Para que nadie olvidara lo que fue ese 11 de septiembre de 1973, Caracas lo vio y lo escuchó en inglés, durante el pasado Festival Internacional de Monólogos, organizado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Gracias al comediante colombiano Ramiro Sandoval, dirigido por su compatriota Germán Jaramillo, lo trajeron desde Nueva York. Pero ahora se podrá degustar nuevamente, gracias a una criolla producción de Mimí Lazo, primero en Maracay y después en Caracas, con el primer actor Carlos Mata, coordinado por Héctor Manrique. Nos referimos al unipersonal Allende/La muerte de un presidente, del periodista y dramaturgo argentino Rodolfo Quebleen.
Allende/La muerte de un presidente es una estrujante recreación sobre las últimas siete horas del presidente chileno en aquel nefastao martes 11 de septiembre de 1973, en su oficina del Palacio de la Moneda. Plasma, en unos 60 minutos, todos los avatares del digno y último día del gobernante socialista que escogió morir en su cargo y no huir. ¡Es una oda a la honradez!
Allende/La muerte de un presidente es una estrujante recreación sobre las últimas siete horas del presidente chileno en aquel nefastao martes 11 de septiembre de 1973, en su oficina del Palacio de la Moneda. Plasma, en unos 60 minutos, todos los avatares del digno y último día del gobernante socialista que escogió morir en su cargo y no huir. ¡Es una oda a la honradez!
Quebleen explica que “había seguido la trayectoria de Allende y estaba consubstanciado con sus ideas, especialmente su rechazo a la explotación de las riquezas de un país que conlleva la depredación económica. Él estaba dispuesto a recuperar para Chile lo que le pertenencia y que desde décadas atrás se lo estaban robando, y por ello debió morir sin importar si su muerte fue suicidio o crimen. De cualquier manera, cuando técnicamente se convierta en historia será un crimen histórico”.
El presidente Allende, comenta Quebleen, además de rechazar el derramamiento de sangre, respetó su dignidad y cumplió con su decisión de no renunciar. “Para algunos su muerte fue un acto de arrogancia. Para mí, no. Pasados algunos años, aún con Pinochet en el poder, él comenzó a diluirse como figura permanente en el quehacer de la vida chilena. Eso me provocó una reacción contraria y comencé a pensar en escribir una novela o un teatro, pero no estaba seguro. Un día, un actor amigo me propuso que escribiera un monólogo. Y esa fue la clave. Hice un primer borrador y por instancias de gente, como Alberto Minero, se le tradujo al inglés y se llevó al Theater for the New City, donde conocí al colombiano Jaramillo y al actor Sandoval. Lo demás es historia. Se estrenó y fue un éxito. Ahora los venezolanos podrán verlo de nuevo”.
Ya veremos como Manrique saca tiempo de su apretada agenda profesional y coordina los ensayos, además de “parir” una puesta en escena simple y además novedosa. ¡El personaje es historia y la historia además es un espejo que habla!
Encarnar al médico Allende en su histórico rol de Presidente de Chile y especialmente en esas horas cruciales del 11 de septiembre son un reto para cualquier actor. Carlos Mata estamos seguros que sí está a la altura del compromiso que esa tarea significa, tanto en lo actoral como en lo existencial. Además es una prueba, más que fehaciente, de que la productora Mimí Lazo es algo más que una cajita de sorpresas, pues demuestra que sí es una venezolana pensante y que no oculta nada jamás, como lo atestigua su espectáculo Golpes a mi puerta, de Juan Carlos Gené.¡El dinero que ha ganado con su duro trabajo actoral no la ha embobabado.Bravo!
El presidente Allende, comenta Quebleen, además de rechazar el derramamiento de sangre, respetó su dignidad y cumplió con su decisión de no renunciar. “Para algunos su muerte fue un acto de arrogancia. Para mí, no. Pasados algunos años, aún con Pinochet en el poder, él comenzó a diluirse como figura permanente en el quehacer de la vida chilena. Eso me provocó una reacción contraria y comencé a pensar en escribir una novela o un teatro, pero no estaba seguro. Un día, un actor amigo me propuso que escribiera un monólogo. Y esa fue la clave. Hice un primer borrador y por instancias de gente, como Alberto Minero, se le tradujo al inglés y se llevó al Theater for the New City, donde conocí al colombiano Jaramillo y al actor Sandoval. Lo demás es historia. Se estrenó y fue un éxito. Ahora los venezolanos podrán verlo de nuevo”.
Ya veremos como Manrique saca tiempo de su apretada agenda profesional y coordina los ensayos, además de “parir” una puesta en escena simple y además novedosa. ¡El personaje es historia y la historia además es un espejo que habla!
Encarnar al médico Allende en su histórico rol de Presidente de Chile y especialmente en esas horas cruciales del 11 de septiembre son un reto para cualquier actor. Carlos Mata estamos seguros que sí está a la altura del compromiso que esa tarea significa, tanto en lo actoral como en lo existencial. Además es una prueba, más que fehaciente, de que la productora Mimí Lazo es algo más que una cajita de sorpresas, pues demuestra que sí es una venezolana pensante y que no oculta nada jamás, como lo atestigua su espectáculo Golpes a mi puerta, de Juan Carlos Gené.¡El dinero que ha ganado con su duro trabajo actoral no la ha embobabado.Bravo!
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