El teatrero caraqueño Dairo Piñeres, con 32 años, es el director joven más exitoso. Sus montajes, siempre en espacios precarios, se convierten en fenómenos de taquilla, como ocurrió el año pasado con Caricias y ahora va por el mismo camino con el hiperkinético espectáculo La cantante calva, de Eugene Ionesco, el cual actualmente hace temporada en el Casa de Rómulo Gallegos o Celarg, incluso en Semana Santa.
-¿Cuántas funciones hasta ahora y cuántas programadas?
-Vamos por las 60 funciones hasta ahora y estaremos en cartelera hasta el 29 de Abril. Es la primera vez que una obra de Séptimo Piso permanece tanto tiempo en cartelera con temporada corrida y eso nos da aliento y mucha responsabilidad. Este montaje costó 12 millones sin honorarios profesionales, más la “producción de intercambio” que nos hizo ahorrar unos cuantos millones más. Para los honorarios profesionales hicimos un acuerdo por taquilla y ha funcionado y pagaremos.
-¿Cuántas funciones hasta ahora y cuántas programadas?
-Vamos por las 60 funciones hasta ahora y estaremos en cartelera hasta el 29 de Abril. Es la primera vez que una obra de Séptimo Piso permanece tanto tiempo en cartelera con temporada corrida y eso nos da aliento y mucha responsabilidad. Este montaje costó 12 millones sin honorarios profesionales, más la “producción de intercambio” que nos hizo ahorrar unos cuantos millones más. Para los honorarios profesionales hicimos un acuerdo por taquilla y ha funcionado y pagaremos.
-¿Por qué, en medio de una cartelera comercial, un Ionesco y atrapa espectadores? ¿Cuál es la razón del éxito de su espectáculo?
-La razón del éxito no la tengo, nunca la he tenido ni tampoco la quiero tener, esa es una de las cosas maravillosas que nos da el teatro. Así siempre trabajaré para tratar de obtenerlo y eso me dará seguridad cada vez que se consiga como si fuera la primera vez. En primer lugar, el Celarg se ha convertido en sitio de referencia del teatro, cada vez son más los espectadores que llegan a la taquilla para ver que esta pasando en eso predios altamiranos. El boca a boca tradicional ha funcionado porque al público le ha parecido que nuestra “cantante calva” todavía nos habla y nos dice cosas. Mi espectáculo está sustentado en un trabajo actoral de mucho nivel, realizado con mucho esfuerzo y dedicación por este elenco de hombres que aceptaron el reto del travestismo. El público se divierte y reflexiona gracias a esos actores que no son conocidos en el medio comercial y eso les asombra. Esperaba una temporada de tres semanas…y la respuesta del público me sorprendió y día a día me sigue sorprendiendo. Creo que es un reto más para Séptimo Piso, mi grupo.
-¿Por qué repite el formato y hasta las técnicas, además de los movimientos? ¿Por qué este montaje se parece a “Crónicas desquiciadas”, a pesar que su autora esta lejos de Ionesco o quizás mas cerca de lo que parece?
-Jajajajaja… puede ser que Indira Páez sea nuestro Ionesco. Si algo tienen en común es que están comprometidos con su época, viven el momento y la escritura como modo de existencia, tienen un arrastre de publico tremendo y el humor les funciona. Indira puede ser mordaz y humorística como Ionesco. Por lo demás si en esos dos montajes utilizo la música, y el espacio con un formato parecido, eso ocurre en todas mis puestas. Me encanta jugar a la idea que consigo una estética que me define y que me reta, que me habla como nuevo creador, que me reclama cada día más dedicación y esfuerzo, es ir depurando y definiendo mi trabajo. Tener una línea que te defina es la locura en la cabeza de los directores.
-¿Y qué paso con La cantante calva?
-“Sigue peinándose de la misma manera” como lo dice Ionesco, quien está entre nosotros. Ella sigue la rutina que vive nuestra sociedad, se vuelve cada día más sabia, más humana, más retrato del mundo, sigue naciendo en la incomunicación de los seres humanos y pegando gritos sordos a las mentes vacías de los fatuos que nos han hecho este mundo invisible he insufrible. Sigue hablando entre los teatreros, entre las bambalinas, entre la luz y el telón. Sigue intentando amar en este sitio sin corazón… en fin, sigue viva.
¿El absurdo es nuestro contemporáneo?
-Definitivamente sí. El absurdo es nuestro contemporáneo y nuestro presente e incluso nuestro futuro. El absurdo ya se hizo carne, se hizo palabra y se quedó entre nosotros, se vuelve mas verdad cada vez que leemos el periódico y leemos el absurdo en que vive nuestro planeta. El venezolano del siglo XXI todavía tiene que aprender de esa cantante calva que sigue adelante a pesar del absurdo de sus palabras, de la incongruencia de sus acciones, de la paciencia de su mirada, que el humor y la reflexión ayudan a llevar el absurdo de nuestras vidas. Nosotros los latinos hicimos del absurdo una manera de comunicarnos, una manera de caminar y de vivir, también lo hizo así el mundo. Por eso La cantante calva sigue vigente hoy, eso me lo dicen los ojos de los espectadores que llenan la sala donde nos presentamos. Nosotros estamos en busca de espectáculos que atraigan gente y que les hable directo y con este montaje lo estamos logrando. Los venezolanos estamos dispuestos a ir al teatro a que nos hablen y nos miren a los ojos… yo quiero que el teatro en mi país este de moda para siempre….
-¿Tienen proyectado un Beckett o ese Esperando a Godot?
-Estamos trabajando en nuevos montajes, estamos escuchándonos y hablándonos, dándole vida a este grupo joven. Estamos tratando de vivir de la aventura y pronto saldrán nuestros proyectos y el público y la crítica tendrán su opinión. Esperando a Godot está siendo reflexionado y madurando para que se pueda hacer bien.
-La razón del éxito no la tengo, nunca la he tenido ni tampoco la quiero tener, esa es una de las cosas maravillosas que nos da el teatro. Así siempre trabajaré para tratar de obtenerlo y eso me dará seguridad cada vez que se consiga como si fuera la primera vez. En primer lugar, el Celarg se ha convertido en sitio de referencia del teatro, cada vez son más los espectadores que llegan a la taquilla para ver que esta pasando en eso predios altamiranos. El boca a boca tradicional ha funcionado porque al público le ha parecido que nuestra “cantante calva” todavía nos habla y nos dice cosas. Mi espectáculo está sustentado en un trabajo actoral de mucho nivel, realizado con mucho esfuerzo y dedicación por este elenco de hombres que aceptaron el reto del travestismo. El público se divierte y reflexiona gracias a esos actores que no son conocidos en el medio comercial y eso les asombra. Esperaba una temporada de tres semanas…y la respuesta del público me sorprendió y día a día me sigue sorprendiendo. Creo que es un reto más para Séptimo Piso, mi grupo.
-¿Por qué repite el formato y hasta las técnicas, además de los movimientos? ¿Por qué este montaje se parece a “Crónicas desquiciadas”, a pesar que su autora esta lejos de Ionesco o quizás mas cerca de lo que parece?
-Jajajajaja… puede ser que Indira Páez sea nuestro Ionesco. Si algo tienen en común es que están comprometidos con su época, viven el momento y la escritura como modo de existencia, tienen un arrastre de publico tremendo y el humor les funciona. Indira puede ser mordaz y humorística como Ionesco. Por lo demás si en esos dos montajes utilizo la música, y el espacio con un formato parecido, eso ocurre en todas mis puestas. Me encanta jugar a la idea que consigo una estética que me define y que me reta, que me habla como nuevo creador, que me reclama cada día más dedicación y esfuerzo, es ir depurando y definiendo mi trabajo. Tener una línea que te defina es la locura en la cabeza de los directores.
-¿Y qué paso con La cantante calva?
-“Sigue peinándose de la misma manera” como lo dice Ionesco, quien está entre nosotros. Ella sigue la rutina que vive nuestra sociedad, se vuelve cada día más sabia, más humana, más retrato del mundo, sigue naciendo en la incomunicación de los seres humanos y pegando gritos sordos a las mentes vacías de los fatuos que nos han hecho este mundo invisible he insufrible. Sigue hablando entre los teatreros, entre las bambalinas, entre la luz y el telón. Sigue intentando amar en este sitio sin corazón… en fin, sigue viva.
¿El absurdo es nuestro contemporáneo?
-Definitivamente sí. El absurdo es nuestro contemporáneo y nuestro presente e incluso nuestro futuro. El absurdo ya se hizo carne, se hizo palabra y se quedó entre nosotros, se vuelve mas verdad cada vez que leemos el periódico y leemos el absurdo en que vive nuestro planeta. El venezolano del siglo XXI todavía tiene que aprender de esa cantante calva que sigue adelante a pesar del absurdo de sus palabras, de la incongruencia de sus acciones, de la paciencia de su mirada, que el humor y la reflexión ayudan a llevar el absurdo de nuestras vidas. Nosotros los latinos hicimos del absurdo una manera de comunicarnos, una manera de caminar y de vivir, también lo hizo así el mundo. Por eso La cantante calva sigue vigente hoy, eso me lo dicen los ojos de los espectadores que llenan la sala donde nos presentamos. Nosotros estamos en busca de espectáculos que atraigan gente y que les hable directo y con este montaje lo estamos logrando. Los venezolanos estamos dispuestos a ir al teatro a que nos hablen y nos miren a los ojos… yo quiero que el teatro en mi país este de moda para siempre….
-¿Tienen proyectado un Beckett o ese Esperando a Godot?
-Estamos trabajando en nuevos montajes, estamos escuchándonos y hablándonos, dándole vida a este grupo joven. Estamos tratando de vivir de la aventura y pronto saldrán nuestros proyectos y el público y la crítica tendrán su opinión. Esperando a Godot está siendo reflexionado y madurando para que se pueda hacer bien.
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