Papá José fue primero y ahora llega mamá María. No es una competencia erótica, pero sí tiene que ver, y mucho, con los perfiles existenciales de los y las que aman y procrean, rompen y se abandonan, y de quienes insisten en vivir e incrementar la población del planeta que los alberga. Es un proyecto monumental sobre producciones de indagación socioartística de la familia iberoamericana, el cual se realiza en el Teatro San Martín de Caracas, desde la temporada 2007, con la curaduría de Gustavo Ott.
18 para tres
Ahora sube a escena el Proyecto Madre: Obras María con 18 piezas de nueve países en tres espectáculos. Las obras tienen como eje central a “María”, que comparte datos comunes en todas las obras, los cuales toma en los contextos y situaciones de cada país y sus relaciones con el tema de la maternidad. Es la virgen madre o madre de la iglesia, pero también es madre/padre, madre sacrificio, niña madre, madre soltera, madre de la patria, puta madre, malinche, madre abusada y hasta madre de todas las guerras. No sólo mantiene los datos comunes en todas las propuestas sino que en algunas de las piezas se refieren también a “José, el padre”, como si el personaje llevado a escena en las temporadas de 2007, 2008 y 2009 regresará al escenario como ente secundario, para concretar este estudio dramático sobre la célula familiar.
El primer montaje lo integran los textos de Gianni Clementi (Italia) y de Pilar G. Almansa, Diana I. Luque, Alejandro Rodríguez, Antonio Lafuente y José Manuel Lechado (España). Costa Palamides lo dirige y es actuado por María Brito, Nirma Prieto, Juliana Cuervo, Susana López e Ysandra González. La iluminación es de Gerónimo Reyes, la asistencia de dirección de Maritza Briceño y producción general de María Brito y David Villegas.
Bernarda Alba
Palamides escogió el proyecto dramático a cinco manos, proveniente de España, con el título La madre que te parió y el monólogo La sirvienta de Clementi. La propuesta de los hispanos abarca todas las madres posibles partiendo de una nueva visita a La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca y expandiéndose a las madres de alquiler, las adoptivas, las que no quieren envejecer, las que han matado a sus hijos, las madres de algunos dictadores o la madre de la comiquita Marco o el arquetipo totalizador de la Madre del Cordero.
“Me pareció una visión nada benigna hacia la maternidad, pero son una decantación profunda sobre el papel de la madre en nuestra sociedad. El monólogo me impresionó por la creación de la típica criada latinoamericana en el Primer Mundo y por dar a través de esa madre que no pudo ser, un certero acercamiento hacia la realidad política y social de la latinoamericana. Agregué canciones y acentos de nuestros países y un énfasis en la violencia de género y la creación del machismo proveniente de las mismas madres, producto de una maternidad problemática de adolescentes precoces o con ganas de retener al hombre a través de los hijos. También el concepto escenográfico viene de una metáfora producida por la lluvia, donde en la escena comparten una plataforma que es a la vez sexo femenino y cárcel”, explica Palamides.
Este montaje es “una demoledora y satírica visión sobre la Madre, pero además es un acercamiento poético y emotivo, como la que propone Clementi. Mi madre, cada vez que llovía torrencialmente en Caracas, decía que el cielo lanzaba patas de silla”, acota Palamides. “Esa agua violenta era una bendición a la cual no estaba acostumbrada en su Grecia natal. Hoy relaciono este Proyecto Madre con esa imagen, con la necesidad del líquido que a veces nos ama y nos violenta como la vida misma, como la madre misma. El agua es placenta y placer, pero también tsunamis y destrucción. Cuando leo sobre maltrato de género, tortura y totalitarismo descubro la masculinidad del mundo. Pero detrás de cada hombre hay una mujer, está lo femenino, esa que mentamos en la peor blasfemia”.
Como lo hizo antes en el tercer montaje del Proyecto Padre, Palamides creó una dramaturgia para este montaje que le permitió atar y desatar estas dos obras, de manera consecuente, para que el público armara el rompecabezas de estas visiones fragmentadas sobre la maternidad. Como director evitó que el espectador tuviese un acercamiento lineal a las historias y así contribuyó, enormemente, a la acción dramática puesto que así el público teje y desteje, como lo hacen las actrices-personajes.
Quinteto de oro
Pocas veces un proceso tan delicado en lo conceptual ha sido abordado por un puñado de actrices como este que hizo posible la primera entrega del Proyecto Madre, con sagas de maternidad muy particulares dentro del universo mismo de la pieza. Por supuesto contó con la actriz María Brito, bastión del arte dramático de la capital. Destaca la invalorable presencia histriónica de Juliana Cuervos que bordó con excelencia sus diversos personajes del montaje. Nirma Prieto, actriz de gran carrera en Teatrela, brilla en este montaje al ofrecer toda su veteranía y vena artística integral. Susana López e Ysandra González, pichoncitas de comediantas, que tienen bastante garra y provienen de las huestes del San Martín, defendieron ardientemente la propuesta de Palamides.
Este espectáculo es efervescente, ritual, verídico y certero documento sobre la maternidad, la violencia y explotación de la mujer, así como también su triste aporte al mismo machismo que la reprime. Desparpajo total y a veces totalitario en esta primera jornada del Proyecto Madre: Obras María.
13 papás
Primero fue el Proyecto Padre: Obras José , donde participaron Ignacio del Moral y Santiago Martín Bermúdez (España), Benjamín Galemiri (Chile), Ricardo Halac, Patricia Suárez y Mónica Ogando (Argentina), Bernard Lagier (Francia-Martinica), Luis Mario Moncada y Ángel Norzagaray (México), Gustavo Ott y Elio Palencia (Venezuela), Roberto Ramos Perea (Puerto Rico), y Víctor Viviescas (Colombia). Entregaron 13 originales obras, que recibieron montajes crispados y educativos.
18 para tres
Ahora sube a escena el Proyecto Madre: Obras María con 18 piezas de nueve países en tres espectáculos. Las obras tienen como eje central a “María”, que comparte datos comunes en todas las obras, los cuales toma en los contextos y situaciones de cada país y sus relaciones con el tema de la maternidad. Es la virgen madre o madre de la iglesia, pero también es madre/padre, madre sacrificio, niña madre, madre soltera, madre de la patria, puta madre, malinche, madre abusada y hasta madre de todas las guerras. No sólo mantiene los datos comunes en todas las propuestas sino que en algunas de las piezas se refieren también a “José, el padre”, como si el personaje llevado a escena en las temporadas de 2007, 2008 y 2009 regresará al escenario como ente secundario, para concretar este estudio dramático sobre la célula familiar.
El primer montaje lo integran los textos de Gianni Clementi (Italia) y de Pilar G. Almansa, Diana I. Luque, Alejandro Rodríguez, Antonio Lafuente y José Manuel Lechado (España). Costa Palamides lo dirige y es actuado por María Brito, Nirma Prieto, Juliana Cuervo, Susana López e Ysandra González. La iluminación es de Gerónimo Reyes, la asistencia de dirección de Maritza Briceño y producción general de María Brito y David Villegas.
Bernarda Alba
Palamides escogió el proyecto dramático a cinco manos, proveniente de España, con el título La madre que te parió y el monólogo La sirvienta de Clementi. La propuesta de los hispanos abarca todas las madres posibles partiendo de una nueva visita a La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca y expandiéndose a las madres de alquiler, las adoptivas, las que no quieren envejecer, las que han matado a sus hijos, las madres de algunos dictadores o la madre de la comiquita Marco o el arquetipo totalizador de la Madre del Cordero.
“Me pareció una visión nada benigna hacia la maternidad, pero son una decantación profunda sobre el papel de la madre en nuestra sociedad. El monólogo me impresionó por la creación de la típica criada latinoamericana en el Primer Mundo y por dar a través de esa madre que no pudo ser, un certero acercamiento hacia la realidad política y social de la latinoamericana. Agregué canciones y acentos de nuestros países y un énfasis en la violencia de género y la creación del machismo proveniente de las mismas madres, producto de una maternidad problemática de adolescentes precoces o con ganas de retener al hombre a través de los hijos. También el concepto escenográfico viene de una metáfora producida por la lluvia, donde en la escena comparten una plataforma que es a la vez sexo femenino y cárcel”, explica Palamides.
Este montaje es “una demoledora y satírica visión sobre la Madre, pero además es un acercamiento poético y emotivo, como la que propone Clementi. Mi madre, cada vez que llovía torrencialmente en Caracas, decía que el cielo lanzaba patas de silla”, acota Palamides. “Esa agua violenta era una bendición a la cual no estaba acostumbrada en su Grecia natal. Hoy relaciono este Proyecto Madre con esa imagen, con la necesidad del líquido que a veces nos ama y nos violenta como la vida misma, como la madre misma. El agua es placenta y placer, pero también tsunamis y destrucción. Cuando leo sobre maltrato de género, tortura y totalitarismo descubro la masculinidad del mundo. Pero detrás de cada hombre hay una mujer, está lo femenino, esa que mentamos en la peor blasfemia”.
Como lo hizo antes en el tercer montaje del Proyecto Padre, Palamides creó una dramaturgia para este montaje que le permitió atar y desatar estas dos obras, de manera consecuente, para que el público armara el rompecabezas de estas visiones fragmentadas sobre la maternidad. Como director evitó que el espectador tuviese un acercamiento lineal a las historias y así contribuyó, enormemente, a la acción dramática puesto que así el público teje y desteje, como lo hacen las actrices-personajes.
Quinteto de oro
Pocas veces un proceso tan delicado en lo conceptual ha sido abordado por un puñado de actrices como este que hizo posible la primera entrega del Proyecto Madre, con sagas de maternidad muy particulares dentro del universo mismo de la pieza. Por supuesto contó con la actriz María Brito, bastión del arte dramático de la capital. Destaca la invalorable presencia histriónica de Juliana Cuervos que bordó con excelencia sus diversos personajes del montaje. Nirma Prieto, actriz de gran carrera en Teatrela, brilla en este montaje al ofrecer toda su veteranía y vena artística integral. Susana López e Ysandra González, pichoncitas de comediantas, que tienen bastante garra y provienen de las huestes del San Martín, defendieron ardientemente la propuesta de Palamides.
Este espectáculo es efervescente, ritual, verídico y certero documento sobre la maternidad, la violencia y explotación de la mujer, así como también su triste aporte al mismo machismo que la reprime. Desparpajo total y a veces totalitario en esta primera jornada del Proyecto Madre: Obras María.
13 papás
Primero fue el Proyecto Padre: Obras José , donde participaron Ignacio del Moral y Santiago Martín Bermúdez (España), Benjamín Galemiri (Chile), Ricardo Halac, Patricia Suárez y Mónica Ogando (Argentina), Bernard Lagier (Francia-Martinica), Luis Mario Moncada y Ángel Norzagaray (México), Gustavo Ott y Elio Palencia (Venezuela), Roberto Ramos Perea (Puerto Rico), y Víctor Viviescas (Colombia). Entregaron 13 originales obras, que recibieron montajes crispados y educativos.
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