Antonio Lisboa Carvalho de Miranda, más conocido como Antonio Miranda, es un poeta brasileño que se convirtió en personaje clave para la historia del teatro venezolano. Como autor del poemario Tu país está feliz, el cual al ser teatralizado y exhibido en el Ateneo de Caracas, el 28 de febrero de 1971, lanzó a la fama al director argentino Carlos Giménez (23 de abril de 1946/ 28 de marzo de 1993) y su agrupación Rajatabla. Sin su participación la saga cultural habría sido otra, sin lugar a dudas.
Tu país está feliz
Tu país está feliz
Miranda (5 de agosto de 1940), que regresó a Caracas recientemente para presenciar la reposición de Tu país está feliz, recordó que su primera visita a Venezuela fue en 1966. Huía de la dictadura militar, que se había instalado en su Brasil desde 1964. Llegó como un “auto exiliado” y gracias a una generosa beca, otorgada por la Universidad Central de Venezuela, se integro en las discusiones y acciones estudiantiles, culturales y políticas de la época. Llegó a ser elegido representante estudiantil para el consejo de la Facultad de Humanidades. Empezó a escribir poemas en español como forma de abreviar su relación con el público y publicó dos títulos de poemarios en ediciones alternativas, fuera de mercado. Convenció a su amigo Eduardo Gil para organizar el Primer Festival de Poesía y Canción de Protesta, en la Sala de Conciertos de la UCV, en 1969, donde participó, la que ese entonces era poco conocida, Soledad Bravo. Casi lo sacaron de la programación por culpa de mi acento extranjero, pero la lectura pública de sus poemas Rescate de Cristo y Tu país está feliz fueron consagratorias y mudaron el espectáculo a la Universidad de los Andes.
Esos “triunfos” lo animaron a montar el espectáculo Tu país está feliz. Gracias a su amigo, el estudiante Gustavo Gutiérrez, conoció a Xulio Formoso en 1970 y de inmediato empezaron la producción de las canciones. Los ensayos eran en la Biblioteca Pública Paul Harris, de California Sur. Y ahí apareció Carlos Giménez, porque Gustavo insistió en buscar a un director con recursos técnicos capaces de lograr la dramatización pretendida, ya que ningún otro de los directores que Miranda invitó aceptaron el desafío.
Cuenta Miranda que Carlos Giménez era como un rey Midas y al aceptar la dirección de Tu país está feliz le dio el toque mágico a través de la mis-en-scène que faltaba al espectáculo. “Teatro es una conjunción de creaciones, una creación colectiva e híbrida o de integración de las artes. En nuesto caso, de la poesía, la música y el teatro. Yo había conocido a Carlos en el Ateneo, por intermediación de Gustavo y todo se nos facilitó porque yo era miembro de la directiva ateneista como representante de la Biblioteca Nacional. Carlos tenía reservas al principio pero luego se entusiasmó y su participación fue decisiva en el proyecto. Tanto para nosotros como para él mismo quien, con base en el éxito del montaje, creó al grupo Rajatabla”.
Miranda participó en la fundación de Rajatabla pero su participación como autor era más limitada. “Carlos montó mi texto Jesucristo astronauta: auto sacramental sobre lo profano y lo divino, en 1972.Sentí que debería seguir otro camino y regresé a Brasil para hacer un postgrado. Antes estuve en Bogotá, donde organicé el grupo Renovación y presenté en el Teatro Popular de Bogotá (TPB), el espectaculo Calzoncillos con nubes o si prefieren SOS Colombia y causé alguna alarma en el sector gubernamental. Pasé por Lima, donde el grupo Cuatro Tablas, dirigido por Mario Delgado ( ahora tiene 59 años de edad), presentaba la versión peruana de Tu país está feliz. De Brasil seguí para Inglaterra para una maestría y después el doctorado”.
Esos “triunfos” lo animaron a montar el espectáculo Tu país está feliz. Gracias a su amigo, el estudiante Gustavo Gutiérrez, conoció a Xulio Formoso en 1970 y de inmediato empezaron la producción de las canciones. Los ensayos eran en la Biblioteca Pública Paul Harris, de California Sur. Y ahí apareció Carlos Giménez, porque Gustavo insistió en buscar a un director con recursos técnicos capaces de lograr la dramatización pretendida, ya que ningún otro de los directores que Miranda invitó aceptaron el desafío.
Cuenta Miranda que Carlos Giménez era como un rey Midas y al aceptar la dirección de Tu país está feliz le dio el toque mágico a través de la mis-en-scène que faltaba al espectáculo. “Teatro es una conjunción de creaciones, una creación colectiva e híbrida o de integración de las artes. En nuesto caso, de la poesía, la música y el teatro. Yo había conocido a Carlos en el Ateneo, por intermediación de Gustavo y todo se nos facilitó porque yo era miembro de la directiva ateneista como representante de la Biblioteca Nacional. Carlos tenía reservas al principio pero luego se entusiasmó y su participación fue decisiva en el proyecto. Tanto para nosotros como para él mismo quien, con base en el éxito del montaje, creó al grupo Rajatabla”.
Miranda participó en la fundación de Rajatabla pero su participación como autor era más limitada. “Carlos montó mi texto Jesucristo astronauta: auto sacramental sobre lo profano y lo divino, en 1972.Sentí que debería seguir otro camino y regresé a Brasil para hacer un postgrado. Antes estuve en Bogotá, donde organicé el grupo Renovación y presenté en el Teatro Popular de Bogotá (TPB), el espectaculo Calzoncillos con nubes o si prefieren SOS Colombia y causé alguna alarma en el sector gubernamental. Pasé por Lima, donde el grupo Cuatro Tablas, dirigido por Mario Delgado ( ahora tiene 59 años de edad), presentaba la versión peruana de Tu país está feliz. De Brasil seguí para Inglaterra para una maestría y después el doctorado”.
El bardo
Para Miranda la poesía ha sido su única compañera en la vida desde muy temprano, desde los 9 años de edad. Al final de los 50, en Río de Janeiro, se convirtió en un activista de la poesía visual, la cual practica todavía como se puede ver en su página web (www.antoniomiranda.com.br). Desde niño frecuentó el teatro y buscó caminos alternativos para su poesía, bien en exposiciones en galerías de arte, lecturas públicas, cine y, por supuesto, la escena teatral. Ahora trabaja con la Internet.
Laboró en sistemas de información con el gobierno brasileño hasta que entró a la Universidad de Brasilia, en 1978, y llegó al punto máximo como profesor Titular en Ciencia de la Información. Ha publicado más de 30 libros, dos docenas de ellos de poesía y novelas, siempre en portugués pero con ediciones traducidas al castellano, como los poemarios Perversos y San Fernando Beira Mar , este último publicado en Buenos Aires, en 2005.
Laboró en sistemas de información con el gobierno brasileño hasta que entró a la Universidad de Brasilia, en 1978, y llegó al punto máximo como profesor Titular en Ciencia de la Información. Ha publicado más de 30 libros, dos docenas de ellos de poesía y novelas, siempre en portugués pero con ediciones traducidas al castellano, como los poemarios Perversos y San Fernando Beira Mar , este último publicado en Buenos Aires, en 2005.
En deuda
No está satisfecho por lo conseguido con el arte y con la vida hasta ahora. “Como digo en Tu país está feliz, persigo la imagen que hice de mí y siempre estoy en deuda conmigo.Escribo compulsivamente, todo el tiempo y no estoy satisfecho. Buena parte del dinero que gané con el montaje de Tu país está feliz lo reinvertí en el grupo y en la publicación de 11 ediciones de ese poemario. Solamente en Brasil he tenido un editor para dos ediciones por su cuenta y riezgo.Y ahora mismo acabo de donar mis derechos autorales para Rajatabla para que hagan una edición modesta, sería la décimosegunda edición. Aún espero que un editor venezolano se anime a publicar alguno de mis libros”.
Actualmente vive con un sueldo de la Universidad de Brasil, además tiene unos ingresos por consultorías y charlas internacionales. “Puedo jubilarme cuando quiera pero prefiero seguir trabajando, a pesar de que jubilado continuaría con los mismos benefícios, pero es que el ambiente académico, dictando cursos y orientando investigaciones, me ofrece una sobrevida intelectual, necesario para seguir activo y vivo”.
Actualmente vive con un sueldo de la Universidad de Brasil, además tiene unos ingresos por consultorías y charlas internacionales. “Puedo jubilarme cuando quiera pero prefiero seguir trabajando, a pesar de que jubilado continuaría con los mismos benefícios, pero es que el ambiente académico, dictando cursos y orientando investigaciones, me ofrece una sobrevida intelectual, necesario para seguir activo y vivo”.
Versión 2006
Antonio Miranda dice que la reposición de Tu país está feliz, hecha por José Domínguez, en cierto sentido, ha sido una restauración. “Carlos Giménez había hecho muchas alteraciones, ampliado el número de actores, modificado escenas y metido utilerías según las versiones que presentava en diferentes lugares, con diferentes elencos. Hasta la versión de 1984, en cierto sentido “pop”, que pretendía “actualizar” los textos y las imágenes. Dominguez ha investigado y mantenido lo que era esencial, inclusive el poema “Autobiografía tardía" que yo escribí a pedido de Carlos dos meses después del estreno, y eliminó los poemas “religiosos” y la canción “Cronos" (que está en el disco). En cierto sentido, la versión de 2006 es limpia, objetiva, con un cuidado técnico más riguroso que en versiones anteriores y a mí me convenció plenamente. Los “muchachos” están sensacionales y seguramente van a mejorar con las presentaciones porque tienen las condiciones y la motivación, además de su preparación profesional en Rajatabla con talleres y cursos. Yo me identifiqué mucho con el grupo y con la voz de Jesus Vieira y la segunda guitarra de Jerry Maneiro que dieron más densidad y profundidad a las composiciones de Xulio Formoso. El montaje peruano de Tu país está feliz, por Mario Delgado, dio lugar al grupo Cuatro Tablas que, a ejemplo de Rajatabla, es ahora una institución teatral estable. Las versiones venezolana y peruana se han presentado, con mucho impacto, en diferentes países y, 35 años después, aún repercuten. Basta que el lector haga el ejercício de entrar en Google con el nombre del espectáculo para ver textos y fotos en páginas web y blogs en Brasil, Venezuela, España, Estados Unidos de América, Italia, y en toda parte.Muchos de los poemas han sido traducidos al italiano, inglés, polaco, alemán, y hasta al quechua.He vivido, he trabajado, tengo una obra”.
Antonio Miranda dice que la reposición de Tu país está feliz, hecha por José Domínguez, en cierto sentido, ha sido una restauración. “Carlos Giménez había hecho muchas alteraciones, ampliado el número de actores, modificado escenas y metido utilerías según las versiones que presentava en diferentes lugares, con diferentes elencos. Hasta la versión de 1984, en cierto sentido “pop”, que pretendía “actualizar” los textos y las imágenes. Dominguez ha investigado y mantenido lo que era esencial, inclusive el poema “Autobiografía tardía" que yo escribí a pedido de Carlos dos meses después del estreno, y eliminó los poemas “religiosos” y la canción “Cronos" (que está en el disco). En cierto sentido, la versión de 2006 es limpia, objetiva, con un cuidado técnico más riguroso que en versiones anteriores y a mí me convenció plenamente. Los “muchachos” están sensacionales y seguramente van a mejorar con las presentaciones porque tienen las condiciones y la motivación, además de su preparación profesional en Rajatabla con talleres y cursos. Yo me identifiqué mucho con el grupo y con la voz de Jesus Vieira y la segunda guitarra de Jerry Maneiro que dieron más densidad y profundidad a las composiciones de Xulio Formoso. El montaje peruano de Tu país está feliz, por Mario Delgado, dio lugar al grupo Cuatro Tablas que, a ejemplo de Rajatabla, es ahora una institución teatral estable. Las versiones venezolana y peruana se han presentado, con mucho impacto, en diferentes países y, 35 años después, aún repercuten. Basta que el lector haga el ejercício de entrar en Google con el nombre del espectáculo para ver textos y fotos en páginas web y blogs en Brasil, Venezuela, España, Estados Unidos de América, Italia, y en toda parte.Muchos de los poemas han sido traducidos al italiano, inglés, polaco, alemán, y hasta al quechua.He vivido, he trabajado, tengo una obra”.
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