El estudio exhaustivo de la historia transcurrida es clave para explicarse y además disfrutar el presente e incluso ayuda para diseñar el futuro. En el caso del teatro venezolano, es justo recordar las pasantías de tres artistas argentinos quienes, durante la segunda mitad del siglo XX, dieron sus ostensibles y cuantificables aportes para el desarrollo de las artes escénicas criollas, como fueron Juana Sujo (1949-1961), Carlos Giménez (1971-1993) y Juan Carlos Gené (1977-1993).
De esos tres latinoamericanos, el único que sobrevive es Juan Carlos Gené (Buenos Aires, 6 de noviembre de 1929), actor, director, maestro y luchador insigne. El regresó a su patria y desde entonces ha continuado en la trinchera teatral con su pueblo, culta comunidad que ama, como nadie, al teatro en general y en especial a sus artistas; aunque en 2005 retornó a Caracas para montar El día que me quieras y conmemorar así el décimo aniversario del mutis de José Ignacio Cabrujas y exaltar además los primeros 25 años del Grupo Actoral 80, al cual él fundó con importantes trabajadores culturales criollos, una institución se mantiene en la brega, sin desfallecer.
Gené no se ha enchinchorrado ni empantuflado, como diríamos aquí en Venezuela, y es por eso que para festejar sus 80 años de vida útil al arte y a su patria, retornó a la actuación con el espectáculo Minetti, basado en la obra teatral del autor alemán Thomas Bernhard, una producción del Celcit, dirigida por Carlos Ianni, junto a un equipo que completan: Maria Francia como actriz, Carlos Di Pasquo en la escenografía y el vestuario, Osvaldo Aguilar en la música y Juan Lepore en la asistencia.
Minetti está basada en la vida del legendario actor alemán Bernhard Minetti (1905-1998) y ahí se habla del teatro en su más pura esencia, se habla de toda la gente que hace posible esa magia escénica, de los actores, los directores, de los dramaturgos y, fundamentalmente, del artista y sus naturales y humanos miedos frente a la creación escénica.La acción está ceñida a su protagonista y una única antagonista: ella es los otros, es el mundo, es quien pide entretención y ve extinguirse a sus convocados, es, también, la muerte. Y es, al mismo tiempo, quien comprende y contempla, con ironía, el devenir de lo que desde siempre se sabe que va a ocurrir. Para ella, no "es monstruoso que nieve en Ostende". Simplemente, puede ocurrir.
Gené, vía email, cuenta que Minetti estará en cartelera hasta el 31 de mayo, en la sala bonaerense del Celcit, en la Calle Moreno, y revela que “con Carlos Ianni pretendimos hacer realidad este proyecto hace 14 años, pero hace 12, alguien se adelantó con los derechos y la hicieron, pero nosotros no vimos ese trabajo; claro, había que olvidar el proyecto. En noviembre de 2008 decidimos reflotarlo; yo hice la dramaturgia que nos permitiera producirla y decidimos abrir nuestra temporada 2009 con esta realización. De acuerdo con Ianni convocamos a una actriz uruguaya vinculada a nuestro Celcit desde hace tres años y... aquí estamos”.
Comenta que el formidable personaje de Bernhard Minetti es gigantesco, ambiguo, delirante y conmovedor. “Un ser de esas características no puede ser comprendido racionalmente; sólo el corazón puede recibirlo. Yo sólo puedo hablar de la solidaridad, respeto y ternura que desde el primer ensayo me invadió por ese Minetti de la ficción que tiene poco en común con el Bernhardt Minetti real. No obstante uno sabe que los actores somos en todas partes del mundo esos seres paradójicos y errados, como es la opinión del Minetti, el de la ficción, dedicados a un arte que hace transcurrir nuestras vidas, arando en el mar, para decirlo bolivarianamente...Cuando ya no estamos, sólo queda de nosotros lo que escribieron los críticos. Como también dice Minetti,el de la obra: esos cientos de miles de esfuerzos y de fatigas, aniquilados".
-¿Satisfecho de lo logrado?
- Como se dice que dice Barak Obama de sus primeros 100 días de gobierno, estoy feliz con lo logrado, por una temporada de trabajo fluida y gratificante, por la respuesta del público y de la crítica; pero satisfecho no; siempre uno espera la función siguiente para superar lo que hoy quedó al nivel de ayer. Carlos Ianni es un director que sabe ver, escuchar y amar a los actores. Fue muy estimulante trabajar con él. En cuanto a mí, ha aceptado que yo entre a escena cada día sabiendo con precisión qué voy a hacer, pero no cómo se hará. Es una aventura diaria.
La temporada de Minetti, añade, no termina el 31 de mayo, “sólo se interrumpe porque, tradicionalmente, el Celcit de Argentina realiza en junio su temporada internacional. Entre los espectáculos y grupos que presentaremos esta el venezolano GA 80. ¿Cómo no dejarles lugar? Después seguiremos”.
-¿Tiene planes para traer a Caracas su Minetti?
-Deseos muchos, pero los viajes, giras y presentaciones en el exterior, dependen de las invitaciones de quienes en tiempos de crisis global, puedan hacerse cargo de las cuentas correspondientes.
De esos tres latinoamericanos, el único que sobrevive es Juan Carlos Gené (Buenos Aires, 6 de noviembre de 1929), actor, director, maestro y luchador insigne. El regresó a su patria y desde entonces ha continuado en la trinchera teatral con su pueblo, culta comunidad que ama, como nadie, al teatro en general y en especial a sus artistas; aunque en 2005 retornó a Caracas para montar El día que me quieras y conmemorar así el décimo aniversario del mutis de José Ignacio Cabrujas y exaltar además los primeros 25 años del Grupo Actoral 80, al cual él fundó con importantes trabajadores culturales criollos, una institución se mantiene en la brega, sin desfallecer.
Gené no se ha enchinchorrado ni empantuflado, como diríamos aquí en Venezuela, y es por eso que para festejar sus 80 años de vida útil al arte y a su patria, retornó a la actuación con el espectáculo Minetti, basado en la obra teatral del autor alemán Thomas Bernhard, una producción del Celcit, dirigida por Carlos Ianni, junto a un equipo que completan: Maria Francia como actriz, Carlos Di Pasquo en la escenografía y el vestuario, Osvaldo Aguilar en la música y Juan Lepore en la asistencia.
Minetti está basada en la vida del legendario actor alemán Bernhard Minetti (1905-1998) y ahí se habla del teatro en su más pura esencia, se habla de toda la gente que hace posible esa magia escénica, de los actores, los directores, de los dramaturgos y, fundamentalmente, del artista y sus naturales y humanos miedos frente a la creación escénica.La acción está ceñida a su protagonista y una única antagonista: ella es los otros, es el mundo, es quien pide entretención y ve extinguirse a sus convocados, es, también, la muerte. Y es, al mismo tiempo, quien comprende y contempla, con ironía, el devenir de lo que desde siempre se sabe que va a ocurrir. Para ella, no "es monstruoso que nieve en Ostende". Simplemente, puede ocurrir.
Gené, vía email, cuenta que Minetti estará en cartelera hasta el 31 de mayo, en la sala bonaerense del Celcit, en la Calle Moreno, y revela que “con Carlos Ianni pretendimos hacer realidad este proyecto hace 14 años, pero hace 12, alguien se adelantó con los derechos y la hicieron, pero nosotros no vimos ese trabajo; claro, había que olvidar el proyecto. En noviembre de 2008 decidimos reflotarlo; yo hice la dramaturgia que nos permitiera producirla y decidimos abrir nuestra temporada 2009 con esta realización. De acuerdo con Ianni convocamos a una actriz uruguaya vinculada a nuestro Celcit desde hace tres años y... aquí estamos”.
Comenta que el formidable personaje de Bernhard Minetti es gigantesco, ambiguo, delirante y conmovedor. “Un ser de esas características no puede ser comprendido racionalmente; sólo el corazón puede recibirlo. Yo sólo puedo hablar de la solidaridad, respeto y ternura que desde el primer ensayo me invadió por ese Minetti de la ficción que tiene poco en común con el Bernhardt Minetti real. No obstante uno sabe que los actores somos en todas partes del mundo esos seres paradójicos y errados, como es la opinión del Minetti, el de la ficción, dedicados a un arte que hace transcurrir nuestras vidas, arando en el mar, para decirlo bolivarianamente...Cuando ya no estamos, sólo queda de nosotros lo que escribieron los críticos. Como también dice Minetti,el de la obra: esos cientos de miles de esfuerzos y de fatigas, aniquilados".
-¿Satisfecho de lo logrado?
- Como se dice que dice Barak Obama de sus primeros 100 días de gobierno, estoy feliz con lo logrado, por una temporada de trabajo fluida y gratificante, por la respuesta del público y de la crítica; pero satisfecho no; siempre uno espera la función siguiente para superar lo que hoy quedó al nivel de ayer. Carlos Ianni es un director que sabe ver, escuchar y amar a los actores. Fue muy estimulante trabajar con él. En cuanto a mí, ha aceptado que yo entre a escena cada día sabiendo con precisión qué voy a hacer, pero no cómo se hará. Es una aventura diaria.
La temporada de Minetti, añade, no termina el 31 de mayo, “sólo se interrumpe porque, tradicionalmente, el Celcit de Argentina realiza en junio su temporada internacional. Entre los espectáculos y grupos que presentaremos esta el venezolano GA 80. ¿Cómo no dejarles lugar? Después seguiremos”.
-¿Tiene planes para traer a Caracas su Minetti?
-Deseos muchos, pero los viajes, giras y presentaciones en el exterior, dependen de las invitaciones de quienes en tiempos de crisis global, puedan hacerse cargo de las cuentas correspondientes.
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