No cesa de crear y trabajar para que sus obras teatrales sean carne, sangre y movimiento en la escena, porque no escribe teatro solamente para que sea impreso o subido a las especiales páginas web. Pergeña piezas para que sean representadas y el público reciba así la propuesta intelectual de este intelectual dramaturgo, quien a su vez corresponde al colectivo de un país o de un continente. Eso sucede con el venezolano Gustavo Ott (Caracas, 1963), cuya más reciente pieza Momia en el closet: The Return of Eva Perón se presenta desde el 4 hasta el 28 de junio del 2009 en el Teatro Gala de Washington, DC, USA.
Es la legendaria actriz y política argentina María Eva Duarte de Perón (1919-1952), más conocida como Evita, el personaje que ahora Ott ha poetizado y llevado al escenario. Se trata de un musical, producido por el Teatro Gala para festejar sus 33 años de labores culturales en la capital de Estados Unidos de América, cuyo concepto de producción artística y la música pertenecen a Mariano Vales, el libreto es del venezolano, quien además escribió una parte de las canciones, hay una coreografía resuelta por Carina Losano y la dirección general es de Mariano Caligaris.
Esta comedia musical sigue las vicisitudes de Eva Perón en su intrincada vida después de la muerte, pues su cadáver, perfectamente conservado o momificado, fue llevado de ciudad a ciudad alrededor del mundo y escondido en lugares secretos, generando intrigas políticas, levantamientos populares, pasiones amorosas y hasta homicidios misteriosos. Con canciones de gran poesía y ritmos sensuales como el tango, el vals y la salsa, la obra revela el intenso amor de Evita por la clase obrera y su irresistible poder espiritual como el icono nacional más venerado de Argentina.
"La idea era hablar sobre lo macabro en América latina; sobre esa relación que tenemos con el poder, que tiene, entre nosotros, una idea macabra sobre lo trascendente. En nuestro continente queremos sobrevivir a la muerte, física y política, y ser recordados, aunque sea a través de lo perverso”, reveló el autor al periodista Rodolfo Colángelo, durante una reciente entrevista realizada en Buenos Aires.
Es la legendaria actriz y política argentina María Eva Duarte de Perón (1919-1952), más conocida como Evita, el personaje que ahora Ott ha poetizado y llevado al escenario. Se trata de un musical, producido por el Teatro Gala para festejar sus 33 años de labores culturales en la capital de Estados Unidos de América, cuyo concepto de producción artística y la música pertenecen a Mariano Vales, el libreto es del venezolano, quien además escribió una parte de las canciones, hay una coreografía resuelta por Carina Losano y la dirección general es de Mariano Caligaris.
Esta comedia musical sigue las vicisitudes de Eva Perón en su intrincada vida después de la muerte, pues su cadáver, perfectamente conservado o momificado, fue llevado de ciudad a ciudad alrededor del mundo y escondido en lugares secretos, generando intrigas políticas, levantamientos populares, pasiones amorosas y hasta homicidios misteriosos. Con canciones de gran poesía y ritmos sensuales como el tango, el vals y la salsa, la obra revela el intenso amor de Evita por la clase obrera y su irresistible poder espiritual como el icono nacional más venerado de Argentina.
"La idea era hablar sobre lo macabro en América latina; sobre esa relación que tenemos con el poder, que tiene, entre nosotros, una idea macabra sobre lo trascendente. En nuestro continente queremos sobrevivir a la muerte, física y política, y ser recordados, aunque sea a través de lo perverso”, reveló el autor al periodista Rodolfo Colángelo, durante una reciente entrevista realizada en Buenos Aires.
Ott, con no menos de 30 piezas escritas y la mayor parte de ellas representadas, explicó que después de una rigurosa investigación sobre el destino del cadáver de Evita y su periplo, optó por escribir un musical sobre Evita muerta, ya que, hay muchos musicales sobre Eva viva, pero no una historia teatral sobre la influencia que ejerció una vez fallecida a lo largo de la historia política argentina.
Reconoció que su proyecto partió de la idea de hablar sobre lo macabro en América latina. “Cómo la relación que tenemos con el poder tiene una idea perversa de lo trascendente. Cómo sobrevivir a la muerte, física y política, y ser recordado. Ese acercamiento a sobrevivir casi siempre en América latina va hacia lo macabro”.
Puntualiza que siempre fue un enamorado de Eva y de sus convicciones. “Ella sabía lo que había que hacer para enfrentar a la aristocracia, era muy valiente. Como ya hay muchos musicales sobre Evita viva, decidimos utilizar la historia de su muerte, el periplo del cadáver, hasta su entierro. Pasan muchas cosas en el transcurso de esa historia. Varios golpes de Estado, la guerra sucia, América latina de pronto vive a la Argentina como un espejo en el que se quiere mirar. Cuando Argentina mete la pata y busca lo peor de si misma, América latina la quiere imitar”.
- ¿Y en ese transcurso histórico qué simboliza el cadáver de Evita?
- En la obra se configura como la gran redentora de las víctimas. Es la búsqueda de lo macabro, pero hay un área crítica revolucionaria que tiene la voz de los pueblos, y esa voz, para verla en su pureza, está en las víctimas. Cuando las víctimas hablan, lo hacen con poesía, y esa poesía es la que intentamos rescatar en esta obra. La visión más pura del pueblo está en las víctimas. El pueblo habla, pero a veces dice algunas tonterías, pero cuando las víctimas hablan lo hacen con poesía. Y es la influencia de Evita, aun muerta, influyendo en la historia como una voz siempre presente. Por ejemplo en la obra se mezclan tiempos como las primeras épocas de Evita, su muerte, los montoneros, Videla, la idea de algunos golpistas de destruir el cadáver y no hacerlo. Claro, es siempre la voz de las víctimas que hablan y reclaman.
- ¿Por qué se estrena en Washington?
Reconoció que su proyecto partió de la idea de hablar sobre lo macabro en América latina. “Cómo la relación que tenemos con el poder tiene una idea perversa de lo trascendente. Cómo sobrevivir a la muerte, física y política, y ser recordado. Ese acercamiento a sobrevivir casi siempre en América latina va hacia lo macabro”.
Puntualiza que siempre fue un enamorado de Eva y de sus convicciones. “Ella sabía lo que había que hacer para enfrentar a la aristocracia, era muy valiente. Como ya hay muchos musicales sobre Evita viva, decidimos utilizar la historia de su muerte, el periplo del cadáver, hasta su entierro. Pasan muchas cosas en el transcurso de esa historia. Varios golpes de Estado, la guerra sucia, América latina de pronto vive a la Argentina como un espejo en el que se quiere mirar. Cuando Argentina mete la pata y busca lo peor de si misma, América latina la quiere imitar”.
- ¿Y en ese transcurso histórico qué simboliza el cadáver de Evita?
- En la obra se configura como la gran redentora de las víctimas. Es la búsqueda de lo macabro, pero hay un área crítica revolucionaria que tiene la voz de los pueblos, y esa voz, para verla en su pureza, está en las víctimas. Cuando las víctimas hablan, lo hacen con poesía, y esa poesía es la que intentamos rescatar en esta obra. La visión más pura del pueblo está en las víctimas. El pueblo habla, pero a veces dice algunas tonterías, pero cuando las víctimas hablan lo hacen con poesía. Y es la influencia de Evita, aun muerta, influyendo en la historia como una voz siempre presente. Por ejemplo en la obra se mezclan tiempos como las primeras épocas de Evita, su muerte, los montoneros, Videla, la idea de algunos golpistas de destruir el cadáver y no hacerlo. Claro, es siempre la voz de las víctimas que hablan y reclaman.
- ¿Por qué se estrena en Washington?
- Se estrena en el Teatro Gala de Washington porque es una obra por encargo de la dirección artística del teatro. Estoy entusiasmado con el proyecto y al mismo tiempo preocupado por que sé que es un tema delicado, sobre todo para los argentinos. Pero visto desde la óptica latinoamericana, tiene una redención y una profundidad mayor. Mi idea es montarla también en Venezuela y más adelante en Buenos Aires.
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