Cuando todos creían que Román Chalbaud (Mérida, 1931) estaba retirado definitivamente del teatro y en especial de la dirección escénica, para dedicarse de lleno al cine y la televisión, he aquí que confiesa, sin mucho aspaviento, que uno de sus más caros anhelos se está materializando: dirigir y montar, como Dios manda, la obra Montserrat, un texto de carácter histórico y de tal profundidad ideológica que muchos venezolanos hubiesen querido escribirla, porque ahí se cuenta un faceta poco conocida de los avatares revolucionarios de Simón Bolívar y de cómo su lucha se puede extrapolar para los tiempos contemporáneos.
Este Montserrat no es otra que la pieza del escritor y combatiente Emmanuel Robles (Orán, Argelia, 1914/Boulogne, Francia, 1995), quien la pudo estrenar simultáneamente, hacia 1948, en París y en Argelia. Ese debut, como lo cuenta Chalbaud, fue un éxito y la obra la tradujeron de inmediato a 11 idiomas. “En 1949, Lilian Hellman, la dramaturga norteamericana, la vertió al inglés y la estrenó en Nueva York con Emily Williams y Julie Harris en el elenco. Desde entonces y hasta ahora se sigue representando con éxito en muchas partes del mundo. Juan Antonio Bardem, el director español de La muerte de un ciclista y de Calle Mayor, quería hacerla en cine, filmarla en Venezuela y que yo fuera su coproductor. Desgraciadamente nos enteramos, en febrero del año 2002, de que los derechos para el cine los tenía una empresa norteamericana, Bardem murió a fines de ese año. La idea de llevarla a la pantalla está latente. Yo ahora la llevo al teatro, porque no podía dejarla dormir más”.
Chalbaud, que en octubre cumple sus primeros 75 años, puntualiza que Montserrat es un gran canto a Bolívar y por ende a la libertad. “Con magnífica trama, estupendos personajes y diálogos magistrales nos envuelve en una atmósfera de horror y de violencia. La guerra. La lucha de las ideas. La casi totalidad de las cosas que se dicen están vigentes. Este Montserrat sacude, emociona. Nadie puede quedar indiferente, menos los venezolanos de estos tiempos. En las últimas semanas de ensayos he invitado a personas diversas. No hay ninguna que haya quedado indiferente. Por el contrario, los espectadores se apasionan, se conmueven, se aterran. Esta obra nos la dejó un intelectual que perdió a su padre antes de nacer y creció rodeado de mujeres, por lo que la ausencia del padre es un elemento dominante en toda su producción. Fue un intelectual izquierdista, amigo de Albert Camus, entre otros”.
Montserrat se ubica a principios del siglo XIX y es en la alzada Venezuela contra la decadente monarquía hispana. El drama se plantea cuando el español coronel Izquierdo no puede capturar a Simón Bolívar, pese a que lo tenían prácticamente acorralado. Logra huir gracias a la ayuda de un oficial “enemigo” que no es otro que Montserrat. Izquierdo apresa al militar traidor junto a seis inocentes y les adviertes que tienen una hora para revelar el escondite del rebelde Bolívar so pena de ser fusilados. Los detenidos presionan a Montserrat para que diga dónde está el perseguido, pero éste calla y sufre su tragedia.
Esta pieza se hizo en Lima y allá se publicó, en la página web: www.rpp.com.pe , esto que consideramos muy importante y que por ende debe ser analizado por los espectadores venezolanos para que saquen sus propias conclusiones, porque no es un teatro baladí ni cosa parecida. Es teatro de ideas a partir de una anécdota histórica. Es una invitación para mirar más allá de los hechos que se ven:
“ Las opresiones, las dominaciones, los imperialismos, las dictaduras y los colonialismos tienen un común denominador: el avasallamiento, el abuso del poder y la dominación bajo el poder de las armas frente a fuerzas infinitamente inferiores. Si repasamos la historia de muchos de los pueblos, esta es una receta que se ha repetido quizás demasiadas veces. Este viene a ser el telón de fondo de Montserrat”.
Román Chalbaud, con más de 50 años de actividades en las artes escénicas criollas, además de dirigir la puesta en escena, versionar el texto y cuidar de las caracterizaciones de sus actores, también funge como datero para que los cronistas hagamos con exactitud el merecido reportaje sobre su espectacular Montserrat. Y es precisamente quien revela la ficha de actores que tiene su pieza. Ahí cuenta con José Luis Márquez, Alexander Solòrzano, Israel Moreno, José Luis Montero, Armando Göta, Anthony Gómez, Hans Christopher, Armando Volcanes, Jennifer Flores, Vito Lonardo, Moisés Berroterán, Elena Yma Sumak Carhuarupay, Larry M. Castellano, Girense J. Volcán, Eliseo Pereira, Raúl Márquez, Michel Camacaro, José Alegría y Rafael Gómez. No dijo nada sobre el vestuario ni el dispositivo escenográfico ni tampoco de dónde salieron los reales para este teatro que es eminentemente cultural.
Hay que recordar que para el 19 de abril de 1960, en Barquisimeto, para festejar los primeros 150 años de la Independencia de Venezuela, el Grupo Teatral Lara, bajo la conducción de Carlos Denis, escenificó a Montserrat, y en su elenco estàban, entre otros, Leonardo Azpàrren Gimènez, quien después haría una carrera como crítico teatral en Caracas, donde actualmente reside.
Este Montserrat no es otra que la pieza del escritor y combatiente Emmanuel Robles (Orán, Argelia, 1914/Boulogne, Francia, 1995), quien la pudo estrenar simultáneamente, hacia 1948, en París y en Argelia. Ese debut, como lo cuenta Chalbaud, fue un éxito y la obra la tradujeron de inmediato a 11 idiomas. “En 1949, Lilian Hellman, la dramaturga norteamericana, la vertió al inglés y la estrenó en Nueva York con Emily Williams y Julie Harris en el elenco. Desde entonces y hasta ahora se sigue representando con éxito en muchas partes del mundo. Juan Antonio Bardem, el director español de La muerte de un ciclista y de Calle Mayor, quería hacerla en cine, filmarla en Venezuela y que yo fuera su coproductor. Desgraciadamente nos enteramos, en febrero del año 2002, de que los derechos para el cine los tenía una empresa norteamericana, Bardem murió a fines de ese año. La idea de llevarla a la pantalla está latente. Yo ahora la llevo al teatro, porque no podía dejarla dormir más”.
Chalbaud, que en octubre cumple sus primeros 75 años, puntualiza que Montserrat es un gran canto a Bolívar y por ende a la libertad. “Con magnífica trama, estupendos personajes y diálogos magistrales nos envuelve en una atmósfera de horror y de violencia. La guerra. La lucha de las ideas. La casi totalidad de las cosas que se dicen están vigentes. Este Montserrat sacude, emociona. Nadie puede quedar indiferente, menos los venezolanos de estos tiempos. En las últimas semanas de ensayos he invitado a personas diversas. No hay ninguna que haya quedado indiferente. Por el contrario, los espectadores se apasionan, se conmueven, se aterran. Esta obra nos la dejó un intelectual que perdió a su padre antes de nacer y creció rodeado de mujeres, por lo que la ausencia del padre es un elemento dominante en toda su producción. Fue un intelectual izquierdista, amigo de Albert Camus, entre otros”.
Montserrat se ubica a principios del siglo XIX y es en la alzada Venezuela contra la decadente monarquía hispana. El drama se plantea cuando el español coronel Izquierdo no puede capturar a Simón Bolívar, pese a que lo tenían prácticamente acorralado. Logra huir gracias a la ayuda de un oficial “enemigo” que no es otro que Montserrat. Izquierdo apresa al militar traidor junto a seis inocentes y les adviertes que tienen una hora para revelar el escondite del rebelde Bolívar so pena de ser fusilados. Los detenidos presionan a Montserrat para que diga dónde está el perseguido, pero éste calla y sufre su tragedia.
Esta pieza se hizo en Lima y allá se publicó, en la página web: www.rpp.com.pe , esto que consideramos muy importante y que por ende debe ser analizado por los espectadores venezolanos para que saquen sus propias conclusiones, porque no es un teatro baladí ni cosa parecida. Es teatro de ideas a partir de una anécdota histórica. Es una invitación para mirar más allá de los hechos que se ven:
“ Las opresiones, las dominaciones, los imperialismos, las dictaduras y los colonialismos tienen un común denominador: el avasallamiento, el abuso del poder y la dominación bajo el poder de las armas frente a fuerzas infinitamente inferiores. Si repasamos la historia de muchos de los pueblos, esta es una receta que se ha repetido quizás demasiadas veces. Este viene a ser el telón de fondo de Montserrat”.
Román Chalbaud, con más de 50 años de actividades en las artes escénicas criollas, además de dirigir la puesta en escena, versionar el texto y cuidar de las caracterizaciones de sus actores, también funge como datero para que los cronistas hagamos con exactitud el merecido reportaje sobre su espectacular Montserrat. Y es precisamente quien revela la ficha de actores que tiene su pieza. Ahí cuenta con José Luis Márquez, Alexander Solòrzano, Israel Moreno, José Luis Montero, Armando Göta, Anthony Gómez, Hans Christopher, Armando Volcanes, Jennifer Flores, Vito Lonardo, Moisés Berroterán, Elena Yma Sumak Carhuarupay, Larry M. Castellano, Girense J. Volcán, Eliseo Pereira, Raúl Márquez, Michel Camacaro, José Alegría y Rafael Gómez. No dijo nada sobre el vestuario ni el dispositivo escenográfico ni tampoco de dónde salieron los reales para este teatro que es eminentemente cultural.
Hay que recordar que para el 19 de abril de 1960, en Barquisimeto, para festejar los primeros 150 años de la Independencia de Venezuela, el Grupo Teatral Lara, bajo la conducción de Carlos Denis, escenificó a Montserrat, y en su elenco estàban, entre otros, Leonardo Azpàrren Gimènez, quien después haría una carrera como crítico teatral en Caracas, donde actualmente reside.
La versión chalbaudiana de Montserrat se estrenará este domingo en el Teatro Teresa Carreño, a las 5:00 pm. La entrada es libre. El director asegura que irán a Puerto Ordaz, Cumaná, Maracaibo y otras ciudades del interior.
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