La perversa reina bruja, celosa de la belleza de su hijastra, ordena su asesinato, pero la muchacha huye y se refugia en el bosque junto a siete enanos. Esa fabula regresa al cine de Estados Unidos y al teatro venezolano para la sana predica moralizante y la diversión de sus espectadores. En Hollywood preparan tres superproducciones a partir del cuento de Blancanieves y los siete enanos. La Meca del Cine apuesta sobre seguro y por eso rebuscaron nuevos ángulos de esa saga de los hermanos alemanes Jacobo y Wilhelm Grimm, quienes en el siglo XIX usaron a su vez el libro de Giambattista Basile. En 1937, la tomó Walt Disney Pictures para su primera película de animación, la legendaria Snow White and Seven Dwarfs.
En esta centuria XXI, las productoras cinematográficas ya contrataron a Julia Robert, Krsiten Stewart, Charlize Theron para dos de las versiones, porque Walt Disney Pictures también prepara su propia adaptación, en imagen real, donde Leonardo Di Caprio funge de productor y director, y hasta hay unos monjes ninjas que sustituirán a los enanitos. Son versiones que al público adolescente, el gran mercado que tienen que conquistar, sin descontar la televisión, y los DVD.
Esa pasión hollywoodense por las fabulas populares infantiles, que no es de ahora, tiene cierta lógica, porque Tim Burton se ganó mil millones de dólares por una versión de Alicia en el país de las maravillas y además así las productoras no abonarán los cuantiosos derechos de autor.
Pero en Venezuela también se usan algunos de esos textos de los hermanos Grimm y por eso están exhibiendo una recreación de la fantástica historia de Blancanieves y los siete enanos, lograda y dirigida por Manuel Bastos para el teatro Chacaíto, en funciones durante los fines de semana para público infantil y adultos acompañantes.
Princesa caraqueña
La versión venezolana de Blancanieves y los siete enanos recuenta la historia de una hermosa y joven princesa que es acosada por su madrastra. Un día, la cruel madrastra le pregunta a su espejo mágico quien es la más bella y al responderle el espejo que era Blancanieves, ella enardecida decide mandarla a matar Comienza la aventura de esa dulce niña que es ayudada a escapar por Croilán, el cazador, perdida en el bosque es salvada por un animalito y llevada a una pequeña cabaña donde habitan siete hombrecitos muy peculiares quienes serán los encargados de cuidar a la princesa. Viven felices hasta que la malvada reina – una bruja que eliminó al soberano padre de la muchacha, su esposo- se entera de lo sucedido y decide ir ella misma a cumplir su maquiavélico plan, que es hacerle comer una manzana envenenada. La heroína queda sumergida en una especie de muerte suspendida, hasta que es salvada por un príncipe al cual había conocido con anterioridad en las afueras del castillo.
Bastos, que además de director general del montaje, es todo un personaje del teatro comercial, asevera que su versión sí deja un mensaje importante para los niños y las niñas, al realzar el valor de la amistad, y que el bien siempre triunfa sobre el mal, con lo cual se da una cátedra didáctica, muy oportuna para estos tiempos. El elenco, que está conformado por Andrea Castro, Gabriel Aliendres, Juan José Dos Santos, Armando Ariza y la participación especial de Begoña La Barrera, merece aplausos entusiastas ante la versatilidad exhibida y por la paciencia para la improvisación permanente, como consecuencia de las características del evento artístico, cuya producción es de Vito Meo.
Lo interesante de este espectáculo venezolano es que fue montado de manera interactiva para que los asistentes, especialmente los niños y las niñas, sean parte importante dentro de la obra, pues se escogen algunos personajes, los simpáticos enanos, dentro de los espectadores, quienes son seleccionados para trabajar con el elenco, viviendo así una parte vital del espectáculo ya que no solo disfrutan del hecho de trabajar, y que sus familiares los vean, sino que también participan en todo lo que ocurre dentro de bastidores, y aseguramos que la impresión y la emoción las llevaran consigo por mucho tiempo.
Vimos una función sabatina y pudimos apreciar el entusiasmo de “los enanos y las enanas” por tener una parte activa en el montaje, lo cual no solo emociona a los padres y representantes, sino que convierte al espectáculo en una performance entretenida y hasta enriquecedora para los mismos artistas profesionales por las exigencias que se presentan con sus respectivas improvisaciones. Termina, pues, por ser un montaje didáctico no solo para los espectadores sino también para la agrupación.
Actuando su historia
El teatro vive en crisis desde que originales seres humanos lo inventaron. Los griegos formularon sus normas y lleva miles de años siempre frente a su indispensable audiencia. Cambia día a día, pero siempre repite sus temáticas humanas y desde hace dos centurias ha entrado en un fantástico proceso de revisión que le permite inventarse y difundirse mucho más, utilizando otras técnicas, pero conservando su esencia: el monólogo, el cual se transforma en diálogo para predicar lo que se quiere o se pretende. En síntesis, el teatro no sale de una crisis y mucho más si se produce en Venezuela, donde sus artistas encargados de la permanencia y el crecimiento de las artes escénicas se las ingenian para no perecer, para no salir de escena antes de tiempo, para no bajar el telón ante un público ansioso de escuchar historias de otros humanos. En nuestro caro teatro se inventa día a día y es por ello que en las instalaciones del Chacaíto hay sangre e ideas nuevas para favorecer a teatreros y espectadores. Su conductor, el abogado Jorge Bulgaris, vástago de un culto comerciante griego, decidió ponerse a tono con los difíciles tiempos de este siglo XXI y llamó al actor, director y autor Manuel Bastos para que lo acompañe en la nada fácil tarea de programar ese espacio, de 300 butacas, en la terraza del Centro Comercial Chacaíto. Ahí donde se han mostrado numerosos espectáculos comerciales, montajes que pagan impuestos y que nunca han sido beneficiados por subsidios o cosas parecidas, esos cuyos intérpretes son populares gracias a sus dotes naturales y por los personajes que encarnan para la televisión local, por lo general. Por ahí desfilaron centenares de eventos que han utilizado hasta la saciedad la temática gay, porque es lo más aplaudido o lo más solicitado por el público, una especialidad que ha proliferado no solo en ese espacio caraqueño. Ahora Bastos, con la anuencia de Bulgaris - lleva más de 40 años de labores con la gestión del Teatro Chacaíto, donde tuvo como socios a Horacio Peterson, Jorge Palacios y Guillermo González- ha organizado un ciclo de “teatro de contenidos” y esperan llevar público a esos nuevos días, por ahora miércoles, y en horarios –siete y nueve de la noche- que antes no se usaban, además de los fines de semana para la familia. ¡El Teatro Chacaíto sigue, pues, actuando su historia!
En esta centuria XXI, las productoras cinematográficas ya contrataron a Julia Robert, Krsiten Stewart, Charlize Theron para dos de las versiones, porque Walt Disney Pictures también prepara su propia adaptación, en imagen real, donde Leonardo Di Caprio funge de productor y director, y hasta hay unos monjes ninjas que sustituirán a los enanitos. Son versiones que al público adolescente, el gran mercado que tienen que conquistar, sin descontar la televisión, y los DVD.
Esa pasión hollywoodense por las fabulas populares infantiles, que no es de ahora, tiene cierta lógica, porque Tim Burton se ganó mil millones de dólares por una versión de Alicia en el país de las maravillas y además así las productoras no abonarán los cuantiosos derechos de autor.
Pero en Venezuela también se usan algunos de esos textos de los hermanos Grimm y por eso están exhibiendo una recreación de la fantástica historia de Blancanieves y los siete enanos, lograda y dirigida por Manuel Bastos para el teatro Chacaíto, en funciones durante los fines de semana para público infantil y adultos acompañantes.
Princesa caraqueña
La versión venezolana de Blancanieves y los siete enanos recuenta la historia de una hermosa y joven princesa que es acosada por su madrastra. Un día, la cruel madrastra le pregunta a su espejo mágico quien es la más bella y al responderle el espejo que era Blancanieves, ella enardecida decide mandarla a matar Comienza la aventura de esa dulce niña que es ayudada a escapar por Croilán, el cazador, perdida en el bosque es salvada por un animalito y llevada a una pequeña cabaña donde habitan siete hombrecitos muy peculiares quienes serán los encargados de cuidar a la princesa. Viven felices hasta que la malvada reina – una bruja que eliminó al soberano padre de la muchacha, su esposo- se entera de lo sucedido y decide ir ella misma a cumplir su maquiavélico plan, que es hacerle comer una manzana envenenada. La heroína queda sumergida en una especie de muerte suspendida, hasta que es salvada por un príncipe al cual había conocido con anterioridad en las afueras del castillo.
Bastos, que además de director general del montaje, es todo un personaje del teatro comercial, asevera que su versión sí deja un mensaje importante para los niños y las niñas, al realzar el valor de la amistad, y que el bien siempre triunfa sobre el mal, con lo cual se da una cátedra didáctica, muy oportuna para estos tiempos. El elenco, que está conformado por Andrea Castro, Gabriel Aliendres, Juan José Dos Santos, Armando Ariza y la participación especial de Begoña La Barrera, merece aplausos entusiastas ante la versatilidad exhibida y por la paciencia para la improvisación permanente, como consecuencia de las características del evento artístico, cuya producción es de Vito Meo.
Lo interesante de este espectáculo venezolano es que fue montado de manera interactiva para que los asistentes, especialmente los niños y las niñas, sean parte importante dentro de la obra, pues se escogen algunos personajes, los simpáticos enanos, dentro de los espectadores, quienes son seleccionados para trabajar con el elenco, viviendo así una parte vital del espectáculo ya que no solo disfrutan del hecho de trabajar, y que sus familiares los vean, sino que también participan en todo lo que ocurre dentro de bastidores, y aseguramos que la impresión y la emoción las llevaran consigo por mucho tiempo.
Vimos una función sabatina y pudimos apreciar el entusiasmo de “los enanos y las enanas” por tener una parte activa en el montaje, lo cual no solo emociona a los padres y representantes, sino que convierte al espectáculo en una performance entretenida y hasta enriquecedora para los mismos artistas profesionales por las exigencias que se presentan con sus respectivas improvisaciones. Termina, pues, por ser un montaje didáctico no solo para los espectadores sino también para la agrupación.
Actuando su historia
El teatro vive en crisis desde que originales seres humanos lo inventaron. Los griegos formularon sus normas y lleva miles de años siempre frente a su indispensable audiencia. Cambia día a día, pero siempre repite sus temáticas humanas y desde hace dos centurias ha entrado en un fantástico proceso de revisión que le permite inventarse y difundirse mucho más, utilizando otras técnicas, pero conservando su esencia: el monólogo, el cual se transforma en diálogo para predicar lo que se quiere o se pretende. En síntesis, el teatro no sale de una crisis y mucho más si se produce en Venezuela, donde sus artistas encargados de la permanencia y el crecimiento de las artes escénicas se las ingenian para no perecer, para no salir de escena antes de tiempo, para no bajar el telón ante un público ansioso de escuchar historias de otros humanos. En nuestro caro teatro se inventa día a día y es por ello que en las instalaciones del Chacaíto hay sangre e ideas nuevas para favorecer a teatreros y espectadores. Su conductor, el abogado Jorge Bulgaris, vástago de un culto comerciante griego, decidió ponerse a tono con los difíciles tiempos de este siglo XXI y llamó al actor, director y autor Manuel Bastos para que lo acompañe en la nada fácil tarea de programar ese espacio, de 300 butacas, en la terraza del Centro Comercial Chacaíto. Ahí donde se han mostrado numerosos espectáculos comerciales, montajes que pagan impuestos y que nunca han sido beneficiados por subsidios o cosas parecidas, esos cuyos intérpretes son populares gracias a sus dotes naturales y por los personajes que encarnan para la televisión local, por lo general. Por ahí desfilaron centenares de eventos que han utilizado hasta la saciedad la temática gay, porque es lo más aplaudido o lo más solicitado por el público, una especialidad que ha proliferado no solo en ese espacio caraqueño. Ahora Bastos, con la anuencia de Bulgaris - lleva más de 40 años de labores con la gestión del Teatro Chacaíto, donde tuvo como socios a Horacio Peterson, Jorge Palacios y Guillermo González- ha organizado un ciclo de “teatro de contenidos” y esperan llevar público a esos nuevos días, por ahora miércoles, y en horarios –siete y nueve de la noche- que antes no se usaban, además de los fines de semana para la familia. ¡El Teatro Chacaíto sigue, pues, actuando su historia!
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