Ya no es Estados Unidos el único país que absorbe intelectuales venezolanos. Las raíces con la Unión Europea son quizás más fuertes y atractivas, especialmente con España, por sus editoriales y su pujante movimiento cultural integracionista hacia las que fueron, hace 200 años, sus colonias. Y uno de los escritores criollos que se radicó en la vieja Numancia es el periodista Edgar Borges (Caracas, 24 de abril de 1966).
En estos momentos, Borges está trabajando mucho, porque son varias las cosas buenas que le han ocurrido en los últimos meses. “Me acaban de llamar desde Francia para informarme que están haciendo la traducción, al francés, de mi anterior novela, ¿Quién mató a mi madre? La obra es el trabajo de master de una traductora de la Universidad de Lyon. Y para 2010 saldrá publicada en Francia. Por otra parte, me dedico a dar clases en la Escuela de Letras de Madrid, y en otros centros de donde me llaman. He terminado una nueva novela que espero publicar el próximo año. Asimismo, escribo artículos para distintas publicaciones tanto de España como de América Latina. Sólo espero que mis nuevos libros, algún día, salgan en Venezuela. Me parece absurdo que salgan primero en Francia y en Estados Unidos, como efectivamente está ocurriendo. Por lo demás, si bien para hacer ficción no pienso en geografías reales, como ser humano, mi compromiso está con América Latina. Y hacia allá apuntan mis planes”.
Borges no lo cuenta, pero su más reciente libro es un relato bilingüe (español-inglés) de ficción sobre Edgar Allan Poe, en el bicentenario de su nacimiento. La producción sale tanto en formato impreso como en libro electrónico. La escritora inglesa Lindsey Cordery se encargó de realizar una cuidada traducción basada en el inglés de la época. En el prólogo, el español Vicente Luis Mora, director del Instituto Cervantes de Albuquerque (Nuevo México), asegura que con este relato Edgar Borges crea una nueva vía de profundización en la subjetividad.
Sobre su nuevo libro, ¿Quién mató al doble de Edgar Allan Poe?, Borges no duda en afirmar que nació de su inquietud por el personaje como maestro literario, pero también como una oportunidad para profundizar en el camino de la subjetividad del personaje enfrentado a un doble imaginario, que es ahora mismo un planteamiento literario que me apasiona. “Es decir, hacer ficción desde la perspectiva individual de cada personaje, intentando, un poco, pensar desde la lógica de cada personaje ubicado ante la trama. Ese es ahora mismo el objetivo de mi trabajo de ficción: la respuesta de cada sujeto ante el acontecimiento. Considero que no hay nada más revolucionario que hacer ficción; la sola posibilidad de imaginar nuevas realidades sociales es un atentado contra la realidad social que nos imponen. El contacto que se establece entre escritor y lector, con ese puente por donde transita la imaginación, es un juego profundamente revolucionario”.
El proyecto de ¿Quién mató al doble de Edgar Allan Poe?, salió adelante, puntualiza Borges, en realidad, muy rápido, no hubo mayores problemas si tomamos en cuenta lo complejo que puede resultar el mundo editorial. “Es un trabajo, en muchos sentidos, orientado hacia la dualidad. Sale tanto en formato electrónico como en impreso; lo editan las editoriales Letralia, de Venezuela, que se encarga del formato virtual, y Grup Lobher, de Barcelona, España, asume la publicación impresa. Por otra parte, del prólogo se encargan los escritores españoles Ricardo Menéndez Salmón y Vicente Luis Mora. Asimismo, la traducción fue una tarea de Lindsey Cordery y Raquel de León de Uruguay. Es decir, toda una mezcla de culturas y de apuestas literarias. El trabajo es bilingüe por un interés, compartido, entre editoriales y mi persona, en expandir el campo de acción. Creemos que es el momento, porque hay en Estados Unidos un interés hacia vía literatura escrita por latinoamericanos. Lo mismo se está despertando en Europa. Por igual, estoy abierto a todos los idiomas, lo importante es comunicar una idea que nos invite a abrir otras puertas”.
“La circulación del libro será, en un comienzo, en España y en Estados Unidos. Luego, esperamos ampliar la ruta. El formato electrónico, por su característica, no tiene fronteras. Sin embargo, me cuento entre quienes pensamos que el libro impreso siempre existirá; con el electrónico se abre un nuevo medio y seguirá en paralelo. Si somos conscientes ganará la lectura”.
La cantidad de ejemplares, en su primera edición, serán cinco mil, luego, por un acuerdo que la editorial está estableciendo en Estados Unidos, la cosa promete crecer, porque hay muchos más lectores en lengua inglesa.”Ahí puede ser que alcancemos un rotundo éxito editorial”,dijo Borges. Mientras que la distribución virtual la hace Letralia por unas excelentes vías de alcance internacional, como son redes sociales y sus lectores normales que son muchos en todo el mundo.
¿Quién mató al doble de Edgar Allan Poe? es, pues, un relato largo, encerrado de 77 páginas, con algunas ilustraciones del dibujante asturiano Paulino Ángel Martín, sobre el cual, el prologuista Vicente Luis Mora, escribe:
“Imagine que William Wilson, el famoso personaje de Poe, se girase bruscamente ante el espejo y descubriese una nueva versión de sí, otro Wilson: Wilson² (o Wilson 2.0). Y ahora imagine que este segundo Wilson cruzase el azogue y fuera apuñalado por una tercera versión del mismo, Wilson³ o Wilson al cubo. Mientras la copia de Wilson muere, Wilson³ se quita su máscara, y su rostro real es el de Edgar Allan Poe. ¿O sería Poe², una nueva versión del genio? Esa dramaturgia de duplicidades, máscaras, caras irreales y personalidades verdaderas late bajo el relato breve de Edgar Borges (también conocido como Borges¹). “Nunca estamos seguros de la realidad de las cosas, pero el otro Borges, Jorge Luis, escribió que lo importante no es la realidad de los hechos, sino lo terribles que son. Y el argumento del cuento de Borges¹ es similar al de un relato de Borges², El otro y el mismo, o quizá tiende lazos a Dos imágenes en un estanque; ambos (los dos cuentos, no los dos Borges) están marcados con las letras escarlatas de la incertidumbre”.
“Poe fundó la Modernidad; Borges² inventó la Tardomodernidad (no estoy de acuerdo con los críticos que mantienen que Borges² creó la Posmodernidad Hispanoamericana), y Borges¹, el autor de Quién mató…, recibe todas estas influencias para crear una nueva vía de profundización en la subjetividad. Escrito en un excelente estilo, respetuoso con el magno trabajo y el legado de Edgar Allan Poe, este relato de Edgar Borges es una buena muestra de la última narrativa española tardomoderna”.
En estos momentos, Borges está trabajando mucho, porque son varias las cosas buenas que le han ocurrido en los últimos meses. “Me acaban de llamar desde Francia para informarme que están haciendo la traducción, al francés, de mi anterior novela, ¿Quién mató a mi madre? La obra es el trabajo de master de una traductora de la Universidad de Lyon. Y para 2010 saldrá publicada en Francia. Por otra parte, me dedico a dar clases en la Escuela de Letras de Madrid, y en otros centros de donde me llaman. He terminado una nueva novela que espero publicar el próximo año. Asimismo, escribo artículos para distintas publicaciones tanto de España como de América Latina. Sólo espero que mis nuevos libros, algún día, salgan en Venezuela. Me parece absurdo que salgan primero en Francia y en Estados Unidos, como efectivamente está ocurriendo. Por lo demás, si bien para hacer ficción no pienso en geografías reales, como ser humano, mi compromiso está con América Latina. Y hacia allá apuntan mis planes”.
Borges no lo cuenta, pero su más reciente libro es un relato bilingüe (español-inglés) de ficción sobre Edgar Allan Poe, en el bicentenario de su nacimiento. La producción sale tanto en formato impreso como en libro electrónico. La escritora inglesa Lindsey Cordery se encargó de realizar una cuidada traducción basada en el inglés de la época. En el prólogo, el español Vicente Luis Mora, director del Instituto Cervantes de Albuquerque (Nuevo México), asegura que con este relato Edgar Borges crea una nueva vía de profundización en la subjetividad.
Sobre su nuevo libro, ¿Quién mató al doble de Edgar Allan Poe?, Borges no duda en afirmar que nació de su inquietud por el personaje como maestro literario, pero también como una oportunidad para profundizar en el camino de la subjetividad del personaje enfrentado a un doble imaginario, que es ahora mismo un planteamiento literario que me apasiona. “Es decir, hacer ficción desde la perspectiva individual de cada personaje, intentando, un poco, pensar desde la lógica de cada personaje ubicado ante la trama. Ese es ahora mismo el objetivo de mi trabajo de ficción: la respuesta de cada sujeto ante el acontecimiento. Considero que no hay nada más revolucionario que hacer ficción; la sola posibilidad de imaginar nuevas realidades sociales es un atentado contra la realidad social que nos imponen. El contacto que se establece entre escritor y lector, con ese puente por donde transita la imaginación, es un juego profundamente revolucionario”.
El proyecto de ¿Quién mató al doble de Edgar Allan Poe?, salió adelante, puntualiza Borges, en realidad, muy rápido, no hubo mayores problemas si tomamos en cuenta lo complejo que puede resultar el mundo editorial. “Es un trabajo, en muchos sentidos, orientado hacia la dualidad. Sale tanto en formato electrónico como en impreso; lo editan las editoriales Letralia, de Venezuela, que se encarga del formato virtual, y Grup Lobher, de Barcelona, España, asume la publicación impresa. Por otra parte, del prólogo se encargan los escritores españoles Ricardo Menéndez Salmón y Vicente Luis Mora. Asimismo, la traducción fue una tarea de Lindsey Cordery y Raquel de León de Uruguay. Es decir, toda una mezcla de culturas y de apuestas literarias. El trabajo es bilingüe por un interés, compartido, entre editoriales y mi persona, en expandir el campo de acción. Creemos que es el momento, porque hay en Estados Unidos un interés hacia vía literatura escrita por latinoamericanos. Lo mismo se está despertando en Europa. Por igual, estoy abierto a todos los idiomas, lo importante es comunicar una idea que nos invite a abrir otras puertas”.
“La circulación del libro será, en un comienzo, en España y en Estados Unidos. Luego, esperamos ampliar la ruta. El formato electrónico, por su característica, no tiene fronteras. Sin embargo, me cuento entre quienes pensamos que el libro impreso siempre existirá; con el electrónico se abre un nuevo medio y seguirá en paralelo. Si somos conscientes ganará la lectura”.
La cantidad de ejemplares, en su primera edición, serán cinco mil, luego, por un acuerdo que la editorial está estableciendo en Estados Unidos, la cosa promete crecer, porque hay muchos más lectores en lengua inglesa.”Ahí puede ser que alcancemos un rotundo éxito editorial”,dijo Borges. Mientras que la distribución virtual la hace Letralia por unas excelentes vías de alcance internacional, como son redes sociales y sus lectores normales que son muchos en todo el mundo.
¿Quién mató al doble de Edgar Allan Poe? es, pues, un relato largo, encerrado de 77 páginas, con algunas ilustraciones del dibujante asturiano Paulino Ángel Martín, sobre el cual, el prologuista Vicente Luis Mora, escribe:
“Imagine que William Wilson, el famoso personaje de Poe, se girase bruscamente ante el espejo y descubriese una nueva versión de sí, otro Wilson: Wilson² (o Wilson 2.0). Y ahora imagine que este segundo Wilson cruzase el azogue y fuera apuñalado por una tercera versión del mismo, Wilson³ o Wilson al cubo. Mientras la copia de Wilson muere, Wilson³ se quita su máscara, y su rostro real es el de Edgar Allan Poe. ¿O sería Poe², una nueva versión del genio? Esa dramaturgia de duplicidades, máscaras, caras irreales y personalidades verdaderas late bajo el relato breve de Edgar Borges (también conocido como Borges¹). “Nunca estamos seguros de la realidad de las cosas, pero el otro Borges, Jorge Luis, escribió que lo importante no es la realidad de los hechos, sino lo terribles que son. Y el argumento del cuento de Borges¹ es similar al de un relato de Borges², El otro y el mismo, o quizá tiende lazos a Dos imágenes en un estanque; ambos (los dos cuentos, no los dos Borges) están marcados con las letras escarlatas de la incertidumbre”.
“Poe fundó la Modernidad; Borges² inventó la Tardomodernidad (no estoy de acuerdo con los críticos que mantienen que Borges² creó la Posmodernidad Hispanoamericana), y Borges¹, el autor de Quién mató…, recibe todas estas influencias para crear una nueva vía de profundización en la subjetividad. Escrito en un excelente estilo, respetuoso con el magno trabajo y el legado de Edgar Allan Poe, este relato de Edgar Borges es una buena muestra de la última narrativa española tardomoderna”.
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