Inigualable y trágica historia en una corta vida. El asesinato del general Ezequiel Zamora, cuando aún no había cumplido 43 años, fue fatal para las clases oprimidas de la Venezuela del siglo XIX, que quedaron sin líder, y sirvió o apuntaló a las oligarquías en el mando de la nación, de donde salieron, temporalmente, con el ascenso del general Cipriano Castro a la Presidencia, en 1901. Ese crimen llevó a esta nación al camino proceloso del subdesarrollo social y político, del que, ojala, pueda salir en este expectante siglo XXI.
Es lo primero que podemos decir tras haber visto dos veces el largometraje (dura 128 minutos) Zamora, tierra y hombres libres, escrita y dirigida por Luis Britto García y Román Chalbaud, respectivamente. Esta película, que llegará a las pantallas cinematográficas venezolanas el próximo 2 de octubre, gracias a la gestión del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, es una producción de la Villa del Cine, distribuida por Amazonia Films.
Esta trepidante producción plasma la vida pública de uno de los personajes más importantes de nuestra historia: Ezequiel Zamora (1 de febrero de 1817 — 10 de enero de 1860), auténtico “General del Pueblo Soberano”, hombre que luchó por la dignidad y la emancipación de los pueblos oprimidos en la mitad del siglo XIX. Un héroe sin medias tintas en los eventos de la Guerra Federal, que representó un elemento clave en el desarrollo de los movimientos populares, los cuales lo convirtieron en férreo luchador en contra de la oligarquía terrateniente. Un auténtico luchador por la liberación de los esclavos y la igualdad de los pueblos.
Con un guión preñado de un sano compromiso ideológico, que logró desarrollar el escritor, dramaturgo e historiador venezolano Luis Britto García, esta Zamora,tierra y hombres libres viene a ser la primera película histórica sobre los hechos que acaecieron en plena mitad del siglo XIX. Ahí está su perfil existencial, con impactante vehemencia, donde destaca el indomable carácter del más importante líder popular de ese siglo, que es sacrificado en una siniestra conjura por sus supuestos amigos. Asimismo, la pieza fílmica luce didáctica por la narración de las disputas entre los cabecillas de los partidos Liberal y Conservador, y por las escenas de la legendaria Batalla de Santa Inés, donde Zamora demostró su gran pericia en la conducción de tropas militares.
Su óptima puesta en escena, la pulcra fotografía, además del comedido uso de novedosos efectos especiales, y la participación de más de 5.000 extras, hacen de esta obra fílmica un magistral aporte artístico para la nueva generación de películas hechas en Venezuela.
No podíamos olvidarnos de Francisco Cabrujas, reputado compositor responsable de la espeluznante música de Zamora, interpretada por la Orquesta Sinfónica de Lara, bajo la dirección de Tarcisio Barreto.
Ahora el soberano, descendiente de aquellos que le dieron el merecido título de general a Zamora, tendrán que verla y manifestar su opinión. ¡Otra vez más, el cine copia a la vida, en este caso, a la historia!
Actores
Alexander Solórzano (Zamora), Eric Ekvall (Gaspers), Antonio Machuca (Flores), Julio César Mármol (José Antonio Páez), Verónica Arellano (Barbarita), Israel Moreno (Juan V. González), Dilia Waikkarán (Paula Correa), Asdrúbal Meléndez (Rangel), Gustavo Camacho (Julián Castro), Antonio Delli (José Tadeo Monagas), Manuel Escolano (Iriarte), Dimas González (Espinoza), Luigi Sciamanna (Antonio Guzmán Blanco), José Torres (Tiburcio), Cesar Saffont (Morón), Daniela Alvarado (Viviana) y Anastasia Mazzone (Estefanía Falcón) y miles de anónimos interpretes le dieron realismo a sus personajes, Nunca antes vimos tantas generaciones actorales en pugna por hacerlo bien.
Sinopsis
En un inmenso escenario, o un gran cuero seco para algunos, como puede explicarse a la Venezuela de mediados del siglo XIX, la polarización entre liberales y conservadores, agrupaciones políticas de la oligarquía que se habían apoderado del poder y la hacienda pública, marcaba la agenda política. Las desigualdades de la sociedad colonial, que no fueron superadas por la devastadora Guerra de la Independencia, mantenían a campesinos y esclavos bajo el yugo de los ricos y terratenientes. Insurge Ezequiel Zamora, hijo de un guerrero de Simón Bolívar, quien, movilizado por profundos ideales de libertad, encabeza una lucha que intenta borrar las desigualdades sociales y repartir equitativamente las tierras. Batalla como ningún otro héroe lo había hecho, pero la traición de sus aliados lo sacrifica
Es lo primero que podemos decir tras haber visto dos veces el largometraje (dura 128 minutos) Zamora, tierra y hombres libres, escrita y dirigida por Luis Britto García y Román Chalbaud, respectivamente. Esta película, que llegará a las pantallas cinematográficas venezolanas el próximo 2 de octubre, gracias a la gestión del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, es una producción de la Villa del Cine, distribuida por Amazonia Films.
Esta trepidante producción plasma la vida pública de uno de los personajes más importantes de nuestra historia: Ezequiel Zamora (1 de febrero de 1817 — 10 de enero de 1860), auténtico “General del Pueblo Soberano”, hombre que luchó por la dignidad y la emancipación de los pueblos oprimidos en la mitad del siglo XIX. Un héroe sin medias tintas en los eventos de la Guerra Federal, que representó un elemento clave en el desarrollo de los movimientos populares, los cuales lo convirtieron en férreo luchador en contra de la oligarquía terrateniente. Un auténtico luchador por la liberación de los esclavos y la igualdad de los pueblos.
Con un guión preñado de un sano compromiso ideológico, que logró desarrollar el escritor, dramaturgo e historiador venezolano Luis Britto García, esta Zamora,tierra y hombres libres viene a ser la primera película histórica sobre los hechos que acaecieron en plena mitad del siglo XIX. Ahí está su perfil existencial, con impactante vehemencia, donde destaca el indomable carácter del más importante líder popular de ese siglo, que es sacrificado en una siniestra conjura por sus supuestos amigos. Asimismo, la pieza fílmica luce didáctica por la narración de las disputas entre los cabecillas de los partidos Liberal y Conservador, y por las escenas de la legendaria Batalla de Santa Inés, donde Zamora demostró su gran pericia en la conducción de tropas militares.
Su óptima puesta en escena, la pulcra fotografía, además del comedido uso de novedosos efectos especiales, y la participación de más de 5.000 extras, hacen de esta obra fílmica un magistral aporte artístico para la nueva generación de películas hechas en Venezuela.
No podíamos olvidarnos de Francisco Cabrujas, reputado compositor responsable de la espeluznante música de Zamora, interpretada por la Orquesta Sinfónica de Lara, bajo la dirección de Tarcisio Barreto.
Ahora el soberano, descendiente de aquellos que le dieron el merecido título de general a Zamora, tendrán que verla y manifestar su opinión. ¡Otra vez más, el cine copia a la vida, en este caso, a la historia!
Actores
Alexander Solórzano (Zamora), Eric Ekvall (Gaspers), Antonio Machuca (Flores), Julio César Mármol (José Antonio Páez), Verónica Arellano (Barbarita), Israel Moreno (Juan V. González), Dilia Waikkarán (Paula Correa), Asdrúbal Meléndez (Rangel), Gustavo Camacho (Julián Castro), Antonio Delli (José Tadeo Monagas), Manuel Escolano (Iriarte), Dimas González (Espinoza), Luigi Sciamanna (Antonio Guzmán Blanco), José Torres (Tiburcio), Cesar Saffont (Morón), Daniela Alvarado (Viviana) y Anastasia Mazzone (Estefanía Falcón) y miles de anónimos interpretes le dieron realismo a sus personajes, Nunca antes vimos tantas generaciones actorales en pugna por hacerlo bien.
Sinopsis
En un inmenso escenario, o un gran cuero seco para algunos, como puede explicarse a la Venezuela de mediados del siglo XIX, la polarización entre liberales y conservadores, agrupaciones políticas de la oligarquía que se habían apoderado del poder y la hacienda pública, marcaba la agenda política. Las desigualdades de la sociedad colonial, que no fueron superadas por la devastadora Guerra de la Independencia, mantenían a campesinos y esclavos bajo el yugo de los ricos y terratenientes. Insurge Ezequiel Zamora, hijo de un guerrero de Simón Bolívar, quien, movilizado por profundos ideales de libertad, encabeza una lucha que intenta borrar las desigualdades sociales y repartir equitativamente las tierras. Batalla como ningún otro héroe lo había hecho, pero la traición de sus aliados lo sacrifica
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