La “madre” de las óperas rock, el musical Jesucristo Superestrella, con partituras de Andrew Lloyd Webber y letras de Tim Rice, se exhibe en Caracas y después irá a Valencia. Ha sido repuesto el mismo espectáculo que mostró el director Michel Hausmann con su productora Palo de Agua durante la temporada 2007.
Por supuesto que, a centenares de centurias de haber sido sacrificado por las tropas de ocupación romana y las fanáticas y manipuladas turbas judías, el Unigénito de Dios, o hijo terrenal de María y José de Nazareth, prosigue atrapando audiencias y generando montañas de lógicas dudas que sólo la fe o la inteligencia sin cortapisas pueden responderlas.
Es tan hermosa la fábula de aquel Jesús que muere en la cruz por predicar el amor sin ambages entre los seres humanos. Ese Hombre-Dios capaz de convertir agua en vino, multiplicar peces y revivir muertos, pero que no pudo impedir que lo crucificaran y que sí fuera capaz de resucitar al tercer día para ascender al cielo tras anunciar que volverá para el Juicio Final y reinar así por los siglos de los siglos.
Ese, que es el cuento más hermoso que jamás hayamos escuchado y que encierra tantas explicaciones sobre el sentido mismo de la vida para una humanidad incrédula, ha sido capaz de tener audiencia aquí en Caracas en dos temporadas. ¡Maravillosa prueba de un cristianismo a prueba de todos los sofismas convertidos en dogmas!
Este Jesucristo Superestrella ha recrudecido la fe en el más fantástico de los revolucionarios que tiene la civilización actual y cuya prédica está ahí en la calle, insuflando vida a unos y provocando la muerte eterna de aquellos que lo niegan.
Segunda temporada
¿Qué de nuevo podemos decir ante el montaje 2010 de Jesucristo Superestrella? Mucho. Es un humano evangelio, invocado y convertido en show músico teatral estremecedor no sólo por su precisa realización sino por su verdad escénica. Lo más importante es como todo el elenco luce más acoplado y que los cantantes Johnny Sigal, Luke Grande, Karina, además del legendario Cayito Aponte, lograron impactantes performances, gracias a sus dotes artísticas y por la delicada y ecléctica puesta en escena, obtenida gracias al talento del venezolano Michel Hausmann y su afinado equipo de técnicos, músicos (donde destaca especialmente Salomón Lerner), coros, bailarines y actores.
Este criollo evangelio teatral ha sido terapéutico para los espectadores porque abrió, una vez más, esperanzas en una redención del genero humano y además reiteró que sí hay un amplio conglomerado de actores, cantantes y bailarines, además de músicos, que salieron airosos en la realización de tan compleja ópera rock, precisamente aquí en Venezuela.
No es un montaje como se hubiese logrado en otros contextos artísticos más desarrollados, pero lo obtenido en Caracas supera a lo visto en Bogotá, por ejemplo, y está a mil años luz de un montaje semi profesional que degustamos en Manhattan, ya que el discurso-cantado de Jhonny Sigal, los lamentos de la humana Karina o el estremecedor esfuerzo de Luke Grande convertido en el milenario y contemporáneo Judas, tenían verdades y patetismos únicos.
La Aula Magna de la UCV no es una sala de teatro como tal. Aunque el equipo técnico de Palo de Agua hizo milagros para transformarla y hacerla útil. Es un aguerrido grupo de venezolanos (conducidos por Edwin Erminy) que no tienen barreras que les impida trabajar y hacerlo bien.
¿Qué pasó? ¿Milagro? No. Hubo una impecable labor artística que demuestra como no hay nada perdido y sí han sido útiles las artes en esta Tierra de Gracia. ¡Deja una referencia importante para el hoy y el mañana!
Teatro y cine
Por supuesto que, a centenares de centurias de haber sido sacrificado por las tropas de ocupación romana y las fanáticas y manipuladas turbas judías, el Unigénito de Dios, o hijo terrenal de María y José de Nazareth, prosigue atrapando audiencias y generando montañas de lógicas dudas que sólo la fe o la inteligencia sin cortapisas pueden responderlas.
Es tan hermosa la fábula de aquel Jesús que muere en la cruz por predicar el amor sin ambages entre los seres humanos. Ese Hombre-Dios capaz de convertir agua en vino, multiplicar peces y revivir muertos, pero que no pudo impedir que lo crucificaran y que sí fuera capaz de resucitar al tercer día para ascender al cielo tras anunciar que volverá para el Juicio Final y reinar así por los siglos de los siglos.
Ese, que es el cuento más hermoso que jamás hayamos escuchado y que encierra tantas explicaciones sobre el sentido mismo de la vida para una humanidad incrédula, ha sido capaz de tener audiencia aquí en Caracas en dos temporadas. ¡Maravillosa prueba de un cristianismo a prueba de todos los sofismas convertidos en dogmas!
Este Jesucristo Superestrella ha recrudecido la fe en el más fantástico de los revolucionarios que tiene la civilización actual y cuya prédica está ahí en la calle, insuflando vida a unos y provocando la muerte eterna de aquellos que lo niegan.
Segunda temporada
¿Qué de nuevo podemos decir ante el montaje 2010 de Jesucristo Superestrella? Mucho. Es un humano evangelio, invocado y convertido en show músico teatral estremecedor no sólo por su precisa realización sino por su verdad escénica. Lo más importante es como todo el elenco luce más acoplado y que los cantantes Johnny Sigal, Luke Grande, Karina, además del legendario Cayito Aponte, lograron impactantes performances, gracias a sus dotes artísticas y por la delicada y ecléctica puesta en escena, obtenida gracias al talento del venezolano Michel Hausmann y su afinado equipo de técnicos, músicos (donde destaca especialmente Salomón Lerner), coros, bailarines y actores.
Este criollo evangelio teatral ha sido terapéutico para los espectadores porque abrió, una vez más, esperanzas en una redención del genero humano y además reiteró que sí hay un amplio conglomerado de actores, cantantes y bailarines, además de músicos, que salieron airosos en la realización de tan compleja ópera rock, precisamente aquí en Venezuela.
No es un montaje como se hubiese logrado en otros contextos artísticos más desarrollados, pero lo obtenido en Caracas supera a lo visto en Bogotá, por ejemplo, y está a mil años luz de un montaje semi profesional que degustamos en Manhattan, ya que el discurso-cantado de Jhonny Sigal, los lamentos de la humana Karina o el estremecedor esfuerzo de Luke Grande convertido en el milenario y contemporáneo Judas, tenían verdades y patetismos únicos.
La Aula Magna de la UCV no es una sala de teatro como tal. Aunque el equipo técnico de Palo de Agua hizo milagros para transformarla y hacerla útil. Es un aguerrido grupo de venezolanos (conducidos por Edwin Erminy) que no tienen barreras que les impida trabajar y hacerlo bien.
¿Qué pasó? ¿Milagro? No. Hubo una impecable labor artística que demuestra como no hay nada perdido y sí han sido útiles las artes en esta Tierra de Gracia. ¡Deja una referencia importante para el hoy y el mañana!
Teatro y cine
Jesucristo Superestrella cambió la forma de hacer musicales, desde el 12 de octubre de 1971 en el Teatro Mark Hellinger de Broadway, en Nueva York. Creó una polémica por proponer, desde ángulos u ópticas diferentes, los últimos siete días de Jesús de Nazareth desde el punto de vista de Judas Iscariote. En 1972 encontró su nicho en el West End, de Londres, donde permaneció ocho años, convirtiéndose así en uno de los musicales más duradero en la historia del Reino Único. Desde entonces esta gran ópera rock ha sido traducida a una docena de idiomas y ha sido producida en más de 40 países. La versión cinematográfica, dirigida por Norman Jewison, se convirtió en la película más taquillera del año 1973. En Caracas, una empresa española presentó la pieza en 1983 llenando varias funciones del Teatro Teresa Carreño. Después de 36 años se le produjo por primera vez en Venezuela con artistas criollos y se mostró en el Aula Magna de la UCV, a donde ahora retornó.
Ficha artística
Ficha artística
Obra: Jesucristo Superestrella
Autores: Andrew Lloyd Weber (música) y Tim Rice (letras).
Elenco: Johnny Sigal (Jesucristo), Karina (María Magdalena), Luke Grande (Judas Iscariote), Cayito Aponte (Caifás), Gerardo Soto ( Pedro), Armando Cabrera (Herodes), Rolando Padilla (Poncio Pilatos), José Pablo Álvarez (Simón Zelote) y Domingo Balduci (Annas), acompañados por más de 40 artistas y bailarines en escena.
Dirección general: Michel Hausmann.
Dirección musical y de orquesta: Salomón Lerner.
Dirección coreográfica: Luz Urdaneta.
Producción general: Yair Rosemberg para la empresa Palo de Agua.
Vestuario: Eva Ivany.
Escenografía: Edwin Erminy
Iluminación: Carolina Puig.
Autores: Andrew Lloyd Weber (música) y Tim Rice (letras).
Elenco: Johnny Sigal (Jesucristo), Karina (María Magdalena), Luke Grande (Judas Iscariote), Cayito Aponte (Caifás), Gerardo Soto ( Pedro), Armando Cabrera (Herodes), Rolando Padilla (Poncio Pilatos), José Pablo Álvarez (Simón Zelote) y Domingo Balduci (Annas), acompañados por más de 40 artistas y bailarines en escena.
Dirección general: Michel Hausmann.
Dirección musical y de orquesta: Salomón Lerner.
Dirección coreográfica: Luz Urdaneta.
Producción general: Yair Rosemberg para la empresa Palo de Agua.
Vestuario: Eva Ivany.
Escenografía: Edwin Erminy
Iluminación: Carolina Puig.
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