es un gran mercado donde el amor tiene un valor material.
Este OK, para la Venezuela del siglo XXI, recuerda que la vida es un juego donde se dicen tantas cosas que uno no sabe cuál de ellas dice lo que verdaderamente se quiere decir. Un juego donde se vive sin muchos prejuicios y posponiendo los conflictos o problemas de ese “triángulo matrimonial”, que dura escénicamente unos 90 minutos.
Hay, como es obvio, opiniones contrarias, pero de todo hay en la vida
del señor. Pero, como reiteramos nosotros, lo importante es que paguen sus
impuestos y guarden algo para la vejez, que esa sí no perdona. Y si son
creyentes, pues , que alisten sus explicaciones
para el Supremo Juez.
Nosotros disfrutamos a más no poder por el virtuosismo actoral de las
damas y los plausibles esfuerzos del
caballero. Que en estos tiempos no se pueda hacer o
sea más difícil esos tríos, sería interesante
saberlo o conocerlo para felicitarlos.
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